sábado, 9 de mayo de 2015

El Relojero celeste


                      El Relojero  Celeste                                    
   
               Vivencias en, los caminos de la vida
Aquella tarde me encontraba confuso y un poco cargado, subí a mi estudio para tratar de relajarme y ordenar pensamientos que sueltos saltaban por mi interior sin orden ni control; me dejé caer en mi hamaca y cerré los ojos, sentí una fuerte reacción de frío y un peso en todo el cuerpo como si las paredes de mi estudio se hubiesen abalanzado en mis espaldas presionando muy fuerte mi cuerpo, una sensación de asfixia cortaba mi respiración.
Me levanté de la hamaca un tanto confuso,  hice unas respiraciones profundas, me faltaba aire y salí al patio, sentí la necesidad de renovar atmósferas y sin ideas concretas salí al exterior. Necesitaba aire fresco y pensé dar un paseo hasta el bosque, puse el coche en marcha y partí. No tenía una idea clara, me sentía confuso y decaído y sentía la necesidad de ver la puesta de sol para estimular mi ánimo. Subí hasta la cima de Montserrat, cuando llegué allí ya atardecía, entré en el monasterio, me senté en un banco y hice una elevación, sentí una fuerte reacción en mi interior que me vitalizó y reconfortó.
Ya en el exterior, me senté en un banco bajo una arcada de piedra, desde allí vía una amplia extensión de terreno, montes lejanos, pueblos, carreteras y un  río, que a aquella hora de la tarde le daba un encanto y colorido especial. También contemplaba una impresionante puesta de sol, sobrecogido por la emoción  y con la vista perdida en el infinito terrestre anochecía. Levanté la cabeza y quedé contemplando la bóveda celeste, admirando el brillo de las estrellas y su esplendor… Unos reflejos luminosos que se desplazaban hacia la tierra. La inmensidad y la armonía que preside el universo con el desarrollo matemático de un reloj perfecto. Con una sonrisa más ingenua que burlona me imaginé ante tanta grandiosidad  y orden  que debía existir un relojero que ordenara aquél equilibrio. Un Relojero Divino, cuyas leyes rigen minuciosamente los movimientos de la mecánica celeste.  ¡Esa inteligencia y orden supremo que nuestro cerebro humano es incapaz de captar! Que está rígido por un orden exacto, eterno, pero muy lejano a nuestro conocimiento humano que, en momentos, por instintos y por  impulsos  inconscientes alcanzamos.
Frente a tanta inmensidad pensaba que tenía que existir un plan de evolución para cada uno de aquellos mundos que podía ver con mis ojos físicos,  y por muy insignificantes que seamos los humanos, a un más pequeños que un átomo en relación con la inmensidad cósmica formamos parte de su evolución y estamos integrados en su desarrollo y en un todo. En un encadenamiento de causa y efecto en donde lo más pequeño tiene tanta importancia y valor como lo más grande por formar el desarrollo de un conjunto determinado por las leyes que se escapaban de mi conocimiento y capacidad humana…
Es inconcebible un ser humano capaz de obstaculizar o hacer fracasar la marcha de nuestro planeta o de todo el universo, por un acto individual o colectivo que escapase al control del “Relojero Creador” y que, ya de antemano no hubiese sido previsto por él. 
Con la mente perdida en las grandes dimensiones estelares y sintiendo un extraño fluir por aquellas radiaciones de luz que llegaban a la tierra me había olvidado de mi realidad consciente y de mi cuerpo que estaba allí amontonado en aquél banco de piedra llena de frío que,  la baja temperatura de la noche se hacía sentir con fuerza en aquella zona alta.
Al tomar conciencia de mi cuerpo físico sentí un fuerte escalofrío, me levante de donde estaba sentado y di unos pasos, luego hice unas respiraciones profundas para coger fuerzas y dinamismo y envolverme de aquella energía que llegaba a la tierra. Al intentar andar sentí las piernas adormecidas y los músculos agarrotados, por unos momentos me hizo recordar por su similitud la salida de los test espirituales que me hacía Amalia para introducirme en los estados de trance, en mi regreso a la realidad consciente.
Ya en mi normalidad de conciencia asombrado por la bella enseñanza que había tenido al contemplar aquella deslumbrante puesta de sol que me llevó a un estado profundo de mi sentir, fui a donde había dejado el coche, lo puse en marcha pise el pedal del gas y cogí el camino que me devolvería a mi morada humana.
Aquella noche, ya en la soledad de mi estudio tuve una profunda meditación que me dio claridad sobre mi situación interior, y el desarrollo de una mediúmnidad que tanto me estaba costando aceptar.  
 Manolo Carracedo

