No debemos perder la esperanza, ella es la antorcha inflamable que podemos encender, aumentando la llama de la fe.
Sin la Fe y sin el Amor, no podrá haber victoria o solución para nada. Es bueno que nos centremos en nuestros deberes, y el mayor placer debe ser el encuentro urgente con el trabajo en la Tierra. Se tiene mucho tiempo si al final de nuestra jornada, sabemos competir con las sombras. Todos partimos del plano espiritual hacia el lugar donde debíamos reencarnar, sin desperdiciar tiempo ni alimentar ideas de volver antes de tiempo programado. Cada uno tiene suficiente habilidad para mantener firme en su posición por el bien de la humanidad. Es justo tener sensibilidad, alimentar esperanzas personales, y que la nostalgia no pase desapercibida en nuestro corazón, pues Cristo está para todos, por encima de todo.
La luz no puede temer a las tinieblas, solo necesita de esta para identificase. La Verdad es el programa del Creador que, necesitando de la ayuda humana, se impone por naturaleza divina e inspira a las más nobles creaciones. La sublime citación ninguna oveja se perderá nos motiva con gran interés a la renovación interior, y a la esperanza de que todos nos salvaremos de la ignorancia. El amor es el Sol, hoy, mañana y eternamente… El amor es, por excelencia, la única fuerza de toda la creación, que Dios utiliza para mantenernos en los esplendores de la vida.
Todos debemos familiarizarnos con el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, porque él es la síntesis más perfecta de todas las leyes cósmicas universales. Dentro de ese pergamino de Luz existe todo lo que por ventura puede necesitar la humanidad. Sin embargo es necesario que comprendamos el sentido de las palabras de Jesús: el buscad y hallareis, es el esfuerzo propio de cada corazón en busca de la Verdad; es igualmente el esfuerzo colectivo de un hogar o país, de un mundo o constelación, en el objetivo de la armonía universal. El llamad y se os abrirá es la continuación de la búsqueda, sin desanimo, es la persistencia en los ideales del Amor y de la Caridad, en la liberación de los sentimientos superiores. Es la firmeza del Bien, que se divide en millones de caminos, para que aprendamos a amar sin exigencias, a vivir sin maldad. Y el pedid y se os dará nos sugiere pedir comprensión con humildad, pedir a la Inteligencia Divina que nos inspire en los momentos en que buscamos y llamamos a las puertas de la Verdad. Es pedir a los otros el perdón, cuando los ofendemo; es pedir a quien sabe más que nosotros que nos instruya acerca de las cosas sagradas y es pedir en oración por la humanidad entera. Esto es el principio de la apertura en la escalada al infinito.
Cuando el alma se inicia en esos entendimientos, otros prismas de luz darán una visión más amplia, de lo que puede ser el , pedir, llamar, buscar. ¿Si ese versículo nos trae tanta sabiduría que no diremos de el resto del Evangelio?un tribuno Evangelizado podría hablar mil años, sin parar, de los preceptos de Cristo, y aun tendría tiempo para un tiempo indeterminado. El Evangelio es el pan que descendió del Cielo, es el agua pura que vino a la Tierra, es la luz que ilumina a la Humanidad ¡Apeguémonos a él, y seremos salvos para siempre!
Todos los hombres forman parte de una sola familia y de un solo rebaño en este mundo que nos sirve de morada, en el cual solo existe un pastor, que es Nuestro Divino Maestro; Su dirección es el testamento que nos legó. Quien quiera encontrarlo ha de esforzarse por entender lo que dice. Tengamos firmes los pies en la construcción del Bien, y seremos llamados para la felicidad, y quien trabaja sin reclamar, en la difusión del Amor, será siempre ayudado por la luz de Dios, en inspiraciones constantes.
Nadie puede amar sin perdonar, nadie puede perdonar sin entender, nadie puede entender sin analizar y nadie puede analizar con buen sentido sin sentir en el corazón la Fraternidad, que se transforma para los otros, en diferentes modalidades del Bien. La luz se define porque existen las sombras. Busquemos la Sabiduría, porque estamos aun envueltos en la ignorancia. Reconocemos al Sol como agente benefactor, por causa de las sombras de la noche. Creemos que el aire es una bendición de Dios, cuando ese fluido divino comienza a faltarnos. La nostalgia nos asevera de que, al caminar junto a las personas que amamos, debemos dispensar más cariño. El arrepentimiento nace de los contrastes de la conciencia, que abren nuestros sentidos para otro tipo de vida, y, los caminos de la felicidad, solamente los encontramos después de una larga tormenta en las sendas del error.
