jueves, 24 de diciembre de 2015

PARA EL NUEVO AÑO 2.016


 
                     
   MENSAJE ESPIRITUAL

                 

 Perseverad en el bien y no vaciléis (*)

 


Unidos seremos resistencia, fragmentados seremos vencidos en nuestros objetivos esenciales. Tenemos el derecho de discrepar, de pensar de forma diversa y el deber de discutir, de exponer, pero no de disentir.

Hijos e hijas del corazón, nos guarde en su paz el Maestro incomparable.

Los ciclos de la evolución se suceden invariablemente obedeciendo a la planificación superior. Períodos de ascendencia evolutiva caracterizados por el conocimiento, otros períodos de madurez para la fijación de los postulados aprendidos. Es inevitable que vivamos las crisis existenciales resultantes de la situación moral en que se encuentra nuestro planeta.

Os reencarnasteis para contribuir con el momento de cambio de paradigmas del planeta de pruebas y de expiaciones hacia el mundo de regeneración. Asumisteis el compromiso de divulgar a Jesucristo conforme las lecciones insuperables de su Evangelio.

La ciencia y la tecnología, a partir do siglo XVII, viene realizando trabajos para el cual fueron creadas por la Divinidad esos paradigmas, pero el amor, experiencia nueva en el mapa evolutivo de las criaturas terrestres, no puede acompañar este desarrollo fascinante que, de un lado, proporciona comodidad, disminución de aflicciones, facilidades en el intercambio, aproximación de los sentimientos en la construcción del bien, pero bajo otro aspecto, utilizados por mentes enfermas y corazones aturdidos, han sido los instrumentos de la degradación de las masas, de la apropiación indebida de las conciencias, de la vulgarización de las propuestas nobles del bien.

Alucinan aquellos que desean controlar las inteligencias humanas y proclaman el nihilismo, asumiendo la responsabilidad grave de diluir la fe en las almas ya debilitadas, contribuyendo para que se establezca el caos, a través de la pérdida de valores morales y de sentimientos de engrandecimiento del alma. Es necesario vigilar para después orar en tranquilidad ante los recursos que se entrometen con objetivos infames en la siembra luminosa del conocimiento.

Vemos una sociedad que se degrada en la lucha infeliz del egocentrismo, del individualismo, de la consumición de los valores heredados de la divina Providencia y, no pocas veces, la duda interroga las mentes más saludables, “¿cuándo será mejor la sociedad?”, porque los grandes medios de comunicación prefiere la divulgación de aquellas condiciones incompetentes, exageradamente perniciosas, como las que deben ser vivenciadas por las masas. Surgen comportamientos esdrújulos, actitudes que chocan, y lentamente el desencanto y el miedo pasan a residir en los sentimientos antes audaces con la deserción de muchos luchadores empeñados en la construcción del reino de Dios.

No temáis al mal, ni a los malos. Sus artimañas tienen la durabilidad de su propia jocosidad, después desaparecen así que son arrebatados por la tumba los idealistas que despiertan en el Más Allá con la conciencia atormentada y el corazón atrofiado.

Perseverad en el bien.

Unidos seremos resistencia, fragmentados seremos vencidos en nuestros objetivos esenciales. Tenemos el derecho de discrepar, de pensar de forma diversa y el deber de discutir, de exponer, pero no de disentir. Evocando el encuentro de Jerusalén, cuando las dos figuras exponenciales del Evangelio de Jesús, Pedro y Pablo, se enfrentaron para debatir paradigmas de alta relevancia en la divulgación del Evangelio límpido y cristalino que Jesús trajo para todos, sin privilegios ni preconceptos, recordamos que fue el amor que venció las opiniones divergentes y que con lágrimas hizo que el primer concilio de los cristianos se transformase en la piedra angular de la divulgación de la verdad, después de que el Maestro retornó a los páramos divinos.

Manteneos cohesionados con la Codificación Espírita, que un día influenciará el comportamiento de la sociedad terrestre. El Espiritismo no es una filosofía para determinado número de criaturas, es un mensaje de vida eterna para todos los seres humanos. Y, ante la interrogación de los desafíos que parecen presentar una humanidad en decadencia, tened la certeza de que la Barca terrestre continua bajo el comando del nauta Jesús, y en su marcha inexorable aportará en el país de la regeneración.

