domingo, 3 de julio de 2016

EUTANASIA,¿MUERTE PIADOSA U HOMICIDIO ?


       
 MÉDIUMS IMPERFECTOS

Las comunicaciones mediúmnicas que proceden de espíritus nobles y que se dan, varias veces, a través de personas insensatas o portadoras de una conducta irregular, producen extrañeza. En ésta, como en cualquier otra actividad, lo que normalmente prevalece es la fuerza de la ley de las afinidades, la cual nos dice que es más fácil que ocurra que dos espíritus que son afines combinen entre sí e interactúen, que suceda entre espíritus opuestos. Con seguridad el predominio del orden y del equilibrio en todos los cuadrantes de la naturaleza, constituye la base de la armonía.

En lo que se refiere a los valores ético-moral, el mecanismo es idéntico. Sin embargo, a veces para conseguir objetivos elevados, las entidades superiores, a falta de médiums que sintonicen con sus relevantes propósitos, utilizan con una doble finalidad a los médiums que encuentran: advertir a éstos médiums a través de ciertas pautas y el de auxiliar a las personas que confiadas y necesitadas los buscan por ayuda. Si estos médiums no mejoran, agravan más su estado espiritual, ya que posteriormente cuando sean llamados al orden, no podrán justificarse alegando desconocimiento de la seriedad de los deberes de los cuales eran portadores. 

Además, la mediumnidad es neutral, así como un teléfono que es usado por buenas o malas personas, de elevada como de reprochable conducta, ricas o pobres; es el propietario quien selecciona la clientela por los criterios que mejor le convenga. La imperfección, que es inherente a las criaturas humanas, proviene de atavismos que las afianzan en las franjas primarias de donde proceden y de los que aún no se pueden liberar. Las criaturas humanas que son portadoras de la facultad mediúmnica, disponen de un precioso instrumento que usado dignamente, las ayudará en el proceso de perfeccionamiento intelecto-moral, superando los límites primitivos y adquiriendo percepciones más amplias sobre la vida y sobre sí mismas, con los ojos puestos en metas relevantes que esperan por ellas.

Desperdiciar el precioso talento de la mediumnidad, empañando su uso con fines pueriles y frívolos, indignos y vulgares, trae penosas aflicciones que imponen renacimientos dolorosos, en los cuales la meditación por un largo tiempo en una prisión carnal con deficiencia, ayudará al condenado a valorizar los bienes del Señor, que son colocados a su alcance para el crecimiento íntimo y para la felicidad. Asimismo, el uso incorrecto de los recursos mediúmnicos, entorpece los centros del registro y termina, casi siempre, desarmonizando lo psíquico y la emoción, llevando a patologías muy complejas.

Los médiums que son celosos, inmorales, simoniacos, exhibicionistas, mentirosos y portadores de otras imperfecciones morales, pululan en todas partes, siendo descuidados y frívolos creen ser ignorados por las leyes soberanas y como detentores de fuerzas propias, utilizan estos recursos a su antojo sin responsabilidad ni consecuencia moral alguna. Aun así, estos médiums son visitados de vez en cuando por sus mentores espirituales que compadecidos de ellos, se acercan para auxiliarlos, intentando despertarles los deberes y compromisos que asumieron.
Es por eso que cabe a todos los médiums, estar vigilantes y en constante oración, actuar con caridad y con disciplina segura, con el fin de que ellos mismos se den cuenta de sus imperfecciones y de la interferencia de los espíritus impuros y perturbadores, resguardándose así de las trampas que la necesaria evolución les coloca, con el fin de que adquieran la seguridad íntima y el equilibrio para alcanzar las franjas vibratorias más elevadas, en las cuales permanece el pensamiento divino aguardando a ser captado por el progreso de la humanidad.

Por lo tanto, no es de extrañar la comunicación de los guías espirituales a través de médiums imperfectos y en medios perniciosos, así como los mensajes de los espíritus excéntricos y malos por medio de instrumentos sanos moralmente y con equilibrio espiritual, pues los visitan para beneficiarse y para recibir instrucción y pautas, esclarecimiento y directrices de liberación. La imperfección que se manifiesta en los hombres o en sus espíritus, indica una etapa inferior por el que transita su portador, que se debe empeñar por superarla, trabajando con mucho esfuerzo para liberarse de su cruel atadura.

