sábado, 11 de octubre de 2014

INFLUENCIA MORAL DEL MÉDIUM


         INFLUENCIA MORAL DEL MÉDIUM

Disertaciones de un Espíritu sobre la influencia moral.

226. 1. ¿El desarrollo de la mediumnidad está en razón del desarrollo moral del médium?
No; la facultad propiamente dicha depende del organismo; es independiente de la moral; no sucede lo mismo con el uso, que puede ser más o menos bueno, según las cualidades del médium.

2. Se ha dicho siempre que la mediumnidad es un don de Dios, una gracia, un favor. ¿Por qué, pues, no es el privilegio de los hombres de bien y por qué se ven hombres indignos que están dotados de ella al más alto grado y de la que hacen un mal uso?

Todas las facultades son favores de que debe darse gracias a Dios, puesto que hay hombres que son privados de ellos. ¿Podrías también preguntar por qué Dios concede buena vista a los malhechores, destreza a los tramposos, la elocuencia a aquellos que se sirven de ella para decir cosas malas? Lo mismo sucede en la mediumnidad; son dotadas de ellas personas indignas, porque tienen necesidad de esta facultad para mejorarse. ¿Acaso pensáis que Dios rehusa al culpable los médiums de salvación?
Los multiplica a su paso, se los pone en las manos; a ellos toca el aprovecharse. ¿Judas, el traidor, no hizo milagros y sanó enfermoscomo apóstol? Dios quiso que tuviese este don, para que su traición fuese más odiosa.

3. Los médiums que hacen mal uso de su facultad, que no se sirven de ella con las miras del bien o que no se aprovechan para su instrucción, ¿sufrirán las consecuencias?

Si, hacen mal uso de esta facultad, serán doblemente castigados, porque tienen un medio más para ilustrarse y no se aprovechan. El que ve claro y tropieza es más vituperable que el ciego que cae en el hoyo.

LIBRO DE LOS MEDIUMS – ALLAN KARDEC

CAPÍTULO XX

                                             **********************


         
   COMUNICADO DE UN ESPÍRITU
CONSECUENCIAS POST MORTEM DEL EGOÍSMO

Espíritu: ANNA H. C Médium: Sra. WICKLAND

Buenas tardes. He venido aquí esta tarde para daros gracias por lo que habéis hecho por mí. Ahora estoy muy contenta. Yo sólo viví para mí, para mi cuerpo y mi belleza. Viví solamente para pasármelo bien.

Cuando sólo buscas tu gloria, no eres realmente feliz. Temes siempre que alguien brille más que tú o que alguien ocupe tu lugar, fascinando a tus admiradores para alejarlos de ti.

Aquí, en esta habitación, encontré la armonía cuando yo estaba en verdaderas tinieblas. No podía ver nada sino todas las promesas que había hecho, y que no había cumplido, y me sentía triste.

Ahora comprendo la vida real. Consiste en servir a los demás, en buscar su bien; entonces tú mismo recibes ayuda. Esto es lo que proporciona la felicidad, que es el Cielo.


La primera vez que vine aquí, estaba muy triste y melancólica, sólo había pensado en mí misma, sin tener nunca un pensamiento hacia Dios, nuestro Creador.

Deberíamos todos pensar en Él y aprender a conocerlo. Deberíamos aspirar al conocimiento y no conformarnos con una creencia ciega. Aprended a comprender a Dios en su realidad profunda

Yo era en otro tiempo una muchacha que iba a la iglesia. Yo creía, creía y condenaba a los demás, y pensaba que si uno no hacía ciertas cosas, estaba perdido.

Pero ese tipo de creencias estrechas y dogmáticas lleva a muchos a la incredulidad total.

Si una muchacha toma el mal camino y cae ¿quién la va a levantar? ¿se encarga de ello la iglesia? No, las iglesias no querrán saber más de ella, diciendo que es mala.

Ellas dicen: “Nosotros no queremos que nuestras hijas salgan con ella o sean vistas en su compañía, porque las hará malas.”

Si las iglesias enseñan el Evangelio de Cristo, ) ¿ por qué no ayudan a un alma perdida a levantarse? Cristo no acusó a la mujer adúltera. Dijo que el que no tuviera pecado tirase la primera piedra. Porque una mujer había caído, los acusadores estaban dispuestos a apedrearla. Cuando habló Cristo, los acusadores se fueron uno después de otro. Entonces, ¿qué hizo Cristo? Le tomó la mano, la levantó y dijo: “¿Donde están los que te acusaban? Vete y no vuelvas a pecar.” Le pidió tratar de portarse mejor, de comenzar una nueva vida. Pero la sociedad no quiere saber nada.

Las iglesias tampoco. Ella cayó demasiado bajo. ¿Dónde irá? ¿Dónde puede ir?

No pecó contra nadie, sino contra sí misma. Su propia conciencia le acusa por lo que ha hecho. ¿Cómo puede levantarse? Si va a la iglesia, no será ayudada. Sólo puede ir hacia una mayor degradación, tratando de ahogar su conciencia en los placeres.

Deberíamos tratar de ayudar a los demás, especialmente a los que son débiles y están perdidos, y tratar de levantarlos como Cristo nos enseñó. No los condenéis, sino levantadlos de nuevo y ayudadlos a ser honestos y sinceros. De esta manera convertiremos el mundo.

Los hombres son muy censurables por la ruina moral a la que llevan a pobres niñas inocentes. Los hombres no deberían alabar y acariciar a una muchacha, simplemente porque tiene una cara bonita y simpatía. Corrompen así su personalidad.

Si conocieseis la vida de los barrios bajos de París, sentiríais escalofríos, y comprenderíais lo que es el infierno. La gente que va allí ha perdido su orgullo y su razón. Las mujeres han perdido todo pudor.

No creen en Dios; no creen en la religión cristiana porque ella y sus fieles los han conducido donde ahora se encuentran. Piensan que Dios no existe y que por tanto pueden hacer lo que desean.

