sábado, 25 de marzo de 2017

Reencarnación


CONTENIDO DEL BLOG EN EL DIA DE HOY:

- Una vivencia personal
- ¿ Por qué las manifestaciones mediúmnicas causan temor en algunas personas?
- El Astral inferior
- Reencarnación



                                                                         

                                      UNA VIVENCIA PERSONAL

En primer lugar un saludo y un buen deseo para todos.
Os quiero contar como llegué a tener conocimiento de la Doctrina Espírita y qué es el Espiritismo, palabra que muchas personas confunden su significado. Yo misma no había oído hablar mucho de ella.
Hace algún tiempo, en este lugar donde vivo, se que mucha gente hacía Espiritismo sin ninguna preparación y mal encaminado. Eso me daba miedo. A mi no se me pasaba por la cabeza asistir a estas cosas porque me daba, como ya he dicho, mucho respeto. Aunque no obstante, siempre me llamaba mucho la atención leer cosas relacionadas con estos temas, con todo lo oculto, porque pienso que es bueno aprender para después saber lo que significan tantas cosas que nos pasan y no tenemos explicación. Bueno, os cuento:
Un buen día y en buena hora oí hablar que habían abierto una tienda esotérica en mi pueblo y allí me acerqué. Se lo conté a mi prima hermana y fuimos juntas. Nos gustaba mucho por cómo estaba decorada, el olor a incienso, había algo especial que no se cómo explicar, además nos sentíamos muy a gusto por lo que fuimos muchas más veces. Compraba libros y nos enseñaban muchas cosas. Desde entonces seguimos viéndonos porque poco tiempo después comenzamos a estudiar la Doctrina Espírita, que a mí me ha cambiado la vida.
A través de este estudio y de experiencias personales duras he comprendido el por qué de muchas cosas y de que nosotros mismos decidimos nuestra vida, que en nosotros está la decisión y la respuesta. Estoy segura de que si cada uno leyéramos un párrafo del “Evangelio Según el Espiritismo” nos sentiríamos mucho mejor ya que te ayuda a ver las cosas con otro color, a darte cuenta de si vas por el camino equivocado, te ayuda a saber perdonar, a hacer el bien y no esperar gratificaciones, a querernos sin dar más explicaciones y sobre todo a practicar la Caridad y a tener siempre nuestro pensamiento en Dios, que es nuestro creador y el de todas las cosas. Por todo esto nos tenemos que respetar y amar los unos a los otros.
Todo esto y muchas más cosas estoy aprendiendo y tratando de comprender con estas dos personas tan maravillosas que tienen un corazón tan grande que a veces se les escucha latir desde fuera y que hacen el bien sin límites. Doy las gracias a Dios por conocerlos y que Él los bendiga.
Si os animáis a venir al centro espírita con nosotros seguro que os gusta porque hacemos muchas actividades y nos divertimos mucho, hacemos excursiones y aprendemos a ser más humanos.
Me siento viva. Es bueno saber dar un sentido a todo lo que nos pasa. Estudiando espiritismo encontraremos las respuestas a tantas preguntas.

Un saludo y un abrazo.

Mª Angeles.

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¿ POR QUÉ LAS  MANIFESTACIONES MEDIÚMNICAS   CAUSAN TEMOR EN ALGUNAS PERSONAS ?

          Muchas veces esta clase de temores  son  debidos a los prejuicios creados por las  ideas religiosas negativas, como lo es la idea  del demonio y la creencia de que solo los “demonios” se pueden manifestar en este mundo.

                      Por otra parte,  el “más allá”, siempre ha sido una intuición aunque  un gran misterio, y por naturaleza  a lo que no se conoce se le teme.   Como lo “normal”, es el establecimiento permanente de esa barrera dimensional que separa a  los vivos de los muertos, el establecer contacto con el “más allá”, para algunas personas supone en cierto modo  transgredir lo que la Naturaleza tiene normalizado para nuestro mundo.
       

