Obsesión espiritual
En las últimas décadas la obsesión se viene propagando en la Tierra, cada vez más y más, causando perturbaciones y sufrimientos de los más variados.
Ella es, ciertamente, una enfermedad, sólo que es enfermedad del alma, o mejor, nuestra alma es la que favorece las condiciones necesarias para que las obsesiones se puedan instalar.
Mas, que es una obsesión? Es el dominio que un espíritu ejerce sobre alguien. Ese dominio ocurre en grados variados, desde los más leves hasta aquellos que van de la fascinación a la subyugación, pudiendo llegar a la posesión.
Conforme explica Allan Kardec, el codificador del Espiritismo, “La obsesión es una acción permanente que un espíritu malo ejerce sobre un individuo”.
Es usa acción permanente y no esporádica, en que el espíritu perseguidor permanece junto al obsesado, usando todos los recursos que conoce y de los cuales consigue echar mano, para alcanzar lo que pretende.
La acción obsesiva es ejercida por un espíritu que, en esa acción, está siendo malo; no es ejercida por un espíritu bueno, o así mismo por un “sufridor”, porque es una acción maléfica, orientada generalmente venganza.
PREGUNTA FRECUENTE
¿Un espíritu puede ser eternamente malo?
Cuando se habla de espíritus malos no se quiere decir que ellos lo sean eternamente, o que hayan sido creados así. Ellos no son diferentes de nosotros, apenas siguieron por caminos e desacuerdo con las leyes cósmicas descendiendo moralmente a los más diversos niveles. Hay obsesores que actúan con maldad solamente en relación a los objetos de su odio. Otros sienten verdadero placer en ser malos y hay así mismo aquellos terriblemente perversos, crueles, verdaderos monstruos de maldad y perversiones de toda naturaleza. Son los que muchos clasifican como Demonios, Satanás, Diablo etc.
Mas el espíritu nunca retrocede en su evolución. Los valores adquiridos permanecen latentes en su inconsciente, y sus caídas morales son temporales, así mismo duren milenios.
Muchos espíritus, al alcanzar un mediano grado de evolución a través de las experiencias reencarnatorios en el bojo do tiempo, cuando se les comienza a despertar la conciencia divina, llamándolos para lo Alto, prefieren las atracciones inferiores, sumergiéndose en el fondo de las pasiones. Y, en ese hipase entre los dictámenes de la conciencia y sus escogencias, tratan de apartarse de los llamados superiores, aislándose de la esencia de sus propios espíritus, que es luz de Dios. Es como si envolviesen la conciencia en una energía de negación, sofocándola. Más todos ellos, de los malos a los peores, un día se cansaran de su propia maldad, retomando el camino de la evolución. Dios no iría a crear seres que pudiesen, para siempre, dedicarse al mal.
En los centros espiritas, en los trabajos de desobsesión, acontecen innumerables episodios en que alguno de esos terribles “espirilos del mal” acaba abandonando las regiones inferiores, decidido a cambiar de vida, pasando a preparar-se para una nueva reencarnación que, ciertamente, será muy sufrida, mas representa el paso inicial en su reconquista evolutiva. En esos casos generalmente hay la actuación de alguien que le es muy querido, como por ejemplo, alguien que fuera su madre en la Tierra, y que desciende de regiones de luz y armonía para convencer aquel ser amado de cambiar de rumbo.
Ya los espíritus que alcanzaron mayor grado de evolución, cuyas conciencias ya se encuentran armonizadas con el esplendor de las leyes divinas, esos no se sienten más atraídos por los llamados inferiores, porque ya eliminaros de si mismos todos los residuos de la naturaleza animalizada. Aquella leyenda sobre el Ángel que sentía envidia y tenía la ambición de asemejarse a Dios y por eso fue lanzado al infierno, tiene simbolismos diferentes, porque un ser espiritual tan elevado no cae. La ambición, la envidia, el odio, el egoísmo y semejantes, son valores negativos que solamente se vigorizan en las fajas primarias de la evolución.
PREGUNTA FRECUENTE
¿Por qué algún espíritu obsesiona a una persona reencarnada?