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DIVERSIDAD DE LOS 

ESPÍRITUS


PREGUNTA: Usted habla de espíritus buenos o malos, serios o ligeros, y le confieso que no me explico esta diferencia. Me parece que, al dejar su envoltura corporal, deben despojarse de las imperfecciones inherentes a la materia; que debe para ellos hacerse la luz sobre todas las verdades que nos están ocultas, y que deben verse libres de las preocupaciones terrestres. 
RESPUESTA DE A.K. - Sin duda alguna se encuentran libres de las imperfecciones físicas, es decir, de las enfermedades y flaquezas del cuerpo, pero las imperfecciones morales se refieren al espíritu y no al cuerpo. Entre ellos los hay que están más o menos adelantados intelectual y moralmente. Sería erróneo creer que los espíritus, al dejar su cuerpo material, reciben súbitamente la luz de la verdad. ¿Cree usted, por ejemplo, que cuando muera no habrá ninguna diferencia entre el espíritu de usted y el de un salvaje o el de un malhechor? Si así fuera, ¿de qué le serviría haber trabajado para instruirse y mejorarse, puesto que un 
cualquiera sería tanto como usted después de la muerte? Sólo gradual, y algunas veces 
muy lentamente, se verifica el progreso de los espíritus. Entre ellos, dependiendo esto de su 
purificación, los hay que ven las cosas bajo un punto de vista más exacto que durante su 
vida. Otros, por el contrario, tienen aún las mismas pasiones, las mismas preocupaciones y 
los mismos errores, hasta que el tiempo y nuevas pruebas les hayan permitido perfeccionarse. 
Note usted bien que lo dicho es el resultado de la experiencia, porque del modo indicado se 
nos presentan en sus comunicaciones. Es, pues, un principio elemental del Espiritismo que 
entre los espíritus los hay de todos los grados de inteligencia y moralidad. 


PREGUNTA: - Pero entonces, ¿por qué no son perfectos todos los espíritus? ¿Dios, pues, los crea de todas categorías? 
RESPUESTA DE A.K. - Eso vale tanto como preguntar, porque todos los discípulos de un colegio no cursan filosofía. Todos los espíritus tienen el mismo origen y el mismo destino. Las diferencias que entre ellos existen no constituyen diferentes especies, sino grados diversos de adelanto. 
Los espíritus no son perfectos, porque son las almas de los hombres, y los hombres no son 
perfectos, porque son la encarnación de espíritus más o menos adelantados. El mundo 
corporal y el mundo espiritual alternan incesantemente; por la muerte del cuerpo, el mundo corporal ofrece su contingente al mundo espiritual; por el nacimiento, el espiritual alimenta a 
la Humanidad. En cada nueva existencia, el espíritu realiza un progreso más o menos grande, y cuando ha adquirido en la Tierra la suma de conocimientos y de elevación moral de que es susceptible nuestro globo, lo deja para pasar a otro mundo más elevado, donde aprende cosas nuevas. 
Los espíritus que forman la población invisible de la Tierra son hasta cierto punto reflejo del 
mundo corporal. Se encuentran en ellos los mismos vicios y las mismas virtudes; los hay 
sabios, ignorantes, falsos sabios, prudentes y atolondrados; filósofos, razonadores y 
sistemáticos; no habiéndose desprendido todos de sus preocupaciones, todas las opiniones 
políticas y religiosas tienen entre ellos sus representantes; cada uno habla según sus ideas, 
y a menudo lo que dicen no es más que su opinión personal, y he aquí por qué no se debe 
dar ciegamente crédito a todo lo que dicen los espíritus. 