Tratemos de ayudar a esos desgraciados. Yo trabajo ahora en los bajos fondos habitados por espíritus atados a la tierra. Me dedico a su salvación. Hubo un tiempo en que yo no quería mancharme las manos para ayudar a alguien, porque pensaba que era yo quien tenía que ser servida. Tenía una asistenta, y si no me servía cuando quería algo, me enfadaba mucho.

Ahora sirvo a los más desposeídos con el verdadero espíritu de Cristo que nos enseñó a servir y amar a los demás como a nosotros mismos, y a Dios por encima de todo.

Cuando se trasmite un poco de luz al que está perdido, entonces esta alma puede servir a su vez, y su amor hacia los otros será más fuerte que el de alguien que no ha tenido esta experiencia. El que siempre ha tenido una hermosa casa, que ha ido a la iglesia y que es puro y bueno, no conoce nada del mal.

El Creador es el Dios de todos nosotros. Es Dios para el que ha caído lo mismo que para el puro. Dios es amor.

Cuando en vuestro corazón brilla esta luz del amor que es el amor de Dios, tenéis el amor verdadero; no el amor como la gente lo entiende, tibio o sentimental, sino el amor que ha sufrido y que comprende, que no pide nada, que se sacrifica y sirve a todos los hombres, desde el más bajo al más alto.

Cuando un hombre es aplastado, tenemos que levantarlo con amor y simpatía. No podemos condenar a nadie. Dios no condena. ¿Por qué hacerlo nosotros? Dios ama a todos sus hijos. Él les ha dado su libre albedrío para elegir su camino, hasta que estén dispuestos a decir: “No mi voluntad sino la tuya.”

Cada uno de nosotros tiene sus experiencias personales, pero todos buscamos a Dios. Dejemos que el amor de Dios y Su sabiduría brille en nuestras almas, para que cada uno participe en ese espíritu divino de amor.

Eso es el Cielo; eso es la bienaventuranza. Es bello, es armonioso. Cuando cada uno comprende al otro en el amor de Dios, entonces hay paz y armonía; pero tenéis que sentir esa situación que nosotros llamamos Cielo dentro de nosotros.

Sólo podéis regocijaros de esta situación si ayudáis a los demás. Nosotros nos dirigimos a nuestros hermanos y hermanas caídos. Los llamamos hacia nosotros, por el amor de Dios.

Decid a los que sufren en las tinieblas del plano terrestre: “Yo te tiendo la mano y te ayudaré a comprender el amor verdadero de Dios y tú también brillarás en el Cielo del Amor.”

Desde tu morada en el mundo espiritual, desciendes para llegar al plano más bajo y ves a esos seres, en toda clase de agonías. Algunos se han suicidado por decepción amorosa. Otros están derrotados por la enfermedad. Otros están disminuidos.

Otros son castigados por su conciencia. Otros, por falta de comprensión, no hacen sino rezar, rezar y cantar. Son sólo ignorantes. Rezan a Dios en quien creen, pero esas pobres criaturas no comprenden la verdad.

Otros espíritus están vinculados a la tierra a causa de sus creencias. No quieren hablarte porque no perteneces a su iglesia. Dicen: “No quiero hacer nada contigo. Quédate donde estás, yo me quedo aquí.” Y la oración y los cantos continúan. Ni siquiera saben que están traspasados y no conocen tampoco al Dios maravilloso de la comprensión. Cuando comprendáis, el conocimiento de Dios brillará en vuestro corazón.

Yo estoy ahora en el mundo espiritual, y todo es muy bonito; pero no habría tenido toda esta felicidad si no hubiera venido aquí bastante pronto y no se me hubiera dado la comprensión. No lo habría tenido, si no hubiera servido. He traído a este círculo a muchos, que eran ciegos y disminuidos espiritualmente, y han recibido la luz.

Me voy a ocupar de esas dos jóvenes, Olive T. y su pequeña amiga Anna D., que se suicidaron. Hasta ahora, no podía hacer nada por ellas porque, como sabían que estaba muerta, tenían miedo de mí y este miedo las alejaba. Huían de mí. No podía llegar a ellas. Pero yo no quería que fueran a la vida terrestre para obsesionar a alguien.

He traído aquí a las dos esta tarde y las llevaré ahora a mi morada del mundo espiritual. Cuidaré de ellas y las ayudaré a comprender, y tal vez un día vuelvan a daros las gracias como yo misma he venido a hacerlo esta tarde.

Esforcémonos por comprender la verdad. No os contentéis solamente con creer.
Creer, está bien, pero añadid a vuestra creencia el conocimiento y la comprensión del amor maravilloso de Dios.

No dejéis que los otros os digan que os salvarán, porque no pueden hacerlo.

Tendréis que encontrar en vosotros mismos el espíritu que salva. Cuando el amor de la comprensión brille en vuestro corazón, os daréis cuenta de la sabiduría de Dios.

Entonces, no necesitaréis pensar que Dios está en Su “Cielo”. Él está aquí, allá y en todas partes. Está en la gota de agua, está en las flores; todas son parte de su obra maravillosa. Adorémosle, abrámosle nuestro corazón, y seremos felices.

Gracias por haberme permitido venir. Hasta la vista.

En Chicago, habíamos conocido a dos señoras judías, Sra. Sr. y Sra. Simons. Eran excelentes amigas, aunque la última fue un poco tiránica en la relación.

Ella desaprobaba especialmente la escritura automática, que su amiga practicaba experimentalmente, y decía que el espiritismo era un fraude, puesto que, después de la muerte, cada uno se transformaba en flor, en pájaro o en árbol.