  No obstante pregunto: ¿ Quién se asustaría ante la presencia de un Ser querido como su madre, una novia, un hijo, etc, por el hecho de que  se hayan ido de este mundo?.  Si antes les amábamos y nos  amaban, y nos alegrábamos con su presencia, y ellos con la nuestra,  ¿Por qué después de irse de este mundo, habríamos de sentir horror ante su presencia o su manifestación visible o tangible? ;¿Por qué alguien amado nos podría infundir temor?; ¿ Por qué  su muerte  pudo haber cambiado nuestros sentimientos hacia él, o los suyos hacia nosotros?. Si antes nos amaban, ¿por qué el haber pasado la experiencia de la muerte les iba a hacer dejar de amarnos si siguen siendo los mismos que eran antes de su muerte ?.......
          Es normal que temamos la presencia de  Seres negativos que puedan tener una inquietante apariencia que venga dada por su perversión moral. Estas negativas presencias, si las tuviésemos, nos podrían causar  un miedo natural y lógico. Los Seres  espirituales  malignos u “oscurecidos”, se manifiestan en nuestro mundo con más frecuencia que los buenos, debido a  que  por  su vibración perispiritual , adquieren una densidad que les sitúa muy cerca de nuestro entorno psíquico  humano que los atrae naturalmente, mientras que los Espíritus más elevados están en otros niveles vibratorios superiores y más  alejados del  nuestro. Por eso mismo abundan más en nuestra esfera psíquica. De todos modos sabemos que son de temer mucho más estos espíritus negativos o malignos, cuando están en este mundo encarnados, personalizando un ser humano que nos podría agredir  incluso físicamente y hacernos algún daño,  más que  cuando  están en el plano espiritual, desprovistos de una materia física.
Si sabemos que hay Seres  espirituales positivos y buenos que no podemos ver,  aunque  los sentimos a veces tan cerca de nosotros,  ¿Por qué si les pudiéramos  ver  ante nuestra presencia , habríamos de  temerles?; ¿ Y si se tratase  de familiares o seres queridos nuestros?; ¿Qué nos podrían hacer, ni por qué nos iban a  querer  hacer nada malo?. No lo harían, del mismo modo que nosotros tampoco deseamos ni le haríamos nada malo a ellos.
Como decía mi madre: “No hay que temer a los muertos, sino a los vivos. El miedo es libre y gratuito; cada uno coge el que quiere”.
El Amor no se acaba con la muerte; este une a las almas y las mantiene unidas para siempre aunque se encuentran en diferentes planos de la existencia. Por eso, no les temamos, sino que sigamos correspondiendo con nuestro amor a su amor hacia nosotros.

- Jose Luis Martín-
  
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                    Fotograma de la película " Nosso Lar"