PREGUNTA: - Si esto es así, descubro una inmensa dificultad, pues en semejante conflicto de opiniones diversas, ¿cómo distinguir el error de la verdad? No comprendo que nos sirvan de mucho los espíritus ni lo que ganamos con sus conversaciones. 
RESPUESTA DE A.K. - Aunque sólo sirviesen los espíritus para enseñarnos que los hay y que son las almas de los hombres, ¿no sería ya esto muy importante para los que dudan de si la tienen, y que ignoran lo que será de ellos después de la muerte? 
Como todas las ciencias filosóficas, la espiritista requiere largos estudios y minuciosas 
observaciones. Así es como se aprende a distinguir la verdad de la impostura, y como se 
obtienen los medios de alejar a los espíritus mentirosos. Por encima de la turba de baja 
ralea, están los espíritus superiores, que no tienen otra mira que el bien, y cuya misión es 
conducir a los hombres por el buen sendero. Nos corresponde a nosotros saber apreciarlos 
y comprenderlos. Éstos nos enseñan magníficas cosas; pero no crea usted que el estudio 
de los otros sea inútil, dado que para conocer un pueblo es preciso estudiarlo bajo todas sus 
fases. 
Usted mismo es prueba de esta verdad: creía usted que bastaba a los espíritus el dejar su 
envoltura corporal para despojarse de sus imperfecciones, y las comunicaciones con ellos 
nos han enseñado lo contrario, haciéndonos conocer el verdadero estado del mundo 
espiritual, que a todos nos interesa en extremo, ya que a él debemos ir todos. En cuanto a 
los errores que pueden nacer de la divergencia de opinión entre los espíritus, desaparecen 
por sí mismos a medida que aprendemos a distinguir los buenos de los malos, los sabios de los ignorantes, los sinceros de los hipócritas, ni más ni menos que entre nosotros. Entonces 
el sentido común hace justicia a las falsas doctrinas. 


QUE ES EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

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EL PORVENIR DEL ESPIRITISMO ANTE LA ERA DE LA COMUNICACIÓN VIRTUAL

Peter Bradwell, autor de una investigación hecha en un centro de estudios británico, sugiere que los patrones deberían evitar restringir que sus  funcionarios visiten sites, de relacionamiento social, en horarios de trabajo. El autor defiende, aun, la importancia que los sites, como Facebook, MySpace u Orkut, tiene para la vida profesional. Sin embargo, recomienda que las  empresas  queden alerta  e interfieran, con rigidez, en relación a los funcionarios que abusan del huso de esos sites.
Para el investigador, la utilización de esa tecnología, visando mayor aproximación con ex funcionarios y clientes en potencial, puede aumentar la productividad, puede incentivar la creatividad, y puede  ayudar a mantener un ambiente de trabajo más democrático. Con todo, alerta que son necesarias reglas claras para el uso apropiado de sites de redes. “Es bueno que las compañías  sean conscientes  de las tensiones y analicen la implantación de reglas practicas para proteger el impacto positivo de las redes sociales”, conforme afirmó Robert Ainger, de la compañía de móviles, Orange, que encargó el informe. (1)
“La forma en que las personas interactúan con las computadoras va a cambiar, dramáticamente,  en los próximos años”, afirmó el fundador de Microsoft, Bill Gates, en una entrevista a la BBC. (2) Él predice que las interfaces tradicionales, como el teclado y el ratón, darán espacio, gradualmente, la tecnología más intuitiva y "naturales", tales como el tacto, la visión y el habla. "En cinco años, tenemos decenas de millones de personas sentadas en la navegación,  organización  sus vidas, utilizando este tipo de interfaz táctil. "(3)
Creemos que "Internet tiene un papel crucial como lugar para la democratizació n del conocimiento, a través de su diversidad y el pluralismo". (4