Todos marchamos de la oscuridad en dirección a la Gran Luz que nos atrae y que un día finalmente nos bañará, eliminando en nosotros, si es que aún existiera, toda mácula y primitivismo.

Vianna de Carvalho

Médium Divaldo Pereira Franco 
Extraído del libro "Médiums Y Mediumnidades"


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SEMEJANZAS FÍSICAS Y               MORALES.
207 – Con frecuencia los padres transmiten a los hijos una semejanza física. ¿Les transmiten también una semejanza moral?
– No, puesto que tienen almas o Espíritus diferentes. El cuerpo procede del cuerpo, pero el Espíritu no procede del Espíritu. Entre los descendientes de razas no existe más que consanguinidad.
– ¿De dónde proceden las semejanzas morales que existen a veces entre padres e hijos?
– Son Espíritus simpáticos, atraídos por la semejanza de inclinaciones.
208 – Los Espíritus de los padres, ¿no ejercen influencia en el del hijo, después del nacimiento?
– Una influencia muy grande, pues, como hemos dicho, los Espíritus deben contribuir a su progreso recíproco. Pues bien: Los Espíritus de los padres tienen la misión de desarrollar los de sus hijos, por medio de la educación; es para ellos una tarea. Si fallan
serán culpados.
209 – ¿Por qué de padres buenos y virtuosos nacen hijos de naturaleza perversa? O mejor dicho, ¿por qué las buenas cualidades de los padres no atraen siempre, por simpatía, a un buen Espíritu que anime al hijo?
– Un Espíritu malo puede pedir buenos padres con la esperanza de que sus consejos le llevarán por el buen camino y con frecuencia Dios lo concede.
210 – ¿Pueden los padres con sus pensamientos y oraciones atraer al cuerpo del hijo a un Espíritu bueno con preferencia a un Espíritu inferior?
– No, pero pueden mejorar el Espíritu del hijo que han engendrado y que les ha sido confiado, y este es su deber. Los hijos malos son una prueba para los padres.
211 – ¿De dónde proviene la semejanza de carácter que existe muchas veces entre hermanos, sobre todo si son gemelos?
– Son Espíritus simpáticos que se atraen por la semejanza de sus sentimientos y que son felices estando juntos.
212 – ¿Hay dos Espíritus, o mejor dicho, dos almas en los niños cuyos cuerpos están unidos y que tienen ciertos órganos comunes?
– Sí; pero, con frecuencia, su semejanza hace que no os parezcan sino uno.
213 – Puesto que los Espíritus encarnan como gemelos por simpatía, ¿de dónde procede la aversión que a veces se nota entre éstos?
– No es regla invariable que los gemelos sean Espíritus simpáticos, pues también los Espíritus malos pueden querer luchar juntos en el teatro de la vida.
216 – ¿Conserva el hombre en sus nuevas existencias vestigios del carácter moral de sus anteriores existencias?
– Sí, eso puede suceder, pero mejorándose cambia. Puede también no ser la misma su posición social y si de amo pasa a ser esclavo, sus gustos serán diferentes y tendréis dificultad en reconocerlo. Siendo el mismo el Espíritu en las diversas encarnaciones, sus manifestaciones pueden tener de la una a la otra,ciertas analogías modificadas, empero, por las costumbres de su nueva posición, hasta que un perfeccionamiento notable cambia
completamente su carácter. De orgulloso y malo, puede, si se arrepiente, trocarse humilde y humano.
217 – En sus diferentes encarnaciones, ¿conserva el hombre vestigios del carácter físico de las existencias anteriores?
– El nuevo cuerpo no guarda ninguna relación con el antiguo,que está destruido. No obstante, el Espíritu se refleja en el cuerpo.
Sin duda que el cuerpo es tan sólo materia, pero, a pesar de eso, está modelado de acuerdo con la capacidad del Espíritu, que le imprime cierto carácter, especialmente en el rostro, por lo que se dice con fundamento que los ojos son el espejo del alma. Quiere esto decir, que el rostro particularmente refleja el alma. Por eso, una persona excesivamente fea cuando anima un Espíritu bueno, prudente y humano, tiene algo que agrada, mientras que existen rostros muy bellos que nada hacen sentir y por los que se tiene incluso repulsión.
¿Podrías creer que solo los cuerpos bien formados sirven de envoltura a los Espíritus más perfectos, aunque encuentres todos los días hombres de bien a pesar de su apariencia deforme? Sin tener, pues, una semejanza pronunciada, la similitud de gustos e inclinaciones
puede dar lo que se llama “un aire de familia”.

