sábado, 27 de agosto de 2016

Los primeros niños Índigo ya se convirtieron en adultos





              Un reino terrestre

El orgullo me perdió en la tierra. ¿Quién comprendería la nada de los reinos de ese mundo si yo no lo comprendiese? ¿Qué me he traído de mi reinado terrestre? Nada, absolutamente nada; y para que la lección fuese más terrible, ni siquiera lo conservé hasta la tumba. Reina fui entre los hombres, reina creí entrar en el reino de los cielos; ¡engañosa ilusión! ¡Qué humillación cuando en vez de ser recibida allí como soberana, vi sobre mí,y mucho más altos, hombres a quienes creía muy pequeños y que yo despreciaba porque no eran de sangre noble! ¡Oh! ¡Entonces comprendí la esterilidad de los honores y de las grandezas que con tanta avidez se buscan en la tierra! Para prepararse un lugar en este reino, es necesario la abnegación, la humildad, la caridad en toda su celeste práctica, y la  benevolencia para todos; nadie os pregunta lo qué habéis sido, qué rango habéis ocupado,
sino el bien que habéis hecho, las lágrimas que habéis enjugado. ¡Ah! Jesús, tú lo has dicho, tu reino no es de la tierra porque es preciso sufrir para llegar al cielo, y las gradas del trono no aproximan a él: los senderos más penosos de la vida son los que conducen allí; buscad, pues, el camino a través de los abrojos y de las espinas y no entre flores. Los hombres corren tras los bienes terrestres como si debieran conservarlos siempre; pero aquí ya no hay ilusión, ven muy pronto que solo se asieron a una sombra y despreciaron los únicos bienes sólidos y duraderos, los únicos que les sirven en la celeste morada, los solos que pueden franquearles la entrada. Tened piedad de aquellos que no ganaron el reino de los cielos; ayudadles con vuestras oraciones, porque la oración aproxima al hombre al Todopoderoso; es el eslabón que une el cielo a la tierra; no lo olvidéis.
(Una reina de Francia. Havre, 1863.)

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

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Compasión


“Escasea, en la  actual coyuntura terrestre, el sentimiento de la compasión. Habituándose a los propios problemas y aflicciones, el hombre pasa a no percibir los sufrimientos de su prójimo.
Inmerso en sus  necesidades, queda ajeno a las de su hermano, a veces, resguardándose en una coraza de indiferencia, a fin de ahorrarse la mayor suma de dolores.
 Dejando de interesarse por los otros, estos se olvidan de él y la vida social no va más allá de las superficialidades inmediatistas, insignificantes. 
Alejado del sentimiento de la compasión, la criatura avanza hacia la impiedad y hasta para el crimen.
Se olvida de la gratitud a los padres y a los benefactores, tornándse de hecho soberbio, y en el que presunción domina con arbitrariedad.

Moviéndose entre la multitud, el individuo que huye de la compasión, se distancia de todos, pensando y viviendo exclusivamente para su ego y para los suyos. Sin embargo, sin una relación saludable que favorece la alegría y la amistad, los sentimientos se deterioran, y los objetivos de la vida pierden su alta significación, tornándose más estrechos y egoístas.
La compasión es un puente de doble sentido, propiciando el sentimiento que avanza en socorro y lo que retorna en aflicción.
Es el primer paso para la vigencia activa de las virtudes morales, abriendo espacios para la paz y el bienestar personal.
El individualismo es la gran barrera, hace su programación dolorosa, establecida sobre bases del egocentrismo que impide el desarrollo de las colosales potencialidades de la vida, yacentes en todos los individuos.
La compasión auxilia el equilibrio psicológico, por hacer que se reflexione en torno a las ocurrencias que atañen a todos los transeúntes de la experiencia humana.
Es posible que ese sentimiento no resuelva grandes problemas, ni ejecute excelentes programas. No obstante, el simple deseo de auxiliar a los demás, proporciona saludables disposiciones físicas y mentales, que se transformarán en recursos de socorro en las próximas oportunidades.
Mediante el hábito de la compasión, el hombre aprende a sacrificar los sentimientos inferiores y a abrir el corazón.
Poco importa si el otro, el beneficiado por la compasión, no lo valore ni la reconozca, o tan siquiera venga a identificarla. Lo esencial es el sentimiento de edificación, el júbilo de la realización por pequeña que sea, en aquel que la experimenta.
Expandir ese sentimiento es dar significado a la vida.
La compasión está por encima de la emotividad desequilibrada y vacía. Ella actúa, mientras la otra lamenta; realiza el socorro, en razón de que la última apenas se apiada.
Cuando se es capaz de participar de los sufrimientos ajenos, los propios no parecen tan importantes y significativos.
Repartiendo la atención con los demás, desaparece el tiempo vacío para las lamentaciones personales.
Gracias a la compasión, el poder de destrucción humana, cede lugar a los anhelos de armonía y de belleza en la Tierra.