                 EL ASTRAL INFERIOR

Del mismo modo que existen Planos Felices, -según citamos en el artículo del mes pasado- existen también Planos de Dolor; planos del Astral Inferior en los que reinan las penalidades y los sufrimientos, la oscuridad y la infelicidad. Llegan a ser tantos mundos inferiores como resultan necesarios para albergar la vida –Física y espiritual- de los diferentes estadios evolutivos del Ser.
Según nos indican las diferentes filosofías, se les denomina: Astral inferior, Umbral, Bajo astral, Plano causal, Plano de deseos, etc. Las religiones les denominan: Purgatorio, Limbo, Infierno, etc. Todas esas instituciones nos indican que efectivamente, existen varios niveles o planos al otro lado de la vida física.
Cada uno de estos planos se corresponde con los diferentes grados de conciencia y desarrollo espiritual alcanzado por el ser y, con las intenciones y deseos que mantienen los pobladores de estas oscuras regiones.
En función de sus necesidades evolutivas particulares, pueden permanecer allí por un plazo de tiempo indeterminado, hasta tanto depongan su actitud de rebeldía y acepten enfrentar las expiaciones y pruebas necesarias para su progreso a través de la reencarnación.
Aquí cobra gran relevancia la Ley de Afinidad y, por sus premisas, se agrupa en un mismo plano a los espíritus que mantienen una misma sintonía y similar desarrollo espiritual.
Se trata de una especie de filtro, por el que cada ser llega al lugar que le corresponde por su nivel vibratorio y, dónde tiene que reflexionar y asimilar sobre todo aquello que la Ley Universal del Amor le devuelve en justa correspondencia con sus actos; es el fruto de sus responsabilidades y méritos.
La Justicia Divina, efectivamente, no trata por igual a las personas que cometieron errores en su vida terrena y que actuaron sin maldad; a quienes se equivocaron por pura ignorancia y egoísmo y qué, constatando sus errores, se arrepienten y desean rectificar.
No son espíritus malos o perversos, pero todavía no están preparados para permanecer en el plano espiritual donde puedan gozar de una mínima y relativa felicidad.
Su nivel de conciencia es muy diferente a la de aquellos que obran con maldad consciente, sin importarles el daño que causan a sus semejantes y preocupándose  únicamente por sí mismos.
Estos últimos, comenten todo tipo de injusticias y daños sin remordimiento alguno, se rebelan contra toda norma y justifican siempre su mala conducta y acciones. No conformes con el destino que les marca la Ley, intentan además tomarse la justicia por su mano.
A estos espíritus resulta muy difícil ayudarles pues, sus defectos e imperfecciones se convierten en sus propias trabas. Será el tiempo y el sufrimiento quienes les vayan desgastando en su rebeldía hasta qué, desquiciados y arrepentidos, les llegue la oportunidad de comprender y rectificar.
Los espíritus egoístas, orgullosos, materialistas, cómodos, perezosos, malvados, ruines, sin corazón, vengativos, viciosos, avaros y con afán de dominio y poder, que no sienten ningún respeto hacia el dolor y las necesidades ajenas, todos y cada uno de ellos, tienen su lugar en las fangosas regiones de los planos inferiores, hasta tanto su conciencia se vaya sensibilizando y comiencen a sentir la necesidad de rectificar y buscar los planos de Luz y Felicidad.
Para llegar a cada plano espiritual resulta prioritario el grado de conciencia alcanzado: A mayor conciencia mayor responsabilidad. Todos aquellos que obraron contra su conciencia, siendo conscientes de sus errores y haciendo oídos sordos al daño causado, pensando que podían eludir a la justicia humana; todos ellos, sin excepción, encontrarán siempre el fruto de sus actos y, por magnetismo llegarán a esas regiones tenebrosas donde impera la maldad y donde habrán de convivir con entidades de su propia calaña.
Así, el Umbral –como su propio nombre indica-, sería una zona intermedia cercana al plano material, a la que se llega después de la desencarnación. Allí no moran espíritus malvados, sino aquellos que no aprovecharon adecuadamente su tiempo en la Tierra. Habrán de permanecer entre penumbras y dolor, hasta tanto su alma se sensibilice y su conciencia les permita ascender al plano donde comenzarán a progresar y descubrir conscientemente el nuevo mundo que les rodea. Entonces, comenzarán a preparar una nueva vida, encarnados, en la que poder ir rectificando los errores y posturas equivocadas, fruto de la ignorancia y los defectos adquiridos.
En esa zona denominada “El Umbral”, se siente la desesperación del destierro. El espíritu, desheredado, no comprende cómo, ni porqué, ha llegado allí, no sabe como salir y no entiende los procesos que le envuelven. Se encuentra sólo y siente más agudizadas las necesidades que tenía cuando poseía un cuerpo físico. Sí falleció enfermo, crecen sus dolores; percibe llantos, gritos y burlas y siente que le están persiguiendo en todo momento. Todo se convierte en una permanente pesadilla de la que le resulta imposible escapar. Ansía constantemente despertar hasta qué, finalmente, le llega el momento de proseguir con su evolución. Es a partir de ese momento, cuando aquellos que le estiman, acuden a su rescate.
Este sería el primer escenario que nos podremos encontrar una vez el espíritu abandona el cuerpo. Posiblemente sea el lugar más agradable del astral inferior, pues se trata de una zona de paso, en tanto la conciencia va despertando a la Vida Espiritual.
A medida que la conciencia se va enlodando, más y más, en estados profundos de maldad y rebeldía, el ser espiritual se va degradando moralmente hasta niveles insospechados de animalidad. Desciende a los planos de vida más oscuros y tenebrosos, en los que imperan el terror, el miedo y el despotismo, todo tipo de bajezas ligadas al mal, acrecentándose sus padecimientos y penurias.
Este plano es el fiel reflejo de los relatos y leyendas que nos han venido contando y que nos descubren los estados purgatoriales e infernales. El infierno, tal como nos lo describen las diferentes creencias, no existe, ni tiene un lugar concreto. Tampoco existe la figura del diablo creada por Dios. Son los propios espíritus quienes crean esos estados o planos de conciencia, verdadero infierno para quienes se instalan allí. Por el peso de su conciencia, magnetismo y situación moral, les resulta imposible escapar de esas zonas.
Es tal el grado de degradación alcanzado qué, como gárgolas, toman las formas grotescas de los animales a cuya condición se asemejan. De ahí esas monstruosas y demoníacas alegorías.
La vida y su manifestación en los planos astrales inferiores son: La fealdad, la repugnancia y el terror, consecuencia de los pensamientos, sentimientos y emociones que emanan de los seres que pueblan esas oscuras regiones.
En esos planos de oscuridad e infelicidad, todos los depravados que usaron la vida en beneficio propio, olvidando los deberes y obligaciones que como hijos del Creador compartían, se encontrarán con el dolor y el crujir de dientes. Son zonas abismales donde impera la ley del más fuerte, pero no la fuerza física, sino la mental e intelectual. Existen seres provistos de gran orgullo y egoísmo, auténticos dictadores que, dotados de un elevado grado de inteligencia y poder mental, los utilizan para dominar y esclavizar a los débiles que son atraídos a esas zonas y que caen en la red de esas organizaciones malignas que los utilizan para conseguir sus fines.
Se convierten en esclavos de esas entidades perversas, que los dominan, explotan y convierten en títeres de sus bajas intenciones; se encuentran inmersos en un plano de vida oscuro, sucio y desagradable. En ese plano de existencia, todo, incluida la vegetación y fauna, se ajusta a los bajos y deprimentes sentimientos de sus moradores. Recordemos las figuras gárgoleas, carentes de luz y belleza que nos muestra Dante Alighieri en su Divina Comedia.
También existen planos del bajo astral en los que se aglutinan espíritus trastornados y enloquecidos que desencarnaron presas del materialismo, avaricia y egoísmo sin límites; que se apartaron del camino del Amor y que ahora se encuentran en ese plano astral, vacíos y sin nada a que aferrarse, añorando sus antiguas posesiones. Como no pueden alcanzar nada de aquello que poseían en la materia, sufren constantemente.
Únicamente a través de una nueva reencarnación podrán encontrar el alivio; cuando, arrepentidos, regresen a la vida física para reparar el mal causado y corregir aquellas imperfecciones que propiciaron su caída.
También encontraréis a aquellos seres que ocuparon en su vida física cargos y puestos de relevancia, política, religiosa o militar; muchos de ellos convencidos de continuar en esos puestos honoríficos después de la tumba. Creían comprar una parcela de cielo donando sus bienes a la iglesia o comprando indulgencias pero, dejando de lado la caridad y la ayuda a los necesitados. Cuando abandonan el cuerpo físico no encuentran su cielo y el status que creían merecer. Comprueban la miserable situación que se han labrado y sufren. Entonces se rebelan, niegan a Dios, y pasan a engrosar las filas de los espíritus rebeldes que luchan contra las Leyes Divinas y todo lo que represente evolución espiritual y moral para los seres encarnados, convirtiéndose en los mayores opositores al progreso espiritual.
Todo en los planos inferiores es lúgubre, carente de luz y belleza No es por carencia de luz física, sino de luz espiritual. La luminosidad de cada plano está acorde a la vibración de sus propios habitantes. (Sebastián de Arauco).
No obstante, los espíritus elevados, seres de gran luz y amor, nunca les olvidan. Sienten hacia ellos gran ternura y amor y, por haberlo vivido antes, comprenden que el sufrimiento finalmente les rescatará de las zonas inferiores para conducirles a la senda de la regeneración.
Establecen programas y actuaciones para ellos, visitándoles con frecuencia en esas zonas tenebrosas, para dialogar y hacerles conscientes del largo y duro camino que les queda por recorrer.
Estos espíritus generosos se preparan metódicamente, pues saben que nunca son bien recibidos y que se enfrentan a hermanos dotados de gran inteligencia y poder mental, que se sienten dueños y señores de esas zonas inferiores y que están convencidos de que esos Hermanos de Luz son intrusos que nada tienen que ver, ni hacer, en lo que consideran sus dominios.
 Fermín Hernández Hernández

