lunes, 4 de diciembre de 2017

Aumente su alegría...




Programa para hoy:


- Estudiar la Doctrina Espírita.
- La Ley de Vibración y de Afinidad.
- El Espírita ante Dios.
- Aumente su alegría....




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          ESTUDIAR LA DOCTRINA ESPÍRITA


El estudio de una doctrina, tal como la Doctrina Espírita, que nos lanza de repente en un orden de cosas tan nuevas y tan grandes, no puede ser hecho con buen resultado sino por personas serias, perseverantes, ajenas de prevenciones y animados de una firme y sincera voluntad de alcanzar un resultado.
No podríamos dar esos calificativos a los que juzgan, a priori, ligeramente y sin haber visto todo; que no dan a sus estudios ni la continuidad, ni la regularidad, ni el recogimiento necesario; y menos aún sabríamos darlos a ciertas personas que para no faltar a su reputación de personas chistosas, se empeñan en procurar un lado burlesco en las cosas más verdaderas, o juzgadas tales, por personas cuyo saber, carácter y convicción dan derecho al respeto de quien se vanaglorie de educado.
Por tanto, aquellos que no juzgan los hechos dignos de ellos y de su atención, que se abstengan; nadie sueña con violentar sus creencias, pero que respeten así mismo las de los otros.
Allan Kardec
El Libro de los Espíritus
                                       
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LA  LEY  DE VIBRACIÓN Y DE AFINIDAD
   Como todos sabemos, nuestra mente vibra continuamente por medio del  cerebro, produciendo ondas de  energía psíquica que se propagan  de modo semejante a como lo hacen las ondas electromagnéticas.  Según nuestro estado anímico y emocional, lo hacen en diversas frecuencias, y siempre van a sintonizar con las vibraciones semejantes de otras mentes que se encuentran en ese mismo estado emocional.
                Esta  forma de actuación de la energía mental, está regida por unas leyes; vamos a conocer algo más sobre ellas.
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“Cada pensamiento emitido por la sabiduría y la bondad modifica al mundo”
                                                -Emerson-
                                                       ¿Cómo actúan estas Leyes ?
    La energía, de la clase que sea, ya sea estática o dinámica, supone una vibración  a nivel molecular, ya sea acompañando a los cuerpos sólidos o  en otro estado de condensación de la materia que se puede llegar a sutilizar hasta el extremo de presentarse como energía, pues todo en el universo es energía, y por tanto desde los cuerpos sólidos hasta las energías mentales y otras más sutiles, están en un estado de vibración continuos .  Como todo en la Naturaleza, este océano inmenso de vibraciones, está regulado por una ley natural llamada Ley de Vibración. Esta Ley  rige la manifestación  y el efecto de las energías irradiadas por todo cuanto existe en el Universo.
      Vemos como toda la materia está constituida por átomos que a su vez  contienen  partículas  de energía que permanecen en un movimiento giratorio  constante, alrededor de un núcleo, a modo semejante a como los planetas lo hacen también alrededor de los astros: estas partículas de la energía  que circunvalan a los átomos,  son los protones, electrones y neutrones.   En su veloz movimiento vibratorio, dichas partículas provocan una vibración constante, imperceptible para nuestros sentidos, pero  que  parte desde lo más íntimo de la materia: esto  constituye  todo un  microcosmos atómico.
       Por  esta ley cósmica,  a modo semejante a como lo hacen las ondas hertzianas, todo vibra en diversos grados o bandas de frecuencia, desde la energía del átomo material hasta la energía psíquica de la mente.
          La  vibración  de ondas mentales se expanden   buscando el objetivo al que se dirigen o  hacia el que son atraídas porque sintonizan por afinidad y le afectan positiva o negativamente,  regresando después  al punto de partida con sus mismos efectos de salida. El Espíritu humano vibra en la persona  y se manifiesta a través de  su  actividad cerebral- la mente humana-  y lo hace  creando bandas de frecuencia diferentes entre sí en amplitud y longitud de onda, según la clase de pensamientos y de sentimientos que generan y transmiten.
         Todo pensamiento y sentimiento vibra a través de todas las células del organismo, a las que transmite  la misma tónica vibratoria y por eso les afecta para bien o para mal .  Es por ello que  esta clase de vibración  puede llegar a afectar  también al propio cuerpo físico tal y como se comprueba en el caso de las enfermedades psicosomáticas, entre las que se cuentan muchas úlceras de estómago, mareos, taquicardias, sudoraciones y hasta infartos de corazón a causa de emociones fuertes.
       Estas energías mentales también pueden actuar como una energía psicocinética que afecta a otros elementos materiales  sobre los que actúan, llegando a ocasionar alteraciones físicas,  o también sobre otros seres a los que puede afectar en sentido positivo o negativo, según  que la  energía generada  y transmitida desde  la mente sea positiva o negativa , pero es de tener muy en cuenta que estas ondas  generadas por el pensamiento o por los sentimientos, como ya señalamos  antes, siempre regresan al punto de partida como un boomerang, después de alcanzar su objetivo. Es por ello que siempre se recoge y viene a nosotros, de aquello mismo que antes hemos sembrado.
     Hablamos de energías positivas o negativas, ¿pero cual es la diferencia que las  convierte en un signo o en su contrario?. La gran diferencia está en la clase de sentimientos: cuando son de Amor y de buenos deseos e intenciones, son energías benéficas, pero cuando es el rencor , el odio o la envidia las que las acompañan, entonces resultan negativas por su carácter deletéreo, dañando antes o después al Ser que las generó.
     La Ley de Afinidad determina que una vibración  psíquica del carácter que sea, siempre atrae a otra u otras vibraciones semejantes o afines con las que sintoniza ;   por esa razón también se la conoce como Ley de Sintonía. 
( Recordemos al respecto, como funcionan las ondas Hertzianas o las electromagnéticas ).
    Mediante estas dos leyes  que regulan la  atracción  o el rechazo por  igualdad o diferencia de sintonía vibratoria,   los humanos nos atraemos y agrupamos en diversos niveles evolutivos que marcan la sintonización y armonía dentro de los grupos, y así , la humanidad en general, va avanzando a través de los tiempos, de grado en grado, mas o menos lentamente, al  tiempo que impiden  el mecanismo de una involución o de un estancamiento evolutivo indefinido..
 Estas dos leyes que conforman una realidad universal,  vienen a ser algo así como el engranaje que hace funcionar a  todas las demás leyes Universales.
- Jose Luis Martín-

