EL ESPIRITISMO ¿ES UNA RELIGIÓN?
El Espiritismo como Doctrina: fruto de estudios y análisis, aparece el 18 de abril de 1857 por primera vez, como "El libro de los Espíritus". Se llama así porque surgió de una lista minuciosamente elaborada de preguntas que Kardec, codificador del Espiritismo, formuló al mundo espiritual a través de diferentes mediums, él mismo manifestaba que hubo interrogantes que los corroboró hasta con diez mediumnidades diferentes, sobre temas puntuales, sometiendo luego, las respuestas obtenidas, al más estricto análisis racional antes de proceder a su aceptación.
Kardec entonces lo define así: "El espiritismo es la ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal", "Es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus, como doctrina filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejante relación".
Kardec, nos propone además que "Al espiritista se lo deba conocer por su transformación moral". Nos dice también: “Sin Caridad no hay Salvación”
Kardec entonces lo define así: "El espiritismo es la ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal", "Es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus, como doctrina filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejante relación".
Kardec, nos propone además que "Al espiritista se lo deba conocer por su transformación moral". Nos dice también: “Sin Caridad no hay Salvación”
Conocimiento y Caridad, he ahí los dos pilares que fundamentan el Espiritismo.
Muchos hermanos preguntan si el Espiritismo es una religión?
Este tema no es nuevo, ya era una cuestión presente desde los primeros tiempos de la codificación espiritista, veamos lo que dice la Doctrina:
A pesar de que Allan Kardec es sobradamente explícito cuando manifiesta que el espiritismo es “ciencia, filosofía y moral y no el de una religión”, también es cierto que el codificador se expresa de la siguiente manera: “Desde el punto de vista religioso, el Espiritismo tiene por base las verdades fundamentales de todas las religiones. (...) No es una religión especial porque no tiene sacerdotes ni templos. //.
Decir “No es una religión especial”, no es lo mismo que decir que no es ninguna religión, sino que no presenta las características de las demás religiones, pero que tiene por base 'Las verdades fundamentales de todas las religiones”, ¿no conlleva lo anteriormente expresado, forzosa y naturalmente un aspecto religioso de la Doctrina?
'En el evangelio según el espiritismo' , los Espíritus superiores esclarecen: Ciencia y religión son las dos palancas de la inteligencia humana. Una revela las leyes del mundo material y la otra las leyes del mundo moral.
Cuando un espíritista habla del aspecto religioso, es porque forma parte de la codificación, no es invención de nadie; se está refiriendo a un 'aspecto' religioso y no a una religión propiamente dicha. ¿Por qué seguir discutiendo? ¿Olvidamos que el capítulo primero del 'Evangelio según el Espiritismo' habla de la Alianza de la Ciencia y Religión?
'En el evangelio según el espiritismo' , los Espíritus superiores esclarecen: Ciencia y religión son las dos palancas de la inteligencia humana. Una revela las leyes del mundo material y la otra las leyes del mundo moral.
Cuando un espíritista habla del aspecto religioso, es porque forma parte de la codificación, no es invención de nadie; se está refiriendo a un 'aspecto' religioso y no a una religión propiamente dicha. ¿Por qué seguir discutiendo? ¿Olvidamos que el capítulo primero del 'Evangelio según el Espiritismo' habla de la Alianza de la Ciencia y Religión?
En realidad la palabra “religión” significa: “unión” del espíritu con la Divinidad, con nuestro Padre Creador usando las herramientas de la Fe razonada y el Conocimiento de la Ciencia.
Lo que si es claro es que una reunión formal Espiritista nada tiene que ver con las formas ceremoniales de otras religiones, sobre todo la religión católica que es la que mas ha usado a través de los tiempos, imágenes, crucifijos, velas encendidas, trajes especiales. La bóveda de una reunión Espirita se forma con la comunión de buenos pensamientos y sentimientos de todos los presentes. Lo que importa no es lo externo, la forma, sino, la entrega, el amor, el desinterés, la caridad que anime a los presentes.
Convengamos que al lado de aquellos compañeros que pecan de un excesivo 'religiosismo' , por así decirlo, a la hora de tratar con la doctrina, están también con un exceso 'cienticismo' , ¿con cuál propósito? Observando a algunos da la impresión de estar presurosos por adelantar la aceptación de la comunidad científica oficial, olvidando que Kardec apuntaba que el Espiritismo se destina a las masas, al pueblo, y sólo cuando estuviera vulgarizado, los científicos se rendirían a la evidencia. No es preocupación de la doctrina convencer a ningún científico, ya se encargará de esto el fluir natural de los acontecimientos y el progreso, pues ella se apoya sobre las grandes leyes que rigen todo nuestro universo, desde el micro al macrocosmos, y a su lado, la 'joven' ciencia de los hombres aún le queda mucho por andar... y muchos prejuicios que derribar.
