sábado, 4 de enero de 2014

Obras de Kardec

Queridos amigos, os comunico que desde hace cuatro días, blogspot, no se por qué motivo, presenta unos problemas que me dificultan mucho la inserción de artículos e imágenes. Voy a insistir tres días más y si esto no cambia, tendremos que cambiarnos a otro dominio, junto con los contenidos habituales de los otros dos blogs que hasta aquí vengo alimentando casi a diario.El lunes os diré si tomamos ya la decisión, así como el nombre del nuevo blog y su dirección.
Tesoros valiosos Amigo es cosa para guardarse del lado izquierdo del pecho, dentro del corazón. Así se expresa la canción popular, en sus versos, enalteciendo la amistad. En el Viejo y en el Nuevo Testamento, las observaciones con respecto a los amigos es de que son valiosos tesoros; que el amigo merece lo mejor de nosotros. En nuestras vidas, la Divinidad providencia criaturas especiales, colocándolas próximas a nosotros, a fin de que, en momentos cruciales, se constituyan en sustentos en la adversidad. Son los amigos que nos oyen los dolores desgarradores y nos ofrecen sus hombros para apoyar la cabeza y también nos ofrecen brazos generosos de amparo. Son los amigos que comparten con nosotros los momentos de conquistas, de alegrías, y también las horas de angustia y sufrimientos. Cuando los afectos parten, ingresando en la vida espiritual, son los amigos los que nos sustentan la fragilidad, alimentándonos con su presencia. Cuando la enfermedad llega a nuestro hogar, alcanzando a los que amamos, y se arrastra, lentamente, por cadenas de meses, son los amigos que realizan el reemplazo espontáneo, en horas de las noches solitarias o de las madrugadas que parecen eternas, permitiéndonos el reposo restaurador del sueño imprescindible. Cuando la carencia nos alcanza, el desempleo se instala, son los amigos que se eligen como empleadores, como detectives atenciosos a la búsqueda de oportunidades, como promotores de recursos para sanarnos las necesidades más urgentes. Tantas veces los parientes corporales permanecieron distantes o se esquivaron delante del dolor que nos golpea el alma. Todavía ahí los amigos perciben los sufrimientos ocultos del dolor más agudo y nos socorren con su ternura, el algodón delicado de la palabra correcta, en el momento justo. Almas que así se disponen, en la calidad de amigos, como tutores de nuestras vidas, son Espíritus dedicados y amorosos que no esperan ni siquiera la medalla de la gratitud. Para ellos no hay hora inconveniente, tiempo perdido o insuficiencia de recursos, todo realizando al bien de lo que conceptúan como amistad. Nos compete, por consecuencia, agradecer a Dios por esas almas dedicadas, revestidas de carne, que se transforman en verdaderos ángeles de la guarda. Nos compete demostrarles el amor que le tenemos, como forma mínima de gratitud, sin olvidarnos que muchos de ellos, igualmente después de la muerte de la vida corporal, permanecen velando por nosotros, desde el Mundo Espiritual, donde se trasladan. Ampliar el círculo de amistades y mantener amigos es lección de sabiduría que cabe al hombre ejercitar. * * * Expresivo número de criaturas prefiere la computadora que a los amigos. Como padres y educadores necesitamos estar alerta para que nuestros niños no pierdan la experiencia extraordinaria de ser amigo y de hacer amigos. Muchas veces, reencarnan en la condición de amigos fieles, Espíritus que nos fueron caros al corazón en vidas anteriores. Lo que significa que, de un modo general, los amigos hacen verdadera te parte de nuestra familia espiritual, que transciende los lazos de la consanguinidad. Redacción de Momento Espírita ********************
Relación de las Obras de Allan Kardec 1857 – El libro de los Espíritus Esta obra trae los fundamentos del Espiritismo y expone, a través de respuestas dadas por espíritus superiores, la síntesis de una nueva filosofía espiritualista. En su primera edición, estaba dividida en tres partes, conteniendo 501 preguntas. En su segunda edición, de 1860, ya aparecía dividida en 4 partes, conteniendo las actuales 1019 preguntas. Enero de 1858 abril de 1869 – Revista Espírita – Periódico de Estudios Psicológicos Publicación mensual compuesta de artículos y comunicaciones obtenidas, principalmente, en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas. Véase la definición de este periódico en las palabras del propio Kardec: “El relato de las manifestaciones materiales o inteligentes de los Espíritus, apariciones, evocaciones, etc, bien como todas las noticias relativas al Espiritismo. – La historia del Espiritismo en la antigüedad; sus relaciones con el magnetismo y con el sonambulismo; la explicación de las leyendas y de las creencias populares, de la mitología de todos los pueblos, etc…” 1858 – Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas Obra que contiene directrices básicas para la práctica de la mediumnidad, sustituido en enero de 1861 por El Libro de los Médiums. 1859 – Que es el Espiritismo Libro que traza los principios básicos del Espiritismo. 1861 – El Libro de los Médiums Trata de la mediumnidad, en sus aspectos teórico y experimental. Considerado el libro científico de la doctrina espírita. 1862 – El Espiritismo en su Expresión más Simple Pequeño libro para principiantes en el estudio doctrinario. 1862 – Viaje Espírita en 1862 Contiene diversos discursos hechos por Kardec al principio del movimiento espírita de Francia, cuando él recorrió sus principales ciudades. Es el registro del viaje que él realizó a partir de 1860. 1862 – Respuesta al Mensaje de los Espíritas Lioneses por ocasión del Año Nuevo Folleto que Kardec dirigió al movimiento espírita de Lyón, su ciudad natal. 1864 – El Evangelio Según el Espiritismo Se trata de la parte ético-moral de la doctrina espírita, trayendo una nueva interpretación del Evangelio Bíblico de Jesús de Nazaret, analizado a la luz del Espiritismo. En su primera edición, se llamaba “Imitación del Evangelio Según el Espiritismo”, adquiriendo el nombre definitivo a partir de la segunda edición de 1865. 1865 – Colección de Composiciones Inéditas Pequeño libro que contiene trechos de “El Evangelio Según el Espiritismo”. 1865 – El Cielo y el Infierno, o La Justicia Divina Según el Espiritismo – “Las penas y gozos según el Espiritismo”. Es la cuarta parte detallada de “El Libro de los Espíritus”. Traza la profundidad de algunos conceptos cristianos, según la óptica espírita. La vida después de la muerte, el Cielo, el Infierno, el Purgatorio y la Justicia Divina. 1865 – Colección de Oraciones Espíritas Obra hecha a partir del cap. XXVII de “El Evangelio Según el Espiritismo”. 1867 – Estudio acerca de la Poesía Mediúmnica Recolección de poesías recibidas por el médium Vavasseur, en que Kardec coloca sus comentarios e interpretaciones. 1868 – Caracteres de la Revelación Espírita Obra que contiene trechos extraídos de la Revista Espírita. Se encuentra incluido también, en el capítulo I, del libro La Génesis. 1868 – La Génesis, los Milagros y las Predicciones Según el Espiritismo Obra de carácter científico y filosófico, es dividida en 2 partes: La primera, detalla la creación tanto material como orgánica y espiritual; la segunda parte trata de Jesús, de los milagros y de las predicciones. 1890 – Obras Póstumas Publicada después de la desencarnación del maestro lionés, esta obra trae una recolección de textos inéditos que tratan de diversos asuntos como la música, oración, historia del Espiritismo y otros. ********************** “Después de todo no es tan sorprendente nacer una vez como nacer dos” - Voltaire - *********************************** ¿El dogma de la Resurección de los muertos, es otra superstición? En el fondo si lo ha sido cuando se ha creído y aceptado de buena fe, pero mas que de una superstición, se trata de una creencia religiosa ancestral sostenida en ciertos pueblos y religiones, pero carente de fundamentos lógicos o naturales. El dogma de la resurección de los muertos en el “ultimo día” al final de los tiempos o “fin del mundo” antes del llamado “Juicio Final”, con el mismo cuerpo carnal que ahora tenemos, fue una idea sostenida ancestralmente por algunas religiones como el Judaismo ,desde donde pasó mas tarde al Cristianismo que lo adoptó en sustitución de la Reencarnación, interpretando la resurección de Jesús como la de un muerto ,que revive regresado a este mundo con el mismo cuerpo que tuvo antes de antes de fallecer en la cruz. Esta adopción de la resurección por parte del Cristianismo, fue debida a que la idea de la reencarnación, contradecía otros dogmas que se formaron alrededor de las enseñanzas y epístolas evangélicas y que fueron interpretadas y adaptadas para mantener la gran influencia social y el poder temporal de la Iglesia que así controlaba y dominaba al pueblo, sembrando en sus conciencias la idea de la salvación por la gracia de los sacramentos ante la amenaza del infierno de fuego eterno. La Resurección es una idea tan antigua como la de la reencarnación; sin embargo aunque todavía es mencionada en las liturgias y dogmas de las religiones cristianas establecidas, lo cierto es que tal como se entiende e interpreta , está totalmente fuera de lugar en cuanto a no poder ser una creencia real y profunda que no puede ser sostenida racionalmente por sus mismos adeptos a no ser a golpe de fé ciega, fanatismo e irracionalidad. Este concepto ,tal como lo interpretan las Iglesias Cristianas, supone una gran superstición religiosa y un dogma de fé fuera de lugar para cualquier mentalidad medianamente racional, incapaz de aceptar lo absurdo. La idea de la resurección tal como la sostienen, se sintetiza en que cuando llegue el “Fin del Mundo”, todas las personas que han vivido en la Tierra a lo largo de todas las épocas, resucitarán de nuevo a la vida en este mundo con el mismo cuerpo carnal que tuvieron cuando vivieron en su época, “rescatado del polvo”, tal como dice la liturgia Católica. Según este dogma absolutamente supersticioso por irracional, se deduce que los Seres humanos somos un cuerpo que tiene alma y que aparecemos tan solo una vez en el escenario de la vida. Se podría sintetizar así este dogma supersicioso: El ser humano es una unidad que posee Un cuerpo que tiene Un Alma con la que vivimos tan solo Una vida sin importar lo corta o larga que esta sea o las circunstancias sociales o de salud que la rodeen en esa única vida. Este mismo cuerpo un día resucitará con su alma. con la que formando una unidad de nuevo, quedará destinado o ubicado en el más allá en una suerte definitiva. Por el contrario , de la idea de la reencarnación se deduce que somos Un Espíritu o Alma, que tenemos, hemos tenido y tendremos tantos cuerpos e identidades humanas como vidas necesitemos para evolucionar en este mundo dentro de una ilimitada ascensión hacia nuestra Fuente de Origen, y que después de cada paso por la vida humana el cuerpo físico se queda en el mundo físico y para el espíritu que lo animó, mientras no supere el nivel evolutivo necesario para no tener que regresar ya más a este mundo, no existe una suerte fija y definitiva en el más allá. Conforme propugna la filosofía enseñada por los espíritus con respecto a este tema, se puede interpretar la resurrección del espíritu cuando este despierta en el más allá tras la muerte del cuerpo, o también como el concepto del espíritu que llega a tal grado de elevación que transpone la fase de las encarnaciones en mundos en los que la reencarnación se lleva a cabo siguiendo las leyes de la reproducción , no necesitando ya volver a reencarnar en esos mundos físicos , por lo que una vez superado el aprendizaje y depuración en este mundo ,ya no tiene que volver a experimentar más la muerte de su cuerpo físico . Si se toma el tema de la resurección de modo literal, por lo absurdo del mismo, solo se genera una incredulidad general en todo lo trascendente, pero si este concepto se interpreta solamente como una figura simbólica de la resurrección del alma o de su despertar al mas allá tras la muerte, puede repugnar menos a la razón. También cabría preguntarse si la idea de la resurrección implica el que Dios también resucitará a los demás seres vivientes con sus cuerpos, porque está claro que estos también tienen sus almas diferentes a la humana según las distintas especies . Por otra parte, ¿cómo podría el dogma de la resurección explicar el nivel intelectual y moral del Ser humano actual, en general, diferente y mucho mas desarrollado que el de nuestros ancestros de hace cientos o miles de años?; ¿se trata solo de evolución genética, o también lo es de evolución psíquica y espiritual con una mayor carga de sentido moral e inteligencia?. Si es debida a la evolución psíquica de la materia, no queda mas que aceptar que ese psiquismo ha tenido que evolucionar con diferentes materias pues estas cada pocos años se destruyen con la muerte. Dicho de otro modo, se puede considerar que la materia solo es materia que evoluciona en sus formas, pero siempre queda en un plano físico, y el Alma o Espíritu que dirige a la materia viva o inteligente, vive también en otra dimensión no material y se tiene que revestir temporalmente de materia para aprender y engrandecerse, siguiendo así su caminar y ascendencia evolutiva. “Aunque el espiritismo reconozca en muchas creencias populares un fondo de verdad, no avala en modo alguno todas las historias fantásticas que son fruto de la imaginación.” - Allan Kardec -