Las obsesiones casi siempre acontecen por cuestiones de venganza y podemos así mismo decir que los obsesores son nuestros cobradores. Ellos nos están cobrando algún mal que les hicimos, generalmente, en vidas pasadas.
También existen casos de obsesión por espíritus que fueron abortados. Viendo frustrados sus ideales de retornar a la Tierra, a través de la reencarnación, procuran vengarse de las mujeres que les dieron acogida, más enseguida los expulsaron de sus vientres.
Innumerables procesos obsesivos también tienen inicio en conductas viciosas, o que estén en conflicto con valores morales, porque en estos casos los semejantes se atraen.
Hay todavía los casos de obsesión encomendados en trabajos de magia negra, orientados a perjudicar a alguien.
PREGUNTA FRECUENTE
¿Cómo puede alguien contraer una obsesión a través de su conducta?
En las actividades mediúmnicas y también en la bibliografía psicografiado, se encuentran innumerables narrativas sobre personas que frecuentaban ambientes de bajo nivel moral-espiritual, como por ejemplo, lupanares, donde atraían espíritus viciados en el sexo que pasaban a acompañarlos, induciéndolos a la lujuria y a la corrupción, a fin de poder saciarse con las energías sexuales degeneradas que eran generadas en esos actos.
De la misma forma con relación a los más diversos vicios, y hasta así mismo a conductas deshonestas o otras que hieren a ética cósmica.
Todos nosotros tenemos las compañías espirituales que atraemos a través de nuestras actitudes y acciones.
PREGUNTA FRECUENTE
¿Qué es posible hacerse para “curar” una obsesión?
En cualquier proceso de obsesión el remedio está en una conducta asentada en la ética cósmica; está en la reforma interior. También es importante procurar un centro espirita (cuando esto fuera posible) para recibir pases* y orientaciones, y para que el espíritu obsesor pueda ser debidamente asistido en trabajos específicos. Los centros espiritas, de orientación kardecista, son instituciones donde mejor se conoce esos asuntas y donde se trabaja sistemáticamente para ayudar en situaciones como esas.
Mas la cura depende principalmente del obsesado, del esfuerzo que haga por su propio crecimiento e iluminación. Cuando consiga desenvolver el amor en sus sentimientos, transformándolo en una constante en sus actitudes, con eso estará elevando la propia frecuencia vibratoria, huyendo a la sintonía que tenía con el espíritu obsesor. Esto es muy importante porque esas persecuciones espirituales movidas por sentimientos de venganza muestran que el perseguido de hoy es el verdugo de ayer, o sea, tiene una deuda kármica que precisa rescatar. En estos casos la mejor forma de rescate está en conseguir el perdón del obsesor y ayudarlo a encontrar el camino para su propio crecimiento espiritual.
Cuando algún espíritu perseguidor, o así mismo alguna entidad de bajísima condición espiritual es envuelto en las vibraciones de amor del grupo, se observa en el gran cambio.
Un médium vidente presente a los trabajos puede observar como esos cambios son radicales. Un espíritu de baja vibración generalmente es visto por los videntes con apariencia fea y hasta así mismo horrible, y vestido o envuelto en ropajes oscuros, mal olorosas y de desagradable aspecto. Mas, cuando recibe la vibración de amor del grupo y del médium que lo incorpora, algo en el comienza a desintegrarse. Entonces, el adoctrinador conversa con el, llevándolo a ver que así se está perjudicando a si mismo, atrasando su propia evolución. Procura llevarlo a perdonar y apartarse de quien está persiguiendo. Los espíritus benefactores, responsables por el trabajo, también usan innumerables otros recursos, tales como traer algún espíritu que fue muy querido al obsesor, para intentar convencerlo de perdonar y abandonar la persecución. Así, con el desarrollo de los trabajos hasta su apariencia se va modificando hacia lo mejor.
Aportado por MercedesCruz -
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• El pase es una transfusión energética y limpieza del campo magnético de la persona necesitada. Es administrado en los centros espiritas por personas preparadas para ese menester, que utilizan las manos para esa transfusión energética, que representa un gesto de amor. En esos casos hay siempre la asistencia de espíritus competentes en la manipulación de energías.
• * El pase es una transfusión energética y limpieza del campo magnético de la persona necesitada.