Desarrolla ese sentimiento de compasión para con tu prójimo, el mundo, y compadeciéndote de sus limitaciones y deficiencias, crecerás en acción, rumbo al Gran Poder."
Joanna de Ângelis
Divaldo P. Franco. De la obra: Responsabilidad.

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"El origen del mal reside en el egoísmo y en el orgullo" 
E.S.E

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                      POLITEÍSMO

667 – ¿Por qué el politeísmo es una de las creencias más antiguas y más esparcidas, siendo falsa?
– El hombre no puede concebir el pensamiento de un Dios único, sino a consecuencia del desarrollo de sus ideas. Incapaz en su ignorancia de concebir un ser inmaterial, sin forma determinada y obrando en la materia, le dio los atributos de la naturaleza corporal, es decir, una forma y una apariencia, y desde entonces, todo lo que le parecía que traspasaba las proporciones de la inteligencia vulgar era para él una divinidad.
Todo lo que no comprendía, debía ser obra de un poder sobrenatural y de esto a creer en tantos poderes distintos cuantos efectos veía, no había más que un paso. Pero, en todos los tiempos ha habido hombres ilustrados que han comprendido la imposibilidad de esa multitud de poderes para el gobierno del mundo sin una dirección superior, y se han elevado al pensamiento de un Dios único.


668 – Habiéndose producido los fenómenos espíritas en todos los tiempos y siendo conocidos desde las primeras edades del mundo, ¿no han podido hacer creer en la pluralidad de dioses?
– Indudablemente; porque llamando los hombres dios a todo lo que era sobrehumano, los Espíritus eran dioses para ellos, y por esto cuando un hombre se distinguía entre todos los demás por sus acciones,por su genio o por un poder oculto incomprensible para el vulgo, se le hacía un dios y se le tributaba culto después de muerto.

La palabra dios tenía entre los antiguos una acepción muy amplia. No era, como en nuestros días, una personificación del Señor de la Naturaleza; era una calificación genérica dada a todo ser que estuviese fuera de las condiciones de la humanidad. Habiéndoles, pues, revelado las manifestaciones espíritas la existencia de seres incorporales actuando como potencias de la Naturaleza, los llamaron dioses, como nosotros los llamamos Espíritus. Es una simple cuestión de palabras, con la diferencia de que en su ignorancia, sostenida expresamente por los que tenían interés en ello, les levantaban templos y altares muy lucrativos, mientras que para nosotros, ellos son simples criaturas, como nosotros, más o
menos perfectas y despojadas de su envoltura terrestre. Si se estudian los diversos atributos de las divinidades paganas, se reconocen, sin dificultad, todos los atributos de nuestros Espíritus, en todos los grados de la escala espírita, su estado físico en los mundos superiores, todas las propiedades del periespíritu y el papel que desempeñan en las cosas de la Tierra.
El Cristianismo, viniendo a iluminar el mundo con su luz divina, no podía destruir una cosa que está en la Naturaleza, pero orientó la adoración a aquél a quien pertenece. En cuanto a los Espíritus, su recuerdo se ha perpetuado bajo diversos nombres, según los pueblos y sus manifestaciones, que nunca han cesado,han sido diversamente interpretadas y explotadas con frecuencia bajo el dominio de lo misterioso. Mientras que la religión vio allí fenómenos milagrosos, los incrédulos han visto supercherías. Hoy, gracias a estudios más serios, hechos públicamente, el Espiritismo, libre de las ideas supersticiosas que lo han oscurecido a través de los siglos, nos revela uno de los mayores y más sublimes principios de la Naturaleza.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC


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Los primeros niños Índigo ya se convirtieron en adultos 