viernes, 3 de enero de 2014

Una laboriosa figura del Espiritismo

AMALIA DOMINGO SOLER UNA LABORIOSA FIGURA DEL ESPIRITISMO Nació en Sevilla en 1835 y desde siempre fue una mujer débil de salud y con graves problemas de visión, hasta el punto que no se quedó ciega por muy poco. En cambio siempre fue una mujer de carácter fuerte que luchó por sus creencias hasta el punto de enfrentarse a los personajes más representativos de la Iglesia del S. XIX. Amalia Domingo era una mujer inteligente. Aprendió a leer muy pronto y, aunque solo realizó estudios primarios, rápidamente destacó como poeta. Escribió sus primeros versos a los 10 años y a los 23 ya publicó algunos de ellos en la revista Museo literario (Sevilla). Tras la muerte de su madre en 1860, Amalia cayó en una depresión que la llevó a salir de Sevilla para instalarse en las Canarias donde vivió durante tres años. Luego volvió a su ciudad para dedicarse profesionalmente a la costura aunque no fue por mucho tiempo. Luego se fue a Madrid buscando mejores oportunidades laborales. Allí empezó a colaborar en diversas revistas publicando textos muy distintos de los que posteriormente la hicieron famosa. El tiempo que vivió en Madrid compaginaba sus labores literarias con la costura y fue en este periodo que casi se quedó ciega. Entonces empezó a visitar a médicos y más médicos para encontrar un remedio a su enfermedad. Viendo que cada vez perdía más visión y sin nadie que le pudiera ayudar, Amalia recayó en la depresión. Se sentía tan mal que hasta llegó a pensar en suicidarse. Sin medios económicos para subsistir terminó por recurrir a la caridad a través de una sociedad filantrópica. A partir de entonces su vida empezó a cambiar. Descubrió la revista espiritista “El Criterio” (creada por el ministro de la Guerra, Joaquín Bassols) y quedó fascinada por lo que allí se contaba. Le gustó tanto que escribió un poema y lo envió a la revista. Su director, el vizconde Antonio Torres de Solanot, le respondió con una carta de agradecimiento y un ejemplar de su libro “Preliminares al estudio del espiritismo”. A partir de ese momento, empezó a colaborar de forma periódica en la revista. El primer artículo espiritista de Amalia Domingo apareció en la revista “el Criterio” en el año 1872. Desde entonces y hasta 1903, publicó más de 2000 textos con la misma temática. Pero volvió a tener problemas de salud y tuvo que marcharse de Madrid por prescripción médica aunque regresó al poco tiempo, en febrero de 1876. Pero su estancia en la capital fue muy corta ya que en junio del mismo año se instaló definitivamente en Barcelona a petición del presidente del Círculo Espiritista “La Buena Nueva”, Lluís Llach, para trabajar en periódicos de esta índole. Al llegar a Barcelona, Amelia se instaló en el domicilio de la familia Llach en el barrio de Gracia y esa fue su residencia el resto de su vida. Desde allí dirigió varias revistas sobre espiritismo y trabajó como redactora de otras tantas. Nuestra querida Amalia en su manuscrito dictado desde el espacio por mediación de la médium Maria, nos decía a la humanidad que la redención del hombre es muy sencilla. Solo consiste en amar al prójimo como a sí mismo. Cuando el hombre desciende a la tierra a esa “Naturaleza Divina” llamada Dios que ya nunca volverá más a caer, si la promesa es enérgica y firme, para pasar del “mal” al bien le envuelven unas fuerzas superiores a las suyas y encarna desconocedor de todo cuanto ha prometido, pero entre la promesa y el yo, se constituye una ley, y esa ley es la que rige durante nuestro paso por la tierra. Y así empieza para el Espíritu una existencia de lucha y de progreso. Y como en nuestro planeta todo se ignora y lo achacamos a la casualidad, vamos viviendo dentro de la oscuridad y la ignorancia, sin conocer esa ley que nuestro arrepentimiento ha creado y que es la que nos conduce a puerto de salvación. Todas las religiones dan un plazo corto para la reconciliación y el hombre tienen una eternidad; el hombre ha sido, el hombre es, y el hombre será y los dardos y desengaños que recibe en las diversas existencias le van enseñando el camino de su propia regeneración. Así cuando el hombre cansado de sufrir, el peso de sus culpas, que conscientemente o inconscientemente pesa en su conciencia dice ¡no puedo más! Entonces sin que nadie le recrimine, sin que nadie le juzgue, sin que nadie le castigue, el solo invoca su redención. Cuando el acto de contrición es puramente verdadero, entonces es cuando el Espíritu ya no puede retroceder de lo que ha prometido. El hombre no puede bautizar al hombre; el hombre no puede redimir al hombre; el hombre solo se bautiza cuando retira el velo del orgullo que lo domina; entonces ve la verdad y es cuando se redime por el sufrimiento que sus mismas pequeñeces le han proporcionado. Por el llanto que brota de su alma, se redime y se bautiza y ese trabajo es propiamente suyo. Entonces es cuando se prepara una nueva existencia, dando a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es de Cesar. Cuando un Espíritu de verdad se ha redimido, no le importa a su paso por la Tierra, el escarnio ni la mofa de los humanos, porque ha descendido prometiendo sufrir y vencer: justo es que quien ha hecho sufrir y llorar se encuentre luego en las mismas condiciones. El hombre debe trabajar para redimirse a sí mismo y cuando esté limpio de pecado podrá empezar a conocer a Dios. Todos los que niegan a Dios y su existencia, tienen razón son almas pequeñas que aun no han comprendido de donde emana esa inspiración que los alienta y los guía por el destierro, de la vida, y por lo tanto si no se conocen ellos mismos ¿Cómo van a conocer a Dios? Al Espíritu le es imposible llegar a la felicidad cuando los placeres materiales absorben todos sus pensamientos. Es triste y amargo describir lo que le sucede a un alma cuando en un momento dado, pasa por delante de sus ojos, como una visión cinematográfica, tantas y tantas costumbres, tan variadas posiciones sociales, tantas y tan diferentes formas de pensar, siendo todo, en conjunto obra de uno mismo. ¡Cuan grande es Dios! ¡Que grande es su obra, su amor, y misericordia! ¡Dando al hombre la eternidad para que valla poquito a poco, limando la cadena de sus imperfecciones. La tierra es un vergel de flores. Solo en sus troncos guarda las espinas y esos troncos y esas espinas no son confeccionados por Dios, sino que es la obra de la imperfección del hombre. Cuando el hombre quiera ser feliz, lo será: su felicidad consiste en el sagrado cumplimiento de sus deberes. El Espíritu, en sus principios, es un tosco trozo de hierro. Este trozo de hierro, para convertirse en un objeto artístico, tiene necesariamente que pasar por la fundación, donde, después de mil tormentos, completamente purificado, convertido en un objeto de arte, es la admiración de los que lo contemplan. Pues lo mismo sucede con los Espíritus. Todos absolutamente todos, “sienten la necesidad” de pasar a la Gran Fundición, dejando en ella, a costa de sus justos tormentos, las imperfecciones adheridas a su Espíritu, purificándose con el fuego de los sufrimientos. El hombre con el Espiritismo aprende a caminar, a conocer nada es hijo del azar, que todo es obra de uno mismo y que cuanto más se sufra y llore, más cerca se está de la felicidad. En todos los días borrascosos que el hombre encuentre en el camino de la vida, debe bendecid a Dios, porque teniendo fuerzas y resignación, si en vez de revelarse se domina como un niño dócil, la hiel no le será tan amarga, pues será endulzado, si tiene la resignación debida para llevar el peso de la cruz. El siglo en que estamos, aun al hombre no le esta concedido el contemplar de cerca las maravillas. Para realizar ese deseo tiene antes que purificarse por medio del sufrimiento. ¡Benditos los justos! ¡Dichosos los humildes y limpios de corazón! Para ellos será la felicidad eterna… Todos los que se consagran al ideal espirita no deben aspirar a ningún provecho material, como puede ser las consideraciones de la sociedad que los componen y que toman parte en su propaganda porque ¿Quiénes son? La mayoría pertenecen a las primeras clases sociales y con títulos, abogados, escritores, ingenieros, médicos de renombre. Estos hombres no han conocido la pobreza ignoran que entre los pobres hay almas sedientas de luz y que tienen intuiciones maravillosas. El ser Espirita no nos obliga a salir de la esfera en que siempre hemos vivido, por eso entre muchos espiritas no existe entendimiento porque hay la barrera de la distinta posición social. No desdeñan con intención es que no hay atracción entre los grandes y los pequeños. Entre los verdaderos Espiritas el progreso moral tiene más valor que el intelectual, el valor bien entendido es valorar al sabio por su ciencia y al humilde ignorante por su sentimiento. En el campo espiritista todos tenemos la obligación de sembrar la semilla de la observación y del adelanto. El de los más influyentes dará dieses y el de los más insignificantes