No teniendo ninguna relación necesaria el cuerpo que reviste el alma en una nueva encarnación con el que ha abandonado, puesto que puede haber tenido una procedencia muy diferente, sería absurdo admitir una sucesión de existencias de un parecido que no pasa de ser fortuito. Sin embargo, las cualidades del Espíritu modifican, muchas veces, los órganos que sirven a su manifestación e imprimen en el rostro y hasta al conjunto de los gestos, un sello distintivo. Así bajo la más humilde envoltura puede descubrirse la expresión de grandeza y de dignidad, mientras que en el traje de un gran señor se ven, a veces, expresiones de bajeza e ignominia. Ciertas personas procedentes de la más ínfima posición, adquieren sin dificultad las costumbres y modales de la alta sociedad, y parece que en ella
vuelven a encontrar su elemento, mientras otras, a pesar de su nacimiento y educación, están siempre en ella como fuera de su centro. ¿Cómo explicar este hecho sino como un reflejo de lo que fue el Espíritu?

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.

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¡ CUIDADO CON NUESTROS FLUIDOS MENTALES Y PSÍQUICOS !

"El mundo de los fluidos, más que otro alguno, está sometido a las leyes de la atracción. Por la voluntad atraemos hacia nosotros fuerzas buenas o malas, en armonía con nuestras ideas y nuestros sentimientos. Puede hacerse de ella un uso terrible, pero el que se sirve del poder magnético para el mal, tarde o temprano lo verá revolverse contra él.- 
La influencia perniciosa ejercida sobre los demás bajo la forma de sortilegios, mal de ojo, maleficios, vuelve fatalmente hacia aquel que la ha generado". 

León Denis 


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   DIVALDO P. FRANCO, PROTAGONIZÓ UN EXTRAODINARIO EVENTO ESPÍRITA EN BRASIL.  

Divaldo Franco Núcleo Asistencial Espírita Paz y Amor en Jesús – San Pablo, Brasil 
El ámbito Golden House, en la capital paulista, fue el lugar elegido por el Núcleo Asistencial Espírita Paz y Amor en Jesús para recibir al público, compuesto por 1.800 personas, que se congregaron para escuchar el mensaje de amor e iluminación que comunicaría Divaldo Franco, en la noche del día 22.06.2016. 

En un clima psíquico de armonía y de positiva expectación, el médium y orador Divaldo Franco dio comienzo a la conferencia, con su cariño y jerarquía habituales, compatibilizando los pensamientos filosóficos de la antigua Grecia con los avances recientes de la Física y la Astronomía. 

Mencionó a Protágoras (490 a.C.—415 a.C.), un sofista de la Grecia Antigua, célebre por su enunciado El hombre es la medida de todas las cosas, y a Anaxágoras (500 a.C. — 428 a.C.), filósofo griego del período pre-socrático que afirmó: Cada parte contiene al todo, y el todo es la suma de las partes. Él fue el creador de la corriente de pensamiento conocida como atomismo cualitativo, cuya consecuencia inmediata fue la de ampliar los horizontes humanos, mediante la sustitución del pensamiento existente, acerca de los cuatro elementos constitutivos de la materia, según Empédocles (agua, aire, fuego y tierra), para convertirlos en una infinidad de elementos cualitativamente diferentes e inmutables, que son como las simientes de todas las cosas. 

Partiendo de los pensamientos antiguos, Divaldo Franco los vinculó con la vanguardia del pensamiento científico actual, con la Teoría del Todo -el nombre popular de la Teoría de la Gran Unificación (TGU)-, un esfuerzo científico hipotético que, reuniendo la mecánica cuántica y la relatividad general, busca explicar y conectar en una sola estructura teórica, todos los fenómenos físicos. 

Mediante ese enfoque, Divaldo deja en evidencia que la criatura humana es la sumatoria de sus propias aspiraciones, que van siendo adicionadas las unas a las otras, como las sucesivas capas de polvo y sedimentos que van cubriendo la superficie de la Tierra. A partir de la premisa de que el viaje de iluminación interior se prolonga durante un largo recorrido -que debe ser superado con sacrificio y voluntad correctamente orientada-, y tomando como referencia el libro Los cuatro compromisos, del autor norteamericano-mejicano tolteca Miguel Ruiz (publicado en el Brasil por la Editora Best Seller), Divaldo utiliza una técnica de oratoria novedosa, y nos guía en un viaje que ha comenzado hace 5.000 años, en el seno de la civilización tolteca. 

