sábado, 28 de mayo de 2016

FELICIDAD Y ÉXITO


Obsesión espiritual

En las últimas décadas la obsesión se viene propagando en la Tierra, cada vez más y  más, causando perturbaciones y  sufrimientos de los más variados.

Ella es, ciertamente, una enfermedad, sólo que es enfermedad del alma, o mejor,  nuestra alma es la que favorece las condiciones necesarias para que las obsesiones se  puedan instalar.

Mas, que es una obsesión? Es el dominio que un espíritu ejerce sobre alguien. Ese dominio ocurre en grados variados, desde los más leves hasta aquellos que van de la fascinación a la  subyugación, pudiendo llegar a la  posesión.

Conforme explica Allan Kardec, el codificador del Espiritismo, “La  obsesión es una acción permanente que un espíritu malo ejerce sobre un individuo”.

Es usa acción permanente y  no esporádica, en que el espíritu perseguidor permanece junto al obsesado, usando todos los recursos que conoce y  de los cuales consigue echar mano, para alcanzar lo que pretende.

La acción obsesiva es ejercida por un espíritu que, en esa acción, está siendo malo; no es ejercida por un espíritu bueno, o así mismo por un “sufridor”, porque es una acción maléfica, orientada generalmente venganza.



PREGUNTA FRECUENTE

¿Un espíritu puede ser eternamente malo?

 Cuando se habla de espíritus malos no se quiere decir que ellos lo sean eternamente, o que hayan sido creados así. Ellos no son diferentes de nosotros, apenas siguieron por caminos e desacuerdo con las leyes cósmicas descendiendo moralmente a los más diversos niveles. Hay obsesores que actúan con maldad solamente en relación a los objetos de su odio. Otros sienten verdadero placer en ser malos y  hay así mismo aquellos terriblemente perversos, crueles, verdaderos monstruos de maldad y perversiones de toda naturaleza. Son los que muchos clasifican como Demonios, Satanás, Diablo etc.

Mas el espíritu nunca retrocede en su evolución. Los valores adquiridos permanecen latentes en su inconsciente, y  sus caídas morales son temporales, así mismo duren milenios.

Muchos espíritus, al alcanzar un mediano grado de evolución a través de las experiencias reencarnatorios en el  bojo do tiempo, cuando se les comienza a despertar la conciencia divina, llamándolos para lo Alto, prefieren las atracciones inferiores, sumergiéndose en el fondo de las pasiones. Y, en ese hipase entre los dictámenes de la conciencia y  sus escogencias, tratan de apartarse de los llamados superiores, aislándose de la esencia de sus propios espíritus, que es luz de Dios. Es como si envolviesen la conciencia en una energía de negación, sofocándola. Más todos ellos, de los malos a los peores, un día se cansaran de su  propia maldad, retomando el camino de la evolución. Dios no iría a crear seres que pudiesen, para siempre, dedicarse al mal.

En los centros espiritas, en los trabajos de desobsesión, acontecen innumerables episodios en que alguno de esos terribles “espirilos del mal” acaba abandonando las regiones inferiores, decidido a cambiar de vida, pasando a preparar-se para una nueva reencarnación que, ciertamente, será muy sufrida, mas representa el paso inicial en su reconquista evolutiva. En esos casos generalmente hay la actuación de alguien que le es muy querido, como por ejemplo, alguien que fuera su madre en la Tierra, y que desciende de regiones de luz y armonía para convencer aquel ser amado de cambiar de rumbo.

Ya los espíritus que alcanzaron mayor grado de evolución, cuyas conciencias ya se encuentran armonizadas con el esplendor de las leyes divinas, esos no se sienten más atraídos por los llamados inferiores, porque ya eliminaros de si mismos todos los residuos de la naturaleza animalizada. Aquella leyenda sobre el Ángel que sentía envidia y  tenía la ambición de asemejarse a Dios y  por eso fue lanzado al infierno, tiene simbolismos diferentes, porque un ser espiritual tan elevado no cae. La ambición, la  envidia, el odio, el egoísmo y semejantes, son valores negativos que solamente se vigorizan en las fajas primarias de la evolución.

PREGUNTA FRECUENTE

¿Por qué algún espíritu obsesiona a una persona reencarnada?

Las obsesiones casi siempre acontecen por cuestiones de venganza y  podemos así mismo decir que los obsesores son nuestros cobradores. Ellos nos están cobrando algún mal que les hicimos, generalmente, en vidas pasadas.

También existen casos de obsesión por espíritus que fueron abortados. Viendo frustrados sus ideales de retornar a la  Tierra, a través de la reencarnación, procuran vengarse de las mujeres que les dieron acogida, más enseguida los expulsaron de sus vientres.

Innumerables procesos obsesivos también tienen inicio en conductas viciosas, o que estén en conflicto con valores morales, porque en estos casos los semejantes se atraen.

Hay todavía los casos de obsesión encomendados en trabajos de magia negra, orientados a  perjudicar a  alguien.


PREGUNTA FRECUENTE

¿Cómo puede alguien contraer una obsesión a través de su conducta?