humilde musgo, los primeros sembraran arbustos que un día serán árboles seculares y los pequeños serán hiedra que se enlazará a ellos. La humanidad se regenera el trabajo la ennoblece, la vida cambia de forma y lentamente el progreso sale de su crisálida para convertirse en mariposa como el humilde gusano, sino en polen fecundante que deja el fruto en todas las regiones de la Tierra, en el fondo de los mares, en el seno de la montañas, en el espacio, en los talleres, en las fabricas, en las escuelas y principalmente en la cámara oscura del pensamiento. Hoy el hombre expone sus ideas sin ser castigado como fueron los Sacerdotes, Cristo, Galileo y todos los hombres que han iniciado algo nuevo. Desaparecieron las hogueras y las semillas que ellos sembraron (mártires de la tierra) nos han dado abundantes cosechas. Un Espíritu Superior infiltró en las almas de doce hombres, el germen de la civilización, estos cruzaron la Tierra, repitieron las parábolas de Cristo y su Santa Doctrina, a través de 19 siglos, se conserva latente en una gran parte de la humanidad. Desgraciadamente muy manipuladas por la humanidad y distintas religiones, muchas fracciones de la sociedad ignoran lo que Cristo fue, edifican cosas en la arena de la tierra y no en la montaña de la Eternidad, pero los obreros que dependen de esos Maestros de obras, los creyentes automáticos que creen porque ven creer, esas maquinas humanas que obedecen sin replicar, no son tan responsables de la debilidad de sus actos como lo es el pastor que guarda y conduce el rebaño. El que no tiene inteligencia para analizar y comparar, y obra por instinto de imitación y que no tienen conciencia de sus actos, el Padre los mira con la compasión que se mira a un niño cuando da sus primeros pasos en la senda de la vida. Es bueno compadecer a las falanges de los fieles de todas las religiones positivas, que van hacia Dios, pero por un camino largo. Cristo dio la libertad de la razón al hombre y el Universo por templo, sin altares, sin ritos, sin ceremonias clericales, le dejo al hombre por herencia el espacio y el tiempo y por ejemplo que imitar su modo de morir. ¡Cuan pocos comprendieron a Cristo! ¡Como hemos empequeñecido su memoria! ¡A la sombra de su gran figura cuantos crímenes se han cometido!... Cristo que fue la humildad personificada, que sufrió resignado la befa y el escarnio, hecho un día a los mercaderes del templo a latigazos. Pues para nosotros los Espiritas nuestro templo deberá ser todo lugar, todo paraje, todo sitio donde se rinda culto a la civilización, debemos unirnos todos los espiritas de este globo y decir por medio de la palabra, el libro, el periódico, de los cuadros, de las estatuas, de todos los objetos y artefactos que el hombre no puede hacer, que el Espíritu no es juglar de oficio. Que no posee con las comunicaciones de ultratumba el oráculo de Napoleón. Que lo único que ha conseguido es convencerse de sus pasadas existencias y conformarse, resignarse con sus penalidades presentes. Que el verdadero espírita solo se ocupa del díptico del templo de Belfos “conócete a ti mismo” y el conocimiento de nuestra niñez nos hace mucho más indulgentes con los demás. El Espiritismo es grande por sí solo, no necesita de pequeños accesorios ¡Espíritas! No nos asemejemos al siervo que guardó el talento que su señor le dio. Seamos como su compañero que le dieron cinco y devolvió diez. No tengamos la Luz debajo del celemín. La unión es el símbolo de la fuerza moral y material, demostremos que el Espiritismo no es un arte de hacer fortuna, es sencillamente el arte de “Conócete a ti mismo! Aquellos que estudian en los libros de la Codificación no caminan a ciegas, porque no importunaran a los sabios con preguntas insignificantes aunque para ellos sean importantes y en las reuniones familiares, donde el vocabulario es sencillo, no sentirán la sed de no encontrar lo que buscan. El estudio del Espiritismo no nos hace libres, nos hace honrados, despertando en nosotros los más nobles y elevados sentimientos, porque nos demuestra que prácticamente somos desgraciados porque queremos serlo, y solo seremos felices cuando sembremos con nuestras virtudes las semillas de la felicidad. Sin excluir de esta ley, al monarca poderoso y al infeliz mendigo: ambos pueden trabajar en su progreso, los dos pueden aspirar a ser amados, los dos son miembros útiles del gran cuerpo social; Con el estudio del Espiritismo desaparecen las castas degradadas y los hijos desheredados, lo mismo que las razas privilegiadas, y los seres elegidos. Todos los Espíritus con el don de la inteligencia, la aspiración eterna del progreso y el patrimonio del tiempo; tiempo que no concluye, el alma vive siempre y siempre está en vías de perfeccionamiento. Nuestra gran Amalia ese Espíritu de luz nos decía que las comunicaciones con los Espíritus había que mirarlas con profundo respeto y evitar el engaño. La impaciencia en el Espiritismo es el mayor escollo que podríamos poner en nuestro camino los médiums. Ella huía de preferir las comunicaciones firmadas con nombres celebres, en la religión y en la ciencia. Para ella estaban demás las santidades de unos y la sabiduría de los otros. Creía en que los Espíritus debían estar en relación directa con el grupo formado para escucharlos, por eso en una reunión familiar compuesta de mujeres humildes y en su mayoría ignorante ella no aceptaba como buenas las comunicaciones de sabios doctores de la iglesia, ni de santos ilustres como Teresa de Jesús. Decía que en la tierra las mujeres honradas, modestas, educadas, no acuden en las horas de asueto a las tabernas. Van al teatro, de paseo, a las reuniones buscando amigas afines, con sus sentimientos y costumbres. La juventud no busca para su esparcimiento a los viejos. Buscan a los jóvenes. Los hombres rudos del campo no buscan a los sabios o académicos, cada cual se suele mantener dentro de su esfera de acción. Los Espíritus de igual manera, por ley natural ven más claro que los encarnados, cuando se dan cuenta de la continuidad de su vida no acuden a los centros donde no tienen el menor lazo de atracción. Podrán acudir de vez en cuando, por ejemplo como acuden los catedráticos a las escuelas para ver el estado de adelanto de los alumnos, pero estar a disposición de los niños jamás. La comunicación de los Espíritus es innegable, en ciertas ocasiones se obtiene el nombre pero esto es porque la aproximación de un alma querida nos produce todas las sensaciones conocidas y otras muchas de las que no tenemos idea. Amalia sintió un placer que nunca había sentido, al escuchar hablar a Miguel Vives. Mientras el médium hablaba, ¡ella sentía el calor de la vida! Calor que luego no volvía a sentir ¡ Ella sintió a su madre y fue tal la sensación y sentimiento que no pudo dudar de que realmente su madre estaba allí y era realmente la que le estaba hablando. En otras ocasiones otros médiums, por consolarla y animarla le decían: “tu madre está aquí” ella agradecía la buena intención de esos médiums que para consolarla lo decían, pero ella por dentro mentía que su madre no estaba allí. En la sesión de Tarrasa que es la que hemos mencionado en la comunicación esta fue espontánea, con lenguaje sencillo lleno del más puro sentimiento, la hizo creer que era su madre el Espíritu que Hablaba. Ella se preguntaba a si misma ¿es ella? Ella sintió un alivio muy grande al sentirse amparada por el Espíritu de su madre que la hacía no sentirse sola en brazos de la adversidad. Todos los médiums tienen una labor que hacer y cuando llega su tiempo, todos notan algo diferente, algo que no es natural (lo de todos los días) y es entonces cuando deben dichos médiums tomar decisiones y si estas son acertadas reafirmarse y entregarse a ellas porque si no lo hacen pasara como cuando a Jesús cuando le preguntaron por la venida de Elías y El contesto que había venido y no lo habían reconocido, pobres ciegos que por su terquedad y pereza, por su desmesurado orgullo reniegan y dan de lado los lazos que tienen la espiritualidad para que vean la verdad de la vida, no la que espantada por el fanatismo, hecha para fines e intereses mundanos y que a ningún sitio verdadero llevan, pero a nadie hay que obligar ni empujar. Cada uno por si solo debe procurarse su gloria o su infierno, somos hacedores de todo cuanto nos acontece. Amalia al igual que Cervantes, sentía gran pesar al ver que el fruto de sus trabajos iba a quedar sin quien le apadrinase y sin duda alguna, por este motivo resolvió dictar su prólogo desde el Espacio para que su obra fuera completa. Estuvo en lo cierto porque nadie mejor que ella podía hacerlo: Mas como Espíritu en estado desencarnado ve, observa y comprende las cosas con la amplitud de conocimientos que no le es posible en estado encarnado, por estar sujeto a las condiciones de la evolución de la materia con quien, temporalmente, está asociado para su manifestación, de aquí que lo que el Espíritu de nuestra querida Amalia dictó, más que un prólogo, resulta ser