La Sra. Simons murió en presencia de su amiga, sufriendo de edema y de intensos
dolores de lumbago. Varios años antes, cuando la Sra. Sr. se encontraba en California, desarrolló una melancolía y sintió tan severos dolores de espalda que no podía caminar derecha.
Después de pasar tres semanas en el hospital sin ninguna mejoría, vino a nosotros.
A partir de la siguiente experiencia, en un círculo al que asistió la Sra. Sr., se sintió totalmente aliviada.


EXPERIENCIA del 22 de septiembre de 1920
(  Casa de Andre Luiz.- Tomado del libro " Treinta años entre los muertos")

                                      *********************

                 
  MERCHITA OS DA LOS BUENOS DÍAS


Queridos amigos, hola buenos días, cada uno vivimos en el área de responsabilidad que la ley nos delimita. Teniendo en cuenta que la responsabilidad de alguien se encuadra en el conocimiento superior que ese alguien ya adquirió, es fácil de admitir que los compromisos de la conciencia, asuman las dimensiones de autoridad que le fue atribuida. Una persona con mucha autoridad puede conducir a extensas comunidades a la cima del progreso y la perfección o hundirles en la decadencia. Eso en la medida exacta de las actitudes que tome para el bien o para el mal. Naturalmente, gobernantes y administradores, en cualquier época, responden por lo que hacen. Cada cual da cuenta de los recursos que le han sido confiados y de la zona de influencia que recibió, pasando a recibir automáticamente, los bienes o los males que haya sembrado.

El gobierno de una nación  debería entregarse al ciudadano de mejor preparación intelectual, moral y sentimental. Como máximo exponente  de la cualidad de su pueblo, deberá demostrar con el ejemplo los valores que a través de su vida ciudadana consiguió, y que a partir de ese instante, accionará, a favor de la colectividad.
Un pueblo o una nación indiscutiblemente, es un todo orgánico que materializa la síntesis de una sola voluntad psíquica  y que debe someterse a una dirección espiritual superior. La selección de un gobernante debería regirse  por las normas de un riguroso “concurso”, tal como se aplica en las funciones públicas, en vez de ser el producto de un grupo de voluntades, aliadas bajo un sistema o partido político. Es necesario que ese hombre elegido  para tan elevado cargo público, presente, lo más que pueda,  su elevado índice de sabiduría, razón y sentimientos investigados por todo el conjunto a ser gobernado. En caso contrario, el todo pasa  a obedecer a una dirección propuesta por intereses particulares y que no le podrá proporcionar el equilibrio y la armonía, que solo es posible a través de un conocimiento global.
Casi todos los gobiernos ignoran la inmensa responsabilidad asumida ante la “Administración Sideral”, la que en realidad es la que gobierna el planeta. De ahí que se juzga  autorizado  e  independiente detentor de un “poder máximo” sobre la colectividad, sin necesidad de tener ningún tipo de obligación con el Gobierno Oculto  que acciona desde el Mundo Espiritual. El rey, el gobernador  o el mismo dictador  no dejan de ser agraciados con la confianza divina, por cuyo motivo  les será exigido después de la muerte corporal, las más severas cuentas por sus trabajos en la materia. Jamás serán tolerados cuando distorsionen el sentido de su gobierno a favor de sus intereses particulares y del enriquecimiento de su “familia”, pues la Ley Espiritual no les perdona la mínima subversión de los intereses del patrimonio público.
El Espiritismo es la política del amor. Ligando los hombres entre si, en la Tierra, y los hombres con los espíritus, entre la Tierra y el Espacio, el realiza la mayor y más bella política de todos los tiempos, para la buena administración de las riquezas publicas del espíritu. Mas, siempre que sea posible, el espirita puede y debe dar, a la política del mundo, la ayuda divina de la política del cielo.
El espiritismo es una política superior, aplicada no apenas a la ciudad del mundo, sino también a la ciudad celeste y  a las relaciones entre las dos ciudades. El espirita, por tanto, es político, en el buen sentido de la palabra. Pero su política no es ni puede ser hecha de intrigas, de golpes, de negativas, de maniobras. Solo puede ser hecha de amor comprensión, fraternidad y luz.
El espirita, desde el momento que aceptó conscientemente el Espiritismo, se alisto en la política del amor universal; Su único partido es el Reino de Dios, y su plataforma política es el Sermón de la Montaña; en el caso que sea llevado a cargos públicos, llamado a cualquier actividad política del mundo, no debe olvidar su cualidad de espirita, y ha de hacer todo porque la luz que hay en el, no se hagan tinieblas; amor y caridad deben constituir sus armas  políticas, aun mismo que eso le cueste la oposición de los propios compañeros, pues es mejor estar solo con la Verdad que estar acompañado por la mentira.
Amigos os deseo un lindo día, que Dios os bendiga. Merchita