Si usted se siente diferente a las otras personas, si no encaja en el sistema, siente nostalgia por un lugar que no sabe donde está.¡ Usted puede ser un adulto índigo !.
Los adultos índigo sienten y leen el campo energético de las personas, ellos son naturalmente lectores de manifestaciones energéticas. Estos adultos quieren más que nada, aprender como desenvolverse y evolucionar, ayudando a los que siguen naciendo, los niños y los jóvenes. La frecuencia Índigo está disponible a todos los seres humanos y se puede acceder a ella en la medida en que nuestra conciencia se va expandiendo más y más. Cuanto más conscientes, más aptos nos tornamos para percibir y tener acceso a otros diferentes tipos de realidades, que antes ni imaginábamos que existían.
En la medida en que más y más seres humanos índigos existan y convivan entre sí, más rápido se dará nuestra evolución, nuestro proceso de ampliación de conciencia. Con esta convivencia estaremos aproximándonos cada vez más a la cuarta y quinta dimensiones, ya que la Tierra es originalmente un planeta de la tercera dimensión, debido a las conciencias predominantes.
Abajo cito algunas características de adultos índigos para una mejor comprensión de la temática:
Son muy inteligentes, a pesar de no haber tenido las mejores notas en la escuela.
Tenían aversión o detestaban gran parte de los trabajos repetitivos y obligatorios de la escuela.
Muchos experimentaron depresión existencial bien pronto y sentimientos de impotencia en el transcurrir de su infancia y adolescencia.
Tienen dificultad para empleos supervisados, los adultos índigos resisten la autoridad y al sistema jerárquico del trabajo.
Tienen problemas con los sistemas que consideran defectuosos o ineficaces, ejemplo: el sistema financiero, político, médico o educacional.
Frustración o rechazo al tradicional "sueño" de la carrera, el casamiento  los hijos.
Un ardiente deseo de hacer algo para cambiar o mejorar el mundo, pueden demorar hasta reconocer cual es su vocación para realizar este deseo.
Desde muy terprano, tuvieron intereses por los asuntos espirituales y esotéricos.
Poseen una fuerte intuición.
Tuvieron experiencias psíquicas, tales como premoniciones, oír o ver personas desencarnadas, experiencias fuera del cuerpo, etc..
Los índigos que hoy son adultos, especialmente aquellos que tienen la edad por encima de los treinta años, llegaron al planeta en una época en que aún había pocos índigos por aquí, y por tanto la energía era más limitada. Los patrones eran más rígidos y las mentes de los padres, profesores y gobernantes, eran mucho más limitadas que hoy en día.
Estos adultos índigo encarnaron en la Tierra en una época en que la vida y la realidad eran totalmente encuadradas en algunos patrones socialmente aceptados y todo lo que no fuese encuadrado en estos patrones, era tenido como inexistente.
Cuando los niños eran extremadamente sensibles, esa sensibilidad les causaba enormes dificultades de adaptación. Eran niños cuya esencia apuntaba en dirección a una vida espiritual, una vida guiada por valores más elevados. Imaginen lo difícil que es encarnar en una época y en un contexto tan contrario a la manifestación de sus dones. 
La misión de estos seres en la Tierra está vuelta para la producción del cambio, para la revisión de valores y paradigmas por donde pasaron. Para  que su misión se concretice es preciso dejar viejos hábitos y pensamientos para que nuevos paradigmas puedan ser establecidos, así la unidad y el amor encontrarán espacio para manifestarse.
En el proceso de desenvolvimiento de los adultos índigo, presenciaron un choque significativo entre las energías más sutiles y las más densas, oriundas principalmente de su universo familiar y de su entorno. Pocas familias estaban espiritualizadas suficientemente para recibirlos y comprenderlos. Estas actitudes les causaron grandes dificultades de adaptación por donde quiera que fuesen. Sus dones no eran aceptados en sus familias y muchos se desviaron del camino espiritual por no haber tenido la debida aceptación de sus padres y amigos a su vuelta.
Ellos fueron llamados hiperactivos, locos, bipolares, esquizofrénicos y muchos fueron excesivamente medicados olvidándose de su verdadera esencia.
Los índigos que comprenden su misión saben de la importancia de su venida a la Tierra, ellos mantienen la posibilidad de que la Tierra continúe evolucionando. Todo lo que no sirve a la humanidad se desvanecerá con su presencia. Ellos encarnarán para ayudar en la transformación social, educacional, familiar y espiritual de todo el planeta, independiente de las fronteras y de las clases sociales. Son como catalizadores para desencadenar las reacciones necesarias para las transformaciones.
Los índigos no comenzaron a llegar a la Tierra solamente en las últimas generaciones; lo que acontece es que su número está aumentando cada vez más para auxiliar el aumento vibratorio de la Tierra, elloos ya son tantos que, finalmente, no podemos ignorarlos.