Pensamos que, llegados a este punto, no nos cabe sino reflexionar individualmente, para intentar ser coherentes con los ideales que defendemos. ¿Es la nuestra una actitud en exceso influida por la tradición eclesiástica? ¿Es acaso, una actitud tan 'científica', que, sin pretenderlo, vamos desplazando la parte espiritual y cediendo terreno a atavismos materialistas aún impresos en nuestro interior? Las dos posturas no estarían del todo acertadas, si de coherencia doctrinaria hablamos, siendo convidadas ambas al estudio, el análisis y la reflexión.
Como en casi todo, los puntos extremos son equidistantes de la verdad y el fanatismo, sea este de carácter religioso o científico no tiene cabida en una Doctrina de perdón, de amor, y de misericordia como es la Doctrina Espirita.
Pensamos que, llegados a este punto, no nos cabe sino reflexionar individualmente, para intentar ser coherentes con los ideales que defendemos. ¿Es la nuestra una actitud en exceso influida por la tradición eclesiástica? ¿Es acaso, una actitud tan 'científica', que, sin pretenderlo, vamos desplazando la parte espiritual y cediendo terreno a atavismos materialistas aún impresos en nuestro interior? Las dos posturas no estarían del todo acertadas, si de coherencia doctrinaria hablamos, siendo convidadas ambas al estudio, el análisis y la reflexión.
Como en casi todo, los puntos extremos son equidistantes de la verdad y el fanatismo, sea este de carácter religioso o científico no tiene cabida en una Doctrina de perdón, de amor, y de misericordia como es la Doctrina Espirita.
La figura de Jesús debe sobrepasar cualquier diferencia doctrinal entre los hermanos espiritas.
Y a continuación escuchemos la opinión del Maestro Allan Kardec sobre este tema:
EL TRIPLE ASPECTO DE LA DOCTRINA ESPÍRITA
“El lazo establecido por una religión, sea cual fuere su objetivo, es, pues un lazo esencialmente moral, que une a los corazones, que identifica los pensamientos, las aspiraciones, y no solamente el hecho de compromisos materiales, que se rompen a voluntad, o de la realización de fórmulas que hablan más a los ojos que al espíritu. El efecto de ese lazo moral es el de establecer entre los que él une, como consecuencia de la comunión de objetivos y de sentimientos, la fraternidad y la solidaridad, la indulgencia y la benevolencia mutuas. Es en ese sentido que también se dice: "la religión de la amistad, la religión de la familia".
Si así lo es, preguntarán, entonces ¿El Espiritismo es una religión?
Claro que sí, sin duda señores. En el sentido filosófico, el Espiritismo es una religión y nosotros nos glorificamos, por eso, porque es la doctrina que funda los lazos de la fraternidad y de comunión de pensamientos, no sobre un simple convencimiento, sino sobre bases sólidas: las mismas leyes de la naturaleza-
¿Por que, declaramos entonces que el Espiritismo no es una religión?
Por que no hay una palabra para designar dos ideas diferentes, y es que, en la opinión general la palabra religión es inseparable del culto, despierta una idea de forma que el Espiritismo no tiene. Si el Espiritismo se dijese una religión el público no vería sino una nueva edición, una variante, si así lo quiere, de los principios absolutos en materia de la fe, una casta sacerdotal con su cortejo de jerarquías de ceremonias y de privilegios; no lo separaría de las ideas de misticismo y de los abusos contra los cuales tantas veces se levantó la opinión pública.
No teniendo el Espiritismo ninguno de los caracteres de una religión, en la acepción del vocablo no podía ni debía adornarse con el título sobre cuyo valor inevitablemente se habría equivocado. Es por lo que se dice: doctrina filosófica y moral. Las reuniones espiritas pueden, pues, ser hechas religiosamente, esto es, con el recogimiento y el respeto que comporta la naturaleza grave de los asuntos de que se ocupa".
Revista Espirita: "Discurso proferido el 1 de Noviembre de 1868"
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A camino de la luz
Historia de la civilización a la
Historia de la civilización a la
luz del Espiritismo.
XV
LA EVOLUCIÓN DEL CRISTIANISMO
PENOSOS COMPROMISOS ROMANOS
XV
LA EVOLUCIÓN DEL CRISTIANISMO
PENOSOS COMPROMISOS ROMANOS
Fue inútil que intentasen las fuerzas espirituales el aprovechamiento de los romanos en la dirección suprema del mundo. Todos los recursos posibles habían sido concedidos inútilmente a la ciudad imperial. La canalización de considerables riquezas materiales, haciendo posible la consolidación de un estado único en el planeta, no se había olvidado, junto con todas las providencias que eran necesarias, desde el punto de vista moral. En vano se había trasplantado a Roma la extraordinaria sabiduría atenien-se y la colaboración de todas las experiencias de los pueblos conquistados. Los espíri-tus encarnados no habían conseguido la eliminación de los lazos odiosos de la vanidad y la ambición, sintiéndose traicionados en sus energías más profundas y contrayendo penosos débitos ante los tribunales de la justicia divina.
