martes, 18 de julio de 2017

Escultores de Almas


En  la publicación de hoy, abordamos:

- Pedagogía Espírita
- Espíritus errantes
-Sobre los Espíritus
-Escultores de almas




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Pedagogía Espirita
Mercedes Cruz Reyes
Las primeras referencias sobre la Educación Espírita fueron hechas por Kardec en la Revista Espírita, revelando la aparición de un nuevo tipo de Educación Familiar en Francia, en París. Escribió Kardec, en la Revista de Febrero de 1864, un artículo sobre lo que observara en una familia parisiense en donde los niños recibían educación moral basada en el Espiritismo. Sus palabras finales nos prueban su entusiasmo por lo que pudo entonces observar: "El (el Espiritismo) ya prueba su eficacia por la manera más racional por la cual son educados los niños en una familia verdaderamente espírita".
Como exigencia natural del desarrollo de las sociedades humanas, la Educación es un proceso que se revela espontáneamente en el medio social. Antecede, por lo tanto, a la Pedagogía. Las investigaciones sobre la Educación Primitiva, entre tribus salvajes, demostraron que donde hubiere un pequeño aglomerado humano aislado surgirá inevitablemente una forma rudimentaria de Educación.
La Educación Espírita es un hecho nuevo, una nueva forma de Educación que surge en la era tecnológica. A pesar de originarse de una doctrina moderna, de bases científicas y desenvolvimiento filosófico, esta Educación, como todas las formas educativas, en todos los tiempos, surgió en una determinada sociedad, por exigencias de la vida práctica.
En nuestra querida doctrina espirita, existe una pedagogía en las entrañas de los principios doctrinarios. Por esto mismo no está sistematizada. Tampoco aconteció así con la Pedagogía Cristiana. En las entrañas de los Evangelios, inspiró la creación de las primeras escuelas cristianas y la Educación Espírita la elaboración de los primeros manuales educativos del Cristianismo.
Las escuelas espíritas sienten esta necesidad y es urgente la realización de estudios, de investigaciones, de experiencias — y sobre todo de cursos intensivos de Pedagogía en el medio espírita — para que puedan surgir los pedagogos espíritas, debidamente aparejados con los instrumentos de la cultura actual y con las sugerencias doctrinarias, que deberán transformar en nuevos instrumentos culturales en el campo de la enseñanza y de la educación.
Las instituciones espíritas, responsables por el movimiento doctrinario, precisan despertar de su sueño mediúmnico, de tipo sonambúlica, convocando y promoviendo reuniones de estudios y debates sobre Educación y Pedagogía espíritas, en forma de seminarios y simposios. De nada adelantará que mantengamos escuelas espíritas de todos los grados, y que hasta también creáramos una Universidad Espírita, si todas estas escuelas nada más tuvieren de espírita solo el nombre. Los rótulos nada significan si el vidrio estuviere vacío, si el recipiente no tiene contenido.
No podemos creer que profesores espíritas continúen ignorantes de las distinciones entre Educación y Pedagogía, y más aún, que continúen confundiendo Pedagogía con métodos pedagógicos. Esta es, realmente, una situación cultural desastrosa y completamente negativa. En esta desoladora ignorancia no estaremos en condiciones de enfrentar las tareas culturales que el Espiritismo exige de todos nosotros.
"Hay una Pedagogía Espírita", afirmando que su finalidad deberá ser la formación de las nuevas generaciones para un mundo más cristiano. Este deseo no es solamente nuestro. No somos apenas nosotros, los espíritas, que sentimos la necesidad de preparar a las nuevas generaciones para un mundo nuevo y mejor. La Pedagogía moderna, a partir de Rousseau, ha alcanzado, a mediados del siglo pasado, su punto culminante en Pestalozzi, maestro de Kardec, proponiéndose precisamente esta tarea.
En verdad, tenemos mucho más que las llamados señales de los tiempos. Tenemos la señalización del nuevo mundo en transformación, en evidente transición, del mundo en que nos criamos. Las generaciones formadas en este siglo pasaron por grandes perturbaciones, como las producidas por la primera Guerra Mundial, y después por la aparición de nuevas formas sociales, como el Socialismo, el Nazismo y el Fascismo, y la ocurrencia brutal de la segunda Guerra Mundial, que resultó en un aceleramiento espantoso de la evolución tecnológica y científica. Las transformaciones consecuentes de estos hechos aún están en curso, y diariamente las sentimos a nuestro alrededor.