 En las actividades mediúmnicas y  también en la  bibliografía psicografiado, se encuentran innumerables narrativas sobre personas que frecuentaban ambientes de bajo nivel moral-espiritual, como por ejemplo, lupanares, donde atraían espíritus viciados en el sexo que pasaban a acompañarlos, induciéndolos a la  lujuria y a la corrupción, a fin de poder saciarse con las energías sexuales degeneradas que eran generadas en esos actos.

De la misma forma con relación a los más diversos vicios, y  hasta así mismo a conductas deshonestas o otras que hieren a ética cósmica.

Todos nosotros tenemos las compañías espirituales que atraemos a través de nuestras actitudes y  acciones.


PREGUNTA FRECUENTE

¿Qué es posible hacerse para “curar” una obsesión?

 En cualquier proceso de obsesión el remedio está en una conducta asentada en la ética cósmica; está en la reforma interior. También es importante procurar un centro espirita (cuando esto fuera posible) para recibir pases* y orientaciones, y para que el espíritu obsesor pueda ser debidamente asistido en trabajos específicos. Los centros espiritas, de orientación kardecista, son instituciones donde mejor se conoce esos asuntas y donde se trabaja sistemáticamente para ayudar en situaciones como esas.

Mas la cura depende principalmente del obsesado, del esfuerzo que haga por su propio crecimiento e iluminación. Cuando consiga desenvolver el amor en sus sentimientos, transformándolo en una constante en sus actitudes, con eso estará elevando la propia frecuencia vibratoria, huyendo a la  sintonía que tenía con el espíritu obsesor. Esto es muy importante porque esas persecuciones espirituales movidas por sentimientos de venganza muestran que el perseguido de hoy es el verdugo de ayer, o sea, tiene una deuda kármica que precisa rescatar. En estos casos la mejor forma de rescate está en conseguir el perdón del obsesor y  ayudarlo a encontrar el camino para su propio crecimiento espiritual.

Cuando algún espíritu perseguidor, o así mismo alguna entidad de bajísima condición espiritual es envuelto en las vibraciones de amor del grupo, se observa en el gran cambio.

Un médium vidente presente a los trabajos puede observar como esos cambios son radicales. Un espíritu de baja vibración generalmente es visto por los videntes con apariencia fea y hasta así  mismo horrible, y vestido o envuelto en ropajes oscuros, mal olorosas y  de desagradable aspecto. Mas, cuando recibe la vibración de amor del grupo y del médium que lo incorpora, algo en el comienza a desintegrarse. Entonces, el adoctrinador conversa con el, llevándolo a ver que así se está perjudicando a si mismo, atrasando su propia evolución. Procura llevarlo a perdonar y apartarse de quien está persiguiendo. Los espíritus benefactores, responsables por el trabajo, también usan innumerables otros recursos, tales como traer algún espíritu que fue muy querido al obsesor, para intentar convencerlo de perdonar y abandonar la persecución. Así, con el desarrollo de los trabajos hasta su apariencia se va modificando hacia lo mejor.

Aportado por MercedesCruz -

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•          El pase es una transfusión energética y  limpieza del campo magnético de la persona necesitada. Es administrado en los centros espiritas por personas preparadas para ese menester, que  utilizan  las manos para esa transfusión energética, que representa un gesto de amor. En esos casos hay siempre la asistencia de espíritus competentes en la manipulación de energías.

• * El  pase es una transfusión energética y limpieza del campo magnético de la persona necesitada.

Es administrado en los centros espiritas por personas preparadas para ese menester, que utilizan las manos para esa transfusión energética, que representa un gesto de amor.

En esos casos hay  siempre la asistencia de los espíritus competentes en la manipulación de las energías.

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ROUSTAINGUISTAS, CHIQUISTA, ANDRELUIZISMO, SECULAR, RELIGIOSO, KARDECISTA RAMATIS LIBREPENSADOR ETC....
Por Maria das Graças Cabral
Al iniciar el estudio De El Libro de los Espíritus, nos deparamos en su introducción, con el gran cuidado de Allan Kardec, para con las palabras a ser empleadas en el cuerpo doctrinario espirita. En un primer momento, podríamos entender que tal diligencia, se debiese al hecho de ser el Codificador por formación académica, un pedagogo. Lingüista insigne, que hablaba alemán, inglés, italiano, español y holandés. Escribió gramáticas, aritméticas, estudios pedagógicos superiores; tradujo obras inglesas y alemanas. O sea, en la condición de poliglota y profundo conocedor de la lengua francesa, su idioma patriarcal, sabia de las palabras para que un discurso fuese claro, y alcanzase su objetivo.