                                                                                  ********************


jueves, 9 de octubre de 2014

Conflictos familiares


PROBLEMAS Y DISGUSTOS EN LA FAMILIA
En el nido domestico se dan los conflictos familiares porque  sus miembros tienen en común una historia compartida. Existen muchos tipos de familias. Algunas tienen padre y madre y otras tienen sólo uno de ellos. Algunas veces no hay padres y los abuelos crían a sus nietos. Algunos niños viven con familias sustitutas, adoptivas o políticas.
Cualquier tipo de problemática surgida entre los diferentes miembros de una familia puede requerir de una atención profesional por la gravedad y las consecuencias que se pueden derivar de estas desavenencias. Las familias son mucho más que grupos de personas que comparten los mismos genes o la misma dirección. Deben ser una fuente de apoyo y aliento. Eso no significa que todos se lleven bien todo el tiempo. Los conflictos son parte de la vida familiar.
Es necesario estudiar de donde derivan los conflictos, y ver cómo solucionarlos, la terapia de conflictos familiares consiste en realizar una evaluación precisa de la interacción familiar que permita establecer cuáles son los elementos desencadenantes de los conflictos para a continuación abordar con los diferentes miembros de la familia los necesarios cambios tanto de interpretación de las conductas de los demás como en los comportamientos disfuncionales.
Los conflictos profundos se dan cuando los componentes de la familia pasan demasiados tiempos juntos, y también sucede por una falta de comunicación entre los mismos.
Para evitar o solucionar estos conflictos lo mejor es evitar utilizar un lenguaje inadecuado, enojarse, gritar ya que al enfadarnos solemos decir cosas de las cuales después nos arrepentimos.
 “Mejorar, sin desanimo, los contactos directos o indirectos con los padres, hermanos, tíos, primos y demás parientes, en los combates del mundo, para que la Ley no venga a cobrarle nuevas y más enérgicas experiencias en próximas encarnaciones. (André Luiz, libro, Conducta Espirita”, psicografia de Waldo Vieira)
 La reencarnación es la abertura que la providencia divina concede a la criatura, para que emprenda nuevas experiencias y cuente con otras oportunidades de aprendizaje y lecciones, que puedan atestar, en el tiempo, mayor avance en la escala evolutiva, rumbo a la felicidad a que todos estamos destinados.
 Nuestro nacimiento en la Tierra solo es posible mediante la participación de un hombre y de una mujer. No en tanto, para mayor seguridad en el proceso reencarnatorio, mirando crear todas las posibilidades necesarias al progreso del Espíritu que a de reencarnar, decidió el Código Divino por el establecimiento de la familia, la célula primera de la sociedad.
 Entonces, padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, primos y otros forman los lazos de la consanguinidad, creando estrictos hilos de compromisos unos para los otros. La familia, por tanto, precisa ser el nido acogedor donde podamos reposar nuestras esperanzas, sueños, propuestas, objetivos, buscando la concretización de las metas de crecimiento y prosperidad espiritual.
  Por tanto el deber urgente de cada uno de nosotros, mirar la forma de contribuir decisivamente, para que nuestra familia consiga cumplir con sus responsabilidades, ósea, la de ofrecer recursos y mecanismos para la estabilidad de todos sus miembros.
 ¿Si Jesús, con su notable sabiduría, nos enseñó que es preciso amar asta aun misma a los enemigos, como entonces, no debe ser nuestro amor para con nuestros familiares?
 Moisés, en el Decálogo, anotó que es indispensable honrar padre y madre, informó que no debemos cometer adulterio y aun nos advirtió para que no deseemos ala mujer de nuestro prójimo. Tres observaciones preciosas contenidas en los diez mandamientos que recibió del Creador, por vía mediumnica, hablando exactamente de los compromisos y responsabilidades familiares.
 De esa forma, menospreciar los lazos familiares, actuar de manera que comprometamos el reducto doméstico son comportamientos y actitudes extremadamente infelices, que más tarde o más temprano, responderán con las naturales consecuencias desagradables, generando desequilibrios y aflicciones.
 Sabiendo eso y conociendo las orientaciones y las advertencias  advenidas de la Providencia Divina seamos entonces en el contexto de nuestra familia el miembro participativo, fraterno, cariñoso, amigo y conciliador.
 No esperemos que nuestros parientes piensen como nosotros, hagamos como nos gustaría que nos hiciesen, seamos como desearíamos que fuesen, pues a medida que consigamos convivir con las diferencias, respetando a cada familiar como el es, sin duda, sin duda, nuestros seres queridos sabrán, también, entender como somos nosotros.
 Hagamos uso de la paciencia con aquellos que son intrigantes y obstinaciones, utilicemos el perdón con aquellos que nos ofenden y dañan, descubramos la fraternidad a favor de aquellos que saben y pueden menos que nosotros, extendamos las manos  a los que no consiguen acompañarnos en el camino del progreso, aprendamos a respetar los puntos de vista y opiniones de aquellos que diverjan  de nuestra manera de interpretar la vida y las situaciones, y, en todos los momentos y ocasiones, permitamos que el amor pueda nortear todos nuestros comportamientos y acciones, objetivando fortalecer, cada vez más, los lazos de cariño y ternura que precisan existir en el contexto de todas las familias.
 Si las sabias leyes de Dios decidieron que nadie deba nacer solo es porque en el aislamiento, las oportunidades de victoria son menores, mientras tanto en el abrigo confortador de la familia, dentro de las funciones reales del grupo consanguíneo, tiene la criatura humana  mayores y mejores condiciones de vencer todos los desafíos y obstáculos que surgen en el camino.
Demuestra interés por tu familia, y a la vez, que también que eres capaz de valerte por ti mismo.
Trata de mantener una buena comunicación con todos, manteniendo siempre el buen dialogo. Siempre debes tener empatía, ya que solo de esta manera puedes comprender a los demás.
No veas a tu familia como enemigos, ellos siempre querrán ayudarte, escucha sus consejos y bríndales los tuyos, pero también ten siempre bien presente que nadie tiene derecho a manejar tu vida, como así tú tampoco tienes el derecho de manejar la vida de los demás
En la familia Dios unió a aquellos que por varios motivos precisan estar juntos. Contribuyamos, entonces, para la paz en el ámbito del hogar.
Mercedes Cruz Reyes.
                                                                 ***************************
               