©2017, Amor, Paz y Caridad
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                                      REENCARNACIÓN 

Cualquier observador puede apreciar que el niño en su infancia, y aún los nacidos en la misma cuna, tienen tendencias y grados de capacidad perceptiva e intelectual diferentes; lo que nos lleva a la conclusión de que, todo niño al nacer trae ya en sí el bosquejo de su individualidad que, a medida de su crecimiento se manifestará en su personalidad. Personalidad susceptible de perfección, mediante una educación apropiada. 

Las desigualdades humanas nos dan la demostración visible y más palpable de la ley reencarnacionista, de las vidas múltiples, trayendo en cada una el fruto de su siembra. Por medio de esta ley, llegamos a comprender que no venimos a este mundo para comer, dormir y divertirnos; sino a progresar, a desarrollar nuestras facultades latentes por medio del ejercicio en el trabajo, en el estudio, venciendo obstáculos, resistiendo a las tentaciones del mal manifestadas en las múltiples atracciones del placer en los sentidos, en el mundo de hoy; a adquirir experiencias y a practicar la fraternidad en nuestras relaciones humanas TRATANDO A LOS DEMÁS COMO QUEREMOS SER TRATADOS. 

No puede haber igualdad entre quienes se esfuerzan en progresar y perfeccionarse, y quienes no. No puede haber igualdad de resultados entre quienes practican el bien y quienes el mal. Por ende, fácil es comprender que, en las desigualdades humanas existe la acción de la Justicia Divina de, a cada cual según sus obras. 

Nuestro mundo es una escuela milenaria, donde hay diversos grados de aprendizaje, de acuerdo con nuestro adelanto. De cuerpo en cuerpo, como quien cambia de traje, peregrina el Espíritu, el verdadero ser, donde en cada nueva vida humana, viene a aprender nuevas lecciones o REPETIR LAS MAL APRENDIDAS; viene a adquirir nuevos conocimientos que le permitirán ir subiendo más y más en la escala ascendente de la sabiduría y el amor fraterno. 