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              EL ESPÍRITA ANTE DIOS


     Cuando el hombre, venga de donde venga, sea religioso, ateo, libre-pensador, etc., entra en el Espiritismo, se abre ante él un campo tan amplio de investigaciones, que, de momento, no se da cuenta de tamaña grandiosidad. A medida que va ampliando sus estudios y sus experiencias, más ancha se torna la perspectiva de lo que antes le era desconocido, y en todo comienza a ver la grandeza de Dios. Tanto es así, que se queda maravillado ante tanta justicia, tanto amor, belleza y poder. 

     Entonces ve lo que significa su individualidad en esta Creación. Comprende que su vida es eterna, por lo menos en principio, y que no se encuentra aquí por acaso, que no es un ser llegado a la Tierra sin motivo ni razón, mas que su existencia está ligada al concierto universal de la Creación. Comprende que jamás será abandonado, pues está sujeto a una ley que a todos abarca, y que, con los demás seres humanos, alcanzará por sus esfuerzos, más temprano o más tarde, su felicidad, su belleza y su sabiduría. 

    Comprende que puede retardar más o menos su progreso, más que, por fin, tendrá que verse atraído por el amor universal, y que, aceptando o no, será un día impregnado por todo cuanto de bello y grande encierra el amor divino. Comprende que formará parte de la gran familia de espíritus felices, que gozan y trabajan en el plano del amor divino. 

    Así, pues, el ser encarnado, al descubrir su vida, su futuro, la grandeza del objetivo de su propia creación, se siente admirado ante la Suprema Sabiduría, el Amor Supremo, el Creador Omnipotente de tanta belleza, de tanta armonía y de tanto amor. Esa impresión, recibida al convertirse al Espiritismo, debe todo espírita procurar no solamente guardarla, mas también aumentarla, porque de eso depende, en gran parte, su progreso. Digo esto porque, pasado el momento de las primeras impresiones, el espírita comienza a olvidarse del respeto y de la adoración que debe al Padre, incurriendo en una falta de agradecimiento, que va a los pocos separándolo de influencias que le son muy necesarias, en el curso de su vida en el planeta. Si todo, en la Creación, mutuamente se atrae y se interpenetra, esa misma ley no puede dejar de existir entre la criatura y su Creador. 

