sábado, 2 de enero de 2016

Los Ángeles según el Espiritismo

       
     Quien no siembra no recoge


El pobre por regla general carece de educación, así es que manifiesta todos los defectos de su carácter y de sus inclinaciones, porque como no está educado no sabe reprimir los ímpetus de su genio, y cuando una enfermedad le molesta y le hace sufrir, entonces da rienda suelta a sus arrebatos, a sus exigencias, se presenta el Espíritu con toda su rudeza, y en muchas ocasiones con toda su malignidad, pues sabido es que, el que mucho paga muchísimo debe, y vivir cincuenta y cuatro años entre tantas miserias físicas y morales como vivió el Padre Olallo Valdés, se necesita haber progresado tanto, tantísimo… que estamos plenamente convencidos que si lográramos ver al virtuoso sacerdote, creeríamos que su envoltura fluídica, su resplandeciente periespíritu era uno de los muchos soles que giran en el espacio, ¡Tanta luz deberá irradiar su Espíritu!

Cuando se considera la grandeza de algunos seres y la miserable ruindad de otros individuos, es cuando se aprecia en su inmenso valor el estudio del Espiritismo y el progreso indefinido del Espíritu, porque la enorme, e imponderable distancia que nos separa a unos de otros, es la prueba innegable del trabajo realizado por unos y de la inercia y estacionamiento de otros, y estos últimos (que estamos en mayoría) ¿Seguiremos tan desventurados que no tendremos voluntad, más que para cometer desaciertos y nuestra iniciativa sólo la utilizaremos para vegetar sin producir? Nuestra inteligencia (diamante preciosísimo) , ¿No encontraría nunca el lapidero del progreso, que le diera las deslumbrantes facetas de innumerables conocimientos científicos y la práctica evangélica de diversas virtudes?

Nacer y vivir condenados a producir disturbios, engendrar odios y formar asesinos… ¡Oh! Eso sería horrible, mientras viéramos que otros eran varones justos y mujeres impecables. ¿Por qué para ellos toda la luz y para nosotros toda la sombra? Si de igual manera venimos a este mundo ¿Por qué tan diversos destinos? Y nos dicen los espíritus en sus comunicaciones: porque los hombres disponen a su antojo de su tiempo que es ilimitado, y mientras los unos se consagran al estudio de la ciencia en una o en varias de sus encarnaciones, los otros se cruzan de brazos y se contentan con que los santones de las diversas religiones piensen por ellos. Mientras los unos gozan practicando la virtud en sus múltiples manifestaciones, los otros se complacen en obtener por el engaño, por el fraude, o la violencia, los bienes de los que supieron acumular riquezas desoyendo el gemido de los necesitados.

La Tierra es uno de los laboratorios de la Creación, y en ella trabajan los justos y los pecadores, cada uno en la fábrica o en el taller que él solo se ha formado. En la vida infinita no hay primeros ni últimos, porque los más buenos, los que en la Tierra llamáis redentores, mañana irán a otro mundo muchísimo más adelantado que el vuestro, y allí serán vulgares medianías, que aprenderán a ser grandes, imitando a otros espíritus muy superiores a ellos en talento y en virtudes, por consiguiente, como la condenación del réprobo no existe porque no hay Espíritu que no progrese, todos podéis ascender por la interminable escala del perfeccionamiento, no hay elegidos ni predestinados, no hay llamados ni preferidos, no hay más que el estricto plimiento de la más sabia de todas las leyes: sembrar y recoger, trabajar y obtener el fruto del trabajo, esa es la ley eterna del progreso.

Esto y mucho más nos dicen los espíritus que responden perfectamente, al lógico razonamiento que hemos hecho repetidas veces, cuando como ahora, rendimos un tributo de admiración a los verdaderos santos de la humanidad. Siempre hemos creído que querer es poder, no en el sentido material que se suele dar a este aforismo, no es el querer dar dinero a un necesitado, porque el que no tiene para sí mismo mal le puede dar a otro lo que él materialmente no posee, pero sí puede pedir y decir al rico: mira, en tal punto hay un ser que llora ¿Quieres enjugar sus lágrimas? ¿Quieres hacer tú lo que yo no puedo hacer?

El querer es poder, lo aplicamos nosotros al progreso del Espíritu cuando el hombre dice: quiero ser grande, llegar a la cúspide del saber y de la virtud, cúspide que se eleva según van pasando los siglos; este adelanto no se verifica ni en una ni en cien encarnaciones, pero llega el engrandecimiento del alma, esto es innegable. Los trabajadores de muchos siglos, son los que de vez en cuando llegan a la Tierra dispuestos a consolar a sus semejantes y a enseñarnos a deletrear en el abecedario del amor Divino, que es el amor universal. ¡Lectores de La Luz Del Porvenir! Leamos en el gran libro de la caridad, y seremos en otras edades ¡Redentores de los pueblos oprimidos, seremos sacerdotes del progreso, mensajeros de las verdades eternas comprendidas en dos palabras. Caridad y Ciencia!