Hay espiritualistas que ven en Internet con los ojos asimétricos, impulsados por los temores y mitos. Más, es importante recordar que el Espiritismo es una doctrina abierta a los avances científicos. El pesimista en servicio y el  crítico de la tarjeta  rechazan Internet debido a la exclusión digital, que sigue siendo una grave realidad. Más,  aseguro que en el porvenir, tener internet con tecnologías muchísimo más avanzadas, usando nuestros sentidos, yo diría, será tan común como tener un refrigerador, una televisión o incluso un teléfono. Ya estamos viendo esto en el Estado de Pará.
Transformaciones sociales, cambios en el panorama  de los conocimientos generales del hombre,  no pueden estancar  el Espiritismo, no lo pueden encerrar en un ortodoxo cuerpo de piedra. La prohibición, que se cree que existe entre la tecnología (la ciencia) y la religión, "viene de un fracaso de la observación,  y del exceso de exclusivismo de una y otra parte. De eso resulta un conflicto, que originó la incredulidad y la intolerancia” . (5) Divaldo dice que “Si Allan Kardec estuviese reencarnado, en estos días, se serviría  de Internet con la misma nobleza con que recurrió a la prensa, de su tiempo, en la divulgación y defensa del Espiritismo, delante de sus adversarios naturales. "(6)
Según el ínclito profesor Rivail, “una publicidad  en larga escala, hecha en los periódicos de mayor circulación, llevaría al mundo entero,  hasta las localidades más distantes, el conocimiento de las ideas espiritas, despertaría el deseo profundo de ellas y, multiplicando los adeptos,  impondría silencio a los detractores, que luego tendrían  que ceder,  ante el ascendente de la opinión general.”(7)
Desde la popularizació n de la radio, muy extendida en gran parte del mundo, a las décadas del 30 y 40; la expansión de la televisión, difundido en Brasil, a partir de los años 50, la Internet, desde  la década de los 90, con la creación de sistemas de red (web), acreditado a Tim Berners Lee, el nivel de información de las personas aumento, considerablemente. Incluso aquellos que, en la sociedad de hoy en día se consideran ignorantes, tienen un volumen de información personal mucho mayor que hace algunas décadas. En términos Espiritas, eso puede proporcionar una profundizació n de la doctrina de los que ahora se llaman los aficionados, y también atraer a otros que tienen alguna información sobre la naturaleza conceptual del espiritismo.
No debemos temer a internet, tal como, en la Edad Media, la Inquisición temían los libros. Apoyados  en el buen sentido kardeciano, es urgente aprendamos a  enfrentar los desafíos de la delincuencia informática, siempre con la intención de buscar la verdad y esclarecerla. Debemos saber cómo distinguir el trigo de la paja. Internet,  a pesar de la información incorrecta, de las agresiones, de la infamia, la degradación y la delincuencia, es sin duda un instrumento de los grandes logros que dignifican al hombre  y preparan a la sociedad humana para un futuro más brillante.
Por Internet, son posibles los estímulos de fraternidad entre las diversas instituciones espiritas a nivel mundial. Por Internet, está surgiendo un nuevo paradigma para el movimiento espirita, reforzando la directriz dada por Becerra de Meneses, e Ismael, en la Patria del Evangelio. Si el convertido de Damasco cien mil millas a pie de ciudad en ciudad para difundir el Evangelio, Dios, ahora nos da la oportunidad de estar en el confort y la comodidad de nuestro hogar y  poder difundir la Tercera Revelación para todos los continentes.
Teniendo en cuenta esto, ¿cómo garantizar que el material publicado es legítimo? ¿Cómo evitar la aparición de copias falsificadas o mal interpretado? Ambas cuestiones son importantes y relevantes para que podamos entender cómo aplicar internet, correctamente, al ambiente espirita.  En ese caso, la vigilia equilibrada es la clave para lograr un enfoque equilibrado que pueda explorar, plenamente, la tecnología que tenemos disponible, y, concomitantemente, proyectar los objetivos  mayores del trabajo que está siendo desenvuelto, por permisión de Cristo, en nombre de la Tercera Revelación.
 Jorge Hessen
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NUESTRA REALIDAD
HERNANI GUIMARAES ANDRADE

