LA NO VIOLENCIA
LA VIOLENCIA ENGENDRA MAS VIOLENCIA, MAS ODIO, MAS DIVISIÓN ENTRE LOS SERES HUMANOS.
Mahatma Gandhi nos decía:
"Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia."
"La violencia es el miedo a los ideales de los demás."
"La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia."
"Los medios violentos sólo nos darían una libertad violenta."
"Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien éste sólo es temporal, el mal que causa es permanente."
"Si hay violencia en nuestros corazones, es mejor ser violentos que ponernos el manto de la no violencia para encubrir la impotencia"
" Ojo por ojo y todos nos quedaremos ciegos"
La violencia existe desde siempre; violencia para sobrevivir, violencia para controlar el poder, violencia para sublevarse contra la dominación, violencia física y psíquica.
"El hombre, desde el instante en que levantó una piedra y la arrojó contra su adversario, utilizó un arma de defensa y sobrevivencia muchísimo antes de que el primer trozo de sílex hubiese sido convertido en punta de lanza. “Una ojeada a la Historia de la Humanidad nos muestra una serie ininterrumpida de conflictos entre una comunidad y otra u otras, entre conglomerados mayores o menores, entre ciudades, comarcas, tribus, pueblos, Estados; conflictos que casi invariablemente fueron decididos por el cotejo bélico de las respectivas fuerzas (...) Al principio, en la pequeña horda humana, la mayor fuerza muscular era la que decidía a quién debía pertenecer alguna cosa o la voluntad de qué debía llevarse a cabo. Al poco tiempo la fuerza muscular fue reforzada y sustituida por el empleo de herramientas: triunfó aquél que poseía las mejores armas o que sabía emplearlas con mayor habilidad. Con la adopción de las armas, la superioridad intelectual ya comienza a ocupar la plaza de la fuerza muscular bruta, pero el objetivo final de la lucha sigue siendo el mismo: por el daño que se le inflige o por la aniquilación de sus fuerzas, una de las partes contendientes ha de ser obligada a abandonar sus pretensiones o su oposición” (Freud, S., 1972, pp. 3.208-9).
" Ojo por ojo y todos nos quedaremos ciegos" dice Gandhi: Que gran razón tiene. La fuerza no resolverá jamás, los graves problemas que nosotros los seres humanos vivimos en la actualidad. La destrucción es inminente si seguimos en el derrotero que andamos como raza humana. O cambiamos los paradigmas del pensamiento y de la razón, o continuamos en el sendero de la auto destrucción planetaria. Esta escrito!
-Rey Formoso -
********************************
Fe y caridad
Las páginas examinadas en “El Evangelio Según el Espiritismo” nos hablan de bendiciones y traducción de la bendición, de confianza en Dios expresándose en servicio de amor a los semejantes, y eso nos pide atención para las conquistas que demandamos en el campo de nuestra propia renovación.
Somos hoy un gran libro de excelsas doctrinas – dada uno de nosotros un capítulo estructurado en caracteres brillantes, sin embargo, la Tierra espera por nosotros en el campo de la verdad aplicada y tan sólo en esa aplicación del bien que conocemos es que, en verdad, descubriremos el bien que desconocemos y, en el cual, se nos levantará la felicidad eterna.
En estas palabras, pretendemos elucidar lo que es nuestro antiguo binomio: “fe y caridad”.
Una, efectivamente, no se realiza sin la otra. Únicamente la fe movilizada en trabajo puede alcanzar las realizaciones puras del Amor, para que el Amor nos presida los destinos. Comencemos semejante acción a partir de nuestros más íntimos reductos de vivencia humana. Para ser más explícitos, iniciemos nuestro apostolado en las criaturas – problemas que la vida nos confió.
Es en el rincón doméstico, sea en el sector del trabajo o del ideal, del afecto o de la familia que identificaremos nuestra primera escuela. Soportemos valerosamente las pruebas que la vida nos imponga, junto de aquellos que nos aman o que debemos amar o de aquellos que se reúnen con nosotros sin amarnos aún o a los cuales aún no conseguimos amar, del todo, a pesar de estar juntos.