La venida de Cristo al cenáculo oscuro del planeta, trayendo el mensaje luminoso de la verdad y el amor, había señalado el período de la mayoría de edad espiritual de la humanidad. Esa mayoría implicaba derechos que, a su vez se acompañaban por responsabilidades y deberes para la solución de los grandes problemas educativos del corazón. Si se abrían los más amplios horizontes para el hombre físico en los dominios del progreso material, los Evangelios venían a traer al hombre espiritual una guía de nuevas actividades, educándole convenientemente para sus atrevidas conquistas de ciencia y libertad, con vistas al porvenir. El aprovechamiento de ese proceso educativo se debería llevar a efecto por la capital del mundo, de acuerdo con los designios del plano espiritual.
Sin embargo, grandes fuerzas de las tinieblas se habían aliado a las tendencias más fuertes del hombre terrestre, constantemente inclinado a los lazos del mal que le ata-ban a la Tierra, y a los más groseros instintos de conservación, y, mientras los espíritus abnegados de las alturas lloran sobre los abusos de libertad de los romanos, la ciudad de los Césares se embriaga cada vez más con el vino del odio y de la ambición, contra-yendo penosas deudas, entrelazando sus sentimientos con el odio de los vencidos y humillados y creando muy negras expectativas para el futuro lejano.
CULPAS Y RESCATES DOLOROSOS DEL HOMBRE ESPIRITUAL
Al corazón misericordioso de Jesús llegan las oraciones dolorosas de todos los trabajadores de su bendita siembra. Su mirada perspicaz había penetrado hasta el interior de las almas y no fue en vano que recomendase el crecimiento del trigo y la cizaña en el mismo surco, siendo Él responsable de la separación, en la época de la recolección. La limitada libertad de acción de los individuos y las colectividades serespeta íntegramente. Cada cual es responsable por sus actos, y recibirá conforme a sus obras.
Roma tuvo pues, la oportunidad de realizar sus propósitos y designios políticos, pero la justicia divina acompañó en todos los pasos, en los enormes desvíos que se produjeron, comprometiendo para siempre el futuro del hombre espiritual, que sólo ahora conocerá el reajuste en las amargas transiciones de este siglo. Un lazo pesado y tenebroso ligó a la ciudad conquistadora con los pueblos que había humillado. El odio del verdugo y sus enemigos se fundió en siglos de luchas y pruebas expiatorias para demostrar que Jesús es el fundamento de la verdad y que sólo el amor es la sagrada finalidad de la vida.
Por esa razón los conquistadores y conquistados, unidos por el odio como galeotes encadenados unos a otros en las galeras de la amargura, comparecieron periódicamen-te en el espacio ante la misericordia suprema del Hijo de Dios, prometiendo la repara-ción y el rescate recíprocos, en los siglos del porvenir, fundando la civilización occi-dental como el bendito taller de sus nuevos trabajos en el esfuerzo de la fraternidad y la regeneración.
La bondad del Maestro hizo florecer ciudades valerosas y progresistas, países cultos y con abundancia de recursos, donde las almas decaídas pudiesen encontrar todos los elementos necesarios para su edificación y perfeccionamiento. El hombre físico continuó la línea ascensional de su evolución en las conquistas y descubrimien-tos, pero el hombre trascendente, la personalidad inmortal, ¿habría salido del océano de lodo donde se sumergió voluntariamente hace dos milenios?
Al corazón misericordioso de Jesús llegan las oraciones dolorosas de todos los trabajadores de su bendita siembra. Su mirada perspicaz había penetrado hasta el interior de las almas y no fue en vano que recomendase el crecimiento del trigo y la cizaña en el mismo surco, siendo Él responsable de la separación, en la época de la recolección. La limitada libertad de acción de los individuos y las colectividades serespeta íntegramente. Cada cual es responsable por sus actos, y recibirá conforme a sus obras.
Roma tuvo pues, la oportunidad de realizar sus propósitos y designios políticos, pero la justicia divina acompañó en todos los pasos, en los enormes desvíos que se produjeron, comprometiendo para siempre el futuro del hombre espiritual, que sólo ahora conocerá el reajuste en las amargas transiciones de este siglo. Un lazo pesado y tenebroso ligó a la ciudad conquistadora con los pueblos que había humillado. El odio del verdugo y sus enemigos se fundió en siglos de luchas y pruebas expiatorias para demostrar que Jesús es el fundamento de la verdad y que sólo el amor es la sagrada finalidad de la vida.