     En este punto, viene a propósito citar lo que dicen algunos espíritas: 
     Que nada se debe pedir a Dios, porque Él no derogará sus leyes y porque todo ya nos dio. Manera equivocada de pensar. Dios estableció sus leyes y las puso, con toda la Creación, a disposición de sus hijos. A nosotros, sin embargo, compete alcanzarlo. Y teniendo, como tiene todo, que sufrir su atracción, ¿eso no implicará también el amor a Dios, la gratitud y la adoración1 que le debemos?. Si el espírita siente, atraerá sobre sí aquello que sienta. Supongamos que un hombre tiene malos pensamientos, referentes al crimen, al vicio, a la vanidad. ¿No atraerá sobre sí influencias que le impulsarán a ser criminoso, vicioso y orgulloso? Pues si los deseos y pensamientos malos atraen malas influencias, ¿dejará de existir la misma ley en lo tocante a los buenos pensamientos y a los deseos buenos? No hay duda, pues de lo contrario existirían dos leyes; una para regir el mal, y otra para regir el bien. Pues si los deseos y pensamientos buenos atraen buenas influencias, ¿cuánto más no debe atraerlas aquel que sepa amar al Padre, adorarlo en espíritu y verdad y procurar seguir sus mandamientos? Vemos así que, sin derogar leyes ni conceder privilegios, el espírita verdaderamente agradecido y enamorado de Dios atraerá influencias que, como ya dije, le serán muy provechosas en el curso de su vida planetaria. 

     Y tanto es así, que pienso lo siguiente: si todos nosotros, espíritas, nos hubiésemos afirmado en esa posición, y nos hubiésemos tornado practicantes del amor divino, no estaríamos hoy tan diseminados y desunidos como estamos. Noten bien, mis hermanos: encontramos pocos Centros Espíritas en que no haya habido disensiones, y si algún Centro fue reducido a cenizas, eso fue debido a la falta de caridad y amor entre los responsables, por causa de defectos no corregidos, y a la falta de prudencia y de comedimiento a que todo espírita debe ceñirse, en sus pensamientos y actitudes. 

     Si el amor y la adoración del Padre reinasen en el corazón de cada espírita, antes de hablar y obrar, cada uno pensaría si lo que hace está de acuerdo con la ley del Creador. Y si no estuviese, el espírita, lleno de amor a Dios, ¿evitaría todo lo que es injusto, para no hacer fraude a la ley y no rebelarse contra Él, que es todo amor y justicia? Muchas veces, en lugar de hablar, causando conflictos, preferiría callar, y con esa actitud de indulgencia o tolerancia daría un buen ejemplo, evitando responsabilidades y enseñando a sus hermanos. 
    He conocido espíritas que todo confían a su criterio y a su saber, olvidándose de mantener vivo el amor a Dios, y de otras prácticas de las que más tarde trataré. Ésos, sin embargo, no saben que, por más entendidos que sean, les falta lo principal y sin que lo perciban, caen en la rutina común. De esa manera, en sus conversaciones, sus procedimientos y sus maneras no se distinguen de los hombres vulgares. Así, aunque crean en el Espiritismo, tratase apenas de un Espiritismo mental, que no domina el corazón. 

     Por eso, en muchos actos de la vida, poco se diferencian de los que no conocen la doctrina. De ahí la razón de existir espíritas que no hacen ningún mal, mas que también no practican ningún bien, y que por un simple descuido caen en el ridículo, perjudicando entonces la propagación de la doctrina que sustentan. Y a veces suceden cosas peores, pues algún espíritu obsesor influye sobre ellos, haciéndoles concebir y propagar teorías extrañas, que perturban la buena marcha del Espiritismo, sembrando la duda en unos y la división en otros. Esto también puede ocurrir a los que, por falta de instrucción, encuentran todo bueno y maravilloso. 

     Y aún con los que penetran en asuntos poco explorados y conocidos, haciendo afirmaciones y adoptando principios que no consuelan ni edifican, y sólo sirven para llevar la confusión a las inteligencias exaltadas. Éste no es trabajo destinado a la crítica de esas teorías, más deseo dar algunas reglas de conducta a los espíritas de buena voluntad, para evitarles ciertos obstáculos que muchos daños le pueden causar 2. Declaré que el amor a Dios puede atraer ciertas influencias para el espírita que lo procure avivar en su corazón, y que sepa transportarse al infinito a través de la oración, del pensamiento, de la meditación, de esas expansiones del alma... ¡Oración! Es un tema muy discutido y despreciado por muchos espíritas. Pongo de lado todas las formas rutinarias de orar, distraídas, convencionales, sistemáticas. 