Es administrado en los centros espiritas por personas preparadas para ese menester, que utilizan las manos para esa transfusión energética, que representa un gesto de amor.
En esos casos hay siempre la asistencia de los espíritus competentes en la manipulación de las energías.
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ROUSTAINGUISTAS, CHIQUISTA, ANDRELUIZISMO, SECULAR, RELIGIOSO, KARDECISTA RAMATIS LIBREPENSADOR ETC....
Por Maria das Graças Cabral
Al iniciar el estudio De El Libro de los Espíritus, nos deparamos en su introducción, con el gran cuidado de Allan Kardec, para con las palabras a ser empleadas en el cuerpo doctrinario espirita. En un primer momento, podríamos entender que tal diligencia, se debiese al hecho de ser el Codificador por formación académica, un pedagogo. Lingüista insigne, que hablaba alemán, inglés, italiano, español y holandés. Escribió gramáticas, aritméticas, estudios pedagógicos superiores; tradujo obras inglesas y alemanas. O sea, en la condición de poliglota y profundo conocedor de la lengua francesa, su idioma patriarcal, sabia de las palabras para que un discurso fuese claro, y alcanzase su objetivo.
No obstante, podríamos también considerar, que en la condición de organizador de toda una gama de conocimientos, advenidos de Espíritus de alta evolución para la estructuración de una obra, que según J. Herculano pires, sería “el código de una nueva fase de la evolución humana”, buscase “cuidar” de las palabras que debía emplear en esa sistematización, para evitar que el uso inadecuado de las mismas, fuese a “desvirtuar” los preceptos doctrinarios.
Y así, el Codificador inicia la Introducción de El Libro de los Espíritus diciendo que: - Para las cosas nuevas necesitamos de palabras nuevas, pues así, lo exige la claridad de lenguaje, para evitar la confusión inherente a los múltiples sentidos de los propios vocablos. “Se observa claramente, que el maestro trata la doctrina como algo innovador, consciente de la grandeza de sus revelaciones. Sabía que los asuntos abordados, envolvían grandes cuestionamientos de la humanidad, que hasta entonces nunca habían sido tratados tan objetivamente. No quería por tanto, que palabras con sentidos ya definidos, distorsionan los preceptos fundamentales de la nueva doctrina.
Enseguida, el Maestro Lionés se reporta a las palabras espiritual, espiritualista, espiritualismo, demostrando que las mismas ya tenían un significado bien definido – entendiéndose por espiritualismo- toda filosofía religiosa que predica la existencia de un ser o realidad distinto de la materia. Entendía Kardec , que no aplicando a la Doctrina Espirita tales palabras, se evitaría la multiplicación de las ya numerosas causas de ambigüedad y de doble sentido, (anfibología), que acabarían por generar graves conflictos de entendimiento.
De ahí, el codificador establece que “en lugar de las palabras espiritual y espiritualismo” – para designar la Doctrina de los Espíritus – la palabra adecuada sería espirita o espiritismo. Y concluye afirmando que “Los adeptos del Espiritismo, serán los espiritas, o si lo quisieren espiritistas. “Según Kardec, el Libro de los Espíritus tiene como especialidad la Doctrina Espirita, y como generalidad el Espiritualismo, de ahí, la referida obra trae abajo del título, las palabras Filosofía Espiritualista.
Sucede, que el cuidado de Kardec, fue totalmente negligenciado por los espiritas. Es un hecho que se identificase en la abundancia de obras publicadas, en los discursos y en el habla de la gran mayoría de los espiritistas, no solo palabras, más también teorías y filosofías, totalmente extrañas al cuerpo doctrinario espirita, y que alteran frontalmente sus preceptos.
Desde la muerte de Kardec, el Espiritismo viene sufriendo crueles distorsiones. Vale recordar que la propia Revista Espirita, con su muerte, cayó en las manos de Pierre Gaetan Leymarie, que por su excesivo espíritu de tolerancia, desvirtuó la finalidad de la misma, abriendo sus páginas a la propaganda de filosofías espiritualistas, inclusive a la de Roustaing, que diverge frontalmente del Espiritismo.
