domingo, 24 de julio de 2016

¿Los Espíritus tuvieron un inicio y tendrán un final?



                                                                 

NIÑOS DELINCUENTES Y ASESINOS

Actualmente la responsabilidad del menor es a la edad de 16 años, pero hay un debate abierto para   bajarla a los 14. No obstante hay países que aplican condenas a partir de los 10 años.
Supongamos que nuestros representantes terminen aprobando, imputar un delito, a un niño de 14 años y que este sea condenado a varios años de prisión.
Si alguien comete un ilicito, debe ser retirado de la sociedad por el tiempo que sea necesario para ser rehabilitado, cosa que en la mayoría de los casos no sucede. Porque lamentablemente el sistema carcelario nunca le ha dado prioridad a la rehabilitación del delincuente, eso explica por qué hay tantos reincidentes.
En estos debates todos hablan de condenar a los adolescentes, pero pocos aportan ideas de qué hacer con ellos.
Todos sabemos que una de las principales causas es la droga y en los más pobres el efecto producido por el «paco», una droga de muy bajo costo elaborada a partir de bicarbonato de sodio, cafeína, alcaloide de cocaína y anfetaminas. La composición que presenta, es altamente tóxica y adictiva. Para cualquier persona adicta a este tipo de sustancias, la diferencia entre la vida y la muerte, no existe. Para ellos nada tiene valor, ni la amistad, ni la familia, ni su propia vida, solo la droga.
Si la ley se aprueba, tal y como la sociedad lo está reclamando, será bienvenida. Pero... ¿Quién puede decir o creer, que ésta será la solución?
Mientras miles y miles de niños sigan creciendo en hogares insalubres, donde las figuras paternas no existan; crezcan hacinados entre basuras y escombros. Mientras haya niños que jamás han recibido ni recibirán amor, cariño, una muestra de afecto, que nunca han ido al colegio y que solo han recogido las enseñanzas de la calle... Nada cambiará y menos, simplemente por bajar la edad penal del adolescente.
Yo no me atrevo a decir que eso no sea necesario, pero debe ir acompañado de muchas otras medidas, si no, no lograremos nada a excepción de tener una mayor población de reclusos.
Hay algunos datos estadísticos muy interesantes que deberíamos contemplar y analizar:
Un adolescente al cumplir los 15 años ha visto, en las pantallas del cine o de su televisor, la muerte de más de 40.000 seres humanos y 200.000 actos de violencia. Los dibujos animados, supuestamente destinados a entretener y formar a los más pequeños, están plagados de escenas violentas.
Y por si eso fuera poco, son muchísimos los niños y adolescentes que pasan numerosas horas del día con los videojuegos, donde casi siempre se trata de matar y destruir al supuesto enemigo.
Estados Unidos es un país donde la justicia funciona de verdad, donde los delincuentes van a la cárcel y se quedan varios años, para pagar sus errores y donde también tienen cárceles para niños, aún así, tienen estadísticas aterradoras: Se comete un delito cada 25 segundos, un asalto a hogares cada 9 segundos, una violación cada 6 minutos y un homicidio cada 25.
Vicente, hace unos años tuvo la posibilidad de ir a dar un concierto a una cárcel para niños. Cuando empezaron a llegar y sentarse en las sillas del auditorio, no podía creer lo que estaba viendo, niños y niñas de 10, 12 años que estaban allí porque habían matado a compañeros, hermanos, padres... nunca olvidaré la mirada de algunos de ellos, como si quisieran decirme, «somos malos, somos asesinos, a pesar de nuestra cara de angelitos, no hay futuro, no hay esperanza, no hay perdón para nosotros»
Si bien el castigo de la privación de la libertad debe existir y estoy totalmente de acuerdo, la situación se debe tratar desde otro punto de vista. La prevención sería la solución, tratar con los niños en situación de riesgo desde muy pequeños.