Daos las manos en cualquier circunstancia.

Que a sensibilidad exacerbada, nacida en la presunción o en los dispositivos egoístas, no os sea impedimento al trabajo de iluminar conciencias.

Existen, hijas e hijos amados, más relevantes acciones del bien que degradación y decadencia. Sucede que el error y el vicio pregonan sus acciones, mientras que la virtud discreta y silenciosa aprovecha las noches sin estrellas para convertirse en lámparas divinas guiando para el momento supremo de la liberación.

Sabemos de vuestras luchas, de vuestros testimonios silenciosos, de las lágrimas vertidas ante lo que deseáis realizar y lo que lográis hacer. No pocas veces, con vuestros guías espirituales, os secamos el llanto y os señalamos el rumbo en el océano bravío a ser conquistado para ser encontradas las tierras prometidas.

¡No vaciléis!

Utilizad los sublimes recursos de la Doctrina, especialmente las reuniones mediúmnicas para, a través de ese puente sublime, que une uno al otro plano de la vida, apurar las cargas de las fuerzas negativas que muchas veces os envuelven, diseminando en los sentimientos amarguras y decepciones.

No creáis que aquello que no lográis sea una negativa del Señor; antes considerad que la dificultad de ahora es la mejor solución para las necesidades vigentes. Mañana entenderéis mejor lo que hoy os es incógnita.

Os saludamos, hijas e hijos de la unión, por los resultados de nuestro encuentro anual, por la serenidad con que discutisteis los temas en curso.

Agradecemos a Dios la comprensión de las necesidades locales, en la Patria del Cruzeiro, en este país continental, que debe restaurar el pensamiento de Jesús y enviarlo para la humanidad.

A Europa y a los Estados Unidos de América del Norte caben las investigaciones más profundas en casi todas las áreas del conocimiento. A la nueva Sudamérica, marcada por el dolor, por el sufrimiento del hermano de África y del indígena ingenuo y nativo, compete el surgimiento del bien con la contribución de Europa y de Asia, caracterizado por el sentimiento de amor. Seremos la demostración viva de que la más palpitante fuerza del universo es el amor, porque Dios es amor, y a través de ese amor que rige en todas partes y en nosotros, podemos tolerarnos y darnos las manos para los objetivos que nos llevarán a la plenitud.

Exultad, porque el Señor vigila y sus embajadores, los co-creadores del planeta que le mantienen la dirección están alertas y la programación en pauta está siendo ejecutada incluso que, por el momento, no sea visible tanto como nos gustaría.

Contribuid, pues, hijas e hijos del alma, con vuestra ternura, cincelando las imperfecciones del período primario de la evolución y, transformándolas en sentimientos de entrega en nombre de la caridad fraternal que, en breve, se expandirá por toda la Tierra, sin que haya la diferencia de los súper desarrollados y de los miserable, cuando entonces el lobo feroz estará en la misma fuente bebiendo el agua al lado del cordero pacífico.

En esos días que se aproximan, y de los que formáis parte, exultad con los corazones dedicados a Jesús y cantad hosannas.

Tenéis el nombre escrito en el libro del reino de los Cielos y esforzaos para que sea mantenido delante de la misericordia inefable de aquel que es el camino hacia la verdad, que es el camino hacia la vida: ¡nuestro Señor Jesucristo!

Los Espíritus-espíritas trabajadores de la Casa de Ismael, mantenedora del lema Dios, Cristo y Caridad, aquí con nosotros, nos solicitan para que les seamos la voz pidiendo: ¡adelante, anónimos cosechadores de la verdad, y amad hasta las últimas fuerzas de vuestra jornada en el bendito planeta!

Mucha paz, hijas e hijos, son los votos del servidor y amigo de siempre,

Bezerra.

(*) Revisado por el autor espiritual.

(Mensaje psicofónico dictado por el Espíritu Bezerra de Menezes al médium Divaldo Pereira Franco en el cierre de la reunión ordinaria del Consejo Federativo Nacional, realizada en Brasilia, entre los días 6 y 8 de noviembre de 2015.)