No obstante, oportuno resaltar, los desdoblamientos sufridos por la palabra “espirita” designada por Kardec a los adeptos de la Doctrina de los Espíritus. El referido vocablo, vendría a ser acompañado de ciertos adjetivos, visando hacer una distinción ideológica en el propio medio espirita. En 1880, cuando Brasil despertaba para el estudio de la nueva doctrina, recién llega al país, ya comenzaban a surgir las divergencias de pensamientos con relación a los aspectos filosófico, científico y religioso de la misma. Ante la discordancia, pasaron los espiritas de la época a ser identificados, dependiendo de la línea del pensamiento, por espiritas científicos, espiritas místicos, o espiritas kardecistas.
Con el pasar del tiempo, algunos adjetivos se consustanciaron, como es el caso del “espirita cristiano”, que es la denominación dada al adepto del espiritismo Cristiano, lanzado por el abogado de Bordeaux y opositor de Kardec, Jean Baptiste Roustaing, en la obra Los Cuatro Evangelios, editado por la FEB.
Modernamente, la variedad de adjetivos aumentó grandemente dentro del movimiento espirita, puesto que, se tiene espirita, roustanguista, chiquista, andreluicista, laico religioso, kardecista, ramatista, librepensador, etc. se puede aseverar que hoy, el movimiento espirita está formado por numerosas corrientes espiritualistas, conocidas todas ellas como Espiritismo.
No obstante, en la búsqueda de una identidad filosófica y/o religiosa, y en razón de la “anfibología” creada para la palabra “espirita”, aquel que se considera adepto a la Doctrina de los espíritus, positivada en la Obras Fundamentales que forman el pentateuco, y codificadas por el maestro Allan Kardec, se identifica como “espirita Kardecista”, o simplemente “kardecista”, distinguiéndose de las demás corrientes de pensamiento espiritualista, y de los seguidores de cultos afro-brasileños, los cuales también se auto-denominan espiritas.
Algunos compañeros, juzgan que “espiritista kardecista” sería una redundancia, pues todo espiritismo debería ser Kardecista. Es un hecho que sería una redundancia, si no estuviésemos ante tantas corrientes espiritualistas que adoptaron la denominación de espirita.
Vale resaltar que hay innumerables espiritas, que no son kardecistas. Algunos nunca leyeron ninguna obra codificada por Allan Kardec. Serian considerados creyentes. No obstante, la Doctrina Espirita es una doctrina anti dogmática, racional y evolucionista, que predica la fe razonada, y exige de sus adeptos el estudio constante y profundo de sus principios libertadores, positivados en las obras fundamentales, que son: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Mediums, El Evangelio Según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno, La Génesis, el pequeño libro introductorio al estudio de la doctrina Qué es el Espiritismo y Obras Póstumas, que según J. Herculano Pires, representa el testamento doctrinario de Allan Kardec.
Ante lo Expuesto, es un hecho que los cuidados del Codificador para que la Doctrina de los Espíritus no se perdiese en las palabras, no impidió que tal cosa ocurriese.
Modernamente, aquellos que estudian la codificación con dedicación y de una forma atenta, constatan con profundo pesar, la adulteración de los preceptos doctrinarios, presentes en las traducciones y en las nuevas ediciones de las obras fundamentales de la Doctrina espirita: en la “importación” de filosofías extrañas a los preceptos espiritas en la vasta producción literaria publicada y divulgada; en los discursos y textos. En fin, la anfibología se hace presente en el discurso espirita a pesar de todo el cuidado de Kardec en evitar que el Espiritismo viniese a enredarse en sus redes, generando los actuales conflictos de entendimiento.
Además de eso, es un hecho que el desvirtuamiento de la Doctrina de los espíritus, va mucho más allá de las palabras y de las fronteras, puesto que Brasil, es el mayor exportador de obras de divulgadores espiritas.
En verdad, cada día, me admiro más y más con lo que leo, oigo y presencio, por parte de los espiritas, independientemente de la clase social o del grado de escolaridad. Como también, me espanto con los rumbos tortuosos tomados por el movimiento espirita brasileño.