Venzámonos, dando de nosotros todo lo que seamos en buena voluntad y abnegación, auxiliándonos unos a los otros y tendremos con nosotros la fórmula de acción por la cual alcanzaremos las realizaciones de que carecemos en favor de nosotros mismos.
De mensaje recibido el 14.08.1971
Espíritu Bezerra de Menezes
Médium Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro “Bezerra, Chico y usted”
************************
TRANSFORMACIÓN MORAL EQUILIBRIO SEXUAL
por Jane Nixon y Beatriz Mª Román
Hay cuestiones que siempre son difíciles de tratar, como el sexo, siendo esta dificultad herencia de una educación castradora que únicamente ve en la sexualidad una fuente de pecado y tentación. Agradecemos a las autoras de este artículo su valentía al entrar en un tema tan espinoso como necesario de estudiar para ayudarnos a derribar tabús y construir en ese solar de nuestra mente la auténtica noción de sexo y sexualidad que nos acompañará en la nueva era de la Tierra, en ese mundo de regeneración al que todos estamos llamados a contribuir. El campo íntimo del sexo no es, ni mucho menos, de menor importancia para nuestra evolución espiritual.
La necesidad de transformarnos moralmente con el objetivo de alcanzar nuestra tan deseada evolución espiritual es tema recurrente en conversaciones espiritas. Nuestras preocupaciones suelen estar en la lucha para abandonar los vicios del tabaco, alcohol, drogas, mentiras, orgullo, vanidad y otros tantos a que nos solemos referir. Sin embargo, del sexo como obstáculo en la marcha de nuestro progreso, apenas hablamos.
Las bases de nuestras tendencias sexuales están regidas por nuestras inclinaciones morales. Para alcanzar esa transformación moral tan necesaria a nuestra evolución, necesitamos encontrar ese equilibrio sexual, pero entendemos que para eso deberíamos admitir que muchos de nosotros tenemos un problema en este apartado.
El controvertido tema sexo es algo que a la mayoría de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, ha despertado dudas al intentar cuadrar nuestra conducta sexual con la creencia en la fe que profesamos.
El problema es que llevamos mucho tiempo en una dicotomía que confunde. Estamos frecuentemente entre dos extremos: en uno el sexo es visto como pecado si no atiende exclusivamente a propósitos de la reproducción de la especie y en el otro, es utilizado como instrumento de “liberación” y “expresión” por algunos individuos que alegan que al tratarse de su propio cuerpo, pueden hacer con ello lo que se les apetezca.
Deberíamos considerar que los extremos suelen ser muy peligrosos y que a menudo la solución de un problema se encuentra en el término medio. Sin embargo, entendemos que para ayudarnos a solucionar esa gran problemática sexual, se hace necesaria la comprensión de algunos conceptos. ¿Qué es sexo? Por definición es el conjunto de características morfológicas y de energías genésicas que determinan la atracción sexual entre las criaturas, pero en realidad el término va más allá de este concepto. El sexo es fuerza procreadora, la puerta de entrada para la reencarnación, energía, placer físico, mental y espiritual. Es Ley de Vida y parte de quienes somos.
¿Qué es sexualidad? Es la manifestación de la atracción sexual, es afectividad y está subordinada a las Leyes Divinas del Amor y de la Reproducción.
La sexualidad no es buena ni mala, es neutra. Así como no hay inmoralidad alguna en el uso de los órganos sexuales, la cuestión es cómo, con quién y para qué son utilizados.
Debemos tener en cuenta que la sexualidad está directamente conectada a la Ley de Causa y Efecto y según la aplicación que le damos, obtendremos resultados positivos o negativos, ya que el afecto o desafecto que demos a los otros será lo que recibamos a cambio.
La sexualidad implica la producción y repartición de energía a través de los cambios de fluidos. Ocurre cuando dos seres unen sus frecuencias electromagnéticas y en consecuencia sus energías emocionales, mentales y espirituales.