Dichos el que esté despierto para Cristo eso es muy grande en la vida del alma en particular. Y la alegría mayor es que no existe regresión de los valores conquistados que, por así decir, nos fueron entregados por misericordia de Dios, nuestro Padre Celestial. Debemos comprender que no existen distancias para quien ama, y, si quien ama es amado en la misma dimensión por el alma afín, aunque estén separados por distancias inmensurables, de mundos a mundos, de constelaciones a constelaciones, de galaxias a galaxias, en la extensión infinita del universo, se sienten como si fuese uno solo en la unidad, por la forma del Amor. No es solamente sentir, sino poder dialogar como si estuviesen presentes en la explosión de las facultades oriundas de ese Amor, que es la vida universal, que es Dios sustentando toda Su creación.
Amigos os deseo un feliz inicio de la semana, con mucho amor y mucho cariño, que el Señor extienda sus manos generosas, para socorrer al alma afligida, al espíritu ignorante, que todos los pequeñitos encarnados y desencarnados sintamos su misericordia fortaleciendo nuestro atribulado espíritu.
Merchita.- Extraído del libro Francisco de Asís.
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LA Eutanasia
Tema de frecuente discusión, por unos defendida, por otros censurada, la eutanasia, o "sistema que procura dar muerte sin sufrimiento a un doliente incurable", regresa a los debates académicos, frente a su aplicación sistemática por eminentes autoridades medicas, en criaturas incapaces físicas o mentales desde el nacimiento, internadas en Hospitales Pediátricos, sin esperanzas científicas de recuperación o sobrevivencia...
Practica nefasta que testimonia la predominancia del concepto materialista sobre la vida, que apenas ve la materia y sus implicaciones inmediatas, en detrimento de las realidades espirituales, refleja, también, la soberanía del primitivismo animal en la constitución emocional del hombre.
En la Grecia antigua, la hegemonía espartana, siempre armada para la guerra y la destrucción, insirió en su Estatuto el empleo legal de la eutanasia eugenésica en relación a los enfermos, mutilados, psicópatas considerados inútiles, que eran arrojados al Eurotas por pesar negativamente en la economía del Estado. Guiados por superlativo egoísmo y prepotencia, a pesar de los conflictos arbitrarios del exagerado orgullo nacional, se hicieron víctimas de la impulsividad belicosa que cultivaban...
Otros pueblos, desde la más remota antigüedad, se permitían practicar ese "homicidio ejercido por compasión"...
En circunstancia alguna, o bajo ningún motivo, cabe al hombre derecho de escoger y deliberar sobre la vida o la muerte en relación a su prójimo.
Los criminales más empedernidos, homicidas o genocidas entre los más hediondos, no deben tener cortadas sus vidas, sino antes ser aislados de la convivencia social, en celdas, o en trabajos rectificadores, en los cuales expurguen bajo la acción del tiempo y de la reflexión, que tarda más alcanza al infractor, haciéndolo expiar los delitos perpetrados. Aun cuando se trate de réprobos anatematizados por desconcierto mental, no faltan Nosocomios judiciales donde pueden recibir conveniente asistencia a la que tienen derecho, sin que sean considerados inocentes por los crímenes perpetrados... Recuperando la salud, eventualidad excepcional que puede suceder, cercados, por el peligro de probable reincidencia psicopática, podrán de alguna forma, retribuir de manera positiva a la Sociedad, los daños que hayan causado.
En lo que tañe a los enfermos considerados irrecuperables, conviene considerar que dolencias, ayer detestables como incurables, son hoy capitulo superado por el triunfo de hombres-sacerdotes de la Ciencia Médica, que la ennoblecen por la contribución que sus vidas ofrecen en beneficio de la Humanidad. Siempre hay, pues, posibilidad de mañana conseguir la victoria sobre la enfermedad irreversible de hoy. Diariamente, para ese desiderata, se sumergen en la carne Espíritus Misioneros que se aprestan a aligerar e impulsar el progreso, realizando descubrimientos y conquistas superiores para la vida, fuente poderosa de esperanza y conforto para los que sufren, en nombre del Supremo Padre.
Ante las expresiones teratológicas, al revés de la precipitación de la falsa piedad en aliviar a los pacientes de los sufrimientos, se ha de pensar en la terapéutica divina, que se sirve del presidio orgánico y de las jaulas mentales para ajusticiar a los infractores de variados matices que pasaron por la 'Tierra impunes, inadvertidos, mas que no pudieron huir a las sanciones de la conciencia en falta ni a la Legislación Superior, a la cual rogaron enseñanza de recomienzo, recuperación y sublimación porque anhelaban la edificación de la paz intima.