Los toltecas vivieron hace muchos miles de años, y habitaban las regiones donde hoy está ubicada Méjico y algunas zonas de la actual Panamá. Varios fueron los filósofos y científicos toltecas que se concentraron en la ciudad de Teotihuacán, con el propósito de estudiar la sabiduría espiritual de sus antepasados, la cual era enfocada como una fuente divina de felicidad y amor, demostrando que la ética contemporánea es tan remota como el arte de pensar, que un día sacó a una criatura del barro carnal y la elevó a las cimas del universo, mediante la constatación de que la vida está vinculada a cuatro compromisos morales, y que la verdadera felicidad es una consecuencia de aquello que se piensa y, seguidamente, de aquello que se expresa, sea verbal o gráficamente. 

Los chamanes toltecas elaboraron un método, que permitía al pueblo adoptar una nueva posición en la vida, mediante el desenvolvimiento de una nueva conducta, según la cual las personas deberían asumir cuatro compromisos en todas las situaciones: para con ellas mismas, para con el prójimo, y para con la Energía Generadora. 

A continuación, Divaldo enuncia los compromisos: 

1. SEA IMPECABLE EN SU PALABRA. 

Por tratarse del primer compromiso, se entiende que es el de mayor importancia, dado que la palabra es el más poderoso instrumento que poseemos, y que tanto puede ser utilizado para esclavizarnos, como para expresar nuestro poder creativo. Es en la palabra donde está centrada nuestra estructura ético-moral. La boca habla de lo que está lleno el corazón. Jesús - Mateo, 12:34. 

La palabra tiene una importancia inimaginable, pues por la fuerza del verbo materializamos nuestros pensamientos, y estos -una vez que se han materializado- nos traerán beneficios o perjuicios, e igual ocurrirá con todos quienes nos hayan escuchado. La palabra no es sólo un sonido; tampoco es un símbolo gráfico o pictórico que se lee. La palabra expresa fuerza, energía, y tanto construye como destruye. Jesús, Modelo y Guía de la humanidad, atento a eso nos enseñó: Sea, pues, vuestra palabra: Sí, sí; no, no; porque lo que excede de esto es de procedencia maligna. Mateo, 5:37. Jesús ya había manifestado muy claramente, que sólo posee la palabra impecable aquel que tiene una vida impecable; lo que también está reflejado en la frase: Pensar correctamente, hablar rectamente y proceder con corrección, del Príncipe Siddharta Gautama, el Buda. 

Para ilustrar la importancia de hablar y proceder impecablemente, Divaldo Franco narra una historia, extraída de la tradición de la Grecia Antigua, según la cual un poeta devela, en una plaza pública, la conducta venal e ignominiosa del tirano de Siracusa. Disgustado con las manifestaciones del poeta, el tirano lo encarcela y lo condena a muerte, pena esta que se deberá cumplir al cabo de una semana. En conocimiento de la sentencia, el poeta le pide al tirano que le permita despedirse de sus padres y de su familia, mientras que otra persona quedara en su lugar, en la prisión, garantizando de ese modo su retorno. Un amigo del poeta concuerda con lo propuesto, y lo sustituye en la cárcel, para que su casi hermano pueda despedirse de sus seres queridos. Cuando llega el día de la ejecución, sin que el poeta hubiera retornado, el tirano ordena que sea ejecutado el amigo que lo había sustituido y, mientras la multitud se aglomeraba para presenciar el acto, burlándose de aquel que había confiado en la palabra de un amigo, he aquí que llega el verdadero condenado, para cumplir la pena que se le había impuesto. Queda en evidencia que el pensamiento correcto se pone de manifiesto en la palabra recta, y da por resultado la acción correcta. El tirano, venal y corrupto, en consideración a la rectitud de las palabras y a la correcta acción del poeta, decide perdonarlo. 