      Esta observación viene muy a propósito, delante del número de teorías absurdas que invaden actualmente el medio espírita. Ella se explica muy bien a los llamados «reformadores» de la doctrina mundo. 

    Hablo de la oración que es acompañada por el sentimiento, por la firme voluntad, por el amor y la adoración al Padre. Hablo de la oración que edifica, que consuela, que brota de lo más profundo del alma; de la oración que es pronunciada por el ser que desea libertarse de las miserias y de las imperfecciones de la Tierra. Esta forma de oración, la considero necesaria a todo espírita, tanto que me atrevo a decir: quien de ella prescinde no se elevará jamás a las cualidades morales necesarias a un buen espírita. Y todavía más: quien de ella prescinde no podrá alcanzar, cuando vuelva al mundo espiritual, la condición de espíritu de luz, y está arriesgado a ser espíritu de tinieblas y de perturbación, a menos que sus trabajos y ocupaciones en la Tierra hayan sido pautados por la caridad y el amor al prójimo, lo que es tan raro en este. 

     Hemos de considerar que la Humanidad está llena de errores, de maldad, de hipocresía, de egoísmo, de orgullo. Cada uno de nosotros despide alguna cosa de sí mismo, de aquello que es, en este mundo. Coloquemos un espírita en medio de toda esa imperfección, y a pesar de sus creencias él se contagiará en esa atmósfera general. Si ese espírita no dispone del medio de librarse de las malas influencias que lo envuelven, es imposible que se conserve prudente, circunspecto, tolerante, justiciero. Y como la ley exige la práctica de esas virtudes, para que alcancemos alguna felicidad espiritual, si alguna de ellas nos faltan, no estaremos aptos a morar después entre los buenos. Y, si no podemos vivir entre éstos, tenemos que ser contados en la categoría de los que no lo son. Y allí donde la bondad no impera, no puede haber felicidad, ni luz, ni libertad. 


     Por eso entiendo que el espírita, para librarse de los vicios, debe saturarse de fluidos e influencias superiores a los que nos rodean en este mundo, y para que ellos nos envuelvan es necesario ponemos en condiciones de recibirlos. Cuando oramos con fervor, el espíritu se eleva en busca de entidades superiores del espacio. Como los seres que lo habitan tienen la caridad por misión principal, nunca dejan de amparar a los que por voluntad propia se dirigen a ellos. Se establece entonces una corriente fluídica entre el que ora y el que lo atiende. La influencia recibida lo circunda de luz y esa luz lo limpia de los fluidos impuros. Al concluir la oración, aquel que la pronunció quedó limpio de los malos fluidos y se envolvió en la atmósfera saludable de los buenos fluidos. Así como los primeros eran el vehículo de las acciones de los malos espíritus, los buenos espíritus, con sus fluidos, son una barrera contra las influencias perversas que no podrán dominarlo más. 


    Para tornarlo más claro, daré un ejemplo. Supongamos una casa de campo sin cerca, ni muralla, ni cualquier otra especie de defensa. Cualquier malhechor que desee aproximarse no encontrará impedimento alguno, y mismamente de noche podrá llegar a las puertas de la casa sin cualquier precaución. Si la casa, por el contrario, está amurallada convenientemente y sus puertas cerradas con seguridad, ningún viandante y ningún malhechor podrán aproximarse con tanta facilidad. Así es, que tanto para el viandante, como para el malhechor, una casa amurada ofrece resistencia, lo que no ocurre con la otra. El espírita que ora es como la casa de campo amurada. El que no ora es como la que no tiene cerca ni muralla. Por eso, todas las malas influencias, encuentran más facilidades para aproximarse de él. Todo espírita, pues, debe ser agradecido al Padre, debe adorarlo por su grandeza, admirarlo por las maravillas de la Creación y respetarlo por ser uno de sus hijos. Porque en verdad, el hombre fue creado por Dios. 

     Él es nuestro Padre, nuestro bien y nuestra Esperanza. Es Él autor de toda la belleza que nos rodea, desde el ave que se eleva en el espacio hasta el pez que se sumerge en las aguas, desde el monte en que crece el arbusto y florece la violeta hasta el astro que brilla en el infinito. Es Él el creador de aquélla que nos concibió en sus entrañas. Él es el todo: la luz, el amor, la belleza, la sabiduría, el progreso. Todo es Dios. El espírita que sabe todo eso y no se siente atraído por tanta grandeza, tanto amor, tanto poder, y vive olvidado del Padre, pasa horas y días sin demostrarle su agradecimiento, ¿qué calificativo merece? Prefiero callarme en ese punto. 