            Soberbia

Todos los vicios son malos, pero es la soberbia la más temible, pues siembra tras de sí todos los demás vicios. Cuando penetra en el alma, se adueña de ella, se acomoda a su gusto y se fortifica en ella hasta el punto de hacerse inexpugnable. Ella es la hiedra monstruosa siempre preñada y cuyos vástagos son monstruosos como ella. Todo el que se deja inundar por ella, es un desgraciado porque no podrá liberarse de ella sino es a costa de terribles luchas, a consecuencia de sufrimientos dolorosos, de existencias oscuras, de todo un porvenir de envilecimiento y de humillación, pues es el único remedio para los males que engendra la soberbia. Este vicio constituye el azote más grande de la humanidad. De el proceden todos los desgarramientos de la vida social, las rivalidades de clases y de pueblos, las intrigas, el odio y la guerra. Inspirador de locas ambiciones, ha cubierto la tierra de sangre y de ruinas, y es también es el quien causa nuestros sufrimientos de ultratumba, pues sus efectos se extienden hasta más allá de la tumba.
No solo nos desvía la soberbia del amor a nuestros semejantes, sino que hace imposible todo mejoramiento, abusando de nuestro valor y cegándonos con nuestros defectos. Solo un examen riguroso de nuestros actos y de nuestros pensamientos nos permite reformarnos. Y el soberbio es el que menos puede conocerse. Engreído de su persona, nada puede desengañarle, pues aparta con cuidado todo aquello que puede esclarecerle; odia la contradicción, y solo se complace en la sociedad de los halagadores. Corrompe las obras más meritorias. A veces, incluso las torna perjudiciales para quienes las realizan. El bien, realizado con ostentación, con un secreto deseo de ser aplaudido y glorificado, se vuelve contra su autor.
En la vida espiritual, las intenciones, los móviles ocultos que nos inspiran a hacer las cosas reaparecen como testigos, abruman al soberbio y reducen a la nada sus meritos ilusorios. La soberbia nos oculta toda la verdad. Para estudiar con fruto el Universo y sus leyes, se necesita, ante todo, la sencillez, la sinceridad, la rectitud del corazón y de la inteligencia, virtudes desconocidas por el soberbio. El hombre sencillo, humilde de corazón, rico en cualidades morales, llegará más pronto a la verdad, a pesar de su inferioridad posible de sus facultades, que el presuntuoso, vano de ciencia terrestre y sublevado contra la ley, que le rebaja y destruye su prestigio. La enseñanza de los Espíritu nos pone de manifiesto, bajo su verdadera luz, la situación de los soberbios en la vida de ultratumba. Los humildes y los débiles de este mundo se encuentran allí más levados; los vanidosos y los poderosos, empequeñecidos y humillados. Los unos llevan consigo lo que constituye la verdadera superioridad: las virtudes, las cualidades adquiridas con el sufrimiento; en tanto que los otros han de abandonar a la hora de la muerte títulos, fortuna y vano saber. Todo lo que constituye su gloria y su felicidad se desvanece como el humo. Llegan a los espacios pobres, despojados, y esa súbita desnudez, contrastando con su pasado esplendor, aviva sus preocupaciones y sus grandes pesares. Con una profunda amargura, ven por encima de ellos, en la luz, a aquellos a quienes desdeñaron y despreciaron en la Tierra.
La soberbia, la ávida ambición no puede atenuarse y extinguirse sino mediante vidas atormentadas, vida de trabajo y de renunciación, en el transcurso de las cuales el alma soberbia en si misma, reconoce su debilidad y se abre a mejores sentimientos. En las horas de peligro, todas las distinciones sociales, los títulos y las ventajas de la fortuna se miden en su justo valor. Todos somos iguales ante el peligro, el sufrimiento y la muerte. Solo su valor moral los distinguirá. El más grande en la Tierra puede convertirse uno de los últimos en el espacio, y el mendigo puede vestir un traje resplandeciente. No tengamos la vanidad de los favores y de las ventajas pasajeras. Nadie sabemos lo que nos reserva el mañana.
León Denis

Extraído del libro “Después de la Muerte”
                                                                                      ****************************
   
EL ESPIRITISMO SEGÚN LEÓN DENIS

El Espiritismo, en suma, es todo el estremecimiento de la vida invisible; representa a un universo viviente que hasta ahora se ignoraba, salvo por parte de unos pocos, y del que sabemos y sentimos que existe, se agita, palpita y vibra en nuestro entorno, llenando el espacio con pensamientos radiantes, pensamientos de amor, inspiraciones geniales. Y cada vez más lo sentiremos vivir y obrar, merced al desarrollo de facultades que van a multiplicarse, incrementarse y convertirse en patrimonio de gran número de personas. Por ellas adquiriremos, asimismo, la certidumbre preciosa de la protección y sostén que desde el Más Allá se extiende sobre nosotros; la prueba de que la solicitud de lo Alto alcanza a todos los peregrinos de la vida en su penoso viaje terrenal. 
En la lucha que se ha iniciado en pro de la ascensión de la humanidad, la grandiosa batalla de las ideas, el Espiritismo es el más fuerte de los combatientes, porque en él se reencuentran la vida y la muerte, y la Tierra y el Cielo se reúnen y se ligan para las lides del pensamiento. Luchemos, pues, con coraje, sabiduría y prudencia. El Mundo Invisible está con nosotros. Elevemos nuestro grito de esperanza y confianza en la eterna y  consciente justicia que gobierno los mundos. ¡Creamos, tengamos esperanza y actuemos! 

LEÓN DENIS
                                  ************************


   ¿ Espiritismo cristiano o solo Kardeciano ?

Parece que el Espiritismo, siendo doctrina abierta y universal, tendemos a calificarlo como cristiano, dejando así fuera de él a quienes ostenten otras religiones no cristianas. 
No lo debemos ensasillar bajo ese nombre, haciéndolo nuestro con exclusión de quien no sea cristiano. Porque los Espíritus traen su mensaje de Verdad para la Humanidad entera y nosotros, tenemos raices cristianas, pues la gran mayoría de los espíritas procedemos de las iglesias Católica y  Protestante, principalmente. Si los Espíritus Superiores, con permiso de Cristo o de Dios mismo, hubiesen planificado venir en medio de otra religión, no cristiana, lo hubiesen podido hacer, pero probablemente debido a prejuicios y recelos religiosos, no hubiese progresado tanto y no se hubiera extendido tanto por todo el mundo con el fin de impulsar la transformación moral necesaria en las décadas en las que ya estamos sumidos, dejando atrás el viejo modelo de sociedad en todo el mundo, con sus trasnochadas religiones.