Traducción. Johnny M Moix

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DESTINOS.

Vislumbramos una continuidad causal y consecuencial en el devenir de nuestras vidas. Dicho de otro modo, somos los forjadores de nuestro propio destino; pues, en las actuaciones de cada día, con nuestros pensamientos y sentimientos, estamos creando fuerzas mentales y anímicas que actuarán en nuestro favor o contra nosotros, para un futuro de dicha o desdicha .
 

Basados en la lógica de los fundamentos expuestos y en la diversidad de aspectos y condiciones humanas, podemos afirmar que, todos los humanos venimos al mundo ya con nuestro destino. No obstante, el destino por adverso que sea, puede ser modificado mediante el propio esfuerzo; pues, DESTINO NO ES FATALISMO CIEGO, SINO UN DETERMINISMO DE LAS CAUSAS. Sin embargo, hay ciertos aspectos del determinismo de la Ley de Consecuencias, que fatalmente han de suceder, siempre y cuando el individuo no restablezca voluntariamente el equilibrio violado o alterado con sus acciones contrarias a la Ley, conscientemente en el pasado.

La Ley ofrece al ser espiritual, el tiempo necesario para su reajuste voluntario; pero, llegado al límite marcado por la Ley, ésta actúa, produciendo el reajuste indispensable para mantener el equilibrio psicocósmico (del propio ser), lo cual se efectúa por medio del dolor purificador.
Así vemos en los tiempos actuales esos cambios bruscos de fortuna, como el caso de Cuba y otros; personas, familias a quienes todo les sonreía, viéndose desposeídos de sus bienes con los cuales contaban para su vejez.

Muchos otros aspectos de desmoronamiento económico-social, así como enfermedades incurables y hasta accidentes fatales; que nos llevan a la conclusión de que los afectados llegaron al límite marcado por la Ley.
Cada uno de nosotros es el heredero forzoso de sus propias conquistas en el pasado, así como de sus errores. Con nuestra actuación en el pasado, hemos creado las vicisitudes que componen nuestro actual destino. Y con nuestra actuación presente, crearemos nuestro destino o predestinación futura. Los que ahora se encuentran ocupando altas posiciones, pueden descender a bajas condiciones sociales en su próxima vida o vidas futuras. Así, el déspota renacerá esclavo o para ser un inválido u otras modalidades dolorosas; la mujer altanera y envanecida por su belleza, renacerá en un cuerpo feo, y hasta deforme y achacoso (según las causas), a fin de superar su vanidad y soberbia; el ocioso, renacerá en los ambientes de vida dura y difícil, a fin de despertar su Espíritu y sacudir la molicie, que es un impedimento de progreso. Quien haya hecho padecer, vendrá a una vida de dolor, consecuencial con sus propias acciones en el pasado; porque, el porvenir es la consecuencia del presente y del pasado.

La riqueza ociosa conducirá a una vida futura de pobreza; mientras que el trabajador industrioso y esforzado en la vida presente, está creando las bases para una vida futura de grandeza. El estudio y el trabajo desarrollan las facultades mentales y capacitan para mayores realizaciones en el futuro, y aún en la vida humana actual.
Las vidas difíciles que no encuentran calma y de las que parece huir toda felicidad, son reajustes, son las que van pagando las maldades cometidas en ésta o en otras existencias; porque las diversas vidas humanas de cada ser espiritual, son solidariamente responsables entre sí. Pues, si bien las personalidades pasadas o cuerpos carnales fueron diferentes, el Espíritu es el mismo y por ende responsable.
¡Cuántos de los ricos inescrupulosos, insensibles al sufrimiento y a las miserias humanas en sus pasadas vidas, les vemos hoy en cuerpos lastimosos mendigando la caridad pública! Y, ¡ay, de los grandes de hoy que abusen de su autoridad o superioridad circunstancial, porque renacerán pequeños!; cerca de los mismos con quienes han abusado, engañado o despojado, renacerán para reparar sus errores.
Tenemos, por ejemplo, el caso de antiguos burgueses egoístas que, condenados a renacer en la misma condición de aquellos a quienes antaño explotaban, les vemos hoy convertidos en esos obreros inconformistas, factores de huelgas, subversiones y desórdenes, porque un vago instinto les hace insoportable su nueva situación.


