viernes, 1 de enero de 2016

Evolución de las especies desde el punto de vista espírita



Vivir en Paz 




“…. Vivid en paz…” Pablo (II Corintios. 13:11) 

Mantente en paz. 

Es probable que los otros te ataquen gratuitamente, hostilizándote la manera de vivir; sin embargo, puedes avanzar en tu ruta, sin atacar a nadie. 

Para eso, con todo – para que la tranquilidad te bañe el pensamiento - , es necesario que la compasión y la bondad te sigan todos los pasos. 

Asume contigo mismo el compromiso de evitar la exasperación. 

Junto a la serenidad, podrás analizar cada acontecimiento y cada persona en el lugar y, en la posición con respecto a ellos. 

Repara, cariñosamente, los que te buscan en el camino… 

Todos los que surgen, afligidos o desesperados, coléricos o violentos, traen llagas o ilusiones. 

Prisioneros de la vanidad o de la ignorancia, no supieron tolerar la luz de la verdad y claman irritadizos… 

Úngete de piedad y adéntrate en el interior del ser, e identificarás en todos ellos, niños espirituales que se sienten ultrajados u ofendidos. 

Unos acusan, otros lloran. 

Ayúdalos, mientras puedas. 

Pacificándoles el alma, armonizarás, aún más, tu vida. 

Aprendamos a comprender cada mente en sus problemas. 

Recuerda que la Naturaleza, siempre divina en sus fundamentos, respeta la ley del equilibrio y la conserva sin cesar. 

Aun incluso cuando los hombres se muestran desvariados, en los conflictos abiertos, la Tierra es siempre firme y el Sol fulgura siempre. 

Vivir de cualquier modo es de todos, pero vivir en paz consigo mismo, es servicio de pocos. 


Espíritu Emmanuel 
Del libro ¡Sígueme! 
Médium Francisco Cándido Xavier 
Traducido por Jacob 


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  EL GENESIS
ALLAN KARDEC.

El Génesis refleja las ideas cosmogónicas de su tiempo, razón por la cual, para comprender 
ciertas partes del mismo, es absolutamente necesario tratar de entender esas ideas. 
. Con el progreso de la Física y la Astronomía, tal doctrina se ha mostrado insostenible.

Sin embargo, Moisés afirma que sus palabras le fueron dictadas por el mismo Dios; pues bien, 
siendo que éstas expresan un hecho manifiestamente falso, debemos optar entre estas dos 
posibilidades: o Dios cometió errores en el relato que hizo de su obra, o ese relato no es una 
revelación divina. Como la primera suposición no es admisible, debemos aceptar que Moisés se 
limitó a expresar sus propias ideas 
. Moisés se acerca más a la verdad cuando dice que Dios hizo al hombre con el polvo de 
la tierra.
La ciencia ha demostrado, en efecto (cap. X), que el cuerpo del hombre está formado por 
elementos extraídos de la materia inorgánica, dicho de otra manera, del lodo de la tierra. 
La mujer, formada de una costilla de Adán, es en apariencia una alegoría pueril si se la toma 
al pie de la letra, mas profunda en su real sentido. Tiene por finalidad demostrar que la mujer posee 
la misma naturaleza del hombre y, en consecuencia, es su igual ante Dios y no una criatura aparte, 
destinada al sojuzgamiento y a recibir trato de ilota. Salida de la propia carne del hombre, la imagen 
de igualdad es más sobrecogedora que si hubiera sido formada separadamente del mismo barro; ello 
equivale a decirle al hombre que es su igual y no su esclava, que debe amarla como a una parte de él 
mismo. 
                                                                                                                    


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PERDONAR 


PERDONO AL PERMANECER RECEPTIVO AL AMOR DE DIOS EN MÍ. 
Las palabras o acciones de los demás pueden haberme herido tanto que tal vez justifique guardar rencor. Sin embargo, en mi corazón sé que al no perdonar sólo me hago daño a mí mismo.

Dios y yo trabajamos juntos para crear mi paz, y comienzo ese proceso dejando ir expectativas acerca del comportamiento de los demás. Sigo el ejemplo de Jesús, quien dijo que debíamos perdonar “setenta veces siete”, es decir, infinitamente.