La cuestión es que el Espiritismo es el Consolador que prometió Jesús que nos enviaría en Su nombre, y los principios morales que proclama tienen un caracter universal, pues son aplicables a todas las sociedades humsnas del mundo, con independencia de las religiones particulares que cada una siga mayoritariamente.

Jesús es Maestro indiscutible de la Humanidad, y Kardec se nos reveló como discípulo superior, modelo para nosotros, que deseamos alcanzar la meta de la perfección. Los otros Enviados o Profetas que han venido a la Humanidad o a un sector de ella, son como nosotros  discípulos del Maestro, pero de un grado espiritual muy superior al de los mejores humanos de la Tierra. Estos  han venido en otras épocas diferentes a la de Jesús, no para fundar religiones, sino para enseñar unas enseñanzas morales puras y sencillas que pronto mejoraron el nivel moral de los pueblos que las recibieron, para ir preparando a esa parte de Humanidad para alcanzar unos niveles morales suficientes y necesarios para poder asimilar en otro momento, con más luz de conocimiento y de espiritualidad, la doctrina del Maestro, reflejada en los Evangelios. 

  Si tal doctrina evangélica se hubiese asimilado en su totalidad y practicado en todas las sociedades del mundo a donde se divulgó, el mundo se habría podido evitar los terribles episodios de horror y guerras que llevamos padecidos, y la transición planetaria sería un cambio imperceptible, pero como no ha sido así, me temo que el cambio será traumático, pero inexcusable.  Y sin embargo, en nombre del evangelio y de las otras religiones, se ha hecho correr mucha sangre y mucho dolor, por no haber aplicado la esencia moral común que pregonizaban todas ellas.

Considero por tanto, que le llamamos Espiritismo Cristiano, porque la enseñanza y principios morales son los de Jesús- el Cristo-, pero no perdamos de vista a los demás hermanos de la Humanaidad, que nacieron en otras latitudes de diferente religión; religión en general, creada alrededor de una figura que en los elevados planos espirituales donde estaba Jesus, planificaron el avance moral de la Humanidad terrestre, o sea, un equipo de Espíritus Superiores, en donde el Maestro o Director, era y es Jesus el Cristo. Así. el Espiritismo, debe ser Espiritismo Kardecista y nada más, porque Kardec no excluye ni compite con ninguna religión haciendo  prosélitos desde ellas; si lo "cristianizamos", aunque solo sea por la palabra "cristiano" que lo acompaña ahora, estaremos poniendo freno y barreras a tantos y tantos millones de personas procedentes de otras religiones, tal como el Taoismo, el Budismo, los Musulmanes, las religiones indias, etc. Todos son también hijos del mismo Dios que nosotros, y Cristo no los excluye de su lado, no quiere que "El buen Pastor" deje perder una sola de sus ovejas, y nosotros tampoco debemos quererlo. Al fin y al cabo es solo cuestión de palabras que llevan a forjar más religiones humanas, y no es una nueva religión lo que la Humanidad necesita, sino que lo que urge es una verdadera transformación moral  

El siguiente tramo, procede de Juana de Angelis,( Después de la Tempestad), a través del médium Divaldo Pereira Franco,y dice lo siguiente:

El Espiritismo, a semejanza del cristianismo, es claro como el Sol. Los errores que puedan aparecer en su nombre corren por cuenta de la invigilancia de médiums ociosos y emocionalmente perturbados, pero no alcanzan a la esencia de la Doctrina. Atraviesan por el movimiento tales profecías asustadizas, que agradan a una zona de mentes inquietas u ociosas y marchan al olvido.

Sin embargo, la Revelación, en toda su elocuencia, permanecerá como el faro bendito para los tiempos venideros del mañana, clareando rutas e iluminando conciencias en los rumbos de la Verdadera Vida.


- Jose Luis Martín-
                                *****************************

                             



miércoles, 8 de octubre de 2014

Convergencia de hechos


CONVERGENCIA DE HECHOS


Hay doce puntos fundamentales respecto a los cuales se encuentran de acuerdo todos los espíritus que han transmitido mensajes.
En base a los rasgos comunes de esos mensajes, se puede establecer el siguiente cuadro:

1)                     Los espíritus afirman que el mundo espiritual, todos se encontraron en forma humana.
2)                     En el interín de un tiempo que puede ser más o menos largo, ignoran que están muertos.
3)                     Dicen que poco después del transcurso de la crisis preagónica, pasaron por la reminiscencia sintetizada y panorámica de los acontecimientos de su existencia.
4)                     Confirman haber sido recibidos en el mundo espiritual, por los espíritus de sus familiares y amigos fallecidos.
5)                     Casi todos afirman haber pasado por una fase más o menos larga de sueño reparador.
6)                     Casi todos dicen haberse encontrado dentro de un ambiente espiritual radiante y maravilloso; aquellos casos de fallecidos, moralmente normales; y en un ambiente tenebroso; aquellos moralmente depravados
7)                     Informan haber encontrado, que el ambiente espiritual, es un mundo objetivo, sustancial, real y análogo al medio ambiente terrestre, pero espiritualizado.
8)                     Supieron que esto se debía al hecho, que, el mundo espiritual, el pensamiento constituye una fuerza creadora, capaz de reproducir a su alrededor, el ambiente de sus recuerdos.
9)                     No tardaron en comprender que la trasmisión del pensamiento constituye el lenguaje espiritual, a pesar de que los espíritus recién llegados, se hacen ilusiones y creen comunicarse por medio de la palabra.
10)                Han observado, que gracias a la facultad de visión espiritual, eran capaces de percibir los objetos por dentro y a través de ellos.
11)                Han constatado, que los espíritus pueden transportarse instantáneamente de un lugar a otro, aunque sean muy distantes, gracias a un acto de voluntad, y pueden pasearse por el medio espiritual, o sobrevolar a cualquier distancia del cielo.
12)                Igualmente, dicen saber que los espíritus de los fallecidos, gravitan, fatal y automáticamente, hacia la esfera que les conviene, gracias a la “ley de afinidad”.
 Ernesto Bozzano
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
                                                                                        **********************

     
        SUEÑO Y SUEÑOS

                                                           Primera parte

El sueño, para el cuerpo físico, es una muerte de todos los días, aparente o incompleta, durante la cual él no pierde su integridad, cesando solamente los órganos de relación con el mundo exterior; mas, en compensación, para el espíritu, el sueño abre las puertas de los sueños, hendijas más o menos amplias hacia la visión de las extrañas escenas del mundo extraño del Más Allá, sus paisajes de coloridos bizarros, sus luces intensas y maravillosas, sus misteriosos habitantes.