Los ociosos y maleantes; los embaucadores; los abogados que, por medio de triquiñuelas de procedimiento jurídico despojan a otros; aquellos médicos que, mirando tan sólo su conveniencia, desatienden y hasta abandonan a pobres criaturas porque no pueden pagar; aquellos médicos funcionarios, que insensibles al dolor humano descuidan al enfermo por no molestarse; profesores, que no cumplen con la responsabilidad asumida al aceptar la alta misión del magisterio, en cualesquier de sus grados; seudo apóstoles del cristianismo y practicantes de simonía; etc., etc. ¡Qué dolorosas expiaciones están generando!
Muchas inteligencias son veladas por la expiación. Bajo mezquinas y penosas apariencias, y aún en los idiotas y en los locos, grandes seres ocultos en la carne, expían un pasado de errores y a veces temible.

El ciego de nacimiento o a temprana edad por accidente, nos indica que encarna un espíritu arrepentido y decidido a sufrir en sí mismo el daño de haber privado de la vista a otro (como en los casos de la antigua inquisición o venganzas ruines, por ejemplo) u otra falta grave que da motivo a esa expiación; a fin de limpiar su alma, por el dolor, de ese magnetismo deletéreo que no le permite avanzar en su ascensión espiritual.
El mudo, que encarna al que usó la palabra para calumniar o traicionar, con lo cual hizo sufrir. El manco, el cojo, el paralítico, etc., son demostraciones visibles y elocuentes de sus faltas anteriores. Ciertas enfermedades congénitas y falta de salud desde la infancia, suelen ser consecuencias de vidas anteriores de desorden y despilfarro de energías.

SON DESTINOS DOLOROSOS, CONSECUENCIAS DEL MAL USO DE SU LIBRE ALBEDRIO.

Sebastián de Arauco.
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                                          LA VENIDA DE   
                                JESÚS
                           

                        EL PESEBRE
 El pesebre señalaba el punto inicial de las enseñanzas salvadoras de Cristo, como expresando que la humildad representa la llave de todas las virtudes. Comenzaba la era definitiva de la mayoría de edad espiritual de la humanidad terrestre, al tiempo que Jesús, con Su ejemplo divino, entregaría el código de fraternidad y amor a todos los corazones.
Inútilmente los escritores materialistas de todos los tiempos habían vulgarizado el gran acontecimiento, ironizando sobre los altos fenómenos mediúmnicos que le precedieron. Las figuras de Simeón, Ana Isabel, Juan Bautista, José, así como la sublime persona de María, han sido muchas veces objeto de observaciones injustas y maliciosas. Pero la realidad es que sólo con la ayuda de aquellos mensajeros de la Buena Nueva, portadores de la contribución de fervor, creencia y vida, podría Jesús lanzar en la Tierra los fundamentos de la verdad inamovible.


 CRISTO Y LOS ESENIOS
Muchos siglos después de Su ejemplo incomprendido, hay quien Le ve entre los esenios, aprendiendo sus doctrinas, antes de su labor mesiánica de amor y redención. Las mismas esferas más próximas a la Tierra, que por fuerza de las circunstancias se acercan más a las controversias de los hombres que al sincero aprendizaje de los espíritus estudiosos y desprendidos del orbe, reflejan las opiniones contradictorias de la humanidad, con respecto al Salvador de todas las criaturas.
El Maestro, sin embargo, a pesar de la elevada cultura de las escuelas esenias, no necesitó de su contribución. Desde sus primeros días en la Tierra, se mostró tal cual era, con la superioridad que el planeta Le conocía desde los lejanos tiempos de su principio.


CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS DE ISRAEL
Nada podemos decir de más de Su divino apostolado de lo que la cultura evan-gélica presentó en todos los siglos posteriores a Su venida a la Tierra, reafirmando que Su enseñanza de amor y humildad fue única en todos los tiempos de la humanidad.
De Él afirmaron los profetas de Israel, mucho tiempo antes del pesebre y del calvario: “Se levantará como un arbusto verde, viviendo en la ingratitud de un suelo árido, donde no habrá gracia ni belleza. Cargado de oprobios y despreciado por los
hombres, todos le volverán la cara. Cubierto de ignominia, no merecerá ninguna consideración. Él cargará el fardo pesado de nuestras culpas y sufrimientos, tomando sobre sí todos nuestros dolores. Creeréis ver en Su figura un hombre doblado por el peso de la cólera de Dios, pero serán nuestros pecados los que Le cubrirán de llagas sangrantes y Sus heridas serán nuestra redención. Somos un inmenso rebaño desgarra-do, pero para reunirnos en el camino de Dios, Él sufrirá el peso de nuestras iniqui-dades. Humillado y herido, no expresará la menor queja, dejándose conducir como un cordero al sacrificio. Su tumba será como la de un malvado y su muerte como la de un impío. Pero, desde el momento en que ofrezca Su vida, verá nacer la posteridad y los intereses de Dios han de prosperar en Sus manos”.

LA GRAN ENSEÑANZA
Sí, el mundo era un inmenso rebaño desgarrado. Cada pueblo hacía de la religión una nueva fuente de vanidad, resaltando que muchos cultos religiosos de Oriente derivaban hacia el terreno disoluto de la inmoralidad, pero Cristo venía a traer al mundo los fundamentos eternos de la verdad y el amor. Su palabra, mansa y generosa, reunía a todos los infortunados y a todos los pecadores. Escogió los ambientes más pobres y humildes para vivir la intensidad de sus enseñanzas sublimes, mostrando a los hombres que la verdad no necesitaba el escenario suntuoso de los areópagos, los foros o los templos para hacerse oír en su misteriosa belleza.
Sus sermones, en la plaza pública, se dirigían a los seres más desprotegidos y abandonados, como para demostrar que Su palabra venía a reunir a todas las criaturas en la misma vibración de fraternidad y en el mismo camino luminoso del amor. Com-batió pacíficamente todas las violencias oficiales del judaísmo, renovando la ley anti-gua con la doctrina del esclarecimiento, la tolerancia y el perdón.


LA PALABRA DIVINA
No nos compete proporcionar una nueva interpretación de las palabras eternas de Cristo, en los Evangelios. Dicha interpretación está realizada por casi todas las escue-las religiosas del mundo, debiendo sólo sus comunidades y adeptos observar la ense-ñanza inmortal, aplicándola a sí mismos en el mecanismo de la vida de relación, de manera que se produzca la renovación general siguiendo el sublime ejemplo, ya que si el pesebre y la cruz constituyen una enseñanza inolvidable, mucho más deben repre-sentar para nosotros, los ejemplos del Divino Maestro, en Su trato con las vicisitudes de la vida terrestre.
De sus enseñanzas inolvidables se desprenden consecuencias para todas las áreas de la existencia planetaria, en el sentido de renovar los elementos sociales y políticos de la humanidad, mediante la transformación moral de los hombres dentro de una nueva era de justicia económica y concordia universal. Puede parecer que las conquis-tas del verdadero Cristianismo todavía sean remotas, observando las doctrinas impe
rialistas de la actualidad, pero hay que reconocer que han transcurrido dos mil años desde la palabra divina.
Dos mil años en que los hombres se han destrozado en Su nombre, inventando banderas de separación y destrucción. Han incendiado y se han aniquilado en el nombre de Sus enseñanzas de perdón y amor, masacrando esperanzas en todos los corazones. De todas formas, el siglo presente(7) debe señalar una transformación visceral en la vida humana. El dolor completará las obras generosas de la verdad cristiana, porque los hombres han rechazado el amor en su marcha hacia el progreso.


EL CREPÚSCULO DE UNA CIVILIZACIÓN
Se viene formando, hace mucho tiempo, una nube de humos, en los horizontes de la Tierra, llena de industrias de muerte y destrucción. Todos los países están convo-cados a conferir los valores de la madurez espiritual de la humanidad, vertidos en el planeta hace dos milenios. El progreso científico de los pueblos y sus más nobles y generosas conquistas están llamados al banquete de la matanza y la ambición, mientras la política del mundo se siente maniatada ante los dolorosos fenómenos del siglo actual, se realizan en el espacio nuevas actividades de trabajo, porque la dirección de la Tierra está en las manos misericordiosas y augustas del Cordero.