una obra completa de educación moral y progresiva al hacer la síntesis de su progreso con el relato de las varias manifestaciones materiales de su Espíritu en la Tierra. Que es cierto lo que digo, lo podéis observar, ¡Lectores hermanos! Cuando en el principio de su prólogo nos dice: Que nos lo da para que aprendamos a regenerarnos. Es de notar es la diferencia que existe entre los conceptos emitidos por Amalia en lo que de su puño y letra escribió en su última fase de la vida y lo que su Espíritu dictó desde el Espacio: En toda su obra lo que más resplandece es la sinceridad que es la lógica más contundente para llevar el convencimiento a los ánimos, que sin prejuicios, estudien y mediten sobre todos y cada uno de los pasajes de que hace mención en su última encarnación. El presentimiento de nuestra Amalia, por no decir la clarividencia de su Espíritu, de la misión a cumplir en la Tierra, hizo que se presentase entre nosotros escueta como la Verdad, sin temor a ser falseada y sin necesitar del subterfugio de las falsas apariencias para abrirse camino entre los abrojos del desamparo, ingratitudes y desengaños, que al parecer, amenazaban desgarrar con sus afiladas púas, lo que en ella era invulnerable y estaba escudado por su inquebrantable fe. La fragancia de esta violeta de los bosques neutralizaba el ponzoñoso hálito de los orgullos y su radiante túnica de la caridad le ponía a cubierto de las asechanzas que sus detractores fraguaban en la oscuridad de su egoísmo y maléficos celos. En sus Memorias no se sabe qué admirar más, si la sencillez en la exposición de los hechos, o la sublimidad de conceptos que en sí encierran; recomendándonos tan noble señora, que el faro que la alumbro a ella, “El Espiritismo” nos alumbre a nosotros los espiritas actuales, para que el fango de las pasiones no nos lleve a cometer los deslices que hasta ahora seguimos cometiendo, el Espiritismo es la brújula que norteada por Jesús podrá llevarnos al puerto de nuestra redención y salvación. TRABAJO REALIZADO POR Merchita Extraído de diversos libros de Amalia, especialmente de el de sus memorias. *********************************
¿Por qué auto descubrirnos? Perturbada por las preocupaciones a las que presta demasiada importancia la opinión de otros, la apariencia, la conquista de las cosas externas, la convivencia social y disputas insignificantes, la persona se descuida a sí misma y permanece ignorando su realidad profunda, sus potencialidades latentes. Como considera con óptica pesimista que sólo la suya es una existencia laboriosa y difícil, pierde los parámetros del equilibrio para un análisis correcto sobre los acontecimientos y resbala en el abismo de la autocompasión, de las depresiones, de la desdicha. Su autoestima se desvanece y vaticina la ruina de la jornada. Es por eso que no se esfuerza por revertir el orden de los pasatiempos pesimistas que vitaliza durante largos períodos de ocio físico y mental. La vida se presenta con las mismas características para todos los seres vivos. Las ocasiones son más severas, las circunstancias surgen penosas, las enfermedades se manifiestan desgastantes, los problemas caracterizan períodos que deben ser enfrentados con naturalidad y valor, como si fueran impuestos que se deben rescatar por el honor de existir. Con excepción de coyunturas expiatorias de la miseria socioeconómica, de las enfermedades congénitas y degenerativas, de los comportamientos físicos, mentales y morales consecuentes de las reencarnaciones marcadas por la locura, los acontecimientos aflictivos se convierten en experiencias iluminadoras para el crecimiento interior. Esas pruebas constituyen recursos que impulsan la evolución. Si no fuera así, la Tierra sería el paraíso anhelado, y la vida física se tornaría de naturaleza eterna. Su fragilidad e impermanencia, las transformaciones biológicas a las que está sujeta, dan testimonio de la limitación de su curso y de la finalidad educativa para el yo superior que la organiza. Es necesario efectuar un examen profundo, serio, constante del Sí, de su constitución, de los objetivos que debe perseguir, de los medios a utilizar, de cómo encontrar los recursos para lograrlo. Ese análisis tiene como meta lograr la auto concienciación, mediante la cual se liman las aristas y el curso del río existencial se desliza hacia el mar de la paz. Para ello, es imprescindible el autoexamen de los comportamientos mentales, emocionales y físico-sociales. Todo comienza en la mente, y ahí están las matrices de las próximas acciones. El ejercicio de pensar bien, eliminando las ideas perniciosas con las que se está viciado, constituye el paso decisivo para el autodescubrimiento. Interrogarse con más asiduidad respecto de quién se es y de cuáles son las posibilidades de las que se puede valer para el desarrollo interior, significa un medio adecuado para interpenetrarse. Sistemáticamente, se debe estar atento contra los hábitos perjudiciales de la autocompasión, de la censura del comportamiento de los otros, del castigarse y desvalorizarse a sí mismo, de la envidia y de los otros componentes del grupo de las pasiones que corrompen e insensibilizan. Llenar los lugares que quedarán vacíos con la eliminación de esos sórdidos cómplices mentales, con la presencia del altruísmo, de la fraternidad, del amor a sí mismo. Reconocerse destinado al triunfo y avanzar en su búsqueda sin afectación o presunción, es la próxima etapa del programa de autodescubrimiento. Reaccionar insistentemente contra los pensamientos que producen inquietud y establecer la confianza en el Poder del Creador, del cual procede, y en sí mismo, generará armonía y valor para los enfrentamientos, ante la convicción de que está destinado a la gloria estelar que logrará con el esfuerzo personal. Aquel que se conoce, sabe cuáles son los recursos que puede utilizar para cumplir con las tareas y funciones que le cabe ejecutar, y las acepta como parte del proceso existencial en el cual está insertado. Esa comprensión le da dignidad y lo enriquece de entusiasmo ante cada conquista, como perspectiva para la próxima victoria. Si identifica fragilidad en este o en aquel ángulo del carácter y de la personalidad, dirige sus resistencias morales hacia ese rumbo y se fortalece. Si se equivoca, no se lamenta, porque aprendió cómo hacerlo en otra oportunidad. Como no acepta el desequilibrio, no se culpa a sí mismo ni a nadie, porque descubre el valor del aprendizaje que inicia. Si acierta, no se jacta, pues sabe que largo es el camino a recorrer. El autodescubrimiento facilita la humildad ante la vida sin una postura humillante, porque permite la irradiación del amor dentro del Sí, consciente de su realidad y de origen divino. Juana de Angelis Médium Divaldo Franco Extraído del libro" Autodescubrimiento Desconocimiento de sí mismo" ***********************************
EL SELLO DEL AMOR  Por el camino de la ascensión espiritual, denominado "cada dia", encontrarás variados recursos de perfeccionamiento a cada paso.       Es el trabajo que te espera con la noción de responsabilidad en el cumplimiento del deber.      Es la oportunidad de practicar el bien, incesantemente.      Es el compañero de la parentela consanguínea que no te comprende aún, junto al cual puedes ejercer el ministerio del auxilio y del perdón.     Es el adversario que te combate los propósitos de mejoria con quien la lucha te posibilita la hora de la paciencia y el aprendizaje.   Es la tentación seductora, que nace de las profundidades de tu propio ser, en cuyo clima es posible desenvolver tu resistencia para la adquisición de un nuevo poder moral.    Es el espino que te hiere o la piedra que te maltrata, que se hacen benefactores de tu jornada, por si se cerrase el santuário de la oración y de la humildad, si tu mente vive acordonada por la luz del Señor.   Es la dificultad que, muchas veces, te sorprende en los lábios de los más queridos, impulsándote a la consolidación de virtudes imprecisas.     Sigue adelante, amando, creyendo, esperando y sirviendo siempre.    Cada obstáculo y cada amargura guardan raíces en el proceso educativo de nuestra propia regeneración.    Cada enseñanza tiene su lugar, a su hora y a su finalidad.      Aprovecha semejantes bendiciones, de conformidad con los ejemplos de Jesús que pasó entre nosotros haciendo el bien, que nos ama desde el princípio y que permanecerá con nosotros, hasta el fin de los siglos.      Dirás, tal vez, ante nuestra llamada: -- "No comprendo, no me acuerdo, no puedo..."    El Señor, entretanto, no nos impone fardos que no podamos soportar, no nos encarga de problemas que no estemos aptos para resolver y jamás olvidemos que la reencarnación trae el sello del amor divino, en un bendito olvido, enriqueciéndonos de bendiciones de reaproximación, fraternidad y servicio, a fin de que ejecutemos, sin dificultades invencibles, el trabajo de nuestra propia redención.   (Instrumentos del Tiempo - Espíritu Emmanuel, psicografia de Francisco Candido Xavier, GEEM)