El gran problema es cómo hacerlo. Sabemos que desde el hogar en la mayoría de los casos es imposible, los sistemas sociales funcionan a medias, la iglesia hace lo que puede y la sociedad solo piensa que la solución está en la cárcel.
Se ha desatado una epidemia que puede transformarse en pandemia, y es muy poco lo que se hace para combatirla, con aislar al enfermo no basta. Hay que eliminar el virus, que nació con Adán y Eva y que se ha ido transmitiendo a través de los tiempos y hoy parece fuera de control. Creo que te imaginas de qué estoy hablando, ¡Si! del mal que habita en nuestro corazón, que acampa a sus anchas en nuestra sociedad y se manifiesta a través de familias, hogares que no funcionan como tales, hasta destruir por completo a cada uno de sus miembros. Muchos saben cómo combatirlo, pero son muy pocos los que se animan y comprometen.
Esta es la historia de un chico de clase media después de un romance enfermizo con el «paco»: Empecé a consumir desde niño. Un jueves comencé a drogarme y estuve sin dormir hasta el lunes siguiente. A los cigarrillos, les ponía pasta base y ceniza, llegue a fumar hasta 20 en dos horas. Ese día me imaginé que tres chicos me venían siguiendo y que uno me había mostrado un arma. Convencí a unos amigos y los fuimos a buscar, encontramos a uno y lo destrozamos. Enseguida vinieron los delirios de persecución, veía patrulleros por todas partes y sentía que me estaban buscando, salía corriendo y me encerraba en mi cuarto con los ojos cerrados. Al abrirlos, empecé a ver caras en el piso que me miraban y se reían. Se reían de mí. Pensé que me estaba muriendo de una sobredosis...
Cuando un joven está en esta situación, en este estado, ¿qué importancia puede tener tanto la vida de los demás, como la suya propia? Lo único que pasa por su mente es que tiene que robar y en muchos casos hasta matar a quien sea, para conseguir más droga y para que poco a poco, su cerebro y su vida se vayan extinguiendo.
¿Qué podemos hacer con ellos? Existen muchas instituciones que intentan recupéralos, pero el éxito es tan insignificante que son muchos más los que comienzan a consumir, que los que la dejan.
¿Dónde está la solución? Puedo asegurarte que solo con penas de cárcel, ¡No! Particularmente pienso, que la única y verdadera solución, está en un plan integral que involucre al Gobierno, lPolicía, la Sanidad, Justicia, Iglesia y a toda nuestra sociedad.
Entre todos deberíamos aportar los métodos, las herramientas y los recursos necesarios, pero sin olvidarnos del único antídoto contra ese virus, que ha dado muestras de ser efectivo y eficiente.
Son muchas las recetas que se han aplicado a través del tiempo, pero pocas han dado el resultado esperado, porque todas esas fórmulas se olvidaban del ingrediente fundamental, Dios.
Él es el único que puede romper con la adicción a las drogas, y transformar la violencia, el odio, la venganza, el rechazo, en reacciones y conductas positivas. Él es el único que puede devolvernos la dignidad que el mal y nuestros propios errores nos han robado.
«Deja que Dios sea parte de tu vida, permite que Él te aconseje y vaya transformando tus reacciones, tus conductas y tus hábitos. Porque no se trata solo de dejar de hacer ciertas cosas, de consumir, o de lo que sea, sino de empezar a vivir de tal manera que podamos descubrir el propósito de nuestra existencia y cumplirlo»
«Si quieres volver a empezar y ser la persona que siempre fuiste, acepta el tratamiento de un profesional, busca el cariño y el amor de tus seres queridos, pero por sobre todo no dejes de aceptar la presencia de Jesús en tu vida, para que el resultado sea exitoso y para siempre.
De José Luis Prieto 