Suicidas, - esos pobres rebelados contra la Divinidad - que despedazaron el cráneo, en embestidas de odio contra la existencia, reencarnan perturbados por la idiotez, sordo-mudez, conforme a la parte del cerebro afectada, o por hidrocefalias, mongolismos; los que tentaron ahorcarse, reaparecen con los procesos de la paraplejia infantil; los ahogados, padecen enfisema pulmonar; los que descerrajaron tiros al corazón, retornan bajo el yugo de cardiopatías congénitas irreversibles, dolorosas; los que se utilizaron de tóxicos y venenos, vuelven bajo el tormento de las deformaciones congénitas, de la asfixia respiratoria, o estertorosos por úlceras gástricas, duodenales y canceres devoradores; los que despedazaron el cuerpo en fugas espectaculares, recomienzan victimados por atrofias, deformaciones, limitaciones punzantes, en que aprenden a valorizar la grandeza de la vida.. .
Agresores, exploradores, amantes de la rapiña, de las arbitrariedades, de los abusos de cualquier naturaleza vuelven a los escenarios en que se empecinaron, o corrompieron, o se hicieron infelices, alcanzados por la impronta de las soberanas leyes del orden y del equilibrio, rehaciendo el camino antes recorrido criminalmente y atesorando los sagrados valores de la paciencia, la comprensión, el respeto a si mismos y al prójimo, la humildad, la resignación, armándose de bendiciones para futuros cometidos dichosos.
¿Quien se podrá atribuir el derecho de interrumpirles la santificadora existencia preciosa?
Las personas que se les vinculan en la condición de padres, cónyuges, hermanos, amigos, también les son participes de los dramas y tragedias del pasado, responsables directos o inconscientes, que ahora se rehabilitan, debiendo extenderles manos generosas, auxilio fraterno, por lo menos migajas de amor.
Nadie se deberá permitir la interferencia destructiva o liberativa por medio de la eutanasia en tales procesos redentores. Personas que se dicen penalizadas por los sufrimientos de familiares y que desean que les sean luego cesados, casi siempre actúan por egoísmo, presurosos de liberarse del compromiso y de la responsabilidad de ayudarlos, sustentarlos, amarlos más.
No faltan terapéuticas médicas y quirúrgicas que pueden amainar el dolor, perfectamente compatibles con la caridad y la piedad cristianas.
A nadie es dado precisar el tiempo de vida o sobrevida de un paciente. Son tan escasos de exactitud los pronósticos humanos en este sector del conocimiento, cuanto no sucederá en otros!
¿Cuántos enfermos, rudamente vencidos, desesperados recobran la salud sin aparente razón o lógica?
¿Cuántos otros hombres en excelente forma, portadores de sanidad y robustez, son victimados por sorpresas orgánicas y sucumben imprevisiblemente?
El conocimiento de la reencarnación proyecta luz en los más intrincados problemas de la vida, dirimiendo los equívocos y dudas en torno a la salud como a la enfermedad, a la desdicha como a la felicidad y contribuyendo eficazmente para la perfecta asimilación de los postulados renovadores de los que Jesús Cristo se hizo abanderado por excelencia y el Espiritismo, el Consolador encargado de demostrarlo en los tormentosos días de la actualidad.
Argumentan, en tanto, los utilitaristas que las importancias prodigadas con los pacientes irrecuperables podrían ser utilizadas para pesquisas valiosas o para impedir que hombres sabios enfermasen, o para asistir convenientemente a los que, dolientes, pueden ser salvados ... Y desvarían, utopistas, insensatos sin considerar las fortunas que son tiradas en espectáculos ruidosos y funestos de exaltación de la sensualidad, del Fausto exagerado, de las disipaciones, sin que se les ocurra la necesidad de la aplicación correcta de tales patrimonios en medidas preventivas saludables o socorro a las multitudes famélicas y desnudas que pululan en todas partes, pereciendo, a modo de migaja de pan, revolviéndose en la desesperación por la ausencia de una gota de luz o una insignificante contribución de misericordia.
Cada minuto en cualquier vida es, por tanto, precioso para el Espíritu en rescate bendito. ¿Cuántas resoluciones nobles, decisiones felices o actitudes desdichadas ocurren en un relámpago, imprevistamente?
Penetrándose el hombre de responsabilidad y caridad, iluminado por la fe religiosa, fundada en hechos de la inmortalidad, de la comunicabilidad y de la reencarnación, abominara en definitivo la eutanasia intentando todo para cooperar con su hermano en los justos resarcimientos que la Divina Justicia le otorga para la conquista de la paz interior y de la evolución.
Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “Después de la Tempestad” de Divaldo Pereira Franco
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Es importante no perder la serenidad!
Cuando te enfadas y te irritas, tu salud se resiente.Los órganos se perturban y sufrimos terriblemente.
Si un amigo te traicionó, si alguien te calumnió, y sobre todo si a aquél a quien ayudaste, cuando nadie más podia hacerlo, te trató injustamente, te calumnió...Te trató con ingratitud, olvidando todo el bien que le hiciste...PERDONA!
Son personas enfermas. Ten pena de ellas.Pero no pierdas tu serenidad.Que no respondas a la agresión no significa que ellas lleven razón....Demustras así tu superioridad moral y ejerces la Ley de Caridad