¿Y qué dice el Espiritismo a respeto del sexo? En el libro “Vida y Sexo” psicografiado por Chico Xavier, el espíritu Emmanuel nos aclara que el Espiritismo no lo prohíbe ni lo censura, pero alerta para la necesidad de educación, control, responsabilidad y empleo digno respetando a los otros y a sí mismo. “Ante el sexo no nos hallamos frente a un despeñadero hacia las tinieblas, sino ante la fuente viva de las energías en que la sabiduría del universo ha situado el laboratorio de las formas.
Hay cuestiones que siempre son difíciles de tratar, como el sexo, siendo esta dificultad herencia de una educación castradora que únicamente ve en la sexualidad una fuente de pecado y tentación. Agradecemos a las autoras de este artículo su valentía al entrar en un tema tan espinoso como necesario de estudiar para ayudarnos a derribar tabús y construir en ese solar de nuestra mente la auténtica noción de sexo y sexualidad que nos acompañará en la nueva era de la Tierra, en ese mundo de regeneración al que todos estamos llamados a contribuir.
El campo íntimo del sexo no es, ni mucho menos, de menor importancia para nuestra evolución espiritual físicas y la factoría de los estímulos espirituales más intensos para la ejecución de las tareas que hemos elegido, en régimen de colaboración mutua, teniendo por objetivo el rendimiento del progreso y del perfeccionamiento entre los hombres”.
Derriba así la visión medieval de pecado mortal y nos presenta la real conceptuación de que sexo es vida al servicio de la felicidad y de la armonía universal, siempre y cuando sea debidamente empleado. La energía sexual que es inherente a la propia vida, nos es dada por la Creación Divina para la formación y sustentación de todas las criaturas.
Cuando es adecuadamente canalizada, contribuye para la evolución y el progreso del planeta a través de obras benéficas relacionadas a la sensibilidad, cultura y arte.
Tal es la importancia de la canalización de dicha energía que encontramos en este libro, con un mensaje de alerta con respeto al celibato y la abstinencia.
Si lo adoptamos con el objetivo de dedicarse de modo más completo al servicio de la Humanidad es meritorio y puede generar beneficios incalculables, ya que la energía sexual se encuentra canalizada en otros objetivos de naturaleza espiritual. Sin embargo, estancarla, no canalizándola adecuadamente puede generar perturbaciones, llevando al ser a buscar llenar ese vacío en terreno arenoso, en un camino de vicios y compromisos difíciles, debido a acciones frecuentemente innobles.
Reiteramos que hay una energía sexual que precisa ser controlada, no necesariamente a través de la práctica sexual, más direccionada a otras actividades, inclusive a la práctica de la caridad.
La energía sexual jamás podrá ser aniquilada, ya sea por imposición religiosa o trauma psicológico. Por eso el Espíritu Emmanuel, en el libro “El Consolador”, cuestión 184, psicografiado por Chico Xavier, nos orienta que “En vez de la educación sexual para la satisfacción de los instintos, es imprescindible que los hombres eduquen su alma para la comprensión sagrada del sexo”.
El sexo en las relaciones
Tenemos básicamente dos vertientes en lo que dice respeto a este tema: el sexo en las relaciones con nivel de comprometimiento de las partes y el sexo casual encontrado en las relaciones volátiles. El sexo en pareja, y por ello nos referimos no solo a los matrimonios, sino también a relaciones estables donde una persona asume un compromiso afectivo con otra, es de suma importancia ya que forma parte de las uniones.
Primero por la aplicación natural que desempeña, la de posibilitar la llegada de espíritus a este mundo a través de la reencarnación y segundo su función más sutil que en la mayoría de las veces es ignorada; cuando impulsado por el amor que es como un generador poseedor de inagotables reservas de energías, el sexo conduce a ricos estímulos que alteran la estructura del ser y lo transforma para mejor.
Como consecuencia, tendremos a los componentes de la pareja, seguros, felices y animados por el deseo de crecimiento y de lucha. En contraposición a esta realidad sublime, tenemos el sexo casual y efímero que está basado en la atracción física y en la satisfacción instintiva.