Luego de una breve pausa, Divaldo Franco enuncia el segundo compromiso: 

2- NUNCA TOME PARA USTED AQUELLO QUE ESTÁ DIRIGIDO A LOS OTROS, NI SAQUE CONCLUSIONES SOBRE COSA ALGUNA: 

Tenemos el impulso atávico de sacar conclusiones acerca de todo lo que llega a nuestra percepción. Tenemos, además, el objetivo de clasificar y archivar los acontecimientos. El riesgo está en el hecho que -muchas veces-, consideramos verdaderas, situaciones y reflexiones que no siempre están debidamente fundamentadas ni comprendidas. Por consiguiente, la conclusión equivocada pasa a ser considerada como verdad y, entonces, formamos nuestra opinión acerca de aquello que pensamos que es verdadero, y sacamos conclusiones sobre lo que los demás hacen. 

A continuación, Divaldo nos brinda el tercer compromiso: 

3- NUNCA GUARDE RESENTIMIENTO DENTRO DE SU CORAZÓN

No permita que el disgusto se instale en su interior, pues el disgusto mata; porque, finalmente, somatizamos el disgusto y los resentimientos, que se convierten en tóxicos corrosivos que arruinan nuestra salud, en forma de alergias y complicaciones gástricas. No tenga en cuenta los comentarios adversos ni las ofensas que le sean dirigidos, sin analizarlos previamente, ni lleve cosa alguna al terreno personal. Cuando hacemos consideraciones en el campo personal, es porque psicológicamente, de alguna forma, estamos concordando con aquello de lo que se nos acusa. 

Tenemos el hábito de considerar los acontecimientos desde el aspecto personal, en función de la excesiva importancia que nos atribuimos, y por considerar que todo lo que ocurre alrededor nuestro tiene que ver con nosotros. En realidad, los pensamientos, las palabras y las acciones de los demás, reflejan solamente la forma mediante la cual los otros entienden el mundo, y nada tienen que ver con nosotros. Psicológicamente, cuando alguien nos agrede o nos ofende, significa que ese alguien está mirando su reflejo, como en un espejo. De esa forma, el agresor traslada al agredido un defecto que existe en él mismo. Si él desconfía de usted, eso se debe a que él es capaz de practicar esa misma acción imperfecta. 
Debemos esforzarnos para nada conducir hacia el lado personal: sean agresiones o elogios. Cuando logremos ver a las personas tal como ellas realmente son, sin que nos conmovamos emocionalmente con sus acciones, no nos afectará aquello que digan o hagan. De ahí, la insistencia del Maestro galileo, para enseñarnos que deberíamos perdonar no siete veces, sino setenta veces siete veces, es decir, siempre, sin cesar. El perdón es una forma de comprender la miseria moral de nuestro prójimo. El perdón NO es olvidar aquello que nos ha herido; el perdón es NO devolver con la misma moneda. Y después de una breve pausa, Divaldo aborda el cuarto compromiso: 

4- CUANDO HAGA ALGO, HÁGALO MUY BIEN, DANDO SIEMPRE LO MEJOR DE SÍ MISMO. 

Debemos realizar las acciones sin esperar recompensa alguna por ellas. Tenemos el hábito de esperar el reconocimiento por nuestras acciones, y cuando este no nos llega dentro del lapso que deseamos, nuestro ímpetu y nuestra dedicación disminuyen de intensidad. Por lo tanto, no aguarde recompensa por haber procedido correctamente, sino haga lo mejor que pueda y, de ese modo, su satisfacción interior será su mayor recompensa. Para concluir la disertación, Divaldo nos invita a que consideremos nuestras acciones dirigidas a los invisibles, que pululan en nuestro entorno. Habitualmente, entregamos un abrigo o algo con que cubrirse a quien no lo tiene, pero raramente lo abrazamos. La campaña del abrigo es una oportunidad para que ejercitemos lo mejor de nosotros, dando algo más que aquello que nos piden. Dar lo mejor de uno es ser feliz a partir de ahora. En el semblante de quienes se retiraban se podía percibir que reflexionaban sobre las palabras de Jesús, según el relato de Mateo en el capítulo 5, versículos 41 y 42: …Si alguien te pidiera la túnica, deja que se lleve también tu capa. Si alguien te obligara a andar una milla, ve con él dos. Da a quien te pida, y no eludas a quien desea que le prestes algo. Ama a quienes te odian. 