                                        EL SUEÑO



Todo En el mundo duerme, seres y cosas, por lo menos aparentemente. Un tercio de nuestras vidas, como mínimo, la pasamos durmiendo.

Mientras es de día y bajo la influencia del sol, cuya luz destruye las emanaciones fluídicas maléficas, predomina el dinamismo de las fuerzas materiales, regidas por la inteligencia; más, cuando el Sol se va y cae la noche, pasan a imperar las fuerzas negativas del Mundo espiritual inferior y el cuerpo humano se adormece, entonces, bajo su dominio.

Para algunos el sueño adviene por una congestión cerebral (hiperemia de los vasos sanguíneos del cerebro).

Para otros, es justamente lo contrario: ocurre una anemia cerebral (isquemia de los mismos vasos) lo que quiere decir que durante el sueño los vasos se dilatan y desagitan la sangre del cerebro.

Al lado de estas explicaciones está la teoría de las neuronas, células nerviosas cuyas prolongaciones se retraen durante el sueño interrumpiendo el paso de la corriente vital, la que restablecen al despertar, distendiendo las referidas prolongaciones y poniéndolas de nuevo en contacto.

El sueño puede resultar de una asfixia periódica del cerebro y, para el viejo Aristóteles, adviene de la acción de las tomaínas existente en los residuos digestivos.

En contraposición, hay otros que afirman que, justamente, dormimos para desintoxicarnos, siendo así el sueño una función defensiva del organismo.

En fin, para no alargar esta exposición citamos a Marín, según el cual el sueño es un aspecto de la ley de alternativa, en virtud de la cual a la actividad sigue el reposo, como la noche al día, y como la muerte a la vida. Y eso concuerda con la “ley del ritmo”, de la filosofía egipcia, admirablemente expuesta en la obra iniciática kybalión, la cual la vida se manifiesta por una actividad incesante que obedece a un ritmo invariable y cuya compensación es el reposo. Aplicada al cuerpo humano la teoría, quiere decir que el organismo físico, en la vigilia, gasta energía que recupera en el reposo del sueño.

Últimamente la ciencia descubrió que en el momento del sueño ocurre una inversión original de las ondas cerebrales, del cerebro posterior hacia el anterior.

Mas ¿cómo se da el sueño?
Con el abandono provisorio del cuerpo por el espíritu, en la misma forma que la muerte, cuando el abandono es definitivo.
                            LOS SUEÑOS


Las teorías científicas sobre los sueños son también diversas. Para Freíd los sueños se originan en los deseos reprimidos: no pudiendo el hombre satisfacerlos en la vida normal, se esfuerza por vivirlos cuando duerme.

Para Maurí los sueños resultan de los automatismos psicológicos; de cerebraciones inconscientes o de asociaciones de ideas que, como es natural, originan imágenes mentales.

Según Saint-Denis en los sueños existe el desenvolvimiento natural del espontáneo de una serie de reminiscencia.

    Delboeuf admite la conservación indefinida de impresiones que Richet bautizó con el nombre de pantomnesia (reminiscencia universal).

     Conan Doyle admite solamente dos especies de sueños: los resultantes de experiencias hechas por el espíritu libre y las provenientes de la acción confusa de las facultades inferiores, que permanecen en el cuerpo cuando el espíritu se ausenta
Flammarion, Rosso de Luna, Dunne, Lombroso, Maeterlink y muchos otros estudiaron también el fenómeno y dejaron acerca de él interesantes pero no concluyentes teorías.
Podemos, entretanto, clasificar los sueños en dos categorías: sueños subconscientes y sueños reales.
SUEÑOS DEL SUBCONSCIENTE


Son reproducción de pensamientos, ideas e impresiones que afectan nuestra mente en la vigilia; hechos comunes de la vida normal que registran en los recovecos de la memoria y que, durante el sueño, continúan preocupando al espíritu, con mayor o menor intensidad. Esos elementos, subiendo del subconsciente se empujan los unos a los otros, si se puede decir así, y forman verdaderos enredos con reminiscencias presentes y pasadas, tornando tales sueños, casi siempre de difícil comprensión, justamente por ser confusos, complejos y extravagantes.

En los sueños subconscientes entran también otros factores, como ser: el temperamento imaginativo o emocional del individuo, sus resabios, mayormente los de naturaleza sexual, perturbaciones fisiológicas momentáneas, etcétera. Los durmientes ven, en tales sueños, sólo cuadros formados en su propia mente subconsciente, puesto que tañes sueños son únicamente producto mental inferior de ellos mismos.
Finalmente, lo que los define y caracteriza, además de su aspecto confuso y neblinoso, es la incoherencia, la falta de nitidez, la luz, de colorido.

                                  SUEÑOS REALES


Mientras el cuerpo físico reposa, el espíritu pasa a actuar en el plano espiritual, en el cual tendrá mayor o menor libertad de acción, según su propia condición evolutiva. Unos se conducen libremente, otros quedan en la dependencia de terceros, mas todos son atraídos hacia lugares que les son afines o correspondientes.
Son, por lo tanto, aquello que ve, oye o siente; los contactos que hace con personas o cosas de los lugares o esferas de acción y que constituyen los sueños reales que, como bien se comprende, no son más elaboraciones de la mente subconsciente individual sino perfectas visiones, directas y objetivas de esos mundos, verdaderos desdoblamientos, exteriorizaciones involutivas del espíritu.
Los encarnados, sujetos como están a las leyes que rigen el plano material, no se liberan de ellas sino con la desencarnación y, por eso, aún cuando están exteriorizaciones involuntarias del espíritu.