Amalia Domingo Soler
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                                LA CUESTIÓN DE LA ORACIÓN



Hoy vamos a analizar la cuestión de la oración partiendo de esta importante cita de Jesús en el Evangelio, a fin de que nos ilustre para reflexionar adecuadamente.

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mt.7:7-11

En estas bellas palabras se encierra lo que toda persona debe saber acerca de por qué y para qué orar. Antes que nada, reflejemos que la oración expresa el libre albedrío de cada uno, ya que nadie está obligado a hacerlo. ¿Y cuál es la causa de que elevemos nuestro pensamiento a las alturas?

Cada uno tiene sus propios motivos pero básicamente podríamos distinguir entre dos tipos: por una parte, tenemos la actitud de agradecimiento hacia Dios porque interpretamos que hemos recibido algún tipo de ayuda, que hemos salido bien parados de alguna prueba o simplemente porque queremos alabar su grandeza. Por otro lado, observamos la actitud de ruego, de petición. En este caso, se solicita la ayuda o amparo del Padre para algo preciso y que puede ir desde el auxilio a uno mismo hasta la intervención por los demás.

Sabemos que aunque en ocasiones nuestra plegaria no va dirigida directamente a Dios, sino a Jesús o a los elevados espíritus, en el fondo todas ellas son escuchadas por el Padre y que en última instancia es Él el que decide lo que debe hacerse sobre nuestros ruegos o alabanzas.

Hasta aquí, lo obvio. Ahora, estudiemos algo más las palabras del Maestro de Nazaret. Si partimos de la base de que Dios habló por la boca de Jesús, tendremos que admitir la veracidad de su mensaje como la auténtica guía que nos permite comprender el mecanismo que se pone en marcha cada vez que iniciamos una oración.

Como espiritistas, es necesario efectuar un análisis correcto de la realidad. No podemos ni debemos conformarnos con pedir porque sí. Es preciso evaluar nuestras necesidades, distinguiendo entre lo perentorio y lo secundario, entre aquello que se sitúa bajo nuestro control y lo que no depende de nosotros.

Lo primero que aparece en la cita evangélica es la actitud de pedir, pero con sentido común. Evidentemente, Dios no ha establecido en nosotros la posibilidad de solicitar su favor si no necesitáramos nada. Los seres humanos somos imperfectos por naturaleza, debemos recorrer un largo camino hasta alcanzar lo sublime en el conocimiento y en la moral y es lógico que en mitad de tan largo trayecto, nos sintamos débiles, frágiles, y como un instinto que surge de lo más profundo del espíritu, al final supliquemos por el apoyo de Aquel que todo lo puede.

A continuación, se nos demanda que hagamos dos cosas: buscar y llamar. ¿Quién no recuerda la maravillosa historia del pastor que iba en busca de la oveja perdida predicada por el Maestro? En efecto, el mensaje de Jesús resulta diáfano pues la espera pasiva de resultados no va a servir de nada por mucho que oremos. Es necesario espabilar y disponernos a adoptar un papel activo. La famosa frase de “ayúdate y el cielo te ayudará” refleja a la perfección la naturaleza de la disposición a seguir, una vez que hemos realizado nuestro ruego a Dios.

En cuanto a llamar ¿hay alguien en su sano juicio que piense que sin llamar a la puerta alguien nos va a abrir? ¿Alguno cree que por muy buen arado que tengamos, el campo se va a roturar solo? No existe ningún mensaje dado por el Maestro en el que se nos exprese que las “cosas” nos van a llegar gratis sin haber hecho previamente mérito para conseguirlas. No podía ser de otro modo, ya que lo contrario sería estimular la desidia, la desgana, y ello iría en contra del sino del ser humano y que no es otro que la evolución, su desarrollo.

Existen todavía muchos que se engañan a sí mismos cuando interpretan de forma errónea o intentan encajar en “su” realidad el mensaje de que Dios proveerá o de que el Padre sabe de antemano nuestras necesidades y que por tanto, no debemos preocuparnos. Una cosa es que Él lo sepa todo o que nos haya regalado el maravilloso don de la vida a través de crearnos como espíritus sencillos e ignorantes y otra bien distinta el pensar que no tenemos que hacer nada para alcanzar el objetivo de nuestra existencia, crecer tanto en lo intelectual como en lo moral.

Por tanto, primero hay que pedir y luego, no abandonarnos a la voluntad del destino. Pretendemos el favor divino pero la conciencia te advierte que no puedes permanecer con los brazos cruzados. Así pues, hay que buscar y llamar para activar el engranaje maravilloso que supone la oración.

El resto del mensaje de Jesús nos asegura en todos los casos la intervención del Padre. Él distingue a la perfección la naturaleza de nuestros ruegos y obra en consecuencia. Estemos seguros de que ninguna de las súplicas que realizamos a diario queda ignorada. Eso es precisamente dar “pan” si lo que se requiere es “pan” y no otra cosa, eso es proporcionarnos justamente aquello que necesitamos, no aquello de lo que podemos prescindir para seguir avanzando en el peregrinaje existencial.