EL EJEMPLO DE CRISTO
Sin referirnos a los problemas de la política transitoria del mundo, acordémonos que la enseñanza de Cristo quedó para siempre en la Tierra, como un tesoro para todos los infortunados y desvalidos. Su palabra construyó la fe en las almas humanas, haciéndolas entrever sus gloriosos destinos. Es necesario volver a ver la creencia y la esperanza reuniéndose en nuevas catacumbas romanas para levantar el sentido cristiano de la civilización de la humanidad.
Muchas veces vamos a encontrar la divina palabra en los corazones humildes y afligidos, cantando el himno maravilloso de los bienaventurados. Y, para cerrar este capítulo, recordando la influencia del Divino Maestro en todos los corazones sufri-dores de la Tierra, recordemos el episodio del monje de Manila que, acusado de inten-tar la libertad de su patria contra el yugo de los españoles, es condenado a muerte y conducido al cadalso.
En el instante del suplicio, dice sollozando desesperadamente el pobre condenado:
–¿Cómo es posible que muera así, siendo inocente? ¿Dónde está la justicia? ¿Qué hice para merecer tan horrendo suplicio?
Pero un compañero corre a su lado y le dice al oído:

 –¡Jesús también era inocente!...
Ante los ojos de la víctima pasa entonces una claridad de misteriosa belleza. Se secan sus lágrimas y la serenidad vuelve a su semblante pálido, y cuando el verdugo le pide perdón, antes de apretar el siniestro tornillo, le responde resignado:
–Hijo mío, no sólo te perdono sino que te ruego que cumplas con tu deber.



( 7) Se refiere al pasado siglo XX (nota del traductor).

 Historia de la civilización a la luz del Espiritismo. ( A camino de la luz  Cap. XII)
Francisco Cândido Xavier. Por el espíritu Emmanuel.