Esa es la razón por que los sueños, incluso los reales, son normalmente distintos, nebulosos, de difícil recordación. Por eso también es que cuando hay necesidad de obviar ese estado de cosas, haciendo que los sueños sean más fácilmente recordables, los agentes de lo invisible lanzan en la mente del durmiente poderosas sugestiones, fácilmente transformables al despertar, en forma de imágenes mentales y cuadros alegóricos representativos de las enseñanzas, advertencias o experiencias que el durmiente debe recordar.

Acostumbran también conducir al adormecido a regiones o instituciones del espacio, proporcionándole contactos y experiencias necesarias a su aprendizaje espiritual, de las cuales el recuerdo, por el referido procedimiento, siempre en alguna forma permanece.

Y si eso antecede en la relación a los espíritus buenos, también sucede con los malos que, valiéndose de la ley de afinidades vibratorias se apoderan de los durmientes y los conducen hacia sus antros inoculándoles o alimentando en sus mentes desprotegidas ideas o tendencias maléficas.

Los médiums, pues, que se guarden de esas infelices posibilidades, purificándose en cuerpo y espíritu para que su tonalidad vibratoria se eleve orando y vigilando como el Divino Maestro recomendó.
Edgard Armond
CONTINÚA…
                                    ****************

Herculano Pires
ESCLARECIENDO EL PROBLEMA DE LA MUERTE DENTRO DE LA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA VIDA


Victor Hugo
Desaparición de los antiguos misterios que cercaban el hecho natural – La muerte, simple fase de la vida - Las palabras del apóstol Pablo: “Se siembra lo corruptible, resucita incorruptible”. 

La comprensión exacta del fenómeno de la muerte, en su verdadero sentido, en su verdadera significación, es una de las más bellas contribuciones del Espiritismo para el hombre de nuestros días. En el pasado, principalmente en las grandes civilizaciones orientales, el hombre disfrutó de elevada comprensión del sentido de la vida, y consecuentemente de la muerte. Pero esa comprensión era alterada por la falta de esclarecimiento científico del problema. Se encontraba envuelta en la ganga mística o teológica del misterio. La supervivencia constituía una certeza, pero una certeza de tipo enigmático, de consecuencias imprevisibles. Los muertos no sólo eran resucitados, no solo eran hombres desprovistos del cuerpo físico, sino almas de un mundo desconocido.

El Espiritismo, como explica Allan Kardec en “La Génesis”, viniendo tras el desarrollo científico, tiene la ventaja de analizar el problema de la supervivencia, de colocarlo en el plan de la observación y de la experiencia, de someterlo a los procesos de verificación e investigación científica. Gracias a ese nuevo análisis del problema, la muerte fue despojada de sus aparatos místicos y de su sentido cabalístico. Pasó a ser encarada de manera natural, como un hecho que pertenece al orden natural de las cosas, tan sujeto a las leyes de la vida como el propio nacimiento. “Nacer, morir, renacer, progresar siempre, tal es la ley”, afirmó Kardec. Nacimiento, vida y muerte son tres fases de un mismo y único proceso, el proceso de la vida.

Acabando con los llamados “misterios de la muerte”, el Espiritismo demostró

experimentalmente, que el hombre se libera de su cuerpo físico de modo tan natural, como la larva se transforma en mariposa. Recordando las enseñanzas de Cristo y de sus apóstolos, mostró que la resurrección, como escribió el apóstol Pablo en su primera epístola a los Corintios, es de orden espiritual y no material.

“Se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se entierra el cuerpo material, nace el cuerpo espiritual”. Ni ángel, ni demonio, ni alma del otro mundo, ni entidad misteriosa, el espíritu de aquel que murió es el propio muerto que resurgió de la muerte. Es el mismo hombre que conocíamos en la Tierra, con sus adicciones y sus virtudes, sólo que desprovisto de su envoltorio grosero, como un buzo que, al quitarse la escafandra, no deja de ser lo que era.

Esa nueva concepción de la muerte libera el hombre del miedo de morir, le enseña la conveniencia y la necesidad de morir, cuando suena naturalmente su hora, y quita a los que quedan los motivos de angustia y desesperación. Una suave comprensión sustituye, en la mente y en el corazón de las criaturas, el viejo temor y la antigua rebelión contra las leyes naturales. Ernesto Bozzano, el gran investigador italiano, entre sus muchas monografías espíritas, incluyó un estudio sobre “La Crisis de la Muerte”, que merece ser leído por todos los que se preocupan con ese problema universal. Un estudio objetivo, sereno, claro y lógico, basado en observaciones del momento de la muerte, realizadas en varias partes del mundo.
Decía Víctor Hugo: “Morir no es morir, mis amigos, morir es cambiarse”. Y Charles Richet,
Charles Richet
el gran fisiologista francés, premio Nóbel de Fisiología, le escribió a Cairbar Schutel: “La muerte es la puerta de la vida”. El Espiritismo prueba la realidad de esos conceptos. A través de la inmensa y variada fenomenología mediúmnica, desde las simples manifestaciones de tipología hasta las de incorporación, de voz directa y de materialización, el Espiritismo viene demostrando positivamente 
la realidad de la supervivencia. Los que se obstinan en ignorar esas experiencias, en cerrar los ojos para el nuevo mundo que se abre ante los hombres, pagan el duro tributo del sufrimiento sin remedio que las viejas concepciones les imponen.

                                                       J. HERCULANO PIRES


                                           **************