No obstante, no podemos abandonar la lucha. Algunos compañeros ya me preguntaron:- ¿Qué hacer ante la dimensión del problema? Respuesta que no quiero callar: - que cada uno haga su parte. No seamos omisos, cobardes, o acomodados, pues la responsabilidad es individual. Vamos con mucho amor y disposición, a vivir, estudiar y divulgar con fidelidad la Doctrina Espirita, positivada con brillantez en las obras fundamentales, por el genio del insigne codificador Allan Kardec. Las consecuencias vendrán naturalmente con el tiempo. ¡Al final todos somos Espíritus eternos!
Fuente: http://espiritoverdade.com.br
Traducción de M:C.
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FELICIDAD Y ÉXITO
Como veremos después, la comparación con lo que otros tienen es una de las maneras favoritas de construir expectativas. Existe una gran tentación en la que todos caímos alguna vez.: comparar la felicidad propia con la que imaginamos que disfrutan los exitosos. Para promover nuestro bienestar, una buena tarea de investigación sería hablar con aquellos que han logrado grandes éxitos y preguntarles si son felices. Siempre encontraremos lo mismo: los que dicen que lo son, ya lo eran antes de obtener el éxito; y quienes eran desdichados antes de tener éxito, continúan siendo desdichados después o son todavía más infelices que antes (como siguen equiparando el éxito con la felicidad y no la han alcanzado, dedican mas tiempo a buscar mayores éxitos que a realizar aquellas cosas que en realidad les permitirían sentirse felices). ¿Por qué entonces nos obsesiona tanto el éxito?
Muchos de los pacientes que he atendido perseguían el éxito porque sus padres sólo les demostraban amor cuando eran exitosos. Aprendieron, pues, a buscar el éxito para ser amados para otros, el éxito profesional actúa como disparador natural del aplauso del afuera y se han vuelto adictos a esta valoración. A partir de allí, la droga del reconocimiento o la admiración de los demás, es buscada en dosis cada vez mayores, para calmar el dolor del silencio o conjurar el temor enfermizo a la crítica. Los hombres, en particular, tienden a equiparar la felicidad con el éxito profesional y material, porque creen que éste atrae a las mujeres. Tal es la fuerza motivacional de la atracción entre los sexos. Por igual razón, muchas mujeres condicionan su felicidad a sentirse bellas y deseadas.
Algunos de nosotros hemos vivido largos periodos de nuestra vida persiguiendo el éxito, creyendo firmemente que sin él, no hay felicidad posible. Sufrimos y nos sentimos frustrados e infelices cada vez que fracasamos en una tarea. La salida de la confusión deviene de encontrar otra fuente de valor y dignidad no ligada al éxito, ni al aplauso, a partir de la cual podamos relacionarnos con el mundo que nos rodea, sin competir con el otro para llegar más lejos, para saltar más alto, para ser el mejor: se trata del vínculo que se establece simplemente por saberse perteneciente a la comunidad humana.
Es evidente que compartimos esa virtud con todos y es importante darse cuenta de que ese vínculo, es suficiente para crear una conciencia de valoración y respeto que debe permanecer intacta, aun en el caso de aquellos que han perdido todo lo demás. Una red de contención y una fuente de serenidad que permanezca incólume frente a los problemas, las frustraciones cotidianas y las fluctuaciones de nuestro estado de ánimo, o mejor aún, que se fortifique en los momentos difíciles. Una sensación de pertenencia que es parte natural de la matriz misma de nuestro ser.
Desde esa perspectiva, nos resultará más fácil no desesperarnos cuando algo "No sale", porque sabremos que merecemos el reconocimiento, el respeto y la consideración de los demás, por el simple hecho de ser uno entre todos. Sin duda, este descubrimiento cancela para siempre uno de nuestros más primitivos y ancestrales temores: el miedo a ser abandonados. Estoy seguro de que dicho "descubrimiento" puede tener un efecto muy profundo, hacernos más receptivos, más comprensivos, más solidarios y más abiertos a la alegría de vivir.
Jorge Bucay
Del libro "El camino de la felicidad”
Adaptación: Oswaldo E, Porras Dorta,
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¿Qué son los Ciclos
de Reencarnación ?
También se podrían llamar Ciclos de Evolución del Espíritu, que se llevan a cabo mediante la reencarnación del mismo.