El orgulloso ni siquiera pide; si su “ego” no le cabe en el pecho ¿cómo iba este a “rebajarse” a implorar por algo, a buscar o a llamar a puertas para que se le abrieran? Y aún así, el Padre celestial, con su infinita misericordia no desatiende a ninguna de sus criaturas y hace “que la lluvia caiga sobre buenos y malos”. Pero como el proceso es idéntico para todos y cada unos de nosotros (Dios no hace distinciones), con independencia de las condiciones externas, al final nos encontraremos con la muerte física que como se suele decir “nos iguala a todos” y será en ese emotivo instante, al comprender que la vida sigue a pesar de haber perdido el ropaje carnal, cuando tomemos conciencia de adónde nos ha conducido nuestra insistente arrogancia. Mas no desesperemos; incluso en tan graves circunstancias, los buenos espíritus acudirán a nosotros para ayudarnos con tan solo desearlo. Ese deseo será tan solo muestra de que algo ha cambiado en nuestro interior.

Ahora fijémonos en el procedimiento. Sabemos que en nuestro actuar diario, Dios no solo juzga lo que hacemos sino también la intención con que lo hacemos. En la oración sucede lo mismo. Por tal motivo, se nos insiste tanto en que esta debe ser realizada desde el corazón y no como un mero formalismo salido de los labios del hombre. Ya sabemos que el “corazón” físico no piensa pero el espíritu sí. Esto nos conduce a lo primero que exponíamos ¿sabemos lo que pedimos? Pues claro, la conciencia no descansa, tan solo hay que escucharla para saber si aquello que solicitamos es realmente esencial para nosotros y sobre todo, si lo necesitamos para nuestro camino evolutivo.

Cualquiera que haya desarrollado un mínimo análisis de sí mismo, es decir, que haya cultivado su conciencia y el hábito de la reflexión, conoce que hay que orar bien, no de cualquier manera. La oración no es cantidad, sino calidad de la misma. Una plegaria, por muy intensa que sea, no puede ir contra la “programación” del sujeto. Nosotros, que hemos estudiado estos temas, lo sabemos. Si por ejemplo, una de las pruebas que hemos elegido antes de “descender” al plano material es la pobreza ¿por qué nos empeñamos tantas veces en desprendernos de ella a través de nuestros ruegos? Tanto el propio individuo como los espíritus programadores y en definitiva el Creador con su beneplácito, acordaron en su día en la dimensión espiritual, que la escasez de medios materiales sería uno de los impulsos que te acompañarían en vida para empujarte al crecimiento, que una existencia plena de abundancia tan solo te haría recaer en errores del pasado. ¿No dijo Jesús que por más que lo intentaras no podías añadir ni un solo palmo a tu estatura? Eso es programación, lo demás, es aceptarlo o rebelarte contra ello usando tu libre albedrío. Por tanto, insisto ¿sabemos pedir?

El “conócete a ti mismo” socrático, auténtico eje vertebrador del camino evolutivo, es muy claro. El autoconocimiento nos lleva a airear los canales que nos permiten que la conciencia nos hable diáfanamente. Es entonces cuando el individuo se da cuenta de que no puede ir contra los exámenes de la vida ni abstenerse de los mismos, aquellos por los que previamente se ha inclinado porque “sabía” que eran lo mejor para él, para avanzar en su progresión.

La persona que se preocupa por bucear en su interior pide claridad en medio de la tormenta, no que desaparezca el temporal, solicita fuerzas para sobrellevar las pruebas de la existencia y no que aquellas le sean apartadas para acceder a una vida más “cómoda”. Esto es conocer la realidad, saber acerca de la dimensión en la que nos desenvolvemos y entender del punto hacia el que deben converger nuestros esfuerzos. El que comprende esto, sabe orar.

¿Cuántas veces lo que pedimos es simplemente perdón por las faltas cometidas? Esto no siendo negativo ni mucho menos, es un primer paso, pero no puede obviar que más que el reconocimiento de los defectos, lo importante es comenzar a actuar contra ellos, que las horas transcurren y los días pasan y que habremos de dar cuenta acerca de lo que hemos hecho con los “talentos” que se nos han proporcionado.

Dios no desoye petición alguna. Tomemos nota de ello para siempre. No va a alterar las preguntas de nuestro ejercicio ni nos va a cambiar de aula, pero cuando la súplica  deriva del corazón, humilde y sincera, nos envía el auxilio generoso de aquellos que más nos pueden ayudar: nuestros “hermanos” del otro lado, cargados en su zurrón de conocimientos, de sabios consejos que susurran en nuestros oídos para reconducir nuestros desafíos y de palabras de aliento para no desfallecer ante los lances de la vida.