Genera una falsa idea de libertad, lleva al sexo egoísta sin preocupaciones con la responsabilidad que uno adquiere al practicar el acto sexual Iremos más allá de las dos vertientes expuestas arriba y hablaremos también del contraste entre la monogamia y la poligamia.
El Libro de los Espíritus en el ítem 701 nos enseña que “La poligamia es una ley humana cuya abolición significa un progreso social. El matrimonio, según los designios de Dios, debe basarse en el afecto de los seres que se unen. Con la poligamia no hay afecto real, sino sólo sensualidad. (...) La poligamia ha de ser considerada como una costumbre, o bien una ley particular adecuada a ciertas costumbres, y que el perfeccionamiento social hace que poco a poco vaya desapareciendo.”
Y Herculano Pires completa el pensamiento exponiendo que al contrario de lo que algunos afirman el hombre no es polígamo debido a un instinto biológico y sí por un vicio resultante de etapas anteriores de su evolución. Para controlarlo es necesario el uso correcto de la razón y del libre albedrío con el objetivo de reprimir tal impulso y a través del amor conyugal y familiar sublimar su afectividad. Tenemos que comprender que la monogamia no es sistema arcaico que existe para coaccionarnos y sí una conquista del ser humano tras torpes y dolorosas existencias. Indica elevación, entendimiento y esclarecimiento en el campo espiritual puesto que demuestra compromiso y entrega mutua, responsabilidad recíproca y el intercambio más equilibrado de las energías sexuales En cambio, la poligamia lleva al abandono, a la soledad y al sufrimiento. En su práctica vemos el fenómeno de la vulgarización de la sexualidad que conduce a la pérdida del propio placer y del potencial Divino encontrado en la correcta utilización del sexo. La relación sexual es un intercambio íntimo de fluidos vitales, hormonas y energía sutil. El clímax, en el orgasmo, es el ápice en la formación de un vínculo energético entre los miembros de la pareja. Se crea, entonces, una memoria energética celular común, un evento que vincula permanentemente a los dos compañeros. Por lo tanto, deberíamos entender que la experiencia sexual conlleva a un intercambio químico, hormonal y energético profundo y que por lo tanto, lo ideal sería practicar el acto sexual con personas que sintonicen con nuestra frecuencia personal para evitar desarmonizar nuestra vibración. “Cada vez que una persona convida a la otra a la comunión sexual, o que acepta de alguien una propuesta en este sentido, por afinidad y confianza, se establece entre los dos un circuito de energías por lo cual los dos se alimentan psíquicamente de esas energías recíprocamente.” - nos explica Emmanuel - y deberíamos tenerlo siempre en cuenta al elegir la persona con la cual tendremos relaciones íntimas, ya que el sexo no fue elaborado para el placer vulgar, sino para las emociones superiores en la construcción de las vidas. La liberación sexual, exagerando sus licencias morales, trae trastornos serios y desarmonías profundas en muchos individuos que viven conflictivamente en razón de sus dificultades para adaptarse a las exigencias de comportamiento del momento.”El mundo vive la hora del sexo” como afirma Manuel Philomeno de Miranda, y la promiscuidad es vista como algo normal, sobre todo entre los jóvenes.
El problema es que aunque en principio pueda parecer normal, interesante y divertido, después de un tiempo empieza a cansar y puede llevar la criatura a la desesperación, a la fuga por medio del tabaco, por el alcohol, por las drogas adictivas ocasionando estados de alucinación que en algunos casos conduce el individuo al suicidio. Nuestra conciencia habla, nos indica el camino correcto y nos alerta en cuanto al equivocado, pero muchas veces optamos por no escucharla. Nos excusamos y enmascaramos situaciones para huir de esta “voz” que nos llama a la razón. Cuando aprendamos a respetar y tener la debida consideración hacía la función sexual tendremos entonces la mejor terapia para la manutención de nuestra salud moral.
Una vez ya familiarizados con los conceptos entorno al sexo, profundizaremos un poco en los disturbios que su utilización incorrecta genera y comprobaremos la importancia del amor en este contexto, evocando las palabras de los nobles espíritus Joanna de Ángelis y Emmanuel.