El Espiritismo es la señal mayor del Nuevo Mundo frente al mundo actual. En Brasil, cuyo destino espiritual es proclamado por los Espíritus y por todos los espiritualistas de mente abierta, la señal espírita es la más fuerte y más poderosa marcante que en cualquier otra nación. Los espíritas no pueden huir, bajo ningún pretexto, a su deber espiritual y humano de orientar a las nuevas generaciones en dirección al Nuevo Mundo, bajo las luces de su doctrina, que es universalista y contraria a todo sectarismo. La presencia de la escuela espírita, en el campo de la escuela particular, será el cumplimiento de un deber y al mismo tiempo una prueba de la fuerza renovadora del Espiritismo.
A esta altura del desenvolvimiento del Espiritismo en Brasil, lo que los espíritas precisan comprender, por lo tanto, es la necesidad de la unión de todos, para la gran lucha que nos desafía. Habrá quienes sueñen con la presencia de los espíritas en la vida política, y quienes desean una actitud firme de los espíritas en la batalla contra las injusticias sociales. Todas las intenciones son nobles, cuando son estimuladas por el ideal espírita. Pero la verdad es que nuestra lucha tiene dimensiones más amplias. Nuestro trabajo debe realizarse en los cimientos, en la base de la vida política y de la justicia social, que es la orientación y la formación del hombre nuevo del mañana. Cuanto mayor sea el objetivo a lograrse, más penosa, más dolorosa y más larga será la lucha. No nos interesan los efectos superficiales. El Espiritismo, como enseñó Kardec, es una
cuestión de esencia y no de forma, de fondo y no de superficie. Tenemos que remodelar al mundo a partir de sus fundamentos.
Los principios del Espiritismo constituyen el código de una vida nueva, los fundamentos de una nueva civilización. Y solo a través de la educación podremos tornarlos efectivos en el mundo. Modelando a los hombres, a través de las nuevas generaciones, al fuego renovador de la concepción espírita, estaremos realmente modelando al Mundo Nuevo, puesto que el mundo está hecho a imagen y semejanza del hombre. Vencida, en el primer siglo del Espiritismo, que se cerró el 18 de abril de 1957, la primera gran batalla doctrinaria, — que fue la de la consolidación de la doctrina, — enfrentamos ahora, en el segundo siglo, la batalla de su expansión e integración cultural. Integrar al Espiritismo en el acervo de la cultura que las generaciones pasadas nos dejaron, transformarlo en vivencia para el Mundo Nuevo, este será nuestro deber, y solo lo podremos cumplir a través de la educación. Procuremos comprender y divulgar esta verdad, para que nuestra gran lucha pueda lograr sus objetivos.
La Educación Espírita restablece y renueva la concepción de la bondad innata del hombre, de Rousseau, como también el de la caída social, colocando el problema de la redención en términos educativos. Será por la Educación, sustenta Kardec, que podremos reformar al hombre y al mundo.
El Espiritismo se encuentra en una fase de expansión doctrinaria. Pero esa expansión nada tiene que ver con las innovaciones que algunos pretenden, engañosamente, introducir en la Doctrina. Este es el proceso de desenvolvimiento del Espiritismo al que aludía Kardec. Puesto que él representa una nueva concepción del Mundo, del Hombre y de la Vida, y que, según la expresión del Codificador, toca en todas las ramas de las Ciencias, será evidente que irá exigiendo aplicaciones diversas de sus principios en todo el campo del Conocimiento. El primer ejemplo de esto nos fue dado por el mismo Kardec en la elaboración de los libros de la Codificación: a partir de los fundamentos de El Libro de los Espíritus él elaboró los demás volúmenes, que son simples desenvolvimientos del libro básico. Hay mucho aún por hacer, pero siempre con base en la Doctrina Espírita codificada, matriz y origen de un nuevo Mundo, de una nueva Civilización que se abre ante nuestros ojos.
Extraído del Libro de J. Herculano Pires “Pedagogía Espirita)