Fotos: Sandra Patrocinio 
Texto: Djair de Souza Ribeiro 


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          POR AMOR A DIOS 

Dice antiguo proverbio que “la mortaja no tiene bolsillos”. La filosofía popular quiere decir que para los muertos terminaron todos los intereses. La mayoría de los hombres observa en la muerte el punto final de la vida. En esa concepción del último trance del cuerpo físico, los sentimientos más bellos que impulsan la personalidad desaparecen con el cadáver, en el banquete de los gusanos. 
Comúnmente, las criaturas temen la gran transformación. En el lecho de los moribundos se verifica el duelo cruel, en el que la muerte es siempre el adversario victorioso. No prevalecen ahí los reglamentos alusivos a la edad de los contendientes, no prepondera el parecer de los médicos, ni el ritual de los sacerdotes. el enemigo invisible triunfa siempre, dejando a los testigos asustados los despojos de los vencidos, con el paso directo para el horno crematorio o para las estaciones subterráneas, donde los huesos del muerto reposaran, de acuerdo con las posibilidades financieras de la familia. Hay túmulos gloriosos, como los cenotafios distinguidos; y se multiplican en todas partes, las sepulturas humildes, a través de la cuales los hijos de los hombres adornan incesantemente el suelo, enriqueciéndolos de tierra fértil. 
El alma del muerto, sin embargo, sigue su trayectoria. Imposible de extinguir en ella los sentimientos, las disposiciones interiores, las características, los afectos, que se espiritualizaron, vigorosamente, con el tiempo y con el auxilio del Divino Poder. Y porque las afinidades psíquicas son fatales como las leyes biológicas, los desencarnados frecuentemente gastan años para desatar los lazos que los prenden al mundo, cuando es preciso, de hecho, deshacerlos, en consonancia con los imperativos de la evolución espiritual. 
Muchos de ellos, de los que ya atravesaron la corriente del Estige, desearían la liberación inmediata de todas las influencias terrestres. Entretanto, el alma es la sede viva del sentimiento y de modo alguno traer el corazón. Constreñidos a seguir a los vivos por la amorosa atracción que les vibra en el ser, demoran algún tiempo entre las sombras que se extienden del fondo de valle de la incerteza al monte luminoso de la decisión. 

Existió un joven irlandés, de nombre Cornelius Magrath, que murió a los veintidós años, con la estatura de más de dos metros y medio. Habiendo despertado mucho interés en el Ciencia por su caso de gigantismo, pidió a los amigos y pago para que su cuerpo fuese tirado al mar, cuando la muerte le arrebatase la vida. Sin embargo, y a pesar de su deseo, la medicina Inglesa adquirió su esqueleto, que fue conservado atentamente en la Asociación de los Cirujanos de Londres, con el objetivo de estudio. 
Ocurre lo mismo con algunos muertos de la Tierra, que suplican y pagan para que su alma sea arrojada en el océano del olvido, de forma a substraerse de la curiosidad de los vivos; más la redención exige lo contrario y el espíritu semi-liberado permanece, por tiempo indeterminado, en la vecindad de los hombres, atendiendo, muchas veces, a imposiciones extrañas a su propia voluntad. 
En el cuadro de obligaciones de esa naturaleza, tenemos a un compañero que recibió la incumbencia de demorar algunos años entre los asociados terrenales, para soportar las dolorosas trepanaciones de los que hacen la cirugía de los estilos, con objetivo del esclarecimiento general. Sufría, bastante, en la sumisión para ese proceso de auxiliar a la Ciencia, porque no todos los cirujanos lo examinaban con la precisa asepsia espiritual, más obedecía, satisfecho, consciente de cooperar en la solución de grandes problemas del destino y de la muerte. En el desenvolvimiento de sus ministerios, todavía fue asaltado por el incoercible deseo de revelarse a los amigos de otro tiempo, encarcelados en la carne, y, para tanto, comenzó a escribirles paginas sentidas de cariño y anhelo, haciéndolo con el sentimiento de su corazón. Sus compañeros antiguos, sin embargo, no comprendieron sus nuevas disposiciones. Se unieron a los intransigentes cirujanos de la literatura y exigieron que el desencarnado viniese a atenderlos, tal como viviera en el mundo, lleno de las enfermedades e idiosincrasias oriundas de los varios agentes físicos que determinaban su organización psíquica defectuosa. Sensible y afectuoso, el entrego los pensamientos más nobles, sin embargo los amigos le reclamaron las vísceras más groseras; les trajo las ideas nuevas que le bañaban en su interior, entretanto, le quitaron las viejas formulas que, en otra época, le encarcelaban el ser; les dedico la más alta expresión de su vida espiritual, más le pidieron la revelación de la vida más baja, con la presentación de las propias válvulas enfermas que la tierra guardó para felicidad de el. 
Algo preocupado, procuró esclarecimiento de los orientadores del servicio. Expuso su caso, comentó sus amarguras y presento sus razones. 
Uno de ellos, sin embargo, el que dirigía el trabajo general, por el tesoro de amor y sabiduría que adquirió en el curso de los siglos, respondió con serenidad: 
-Calle en su corazón, hijo mío, las angustias del hombre viejo. Vuelva a su campo de acción y satisfaga a la propia conciencia. Todo particularismo es cárcel. Acuérdese de que las dadivas del padre son comunes a todos nosotros, que las ideas no tiene nombre y de que el espíritu es universal. 
Sin una palabra más. El compañero sonrió, intercambio el manto roto, calzó dos sandalias nuevas, volvió al servicio y, como aconteció al joven irlandés que prosiguió exhibiendo los huesos, por interés de la Ciencia, el continuó para esparcir las simientes de las ideas, por amor a Dios. 
Por el Espíritu Hermano X – de Libro. Lázaro Redivivo, Médium: Francisco Cándido Xavier. 
Traducido por: M. C. R.