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LAS RELACIONES HUMANAS
Entre compañeros espiritas

Las relaciones humanas consisten en el trato corporal y espiritual entre los hombres. La verdadera relación significa estar unidos con el cuerpo, la mente y el espíritu.
Generalmente los hombres en la actualidad dicen una cosa y actúan como otra, están desasociados, dominados por la ambición.  Todos buscamos seguridad psicológica, cada cual dependiendo del otro para su comodidad, para su placer, para su necesidad de compañía.
Estar relacionado significa no depender el uno del otro, no escapar de la propia soledad a través del otro, no tratar de encontrar satisfacción o compañía por medio del otro. En definitiva no usar al otro como un objeto para los propios fines.
Una mente que es competitiva, ambiciosa, que está siempre comparando, imitando, no puede tener una relación verdadera. Porque en el momento que está comparando siente envidia, celos, ambición, deseos de sobrepasar al otro, creando conflicto.
Relacionarse significa que no hay separación, dominio ni actividad egocéntrica. De otro modo la vida nos resulta vacía y sin sentido.
Cada individuo es una entidad única, con necesidades, motivaciones, emociones  y experiencias reflejadas una a una en su variada forma de comportarse como individuo y como grupo.
El hombre parte de sí mismo, como una necesidad proveniente de su cultura, creando patrones  o normas que le garantizan un comportamiento individual y en grupo deseado por la sociedad donde se desenvuelve compartiendo su medio con otros seres humanos.
No somos espiritistas porque sí, sino que lo somos porque vinimos ya preparados, y no hay duda que, desde el mundo espiritual, hicimos propósitos de hacer mucho bien y sólo la turbación puede hacernos olvidar tan buenos propósitos: por eso es necesario hacer grandes esfuerzos para que la protección espiritual pueda despertar propósitos olvidados.
Y no siempre el amor en germen, la caridad y la humildad domina en los Centros y reuniones espiritistas. Las relaciones con nuestros semejantes. Dentro o fuera de la institución, nos permiten visualizar, evaluar y participar de una gran cantidad de experiencias humanas entre ellas el tipo, condición o calidad  de vida que llevamos. Dice el Señor: Vosotros sois la sal del mundo; si la sal pierde su sabor, ¿con que será salado? Que es como si dijera: Vosotros sois la luz del mundo; si la luz pierde su claridad, ¿minará?

Todo espiritista que haya hecho profesión pública de sus creencias no debe olvidar nunca por donde pasa, a dónde va, y allí donde frecuenta; se nos observa y se nos estudia, para ver cómo obramos los espiritistas, ya que saben que nuestra manera de pensar es muy distinta de la de los que no profesan nuestras ideas. De modo que debemos tener muy presente aquellas palabras de un gran espíritu: Prudencia en el pensar, prudencia en el hablar, prudencia en el obrar, porque, si olvidamos las reglas que el Espiritismo nos prescribe podemos caer en ridículo, por no estar nuestros actos ajustados a la moral que el mundo espera de nosotros, cuya moral, cuando es bien practicada, es el mejor medio de propagar y ensalzar nuestros principios. De manera, que una actitud correcta y llena de dulzura, es de una atracción poderosa y podemos atraernos con ella las simpatías de muchos y hacernos agradables por nuestro trato. Nuestras maneras y costumbres es lo primero que todo espiritista debe emplear en su propaganda; primero obrar, después hablar, a no ser que la necesidad de las circunstancias nos obliguen a hablar primero que obrar.

Cada minuto, hora, día, semana, mes  y año, podemos mejorar la calidad de nuestras vidas, procurando practicar los principios morales que la Doctrina Espirita nos propone, ellos nos hacen mejores personas, y nos hace mejorar el papel que representemos dentro de la Doctrina, procurando no ser egoísta, compartiendo desinteresadamente. Cuanto más generosos  seamos, más recompensas recibiremos.

Hemos de ser fieles cumplidores de los compromisos que hemos asumido, procurando siempre no eludir las responsabilidades. Planificando, diseñando, organizando hemos de llevar a feliz término las planificaciones que hayamos emprendido, en el tiempo que ellas precisaran para efectuarse, ya que Dios nos concede todo el tiempo del mundo para llegar a El, nosotros en las obras del bien que intentemos efectuar, no debemos exigir inmediatez, sino eficacia, buen término, buen fin.

Si los trabajos que emprendamos los hacemos con amor y desinterés, con alegría y optimismo, sentiremos alegría interior, satisfacción, plenitud en el bien conseguido y efectuado.

La convivencia entre los seres humanos exige de cada uno ceder en muchos casos a favor de otro, para poder recibir de los demás. Tu libertad para hablar y actuar, tiene sus límites en el momento que violas el derecho ajeno. Recuerda que tus derechos terminan donde comienzan los del otro.

Los pensamientos de amor crean un clima propicio para las buenas relaciones humanas, si Dios es amor, entonces la perfección humana se manifiesta en el amor con que tratamos a nuestros semejantes. Sin amor, toda relación humana, fracasa.

Sigamos las enseñanzas Espiritas, hasta que consigamos  llegar a las fuentes del amor, cuyas aguas nos invitan  a purificarnos, a ser mejores cada día. Sigamos el ejemplo del inmortal Allan Kardec,  imitemos a sus apóstoles, que tanto bien nos dejaron y de etapa en etapa, y de progreso en progreso, escalemos el infinito alcanzando un día la gloria de nuestro Padre  que tiene reservada para sus hijos.