El amor es la etapa más sublime del sentimiento. El hombre sólo alcanza la plenitud cuando ama. Mientras ansía y busca ser amado, huye a la responsabilidad de amar y padece de infantilismo emocional. El sexo amparado por el amor caracteriza la superioridad del ser, concediéndole armonía íntima y perfecto intercambio de vibraciones y hormonas en beneficio de la existencia. Sexo sin amor, empero, representa regresión de la inteligencia a las formas primitivas del deseo desenfrenado, comprometiendo las aspiraciones elevadas en perjuicio de sí mismo y de los otros. No siempre, a pesar de todo, se encontrará en el ser amado la reciprocidad. Lo que importa y es esencial, es amar, aun sin ser solicitado ni correspondido. La mente atormentada por las falsas necesidades, es la responsable por las funciones glandulares anómalas que perturban la buena marcha de las organizaciones fisiológicas y psicológicas del hombre, generando una serie de trastornos tales como: Masturbación. Normal en el adolescente que está descubriendo la sexualidad y frecuente en los corazones solitarios. El problema es que ella favorece la caída en el vicio, abriendo mayores puertas a la obsesión vampirizante (esto es; hermanos desencarnados sufridores que absorben las energías de los sexólatras desprevenidos) perturbando el psiquismo del individuo con una sexualidad exacerbada. Tengamos en cuenta que muchas veces al masturbarse, la criatura no está sola como imagina. Los espíritus de las sombras, viciados en el sexo, muchas veces estimulan este vicio solitario, perjudicando los matrimonios cuando el compañero opta por masturbarse.
Adulterio y prostitución “Que arroje la primera piedra quién esté libre de pecado...” dijo Jesús, penetre cada uno en la intimidad de su alma y pregúntese con sinceridad acerca de sus tendencias. Quién no haya superado trances difíciles en temas del corazón, en el período correspondiente a la presente encarnación. De esos embates multimilenarios existen todavía, como heridas sangrantes en el organismo de la comunidad, el adulterio -que en el futuro será clasificado en la patología de las pedagogía espírita pedagogía espírita como enfermedades del alma, aunque finalmente se extinguirá con el remedio apropiado- y la prostitución- que involucra a hombres y mujeres que se entregan a las relaciones sexuales mediante un pago y así instalan los mercados afectivos.
El adulterio y la prostitución permanecen en la Tierra como instrumentos de prueba y de expiación, destinados a desaparecer naturalmente.
Cuando se respete el fuero íntimo de cada ser y el amor sea consagrado como vínculo divino entre las almas, mucho más que entre los cuerpos, el adulterio y la prostitución quedarán al margen de lo cotidiano.
Pornografía. Encontramos como en la prostitución a hermanos rindiendo culto a exhibición dolorosa de la expresión de las fuerzas creadoras en aberrante espectáculo. Y aún en la vida conyugal, si deseas establecer normas para la felicidad, cuidate de la licenciosidad perniciosa, del abuso perturbador, de la imaginación en desvarío. Si los ejercicios de la continencia te fueron difíciles, recuérdate de la oración y sumerge tu mente en los ríos de la plegaria.