    Mas está claro que ese espírita no siente todavía en su alma lo que debería sentir, no cumple el primer deber de un buen espírita, y es muy difícil que pueda estar apto para cumplir como debe la misión que le corresponde. En resumen: El espírita debe portarse delante de Dios como un buen hijo, que agradece a su padre por haberle creado. Debe respetar la grandeza de su Creador, adorar su Omnipotencia, amarlo por su Sublimidad. Y ese respeto, esa adoración, ese amor, esa gratitud, deben ser manifestados al Todopoderoso tanto cuanto posible. Ya para que él se porte como un buen hijo, ante un sublime y amoroso Padre, ya para atraer su influencia y la de los buenos espíritus, de que tanto necesitamos en nuestra condición de atraso, en un mundo en que imperan la ignorancia y el dolor. 


Extraído del libro "El Tesoro de los Espíritas" 
Miguel Vives


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                              AUMENTE SU ALEGRÍA

Pagando el odio con el amor. 
Sufriendo con humildad la ingratitud de los demás. 

Tratando con docilidad y con respeto a los que están bajo su dependencia. 

Sonriendo siempre, aún en los momentos en que el dolor lo visite. 

No guardando resentimientos en el corazón y en el trato para con aquellos que lo ofendieron algún día. 

Estimulando a todos los que trabajan y necesitan de su apoyo. 

Amparando a aquellos que viven sin rumbo, sin hogar y sin amigos. 

Aconsejando con dulzura a los criminales y a todos los que erraron gravemente. 

Educando con humildad a los que viven en las tinieblas de la ignorancia. 

Saneando los lugares insalubres que se encuentran bajo su responsabilidad. 

Protegiendo a los animales que deambulan maltratados. 

Porque, cuando ayudamos y construimos en las tareas de la fraternidad cristiana, aunque nuestros pies caminen sobre espinas, nuestro corazón exulta en la alegría de servir. 

TOMADO DEL LIBRO "MEDITACIONES", AUTORES, LAURO MICHELIN - LUIGI SANTI
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domingo, 3 de diciembre de 2017

Las sombras de esta época



Hoy podemos ver aquí:

- Las sombras de esta época
- La Paz
-El mayor milagro de Jesucristo
- Los estudios en un Centro Espírita
-Destinos y Pruebas2



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                         LAS    SOMBRAS  DE ESTA ÉPOCA

    Cuando una civilización ha llegado al punto de hacer que el hombre dé la espalda a las leyes divinas, de eso que Platón denominaba "la suntuosa ruta del alma"; cuando ha perdido de vista la finalidad esencial de la existencia, que es la educación y el perfeccionamiento moral del Ser, entonces esa civilización se halla condenada a sucumbir debido a sus propios excesos. Si no es destruida por completo, se ve al menos bamboleada hasta sus más íntimas profundidades. Talas sombrías se operan en las filas de los humanos. Por el juego feroz de las batallas, por las epidemias y todos los males que la guerra engendra, multitudes de almas son liberadas de su envoltura material. Escapan así al contagio de los malos ejemplos, a las tradiciones que perpetúan errores y abusos, para más tarde volver a nacer, ya sea en el medio terrestre cuando este último se haya  purificado por el sufrimiento, o bien en otros mundos más favorecidos. 

LEÓN DENIS. 




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                                                         LA PAZ





La paz se construye cada día, en cada pequeño gesto, en cada palabra amable, en lo íntimo de cada persona pues los pensamientos, esa chispa de origen divino que ilumina nuestra mente, tiene la fuerza de cambiar el mundo a través de las pequeñas acciones diarias.
Amemos la paz, hagamos el bien.



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EL MAYOR MILAGRO DE JESUCRISTO



      El mayor de los milagros de Jesucristo y el que da testimonio de su superioridad,es la revolución que sus enseñanzas operaron en el mundo,a pesar de la exigüidad de sus medios de acción.

     Pensemos en que ese Jesús pobre,oscuro,nacido en las condiciones mas humildes,en el seno de un pueblo casi ignorado,sin preponderancias políticas,artísticas o literarias solo predica tres años.Durante ese corto lapso es negado y perseguido por sus conciudadanos ,calumniado,acusado de impostor,se ve obligado a huir para no ser lapidado,es traicionado por uno de sus apóstoles,negado por otro y abandonado por todos en el momento en que cae en manos de sus enemigos.Solo hacía el bien,pero tampoco  estuvo  exento por ello de la malevolencia que ponía en su contra ese mismo bien que practicaba.