No obstante, podríamos también considerar, que en la condición de organizador de toda una gama de conocimientos, advenidos de Espíritus de alta evolución para la estructuración de una obra, que según J. Herculano pires, sería “el código de una nueva fase de la evolución humana”, buscase “cuidar” de las palabras que debía emplear en esa sistematización, para evitar que el uso inadecuado de las mismas, fuese a “desvirtuar” los preceptos doctrinarios.
Y así, el Codificador inicia la Introducción de El Libro de los Espíritus diciendo que: - Para las cosas nuevas necesitamos de palabras nuevas, pues así, lo exige la claridad de lenguaje, para evitar la confusión inherente a los múltiples sentidos de los propios vocablos. “Se observa claramente, que el maestro trata la doctrina como algo innovador, consciente de la grandeza de sus revelaciones. Sabía que los asuntos abordados, envolvían grandes cuestionamientos de la humanidad, que hasta entonces nunca habían sido tratados tan objetivamente. No quería por tanto, que palabras con sentidos ya definidos, distorsionan los preceptos fundamentales de la nueva doctrina.
Enseguida, el Maestro Lionés se reporta a las palabras espiritual, espiritualista, espiritualismo, demostrando que las mismas ya tenían un significado bien definido – entendiéndose por espiritualismo- toda filosofía religiosa que predica la existencia de un ser o realidad distinto de la materia. Entendía Kardec , que no aplicando a la Doctrina Espirita tales palabras, se evitaría la multiplicación de las ya numerosas causas de ambigüedad y de doble sentido, (anfibología), que acabarían por generar graves conflictos de entendimiento.
De ahí, el codificador establece que “en lugar de las palabras espiritual y espiritualismo” – para designar la Doctrina de los Espíritus – la palabra adecuada sería espirita o espiritismo. Y concluye afirmando que “Los adeptos del Espiritismo, serán los espiritas, o si lo quisieren espiritistas. “Según Kardec, el Libro de los Espíritus tiene como especialidad la Doctrina Espirita, y como generalidad el Espiritualismo, de ahí, la referida obra trae abajo del título, las palabras Filosofía Espiritualista.

Sucede, que el cuidado de Kardec, fue totalmente negligenciado por los espiritas. Es un hecho que se identificase en la abundancia de obras publicadas, en los discursos y en el habla de la gran mayoría de los espiritistas, no solo palabras, más también teorías y filosofías, totalmente extrañas al cuerpo doctrinario espirita, y que alteran frontalmente sus preceptos.
Desde la muerte de Kardec, el Espiritismo viene sufriendo crueles distorsiones. Vale recordar que la propia Revista Espirita, con su muerte, cayó en las manos de Pierre Gaetan Leymarie, que por su excesivo espíritu de tolerancia, desvirtuó la finalidad de la misma, abriendo sus páginas a la propaganda de filosofías espiritualistas, inclusive a la de Roustaing, que diverge frontalmente del Espiritismo.
No obstante, oportuno resaltar, los desdoblamientos sufridos por la palabra “espirita” designada por Kardec a los adeptos de la Doctrina de los Espíritus. El referido vocablo, vendría a ser acompañado de ciertos adjetivos, visando hacer una distinción ideológica en el propio medio espirita. En 1880, cuando Brasil despertaba para el estudio de la nueva doctrina, recién llega al país, ya comenzaban a surgir las divergencias de pensamientos con relación a los aspectos filosófico, científico y religioso de la misma. Ante la discordancia, pasaron los espiritas de la época a ser identificados, dependiendo de la línea del pensamiento, por espiritas científicos, espiritas místicos, o espiritas kardecistas.
Con el pasar del tiempo, algunos adjetivos se consustanciaron, como es el caso del “espirita cristiano”, que es la denominación dada al adepto del espiritismo Cristiano, lanzado por el abogado de Bordeaux y opositor de Kardec, Jean Baptiste Roustaing, en la obra Los Cuatro Evangelios, editado por la FEB.
Modernamente, la variedad de adjetivos aumentó grandemente dentro del movimiento espirita, puesto que, se tiene espirita, roustanguista, chiquista, andreluicista, laico religioso, kardecista, ramatista, librepensador, etc. se puede aseverar que hoy, el movimiento espirita está formado por numerosas corrientes espiritualistas, conocidas todas ellas como Espiritismo.
No obstante, en la búsqueda de una identidad filosófica y/o religiosa, y en razón de la “anfibología” creada para la palabra “espirita”, aquel que se considera adepto a la Doctrina de los espíritus, positivada en la Obras Fundamentales que forman el pentateuco, y codificadas por el maestro Allan Kardec, se identifica como “espirita Kardecista”, o simplemente “kardecista”, distinguiéndose de las demás corrientes de pensamiento espiritualista, y de los seguidores de cultos afro-brasileños, los cuales también se auto-denominan espiritas.
Algunos compañeros, juzgan que “espiritista kardecista” sería una redundancia, pues todo espiritismo debería ser Kardecista. Es un hecho que sería una redundancia, si no estuviésemos ante tantas corrientes espiritualistas que adoptaron la denominación de espirita.
Vale resaltar que hay innumerables espiritas, que no son kardecistas. Algunos nunca leyeron ninguna obra codificada por Allan Kardec. Serian considerados creyentes. No obstante, la Doctrina Espirita es una doctrina anti dogmática, racional y evolucionista, que predica la fe razonada, y exige de sus adeptos el estudio constante y profundo de sus principios libertadores, positivados en las obras fundamentales, que son: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Mediums, El Evangelio Según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno, La Génesis, el pequeño libro introductorio al estudio de la doctrina Qué es el Espiritismo y Obras Póstumas, que según J. Herculano Pires, representa el testamento doctrinario de Allan Kardec.
Ante lo Expuesto, es un hecho que los cuidados del Codificador para que la Doctrina de los Espíritus no se perdiese en las palabras, no impidió que tal cosa ocurriese.
Modernamente, aquellos que estudian la codificación con dedicación y de una forma atenta, constatan con profundo pesar, la adulteración de los preceptos doctrinarios, presentes en las traducciones y en las nuevas ediciones de las obras fundamentales de la Doctrina espirita: en la “importación” de filosofías extrañas a los preceptos espiritas en la vasta producción literaria publicada y divulgada; en los discursos y textos. En fin, la anfibología se hace presente en el discurso espirita a pesar de todo el cuidado de Kardec en evitar que el Espiritismo viniese a enredarse en sus redes, generando los actuales conflictos de entendimiento.
Además de eso, es un hecho que el desvirtuamiento de la Doctrina de los espíritus, va mucho más allá de las palabras y de las fronteras, puesto que Brasil, es el mayor exportador de obras de divulgadores espiritas.
En verdad, cada día, me admiro más y más con lo que leo, oigo y presencio, por parte de los espiritas, independientemente de la clase social o del grado de escolaridad. Como también, me espanto con los rumbos tortuosos tomados por el movimiento espirita brasileño.
No obstante, no podemos abandonar la lucha. Algunos compañeros ya me preguntaron:- ¿Qué hacer ante la dimensión del problema? Respuesta que no quiero callar: - que cada uno haga su parte. No seamos omisos, cobardes, o acomodados, pues la responsabilidad es individual. Vamos con mucho amor y disposición, a vivir, estudiar y divulgar con fidelidad la Doctrina Espirita, positivada con brillantez en las obras fundamentales, por el genio del insigne codificador Allan Kardec. Las consecuencias vendrán naturalmente con el tiempo. ¡Al final todos somos Espíritus eternos!
Fuente: http://espiritoverdade.com.br