Pederastia. En la pederastia el venerable Doctor Manuel Philomeno informa que el ser traspasa regiones psíquicas profundas de vicio, donde seres desencarnados unidos por el connubio obsesivo proyectan imágenes desvirtuadas generando el nefasto desvío rumbo a la perversión total, el estado emocional y moral de quien a degradante conducta se entrega es de demorado curso de reparación y de reequilibrio a través del instrumento del que se vale la Misericordia Infinita que es la Reencarnación. Donde el ser tendrá que expiar y reparar los daños causados a infantes en la nefasta ocurrencia a través de su transformación moral y la reconducción al bien. Joanna de Ángelis nos aclara que caídas espectaculares en la rampa de la alucinación, homicidios culpables, hurtos infelices y perversiones ilimitadas, conforman la estadística de los disparates execrables del sexo en descontrol, perfectamente adoptado por la falsa cultura moderna. Por lo que es necesaria la continencia, por lo tanto, mientras las fuerzas del equilibrio íntimo son las conductoras de la marcha orgánica. Partiendo de los deseos sexuales hasta la santificación y la renuncia el amor es la base de la transformación moral. Jesús, el incomparable Psicoterapeuta, definió bien el sentido del amor al explicar que es el fundamento esencial de una existencia feliz, de acuerdo con la excelente síntesis: “Amar a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”. Alteramos el orden presentado por un nuevo análisis: “Amarse a sí mismo con el fin de amar al prójimo, y en consecuencia, amar a Dios”. Solamente el que se ama a sí mismo es capaz de amar a otro. Al amarse a sí mismo, el individuo madura sus sentimientos de comprensión de la vida, de los deberes para con la autoiluminación, de crecimiento moral y espiritual, al ejercitarse en los compromisos importantes que lo tornan consciente y responsable a través de sus deberes. Sublime, en cualquier expresión en la que se presente, el amor es la presencia de la armonía que debe vibrar en el sentimiento humano. Partiendo de las manifestaciones de los deseos sexuales, hasta las expresiones de renuncia y santificación, el amor es el más eficiente proceso psicoterapéutico que existe, al alcance de todos.
Jane Nixon (Centro Espirita Clara de Asís) Beatriz MªRomán (Centro Espirita Nuevo Amanecer Joanna de Angelis y Manuel)
***********************
***
El espiritismo no pretende conclusiones finales sobre los dramas de la vida humana, pero quiere exponer su visión de los grandes problemas con los que convivimos y las responsabilidades que acarreamos por ignorar la parte espiritual de nuestra vida, la que consideramos los espíritas como la más importante.
No olvidemos que, tarde o temprano, todos dejaremos este planeta y nos presentaremos ante nosotros mismos sin más vestimenta que nuestra conciencia.
Obviar el problema de la supervivencia no hace sino empeorar nuestra situación al hacernos creer que somos libres de disponer de todo a nuestro alcance, pero como dijo San Pablo: todo nos está permitido, mas no todo nos conviene.
· El mundo entero se desangra por culpa de los errores cometidos en nombre de la libertad personal. Pero esa libertad tiene unos límites, especialmente delicados y descuidados cuando el ser afectado no puede defenderse. En el doloroso asunto del aborto se utiliza el argumento de la nulidad del ser, de su no existencia, cuando está más que demostrada la validez de la vida incluso a partir del zigoto, con la fecundación del óvulo, pues la ciencia reconoce en esa primigenia célula todas las propiedades que la llevarán a convertirse paulatinamente, primero en embrión, en feto, en niño y más tarde en adulto. Vida, vida en estado puro. Cualquier paso que interrumpa la serie desde su origen está eliminando al ser adulto que un día llegará a ser, con todos sus derechos y obligaciones.
La falta de preparación espiritual, la omisión de las leyes divinas, las presiones del entorno social, son factores determinantes para que se produzcan gran número de abortos anualmente, resultando de eso muchos corazones dañados por la resolución equivocada de interrumpir la vida en desarrollo.
La oportunidad de cada nueva vida es muy pocas veces valorada desde nuestra perspectiva, pero gracias a las comunicaciones de los espíritus sabemos que detrás de cada nueva vida hay muchos años de planificación y esfuerzo.
La madre Teresa de Calcuta siempre luchó contra el aborto, le pedía a las madres que le dieran a los niños si ellas no los querían. Los defensores del aborto opinaban que ya había demasiados niños en la India, a lo que ella respondía: “¿Acaso crees que hay demasiadas flores en el campo, o demasiadas estrellas en el cielo?” El miedo a perder oportunidades, comodidades, condicionantes sociales, suelen ser las causas que empujan a las madres a deshacerse de sus hijos, todo ello consecuencia del desconocimiento de los auténticos mecanismos de la vida. Siendo conscientes de que no estamos aquí solo para disfrutar la vida, sino también para aprender, mejorar y dar la oportunidad a nuestros hijos de que sigan con su evolución personal podremos ir evolucionando en nuestra mentalidad que prima en lo que tenemos y se olvida de lo que podemos lograr dando una oportunidad a la vida.