     Condenado al suplicio reservado a los criminales,muere ignorado por el mundo,ya que la historia de su tiempo nada dice respecto a Él,no dejó nada escrito y,sin embargo,con la ayuda de unos pocos hombres,tan oscuros como Él mismo,su palabra regeneró al mundo.su doctrina aniquiló al todopoderoso paganismo y se convirtió en la antorcha de la civilización.

     Tenía contra si todo lo que puede hacer fracasar a un hombre,razón por la cual el triunfo de su doctrina es el mas grande de sus milagros,al mismo tiempo que testimonia su misión divina.  Si en vez de los principios sociales y regeneradores, basados en el porvenir espiritual del hombre ,no hubiera tenido para ofrecer mas que ciertos hechos maravillosos ,solo se conocería hoy su nombre ,o tal vez ni siquiera eso.
LA GÉNESIS:CAPITULO XV.ITEM 63


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       LOS ESTUDIOS EN UN CENTRO 
                      ESPÍRITA

    Un Centro Espírita es un local donde la gente se reúne para estudiar y aprender la práctica del bien en el esfuerzo por hacerse mejor persona 
      Hay personas que, cuando entran en contacto con las palabras “centro espírita”, piensan a continuación en un sitio misterioso, con fantasmas, y en donde se practica la brujería o la magia negra. No se imaginan que es un local donde la gente se reúne para estudiar y aprender la práctica del bien en el esfuerzo por hacerse mejor persona. Pocos saben que el Espiritismo es cristiano, pues basa su filosofía en el Evangelio de Jesús, considerando que para ser buen espiritista es imprescindible ser buen cristiano, o sea, aplicar, en su vida cotidiana, los ejemplos del Maestro, amando a todos indistintamente sin considerar su raza, color, religión o condición social.

     Un verdadero centro espírita, que basa sus acciones en la orientación de Allan Kardec -el codificador1 del Espiritismo-, y en el Evangelio de Jesús, siempre ofrecerá, a las personas que le busquen, el acogimiento y el consuelo que necesiten, seguidos del esclarecimiento y de la orientación respecto al porqué del dolor, las decepciones en la vida y los caminos para mejorar todo eso por medio del entendimiento de la Ley Divina y del perfeccionamiento personal, de la familia y de la sociedad.

     Para cumplir con esas importantes funciones, los centros espíritas ofrecen al público la oportunidad de participación en conversaciones fraternas, charlas públicas, pases de equilibrio de energías físicas y espirituales y una serie de otras actividades de estudio dependiendo de su tamaño y de la cantidad de sus participantes.

     En esas actividades de estudio, podemos identificar las dedicadas al conocimiento de lo que es llamado “la obra básica”, o sea, aquella escrita por el propio Allan Kardec, entre ellas:

     El libro de los espíritus: La primera obra espírita, ofreciendo un resumen de los temas que el Espiritismo estudia, una visión panorámica de asuntos que tocan todas las ramas del conocimiento humano a través de preguntas y respuestas sencillas de comprender. Es la parte filosófica del Espiritismo.

     El libro de los médiums: Es una guía para todos los que deseen saber cómo comunicarse con los Espíritus, con la aclaración de que éstos no son fantasmas y cómo se comunican con nosotros. Es la parte científica del Espiritismo.

     El evangelio según el espiritismo: Explica muchos de los pasajes del Evangelio de Jesús de forma objetiva y clara, de manera que todo el mundo pueda obtener allí aclaraciones y consuelos referentes a sus dolores y decepciones de la vida. Es la parte moral del Espiritismo.

     El cielo y el infierno: Aclara que no existe el infierno como lo comprenden las religiones tradicionales, trata de la justicia divina, de las esperanzas y consuelos para la humanidad. Es el complemento de El libro de los médiums y de El evangelio según el espiritismo.

     La Génesis: Trata del origen de la vida en la Tierra, la pluralidad de los mundos habitados, la solidaridad entre la Tierra y otros mundos, entre muchos otros asuntos. Es la continuación del aspecto científico del Espiritismo.

     Pero ese estudio también puede ser hecho con obras de otros autores como, entre otros, Léon Denis, que fue contemporáneo de Kardec y es considerado el mayor filósofo del Espiritismo,2 y de André Luiz, que escribió una serie de libros que tratan de cómo es la vida  en el más allá, a través de la mediumnidad de Francisco Cándido Xavier; el estudio sistematizado de la doctrina espírita; el estudio de la mediumnidad y, específicamente, estudios dedicados a la infancia y a la juventud.