Traducción de M:C.
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                                      FELICIDAD Y   ÉXITO 

Como veremos después, la comparación con lo que otros tienen es una de las maneras favoritas de construir expectativas. Existe una gran tentación en la que todos caímos alguna vez.: comparar la felicidad propia con la que imaginamos que disfrutan los exitosos. Para promover nuestro bienestar, una buena tarea de investigación sería hablar con aquellos que han logrado grandes éxitos y preguntarles si son felices. Siempre encontraremos lo mismo: los que dicen que lo son, ya lo eran antes de obtener el éxito; y quienes eran desdichados antes de tener éxito, continúan siendo desdichados después o son todavía más infelices que antes (como siguen equiparando el éxito con la felicidad y no la han alcanzado, dedican mas tiempo a buscar mayores éxitos que a realizar aquellas cosas que en realidad les permitirían sentirse felices). ¿Por qué entonces nos obsesiona tanto el éxito?
Muchos de los pacientes que he atendido perseguían el éxito porque sus padres sólo les demostraban amor cuando eran exitosos. Aprendieron, pues, a buscar el éxito para ser amados para otros, el éxito profesional actúa como disparador natural del aplauso del afuera y se han vuelto adictos a esta valoración. A partir de allí, la droga del reconocimiento o la admiración de los demás, es buscada en dosis cada vez mayores, para calmar el dolor del silencio o conjurar el temor enfermizo a la crítica. Los hombres, en particular, tienden a equiparar la felicidad con el éxito profesional y material, porque creen que éste atrae a las mujeres. Tal es la fuerza motivacional de la atracción entre los sexos. Por igual razón, muchas mujeres condicionan su felicidad a sentirse bellas y deseadas.
Algunos de nosotros hemos vivido largos periodos de nuestra vida persiguiendo el éxito, creyendo firmemente que sin él, no hay felicidad posible. Sufrimos y nos sentimos frustrados e infelices cada vez que fracasamos en una tarea. La salida de la confusión deviene de encontrar otra fuente de valor y dignidad no ligada al éxito, ni al aplauso, a partir de la cual podamos relacionarnos con el mundo que nos rodea, sin competir con el otro para llegar más lejos, para saltar más alto, para ser el mejor: se trata del vínculo que se establece simplemente por saberse perteneciente a la comunidad humana.
Es evidente que compartimos esa virtud con todos y es importante darse cuenta de que ese vínculo, es suficiente para crear una conciencia de valoración y respeto que debe permanecer intacta, aun en el caso de aquellos que han perdido todo lo demás. Una red de contención y una fuente de serenidad que permanezca incólume frente a los problemas, las frustraciones cotidianas y las fluctuaciones de nuestro estado de ánimo, o mejor aún, que se fortifique en los momentos difíciles. Una sensación de pertenencia que es parte natural de la matriz misma de nuestro ser.
Desde esa perspectiva, nos resultará más fácil no desesperarnos cuando algo "No sale", porque sabremos que merecemos el reconocimiento, el respeto y la consideración de los demás, por el simple hecho de ser uno entre todos. Sin duda, este descubrimiento cancela para siempre uno de nuestros más primitivos y ancestrales temores: el miedo a ser abandonados. Estoy seguro de que dicho "descubrimiento" puede tener un efecto muy profundo, hacernos más receptivos, más comprensivos, más solidarios y más abiertos a la alegría de vivir.
Jorge Bucay
Del libro "El camino de la felicidad”
Adaptación: Oswaldo E, Porras Dorta,

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¿Qué son los Ciclos 

de Reencarnación ?