lunes, 30 de diciembre de 2013

¿ Cual es la verdadera religión?


 La religión, bien entendida, debería ser un vinculo para unir a los hombres entre si y los estrechase con un mismo pensamiento al principio superior de todas las cosas.
La verdadera religión no es una manifestación exterior; es un sentimiento, y es  en el corazón humano donde está el verdadero templo de lo Eterno. La verdadera religión no  puede ajustarse a reglas  ni ritos estrechos. No necesita formulas ni imágenes; se preocupa poco de los simulacros y de las formas de adoración, y no juzga a los dogmas sino por su influencia en el perfeccionamiento de las sociedades
La verdadera religión abarca a todos los cultos, a todos los sacerdocios; se eleva por encima de ellos y les dice: ¡La verdad está más alta!
Todos los hombres no están en el estado de alcanzar esas cimas intelectuales. Por eso es por lo que  se imponen la tolerancia y la benevolencia. Si el deber nos incita a separar a los buenos espíritus de las manifestaciones vulgares de la religión, es preciso abstenerse de arrojar la piedra a las almas dolientes, desconsoladas, incapaces de asimilar las nociones abstractas  y que encuentran  en su fe ingenua un sostén y una conformación.
Hoy en día el número de creyentes sinceros a disminuido, la idea de Dios, antes sencilla y grande en las almas, ha sido desnaturalizada por el temor al infierno; ha perdido eficacia. En la imposibilidad de elevarse a lo absoluto, algunos hombres han creído necesario adaptar a su forma y a su medida todo lo que quisieran concebir. De esta forma han rebajado a Dios hasta su propio nivel, atribuyéndole sus  pasiones y sus debilidades, reduciendo la Naturaleza y el Universo, y, a través de su prisma de ignorancia, han descompuesto en diversos colores el puro rayo de la verdad.
 Las claras nociones de la religión han sido oscurecidas adrede. La ficción y la fantasía han engendrado el error, y este, condensado en el dogma, se a urgido como un obstáculo en el camino de los pueblos.
La Luz ha sido velada por aquellos que se consideraban  como los depositarios de ella, y las tinieblas en que se querían envolver a los demás se han producido en ellos y alrededor de ellos. Los dogmas  han pervertido el sentido religioso, y el interés de casta ha falseado el sentido moral. De aquí un cúmulo de supersticiones, de abusos, de prácticas idolatras cuyo espectáculo ha lanzado a tantos hombres a la negación.
Las religiones son manifestaciones temporales, aspectos parciales de la eterna verdad,  deben transformarse en cuanto han hecho su obra y no responden ya a los progresos y a las necesidades de la humanidad. A medida que esta avanza en su camino, necesita nuevas concepciones, un ideal más elevado, y los encuentra en los descubrimientos  de la ciencia y en las instituciones grandiosas del pensamiento.
Las religiones envejecidas se derrumban en sus bases y una renovación filosófica y social se prepara. El progreso intelectual y material llaman al progreso moral. Un mundo de inspiraciones se agita  en las profundidades de las almas y se esfuerza por adquirir forma  y nacer a la vida. El sentimiento y la razón, esas dos grandes fuerzas imperecederas como el espíritu, tienen por fin, el aproximarse.
La religión debe perder  su carácter dogmático y sacerdotal para mostrarse científica; la ciencia se separa  de los  escollos materialistas para iluminarse con un rayo divino. Va a surgir una doctrina  idealista en sus tendencias, positiva  y experimental  en su método y apoyada sobre hechos innegables.  Síntesis poderosa, abarcará y acumulará todas las concepciones variadas del mundo y de la vida, radiaciones interrumpidas, fases diversas de la verdad.
Esta será la resurrección, bajo una forma más completa, accesible para todos, de la doctrina secreta que conoció el pasado; el advenimiento de la religión natural, que renacerá sencilla y pura. La religión  pasará a los actos, al deseo ardiente del bien; el holocausto será el sacrificio de nuestras pasiones, el perfeccionamiento del espíritu humano. Tal será la religión superior, definitiva, universal, en cuyo seno desaparecerán, como los ríos en el Océano, todas las religiones pasajeras, contradictorias, frecuentemente causantes  de la división y de rompimiento para la humanidad.
La religión es necesaria e indestructible porque tiene  su razón de ser en la naturaleza misma  del ser humano, del cual resume y expresa las aspiraciones elevadas. Es también la expresión de las leyes eternas, y, desde ese punto de vista, debe confundirse con la filosofía, a la que hace pasar el dominio de la teoría de la ejecución y la torna viva y activa.
AMIGOS OS DESEO UN FELIZ DÍA, TODOS SOMOS HERMANOS AUNQUE NO PROFESEMOS LA MISMA RELIGIÓN, LO QUE NOS SEPARA EN EL DOGMA CON EL BIEN PODEMOS UNIRNOS. PORQUE EL BIEN ES BIEN EN TODAS PARTES. Merchita 
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EL HOMBRE NO ES EXTRANJERO
EN NINGUNA PARTE