Carla Pinheiro


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         REENCARNACIÓN

El hombre de hoy ha perdido la fe en Dios, en su Justicia, porque su mente y su lógica rechazan conceptos impuestos y necesita saber su origen y su destino, de dónde viene y hacia dónde va, así como conocer el por que de la vida.
Todo concepto nuevo produce un impacto en nuestra mente en el primer momento, y lo aceptaremos o rechazaremos según la libertad mental, las trabas de los convencionalismos, nuestra capacidad analítica, etc., ya que una mente presionada por convencionalismos no es libre de razonar, se hace incomprensible e intransigente y rechaza todo sin analizarlo, mientras que una mente libre y clara es capaz de razonar y de ejercitar su capacidad de lógica.
Tanto la ciencia como las religiones, cambian con las épocas dando paso continuamente a conceptos más amplios y más lógicos, porque la Verdad Una no cambia, lo que cambia es la capacidad humana para comprenderla, y además, la verdad es única para todos lo millones y trillones de mundos esparcidos en el Universo. Sería un absurdo pensar que esa Verdad pueda ser acaparada por alguna de las creencias religiosas de nuestro pequeño planeta.
Cuando se piensa por primera vez en la posibilidad de vivir un gran número de veces sobre la tierra con cuerpos humanos diferentes, parece una idea ridícula, pero cuando se reflexiona acerca de las diferencias intelectuales, volitivas y morales existentes en el mundo, cuando se analiza la distancia que separa al hombre salvaje del civilizado, al bruto del inteligente, al malvado del justo… cuando se escucha la voz de la conciencia se puede apreciar la evolución de los seres y comprender el fundamento de la reencarnación, ya que el objeto de las vidas es progresar, alcanzar la perfección que resulta del compendio de la Sabiduría, el Amor y la Fortaleza, evolución o progreso que abarca a toda la creación.
Por tanto, la reencarnación nos ofrece las pruebas objetivas para la comprensión del por que de las desigualdades humanas y verificar la infinita justicia y el amor de dios. No obstante, esta ley de las vidas múltiples necesaria para el desarrollo de las facultades que lleva el espíritu recibidas de Dios, ha venido siendo ocultada en occidente por los convencionalismos, mientras que en Oriente ha permanecido aunque ha sufrido alteraciones, dando así una falsa imagen o un falso concepto de lo que es la verdad de las vidas múltiples. En la actualidad, esta ley está surgiendo de nuevo porque el hombre ya no se conforma con una fe no razonada que no soluciona el gran numero de preguntas que le atormentan pero que nadie responde y por ello, trata de buscar aquello que de aliciente a su vida, esto es una respuesta que su mente y su razón puedan admitir, una contestación y un motivo lógico.
Por esto es necesario que el hombre vaya conociendo las leyes que rigen el universo, para de este modo no infringirlas y evitar así las consecuencias que este hecho conlleva.
La ignorancia de las consecuencias, es la que arrastra al ser humano a cometer múltiples errores y los cuales lógicamente tiene que reparar de algún modo. Para este fin, existen leyes universales que Dios nos ofrece y que actúan sobre nosotros irremediablemente, -aunque nosotros no queramos admitir su existencia o seamos ignorantes de las mismas- pero son todas las leyes orientas para llevar al ser humano hacia la felicidad, meta a la que todos estamos llamados a alcanzar algún día, pero a la que conseguiremos llegar, solo cuando nos hayamos esforzado y hayamos hecho un uso adecuado de nuestra fuerza de voluntad; es decir, cuando hayamos empleado esa fuerza en nuestro perfeccionamiento moral y en la entrega desinteresada para con nuestros semejantes.
REDACCIÓN DE AMOR, PAZ Y CARIDAD
Publicado en  Año 1- SEPTIEMBRE 1982 – Nº 2

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viernes, 26 de agosto de 2016