El espiritismo hace un llamamiento a la figura entrañable de la maternidad, puerta sagrada por la que todos pasamos para llegar a este mundo de pruebas.
Lejos de intentar criminalizar a los actores contra la vida incipiente, pero firme contra el acto del aborto, el espiritismo nos enseña con imágenes trágicas y dolorosas el sufrimiento de los niños rechazados y de las madres tardíamente arrepentidas que quieren despertarnos hacia la idea de que toda vida es sagrada y que todos los seres espirituales necesitan esa oportunidad para enmendar errores pasados y poner en prueba las lecciones aprendidas en otras vidas. La llegada de un hijo siempre es una bendita oportunidad que nos concede Dios Padre, al rechazarla, realmente estamos olvidando un compromiso con la vida, y no debemos olvidar que no se trata de “mi vida” sino que ahora es “nuestras vidas”. En muchos relatos desde el mundo espiritual se refieren los trabajos de preparación de una nueva vida física que ha de acoger a un espíritu. En el libro “Mensajeros de la luz” dictado por André Luiz al médium Xico Xavier, describe un caso de reencarnación y los trabajos necesarios para cumplir con éxito el intento de una nueva vida. Es importante remarcar que el impedimento más importante al desarrollo de un feto es la falta de afinidad mental del futuro hijo con la madre que ha de acogerlo. Es muy habitual que las relaciones de vidas anteriores con experiencias negativas, conlleve el rechazo emocional por parte de la madre e incluso del padre, pudiendo su recuerdo subconsciente llevar a producir el deseo de aborto o, en casos más graves, al aborto espontáneo. El espiritismo quiere ayudar estos momentos claves en la vida de muchas mujeres, realizando un llamamiento a su misión sagrada de maternidad, pero sin deseo de dogmatizar ni anatemizar cualquier postura, pues el libre albedrío es propiedad inalienable de cada uno de nosotros, pero es preciso recordar que también nos pertenece la responsabilidad de nuestros actos.
Cuando una madre siente rechazo hacia la vida que cobija ha de pensar y meditar en ese ser que quiere formar parte de su familia, que viene ansioso de amor y cariño. Es posible que esté necesitado de esos brazos acogedores que en otra ocasión rechazó o los hizo sufrir, y venga ahora, en la tierna figura de un bebé a buscar el perdón y el amor, del que tanto necesitamos todos. Cada nueva vida es una bendita ocasión que ensaya un nuevo acto de la eternidad, hagamos un llamamiento a todas las madres de esta humanidad sufriente que se siente perdida por no atender a su futuro espiritual. Es la figura materna la que inspira más amor, más ternura, ella se sacrifica por sus hijos, sin pedir nada, es el amor más próximo al amor divino, es el puerto espiritual donde siempre hallaremos refugio ante las tempestades de la vida. Siempre están en nuestra memoria y sus recuerdos nos traen imágenes de nuestra infancia, nítidas, entrañables, imperecederas, que nos inunda el corazón dolorido por la edad por el deseo imposible de volver a esa edad. Es por eso que comprendemos los momentos de flaqueza y ante el reto de dar cabida a una nueva vida, a una historia en blanco por escribir, algunas madres no se vean con fuerzas para conseguirlo y decidan, equivocadamente, huir de su responsabilidad. Oremos por ellas y por sus hijos rechazados, porque en la vida eterna que nos ha descubierto el espiritismo no hay falta que no se corrija ni amor que no crezca. Y sabemos que llegará el día en que madre e hijo se reencontrarán, y en el momento de acunarlo en sus brazos por primera vez, ya superados los miedos, las lágrimas rodarán por sus mejillas sin saber explicarse muy bien, por qué ese trocito de vida tan pequeño, ese ser indefenso que acaba de nacer, le despierta en el pecho una sensación de alegría que le hacen pensar… “Por fin estamos juntos y te prometo que voy a ser la mejor madre del mundo” sin soltar ni un momento a su hijo, a pesar de las protestas del padre.