Mercedes Cruz Reyes
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 LA HUMILDAD Y EL SIGNIFICADO DE LA 
                               VIDA

LA HUMILDAD (La reina de todas las virtudes) EL SIGNIFICADO DE LA VIDA
La humildad no es un concepto, es una conducta, un modo de ser, un modo de vida. La humildad es una de las virtudes más nobles del espíritu. Los seres que carecen de humildad, carecen de la base esencial para un seguro progreso. Las más bellas cualidades sin humildad, representan lo mismo que un cuerpo sin alma.
La humildad es signo de fortaleza. Ser humilde no significa ser débil y ser soberbio no significa ser fuerte, aunque el vulgo lo interprete de otra manera.La humildad es la más sublime de todas las virtudes admirables. Virtud sin humildad no es virtud. El que posee la humildad en alto grado, generalmente es poseedor de casi todas las virtudes, pues la humildad nunca se encuentra sola. Ella es aliada inseparable de la modestia y forma una trilogía con la bondad.
La humildad nos hace tolerantes, pacientes y condescendientes con nuestros semejantes. Es la mansedumbre, la prudencia, la paciencia, la fe, la esperanza.
La humildad es signo de evolución espiritual. El humilde es un ser que ya ha limado muchas de sus impurezas e imperfecciones. Si algún acontecimiento sacude violentamente su espíritu, el humilde sabe recibir los golpes de la vida con fe y resignación y pronto su alma encuentra el alivio necesario.Los beneficios de la humildad

1. Quien aprende a realmente ser humilde, logra vivir una vida más feliz.
2. Al estar en armonía con uno mismo, se está dispuesto a mostrar honor y aprecio hacia otras personas. Valorarse a sí mismo trae aparejado valorar a los demás.
3. La humildad crea serenidad y tranquilidad
4. Con humildad se desarrolla la capacidad de admitir las equivocaciones, ya que se elimina el miedo a sentir que uno no vale nada. Al conocerse a sí mismo, la crítica se transforma en una posibilidad de crecimiento.
5. Con humildad, es más fácil perdonar a otros rápidamente.
6. Humildad es apreciar lo que tenemos, es tener conciencia de que todo es un regalo. 

EXAMEN DE CONCIENCIA SOBRELA HUMILDAD
¿Me doy cuenta y tengo siempre presente que nada soy y nada puedo ?¿Consiento pensamientos de engreimiento, vanidad y auto-suficiencia, tales como: “qué bueno(a) soy”, “qué bien hice esto”, “qué capaz soy”, etc.,¿Busco de los demás aprobación y reconocimiento?¿Me doy yo mismo aprobación y reconocimiento ?¿Hablo siempre de mí y de mis cosas?¿Me gusta llevar la voz cantante?¿Me molesto ante críticas, ataques y humillaciones?¿Acepto y reconozco mis faltas cuando soy corregido o creo yo tener la razón?Cuando sirvo, ¿me proyecto yo mismo ?Cuando hablo ¿soy mi propia   fuente de inspiración?¿Trato de llamar la atención con mi supuesta “sabiduría”?

Aquellos quienes son humildes y modestos son altamente respetados. Los arrogantes y presumidos, quienes desprecian a los demás y se dan aires de grandeza, le son antipáticos a los creados y son castigados .
La vanidad demuestra la falta de sensibilidad y madurez. Aquellos quienes son más reflexivos y maduros espiritualmente tienen el sentido de atribuirse cualquier don que puedan tener ,  y dedicarse a Él con humilde gratitud.
La humildad hace que el juicio divino esté complacido con una persona y que ésta sea inquebrantable ante el rostro de los reproches e insultos de los demás. Aquel que conoce su lugar y no se siente mucho, se ha asegurado verdaderamente y se ha defendido a sí mismo contra toda clase de desprecio de la gente.
Aprende del agua porque el agua es humilde y generosa con cualquiera, aprende del agua que toma la forma de lo que la abriga: en el mar es ancha,angosta y rápida en el río, apretada en la copa, sinembargo, siendo blanda, labra la piedra dura.