    Exponer este tema para aquellos que no tienen un conocimiento filosófico o que no pertenecen a alguna escuela espiritual o metafísica  resulta  una tarea arduo difícil. Sin este conocimiento espiritual sería casi imposible comprender por qué el hombre no es extranjero en ninguna parte.
    Nuestro planeta  se encuentra  dividido en diferentes continentes, países, razas, idiomas, culturas,  religiones, etc. Los pueblos están delimitados por fronteras que vienen a determinar un supuesto territorio sobre el cual se dice que existe soberanía; pero esta soberanía no es más que la consecuencia de los deseos de  poder y ambición en la que está sumergido el hombre. Cegado por el mundo de los sentidos centró sus intereses en obtener riquezas y beneficios materiales, olvidándose  de desarrollar la parte espiritual que lo conforma y obviando las  palabras del sabio Galileo: “Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
    Remitiéndonos a la historia, vemos cómo para obtener esa soberanía ha prevalecido el dominio del hombre por el hombre. A base de guerras, conquistas, exterminios y violaciones, muchas de ellas en nombre de Dios,  hemos producido todas estas divisiones étnicas, culturales  y territoriales; pero ¿Somos realmente diferentes por tener  diferentes culturas o creencias? ¿En qué nos diferenciamos los unos de los otros?
Parodiando a Hegel, ésta es una “diferencia que no es diferencia” porque el ser humano es un ser infinito-finito.  En el mundo de los sentidos nos vemos deslindados de nuestro prójimo; pero en realidad estamos unidos por un lazo indisoluble, común a todos los seres que habitan el infinito Universo.
   Si se tiene la oportunidad de conocer diferentes países,  uno  va poco a poco apropiándose de culturas y maneras de pensar distintas, aparentemente contradictorias,  pero cuando se analiza al ser humano, se llega a comprender que las necesidades del hombre, son iguales en todas partes; que sus sueños e inquietudes espirituales son los mismos, no importa lo distante de un país de otro, no importan las fronteras, las creencias religiosas o los aprendizajes culturales. En esencia, todos los seres humanos buscan y trata de alcanzar un estado óptimo de bienestar, que es lo que llamamos felicidad.
   Cuando el hombre ha experimentado lo suficiente y logra un nivel cognoscitivo superior, puede comprender la sabia sentencia de Jesús de Nazareth: “La casa de mi Padre tiene muchas moradas”; entonces entiende que en el mundo real no existen fronteras ni divisiones y que, como hombre, está en la necesidad de aprender y demostrar la vida a través de múltiples reencarnaciones y que en función de su plan de trabajo debe vivir no sólo en diferentes países de la tierra, sino también en distintos mundos del Universo, unas veces nacerá como blanco,  otras como negro o mestizo, como rico o pobre,  como hombre o mujer, según sea  su actuación en la tierra y según sea su programa.
     En cada existencia y de acuerdo con nuestro programa espiritual, escogemos la raza, el sexo, el país, los padres y circunstancias particulares que nos van a permitir desarrollar nuestro  plan de vida;  siempre en función de los compromisos y deudas contraídas  en existencias anteriores. Esta experiencia de vida trae como lógica consecuencia que el ser humano se desarrolle como ente corpóreo-espiritual  y alcance un grado elevado de conocimiento  que le permitirá reconocer en los demás  seres humanos a su hermano.
Para entonces ya su nivel de espiritualidad le  hará  comprender  las leyes universales que  lo llevarán a afirmar axiomáticamente  que el hombre no es extranjero en ninguna parte y  que su patria es  el Universo.
Por: María Di Matteo
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¿ Qué es la transmigración del Alma ?

Esta idea como todas las demás supersticiones, es fruto de la ignorancia sobre el sentido real de la reencarnación.
Esta superstición supone otra desviación más de las muchas que rodean a la realidad profunda que existe sobre la reencarnación y por ella hay quien acepta como posible el traslado del alma o una parte de la misma ,desde el cuerpo de una persona hasta otro cuerpo; o sea que el Espíritu de una persona viva, o una parte o aspecto del mismo podría pasar a ocupar y tomar el cuerpo de otra distinta, o sea, de un cadáver.
Como ya sabemos, cuando el alma abandona el cuerpo físico definitivamente, es cuando se cortan todos los lazos fluídicos que la unen a la materia del mismo . Esto supone la muerte definitiva, o dicho con mayor propiedad, la desencarnación de la persona , y esta, cuando se consuma totalmente es absolutamente irreversible. Por otra parte el cuerpo que tendría que ser ocupado como destino de esa transmigración si ello fuera posible, forzosamente debería estar “muerto” y abandonado definitivamente por el Ente espiritual que lo ocupaba. De ser un cuerpo “ ya habitado” por su espíritu, habría que hablar entonces de un caso de “obsesión” o “posesión”, pero nunca de transmigración.
La transmigración tal como se entiende, no es posible porque no existe entre el Ser “ocúpa”, y el cuerpo “deshabitado”, ninguna clase de lazo vital ni fluídico que pueda ligarles mutuamente entre sí. El cuerpo, una vez abandonado por su alma después de la muerte ya no tiene ninguna posiblidad de volver a la vida, ni con el Ser espiritual que lo habitaba ni menos aún con otro diferente.
Por otra parte, sabemos que el Espíritu es una Unidad de Energía indivisible, en un cuerpo espiritual o periespíritu , que necesita reencarnar y lo hace en un cuerpo físico al que aompaña durante su formación y con el que se une formando una unidad total y completa, y no solamente en una parte, un aspecto o una determinada cualidad del mismo..
Esta superstición por ilógica y absurda, generalmente ha sido rechazada por el sentido común, y la gente, ante esta idea que ha confundido con la reencarnación y que desde luego “huele a disparate”, cree que todo lo que tenga que ver con el tema de la reencarnación,es igual de absurdo y que no merece la pena perder tiempo en considerarlo mas seriamente, porque lógicamente creen que si se continúa avanzando y profundizado en ello, solamente van a continuar encontrando mas disparates indignos de ser tomados en serio ni en lo mas mínimo.