El espiritismo nos presenta la dualidad cuerpo-espíritu no como dos elementos equivalentes sino que da más importancia a la parte espiritual, alma o espíritu, que a la parte física, el cuerpo material. A través de la parte científica de esta doctrina se comprueba la correlación de la vida física y sus consecuencias con las causas de los defectos morales de otras vidas. Allan Kardec supo dar al espiritismo un cuerpo doctrinario utilizando métodos científicos en sus estudios y asombrando al mundo por la solidez de la enseñanza de los espíritus, destacando que los cimientos de la obra espírita no son otros que el evangelio de Jesús. El amor, la humildad, la honradez, la prudencia, la caridad, la misericordia, la benevolencia y la fe razonada, son claves en la aparición del espiritismo como tal, pues es una palabra de nuevo cuño, aunque su práctica, la comunicación con el mundo espiritual a través de los mediadores o médiums, cuenta con miles de años de historia.
El cuerpo físico es una herramienta para su progreso espiritual, pues le es necesario al espíritu someterse a las duras pruebas de la carne para fortalecerse y mejorar, y ese cuerpo, si se le niega por la práctica del aborto, supone un gran contratiempo para el ser.
La Tierra es la escuela de la vida, donde ensayamos lo que hemos aprendido gracias al patrimonio del tiempo que Dios nos concedió. No hemos de desperdiciarlo ni tampoco arrogarnos el pretendido derecho de decidir sobre la vida que no es nuestra. Los padres tienen unas obligaciones para con sus hijos, y si no cumplen conforme a sus responsabilidades tendrán que atenerse a las consecuencias de una mala educación y de los daños que causaron a los demás por su descuido y negligencia. Así mismo aquellos que cumplan con su cometido serán satisfechos con la alegría de ver a sus hijos en el buen camino del progreso eterno.
Un psicólogo recibió la petición de un matrimonio de médicos conocidos suyos, de atender a su hijo, de 15 años, pues su adolescencia estaba resultando muy turbadora y de gran rebelión hacia sus padres. Tras un primer examen decidió aplicar el método de la hipnosis regresiva por ver si en el subconsciente del chico hallaba indicios del problema que hizo surgir la rebeldía. Las primeras sesiones no aportaron nada nuevo, hasta que decidió probar hacerlo regresar hasta momentos antes de su nacimiento. La actitud del hijo cambió y hablaba con gran resentimiento: “me quieren matar” decía. ¿Quién te quiere matar? Preguntaba el psicólogo. “Ellos, mis padres” respondió. La sorpresa de los padres al enterarse fue mayúscula y decidieron explicar la historia al colega médico: Ellos se conocieron mientras acababan sus estudios y no querían comprometerse para no entorpecer sus carreras, pero su atracción fue tan intensa desde el principio que no pudieron resistirse. Los encuentros se sucedieron y finalmente ella se quedó embarazada. Decidieron en secreto el aborto tras meditarlo y se propusieron realizarlo en la clínica de una ciudad apartada de su residencia, pues querían evitar el escándalo, para luego seguir con sus vidas. El día que estaba prevista la intervención se trasladaban en coche cuando sufrieron un accidente que hizo necesaria la hospitalización de ella. Todo quedó al descubierto al realizarse unos análisis y la opción del aborto quedó finalmente descartada. Descubierta la causa del rechazo del hijo hacia los padres se pudo trabajar para que todas sus vidas recuperaran el equilibrio necesario. Queda patente que el hijo había sido consciente de todo el proceso de intento de aborto y que le produjo un sufrimiento que quedó grabado en su subconsciente. ·
Primeramente oculto por el mismo proceso de la reencarnación, al llegar a la pubertad y volver a disponer de parte de su memoria subconscientemente, afloró en modo de rebelión el disgusto por el intento de eliminarlo. Jesucristo predicó la mansedumbre y la humildad. De ambas carecemos al pensar en el aborto, pues es aplicar violencia contra un ser indefenso, y orgullo al creernos propietarios de algo que es un don de Dios para cada uno de nosotros, la vida.
Jesús Valle
Centro espírita Manuel y Divaldo Reus - Tarragona
********************************