Recuerdo que todos los seres humanos cometemos errores. Es fácil avanzar con amor y respeto cuando recuerdo que, en Verdad, somos seres espirituales pasando por una experiencia humana. Todos somos expresiones de Dios. Al tener esto presente, soy capaz de perdonar.

Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes.—Mateo 7:12

Fuente La Palabra Diaria

De la reflexión rescato que nada justifica guardar rencor aún cuando nos hayan herido que sintamos que el dolor corroe el alma, somos conscientes de que toda experiencia vivida es parte de la Ley Causa y Efecto, no justifico las ofensas y daños pero no podemos quedarnos colgados de la ventana mirando con ira al que daño nos hizo, dejar el tiempo correr y sanar desde el interior y enviar pensamientos de amor a quienes nos repelen.
   
Lorena Dorante

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EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES DESDE EL 
PUNTO DE VISTA ESPÍRITA


Allan Kardec en El Libro de los Espíritus nos dice que los seres orgánicos tienen en sí una fuerza íntima, que 
produce el fenómeno de la vida, mientras que esa fuerza existe; que la vida material es común a todos los seres orgánicos y que ella es independiente de la inteligencia y del pensamiento; que la inteligencia y el pensamiento son facultades propias de ciertas especies orgánicas y que entre las especies orgánicas dotadas de inteligencia y de pensamiento hay una dotada de un sentido moral especial, que le da incontestable superioridad sobre las otras, es la especie humana. La pregunta 540 de El Libro de los Espíritus nos dice: «todo se encadena en la naturaleza, desde el átomo al arcángel, que a su vez también comenzó en el 
átomo.»
León Denis, de otra forma más poética nos dice, en su obra El problema del ser, del destino y del dolor: «el 
espíritu duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se agita en el animal, y despierta en el hombre.» Parece indicar, con estas afirmaciones, que algo de nosotros pasó por los diferentes reinos de la naturaleza. Los seres orgánicos son los que tienen en sí una fuente de actividad íntima que les da la vida. Nacen, crecen, se reproducen y mueren. Son portadores de órganos especiales para la ejecución de los diferentes actos de la vida, órganos apropiados a las necesidades, que la conservación propia les impone. En esa clase están comprendidos los hombres, los animales y las plantas.
En la pregunta 71 de El Libro de los Espíritus, encontramos la siguiente información: «¿La inteligencia es un atributo del principio vital?: No, puesto que las plantas viven y no piensan, tan sólo tienen vida orgánica. La inteligencia y la materia son independientes, pues un cuerpo puede vivir sin inteligencia, pero ésta sólo puede manifestarse por medio de los órganos materiales, y es necesaria la unión con el espíritu para dar inteligencia a la materia animalizada.»
Los espíritus en su origen serían como los niños, ignorantes y sin experiencia, adquiriéndola en las distintas 
etapas de la vida. Dios no creó los espíritus buenos o malos, sino sencillos e ignorantes. El espíritu no se acuerda de las existencias precedentes a su período como hombre, así como el hombre no se acuerda del período que pasó en el seno de la madre. 