Se trata de series de encarnaciones sucesivas,( no quiero decir inmediatas), en un número limitado, programadas con el objetivo común de conquistar y superar determinadas metas de evolución y progreso espiritual durante las mismas.
Por ejemplo, si la meta a lograr fuese vencer el orgullo que nos impide evolucionar, tal vez el modo de lograrlo sería programando una serie de existencias en donde alternativamente se experimente la pobreza y la riqueza, o bien experimentando otras circunstancias que den ocasión de superar ese defecto y de conquistar la virtud que se le opone, como lo es la humildad.
Estos ciclos evolutivos que nos otorga la ley del Amor contienen cada uno de ellos, un número variable de vidas humanas, y cuando este número prefijado de existencias materiales se sobrepasa sin haber alcanzado los objetivos y las metas comprometidas para ese ciclo de reencarnaciones, el dolor experimentado ante el fracaso y la falta de conquista de esas metas previstas, reconduce a intentar nuevamente su conquista mediante algunas reencarnaciones más, pero en condiciones más duras o difíciles que le lleven a querer sobreponerse del estancamiento y salir de los estados de dolor que suponen estas vidas difíciles y duras, recuperando las oportunidades perdidas.
Una vez conquistadas las metas fijadas dentro de un mismo ciclo evolutivo, desde el plano espiritual se programa otro nuevo ciclo y se fijan otras nuevas metas.
Todas las existencias humanas que forman cada ciclo de reencarnación, suelen ser programadas bajo el mismo sexo, con el fin de dejar bien grabadas en el Ser las características de lo adquirido en ese ciclo como hombre o como mujer, para después en otro nuevo ciclo siguiente de reencarnaciones, cambiar de objetivos y por tanto a veces también de sexo.
El principal objetivo a que conducen los ciclos de reencarnación con las diversas existencias humanas, es el de aprender a amar a Dios en todos los seres de la Naturaleza, apartando y venciendo los defectos espirituales que nos lo impiden.
Jose L. Martín -
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de Reencarnación ?
También se podrían llamar Ciclos de Evolución del Espíritu, que se llevan a cabo mediante la reencarnación del mismo.
Se trata de series de encarnaciones sucesivas,( no quiero decir inmediatas), en un número limitado, programadas con el objetivo común de conquistar y superar determinadas metas de evolución y progreso espiritual durante las mismas.
Por ejemplo, si la meta a lograr fuese vencer el orgullo que nos impide evolucionar, tal vez el modo de lograrlo sería programando una serie de existencias en donde alternativamente se experimente la pobreza y la riqueza, o bien experimentando otras circunstancias que den ocasión de superar ese defecto y de conquistar la virtud que se le opone, como lo es la humildad.
Estos ciclos evolutivos que nos otorga la ley del Amor contienen cada uno de ellos, un número variable de vidas humanas, y cuando este número prefijado de existencias materiales se sobrepasa sin haber alcanzado los objetivos y las metas comprometidas para ese ciclo de reencarnaciones, el dolor experimentado ante el fracaso y la falta de conquista de esas metas previstas, reconduce a intentar nuevamente su conquista mediante algunas reencarnaciones más, pero en condiciones más duras o difíciles que le lleven a querer sobreponerse del estancamiento y salir de los estados de dolor que suponen estas vidas difíciles y duras, recuperando las oportunidades perdidas.
Una vez conquistadas las metas fijadas dentro de un mismo ciclo evolutivo, desde el plano espiritual se programa otro nuevo ciclo y se fijan otras nuevas metas.
Todas las existencias humanas que forman cada ciclo de reencarnación, suelen ser programadas bajo el mismo sexo, con el fin de dejar bien grabadas en el Ser las características de lo adquirido en ese ciclo como hombre o como mujer, para después en otro nuevo ciclo siguiente de reencarnaciones, cambiar de objetivos y por tanto a veces también de sexo.
El principal objetivo a que conducen los ciclos de reencarnación con las diversas existencias humanas, es el de aprender a amar a Dios en todos los seres de la Naturaleza, apartando y venciendo los defectos espirituales que nos lo impiden.
Jose L. Martín -
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