Para evaluar correctamente nuestro destino final, sería indispensable conocer nuestra verdadera realidad. Nos hallamos en la misma situación que los pasajeros de un inmenso navío, que hubiesen nacido, crecido y adquirido ciertas experiencias, durante un largo viaje.
Supondríamos que varias generaciones de pasajeros, se sucediesen dentro del gran navío, transmitiendo a sus descendientes las experiencias conquistadas, a lo largo de la jornada, mientras la embarcación no llegase a su destino.
Los viajeros del navío, conseguirían con el tiempo, aprender mucho acerca de él y acerca del inmenso océano, sobre el cual flota. Pero los pasajeros ignorarían todo el itinerario, e incluso la geografía del mundo, en que se encuentra el mar.
Ellos podrían llegar a conocer minuciosamente su realidad relativa; el navío. Se conocerían también, hasta cierto punto.
Podrían formular hipótesis adecuadas a su situación particular, incluso aquella concerniente a su destino, pero difícilmente tendrán certeza absoluta, acerca de la realidad mayor, o sea del Universo en que viven, ni  del exacto destino que buscan.
Supongamos que algunos de esos pasajeros, consiguiesen comunicarse, gracias a cualquier medio desarrollado por ellos, con personas que habiten en las tierras firmes, de los continentes, que hablen su lengua y conozcan su condición de viajeros.
Digamos además que los comunicadores continentales, ya hubiesen pasado por condiciones semejante a las de los pasajeros.
Está claro que los habitantes del navío podrían entenderse con los de afuera, en todo aquello que se relacionase con su limitada realidad; la de la embarcación.
Para ellos las ideas referentes a los árboles, casas, planicies, automóviles, etc., sonarían como cosas sin sentido.
Más sin sentido aún, sería la perspectiva de llegar, en el porvenir, a habitar ciudades o países, con sus problemas típicos, tales como embotellamientos de tránsito, cuestiones sociales, inflación, guerras y otros acontecimientos típicos de las sociedades humanas.
Dentro del navío, surgirían los incrédulos que pondrían en duda, las informaciones obtenidas por los compañeros, que consiguiesen las comunicaciones. Los propios comunicadores del navío, tendrían las mayores dificultades en convencer a sus compañeros de viaje, de la existencia de los continentales.
Peor aún sería la situación de unos pocos pasajeros, que por suerte pudiesen abandonar temporalmente la nave, visitar una región continental y volver a la embarcación.
Ellos no sólo se sentirían imposibilitados, de dar una información correcta, a sus colegas de viaje, sino que correrían el riesgo  de ser malentendidos y hasta segregados.
Nuestra situación se asemeja a la de los ocupantes del navío.
Aquí nacemos, aquí vivimos, morimos, volvemos a nacer y vamos aprendiendo cada vez más, acumulando conocimientos y trasmitiéndolos a las generaciones que nos suceden. Sin embargo, nuestro conocimiento estará siempre limitado, por las circunstancias en que nos encontramos. Será el conocimiento de una realidad particular.
Volviendo al ejemplo de los navegantes confinados al gran navío, supongamos que cuando se aproximasen al puerto de destino, comiencen a observar los primeros signos de tierra firme. Algunos de los tripulantes podrán levantar el nivel del puesto de vigía, aumentando su radio de visión.
Avistaran colinas, planicies, matas, etc. y algunos pocos viajeros se irán convenciendo de que la realidad-navío, es apenas una parte, de la realidad mayor que los circunda.
Sus hipótesis acerca del mundo, serán en consecuencia más amplias y se aproximaran a la verdad. Sin embargo, aún así, estarán lejos del modelo ideal, de la imagen correcta a su alrededor.
Actualmente los fenómenos paranormales, equivalen para nosotros a las primeras señales de tierra firme. Vamos a tener que reajustar muchos conceptos de nuestra realidad.
Lo que ya conquistamos como conocimientos, es válido, sin duda, pero no definitivo, aunque nos sirva mucho para atender las necesidades, en la vida dentro del <navío>
Por esta razón, es muy posible que tengamos una respuesta aproximada para la pregunta: ¿para qué vivimos?