Reino mineral
Está constituido de materia inerte, no tiene vitalidad y está formado por la agregación de materia. Su característica básica es la atracción, pues en el reino mineral, el instinto y la materia son nulos. El Espíritu duerme en su primera fase, el principio espiritual estaría influenciado por las organizaciones atómico-moleculares, invitando a la unión. 
Crearía con sus vibraciones un campo de agregación, reflejado en las fuerzas de atracción y cohesión. Así, la organización mineral sería la consecuencia de un poder en la intimidad de sus unidades atómicas, para conducir ordenadamente el proceso de agregación. En la intimidad del mineral, el principio inteligente absorbería experiencias, y fuera mostraría posiciones, renovándose a fin de ejercer nuevos potenciales de orientación, con fuerzas reconstruidas y siempre más complejas, por las vivencias anteriores de idénticos fenómenos. En ese ir y venir de la materia se puede decir que ya existe el principio reencarnatorio en acción. 
Intermediación del reino mineral con el vegetal
Según Emmanuel, el principio inteligente se encontraba en los cristales, completando su fase de individualización, en el larguísimo proceso de autofijación, ensayando poco a poco los primeros movimientos internos de organización y crecimiento volumétrico. Los virus tienen una estructuraformada por un ácido nucleico (o ADN o ARN) y proteínas, por lo que necesitan apropiarse de los mecanismos de una célula ajena para reproducirse y vivir. Los virus tienen una característica mineral. De este modo, la única especie que 
puede cristalizar son los virus, ya que se componen de una cápside, que puede llegar cristalizar sin morirse, utilizando las reglas de los minerales y creando formas geométricas.
Gabriel Delanne, en la obra La evolución anímica nos informa acerca de que el cristal es casi un ser viviente. 
Naturalmente, no se nos ocurre pensar en una inteligencia propia de la materia, aunque el científico Jean Emile Charon dijo que el comportamiento de las partículas interatómicas revela vida incipiente. De lo que pudimos aprender con los citados autores, se podría deducir que el principio 
inteligente se ejercita en el reino mineral, experimentando exactamente características como la combinación química de los elementos básicos, la estructura cristalina en que esa combinación es adquirida y las transformaciones que la naturaleza y el hombre ejercen sobre ese resultado. Estaría de esa forma, preparándose para continuar su jornada en el reino vegetal terrestre. 
Creer que los minerales no evolucionan, por lo que podemos ver en los existentes en nuestro planeta, es 
ignorar la constitución de los mundos en las diferentes etapas evolutivas. El hecho de que los minerales no 
posean vida, no significa que no evolucionen, pues, si eso no ocurriese, no existirían minerales más sutiles en los mundos más evolucionados. 
Reino vegetal
Los elementos del reino vegetal están dotados de vitalidad, tienen instinto de conservación básico, vida 
orgánica, no piensan, no tienen voluntad, ni conciencia de sí mismos. Su característica básica es la sensación. En el reino vegetal el instinto se inicia, el espíritu sueña y la inteligencia es nula. Las plantas son los únicos seres vivos no microscópicos que tienen la capacidad de generar su propio alimento. Todos los seres vivos necesitan llevar a cabo ciertos procesos que les permiten obtener oxígeno y nutrientes, eliminar sustancias o relacionarse con su ambiente. Las plantas, igual que los animales, tienen órganos que cumplen esas funciones. El principio espiritual pasa entonces a vivenciar las experiencias en los vegetales más complejos, mejor estructurados. Ahí tendrá que adquirir la capacidad de reaccionar ante cualquier cambio exterior 
y posteriormente la facultad de sentir, captar y registrar las alteraciones del medio que le rodea, conquistas del principio espiritual, en su recorrido por el reino vegetal. 
Después de identificarse con los virus, continuará en las bacterias rudimentarias, las algas unicelulares y las algas pluricelulares.
En La Génesis, Kardec, explicando la escala de los seres orgánicos, dice: «Entre el reino vegetal y el reino 
animal, ninguna delimitación hay nítidamente marcada. En los confines de los dos reinos están los zoófitos o 
animales-plantas, cuyo nombre indica que ellos participan de uno y otro: les sirve de trazo de unión.» (cap. X) El zoófito tiene la apariencia exterior de la planta. Como planta, se mantiene presa al suelo; como animal la vida en él se encuentra más acentuada: coge del medio ambiente su alimentación. Como los animales, las plantas nacen, viven, crecen, se nutren, respiran, se reproducen y mueren. 
Como aquellos, también ellas necesitan de luz, de calor y de agua; se atrofian y mueren, cuando les faltan esos elementos. La absorción de un aire viciado y de substancias deletéreas las envenena. Ofrecen como carácter distintivo más acentuado conservarse presas al suelo y coger de él la nutrición, sin moverse.
Intermediación entre el vegetal y el animalHay vegetales carnívoros, dotados de vitalidad. Tienen una especie de inteligencia instintiva, limitada, con consciencia de su existencia y de su individualidad. No obran sólo por instinto, no tienen creatividad. La característica básica es la elaboración del instinto.
Reino animal 
El instinto se desenvuelve, despierta, y la inteligencia se inicia. El animal es libre y busca el alimento. En primer lugar vienen las incontables variedades de pólipos, de cuerpos gelatinosos, sin órganos bien definidos, siendo diferentes de las plantas sólo por la facultad de la locomoción. Le sigue en el orden del desarrollo de los órganos, de la actividad vital y del instinto: los helmintos o gusanos intestinales, los moluscos, animales carnosos sin huesos, algunos de ellos desnudos, como las lombrices, los pulpos etc. Otros provenientes de conchas, como el caracol, la ostra; los crustáceos, cuya piel es revestida de una costra dura, como el cangrejo, la langosta; los insectos, a los cuales la vida propicia prodigiosa actividad y se manifiesta el instinto ingenioso, como la hormiga, la abeja, la araña. 
Algunos se metamorfosean, como el gusano, que se transforma en elegante mariposa. Viene después el orden de los vertebrados, animales de esqueleto óseo, orden que comprende los peces, los réptiles, los pájaros; siguen, por fin, los mamíferos, cuya organización es más completa. 
La condición que caracterizaría el principio espiritual en esta fase sería la adquisición del instinto, al principio en los animales inferiores, bastante simples. Posteriormente, en los mamíferos, por los órganos más bien trabajados, se presentaría con más alta y purificada eficiencia, preparando para más adelante, ingresar en el reino de la razón. Es por el instinto, que los animales son avisados de lo que les conviene o perjudica: que buscan, conforme la estación, los climas propicios; que construyen, sin enseñanza previa, con más o menos arte, según las especies, lechos blandos y abrigos para sus progenies, trampas para atrapar la presa 
de que se nutren; que manejan diestramente las armas ofensivas y defensivas de que son provistos; que los sexos se aproximan; que la madre guía a los hijos y que éstos buscan el seno materno. 