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EUTANASIA, ¿MUERTE PIADOSA U 

HOMICIDIO? 


La eutanasia es un asunto polémico que viene suscitando revuelta en los medios jurídicos, médicos y religiosos. En algunos países, fueron hechos intentos en el sentido de legalizar la Eutanasia, mientras, difícilmente tal ley tendrá oportunidad de ser aprobada, pues se trata de la eliminación no dolorosa de enfermos portadores de molestias incurables o irreversibles, tales como: cáncer, sida, estado de coma, sueño letárgico, etc.… 

En el aspecto jurídico, nuestra Constitución, a través del Derecho Penal Brasileño es incisivo y concluyente: la Eutanasia constituye un asesinato común. 

Bajo el punto de vista de la ética médica, Hipócrates, padre de la Medicina, dejó bien claro en el juramento que hasta hoy es repetido en la diplomatura de nuevos médicos; considera la vida como un don sagrado y niega al médico la pretensión de ser juez de la vida o de 
la muerte de alguien, condenando tanto la Eutanasia como el aborto. 

En el aspecto moral o religioso, los riesgos serían incalculables: primero, el médico es falible y podrá equivocarse en el diagnóstico; segundo, los intereses de herederos apegados y mezquinos; tercero, incapacidad de participar del dolor ajeno; cuarto, egoísmo de los familiares para librarse de una asistencia larga, penosa y cara. 

Más allá de eso, no son pocos los casos de personas desengañadas por la Medicina oficial y tradicional que procuran otras alternativas y logran curas espectaculares, sea a través de la imposición de las manos, de la fe, del magnetismo, de la homeopatía, de simpatías o 
propósitos de cambios comportamentales. 

En nuestra caminata evolutiva, existen episodios, sucesos, dramas, tragedias, circunstancias y hechos que van a exigir de nosotros experiencias difíciles en la propia carne, para superar barreras y obstáculos, y muchas veces son necesarios el sudor y las lágrimas; el dolor y los padecimientos para nuestra transformación y evolución. 

Como investigador ya presencié muchos casos de criaturas con cuadros clínicos de enfermedades incurables y desengañados en que el magnetismo puesto en actividad por la imposición de las manos consiguió modificar el diagnóstico médico y restablecer el campo 
celular, sin embargo para que esto ocurra son necesarios algunos requisitos, hay necesidad de concentrar el plasma divino a través de la fe activa, de la confianza, de la seguridad íntima, del merecimiento, de las conquistas alcanzadas y de las obras practicadas. 

No existen enfermedades y sí enfermos, toda enfermedad son creaciones nuestras, repercusiones de nuestros propios actos, que necesitamos deshacer, a fin de ayudarnos al equilibrio y la armonía. 

He ahí el motivo por el cual, la Doctrina Espírita, reviviendo el Cristianismo, refuta la Eutanasia en virtud de ser la misma, una usurpación del derecho sobre la vida humana, reservado al Creador, afirmando que toda criatura tiene el derecho de vivir y presentar 
como base de toda justicia social la aplicación del principio: "No hagáis a los otros, aquello que no quisieras que los otros te hicieran."


Artículo de Ruy Gibim 
Profesor, Sociólogo, Investigador y Presidente del Grupo de Estudios 
Psíquicos Professora Anália Franco - Araraquara - SP 
Traducción Zona Espírita 


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