Orar es parte del devenir del hombre espiritual, es comprender cómo funciona la realidad y cómo podemos transformarla. Por cada plegaria desnuda proveniente de nuestro núcleo más profundo, el Padre misericordioso derrama  todo su amor sobre sus hijos a través de sus obreros más cualificados: los buenos espíritus. Pidamos, por encima de todo, su sublime asistencia.

(Procede del Blog Entre Espíritus- Publicado por Jose Manuel Fernandez)

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¿ Podría   haber algún día igualdad total en el reparto de riquezas?

Cada persona estamos en la posición  económica y social que nos corresponde estar, porque de habernos correspondido otra  diferente o mejor, habríamos nacido en  el seno de otra familia y otra sociedad,  e incluso me atrevería a afirmar que ya la tendríamos  en este mundo  mediante nuestro  mayor esfuerzo, y  si hubiésemos tenido  una mayor capacidad intelectual y volitiva, tal vez podríamos haber  superado  ya nuestro actual nivel social y económico.
Hay quien piensa que la riqueza está mal repartida, pero sin embargo, sabemos que nada sucede por casualidad, sino que en todos los aspectos de la vida, hay una causalidad  previa.
Creer que puede llegar un día en que pueda haber  una igualdad total en el reparto de riquezas, posiblemente sea una utopía y un sueño irrealizable del marxismo, porque siempre habrán pobres al lado de ricos, tal como lo anunció Jesús de Nazaret, y habrán dirigentes y dirigidos, según las diferentes capacidades de cada cual, lo que supone una lógica  diferencia en este reparto, pues es de justicia que el trabajo más complejo y responsable  sea remunerado a mas nivel que el trabajo de menor esfuerzo o responsabilidad, aunque todos los trabajos son  igualmente importantes, dignos  y necesarios en nuestras sociedades humanas .  Yo entiendo que una cosa es la igualdad en las riquezas, lo que además de imposible, sería injusto, y otra  cosa bien distinta es aspirar a que exista un reparto equitativo y proporcional, con arreglo a cualquier noción humana de justicia.
En nuestro conglomerado humano actual existe tal variedad de aptitudes que resulta inaplicable y sería injusta esta pretendida igualdad en el reparto de riquezas económicas, de modo que si este igualitario e injusto  reparto fuese posible, el acicate por hacer un  mayor esfuerzo y asumir mayores  responsabilidades  en el trabajo  se perdería.  La diferencia de las capacidades humanas y laborales supone una división y reparto de responsabilidades  como del  trabajo a realizar dentro de la sociedad, y supone por tanto una diferencia en la posición social y económica de cada uno.

Para que la absoluta igualdad en el reparto económico fuese algún día una realidad, sería necesario que todos tuviésemos exactamente igual las mismas capacidades, así como dedicar a su trabajo el mismo tiempo y esfuerzo, en cantidad y calidad, lo cual evidentemente no es posible; además todos tendríamos el mismo derecho y la misma capacidad  para  ejercer los cargos más complejos y responsables, lo que es imposible porque existe una amplia gama de capacidades y responsabilidades sociales, trabajos y oficios, y  todos son necesarios para el sostenimiento y el progreso de la Humanidad.
- Jose Luis Martín-
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 Los ángeles segun el espiritismo