- Susana Gómez-
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    Adoración externa 

– ¿Necesita la adoración de manifestaciones externas? 
– La verdadera adoración está en el corazón. En todas vuestras acciones, imaginad siempre que el Señor os observa. 

– ¿La adoración externa es útil? 
– Sí, si no es una vana simulación. Siempre es útil para dar un buen ejemplo; pero los que sólo la hacen por afectación y amor propio y cuya conducta desmiente la piedad aparente, dan más bien mal ejemplo que bueno y causan más mal del que piensan. 

654 – ¿Da preferencia Dios a los que le adoran de tal o de cual manera? 
– Dios prefiere a los que le adoran desde el fondo del corazón, con sinceridad, haciendo el bien y evitando el mal, a aquellos que creen honrarlo por medio de ceremonias que no los hacen mejores para con sus semejantes. 

Todos los hombres son hermanos e hijos de Dios y llama a sí a todos los que siguen sus leyes, cualquiera que sea la forma en que las expresen. El que sólo tiene apariencias de piedad es un hipócrita y aquel cuya adoración no pasa de ser afectada y está en contradicción con su conducta, da mal ejemplo. El que hace profesión de adorar a Cristo y es orgulloso, envidioso, celoso, que es duro e implacable con los otros, o ambicioso de los bienes de este mundo, os aseguro que la religión está en los labios y no en el corazón. Dios que todo lo ve, dirá: éste que conoció la verdad es cien veces más culpable del mal que hace, que el salvaje ignorante del desierto, y así será tratado en el día del juicio. Si un ciego al pasar os tropieza, disculpáis; si es un hombre que ve claramente, os quejaréis y con razón. No preguntéis, pues, si existe una forma de adoración más conveniente que otra, porque eso sería lo mismo que preguntar si es más agradable a Dios ser adorado en un idioma que en otro. Vuelvo a deciros, que sólo por la puerta del corazón se elevan hasta él los cánticos. 

655 – ¿Es, pues, censurable practicar una religión en la que no se cree en el fondo del alma, cuando se hace eso por respeto humano y para no escandalizar a los que piensan de otra forma? 
– En esta como en muchas otras cosas, la regla es la intención. El que no tiene otra mira que respetar las creencias ajenas, no hace mal, y procede mejor que el que las ridiculice, porque éste no sería caritativo; pero el que las practica por interés y ambición es despreciable a los ojos de Dios y de los hombres. No pueden ser agradables aquellos que sólo aparentan humillarse ante él para captarse la aprobación de los hombres. 

656 – ¿La adoración colectiva es preferible a la adoración individual? 
– Los hombres reunidos por la comunión de pensamientos y de sentimientos tienen más fuerza para atraer a los buenos Espíritus. Lo mismo sucede cuando se reúnen para adorar a Dios. Mas no creáis por esto que la adoración particular sea menos buena porque cada uno puede adorar a Dios pensando en él. 

Allan Kardec 
Extraído del libro “El libro de los espíritus”

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¿Los Espíritus  tuvieron  un inicio y 

tendrán  un  final?