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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jueves, 7 de mayo de 2015

Conflictos familiares

REDENCIÓN Y PROGRESO

Prosiguiendo en el camino de la redención, procuramos ilusionados superarnos, intentamos hacer a nuestro alrededor un mundo mejor, y contribuimos a la mejoría del planeta, todos unidos por los lazos del amor y de la fraternidad,  tenemos nuestros compromisos dentro de la familia, del hogar, de la sociedad en la que nos desarrollamos, y nuestra doctrina nos dice, que el espirita no debe serlo, solo a ratos, y dentro de los centros, y con los compañeros del ideal, el espirita hade serlo a todas horas, y en todas partes, con todo el mundo.
Todos conocemos sobradamente lo que la enseñanza de los Espíritus  nos dice a cerca de la ley moral. Procurando esta elevación es donde reside la verdadera grandeza  del Espiritismo. Los fenómenos no son más que su prefacio, es como en un fruto la corteza, ambos inseparables  en la gestación,  aunque de valor muy diferente.
El estudio científico debe conducir al estudio filosófico, coronado por el conocimiento de esa ley moral en la que se complementan, se esclarecen y se funden  todas las partes del pasado. Es entonces cuando obtendremos  la moral universal, fuente  de toda sabiduría  y de toda virtud, y cuya práctica  y experiencia  solo se adquieren  c consecuencia de numerosas encarnaciones.
La posesión y la comprensión de la ley moral, en efecto, es lo más necesario y lo más  valioso que existe para el alma. Nos permite  medir nuestros recursos íntimos, regularizar su ejercicio y disponerlos  de forma  que nos proporcionen  el mayor bien posible. Nuestras pasiones  son fuerzas peligrosas  cuando somos esclavos de ellas y útiles y bienhechoras  cuando hemos aprendido a dirigirlas; dominarlas, es ser grande; dejándonos dominar por ellas, es ser pequeño y miserable.
Si queremos emanciparnos de los males terrenales y escapar  a las reencarnaciones dolorosas, hemos de gravar  en nosotros esta moral y llevarla a la práctica. Dando únicamente al ser material lo indispensable –  pues siendo efímero se desvanecerá después de la muerte -; cultiva con mucho cuidado, el Ser espiritual, que vivirá siempre. Librémonos de las cosas perecederas: honores, riquezas, placeres, todo ello no es más que humo, solo el bien, la belleza y la verdad son eternos.
Conservando el alma  sin mancha y la conciencia sin reproches. Todo pensamiento, todo acción mala atrae hacia el ser las impurezas de fuera; todo ímpetu, todo esfuerzo hacia el bien aumenta nuestras fuerzas y hace que nos comuniquemos con las potencias superiores. Desarrollemos dentro de nosotros  la vida intima  que nos pone en relación con el mundo  invisible y con la Naturaleza entera. Encontrando en ello la fuente de nuestro verdadero poder y, al mismo tiempo, la de los goces y sensaciones exquisitas que irán aumentando, a medida que  las impresiones de la vida  exterior se debiliten con la edad y con ello el desligamientos de las cosas terrestres.
Por eso, en las horas de recogimiento, cuando el sol de nuestra alma se retire para meditar, procuremos  oir la armonía  que se eleva de las profundidades de nuestro Ser,  como una suave melodía,  como un eco de los mundos que soñamos, esos que muchos entreven,  y que hablan de grandes luchas morales y de nobles acciones. En estas sensaciones intimas, en estos sueños de paz y de amor,  en estas inspiraciones ignoradas  por los sensuales y por los malos, los ignorantes, reconoceremos el preludio de la vida libre de los espacios, como una fruición anticipada  de las felicidades  reservadas  para el Espíritu justo y bueno.
Hermanos muchos son los jardines que hemos sondeado, y muchas son las flores que se nos han ofrecido, para deleite de nuestro “Yo”, no las desdeñemos, aun estamos a tiempo, de servirnos de su perfume, de su fragancia embriagadora, y una vez que formen parte de nuestro jardín, de nuestro patrimonio espiritual, no nos quedemos ahí, procuremos ir más lejos, esparzámoslas por todas parte, el Cielo es Grandísimo, inmensurable, tan grande que nos acogerá un día a todos, cuanto antes logremos fijar en el nuestra morada, antes gozaremos de los bienes celestes que en el siguen preparados para todos los que llegan, nadie puede ocupar allí nuestro lugar, el permanece vacio, hasta que nosotros lo podamos ocupar, pero tengamos por seguro que por mucho que nos detengamos sin avanzar, por muy perdidos que estemos, ese lugar un día lo ocupará nuestro espíritu, único ser que lo puede  gozar, en los bienes inconmensurables de la Divinidad.

Mercedes Cruz Reyes
Trabajo  del libro “Después de la muerte” de León Denis.

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Desde el rincón del alma.

Es obligatorio para la reconducción de mi espiritualidad, el recogimiento y la quietud, siempre me produjeron una profunda manifestación en mi interior que hacía vibrar todo mi ser las catedrales, monasterios, los grandes y pequeños lugares de culto y recogida en el fervoroso sentir del alma afligida, necesitadas de la mano piadosa del Creador. Ello me llevo a la asimilación que mi espiritualidad no era nada nuevo, que como agua transformadora iba limpiando cauces en los ciclos reencarnatorias en diversas existencias terrenas. Ya desde mi primera manifestación en este foro lo he indicado, gracias al encuentro de un espiritista pude encontrar senderos liberadores para la propia autodeterminación del alma en el estudio de la ciencia eterna; sin sujeciones de fe ni conceptos doctrinarios terrenos que limitan en la total liberación. 
Conozco la vieja ciudad Compostelana, sus calles, sus rincones; la catedral y el impresionante pórtico de la gloria con sus esculturas, manifestaciones vivas de un ayer. De arte amor y fe en la realización de una obra que determina el paso del tiempo en la cultura y evolución de nuestra humanidad. Más todavía cuando los que trabajaron en esa majestuosa labor podemos compartir con ellos el aliento de nuestra realidad terrena como es el caso del escultor Manolo Carra que a través de los siglos terrenos en carne propia nos habla de esta verdad del espíritu que determina el sendero continuador que transciende sobre toda realidad corporal, en esta ciencia del alma en la cual necesitamos un rincón para seguir la misión de nuestra labor terrena. Un abrazo en la luz en el despertar del alma y misión.