No Solo en los pueblos de la antigüedad sino-también en los Días de hoy observo la del que Creencia en ángeles o Seres Especiales Existe.¿Quien no ha Deseado Tener Poderes sobrenaturales o par un de "alas"? -yo SI- ¿Quién de niño (y ningún niño moreno ...) NO ECHO su capa al viento Intentando alzar El vuelo párr Poder Solucionar los Problemas del Mundo? ¿O querer Creer en la reencarnación por si acaso pudieramos Elegir Ser Una majestuosa águila real? INCLUIDO el argumento de la Mayoría de las Películas Que ACTUALMENTE ESTAN en cartelera y Gozan de Éxito Tiene Como base de un Estós personajes: Ángeles buenos, malos Ángeles, hadas, superhéroes ... Todos suspendidos en el aire y con Poderes Fuera de lo normal. Y Ahí ESTAMOS los Grandes Padres argumentando Que vamos al cine por Llevar un Nuestros Hijos una cola las ¡Vean ¡Pero yo creo Que en el fondo ... !! Ya Más De Una Vez me entraron ganas de meter los dedos en El enchufe a ver si Así se modificaran mis Células y ... voilà! "Vuelo" (no hagais lo, sin FUNCIONA).
Y si lo analizamos bajo el punto de vista de las Religiones, encontramos, en la Mayoría, Más de lo mismo, la Creencia en: Ángeles, Arcángeles, Serafines ... Seres De Una Creación aparte al hombre, CREADOS Y Por Un Dios paternal, infinitamente bueno y justo.
¿Un Dios justo? ¿Seres privilegiados CREADOS Destinados a la ONU goce perpetuo sin haberlo merecido y Otros Destinados a todos los Sufrimientos de la Tierra y Que párr poseer v Un poco de felicidad Tienen Que conquistarla un Través de las Luchas y Dificultades de la Vida? Y alguien Se Puede Preguntar: ¿Dónde está ahi la justicia de Dios si todos somos Creación Suya y, del tanto por, Todos hermanos ...?
"ÁNGELES" Es Como una idea innata, latente Dentro De Nosotros queriendo Tomar forma lógica, Y Que Dębe Tener su Motivo de ser ... ¿Y Que dados la Ciencia Espírita Referente al particular? ¿Existe ESE estado en la Creación? Si. Dios no ha CREADO ni la desigualdad de esencia, ni la desigualdad de destino Entre SUS Criaturas. Todos HEMOS Sido CREADOS Como Espíritus simples e ignorantes, Dotados de Iguales facultades párrafo Pensar, Sentir y querer. Nuestro destino es El Universo es desarrollar Indefinidamente AEE facultades en SENTIDO progresivo.Dios no nos da la Experiencia, Pero nos conceden los Medios para adquirirla ¿Como? A Través de la Ley de la Reencarnación.
El Trabajo es el medio párr lograrlo y El Objetivo, Que es la Perfección, es Común a todos. Todas SUS Leyes estan Orientadas Hacia busque el;somos Nosotros Quienes Creamos el mal trasgrediendo AEE Leyes Divinas. TENEMOS plena libertad párrafo observarlas o infringirlas Recogiendo Cada uno Nuestra Propia cosecha, Siendo Así los artífices de nuestro de destino. Es Una conquista de una costa del propio Esfuerzo, el pecado Distinción ni privilegio Alguno. Es Así Que poco a poco nos vamos Desarrollando, perfeccionándonos y Avanzando en la jerarquía espiritual Hasta Que Llegamos al Estado de Espíritu Puro o Angélico, digámoslo ASI. Esos Que Ahora llamamos Ángeles, hijo las almas de los hombres Que Han Pasado, Como Nosotros, las Dolorosas Peregrinaciones de las encarnaciones terrestres, Que alcanzaron el Máximo grado de perfección Que admite la criatura Y Que en su plenitud Gozan de la felicidad prometida.
Dios crea contínuamente y Nunca deja de Crear. El universo this Lleno de moradas Donde Todos vamos Experimentando y Creciendo. Mucho Antes De que la Tierra existiese, ya habia otros mundos en Los Que los Espíritus encarnados recorrían las Mismas Etapas Que Nosotros Ahora Y Que ya alcanzaron la meta. Así pues los Ángeles, o puros Espíritus, EXISTEN from Toda la eternidad. Dios Nunca Estuvo inactivo y siempre ha contado con puros Espíritus, Experimentados Y Esclarecidos, Para Que trasmitan SUS Órdenes y dirijan TODOS LOS Sectores del universo, desde el Gobierno de los mundos Hasta los mas ínfimos Detalles. No Tuvo, pues, Necesidad de crear de Seres privilegiados y exentos de obligaciones. Todos, antiguos y Nuevos, de han Conquistado SUS Posiciones Mediante la lucha y por su propio mérito. Para el Espírita Que Sabe de ESTO, Dios es el padre amoroso y justo Que Trata con La Misma ternura a todos SUS hijos. Igual punto de partida Para Todos, identico destino. Un Mismo porvenir e Iguales Medios para conquistarlos.Nada es por capricho, Como TAMPOCO lo es en el Universo. Todo es regido por Leyes Justas Y sabias. Creo Que Me Voy A Dedicar Más al estudio y voy a Dejar mi laboratorio cerrado personales Tiempo ONU por.Será mejor para mi salud y mi bolsillo (lo digo por la factura de la luz ...)
Olga Ortiz
Revista Espírita de la FEE

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viernes, 1 de enero de 2016

Evolución de las especies desde el punto de vista espírita



Vivir en Paz 




“…. Vivid en paz…” Pablo (II Corintios. 13:11) 

Mantente en paz. 

Es probable que los otros te ataquen gratuitamente, hostilizándote la manera de vivir; sin embargo, puedes avanzar en tu ruta, sin atacar a nadie. 

Para eso, con todo – para que la tranquilidad te bañe el pensamiento - , es necesario que la compasión y la bondad te sigan todos los pasos. 

Asume contigo mismo el compromiso de evitar la exasperación. 

Junto a la serenidad, podrás analizar cada acontecimiento y cada persona en el lugar y, en la posición con respecto a ellos. 

Repara, cariñosamente, los que te buscan en el camino… 

Todos los que surgen, afligidos o desesperados, coléricos o violentos, traen llagas o ilusiones. 

Prisioneros de la vanidad o de la ignorancia, no supieron tolerar la luz de la verdad y claman irritadizos… 

Úngete de piedad y adéntrate en el interior del ser, e identificarás en todos ellos, niños espirituales que se sienten ultrajados u ofendidos. 

Unos acusan, otros lloran. 

Ayúdalos, mientras puedas. 

Pacificándoles el alma, armonizarás, aún más, tu vida. 

Aprendamos a comprender cada mente en sus problemas. 