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       ESPÍRITUS ERRANTES. Reflexión.
Todo espíritu que esta en el mundo espiritual y tiene que volver a reencarnar, es un espíritu errante.
Pero no todos están mal, cuando más DESMATERIALIZADOS y evolucionados están, se encuentran en mejores condiciones, cuando mas Materializados, son mas imperfectos, sufren más y están en peores condiciones.
Se dan muchos casos de personas apunto de desencarnar que ven a seres que los están esperando, de esto doy fe .
No todos los ven antes de desencarnar, pero se dan muchos casos que si los ven.
A casi todos cuando desencarnan los esperan seres queridos de esta y de otras encarnaciones, aunque no  todos.
El tiempo que un espíritu tarda a reencarnar, depende de diversos factores; puede ser desde unos meses o años hasta siglos.
De forma general el espíritu está muchísimo mas tiempo en el mundo espiritual que reencarnado.
El desencarnar solo o en masa, por ejemplo, en guerras, catástrofes naturales o accidentes, no afecta en nada el que se den cuenta o no, ni tampoco el que todos regresen al mismo plano espiritual, de esto depende lo materializados o desmaterializádos que estén y sobre todo de su nivel de evolución.
Angeles C.M.

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-                                                                       

                                  SOBRE LOS ESPÍRITUS    


          ¿Qué son los Espíritus? ¿Qué papel desempeñan en el Universo? ¿Con qué 
propósito se comunican con los mortales? 

    Tales son las primeras preguntas que se trataban de responder. Pronto se supo, por ellos mismos, que no son seres aparte en la Creación, sino las mismas almas de aquellos que vivieron en la Tierra o en otros mundos; que esas almas, después de despojarse de su envoltorio corporal, pueblan y recorren el espacio. Ya no fue permitido dudar más de eso, cuando se reconoció, entre ellos, a sus parientes y a sus amigos, con los cuales pudieron conversar; cuando éstos vinieron a dar la prueba de su existencia, a demostrar que en ellos no ha muerto sino el cuerpo, que 
su alma o Espíritu vive siempre, que están allí, cerca de nosotros, viéndonos y observándonos como cuando estaban vivos, rodeando con su solicitud a aquellos que amaron y de los cuales el recuerdo, para ellos, es una dulce satisfacción. 

    Por lo general se tiene de los Espíritus una idea completamente falsa; ellos no son, como muchos se lo figuran, seres abstractos, vagos e indefinidos, ni algo así como un fulgor o una chispa; son, por el contrario, seres muy reales, teniendo su individualidad y una forma determinada. 

EL ESPIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN. ALLAN KARDEC

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      CONSTRUCTORES  DE ALMAS
                        

      Pericles fue un celebre orador y estratega que gobernó   Atenas del 460-430 a.c., y fue conocido en la historia como la mayor figura política de aquella ciudad.

   Estimuló las artes y la cultura, realizó grandes construcciones como el Partenón, templo pagano de insuperable perfección arquitectónica y riqueza escultural de Aténas. 

    En cierta fecha, promovió una gran fiesta en homenaje a la belleza de la ciudad de Aténas, para la cual mandó invitar a todos aquellos que de alguna forma habían contribuido para que la ciudad quedase tan bella.

    Avisado de que los invitados estaban presentes, Pericles lanzó su mirada sobre los salones y vio escultores, pintores, arquitectos, políticos, pero no vio a ningún pedagogo.

      Llamó a sus asistentes y le preguntó porqué los pedagogos no estaban allí. Y ellos respondieron:



“Porque no fueron invitados, señor. Al final no hicieron ninguna contribución para Embellecer Atenas.”

Entonces Pericles ordenó:

 “Van a invitarlos inmediatamente a la fiesta, pues son ellos que
embellecieron las almas de los atenienses.”

 Es interesante pensar en lo que eso significa.

   Es importante reflexionar sobre lo que significa tener el poder de esculpir en las almas de aquellos que se disponen al aprendizaje, a la reflexión sobre los valores, las virtudes, el sentido de la vida.

       Y en ese contexto podemos decir que los profesores son escultores de almas, sí.

       Un día un profesor jubilado, alma sensible y dedicada, competente y estudioso, estaba siendo entrevistado y le fue pedido que hablase un poco sobre su mayor producción literaria, pues también es escritor, y él habló con sabiduría:

                                 “Mi mayor producción son mis alumnos.”

De hecho, quien tiene acceso a un ser humano, en una sala de aula, predispuesto a recibir lecciones, podrá dejar una gran y noble producción.

Trabajar con las mentes y los corazones es algo de valor inestimable.

Y como el profesor también es un ser inacabado, la experiencia en una sala de aula puede y debe ser una gran oportunidad de enseñar aprendiendo y aprender enseñando.

En el computo final, el resultado será una gran experiencia conjunta que faculta a ambas partes momentos de embellecimiento mutuo.

  Si usted tiene el elemento humano bajo su responsabilidad, acuérdese de la importancia de esa noble tarea y sea un artista dedicado a embellecer las almas de sus educados, pues es de almas bellas y nobles que la humanidad.

 ¡Piense en eso!

Usted, que es profesor, antes de iniciar su aula, mire para los rostros que están a su frente y acuérdese de que son almas listas a absorber sus lecciones.

Y no serán solamente las instrucciones formales que van a captar, sino, por encima de todo, esas almas absorberán sus vibraciones de amor, dedicación y entusiasmo con que se dirige a todos.

Al final, enseñar es un arte que requiere más que simplemente transferir informaciones.

Es la sabiduría de crear posibilidades para que cada alumno se produzca y se construya a sí mismo con los elementos de reflexión que recibe de su maestro.

                        
                                            Piense en eso,
                                         Y sea un buen escultor de almas.


Equipo de Redacción del Momento Espírita, 
                                 
                                         Pedagogía es el arte de instruir y educar

Traducción del Grupo Espirita el Amor en Acción-España



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