Por esa razón los conquistadores y conquistados, unidos por el odio como galeotes encadenados unos a otros en las galeras de la amargura, comparecieron periódicamen-te en el espacio ante la misericordia suprema del Hijo de Dios, prometiendo la repara-ción y el rescate recíprocos, en los siglos del porvenir, fundando la civilización occi-dental como el bendito taller de sus nuevos trabajos en el esfuerzo de la fraternidad y la regeneración.
La bondad del Maestro hizo florecer ciudades valerosas y progresistas, países cultos y con abundancia de recursos, donde las almas decaídas pudiesen encontrar todos los elementos necesarios para su edificación y perfeccionamiento. El hombre físico continuó la línea ascensional de su evolución en las conquistas y descubrimien-tos, pero el hombre trascendente, la personalidad inmortal, ¿habría salido del océano de lodo donde se sumergió voluntariamente hace dos milenios?
LOS MÁRTIRES
Antes del movimiento de propagación de las ideas cristianas en el seno de la sociedad romana, ya los delegados de Jesús se habían preparado para ayudar a los misioneros de la nueva fe, conociendo la reacción de los patricios ante los postulados de fraternidad de la nueva doctrina. Las clases más pudientes no podían tolerar seme-jantes principios de igualdad, como los que preconizaban las enseñanzas del Nazareno, considerados como postulados de cobardía moral, incompatibles con la orgullosa filosofía del Imperio, y de esta forma, llegamos a ver a los cristianos sufriendo los martirios de la primera persecución, iniciada en el reinado de Nerón, de tan doloroso como terrible recuerdo.
No se olvidó ningún instrumento de suplicio en la experimentación de la fe y la constancia de aquellas almas resignadas y heroicas. Los latigazos, la cruz, el caballete, las uñas de hierro, el fuego, los leones del circo, todo se utilizó en la persecución eficiente de los seguidores del Carpintero de Nazaret. Pedro y Pablo entregan la vida en la palma de los martirios santificadores y desde Nerón a Diocleciano una nube pesada de sangre y lágrimas envuelve al alma cristiana, llena de confianza en la Divina Providencia.
El propio Marco Aurelio, cuya elevada estatura espiritual había recibido de las alturas la misión de paralizar semejantes desatinos, no consigue detener la corriente de las fuerzas tenebrosas, pero la sangre de los cristianos era savia de vida lanzada a las divinas simientes del Cordero, y sus sacrificios han sido los reflejos de la amorosa vibración de las enseñanzas de Cristo, atravesando los siglos de la Tierra para ser comprendido y practicado en los milenios del porvenir.
Antes del movimiento de propagación de las ideas cristianas en el seno de la sociedad romana, ya los delegados de Jesús se habían preparado para ayudar a los misioneros de la nueva fe, conociendo la reacción de los patricios ante los postulados de fraternidad de la nueva doctrina. Las clases más pudientes no podían tolerar seme-jantes principios de igualdad, como los que preconizaban las enseñanzas del Nazareno, considerados como postulados de cobardía moral, incompatibles con la orgullosa filosofía del Imperio, y de esta forma, llegamos a ver a los cristianos sufriendo los martirios de la primera persecución, iniciada en el reinado de Nerón, de tan doloroso como terrible recuerdo.
No se olvidó ningún instrumento de suplicio en la experimentación de la fe y la constancia de aquellas almas resignadas y heroicas. Los latigazos, la cruz, el caballete, las uñas de hierro, el fuego, los leones del circo, todo se utilizó en la persecución eficiente de los seguidores del Carpintero de Nazaret. Pedro y Pablo entregan la vida en la palma de los martirios santificadores y desde Nerón a Diocleciano una nube pesada de sangre y lágrimas envuelve al alma cristiana, llena de confianza en la Divina Providencia.
El propio Marco Aurelio, cuya elevada estatura espiritual había recibido de las alturas la misión de paralizar semejantes desatinos, no consigue detener la corriente de las fuerzas tenebrosas, pero la sangre de los cristianos era savia de vida lanzada a las divinas simientes del Cordero, y sus sacrificios han sido los reflejos de la amorosa vibración de las enseñanzas de Cristo, atravesando los siglos de la Tierra para ser comprendido y practicado en los milenios del porvenir.
LOS APOLOGISTAS
La doctrina cristiana, había encontrado en las persecuciones sus mejores recursos de
La doctrina cristiana, había encontrado en las persecuciones sus mejores recursos de
propaganda y expansión.
Sus generosos principios habían encontrado albergue en todos los corazones, seduciendo la conciencia de todos los estudiosos del alma libre y sincera. Se observa esta influencia en el siglo II, en casi todas las áreas de la actividad intelectual, con grandes reflexiones sobre la legislación y las costumbres.
Tertuliano presenta su apología del Cristianismo, provocando la admiración y el respeto generales. Clemente de Alejandría y Orígenes surgen con su palabra y autori-dad, defendiendo la filosofía cristiana, y con ellos se levanta un verdadero ejército de voces que abogan por la causa de la verdad y la justicia, de la redención y el amor.