Recuerda que la Naturaleza, siempre divina en sus fundamentos, respeta la ley del equilibrio y la conserva sin cesar. 

Aun incluso cuando los hombres se muestran desvariados, en los conflictos abiertos, la Tierra es siempre firme y el Sol fulgura siempre. 

Vivir de cualquier modo es de todos, pero vivir en paz consigo mismo, es servicio de pocos. 


Espíritu Emmanuel 
Del libro ¡Sígueme! 
Médium Francisco Cándido Xavier 
Traducido por Jacob 


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  EL GENESIS
ALLAN KARDEC.

El Génesis refleja las ideas cosmogónicas de su tiempo, razón por la cual, para comprender 
ciertas partes del mismo, es absolutamente necesario tratar de entender esas ideas. 
. Con el progreso de la Física y la Astronomía, tal doctrina se ha mostrado insostenible.

Sin embargo, Moisés afirma que sus palabras le fueron dictadas por el mismo Dios; pues bien, 
siendo que éstas expresan un hecho manifiestamente falso, debemos optar entre estas dos 
posibilidades: o Dios cometió errores en el relato que hizo de su obra, o ese relato no es una 
revelación divina. Como la primera suposición no es admisible, debemos aceptar que Moisés se 
limitó a expresar sus propias ideas 
. Moisés se acerca más a la verdad cuando dice que Dios hizo al hombre con el polvo de 
la tierra.
La ciencia ha demostrado, en efecto (cap. X), que el cuerpo del hombre está formado por 
elementos extraídos de la materia inorgánica, dicho de otra manera, del lodo de la tierra. 
La mujer, formada de una costilla de Adán, es en apariencia una alegoría pueril si se la toma 
al pie de la letra, mas profunda en su real sentido. Tiene por finalidad demostrar que la mujer posee 
la misma naturaleza del hombre y, en consecuencia, es su igual ante Dios y no una criatura aparte, 
destinada al sojuzgamiento y a recibir trato de ilota. Salida de la propia carne del hombre, la imagen 
de igualdad es más sobrecogedora que si hubiera sido formada separadamente del mismo barro; ello 
equivale a decirle al hombre que es su igual y no su esclava, que debe amarla como a una parte de él 
mismo. 
                                                                                                                    


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PERDONAR 


PERDONO AL PERMANECER RECEPTIVO AL AMOR DE DIOS EN MÍ. 
Las palabras o acciones de los demás pueden haberme herido tanto que tal vez justifique guardar rencor. Sin embargo, en mi corazón sé que al no perdonar sólo me hago daño a mí mismo.

Dios y yo trabajamos juntos para crear mi paz, y comienzo ese proceso dejando ir expectativas acerca del comportamiento de los demás. Sigo el ejemplo de Jesús, quien dijo que debíamos perdonar “setenta veces siete”, es decir, infinitamente.

Recuerdo que todos los seres humanos cometemos errores. Es fácil avanzar con amor y respeto cuando recuerdo que, en Verdad, somos seres espirituales pasando por una experiencia humana. Todos somos expresiones de Dios. Al tener esto presente, soy capaz de perdonar.

Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes.—Mateo 7:12

Fuente La Palabra Diaria

De la reflexión rescato que nada justifica guardar rencor aún cuando nos hayan herido que sintamos que el dolor corroe el alma, somos conscientes de que toda experiencia vivida es parte de la Ley Causa y Efecto, no justifico las ofensas y daños pero no podemos quedarnos colgados de la ventana mirando con ira al que daño nos hizo, dejar el tiempo correr y sanar desde el interior y enviar pensamientos de amor a quienes nos repelen.
   
Lorena Dorante

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EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES DESDE EL 
PUNTO DE VISTA ESPÍRITA


Allan Kardec en El Libro de los Espíritus nos dice que los seres orgánicos tienen en sí una fuerza íntima, que 
produce el fenómeno de la vida, mientras que esa fuerza existe; que la vida material es común a todos los seres orgánicos y que ella es independiente de la inteligencia y del pensamiento; que la inteligencia y el pensamiento son facultades propias de ciertas especies orgánicas y que entre las especies orgánicas dotadas de inteligencia y de pensamiento hay una dotada de un sentido moral especial, que le da incontestable superioridad sobre las otras, es la especie humana. La pregunta 540 de El Libro de los Espíritus nos dice: «todo se encadena en la naturaleza, desde el átomo al arcángel, que a su vez también comenzó en el 
átomo.»
León Denis, de otra forma más poética nos dice, en su obra El problema del ser, del destino y del dolor: «el 
espíritu duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se agita en el animal, y despierta en el hombre.» Parece indicar, con estas afirmaciones, que algo de nosotros pasó por los diferentes reinos de la naturaleza. Los seres orgánicos son los que tienen en sí una fuente de actividad íntima que les da la vida. Nacen, crecen, se reproducen y mueren. Son portadores de órganos especiales para la ejecución de los diferentes actos de la vida, órganos apropiados a las necesidades, que la conservación propia les impone. En esa clase están comprendidos los hombres, los animales y las plantas.
En la pregunta 71 de El Libro de los Espíritus, encontramos la siguiente información: «¿La inteligencia es un atributo del principio vital?: No, puesto que las plantas viven y no piensan, tan sólo tienen vida orgánica. La inteligencia y la materia son independientes, pues un cuerpo puede vivir sin inteligencia, pero ésta sólo puede manifestarse por medio de los órganos materiales, y es necesaria la unión con el espíritu para dar inteligencia a la materia animalizada.»
Los espíritus en su origen serían como los niños, ignorantes y sin experiencia, adquiriéndola en las distintas 
etapas de la vida. Dios no creó los espíritus buenos o malos, sino sencillos e ignorantes. El espíritu no se acuerda de las existencias precedentes a su período como hombre, así como el hombre no se acuerda del período que pasó en el seno de la madre. 