Estela Blasco Vega

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Decisiones

 Nuestra vida es una secuencia infinita de decisiones.
A cada instante, para vivir, cada uno de nosotros tiene que tomar decisiones, con variados grados de importancia, que pasan a modelar nuestro comportamiento de forma significativa, generando consecuencias para los otros y para nosotros mismos, automáticamente, pues el hombre no vive de forma aislada, pero si en sociedad, con dependencia de unos para con los otros.
Es el uso del libre albedrío, de la libertad de vivir, que Dios sabiamente nos concede.
El acto decisorio está íntimamente conectado, a las elecciones selectivas que hacemos en las acciones de cada segundo.
Involucra pequeñas y grandes cosas como, por ejemplo, decidir el tipo de alimento que vamos ingerir diariamente; el tipo de transporte que vamos a utilizar para irnos de casa para el trabajo (autobús, taxi, tren o metro), o si vamos o no, a cazar con esta o aquella persona; si vamos optar por esta o aquella carrera profesional, y así por ejemplo.
Tomada la decisión, elegido lo que vamos hacer, solamente nos resta aguardar las consecuencias de nuestros actos, en su debido tiempo.
Algunas decisiones son tomadas casi que instintivamente y ni siquiera nos enterarnos que estamos decidiendo, o sea, haciendo una elección.
Otras veces, la decisión es compleja y por eso mismo, causa en nosotros preocupaciones serias, pudiendo causar stress y no raras veces depresión, por no conseguir descubrir, de inmediato, cual es la mejor decisión.
El libre albedrío nos es concedido por Dios, como una verdadera dádiva, pero la utilización de esa libertad de vivir tiene que si fundamentar en decisiones responsables, o sea, nadie tiene el derecho de perjudicar nadie y de esa forma, la libertad de acción que todos poseemos, no es totalmente absoluta, muy por el contrario, es relativa, poniendo limites que necesitan ser bien visualizados.
Esas barreras divisorias están colocadas en la posición exacta en donde los derechos de una persona terminan y los derechos de sus semejantes empiezan.
Siempre que esos límites de libertad son invadidos, acabamos perjudicando a alguien, consciente o inconscientemente y por la ley de justicia divina, pasamos a ser infractores delante la armonía del Universo, condición que tendrá que ser reparada, oportuna y convenientemente, para que la ley de causa e efecto se cumpla.
De ahí una de las razones del dolor y sufrimiento aquí en la Tierra, ya que no son eternos, pero exactamente proporcionales a los dolores y sufrimientos que hemos causado a nuestros semejantes.
Allan Kardec explica en el libro EL CIELO Y EL INFIERNO, que los deslices que cometemos, crean como manchas en el Espíritu, de mayor o menor intensidad, de acuerdo con la extensión del mal que creamos.
Solo hay un medio de borrar estas manchas del Espíritu; el cual está compuesto de tres etapas fundamentales: Arrepentimiento, Expiación y Reparación.
El primer paso es el arrepentimiento sincero, esto es, el reconocimiento de que hicimos algo errado. Esta fase del proceso es importantísima, pues significa que el discernimiento entre el bien y el mal ya existe. Hay personas que, infelizmente, practican el mal, pensando que están haciendo un bien. Estas personas todavía no despiertan la conciencia para distinguir correctamente, el bien del mal. Es nuestro deber supremo practicar, única y exclusivamente el bien, pero si, por cualquier motivo, no pueda realizar el bien, jamás debemos practicar el mal.
La depuración en cuanto a los errores cometidos, empiezan con el arrepentimiento.
Pero solo el arrepentimiento, no es suficiente para borrar la mancha creada por el error cometido. Es necesario pasar por la expiación, esto es, sufrir conforme hicimos nosotros sufrir.
Es verdad que esta fase del proceso puede ser atenuada, después que el infractor la practique, por libre y espontánea voluntad, usando la  Caridad, en beneficio de sus semejantes, anulando para eso, su propio egoísmo, lo que no siempre es tarea fácil.
Llamamos la atención por otro punto especial, pues podría parecer que el arrepentimiento, seguido de la expiación de las faltas, fuese suficiente para librarnos de los estragos que causamos con nuestros errores. Y no es así.
Es necesaria una tercera y ultima etapa: la reparación, que consiste en nosotros hacer el bien, a quien hicimos el mal. Solo después que pasamos por tal procedimiento es cuando conseguimos librarnos totalmente de los nudos de nuestros errores.
Por lo tanto, usar mal el libre albedrío, es decidir de forma equivocada, no es un buen negocio, pues las consecuencias para el Espíritu son desastrosas, exigiendo mucha comprensión, determinación, coraje, fuerza de voluntad y resignación, además de disponer de mucho tiempo para la realización de las tres etapas signadas: Arrepentimiento, Expiación y Reparación.
Autor: Nelson Oliveira e Souza - Presidente do CETJ
Fuente: O Mensageiro
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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           Conflictos familiares