Sus generosos principios habían encontrado albergue en todos los corazones, seduciendo la conciencia de todos los estudiosos del alma libre y sincera. Se observa esta influencia en el siglo II, en casi todas las áreas de la actividad intelectual, con grandes reflexiones sobre la legislación y las costumbres.
Tertuliano presenta su apología del Cristianismo, provocando la admiración y el respeto generales. Clemente de Alejandría y Orígenes surgen con su palabra y autori-dad, defendiendo la filosofía cristiana, y con ellos se levanta un verdadero ejército de voces que abogan por la causa de la verdad y la justicia, de la redención y el amor.
EL AYUNO Y LA ORACIÓN
Los cristianos, con todo, no habían tenido en principio una visión del campo de trabajo que se les presentaba. No comprendieron que, si el ayuno y la oración constituyen una gran virtud en la soledad, representan todavía una virtud más elevada cuando se llevan a efecto en el torbellino de las pasiones desenfrenadas, en las luchas regeneradoras, para dar ejemplo a los demás que les contemplan. No comprendieron inmediatamente que esos preceptos evangélicos, por encima de todos, significan sacrificio por el prójimo, perseverancia en el esfuerzo redentor, serenidad en el trabajo activo que corrige y construye simultáneamente. Retirándose a la vida monástica, poblaron los desiertos suponiendo que se redimirían más rápidamente para el Cordero.
Un ansia de huir de las populosas ciudades hacía vibrar a todos los creyentes de entonces, originando los errores de la Edad Media, cuando el hombre pensaba encon-trar en los conventos la antecámara del cielo. Oriente, con sus numerosos desiertos y lugares sagrados, parece ser el lugar de destino de todos cuantos desean huir de los antros de las pasiones. Sólo la gran montaña de Nitria en Egipto, llegó a tener a treinta mil anacoretas, exiliados del mundo y de sus placeres desastrosos. Mientras, exami-nando esa desaconsejable decisión de los primeros tiempos, debemos recordar que los cristianos se habían olvidado que Jesús no deseaba la muerte del pecador.
Los cristianos, con todo, no habían tenido en principio una visión del campo de trabajo que se les presentaba. No comprendieron que, si el ayuno y la oración constituyen una gran virtud en la soledad, representan todavía una virtud más elevada cuando se llevan a efecto en el torbellino de las pasiones desenfrenadas, en las luchas regeneradoras, para dar ejemplo a los demás que les contemplan. No comprendieron inmediatamente que esos preceptos evangélicos, por encima de todos, significan sacrificio por el prójimo, perseverancia en el esfuerzo redentor, serenidad en el trabajo activo que corrige y construye simultáneamente. Retirándose a la vida monástica, poblaron los desiertos suponiendo que se redimirían más rápidamente para el Cordero.
Un ansia de huir de las populosas ciudades hacía vibrar a todos los creyentes de entonces, originando los errores de la Edad Media, cuando el hombre pensaba encon-trar en los conventos la antecámara del cielo. Oriente, con sus numerosos desiertos y lugares sagrados, parece ser el lugar de destino de todos cuantos desean huir de los antros de las pasiones. Sólo la gran montaña de Nitria en Egipto, llegó a tener a treinta mil anacoretas, exiliados del mundo y de sus placeres desastrosos. Mientras, exami-nando esa desaconsejable decisión de los primeros tiempos, debemos recordar que los cristianos se habían olvidado que Jesús no deseaba la muerte del pecador.
CONSTANTINO
Las fuerzas espirituales que habían acompañado y acompañan todos los movimientos del orbe, bajo la protección de Jesús, intentan disponer los cimientos de nuevos acontecimientos que deberían preparar a la sociedad romana para el rescate y la prueba.
Se empieza a considerar la invasión de los pueblos llamados “bárbaros”. Una fuerte anarquía militar dificulta la solución de los problemas de orden colectivo, elevando y derribando emperadores de un día para otro. Sintiendo la proximidad de grandes acontecimientos y previendo la imposibilidad de mantener la unidad imperial, Diocleciano organiza la Tetrarquía, o gobierno de cuatro soberanos, con cuatro grandes capitales. Retirándose a Salona. (*)
La lucha se produce y Constantino vence a Majencio a las puertas de Roma, entrando en la ciudad, victorioso, para ser recibido triunfalmente. Junto a él, el Cristianismo asciende a la tarea de Estado, con el edicto de Milán. , exhausto por la tarea gobernativa, se produce la rebelión militar que proclama Augusto a Constantino, hijo de Constancio Cloro, con-trariando las disposiciones de los dos Césares, sucesores de Diocleciano y Maximiano.