El alma del Socialismo







ACCIÓN DE GRACIAS POR UN FAVOR 

OBTENIDO 

No es preciso considerar tan sólo como  acontecimientos felices las cosas de gran importancia; las más pequeñas en apariencia, son, con frecuencia, las que más influyen 
en nuestro destino.- El hombre olvida fácilmente el bien y se recuerda más de lo que le aflige. Si registrásemos diariamente los beneficios de que somos objeto, sin haberlos solicitado, nos admiraríamos muchas veces de haber recibido tantos que se han borrado de nuestra memoria y nos humillaríamos por nuestra ingratitud. 
Cada noche, elevando nuestra alma a Dios, debemos acordarnos de los favores que nos ha concedido durante el día y darle gracias. Sobre todo en el mismo momento en que 
experimentamos el efecto de su bondad y de su protección, debemos, por un movimiento espontáneo, manifestarle nuestra gratitud; basta para esto un pensamiento que le atribuya el beneficio, sin que sea necesario dejar el trabajo. 

Los beneficios de Dios no consisten solamente en las cosas materiales; es menester darle gracias por las buenas ideas y por las felices inspiraciones que nos son sugeridas. Mientras que el orgulloso se atribuye por ello un mérito y el incrédulo lo atribuye a la casualidad, el que tiene fe da por ello gracias a Dios y a los buenos Espíritus. Para eso las frases largas son inútiles: Gracias ¡Oh Dios!, por el buen pensamiento que me habéis inspirado. Esto 
dice más que muchas palabras. El impulso espontáneo que nos hace atribuir a Dios el bien que recibimos, atestigua una costumbre de reconocimiento y humildad, que nos atrae la simpatía de los buenos Espíritus.. 

- El Evangelio según el Espiritismo-

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ALMA DEL SOCIALISMO
León Denis

En todos los tiempos, las almas sensibles, emocionadas por el espectáculo de las prolongadas tribulaciones y de las negras miserias de la Humanidad, así como las que por sí mismas conocieron el infortunio de los malos días, han ideado sistemas más o menos prácticos, capaces de poner término a los sufrimientos de los hombres. Desde que, sin embargo, se pretendió  aplicarlos, los que lo intentaron, chocaron con decepciones bien amargas. Es que  no se había tomado mucho en cuenta el papel de la Tierra  en la grana armonía universal, ni sabido adaptar el grado de su evolución a las reformas, necesarias, más, a menudo prematuras.
Las revoluciones solo han hecho, las más de las veces, dislocar los abusos. En un progreso lento, continuo y, sobretodo, en la educación del pueblo, es que  principalmente, se encuentra el “proceso” más eficiente para que en este mundo se realicen los perfeccionamientos entrevistos.
 El  Socialismo actual, también, quiere establecer un orden de cosas que sea un compuesto de justicia y progreso. Mas, para eso, tendrá, antes de todo, que inspirarse en un  ideal elevado, en una doctrina espiritualista, que constituya como el cimiento que ligue a sus diversos elementos, a fin de con ellos formar un sistema homogéneo, una fuerza viva y bendecida. Eso, entretanto, es de lo que siempre carecerán las teorías socialistas, por demás impregnadas de materialismo.
Ahora, ese ideal, la Doctrina, la Revelación de los Espíritus se lo viene a ofrecer, mediante las pruebas experimentales demostrativas de la existencia  y de la sobrevivencia del alma.
 El  moderno espiritualismo trae al Socialismo la revelación de la vida universal y de sus leyes, cuyo conocimiento es  indispensable para todos los que trabajan por el  progreso social. No siendo más que uno  de los aspectos, una de las formas de la vida universal, la vida humana tiene  que adaptarse a esta, tomándola en su sentido profundo y en su objetivo, bajo  pena de ver todas las obras sociales atacadas de impotencia y de esterilidad, por cuanto, nada de durable se puede edificar fuera de la ley general de la evolución y de la armonía.
 Para el  materialista, la vida terrena, sin precedencia y sin consecuencia, devota cortísima duración a los sentimientos y a los lazos que unen a los hombres. Sin embargo, gracias a los testimonios de los difuntos, se amplían al infinito las perspectivas.
 Nuestro destino se desdobla, a través de los tiempos, en una  sucesión de innumerables existencias, cada una de las cuales es un medio de educación, de ascenso gradual, de evolución del ser, en el sentido de lo bueno, de lo perfecto.
 Desde luego, pues, la vida adquiere mayor valor y el destino toma una amplitud que escapa a toda y cualquier medición. La  solidaridad y la fraternidad, que constituyen los principios esenciales del Socialismo, ya no ligan solamente a los hombres  en el presente, sino también en todas las fases de su inmensa evolución. La  fraternidad se torna una de las leyes de la vida universal, resultando de ahí quedarse las instituciones, las obras humanas, fecundadas y como que iluminadas.
 Viene  después el  conocimiento de lo que somos, de nuestra doble naturaleza, perecedera la una, la otra inmortal y, consiguientemente, la solución  de los problemas hasta aquí insolubles de la vida, del libre albedrío y de la responsabilidad, la consecuencia de los actos a recaer sobre sus autores, la demostración de la justicia y el perfeccionamiento de todos por el  trabajo, por el  estudio, por la utilización de las fuerzas morales innatas en  el hombre.
 Tales son los datos capitales de ese enseñanza, de esa revelación, al mismo tiempo científica, experimental y filosófica, que no puede ser ahogada, desnaturalizada, falsificada, porque tiene por intérpretes las millones de voces que se elevan en todos los puntos del Globo y que, haciendo unas a contrarias de lo  que dicen las otras, nos informan de las condiciones de la vida futura y de sus leyes.