 También se podrían llamar Ciclos de Evolución del Espíritu, que se llevan a cabo mediante la reencarnación   del mismo.
  Se trata de series  de encarnaciones sucesivas,( no quiero decir inmediatas), en un número limitado, programadas con el objetivo común de conquistar y superar determinadas   metas de evolución  y progreso espiritual durante las mismas.
  Por ejemplo, si la meta a lograr fuese vencer el orgullo que nos impide evolucionar, tal vez el modo de lograrlo sería programando una serie de  existencias en donde alternativamente se experimente la pobreza y la riqueza, o bien experimentando otras circunstancias que  den ocasión de superar ese defecto y de conquistar la virtud que se le opone, como lo es la humildad.
Estos  ciclos evolutivos que nos otorga la ley del Amor  contienen cada uno de ellos, un número variable  de vidas humanas, y cuando este número prefijado de existencias materiales se sobrepasa sin haber alcanzado los objetivos y las metas comprometidas para ese ciclo de reencarnaciones, el dolor  experimentado ante el fracaso  y la falta de conquista de esas metas previstas, reconduce a  intentar nuevamente su conquista mediante algunas reencarnaciones más, pero en   condiciones  más duras  o difíciles que le lleven a  querer sobreponerse del estancamiento y salir  de los estados de dolor que suponen estas vidas difíciles y duras, recuperando las oportunidades perdidas.
Una vez conquistadas las metas fijadas dentro de un mismo ciclo evolutivo, desde el plano espiritual se  programa otro  nuevo ciclo y se fijan  otras  nuevas metas.
Todas las existencias humanas que forman cada ciclo de reencarnación, suelen ser programadas  bajo el mismo sexo, con el fin de dejar bien grabadas en el Ser  las características de lo adquirido en ese ciclo  como hombre o como mujer, para  después en otro  nuevo ciclo siguiente de reencarnaciones, cambiar de objetivos y  por tanto a veces también de sexo.
 El principal objetivo a que conducen los ciclos de reencarnación  con las diversas existencias humanas, es el de aprender a amar a Dios en todos los seres de la Naturaleza, apartando y venciendo los defectos espirituales que nos lo impiden.

Jose L. Martín -

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viernes, 27 de mayo de 2016

ALTRUISMO Y EGOÍSMO


Distinción de los buenos y de los malos Espíritus

*. Si la identidad absoluta de los Espíritus es, en muchos casos, una cuestión
accesoria y sin importancia, no sucede lo mismo con la distinción de los buenos o malos
Espíritus; su individualidad puede sernos indiferente, su cualidad no lo es jamás. En
todas las comunicaciones instructivas es en donde debe concentrarse más la atención, porque esta sola es la que
puede darnos la medida de la confianza que debemos tener con el Espíritu que se
manifiesta, cualquiera que sea el nombre que tome. ¿El Espíritu que se manifiesta, es
bueno o malo? ¿A qué grado de la escala espiritista pertenece? Aquí está la cuestión
principal. 
. Se juzga a los Espíritus, hemos dicho, como se juzga a los hombres, por su
lenguaje. Supongamos que un hombre reciba veinte cartas de personas que le son
desconocidas; por el estilo, por los pensamientos, por una multitud de señales conocerá,
en fin, las que son instruidas o ignorantes, finas o mal educadas, superficiales,
profundas, frívolas, orgullosas, formales, ligeras, sentimentales, etc. Lo mismo sucede
con los Espíritus; debe considerárseles como corresponsales que jamás han visto, y
preguntarse qué es lo que se pensaría del saber y del carácter de un hombre que dijera o
escribiera semejantes cosas. Se puede poner como regla invariable y sin excepción, "que
el lenguaje de los Espíritus está siempre en razón de su grado de elevación". Los
Espíritus realmente superiores no sólo dicen grandes cosas, sino que las dicen en
término que excluyen, de la manéra más absoluta, toda trivialidad; por buenas que sean
estas cosas, si están empañadas con una sola expresión que resienta la bajeza, es una
señal indudable de su inferioridad y con mucha más razón si el conjunto de las
comunicaciones hiere la decencia por su grosería. El lenguaje descubre siempre su
origen, sea por el pensamiento que manifiesta, sea por su forma, y aun cuando un
Espíritu quisiera engañarnos sobre su pretendida superioridad, basta conversar algún
tiempo con él para conocerle.
. La bondad y benevolencia son también atributos esenciales de Espíritus
depurados; no odian ni a los hombres ni a los Espíritus; compadecen las debilidades,
critican los errores, pero siempre con moderación, sin aversión ni animosidad. Si se
admite que los Espíritus verdaderamente buenos sólo pueden querer el bien y decir
cosas buenas, se deducirá en consecuencia que el lenguaje de los Espíritus
que manifieste falta de bondad y benevolencia, no dimana de un Espíritu bueno.
. La inteligencia está lejos de ser una señal cierta de superioridad, porque la
inteligencia y la moral no siempre marchan juntas. Un Espíritu puede ser bueno, benévolo
y tener conocimientos limitados, mientras que un Espíritu inteligente e instruido puede
ser muy inferior en moralidad.
Se cree con bastante generalidad que, preguntando al Espíritu de un hombre que
ha sido sabio en una especialidad sobre la Tierra, se obtendrá con más facilidad la verdad;
esto es lógico y, sin embargo, no es siempre verdadero. La experiencia demuestra
que los sabios, lo mismo que los otros hombres, sobre todo aquellos que han dejado la
Tierra hace poco, están aun bajo el imperio de las preocupaciones de la vida corporal; no
se desprenden inmediatamente del Espíritu de sistema. Puede, pues, suceder, que bajo
las influencias de las ideas que tuvieron cuando vivían y con las cuales se hicieron un
titulo de gloria, vean menos claro de lo que nosotros lo pensamos. No damos este
principio como una regla, mucho le falta; decimos únicamente que esto se ve, y que por
consiguiente su ciencia humana no siempre es una prueba de infalibilidad como Espíritu


EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC.


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La ternura y la amabilidad... 

“La ternura y la amabilidad con los demás no son signos de debilidad o desesperación, sino manifestaciones de fuerza y decisión.” 

Kahlil Gibran.

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                                            LA SUBYUGACION DEL ESPÍRITU


La subyugación es una restricción que paraliza la voluntad del que la sufre y le hace obrar a pesar suyo. En una palabra, es su verdadero yugo.
La subyugación puede ser moral o corporal. En el primer caso, el subyugado es solicitado a tomar determinaciones muchas veces absurdas y comprometidas, que por una especie de ilusión las cree sensatas; es una especie de fascinación. En el segundo caso el Espíritu obra sobre los órganos materiales y provoca los movimientos involuntarios. Se traduce en el médium escribiendo por una necesidad incesante de escribir, aun en los momentos más inoportunos. Nosotros los hemos visto que, a falta de pluma o de lápiz, escribían con el dedo por todas partes en donde se encontraban, en las mismas calles, en las puertas y en las paredes.
La subyugación corporal va algunas veces más lejos; puede conducir a los actos más ridículos. Hemos conocido a un hombre que no era joven ni hermoso, que bajo el imperio de una obsesión de esta naturaleza se veía obligado por una fuerza irresistible a ponerse de rodillas ante una joven, con la cual no había tenido ninguna intención y pedirla en matrimonio. Otras veces sentía en las espaldas y en las piernas una presión enérgica, que los forzaba contra su voluntad a pesar de la resistencia que hacía al ponerse de rodillas y besar el suelo en los parajes públicos y en presencia de la multitud. Este hombre pasaba por loco entre sus relaciones; pero nosotros nos hemos convencido de que no lo era, porque tenía el pleno convencimiento del ridículo, de lo que hacía contra su voluntad, por lo que sufría horriblemente.


241. En otro tiempo se daba el nombre de posesión al imperio ejercido por malos Espíritus, cuando su influencia llegaba hasta la aberración de las facultades. La posesión sería para nosotros sinónima de subyugación. Si no adoptamos este término es por dos razones: la primera porque implica la creencia de seres creados para el mal entregados perpetuamente a él, mientras que solo hay seres más o menos imperfectos y que todos pueden mejorarse. La segunda, porque implica igualmente la idea da la toma de posesión de un cuerpo por un Espíritu extraño, de una especie de cohabitación, mientras que sólo hay una sujeción, La palabra subyugación expresa perfectamente el pensamiento. De este modo para nosotros no hay poseídos en el sentido vulgar de la palabra: sólo hay obsesos, subyugados y  fascinados .


EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
ALLAN KARDEC


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ALTRUISMO Y EGOÍSMO

Jorge Hessen
Nuevas investigaciones revelan que el principio de la evolución puede ocurrir en términos también más caritativos de lo que habituamos concebir. Contrariando la vieja tesis de Charles Darwin que sugería ser mejor para el hombre tomar decisiones favoreciendo a si mismo (egoísmo), estudiosos han alegado que el principio evolucionista solo favorece a los altruistas. Tales investigaciones atestiguaron que si los hombres eligiesen desempeñar relaciones egoístas, la raza humana podría haber sido extinguida del planeta. Siendo así la abnegación y el espíritu cooperativo trazan la conservación de la humanidad- (1)
Edward Wilson, de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, afianza que la evolución del altruismo es el problema teórico central de la socio biología (2). La cuestión ya intrigaba al padre de la Teoría de la Evolución, que en 1871, en el libro “El <origen del Hombre”, utilizo la selección del grupo para explicar la evolución de la moralidad humana. Darwin defendía que el comportamiento moral no trae ventaja para el individuo, que lucraría más desobedeciendo las reglas para actuar de acuerdo con su propia voluntad. Aunque, reconozca que una tribu regida por valores que enfaticen “El espíritu de patriotismo, fidelidad, obediencia, coraje y solidaridad. ciertamente será más coherente y organizada y así tendrá mayores probabilidades de ganar la carrera por los recursos naturales o territorios con tribus menos virtuosas. Por lo tanto, la selección natural actuará no solamente sobre individuos, más también sobre grupos competidores.
En la visión del biólogo Robert Trivers, de la Universidad de Rutgers, en Nova Jersey los seres humanos, son menos cooperativos que los insectos sociales [hormigas y abejas]. Entretanto, sus colegas Williams Hamilton, considerado uno de los mayores teóricos de la evolución de todos los tiempos y Richard Dawkins, de la Universidad de Oxford, entienden que la naturaleza no es prodiga y guarda tantos o más ejemplos de egoísmo como de altruismo. (3)
Algunos teóricos afirman que entre los humanos hay un sistema de altruismo reciproco con un medio de intercambio - dinero - que unió al mundo entero en una economía inter-ligada, más con muchos más conflictos internos y mucho menos altruismo. Se afirma que quien es altruista con los “suyos” no es generoso – es nepotista. (4) ¿Será que podemos calificar de altruismo aquello que hacemos con vistas a una retribución futura? Queda la sensación de que, bajo la piel de cordero del altruismo, vamos siempre a encontrar un lobo egoísta. Más allá, es exactamente lo que afirmó en 1974 el biólogo americano Michael Ghiselin: “araña a un altruista, y usted verá sangrar a un egoísta”. (5)
La palabra “altruismo” fue cuñada en 1831, por Augusto Comte, Padre del Positivismo, para caracterizar el conjunto de las disposiciones humanas (individuales y colectivas) que inclinan a los hombres a dedicarse a los otros. Ese concepto se opone, por tanto, al egoísmo, que son las inclinaciones específicas y exclusivamente individuales ( personales o colectivas).
El pensador Samuel Bowles (6) pone en duda la teoría de Darwin sobre la idea de que los hombres son enteramente egoístas. El comportamiento humano es mucho más complejo que la teoría supone de la evolución. Para Bowles la selección natural puede producir especies altruistas y cooperativas. Diversas pesquisas que realizó demostraron que la selección natural puede producir especies altruistas y cooperativas – en vez de seres humanos enteramente egoístas. En el punto de vista de Samuel Bowles, o naturalista Charles Darwin estaba errado. Bowles radicaliza su tesis al afirmar que las personas se ayudaban antes de existir la biblia. Para el, ayudar es un acto humano, sin necesariamente estar relacionado a aprendizaje de una religión. La mayoría de las personas no actúa de manera egoísta, como se creía antiguamente a la luz de la teoría de la evolución, hasta porque, menos de un tercio de las personas es egoísta. El mundo se está tornando más altruista y menos egoísta según la concepción de Bowles. (7)
¿Será que la tesis Bowles procede? Las instrucciones de los Espíritus no lo confirman. “Teniendo el Espiritismo, la tarea de colaborar para el desenvolvimiento moral de la humanidad, lo que elevará a la Tierra en la Jerarquía de los mundos, el egoísmo es el blanco, para lo cual, los espiritas, principalmente, “deben dirigir sus armas, sus fuerzas y todo su coraje”, combatiéndolo en si mismo.”(8) El egoísmo, considerado por Emmanuel, como el “hijo del orgullo” y el “monstruo devorador de todas las inteligencias”, porque las domina, direccionándolas para el mal, el dolor y el sufrimiento, “es la fuente de todas las miserias terrenas”, porque lleva al hombre a pensar solamente en sí, impidiéndolo de hacer crecer el amor, inherente en sí, en el ser espiritual, en la potencialidad a ser desenvuelta por su voluntad. “La Tierra es un planeta sorprendente, un rico pedigrí, más el único elemento que ahí desentona de la naturaleza es justamente el hombre, avasallado por el egoísmo. El actual estado del espíritu del hombre moderno, que tanto se preocupa con el “bienestar en la vida”, Ganar dinero”, y “trabajar para enriquecerse” constituye una fuerte expresión ignorancia de los valores espirituales en la Tierra, donde se verifica la inversión de casi todas las conquistas morales. Ese exceso de inquietud, no más desenfrenado egoísmo, ha provocado la crisis moral del mundo. Cara a eso los mayores obstáculos que Dios encuentra en nosotros, para que recibamos su socorro indirecto, afectuoso y eficiente son oriundos de la ausencia de humildad sincera en los corazones; para el examen de la propia situación de egoísmo.” (9)
Las anomalías morales en los procedimientos de desorden y de brutalidad son indicios de atraso moral o de estacionamiento en el exclusivismo- “Las criaturas, de un modo general, tienen aún mucho de la tribu, encontrándose encarcelados en los instintos propiamente humanos, en la lucha de las posiciones y de las adquisiciones, dentro de un egoísmo casi feroz, como si guardasen consigo, indefinidamente, las herencias de la vida animal.” (10)
La doctrina Espirita expone que en la eclosión de los manifiestos egoístas, innatos en los seres humanos, hay siempre el sabor amargo de la inutilidad en el corazón de los seres desengañados por la hegemonía del individualismo. En ese sentimiento de frustración puede degustar la expansión de sus búsquedas irresistibles y profundas para lo “más alto”. En esa oportunidad, el altruismo, la fraternidad y el amor conquistan una nueva expresión en lo íntimo de la criatura, a fin de que el hombre pueda alcanzar el gran vuelo para los más excesos destinos.