Y así evolucionando mediante el esfuerzo propio en la escuela de la vida, va capacitándose gradualmente para la vida en mundos mejores, de felicidad, donde ya la maldad no tiene cabida. «La casa de mi padre tiene muchas moradas« —dijo el sublime Nazareno. 
¡Cuan esplendorosa brilla de este modo la justicia de Dios sobre la Tierra! 

Sebastián de Arauco

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jueves, 23 de marzo de 2017

Vida y Valores



Contenido de este blog para hoy:

- Aclaraciones espíritas
- ¿ Los espíritas rezan el Ave María?
-  Vida y valores  Sufrimiento y Resignación)
-   Amalia Domingo Soler

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                                ACLARACIONES ESPÍRITAS


                                DIÁLOGO ENTRE UN SACERDOTE Y ALLAN KARDEC. 

- PREGUNTA DEL SACERDOTE: S. - Convengo en que respecto de las cuestiones generales el Espiritismo está conforme con las grandes verdades del Cristianismo, ¿pero sucede lo mismo en cuanto a los dogmas? ¿Acaso no contradice ciertos principios que nos enseña la Iglesia? 
RESPUESTA DE A.K. - El Espiritismo es ante todo una ciencia y no se ocupa en cuestiones dogmáticas. Esta ciencia, como todas las filosóficas, tiene consecuencias morales, ¿son buenas o malas? 
Puede juzgarse de ellas por los principios generales que acabo de recordar. Algunas 
personas se han equivocado sobre el verdadero carácter del Espiritismo, y esta cuestión es bastante seria, para que nos merezca algún desarrollo. 
El Espiritismo está fundado en la existencia de un mundo invisible formado de seres 
incorpóreos que pueblan el espacio, y que no son otros que las almas de los que han vivido en la Tierra o en otros globos, donde han dejado su envoltura material. Estos son los seres que designamos con el nombre de espíritus; nos rodean sin cesar y ejercen en los hombres, a pesar de éstos, una gran influencia; desempeñan un papel muy activo en el mundo moral, y hasta cierto punto en el físico. 
Los fenómenos cuyo origen está en el mundo invisible, han debido producirse y se han producido, en efecto, en todos los tiempos. He aquí por qué la historia de todos los pueblos hace mención de ellos. Únicamente en su ignorancia, como para la electricidad, los hombres han atribuido esos fenómenos a causas más o menos racionales, dando, bajo este concepto, libre curso a su imaginación. 
El Espiritismo, mejor observado después de que se ha vulgarizado, ilumina una multitud de 
cuestiones hasta hoy irresolubles o mal comprendidas. Su verdadero carácter es, pues, el  de una ciencia y no de una religión; y la prueba está en que cuenta entre sus adeptos 
hombres de todas las creencias, sin que por esto hayan renunciado a sus convicciones; 
católicos fervientes, que no dejan de practicar todos los deberes de su culto, cuando no son rechazados por la Iglesia, protestantes de todas sectas, israelitas, musulmanes y hasta budistas y brahmanistas. Está basado, pues, en principios independientes de toda cuestión dogmática. Sus consecuencias morales están implícitamente en el Cristianismo, porque de todas las doctrinas el Cristianismo es la más digna y la más pura, y por esto, de todas las sectas religiosas del mundo, los cristianos son los más aptos para comprenderlo en toda su verdadera esencia. ¿Puede reprochársele por esto? Sin duda puede cada uno hacerse una religión de sus opiniones, interpretar a su gusto las religiones conocidas, pero de aquí a la constitución de una nueva Iglesia hay gran distancia. 

- PREGUNTA DEL SACERDOTE: S. - ¿No hace usted, sin embargo, las evocaciones según una fórmula religiosa? 
- RESPUESTA DE A.K. - Seguramente nos anima un sentimiento religioso en las evocaciones y en nuestras reuniones, pero no existe una fórmula sacramental; para los espíritus el pensamiento lo es todo, y nada la forma. Los llamamos en nombre de Dios porque creemos en Dios y sabemos que nada se cumple en este mundo sin su permiso, y porque si Dios no les permitiese venir no vendrían. En nuestros trabajos procedemos con calma y recogimiento, porque es una condición necesaria para las observaciones, y en segundo lugar porque conocemos el respeto que se debe a los que ya no viven en la Tierra, cualquiera que sea su condición feliz o desgraciada en el mundo de los espíritus. Hacemos un llamamiento a los buenos espíritus, porque sabiendo que los hay buenos y malos, procuramos que estos últimos no vengan a mezclarse fraudulentamente en las comunicaciones que recibimos. ¿Qué prueba todo esto? 
Que no somos ateos, pero esto no implica de ningún modo que seamos religiosos. 