Estudio de la obra básica u otros libros
     Ese tipo de estudio normalmente se realiza con base en la lectura directa del libro elegido, con comentarios de todos los interesados, coordinados por una persona responsable del grupo. Entretanto, hay algunos materiales desarrollados para apoyar ese tipo de estudio, ofreciendo al coordinador un guión, que le facilita hacer más dinámica la actividad. Es importante, especialmente para quien le gusta leer y discutir sobre los libros con otras personas. Así, con base en el conocimiento y experiencia de varios participantes uno puede ampliar sus conocimientos sobre los asuntos que el libro aborda.

Estudio sistematizado de la doctrina espírita - ESDE

     Hay un tipo de estudio que es llamado ESDE y que cuenta siempre con materiales que permiten la planificación del estudio durante un determinado tiempo, con definición de objetivos y selección de contenidos buscados en diversos libros, permitiendo una visión amplia de variados temas a la luz del espiritismo, empezando por el más simple, con profundización conforme a las condiciones del grupo a lo largo del tiempo. El ESDE es coordinado por una o dos personas que se quedan a disposición de los interesados para conversar, aclarar dudas, intercambiar ideas, o sea, auxiliar a la gente en sus necesidades de comprender el Espiritismo.

Estudio de la mediumnidad
     Ese tipo de estudio es específico para quienes deseen comprender la mediumnidad bajo la visión espírita. Ofrece aclaraciones sobre qué es la mediumnidad, su papel, las consecuencias de su utilización, el cómo aprovecharla para beneficio propio y de los demás. Trata además del médium, sus responsabilidades, las consecuencias del mal uso de la facultad mediúmnica, entre muchos otros temas relacionados. Antes de integrarse en un grupo mediúmnico, como es el deseo de mucha gente, lo ideal es estudiar la mediumnidad y también el Espiritismo para comprender mejor el buen uso que se debe hacer de esa facultad. Al estudiar el asunto, la persona entiende que la mediumnidad es una facultad natural, pero no es muy simple saber qué hacer con ella para no ser víctima de los malos Espíritus.

 Estudio para la infancia
     El Espiritismo es muy rico en contenidos que pueden ser enseñados a los niños, conforme a su capacidad de comprensión de las cosas. El movimiento espírita desarrolla un gran esfuerzo para ofrecer a los niños el contenido espírita de forma sencilla y agradable para que ellos, desde temprana edad, puedan entender de dónde hemos venido y hacia dónde vamos después de la muerte del cuerpo; la importancia del amor hacia los padres y a los demás; las consecuencias de las malas acciones desde el punto de vista espiritual, etc.

Estudio para la juventud
     La juventud presenta características e intereses propios, exigiendo mucha dedicación para que sus energías abundantes sean bien canalizadas sin causar daños ni a ellos mismos ni a los demás. En el Espiritismo, el joven comprende desde temprano que puede ser útil a la familia y a la sociedad, pues ya trae un bagaje de experiencias que afloran en su actual existencia, siendo importante saber cómo aprovecharlas para conducir la vida con menos dolores y decepciones, sintiéndose uno bien consigo mismo.
     Con eso no agotamos todas las actividades de estudio que un centro espírita puede ofrecer a sus frecuentadores. Lo que deseamos destacar es que, bien al contrario de lo que algunos imaginan, el verdadero centro espírita se dedica con prioridad a la información de la realidad espiritual y a auxiliar a la gente a lidiar con sus problemas de la vida con más confianza y seguridad con respecto al futuro.

1 Codificador: el que codifica a partir de investigación y recopilación de informaciones, para evidenciar que Kardec no fue el creador o fundador, pues el Espiritismo es obra de la colectividad de los Espíritus que se comunicaron por diversos médiums dejando registro de sus enseñanzas. 

2 Léon Denis escribió, entre otras obras: El problema de ser y del destino, El porqué del dolor, Después de la muerte, En el invisible, Socialismo y espiritismo.