- Jose Luis Martín-
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El arte de ser sabio es el arte de saber qué es lo que debemos ignorar”
- Williams James-

Queridos amigos y amigas: En estos días tan especiales en los que, un año más, hemos vivido el "Espíritu Navideño", en lo que significa de fraternidad, buenos deseos, en definitiva: En mucha gente se han reavivado deseos de hacer el bien y entregarnos a los demás buscando saborear la dulzura del altruismo y de la Caridad, también sentimos a su vez nuevas, pero a veces ya conocidas sensaciones de ilusiones renovadas para verlas realizadas en este año que ahora comienza su andadura, tal como sucede cada año y tan pocas veces alcanzamos plenamente. Tengamos presente que este año, probablemente será mejor para muchos, pero también será peor para otros; muchos lo veremos terminar y veremos nacer otro nuevo dentro de doce meses, sin embargo otros es posible que este nacimiento de un nuevo año sea el último que vean, y el año que viene ya no estemos aquí alguno de nosotros.... ¿ Quien sabe?... Pero eso es considerándolo desde una perspectiva humana, y sin embargo nosotros, los espiritualistas en general y los espíritistas en particular, deberemos evaluar la bondad o no de estos próximos doce meses, por nuestras realizaciones y logros en materia espiritual, por lo que hayamos aprendido y asimilado durante este periodo, pues al fin y al cabo ese es el único pasaje que vamos a llevar con nosotros cuando hagamos el viaje definitiva fuera de este mundo, y de nosotros depende que ese equipaje sea bien valorado al llegar "al otro lado". Por eso, si seguimos aquí, mi deseo para todos es que podamos decir dentro de un año: Me siento mejor que ayer y más realizado, pero reconozco que aun deberé seguir aprendiendo en este mundo lo que se me brinde cada día, dejando atrás en el camino de la vida, algunos de mis defectos y errores, de modo que siento como voy adquiriendo nuevas virtudes, conocimientos y perspectivas que me hacen crecer y sentirme cada día mejor conmigo mismo.  Cada uno vivimos la vida en unas circunstancias diferentes, por eso no debemos tratar de ser o de hacer lo mismo que es o hace aquél otro, pues cada uno hace lo que sus circunstancias sociales, familiares, económicas, de salud, etc, le permiten y así es con todas las personas que poblamos este planeta, que no habemos dos iguales en las circunstancias que nos limitan a cada uno en cuanto a lo qué podemos realizar y hasta donde. Esto es algo que solo corresponde evaluar a la conciencia de cada uno para actuar libremente según esta le dicte. En fin, reitero aquí, que os deseo a todos, de corazón, un gran año en lo material y por supuesto también en lo espiritual. Que el año próximo podáis hacer un balance positivo del mismo, y si a alguno nos toca sufrir alguna prueba en al camino mas o menos dura, que sepamos poner nuestra fe en Jesús y en el Padre, para que permitan la ayuda inmediata de tantos espíritus que hay pendientes de nosotros con el anhelo de ayudarnos, inspirándonos fortaleza espiritual e insuflándonos  buenas resoluciones e ideas para que superemos los escollos del camino de la vida. Por último, os deseo una buena y , si es posible, divertida fiesta de Año Nuevo, pues la alegría cuando sale del corazón no es nada reprobable ni pecaminoso; hay gente que, influídos por la educación religiosa, asimilan la seriedad con el poder dirigirse a lo Alto. Asimismo cuidar no dejaros llevar por los excesos negativos para el cuerpo y la mente que se acostumbran a hacer algunos días señalados del año, y sin duda, "la Noche Vieja" es uno de ellos. Me refiero a los casos del consumo excesivo de alcohol, que no es necesario para divertirse y sentirse bien, porque como antes dije, la alegría debe nacer del espíritu y no de una ingesta alcoholica descuidada ni del consumo de unas drogas que dañan directamente nuestra salud física y mental. -- Jose Luis Martín - ¡ FELIZ AÑO 2.014 !

domingo, 29 de diciembre de 2013

Ventajas de las comunicaciones con los seres espirituales


¿Y qué ventajas reporta a los hombres la comunicación con los espíritus?: ¡Muchas! si se saben apreciar, inmensas si se comprenden sus tendencias generalmente moralizadoras. La comunicación de los espíritus, rasga el tupido velo de los misterios religiosos; y como dice muy bien Kardec:
Hasta ese día el hombre no había podido crear sino hipótesis acerca de su porvenir, y he aquí porqué sus creencias en esa materia estaban divididas en sistemas tan numerosos y tan opuestos desde el aniquilamiento, hasta las fantásticas descripciones del paraíso y del infierno. Hoy son testigos presenciales los actores mismos de la vida de ultratumba, los que vienen a decirnos lo que en eso hay, lo cuál solo ellos podrán hacerlo.
Esas manifestaciones han servido para damos a conocer el mundo invisible que nos rodea y que ni siquiera sospechábamos, cuyo conocimiento, por sí solo es de una importancia capital, aun suponiendo que los espíritus no pudieran enseñarnos otra cosa.
¿Quién si se encontrara en un país desconocido, despreciará las señas que pudiera darle el campesino más humilde que a su paso encontrara? ¿Rehusaría preguntarle, siquiera, acerca del estado del camino, porque fuera un pobre labriego?
En verdad que no habría que esperar de él profundas instrucciones, más en su esfera y por ser lo que es, podría en ciertos puntos guiarnos mejor que un sabio muy distinguido que no conociera el país.
Se sacarían de sus indicaciones, consecuencias que quizás él mismo no podría sacar, sin que por eso hubiese dejado de ser un medio muy útil para hacer ciertas observaciones, aunque no hubiese servido sino para damos a conocer las costumbres de los habitantes del país. Lo mismo puede decirse de las relaciones de los espíritus, de los cuales el más humilde puede damos instrucciones muy útiles.

Una comparación vulgar hará comprender mejor todavía la situación. Un navío cargado de emigrantes parte de un país lejano:lleva gente de todas condiciones, que dejan parientes y amigos numerosos.
Corre la voz de que el navío ha naufragado: no queda de él rastro ninguno, ni llega noticia alguna de su suerte, por lo que se cree que todos los pasajeros han perecido, y se esparce el luto y la consternación en todas las familias. Sin embargo, todos sin exceptuar uno solo, han arribado a otra tierra desconocida, pero abundante y fértil, donde viven bajo un hermoso cielo, alegres y felices. Pero esto se ignora.
Mas un día otro navío llega a dicha tierra y encuentra a los náufragos sanos y salvos; la noticia circula con la rapidez del rayo, y cada cual felicita a los demás diciendo: nuestros amigos viven, y dan gracias a Dios. No pueden verse, más están en correspondencia regular, se cruzan los testimonios de afecto, y la alegría sucede a la tristeza.
Tal es la imagen de la vida terrestre y de la vida de ultratumba antes y después de la revelación moderna; ésta, semejante al segundo navío, nos trae la buena noticia de la supervivencia de los que nos son queridos, y la certidumbre de irnos a reunimos con ellos algún día.
La duda acerca de su suerte y de la nuestra ya no existe, y la tristeza y el desaliento ceden su puesto a una risueña esperanza. Pero otros resultados vienen a fecundar esta revelación.
Juzgando Dios a la humanidad dispuesto para penetrar en los misterios de su doctrina y contemplar a sangre fría nuevas maravillas, ha permitido que se descorriese el velo que separaba el mundo visible del invisible. El hecho de las manifestaciones no tiene nada de extrahumano, es la humanidad espiritual que viene a conversar con la humanidad corporal y a decirle: nosotros existimos, luego la nada no existe; ved ahora lo que somos y lo que habréis de ser; éste es vuestro porvenir, así como el nuestro.
Vosotros marchabais en las tinieblas, venimos a ilustraros y a mostraros el camino; marchabais sin rumbo y a la ventura, y os enseñamos el puerto. La vida terrestre lo era todo para vosotros, porque nada veíais después de ella y nosotros os decimos, manifestando la vida espiritual que gozamos: la vida terrestre no es nada.
Vuestra vista se detenía en los bordes de la tumba, y del lado de allá existen horizontes espléndidos e interminables. No os dabais cuenta de la causa de vuestro sufrimiento, y ahora veis en ellos la justicia de Dios; el bien existía sin frutos aparentes para el futuro, más en lo sucesivo tendrán un gran objeto presente y será una necesidad;la fraternidad será una utopía generosa, ved ahora como es una realidad espléndida fundada en las leyes de la naturaleza.
Bajo el influjo de la creencia de que todo acaba con la vida del cuerpo, la inmensidad es el vacío, el egoísmo impera entre vosotros y es el mote de vuestro escudo y la última palabra de vuestra moral es cada uno para sí; con la certidumbre del porvenir, los espacios infinitos se pueblan hasta el infinito, y el vacío y la soledad no existen en ninguna parte: la solidaridad une a todos los seres del lado de allá de la tumba, y existe el reinado de la caridad con el mote en su escudo. “Cada uno para todos y todos para uno”.