 Esa enseñanza  penetra en todos los dominios del pensamiento, toma poco a poco el lugar del dogmatismo de los siglos pasados, de las formas materiales, apoyado exclusivamente en la conciencia y en la  razón. Y, únicamente a partir del día en que lo hubiera adoptado, es  que el Socialismo se hallará en condiciones de trabajar eficazmente en la educación del pueblo, en la reforma del ser humano, a fin de reprimir las pasiones y el  egoísmo, los odios de clase, hasta hoy los mayores obstáculos para la realización de sus objetivos.
 Adoptando esta amplia doctrina espiritualista es como el Socialismo alcanzará su máximo de irradiación, toda  su potencialidad regeneradora y logrará implantar en la Tierra un estado de cosas conforme la suprema ley del progreso y de justicia. Consérvese estéril en cuanto al programa de las reformas materiales para no juntar las fuerzas del Espíritu.
 ¡Es  preciso dar un alma al Socialismo!
 Cada vez más dura y ardorosa es la lucha por la vida, pues, en vez de restringir las necesidades materiales, lo que sería el remedio mejor, los hombres las multiplican en demasía. Todos los días se crean  necesidades ficticias, imaginarias, que tornan más pesado  el yugo de la materia, del mismo modo que son despreciadas las necesidades espirituales, los tesoros de la inteligencia y del corazón, para cuya adquisición venimos especialmente a este mundo. De ahí resulta que, para la mayoría de los hombres, quedo perdido el objetivo de la existencia, que deberán  recomenzar en condiciones más penosas, más dolorosas.
 Ignorante de la consecuencia de sus actos, que sobre ella recaen, y  de las leyes del destino, la Humanidad prepara días sombríos para su mañana, días que perdurarán hasta  que la luz de lo Alto y  la Revelación de los Espíritus le vengan, en fin, a clarear el  camino.
 El  papel del Espiritismo en la educación social tiene  que patentarse, porque constituye una innovación, necesaria desde el  punto de vista filosófico, y se torna así correlativo con los trabajos de los sabios, orientados para el estudio de las ondas que forman parte integrante de los ejes de la vida universal.
 Filosofía y Ciencia tiene  que llegar, paralelamente, en un sentido abstracto y concreto, a los mismos resultados: ampliación del pensamiento humano y extra-humano, desde el  punto de vista filosófico, por efecto de una visión científica, precisa, clara y racional.
¿Ante esos vastos dominios de la vida universal, en cara a la  meta sublime que el alma colima a través de sus peregrinaciones, que significación tiene  las vanas distinciones de castas y los preconceptos de la riqueza?
 La  noción de las responsabilidades puede evitar muchas caídas y atenuar muchos odios. Un movimiento de igualdad aproxima todas las situaciones. Comprender que la injusticia da suerte es apenas aparente, que las pruebas tienen su razón de ser para la reparación de las faltas del pasado y la conquista de un futuro mejor.