             Nuestro Espíritu se creó cuando por Voluntad Divina se empezó a formar a partir de pequeñísima parte de energía de origen divino, que fue individualizada del resto de las Energías Cosmicas a través de su desenvolvimiento  mediante sus experiencias adquiridas en un medio material,  repetidas tantas y tantas veces en un larguísimo proceso evolutivo que fue forjando  su individualidad en su esencia psíquica, sucesivamente  durante millones de años, hasta llegar a alcanzar finalmente la madurez evolutiva necesaria en la escala evolutiva animal, para tras un necesario “reciclaje” en el plano espiritual,por el que  pasó para proseguir su desarrollo en una determinada especie de primate, dentro de una especie genéticamente próxima al ser humano, pues ambas especies, en cuanto a lo corporal e incluso lo psíquico, procedemos de un mismo tronco, de unos antepasados tan remotos como comunes. Estos nuevos humanos así forjados, en su incipiente andadura como tales, comenzaron a habitar este planeta hace algunos miles de años.
        Esta posibilidad se apoya en que en la historia del planeta, tal como afirma la Ciencia, la evolución de la vida unicelular que surgió en los mares, fue dando paso a muy diferentes y variadas especies, de las que muchas evolucionaron y abandonaron el medio acuático para proseguir su multiplicidad y evolución en el medio terrestre. En su diversificación, a partir de las almas grupales de cada especie iban evolucionando hacia otras especies grupales de psiquismo cada vez más desarrollado, y en las cuales, finalmente comenzaron a individualizarse hasta alcanzar un grado de desarrollo psíquico apto para tomar conciencia de sí mismas como individuos recién llegados a la especie humana. Entre las especies más evolucionadas y aptas para dar el gran salto evolutivo, estaban las diversas clases de primates, de los que parece ser, que en tan solo una de ellas, a causa de albergar un alma lo suficientemente madura para su transformación en el plano espiritual, se produjo ese “milagro” evolutivo de la transformación gradual desde la escala animal, en seres humanos, dotados de una “Chispa Divina” en su alma, recién salida de la Voluntad del Creador. Quizás se trate del gran salto más importante que el Espíritu humano tendrá que experimentar en su historia evolutiva.
     La naciente especie humana a causa de su mayor capacidad cerebral respecto al resto de su masa corporal, se diferenció inmediatamente de sus demás congéneres de otras familias de primates, pues este maravilloso órgano que nos diferencia de las demás especies animales,  le facultó el poder desarrollar su inteligencia con el pensamiento continuo o filosófico del que las demás especies animales carecen
     Tal vez en esa determinada especie de simios antecesores del ser humano, “alguien” llegado a este planeta desde fuera de la Tierra con la divina misión de preparar el albergue en la misma a espíritus  humanos, significativamente  más evolucionados que los de los primates terrestres cuya psíquis y cuerpos físicos estaban designados para acoger a estos humanos, “animales divinos”, procedentes de otros mundos que llegaban por oleadas a la Tierra para  seguir su evolución en este planeta, mucho más atrasado que en el mundo de procedencia;  para llevarlo a cabo, dado su mucho mayor desarrollo intelectual, científico y técnico que traían consigo,  supieron acondicionar el ADN  de esa determinada especie de primates terrícolas, para poder albergar a esos nuevos espíritus que llegaban a este planeta  con el fin de  no perturbar la evolución de otros espíritus más adelantados que quedaron allá, siguiendo su caminar evolutivo en esos mundos de “Regeneración” de donde procedían estos recién llegados.
   De ese modo pudo ser que el Espíritu humano recién llegado a este planeta , se uniese por vez primera a esa especie animal que antes ya había sido adecuada genéticamente, dejándola después evolucionar por el periespíritu que modelaba esas materias, hasta llegar al prototipo humano actual..
    Paralelamente a esta masiva llegada de espíritus para reencarnar aquí, muchos de esos humanos extraterrestres, fueron también traídos corporalmente posiblemente desde alguno de los planetas que circundan la estrella Capella, en la constelación de Orión, de donde llegaron a través de naves espaciales, que entonces ya existían en esos mundos de regeneración y tenían capacidad para poder visitar otros mundos diseminados por  el espacio, mientras que otros planetas, como la Tierra, se encontraba todavía en una fase de mundo primitivo, en el que la vida aun hacía sus primeros ensayos. En la Tierra se mezclaron con los terrícolas humanoides existentes, y su aporte genético se fue diseminando a partir de las nuevas generaciones nacidas de esta mezcolanza entre ellos ( que después aparecieron en la Biblia como ángeles caídos, expulsados del Paraíso),  y los humanos terrestres.
  Desde el primer momento el ser humano, nuevo en este mundo, tomó consciencia de la individualidad o Ego  que diferencia a unos de los otros y de la identidad que les diferencia entre ellos y respecto al resto de los animales, entrando así en la etapa humana , o sea la consciencia del Yo y la capacidad de desarrollar el pensamiento prolongado y abstracto; es por lo que , efectivamente, el ser humano tuvo un comienzo en cuanto espíritus que somos y que se forjó en la historia evolutiva del planeta, pero sin embargo, al estar inmersos en el divino Plan evolutivo que es infinito, nuestro espíritu no tiene final de existencia, porque la misma evolución nos conduce siempre hacia una nueva etapa en una ascendencia gradual, sucesiva, ilimitada y eterna , aproximándonos más y más a Lo Absoluto, nuestra Fuente de Origen-
- Jose Luis Martín -
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“¡Qué ilusión es la de morir y nacer, cuando el espíritu no ha nacido¡ ”
                          Cayetano Arroyo-(Diálogos con Abul Beka)

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