PREGUNTA DEL SACERDOTE. - Pues bien, ¿qué dicen los espíritus superiores en lo tocante a la religión? Los buenos deben aconsejarnos y guiamos. Supongamos que yo no tengo ninguna religión, y quiero escoger una. Si les pregunto: me aconsejáis que me haga católico, protestante, anglicano, cuáquero, judío, mahometano o mormón, ¿qué responderán? 
CONTEST. DE A.K. - En todas las religiones hay que considerar dos puntos: los principios generales, comunes a todas; y los peculiares de cada una. Los primeros son los que acabamos de mencionar, y éstos los proclaman todos los espíritus, cualquiera que sea su rango. En cuanto a los segundos, los espíritus vulgares, sin ser malos, pueden tener preferencias, opiniones. Pueden preconizar tal o cual forma. Pueden, pues, inducir a ciertas prácticas, ya por convicción personal, ya porque conservan las ideas de la vida terrestre, ya por prudencia a fin de no lastimar las conciencias timoratas. ¿Cree usted, por ejemplo, que un espíritu ilustrado, aunque fuese el mismo Fenelón, dirigiéndose a un musulmán, le diría con poco tacto que Mahoma es un impostor, y que se condenará si no se hace cristiano? Se guardará muy bien, porque sería rechazado. 
Los espíritus superiores, en general, cuando no son solicitados por ninguna consideración 
especial, no se ocupan de pormenores, y se limitan a decir: "Dios es bueno y justo, sólo 
quiere el bien; la mejor, pues, de todas las religiones es la que sólo enseña lo que está 
conforme con la bondad y la justicia de Dios; la que da de Él la idea más grande, más 
sublime y no lo rebaja atribuyéndole las pequeñeces y pasiones de la Humanidad; la que 
hace a los hombres buenos y virtuosos y les enseña a amarse todos como a hermanos; la 
que condena todo mal hecho al prójimo; la que bajo ninguna forma ni pretexto autoriza la 
injusticia; la que no prescribe nada contrario a las leyes inmutables de la Naturaleza, porque Dios no puede contradecirse; aquella cuyos ministros dan el mejor ejemplo de bondad, caridad y moralidad; la que más tiende a combatir el egoísmo y menos contemporice con el orgullo y vanidad de los hombres; aquella, en fin, en cuyo nombre menos mal se comete, porque una buena religión no puede ser pretexto de mal alguno: no debe dejar ninguna puerta abierta ni directamente, ni por interpretación. Ved, juzgad y escoged”. 

QUE ES EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

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¿Los espíritas rezan el ave María? 

Divaldo responde: Repetir el saludo evangélico es una forma también válida de homenaje a aquella que fue la madre de Cristo y que nos proporcionó la honra de recibir al Ser más perfecto que estuvo en la Tierra. Todo buen pensamiento es edificante, todo buen sentimiento es un puente entre la criatura y el Creador. 
Nosotros, los espíritas, sin embargo, no usamos esa forma de oración. Los Espíritus han dicho siempre: " La forma nada vale, el pensamiento es todo". Ore pues, cada segundo sus convicciones y de la manera que más le afecte. Un buen pensamiento vale más que un gran número de palabras con las cuales nada tenga el corazón. 

"Los Espíritus jamás prescribirán cualquier fórmula absoluta de oraciones. Cuando dan alguna, es sólo para fijar las ideas y, sobre todo, para llamar la atención sobre ciertos principios de la Doctrina Espírita. 
Nos hacen también con el fin de auxiliar a los que sienten timidez para expresar sus ideas, pues algunos hay que no creerían haber orado realmente, desde que no formulasen sus pensamientos. 

El Espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos, cuando son dichos de corazón y no de labios solamente. La cualidad principal de la oración es ser clara, simple y concisa, sin fraseología inútil, ni lujo de epítetos, que son meros adornos de lentejuelas. Cada palabra debe tener alcance propio, despertar una idea, poner en vibración una fibra del alma. En una palabra: debe hacer reflexionar. Solamente bajo esa condición puede la oración alcanzar su objetivo; de otro modo, no pasa de ser ruido". 

(El Evangelio según el Espiritismo) 


La ciencia moderna aun no ha producido un medicamento tranquilizante tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas. 
Sigmund Freud 



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¿ Qué es el Espiritismo?

“El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. Podemos definirlo así: El Espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal.” (¿Qué es el Espiritismo? Preámbulo – A. Kardec, 1859) 

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Vida y valores (Sufrimientos y resignación) 

Tenemos que admitir que en la tierra, todos sufrimos. Sí, todos sufrimos en la tierra. Este es un planeta de pruebas y de expiaciones. Eso no es bueno, ni es malo, es la condición evolutiva del planeta. Desde los mundos primitivos destinados a las primeras existencias humanas hasta los mundos divinos, celestes, conforme a la clasificación de los espíritus, encontramos los mundos de pruebas y expiaciones. 