 Entonces, la malevolencia, la envidia y el egoísmo podrán ceder lugar al altruismo, y la fraternidad dejará de ser una palabra carente de sentido. Por eso que percibiremos cuanto íntimamente estamos ligados unos a los otros, en nuestra eterna ascensión.
 ¿Y el   mal? preguntarán.
 El  mal no es sino el estado de inferioridad de los seres y de los mundos. Enflaquece con la evolución general y acaba por desaparecer. Y su esfuerzo de subida para el bien, para la luz, el propio ser construye  su conciencia, su personalidad, y en su misma elevación encuentra la alegría y la recompensa.

Léon Denis

Fuente: Reformador (01/4/1925), órgano de divulgación de la Federación Espirita Brasileña 

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EN EL TEMPLO ZEN


Al finalizar el curso en el Templo Zen, uno de los discípulos se acercó al maestro y le preguntó:

-Maestro, me he fijado que usted nunca pierde la calma y la serenidad. Incluso cuando ha habido alguna situación algo tensa con algún alumno. No ha dicho alguna palabra no adecuada, usted no se ha alterado y ha reconducido la situación, ¿cómo lo hace?

-Cuando alguien te ofrece algo que no quieres ¿Lo recibes?

-Por supuesto que no, respondió el discípulo.

-Bien, prosiguió el maestro, si alguien intenta ofenderme o decirme algo desagradable, está ofreciéndome algo. En ese caso se trata de una emoción negativa -enojo o rabia por ejemplo- que puedo decidir aceptar o no aceptar. 

-Si yo me siento ofendido, o me pongo furioso, estaré aceptando "su regalo", y prefiero regalarme paz y serenidad. 

-El enojo de la otra persona pasará, pero yo no lo quiero, no quiero que se quede conmigo porque no me interesa tenerlo. Yo no puedo controlar lo que hay en el corazón de la otra persona, pero de mí depende lo que pongo en el mío. No admitiré emociones negativas.

-Además, si se trata de una persona a la que quiero, y respondo con agresividad, lo único que conseguiré es que los dos nos hiramos, y eso no será bueno.

-Muchacho, prosiguió el maestro, la vida siempre te da la oportunidad de ser feliz o de amargarte. Tú eliges.





Como decía Aristóteles: "Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo."


En la medida en que seas dueño de tus emociones y sepas manejarlas a tu favor, como en la historia de hoy, estarás adquiriendo una serie de habilidades claves para el éxito en la vida (lo que se denomina Inteligencia Emocional).

Cada día y en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner dentro de ti, y lo que elijas lo tendrás, hasta que decidas cambiarlo.

Como dice Osho: "Si estás triste, estás equivocado. Si estás gozoso tienes razón."

Y no enfadarse -ó enfadarse de la forma adecuada, como apunta Aristóteles-, sobre todo con aquellos que quieres, es una habilidad básica para la convivencia.

-Publicado en su día por Mercedes Cruz-

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Nunca es tarde para enmendar algo mal hecho. Todos los días tienen un nuevo amanecer.....

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                        Reflexion. 

Enciende tu luz interior, la luz de la sabiduría y de la bondad. 
Dedica algunos minutos del día a la meditación, porque el hombre iluminado no encuentra tinieblas en su camino. 
Por donde pases, irradia la luz de ti mismo, iluminando a los que están cerca. 
Entra en tu interior y oirás la voz de tu conciencia, que es la voz silenciosa de Dios hablando dentro de ti mismo.
Pide a tus guías espirituales protección y fortaleza. 
El *mal* que te sucede tal vez sea una prueba y experiencia por la que tienes que pasar. 
Pero siempre se recibe ayuda para el bien en aquellos que aman a Dios.


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 ¿QUE OCURRE DESPUÉS DE LA MAL

LLAMADA MUERTE? 


Sabemos que después de la mal llamada muerte, el alma no siempre se encuentra preparada para desprenderse totalmente de los amarres y apegos del mundo físico. Sabemos eso por experiencia. Porque hemos escuchado a muchos de esos seres, ya desprendidos de sus cuerpo físico, pensando y creyendo aun que estaban vivos en la materia. Sufriendo dolores y recuerdos como si la muerte no hubiera tenido lugar. Estos seres necesitan ayuda, comprensión, esclarecimiento espiritual. Con pensar    " todo esta bien, ellos están mejor que yo" no les ayudamos porque no siempre es la verdad. Debemos ayudarles. La mejor de las caridades: la oración.
-Reynaldo Formoso-

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