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¡Valorando la vida!


Queridos amigos, hola buenos días, mucho hemos hablado y dicho, y seguiremos diciendo, por eso hoy que he experimentado la visita de mi amigo la enfermedad, y que se ha dejado caer, en el ser que más nos quiere en este mundo, el que nos ha llevado en sus entrañas, y que nos ha protegido, “nuestra madre”, mirando a mi vieja pensé: ¡Dios mío! Ella un día partirá, tendrá que regresar, y es entonces cuando me he puesto a valorizar el tiempo que paso con ella, porque cada vez se irá haciendo más corto, es natural.
Espero que ella pronto mejore, y vuelva a ser la misma, la necesito a mi lado, nunca me separe de ella, pero en fin Dios por encima de todas las cosas nos ama a todos y sabe que es lo que más nos conviene, no quiero pecar de egoísta.
La vida no es una cosa vana, la cual puede usarse con ligereza, es una lucha para la conquista del cielo, una obra elevada y grave, de edificación, de perfeccionamiento; una obra regida por leyes augustas y equitativas, por encima de las cuales se cierne la eterna Justicia templada por el amor.
La justicia no es una palabra vacía, en algún sitio existen compensaciones para todos los dolores, una sanción a todos los deberes, un consuelo para todos los males.
Esta justicia absoluta, soberana, cualesquiera sean nuestras opiniones políticas y conocimientos sociológicos, no es de nuestro mundo. Las instituciones humanas no son aún instrumento de ella.
Las religiones han perdido mucho de su prestigio, y los frutos envenenados del materialismo aparecen por todas partes. Al lado del egoísmo y la sensualidad de unos, se desarrolla la brutalidad y codicia de otros. Los actos de violencia, los asesinatos y los suicidios se multiplican. Hay muchos sinsabores en el planeta Tierra. Esto es el resultado de una falsa educación-
Dios absoluto y eterno, conoce nuestras necesidades, oye nuestros llamados y nuestros pedidos y es sensible a nuestros dolores, es adonde todos los seres, por el pensamiento y el sentimiento, van a buscar las fuerzas, el socorro y la inspiración necesaria para guiarse en las vías del destino, para sostenerse en las luchas, consolarse en sus miserias, levantarse en sus desfallecimientos y caídas.
No debemos buscar a Dios en los templos de piedra o de mármol, hemos de buscarlo en el templo eterno de la Naturaleza, en el espectáculo de los mundos, en los esplendores de la vida, en los horizontes, en los valles, en las llanuras, en los montes, en el mar, en la morada terrestre.
Dios rige el Universo se oculta a todos los hombres. Las cosas están dispuestas de manera que nadie está obligado a creer en ellas. La existencia del ser se desarrolla y los acontecimientos se suceden sin relación aparente; pero la inminente justicia se cierne desde lo Alto, y rige los destinos, según un principio ineludible, en donde todo se encadena y en una serie de causas y efectos. Su conjunto constituye una armonía que el Espíritu, exento de prejuicios e iluminado por un rayo de sabiduría, descubre y admira.
El universo se descubre a nuestra vista a medida que la capacidad en comprender sus leyes se desarrolla y amplifica, en nosotros. Dios es invisible en ambos lados de la vida, en la tierra y en el mundo espiritual; para aquellos que aun no han alcanzado la pureza suficiente para reflejar sus divinos rayos.
Todo manifiesta la presencia de Dios. La Naturaleza y la humanidad cantan y celebra el amor, la belleza y la perfección; todo lo que vibra y respira, es un mensaje de Dios, está en cada uno de nosotros en el templo vivo de la conciencia. Allí es un lugar sagrado, el santuario donde se oculta la chispa divina.
Todos debemos aprender a sondearnos a nosotros mismos, y registras los rincones más íntimos de nuestro Ser, interrogarnos en el silencio y en la soledad. Así aprenderemos a conocernos, a conocer el poder que está oculto en nosotros. El es el que nos eleva y hace resplandecer en el fondo de nuestras conciencias las santas imágenes del bien, , de la verdad y de la justicia , honrando a estas imágenes divinas y rindiéndoles el culto todos los días, lograremos purificarnos y que la conciencia se alumbre, perdiendo las oscuridades que la mantienen cautiva.
El Universo no es como aparece a nuestros débiles sentidos; el mundo físico no constituye nada más que una ínfima parte del mismo. El dominio del mundo invisible es mucho más vasto y más rico que el del mundo visible.
Pensemos en ello, y al igual que nos ilusionamos con un viaje a tierras lejanas, en las que hay maravilla, cosas que jamás vimos, pensemos en las bellezas espirituales que se descubrirán ante nosotros en el viaje de regreso, si fuimos capaces de reunir el pago para obtener el “pasaje”.
Merchita
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