Las fuerzas espirituales que habían acompañado y acompañan todos los movimientos del orbe, bajo la protección de Jesús, intentan disponer los cimientos de nuevos acontecimientos que deberían preparar a la sociedad romana para el rescate y la prueba.
Se empieza a considerar la invasión de los pueblos llamados “bárbaros”. Una fuerte anarquía militar dificulta la solución de los problemas de orden colectivo, elevando y derribando emperadores de un día para otro. Sintiendo la proximidad de grandes acontecimientos y previendo la imposibilidad de mantener la unidad imperial, Diocleciano organiza la Tetrarquía, o gobierno de cuatro soberanos, con cuatro grandes capitales. Retirándose a Salona. (*)
La lucha se produce y Constantino vence a Majencio a las puertas de Roma, entrando en la ciudad, victorioso, para ser recibido triunfalmente. Junto a él, el Cristianismo asciende a la tarea de Estado, con el edicto de Milán. , exhausto por la tarea gobernativa, se produce la rebelión militar que proclama Augusto a Constantino, hijo de Constancio Cloro, con-trariando las disposiciones de los dos Césares, sucesores de Diocleciano y Maximiano.
EL PAPADO
Desde la décima persecución, el Cristianismo estaba considerado en Roma como una doctrina muerta, pero los delegados del Maestro no habían descansado, con el noble fin de hacer valer sus generosos principios. La fatalidad histórica reclamaba su colaboración en los gabinetes de la política del mundo y, otra vez más, la pobreza de los hombres no comprendió la dádiva del plano espiritual, porque, después de la victoria, los obispos romanos solicitaban prerrogativas injustas sobre sus humildes compañeros de episcopado.
El mismo espíritu de ambición e imperialismo, que desde hacía tiempo obraba en el organismo del Imperio, dominó igualmente a la Iglesia de Roma, que se proclamó soberana y censora de todas las demás del planeta. Cooperando con el Estado, hacía sentir la fuerza de sus arbitrarias determinaciones. Trescientos años lucharon los mensajeros de Cristo, intentando ampararla en el camino del amor y de la humildad, hasta que la dejaron perderse por los caminos de las sombras, para el esfuerzo de salvación y experiencia, y, después que la abandonasen al penoso trabajo de perfeccionarse por sí misma, el emperador Focas favorece la creación del papado en el año 607.
La decisión imperial proporciona a los obispos de Roma prerrogativas y derechos hasta entonces jamás justificados. Se ensalza, una vez más, el orgullo y la ambición de la ciudad de los Césares. En 610, Focas es llamado al mundo de los invisibles, dejando en el orbe la consolidación del papado. De ahí en adelante, iba a comenzar un período de 1.260 años de amargura y violencia para la naciente civilización.
(*) Actual Croacia (nota del traductor).
Desde la décima persecución, el Cristianismo estaba considerado en Roma como una doctrina muerta, pero los delegados del Maestro no habían descansado, con el noble fin de hacer valer sus generosos principios. La fatalidad histórica reclamaba su colaboración en los gabinetes de la política del mundo y, otra vez más, la pobreza de los hombres no comprendió la dádiva del plano espiritual, porque, después de la victoria, los obispos romanos solicitaban prerrogativas injustas sobre sus humildes compañeros de episcopado.
El mismo espíritu de ambición e imperialismo, que desde hacía tiempo obraba en el organismo del Imperio, dominó igualmente a la Iglesia de Roma, que se proclamó soberana y censora de todas las demás del planeta. Cooperando con el Estado, hacía sentir la fuerza de sus arbitrarias determinaciones. Trescientos años lucharon los mensajeros de Cristo, intentando ampararla en el camino del amor y de la humildad, hasta que la dejaron perderse por los caminos de las sombras, para el esfuerzo de salvación y experiencia, y, después que la abandonasen al penoso trabajo de perfeccionarse por sí misma, el emperador Focas favorece la creación del papado en el año 607.
La decisión imperial proporciona a los obispos de Roma prerrogativas y derechos hasta entonces jamás justificados. Se ensalza, una vez más, el orgullo y la ambición de la ciudad de los Césares. En 610, Focas es llamado al mundo de los invisibles, dejando en el orbe la consolidación del papado. De ahí en adelante, iba a comenzar un período de 1.260 años de amargura y violencia para la naciente civilización.
(*) Actual Croacia (nota del traductor).
Francisco Cândido Xavier. Por el espíritu Emmanuel.
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Diseños y estudio: Elio Mollo
(Figuras diseñadas en Paint)
La medicina humana será muy diferente en el futuro, cuando la Ciencia pueda comprender la extensión y complejidad de los factores mentales en el campo de las molestias del cuerpo físico. May raramente no se encuentran las afecciones directamente relacionadas con el psiquismo. Todos los órganos están subordinados a la ascendencia moral. Las preocupaciones excesivas con los síntomas patológicos aumentan las enfermedades; las grandes emociones pueden curar el cuerpo o aniquilarlo.