- Cárlos Campetti-

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                                            DESTINOS Y PRUEBAS2

Sin entrar a analizar ciertos destinos de vidas fáciles o difíciles, que son pruebas de superación para el espíritu, y que analizaremos más adelante, podemos afirmar que por difícil que sea una vida, por desventurado que un destino sea, puede ser modificado y superado. Para ello, necesario es una firme determinación y poner en acción los recursos internos que en todo individuo existen en proporción a las vicisitudes que le corresponda vivir.
Por carencia de una educación psicológica, la generalidad de las personas adoptan la actitud desacertada de inconformidad y aún rebeldía ante las vicisitudes adversas, desperdiciando así la oportunidad de desarrollar las facultades mentales, desarrollo indispensable en el proceso evolutivo.
Por ello, ante las circunstancias o vicisitudes adversas, ante un destino difícil, pongamos en acción nuestras fuerzas internas. Nada ni nadie puede vencer a quien esté firmemente determinado a triunfar en su propósito y a hacer el esfuerzo necesario.
No obstante lo expuesto, hay vidas dolorosas y otras, como si la fatalidad se cebara en ellas. Son el reajuste consecuencial de actuaciones efectuadas en sus vidas pasadas, reajuste kármico para limpiar las impurezas de las que esas almas se han impregnado por hechos abominables.
¿Qué son esas vidas humanas de tarados ya desde la infancia y otras vidas dolorosas en diverso modo, como las enfermedades incurables, pérdida de fortuna, pérdida de seres queridos a destiempo, las llamadas desgracias personales inesperadas, etc., etc., sino fatalismos consecuenciales? (Sugerimos el estudio de la obra psicografiada: “Sembrando y Recogiendo’ de Ramatis.)
Con excepción de los casos kármicos graves como los de imbecilidad, idiotez, parálisis, mongolismo, etc.; los destinos, por adversos que sean, pueden ser modificados. Y aun estos pueden ser modificados, según está siendo ya demostrado en algunos centros de rehabilitación, pero los más de los casos pueden ser modificados con el esfuerzo del mismo afectado.
Sea cual fuere, y por difícil que sea nuestro destino, no debemos lamentarnos. Cada lamento debilita las energías mentales, y conduce al desaliento y estados depresivos del ánimo, con el consiguiente perjuicio. Más aún, por ley de vibración y ley de afinidad, se atraen fuerzas depresivas e impiden la ayuda de los seres espirituales superiores que colaboran en nuestro progreso.
Cualquiera de nosotros que esté pasando por vicisitudes adversas o dolorosas, Jamás deberíamos de adoptar la actitud de rebeldía y sí recurrir a lo Alto, al Cristo Jesús que es Amor, Sabiduría y Poder. Pidamos con fe y humildad: luz y fortaleza para ver con claridad la solución y recibir la energía necesaria para superarla.
Si nuestro destino actual es placentero, agradecer al eterno Amor, y con nuestra conducta, hacer méritos para continuar mereciendo esa condición venturosa.
Pero si nuestro destino es doloroso, no nos rebelemos; esforcémonos en modificar esa condición, mediante una conducta de bondad y una actitud mental de fortaleza, fortaleza que está en nuestra Mente, en nosotros mismos.
Pues, es ley de Vida, que todos tenemos los recursos internos para superar toda situación por adversa que sea.
Al pedir a lo Alto, Luz y Fortaleza, estaremos atrayendo vibraciones sutiles que despertarán esos recursos internos, esas energías que, puestas en acción, nos harán invencibles.
Es ley de Vida que, en el largo camino de la evolución, el Espíritu ha de pasar por múltiples pruebas y experiencias para desarrollar las facultades recibidas, potencialmente, dé la Divinidad Creadora Cósmica; comenzando en los mundos nuevos, propicios para espíritus nuevos en donde, en las vidas salvajes, adquieren sus primeras experiencias en vidas humanas dolorosas, continuando en mundos más adelantados a medida de su progreso. Y en la clasificación planetaria, nuestro planeta o mundo ha venido siendo de expiación y prueba para espíritus necesitados de experiencias, y cuyas almas están aún cargadas de impurezas que van siendo filtradas a traves de la carne, en vidas de expiación y dolor.
Si bien las vicisitudes felices y dolorosas de la vida humana, son necesarias para el fortalecimiento y progreso del Espíritu, como factores evolutivos, su origen está en el deseo de progreso que el Ser espiritual siente antes de encarnar, con el objeto de reajustar el equilibrio violentado en sus actuaciones contrarias a las leyes de la Vida, en el devenir de sus vidas humanas.
Diversas son las experiencias y pruebas que hemos de pasar. Pero, tres son las principales, las cuales el Espíritu necesita superar para su desarrollo y evolución: la de la pobreza, de la riqueza y de la autoridad, en sus diversos aspectos; para poder alcanzar la sabiduría, la fortaleza, el amor y la pureza.
Destinos y pruebas 2 por:  Sebastián de Arauco
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