Amalia Domingo Soler , tomado de su libro "La Luz del Porvenir"

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VÍAS DEL PROGRESO
J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

Estamos en la era de la velocidad y las vías del progreso exigen de nosotros algunos extras de virtudes. Al lado del viejo ideal de paciencia de que nos habla Emmanuel, hemos de mejorar la capacidad de visión, de raciocinio rápido y de  acción inmediata. La calma interior  precisa juzgarse con el coraje de tomar decisiones sin pérdida de tiempo para superar perturbaciones y obstáculos.
Para evitar choques destructivos, hemos de ver si maniobras proletarias no favorecerán la  devastación de los destruidores. Nuestro entendimiento exige bases seguras de conocimiento y lealtad, para no caer en la traición de nuestros propios ideales. Si no medimos los límites de la tolerancia  con la reglas del deber podemos  hacernos cómplices del crimen.
Lamentar la crisis no resuelve nada, más conviene analizarlas con espíritu crítico, sin el miedo teológico de las puniciones. Para vencer en la causa del bien no podemos cerrar los ojos al mal o intentar negarlo.
Cuando Emmanuel nos aconseja paciencia y amor,  se refiere  a una de esas conjugaciones necesarias en nuestros días. Más el amor  tiene sus grados  y sus formas de aplicación. En el ítem 7 del cap. 17 del Evangelio Según el espiritismo, el ejemplo de Cristo es nuestro modelo. Vemos en los Evangelios que Jesús, amando a todas las criaturas, impidió la lapidación de la mujer adultera y perdonó a Zaqueo sus robos, más nunca dejo de corregir  con vehemencia los errores conscientes de los fariseos y doctores de la ley.
Varias veces desencadenó en el templo para despertar la conciencia de los que se enredaban en las redes de las conveniencias, poniendo en peligro el esclarecimiento y la orientación espiritual del pueblo.
Kardec explicó, en el Evangelio, las diferencias existentes entre el amor que tenemos por un amigo y el que podemos dar a un enemigo. El Espiritismo es realista y no nos aconseja olvidar que el mal predomina en la Tierra.
El deber de vigilar y orar debe recordarnos que no vivimos en el cielo, más  si en un mundo de pruebas y expiaciones. Si quisiéramos realmente seguir  las vías del progreso, no podemos olvidar  la virtud valiente de la vigilancia.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide Licencia” del periódico de S. Paulo, en la década de 1970


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 El sufrimiento y las cárceles

El sufrimiento  es una cárcel, en donde la desdicha y a veces la desesperación, hacen de verdugo, que a veces nunca deja oportunidad para el sosiego.
¿Has estado alguna vez preso?
¿Tienes a algún familiar, o ser querido entre rejas?
Unos de los seres más desgraciados de la tierra son los presos.
Solo con habitar en este planeta,  ya venimos condenados, por ser la tierra un planeta de expiación y de pruebas. Todos los que la habitamos venimos a saldar deudas del ayer, y si tras de nuestra expiación  cometemos nuevas faltas, redoblamos  nuestro cautiverio pues tenemos sobre nosotros el castigo de la Ley, que nos hace a veces estar dos veces presos, una por el planeta que habitamos y otra por los hombre de la tierra, que nos encierran entre rejas, para pagar nuestras faltas cometidas, privándonos de la libertad, del aire, de la luz.
Es necesario haber estado preso en la cárcel de los hombres, para  saber el hondo abismo  en el cual se lanza al hombre, unas veces por su propia voluntad, otras impelido por la ignorancia o dominado por adversas circunstancias, hijas de diversas circunstancias, cuyo resultado siempre es fatal.
Entre los grandes problemas sociales que hay que resolver en la tierra, el primero de todos es la subsistencia;  en todas las épocas ha habido ricos muy ricos y pobres muy pobres, siendo los ricos en muchas ocasiones odiados por los pobres. Del hombre que carece de todo se puede esperar todos los crímenes, pasando a ser instrumentos  del mal. Si la sociedad es la madre de todos los vicios, la desesperación es la peor consejera que pude tener el hombre. El hambre nos irrita, la sed nos enloquece, y de un loco se puede esperar todas las locuras. Los hurtos y los homicidios, son actos de locura,  los criminales son dementes, infelices, enajenados cuya enfermedad nunca ha sido estudiada, y por lo tanto no ha podido ser comprendida. En las diferentes épocas de la vida ha habido criminalidad en la tierra. Crímenes se cometieron en el ayer, se cometen hoy, y se cometerán mañana, mientras los ricos sean muy ricos, y los pobres sean muy pobres. Los primeros, demasiado felices, hastiados de lo que les proporciona sus riquezas, se entregan al desorden para sentir nuevas sensaciones. Y los pobres, en su desencanto, amargados dicen con ironía: ¡Ya que Dios no se acuerda de nosotros, vivamos como si El no existiera; olvidemos  sus leyes, ya que para nosotros no sonríe la Providencia!
En esa desarmonía social, en ese descontento interior en la que vive el hombre,  es la cuna de espinas donde se tejen  muchos desaciertos.  En la tierra se vive muy mal; ya que en ella viven  espíritus muy inferiores, y por ello han creado tormentos  muy notables, que si lo hubieran empleado en el bien,  la tierra seria un Paraíso de la leyenda bíblica.
Si crueles son los homicidios que vemos ocurrir todos los días, por los medios de la tv y noticiarios, inclementes se ven los jueces, en sus severos castigos para martirizar a los culpables, las cárceles han mejorado, su vida allí también. Pero no deja por eso, ser un lugar deprimente, donde se dan muchísimas circunstancias que tornan aun peor cal culpable.
Debemos procurar trabajar en todas las aéreas, y la cárcel es un lugar al que podemos concurrir para auxiliar, inspirar resignación y esperanza  a los moradores de los presidios, que son sin duda los seres más desgraciados de este planeta; unos porque son víctimas de las torpezas, de la ignorancia; los otros han influido en su destino la soledad, el abandono, el desprecio social; aquellos  porque son espíritus rebeldes  inclinados al mal, de instintos tan perversos que en torno de ellos ni la hierba crece, porque su aliento envenenado infecciona el aire.
¡Cuánta perversidad hay en algunos seres! y estos son los que precisamente los que necesitan más atención y el consejo de los Espíritus. Si Cristo vino a la Tierra para salvar a los pecadores, los que seguimos sus pasos  debemos imitarle. Los justos, ellos solos saben el camino de Cristo y los impíos son los que necesitan que los guíen; los ciegos si van solos, pueden  tropezar y ceder.  Pero ante las fuerzas armadas, suelen ser humildes y no oponen resistencia, ua que el castigo que se les aplica, los predispone  a la enmienda, en muchos casos. Por eso quien pueda hacerlo, ayudad a los presos, procurad su instrucción, moralizarlos, porque si son criminales es muy justo que sea castigado,  pero al mismo tiempo que se le impone la pena, el abrirles el camino de la redención. Si se flagela su cuerpo no debemos hacer desesperar su alma, sin la debida orientación y ayuda, pues no se puede esperar acciones generosas de espíritus desesperados.
No podemos esperar días de libertad, ni podremos trabajar para la unión de los pueblos, ni ser iniciadores de la fraternidad universal, si no mejoramos la suerte de los criminales; mientras sigan existiendo en la tierra, presidios que son semilleros  de crímenes,  focos de corrupción, habitados  por hombres, que no se les deja ni pensar, todos los planes de reforma fracasaran, será un trabajo perdido. Muchas veces el daño que causa el sistema deficiente penitenciario, es muy grande, un hombre desesperado atrae fatales influencias, y en los presidios hay tal aglomeración de espíritus inferiores  que su perniciosa influencia envuelve a todos los que allí se encuentran, los aprisionan de tal forma, que a veces nos inspiran lastima, los presos, sin saberlo, muchas veces se vengan del abandono de la sociedad enviando con sus fluidos toda la hiel que guardan en su corazón.  Siendo que en la realidad los criminales son solo dementes. Y deben ser sometidos a un plan  curativo, cosa que muy raramente se hace. Ellos deberían ser sometidos a un plan moral por infringir las leyes.  Sin emplear con ellos la violencia, pues nada se consigue. Si tenemos inteligencia, si tenemos el don de la palabra, si sois redentores, debéis empezar el trabajo de regeneración universal, sin solo las miras  de abrir ateneos  y universidades, sin tratar de instruir a los criminales, cuya ignorancia nos condena  a perpetua servidumbre. Si el hombre comprendiera sus verdaderos intereses, la tierra no sería  una penitenciaría de la Creación, sino uno de los mundos regeneradores, una de las moradas donde el Espíritu sonreiría, pues los justos saben el camino del progreso, los culpables solo son ciegos perdidos en las sombras de la ignorancia. Por eso aquel que realmente pueda hacerlo, debe procurar hacer llegar a los presos, a las penitenciarias, materiales, para guiarlos, para despertar en su corazón, la sed del agua viva, pues son también dignos de compasión….
Merchita Cruz-
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