(Palabras de Manassés a André Luiz en el libro “Misioneros de la Luz” - Cap. 12 - pág. 176)
EL HOMBRE: SUS DEFECTOS, SUS DOLENCIAS Y
LOS REMEDIOS
DEFECTOS
|
REMÉDIOS
| ||
(NEGATIVO)
|
DOLENCIAS
|
(POSITIVO)
| |
CUALIDAD
|
REACCIÓN
| ||
ORGULLO
|
AUTORITARISMO - ARROGANCIA, ETC.
|
HIGADO - VISIÓN - AUDICIÓN - PALADAR
|
HUMILDAD - PACIENCIA
|
VANIDAD
|
PERSONALISMO - EXIBICIONISMO
|
ALERGIAS - DOLORES DE CABEZA - INSOMNIO- GRIPES - LEPRAS - FEBRE - DOLENCIAS DE PIEL EN GENERAL
|
SIMPLICIDAD - ASEO PERSONAL
|
ENVIDIA
|
AMBICION DESMEDIDA - MALEDICENCIA
|
TORTÍCULIS - PARALISIS FACIAL -DOLENÇA EN LOS OJOS
|
ESTUDIAR - IMITAR BUENOS EJEMPLOS
|
CELOS
|
POSESIVIDAD
|
APARATO DIGESTIVO CON
PROBLEMAS EN EL CORAZÓN
|
CELO -
MANTENIMIENTO
|
EGOCENTRISMO
|
NEGLIGENCIA
INDISCIPLINA
PEREZA
COMODISMO
|
PRESIÓN ARTERIAL - PULMON
INTESTINO - COLUMNA - ANEMIA - SIDA - LABERINTITIS - OBSIDAD -
SOMNOLENCIA
|
DISCIPLINA -
PERSEVERANCIA
|
EGOÍSMO
|
AVARICIA -
DERROCHADOR
|
MÃNOS - BRAZOS -
ARTRITIS - BURSITIS
|
ALTRUISMO -
DESPRENDIMENTO
|
ÓDIO
|
VENGANZA - RENCOR - AGRESIVIDAD - MÁGOA
|
CORAZÓN - MELANCOLIA - RABIA - TRISTEZA
|
PERDÓN - COMPRENSIÓN TOLERÂNCIA
|
LA CURA TOTAL SOLO SE DARÁ CUANDO CONSIGAMOS AMAR, A TODO Y A TODOS CON LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DESPRENDIMIENTO.
E.M.
Solamente el amor proporciona vida, alegria y equilíbrio.
E.M.
Solamente el amor proporciona vida, alegria y equilíbrio.
André Luiz
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EL ATEÍSMO MUNDIAL EN NÚMEROS INQUIETANTES
Jorge Hessen
La propagación del ateísmo y del materialismo es inquietante. En los días actuales ha crecido el número de personas que se declaran sin religión. En Brasil, hasta los años 70, ellas eran menos de 1% de la población. En los años 90, el 5%, en el 2013 más de quince millones de brasileños dicen no tener religión conforme el IBGE. Según datos de la Enciclopedia Británica, en 1994 cerca de 240 millones de personas se declaraban ateístas y más de 900 millones se decían no religiosos. Hoy el grupo de los que se declaran ateos, agnósticos (1) o sin religión en todo el mundo solo queda atrás de aquellos que se dicen cristianos (2 billones de personas) y musulmanes (1,2billons de personas).
En la era del “hombre tecnológico”, los ateos, agnósticos o no filiados a alguna religión forman el 16,3% de la población mundial (aproximadamente 1,2 billones de personas), porcentaje superior al de los hindús, 15% budistas (7,1%), seguidores de religiones étnicas o folclóricas (5,9%) y judíos (o,2%).
¿Creer o no creer) – Los números del ateísmo en el mundo son los siguientes: En Suecia, 85% de la población no cree en Dios, en Dinamarca: 80%, en Noruega: 72%, en Japón: 65%. China ocupa el 36o lugar en el ranking de países con más porcentaje de ateos (14%). En números absolutos, sin embargo, es donde viven más personas sin creencia, en Rusia: 69 millones, en Vietnam: 66 millones, en Alemania: 40 millones, en Francia: 32 millones, en los EUA: 26,8 millones, en Inglaterra: 26,5 millones.(2)
El teórico ateo Mikhail Bakunin, de Rusia, afirmaba que “la idea de Dios implica la abdicación de la razón y de la justicia humanas; es la negación más decisiva de la libertad humana, y, necesariamente, termina en la esclavización del hombre. Bakunin invirtió el aforismo volteriano “si Dios no existiese, sería preciso inventarlo”, afirmando que si “Dios realmente existiese, sería necesario abolirlo”. No es por acaso que significaba parte de los que se declaran ateos, agnósticos o sin religión están en países comunistas o ex comunistas, donde tradicionalmente la religión fue rechazada en gran medida.