Intermediación entre el animal y el hombre
Entre la influencia de la naturaleza animal y espiritual, el espíritu se va liberando de la materia, hasta alcanzar la plenitud divina. La ausencia de hilos en esta transición se debe a la evolución que se procesa fuera de la materia, donde el principio inteligente se encuentra revestido de la proforma espiritual, correspondiendo a la especie, sufriendo modificaciones adaptativas que se ven culminadas en el 
plano material. 
André Luiz nos dice que para alcanzar la edad de la razón,«El espíritu duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se agita en el animal, y despierta en el hombre.» (L. Denis)
Con el título de hombre dotado de razón y discernimiento, el ser automatizado en sus impulsos, de camino hacia el reino angélico, empleó nada menos que un billón y medio de años. Con la conquista de la razón 
aparecieron la lucidez, el libre albedrío, el pensamiento continuo. Hasta entonces, el progreso se daba por la fuerza de las cosas, ya que no tenía conciencia de su realidad, ni tampoco libertad de elección. Al entrar en el reino hominal, ya sí está apto para dirigir su vida y conquistar los valores a través del esfuerzo propio. Ahora deberá esforzarse en la lucha para conquistar los valores superiores del alma, la responsabilidad, la sensibilidad, la sublimación de las emociones, es decir, todo lo que va a necesitar para llegar a espíritus puros. 
En el hombre, sólo al comienzo de la vida domina el instinto con exclusividad. Es por instinto que el niño 
hace los primeros movimientos, que toma el alimento, que grita para expresar sus necesidades, que imita el sonido de la voz, que intenta hablar y andar. En el propio adulto, ciertos actos son instintivos, tales como los movimientos espontáneos para evitar un riesgo, para huir de un peligro, para mantener el equilibrio del cuerpo, tales como el parpadear para moderar el brillo de la luz, abrir la boca para respirar, etc. El hombre tiene todo lo que existe en las plantas y en los animales, domina todas las otras clases 
por su inteligencia especial ilimitada, que a la vez le da conciencia de su futuro, percibe las cosas extrasensoriales, tiene responsabilidad moral, conocimiento de Dios y su siguiente paso es la angelitud. 
 Rafael Arias 




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