Reino mineral
Está constituido de materia inerte, no tiene vitalidad y está formado por la agregación de materia. Su característica básica es la atracción, pues en el reino mineral, el instinto y la materia son nulos. El Espíritu duerme en su primera fase, el principio espiritual estaría influenciado por las organizaciones atómico-moleculares, invitando a la unión. 
Crearía con sus vibraciones un campo de agregación, reflejado en las fuerzas de atracción y cohesión. Así, la organización mineral sería la consecuencia de un poder en la intimidad de sus unidades atómicas, para conducir ordenadamente el proceso de agregación. En la intimidad del mineral, el principio inteligente absorbería experiencias, y fuera mostraría posiciones, renovándose a fin de ejercer nuevos potenciales de orientación, con fuerzas reconstruidas y siempre más complejas, por las vivencias anteriores de idénticos fenómenos. En ese ir y venir de la materia se puede decir que ya existe el principio reencarnatorio en acción. 
Intermediación del reino mineral con el vegetal
Según Emmanuel, el principio inteligente se encontraba en los cristales, completando su fase de individualización, en el larguísimo proceso de autofijación, ensayando poco a poco los primeros movimientos internos de organización y crecimiento volumétrico. Los virus tienen una estructuraformada por un ácido nucleico (o ADN o ARN) y proteínas, por lo que necesitan apropiarse de los mecanismos de una célula ajena para reproducirse y vivir. Los virus tienen una característica mineral. De este modo, la única especie que 
puede cristalizar son los virus, ya que se componen de una cápside, que puede llegar cristalizar sin morirse, utilizando las reglas de los minerales y creando formas geométricas.
Gabriel Delanne, en la obra La evolución anímica nos informa acerca de que el cristal es casi un ser viviente. 
Naturalmente, no se nos ocurre pensar en una inteligencia propia de la materia, aunque el científico Jean Emile Charon dijo que el comportamiento de las partículas interatómicas revela vida incipiente. De lo que pudimos aprender con los citados autores, se podría deducir que el principio 
inteligente se ejercita en el reino mineral, experimentando exactamente características como la combinación química de los elementos básicos, la estructura cristalina en que esa combinación es adquirida y las transformaciones que la naturaleza y el hombre ejercen sobre ese resultado. Estaría de esa forma, preparándose para continuar su jornada en el reino vegetal terrestre. 
Creer que los minerales no evolucionan, por lo que podemos ver en los existentes en nuestro planeta, es 
ignorar la constitución de los mundos en las diferentes etapas evolutivas. El hecho de que los minerales no 
posean vida, no significa que no evolucionen, pues, si eso no ocurriese, no existirían minerales más sutiles en los mundos más evolucionados. 
Reino vegetal
Los elementos del reino vegetal están dotados de vitalidad, tienen instinto de conservación básico, vida 
orgánica, no piensan, no tienen voluntad, ni conciencia de sí mismos. Su característica básica es la sensación. En el reino vegetal el instinto se inicia, el espíritu sueña y la inteligencia es nula. Las plantas son los únicos seres vivos no microscópicos que tienen la capacidad de generar su propio alimento. Todos los seres vivos necesitan llevar a cabo ciertos procesos que les permiten obtener oxígeno y nutrientes, eliminar sustancias o relacionarse con su ambiente. Las plantas, igual que los animales, tienen órganos que cumplen esas funciones. El principio espiritual pasa entonces a vivenciar las experiencias en los vegetales más complejos, mejor estructurados. Ahí tendrá que adquirir la capacidad de reaccionar ante cualquier cambio exterior 
y posteriormente la facultad de sentir, captar y registrar las alteraciones del medio que le rodea, conquistas del principio espiritual, en su recorrido por el reino vegetal. 
Después de identificarse con los virus, continuará en las bacterias rudimentarias, las algas unicelulares y las algas pluricelulares.
En La Génesis, Kardec, explicando la escala de los seres orgánicos, dice: «Entre el reino vegetal y el reino 
animal, ninguna delimitación hay nítidamente marcada. En los confines de los dos reinos están los zoófitos o 
animales-plantas, cuyo nombre indica que ellos participan de uno y otro: les sirve de trazo de unión.» (cap. X) El zoófito tiene la apariencia exterior de la planta. Como planta, se mantiene presa al suelo; como animal la vida en él se encuentra más acentuada: coge del medio ambiente su alimentación. Como los animales, las plantas nacen, viven, crecen, se nutren, respiran, se reproducen y mueren. 
Como aquellos, también ellas necesitan de luz, de calor y de agua; se atrofian y mueren, cuando les faltan esos elementos. La absorción de un aire viciado y de substancias deletéreas las envenena. Ofrecen como carácter distintivo más acentuado conservarse presas al suelo y coger de él la nutrición, sin moverse.
Intermediación entre el vegetal y el animalHay vegetales carnívoros, dotados de vitalidad. Tienen una especie de inteligencia instintiva, limitada, con consciencia de su existencia y de su individualidad. No obran sólo por instinto, no tienen creatividad. La característica básica es la elaboración del instinto.
Reino animal 
El instinto se desenvuelve, despierta, y la inteligencia se inicia. El animal es libre y busca el alimento. En primer lugar vienen las incontables variedades de pólipos, de cuerpos gelatinosos, sin órganos bien definidos, siendo diferentes de las plantas sólo por la facultad de la locomoción. Le sigue en el orden del desarrollo de los órganos, de la actividad vital y del instinto: los helmintos o gusanos intestinales, los moluscos, animales carnosos sin huesos, algunos de ellos desnudos, como las lombrices, los pulpos etc. Otros provenientes de conchas, como el caracol, la ostra; los crustáceos, cuya piel es revestida de una costra dura, como el cangrejo, la langosta; los insectos, a los cuales la vida propicia prodigiosa actividad y se manifiesta el instinto ingenioso, como la hormiga, la abeja, la araña. 
Algunos se metamorfosean, como el gusano, que se transforma en elegante mariposa. Viene después el orden de los vertebrados, animales de esqueleto óseo, orden que comprende los peces, los réptiles, los pájaros; siguen, por fin, los mamíferos, cuya organización es más completa. 
La condición que caracterizaría el principio espiritual en esta fase sería la adquisición del instinto, al principio en los animales inferiores, bastante simples. Posteriormente, en los mamíferos, por los órganos más bien trabajados, se presentaría con más alta y purificada eficiencia, preparando para más adelante, ingresar en el reino de la razón. Es por el instinto, que los animales son avisados de lo que les conviene o perjudica: que buscan, conforme la estación, los climas propicios; que construyen, sin enseñanza previa, con más o menos arte, según las especies, lechos blandos y abrigos para sus progenies, trampas para atrapar la presa 
de que se nutren; que manejan diestramente las armas ofensivas y defensivas de que son provistos; que los sexos se aproximan; que la madre guía a los hijos y que éstos buscan el seno materno. 