Afirman los Guías de la humanidad que, en los mundos de pruebas y expiaciones predomina el mal. El bien aun se elabora, mas predomina el mal. Si en esos mundos predomina el mal, todos aquellos que en ellos vivamos, estamos, de cierta manera, sujetos al mal de ese mundo. Es muy importante pensar en esa cuestión. Cada vez que vemos a nuestro alrededor encontramos sufrimientos de todos los niveles. 

Sufrimientos en el área social. Hay individuos que nacen, que viven en estado de máxima pobreza, de miseria sociológicamente dicho, debajo de la línea de la pobreza, económicamente también entendido así. Y nos estamos preguntando: ¿Cómo es que en el mundo donde se excede, donde hay basura rica en las grandes ciudades, puede existir tanta hambre? Encontramos criaturas que, desde que nacen son marcadas por enfermedades groseras, individuos que son autistas, hidrocéfalos, microcéfalos, macrocéfalos, ciegos, sordos-mudos, criaturas que nacen con lesiones insuperables como los anencéfalos, sin cerebro; niños que nacen con parte del tronco cerebral apenas y, por eso, la vida orgánica no puede avanzar. Miramos para otro lado de este mismo mundo y hayamos criaturas que nacen en cunas de oro, ricas, de familias poderosas, pero marcadas por insidiosas parálisis, lesiones cerebrales, como esquizofrenias, tormentas en el campo psicológico, en el campo psiquiátrico. Entonces pensamos: ¿Qué mundo es este? Un mundo de pruebas y expiaciones. De esta manera, tenemos dos caminos: o entendemos por qué vivimos en este mundo y porque este mundo tiene esas características o nos desarbolamos o nos perdemos en la revuelta. 

Este segundo camino es completamente inhábil. No nos sirve, no nos llevara a lugar alguno que no sea el enloquecimiento mayor. Nos resta la primera posibilidad: tratar de comprender porque en ese mundo se sufre tanto. Ahora, en la medida que entendemos que ese es un mundo de pruebas y de expiaciones está claro porque todos sufrimos, de una manera o de otra. No existe una sola criatura que no tenga sus lecciones. Personas bonitas, bien puestas mas, cuando conversamos con ellas, son dadas a jaquecas, tienen problemas de columna, tienen crisis hepáticas, tienen mil y un problemas que en el rostro no muestran. 

Pensamos en las condiciones de este mundo. Si es un mundo donde el mal aun predomina, que estamos aquí aun cargamos muchas marcas de ese mal que en la tierra predomina. ¿Por qué cargamos esas marcas? Porque provenimos de otras existencias donde esas cosas fueron realizadas y Cristo afirmo que no saldríamos de aquí hasta pagar el último cuadrante, la ultima moneda, para usar un lenguaje figurado del mundo. Por causa de eso, vale la pena pensar en una salida para toda esa gama de sufrimientos, de males, que encontramos a lo largo de nuestro planeta. ¿Huir de ellos? Imposible. Para donde quiera que vayamos, allá estará el problema, la dificultad, el acicate de la Ley Divina, Leyes naturales funcionando. Y cada cual de nosotros precisara acostumbrarse con esas ocurrencias del planeta tierra, a driblar ese mal que exacerba en nuestro mundo y procuramos, a lo largo de los días, trabajar para que la tierra sea más feliz de lo que es hoy. 

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Cuando pensamos en esa gama de sufrimientos de nuestro planeta, muchas veces nos estamos preguntando al respecto del sufrimiento de los animales. ¿Por qué sufren? Llegamos a comprender porque es que nosotros, seres humanos, sufrimos. Nuestros errores, nuestros delitos, nuestros crímenes cometidos en otras existencias, en otras experiencias aquí en el mundo, en esta misma vida, en vidas pasadas. ¿Pero y los animales? Los animales no erran, ellos no cometen errores. Los animales siguen la Ley del determinismo y, dentro de la Ley del determinismo, ellos no erran nunca. Jamás una serpiente ataca a alguien porque no le gusto su rostro, porque no simpatizo con la persona. Ataca para defenderse, porque se siente arrinconada. Así hacen todos los demás animales para defenderse. 

Cuando pensamos en el sufrimiento de los animales tenemos que percibir que, cada ser que sufre en este mundo, tiene un objetivo determinado por la Ley Divina. Los animales sufren no para rescatar los errores cometidos. Es para despertarles los centros psíquicos. Los animales son principios espirituales, son Espíritus en evolución y, ciertamente, precisas del dolor, del sufrimiento para acostumbrarse a buscar en el planeta los recursos salvadores. Jamás la Humanidad supo existir veterinarios, en los bosques. No en tanto, los animales sufrían y buscaban recursos en el bosque. Sufren y buscan recursos en el bosque. Naturalmente que todo eso se debe a ese proceso evolutivo. Al dolor, en los irracionales, no tiene el mismo objetivo que el dolor en el ser humano. 