No creemos que haya ateos en esencia, aunque entendemos que existan personas que divergen a las concepciones equivocadas acerca de un dios (minúsculo) creado por la teología que se fue formando en la dinámica de los evos. Sin embargo ateos convencidos, esto es, fundamentados con textos validos, no creemos que existan. A todo pensamiento lógico, Dios surge, en verdad jamás como importancia negativa, más si como positiva, fundamentada, como el Ser que torna posible todo el existir.
El complejo ideológico ateísta tocar el problema del "mal", en el contexto de las revelaciones inconsistentes y en el argumento de la creencia. Otros asuntos del universo ateísta son de cuños filosóficos, sociales e históricos. Los ateos tienden al escepticismo en relación a afirmaciones sobrenaturales, citando la falta de evidencias empíricas que proveen su existencia (los materialistas tienen alergia al mundo espiritual). La demanda racionalista de Kant y del Iluminismo solo acoge el conocimiento deducido por el lógico racionalismo. Esta forma de “ateísmo” afirma que las divinidades no son perceptibles como
una cuestión de principio y, por tanto, su existencia no puede ser conocida. El escepticismo, basado en las ideas de Hume, por ejemplo, afirma que la certeza sobre cualquier cosa es imposible, por eso nunca se puede saber de la existencia de un Dios.
La obra “Esencia del Cristianismo” publicada en 1841, por Ludwig Feuerbach, entusiasmó a filósofos como Engels, Marx, David Strauss, Nietzsche. Feuerbach consideraba que Dios es una invención humana y que las actividades religiosas son usadas para la realización de deseos. (3) Karl Marx e Friedrich Engels argumentaron que la creencia en Dios y en la religión son funciones sociales, utilizadas para narcotizar la mente. Marx trató de "liberar" el hombre de Dios, entretanto, lo esposaron a otro dios (terrible, cruel y alienante) es decir, el "Estado totalitario", cuya individualidad se torna volátil y aprisionada ideológicamente se torna volátil e aprisionada ideológicamente para apuntalar la gran máquina fabricante de abastecimientos para pequeños líderes de los clanes.
Nietzsche argumentaba que Dios fue la mayor amenaza del hombre. El escepticismo de Nietzsche del siglo XIX ansiaba "matar" a Dios para internalizar el concepto de "Súper Hombre”, o fue el precursor de Clark Kent Daily Planet? Vamos a razonar un poco. De qué manera el inquieto filosofo podría proclamar la “muerte” de un ente que según exponía inexistia? La "muerte" de Dios en los términos en que se expresan la nietzscheana (si es posible lejos de "kryptonitas"), que culmina en la confesión de su existencia, salvo que podíamos "matar" la nada.
Por estas y otras Louis Pasteur afirmó en el siglo XIX "un poco de ciencia nos aleja de Dios. Muy, nos acerca”. Ese pensamiento induce a la idea de que una noción científica poco profunda sirve solamente para distanciar al hombre de Dios y, en sentido contrario lleva a la conclusión de que todos los profundos conocedores de la Ciencia están adjuntos a Dios.
Por más que los materialistas procuren justificar su ateísmo, este solo puede subsistir en palabras banas, hueca, vacía de contenido moral, filosófico y científico. Los Espíritus aseguran que “nunca hubo pueblos ateos”. Todos los seres comprenden que por encima de todo hay un Ente Supremo. “(4) Para Allan Kardec, “siempre hubo y habrá cada vez más espiritualistas que materialistas y más devotos que ateos.”(5) Cierta vez, el maestro de Lion consultó la condición espiritual de un ateo desencarnado, este revelo su estado psicológico en el más allá, en los siguientes términos: “Sufro por el constreñimiento en el que estoy de creer en todo lo que negaba. Mi espíritu está como en un brasero, horriblemente atormentado”. (6)
La prueba de la existencia de Dios está en el axioma que aplicamos a las ciencias. No hay efecto sin causa, luego, todo lo que no es obra del hombre la razón responderá. Para creer en Dios, basta lanzar una mirada, sobre las obras de la Creación. El Universo existe, luego tiene una causa. Dudar de la existencia de Dios es negar que todo efecto tiene una causa y avanzar que la nada puede hacer alguna cosa. Todos nosotros traemos en la conciencia la certeza de la existencia de Dios que no podría ser fruto de la educación o el resultado de ideas adquiridas, pues si así fuese por qué existiría en los salvajes ese sentimiento innato?
Es verdad! “Si el sentimiento de la existencia de un ser supremo fuese tan solamente producto de una enseñanza, no sería universal y existiría solamente en los que hubiesen podido recibir esa enseñanza, conforme se da con las nociones científicas.”(7)
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