Intermediación entre el animal y el hombre
Entre la influencia de la naturaleza animal y espiritual, el espíritu se va liberando de la materia, hasta alcanzar la plenitud divina. La ausencia de hilos en esta transición se debe a la evolución que se procesa fuera de la materia, donde el principio inteligente se encuentra revestido de la proforma espiritual, correspondiendo a la especie, sufriendo modificaciones adaptativas que se ven culminadas en el 
plano material. 
André Luiz nos dice que para alcanzar la edad de la razón,«El espíritu duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se agita en el animal, y despierta en el hombre.» (L. Denis)
Con el título de hombre dotado de razón y discernimiento, el ser automatizado en sus impulsos, de camino hacia el reino angélico, empleó nada menos que un billón y medio de años. Con la conquista de la razón 
aparecieron la lucidez, el libre albedrío, el pensamiento continuo. Hasta entonces, el progreso se daba por la fuerza de las cosas, ya que no tenía conciencia de su realidad, ni tampoco libertad de elección. Al entrar en el reino hominal, ya sí está apto para dirigir su vida y conquistar los valores a través del esfuerzo propio. Ahora deberá esforzarse en la lucha para conquistar los valores superiores del alma, la responsabilidad, la sensibilidad, la sublimación de las emociones, es decir, todo lo que va a necesitar para llegar a espíritus puros. 
En el hombre, sólo al comienzo de la vida domina el instinto con exclusividad. Es por instinto que el niño 
hace los primeros movimientos, que toma el alimento, que grita para expresar sus necesidades, que imita el sonido de la voz, que intenta hablar y andar. En el propio adulto, ciertos actos son instintivos, tales como los movimientos espontáneos para evitar un riesgo, para huir de un peligro, para mantener el equilibrio del cuerpo, tales como el parpadear para moderar el brillo de la luz, abrir la boca para respirar, etc. El hombre tiene todo lo que existe en las plantas y en los animales, domina todas las otras clases 
por su inteligencia especial ilimitada, que a la vez le da conciencia de su futuro, percibe las cosas extrasensoriales, tiene responsabilidad moral, conocimiento de Dios y su siguiente paso es la angelitud. 
 Rafael Arias