Según André Luiz todos hemos de procurar “Mejorar, sin desanimo, los contactos directos o indirectos con los padres, hermanos, tíos, primos y demás parientes, en los combates del mundo, para que la Ley no venga a cobrarle nuevas y más enérgicas experiencias en próximas encarnaciones.
La reencarnación es la abertura que la providencia divina concede a la criatura, para que emprenda nuevas experiencias y cuente con otras oportunidades de aprendizaje y lecciones, que puedan atestar, en el tiempo, mayor avance en la escala evolutiva, rumbo a la felicidad a que todos estamos destinados.
Nuestro nacimiento en la Tierra solo es posible mediante la participación de un hombre y de una mujer. No en tanto, para mayor seguridad en el proceso reencarnatorio, mirando crear todas las posibilidades necesarias al progreso del Espíritu reencarnante, decidió el Código Divino por el establecimiento de la familia, la célula primera de la sociedad.
Entonces, padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, primos y otros forman los lazos de la consanguinidad, creando estrictos hilos de compromisos unos para los otros. La familia, por tanto, precisa ser el nido acogedor donde podamos reposar nuestras esperanzas, sueños, propuestas, objetivos, buscando la concretización de las metas de crecimiento y prosperidad espiritual.
Por tanto el deber urgente de cada uno de nosotros, mirar la forma de contribuir decisivamente, para que nuestra familia consiga cumplir con sus responsabilidades, ósea, la de ofrecer recursos y mecanismos para la estabilidad de todos sus miembros.
¿Si Jesús, con su notable sabiduría, nos enseñó que es preciso amar hasta a los enemigos, como entonces, no debe ser nuestro amor para con nuestros familiares?
Moisés, en el Decálogo, anotó que es indispensable honrar padre y madre, informó que no debemos cometer adulterio y aun nos advirtió para que no deseemos a la mujer de nuestro prójimo. Tres observaciones preciosas contenidas en los diez mandamientos que recibió del Creador, por vía mediúmnica, hablando exactamente de los compromisos y responsabilidades familiares.
De esa forma, menospreciar los lazos familiares, actuar de manera que comprometamos el reducto doméstico son comportamientos y actitudes extremadamente infelices, que más tarde o más temprano, responderán con las naturales consecuencias desagradables, generando desequilibrios y aflicciones.
Sabiendo eso y conociendo las orientaciones y las advertencias advenidas de la Providencia Divina seamos entonces en el contexto de nuestra familia el miembro participativo, fraterno, cariñoso, amigo y conciliador.
No esperemos que nuestros parientes piensen como nosotros, hagamos como nos gustaría que nos hiciesen, seamos como desearíamos que fuesen, pues a medida que consigamos convivir con las diferencias, respetando a cada familiar  tal como sean,  sin duda, nuestros seres queridos sabrán, también, entender como somos nosotros.
Hagamos uso de la paciencia con aquellos que son intrigantes y obstinaciones, utilicemos el perdón con aquellos que nos ofenden y dañan, descubramos la fraternidad a favor de aquellos que saben y pueden menos que nosotros, extendamos las manos a los que no consiguen acompañarnos en el camino del progreso, aprendamos a respetar los puntos de vista y opiniones de aquellos que diverjan de nuestra manera de interpretar la vida y las situaciones, y, en todos los momentos y ocasiones, permitamos que el amor pueda nortear todos nuestros comportamientos y acciones, objetivando fortalecer, cada vez más, los lazos de cariño y ternura que precisan existir en el contexto de todas las familias.
Si las sabias leyes de Dios decidieron que nadie deba nacer solo es porque en el aislamiento, las oportunidades de victoria son menores, mientras tanto en el abrigo confortador de la familia, dentro de las funciones reales del grupo consanguíneo, tiene la criatura humana mayores y mejores condiciones de vencer todos los desafíos y obstáculos que surgen en el camino.
En la familia Dios unio a aquellos que por varios motivos precisan estar juntos. Contribuyamos, entonces, para la paz en el ámbito del hogar.
Todos en nuestra familia, tenemos serios compromisos, que atender, el núcleo familiar es nuestro lugar principal de trabajo, si este queda sin atención, los otros trabajos no nos eximirán del deber incumplido.
- Merchita-
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