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  PARA EL NUEVO AÑO  2.016

      Comenzamos un nuevo año llenos de proyectos , metas e ilusiones. Pero veremos transcurrir los días y los meses, y tal vez comprobemos al final del mismo que este ha sido un año más que transcurre como todos hasta aquí.
       Creo que debiéramos fijarnos metas definidas y concretas de lograr si no del todo, al menos en parte, unos objetivos claros con respecto a nuestra reforma interior que es la base fundamental para hacer que el Espiritismo sea no solamente una bella doctrina y teoría que estudiamos y aceptamos desde fuera, sino  que asumimos desde dentro, trabajando en nosotros mismos e intentando un progreso personal y espiritual, que no termina de llegar y concretarse.
      Al verdadero espírita se le conoce por sus obras y estas no pueden manifestarse de modo positivo si no es mediante unos logros internos reales y definidos que a su vez nos capaciten para alcanzar nuevas metas. 
      Yo humildemente propongo a todos los que nos consideramos espíritas, o al menos queremos serlo, fijarnos sobre otras muchas metas la de luchar contra el defecto del orgullo en este año. Para esto deberemos cada día hacernos un profundo análisis de nuestras reacciones, hábitos, motivos, gestos y reacciones, para identificar este grave defecto moral y espiritual que es como tierra fértil para el desarrollo y mantenimiento de otros defectos morales que no podremos erradicar de nosotros sin antes haber alcanzado la humildad, que es el antídoto contra este grave mal del alma que de tantas formas se manifiesta en nosotros y tan solapadamente. Esto que puede parecer tan simple, es mucho más complejo de lo que parece, pues el propio defecto nos hace difícil el identificarlo a cada paso.
     El campo de trabajo es amplio, pues comienza en nuestro propio interior cuando nos relacionamos con el entorno social y propio de cada uno. La importancia de relacionarnos o agruparnos con personas afines a nosotros radica en que nos será mas fácil identificar esta grave tara moral y así , con la humildad que estaremos dispuestos a ofrecer desde nuestros corazones, ir venciendo y superando este mal.
    Deberemos tratar de que se nos note de verdad que somos espíritas  estando en medio de una sociedad muchas veces materialista y atea, pero sin contaminarnos por ella. Todavía los espíritas  nos dejamos arrastrar  muchas veces por las corrientes mundanas, pero debemos tener conciencia clara de que tenemos la gran responsabilidad de dar siempre lo mejor de nosotros, siendo apoyo y luz para tantas personas que se nos crucen en el camino de la vida buscando sin saberlo, la luz del conocimiento avalado con nuestro ejemplo.
    Con el desarrollo de la democracia en España, al cabo de los años hemos visto como multitud de personas que durante años han ocultado , por represión social,  unas  inclinaciones  homosexuales con las que se identificaron desde siempre, se han ido desenmascarando sin importarles más la opinión o calificación del resto de la sociedad. Y esto lo han podido hacer porque en lo social ya gozamos de unas libertades y liberaciones que antaño no existieron durante tantos años.
    Si este colectivo, tal como se dice,  “ ha salido del armario” mostrando con libertad lo que sienten respecto a su identidad sexual, creo que ya es momento de que el gran colectivo de los espíritas , salga también de “su armario”, y se identifiquen sus miembros socialmente como tales, sin vergüenzas ni temores de ser tomados por locos, brujos o desquiciados.  Ya han pasado los años en que por estos temores, muchos espíritas y grupos espíritas se llamaban “parapsicólogos”. No se trata de ir luciendo en un cartel o en una camiseta la identidad de nuestras  creencias, ni  de ir  proclamando nuestras ideas doctrinarias aunque no vengan a cuento en el entorno en donde nos estemos ubicando en un momento determinado;  esto daría de nosotros una imagen mas bien negativa de fanatismo religioso o sectario. Me refiero   mas bien a que no debemos ocultarla o disimularla cuando llegue el caso.
    Debemos ser espiritistas con todas las consecuencias que esto conlleva y con la gran responsabilidad moral y de imagen ante los demás, que a partir de  conocer nuestra identidad de creencias mirarán “con lupa” nuestros actos y reacciones para encontrarnos “el fallo”, que tantas veces encontrarán, pero que deberemos tener siempre la humildad de reconocer y corregir, haciendo ver que no presumimos de perfección, pero si que luchamos por ella contra nuestras propias tendencias.
    Mientras tanto, tenemos también la obligación de formarnos en profundidad en el auténtico Espiritismo, pues para dar antes hay que poseer y no se puede dar a los demás la luz de un  conocimiento que no se tiene bien fundamentado. Por eso será importante la formación en grupo o en familia sobre cada uno de los libros que componen la Codificación de Kardec, analizando y meditando sobre la mas profunda esencia de los mismos.
    Sabemos que uno de los principales objetivos del Espiritismo es el de “dar Luz” a seres desencarnados  durante las reuniones mediúmnicas que en tantos Centros Espíritas se practican. Pero para adoctrinar a los demás antes es necesario que el adoctrinamiento del Espiritismo haya penetrado en profundidad en uno mismo. De ahí la necesidad del estudio y de la reforma interior.
    También considero tan necesaria esta formación y esta mejora individual de cada  espírita, precisamente porque soy de la opinión de que está muy bien esa ayuda que se brinda a los desencarnados, pero no hay por qué esperar a que lo sean para ayudarles. Por tanto creo que esa ayuda de iluminar sus conciencias se puede y debe hacer cuando nosotros y ellos mismos todavía nos encontramos todos encarnados en este mundo.  Dice un sabio refrán que “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”; por tanto esa ayuda que se brinda después de la muerte a quienes ya no vemos, vamos a brindarla ya a los que en este mundo si vemos cuando nos salen al paso en el día a día, de modo que el camino que ahora avancen con nuestra ayuda será trabajo adelantado de cara al gran cambio que supondrá para todos el vernos existiendo en un “más allá” en donde  gracias a la Luz del conocimiento avalado por nuestro ejemplo de ahora, ya no nos sentiremos tan perdidos.
    Que el Padre y el Maestro Jesús con sus buenos Espíritus nos acompañen a lo largo de este año, haciendo que nuestras esperanzas y proyectos de mejora y evolución, se hagan realidad.
- Jose Luis Martín-

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¡¡ FELIZ NAVIDAD ES MI  DESEO PARA TODOS/DAS !!