En el ser humano, el dolor nos fustiga al lado moral para que la gente aprenda a perdonar, a ser humilde, a bajar la cresta del orgullo. Más, en los irracionales no, el dolor tiene otro sentido. Los hacen crecer, los hacen progresar. Miramos nuestro gato en casa, nuestro perro y, de repente, ellos van a comer grama, comen capín. La gente no saben lo que estaban sintiendo. Salen afuera, vomitan y se encuentran bien. ¿Quién fue que les enseño a esos animales a buscar en la naturaleza vegetal el remedio para sus problemas? Así pasa con las aves, con las fieras, en la intimidad de los bosques y, naturalmente, tenemos que convenir que hay un camino importantísimo que andar, es lo que da comprensión. 

En la medida en que sabemos de eso, encaramos mejor los dolores del mundo, los dolores de la tierra, con una virtud que se llama resignación. La resignación, de manera alguna, será acomodación. No tenemos que cruzar los brazos porque sufrimos delante de los dolores y dejar que Dios lo resuelva. Si estamos desempleados, tenemos que buscar trabajo. Si estamos enfermos, tenemos que buscar medicina, la medicación, el tratamiento. Si tenemos cualquier problema en este mundo, en este mundo tendremos que resolverlo. 

Pero la resignación no es sinónimo de acomodación, vale repetir, la resignación es el mirar que tenemos para esos fenómenos, es la manera como vemos esos fenómenos. Si no fuese la resignación, entraríamos en la ruta de la desesperación, entraríamos en el circuito de la desolación porque, cuando no comprendemos porque sufrimos, sufrimos dos veces. La primera vez por el sufrimiento en sí, la segunda vez por la ignorancia a respeto de él. Por eso, es la Doctrina de los Espíritus que tiene, en su contexto y en los textos, esas explicaciones, esos recursos para hacernos pensar en la razón por la cual los seres humanos sufrimos y por cual razón los irracionales sufren en la tierra. 

Vale la pena pensar que los animales sufren por un sentido: para despertarles la vida psíquica, el despertar de sus valores psíquicos, en cuanto el ser humano sufre para rescatar sus débitos y realizar aprendizajes en el campo moral. De ahí comenzamos a percibir como es importante esa virtud de la resignación. El evangelio según el espiritismo, la tercera obra de la Codificación de la Doctrina Espirita, hecha por Allan Kardec nos explica que, en cuanto la obediencia corresponde al consentimiento del raciocinio, de la razón, la resignación corresponde al consentimiento del corazón. Es nuestro sentimiento que nos da la oportunidad de la resignación. Ser resignado no es ser paralizado, estancado, acomodado, inerme, inerte. Resignado es tener el entendimiento de la razón de las cosas, lo que no nos impide de sufrir, ni el de llorar, pero que nos da la alegría de saber que estamos dando cuenta de nuestro recado en el mundo. 

José Raúl Teixeira 

Transcripción del Programa Vida y Valores, número 172, presentado por Raul Teixeira, bajo la coordinación de la Federación Espírita de Paraná. Programa grabado en septiembre de 2008. Exibido por la NET, Canal 20, Curitiba, el dia 15.11.2009 y el 31.01.2010. 

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                            AMALIA DOMINGO SOLER

Mi espíritu ha tenido predilección por encarnar muchas veces en este suelo español. En él he gozado y he tenido el orgullo de ser tributado y agasajado por aquellos sencillos espíritus que no comprendían el orgullo del mío. 
En este suelo he recogido muchas flores que convertía, por mi jactancia e ingratitud, en espinas para aquellos pobres jardineros que se habían esmerado tanto en presentármelas. ¿Cómo cambiar de lugar? ¿Cómo tomar diferente rumbo, si no es posible coger el fruto sazonado lejos del árbol que lo arroja? A la sombra del mismo árbol, a los rayos del mismo sol, bajo el mismo ambiente es donde se tienen que recoger, una a una, todas aquellas espinas que uno por su orgullo ha hecho brotar de las flores. Aquellas espinas, por justa ley, tienen que penetrar dentro de nuestras carnes para producir el mismo dolor que hemos producido a los demás. Así es de la única manera que el espíritu puede dar el paso más agigantado. Y aunque parezca que el espíritu lo tenga todo vedado en el transcurso de la vida, no es así: en sus momentos de lucidez se da verdadera cuenta de sus caídas y de sus promesas de quererse regenerar. 

Cuando el espíritu empieza una nueva labor, gime el cuerpo y se sonríe el alma, y esas dos entidades que al parecer no van unidas, dentro de la realidad funcionan en buena armonía, y poco a poco van cumpliendo esa gran misión llamada progreso.
MEMORIAS DE UNA MUJER

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