viernes, 9 de mayo de 2014

Algunas enseñanzas de Kardec

                                       
              DISERTACIONES  DE KARDEC


        El maestro de Lión, entre sus escritos respecto a la enseñanza de los Espíritus, dejo plasmadas las siguiente aclaraciones:

      La doctrina que enseñan hoy los espíritus no tiene nada de nuevo; se encuentran fragmentos de ella en la mayor parte de los filósofos de la India, de Egipto y de Grecia, y completa en la enseñanza de Cristo. ¿A qué viene, pues, el Espiritismo? A confirmar con nuevos testimonios, a demostrar con hechos, verdades desconocidas o mal comprendidas, y a restablecer en su verdadero sentido aquellas que han sido mal interpretadas o voluntariamente alteradas. 
Cierto es que el Espiritismo no enseña nada nuevo: ¿Pero es poco probar de una manera patente e irrecusable la existencia del alma, la supervivencia al cuerpo, su individualidad después de la muerte, su inmortalidad, las penas y las recompensas futuras? 
Desde el punto de vista religioso, el Espiritismo tiene por base las verdades fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma, la inmortalidad, las penas y las recompensas futuras, pero es independiente de todo culto particular. Su fin es probar la existencia del alma a los que la nieguen o dudan de ella; que sobrevive al cuerpo, y que sufre después de la muerte las consecuencias del bien o del mal que ha hecho durante la vida corporal, lo cual pertenece a todas las religiones. 
Como creencia en los espíritus, pertenece a todas las religiones y forma parte de todos los pueblos, puesto que donde hay hombres hay almas o espíritus, y puesto que las  manifestaciones han tenido lugar siempre, y su relato se encuentra en todas las religiones sin excepción. Se puede ser, pues, griego o romano, protestante, judío o musulmán, y creer en las manifestaciones de los espíritus, y por consiguiente, ser espiritista; la prueba está en que el Espiritismo tiene adeptos en todas las sectas. 
Como moral, es esencialmente cristiano, porque la que enseña no es más que el desarrollo y la aplicación de la de Cristo, la más pura de todas y cuya superioridad no es negada por nadie; prueba evidente de que es la ley de Dios, y que la moral está a disposición de todo el mundo. 
Siendo independiente el Espiritismo de toda forma de culto, no prescribiendo ninguno, y no ocupándose de dogmas particulares, no es una religión especial, porque no tiene sacerdotes ni templos. A los que le preguntan si hacen bien o mal en seguir tal o cual práctica, responde: Si creéis vuestra conciencia obligada a hacerlo,hacedlo: Dios tiene siempre en cuenta la intención. En una palabra, no impone a nadie; no se dirige a los que, teniendo fe, están satisfechos de ella, sino a la numerosa categoría de los vacilantes e incrédulos. No los arrebata a la iglesia, puesto que moralmente se han separado de ella total o parcialmente; les hace recorrer las tres cuartas partes del camino para volver a aquélla, a la cual toca hacer lo demás. 
Es verdad que el Espiritismo combate ciertas creencias, tales como las penas eternas, el fuego material del infierno, la personalidad del diablo, etc., ¿Pero no es verdad que estas creencias, impuestas como absolutas, han hecho en todas las etapas de la humanidad incrédulos y los hacen aún hoy en nuestros días? Y si el Espiritismo, dando a estos y a otros dogmas una interpretación racional, conduce a la fe a aquellos que la abandonan, ¿No presta un servicio a la religión? Así es que un venerable eclesiástico decía con respecto a este asunto: “El Espiritismo hace creer algo, y vale más creer algo que no creer nada.

- Allan Kardec -
                                                       
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Justicia y derechos naturales 

873. El sentimiento de justicia ¿es natural o constituye el resultado de ideas adquiridas?
- Tan natural es, que os indignáis a la sola idea de que se cometa una injusticia. No cabe duda de que el progreso moral desarrolla dicho sentimiento, pero no lo crea: Dios lo puso en el corazón del hombre. He ahí por qué encontráis con frecuencia, en personas simples y primitivas, nociones más exactas de la justicia que entre aquellas otras que poseen mucho saber. 

874. Si es la justicia una ley natural, ¿cómo se explica que los hombres la entiendan de una manera tan distinta, y que uno encuentre justo lo que parece injusto a otro? 
- Es que frecuentemente se mezclan con este sentimiento ciertas pasiones que lo alteran, como ocurre con la mayoría de los demás sentimientos naturales, y hacen que el hombre vea las cosas desde un falso punto de vista. 

875. ¿Cómo podemos definir la justicia? 
- La justicia consiste en el respeto a los derechos de cada cual. 

875 a. ¿Qué determina tales derechos? 
- Son determinados por dos factores: la ley humana y la ley natural. Como los hombres han elaborado leyes adecuadas a sus costumbres y carácter, esas leyes establecen derechos que han podido variar con el progreso del conocimiento. Ved si vuestras leyes de hoy, pese a que no son perfectas, consagran los mismos derechos que las de la Edad Media. Aquellas leyes de entonces, ya obsoletas, que se os ocurren monstruosas, parecían justas y naturales en su época. No siempre, pues, el derecho que los hombres establecen es confor-me a la justicia. Por lo demás, sólo regula ciertas relaciones sociales, al paso que en la vida privada hay una multitud de actos que son únicamente del resorte exclusivo del tribunal de la conciencia.

876. Fuera del derecho que la ley humana consagra, ¿en qué se basa la justicia fundada sobre la ley natural? 
- Os ha dicho Cristo: “… como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”116. Ha puesto Dios en el corazón del hombre la norma de toda auténtica justicia, por el deseo de cada cual ver respetados sus derechos. En la incertidumbre de lo que debe hacer respecto al prójimo en determinada circunstancia, pregúntese el hombre cómo querría que se procediese con él en ese caso; pues Dios no podía darle una guía más segura que su propia conciencia. 

116 San Lucas, 6:31. Traducción citada. [N. del T. cast.]
El criterio de la verdadera justicia es, en efecto, querer para los demás lo que se querría para sí mismo, y no querer para uno lo que se querría para los otros, lo cual no viene a ser completamente la misma cosa. Como no es natural que queramos el mal para nosotros mismos, tomando nuestro deseo personal como tipo, o como punto de partida, estamos seguros de querer siempre el bien para el prójimo. En cualquier época y en todas las creencias el hombre ha buscado siempre hacer que prevalezca su derecho personal. Lo sublime de la religión cristiana ha sido tomar el derecho personal como base para el derecho del prójimo.
El Libro de los Espíritus 378 
CAPÍTULO XI 10.- LEY DE JUSTICIA, AMOR Y CARIDAD 

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"Bienaventurados son los que no pertenecen a este mundo, que no están sujetos al intelecto, sino a la Verdad Eterna, Dios".
Marco Antonio Gonzalez Sanchez-

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EL ALMA EN EL MAS ALLÁ

“¿Conserva el alma los afectos que tenía en la Tierra?” Conserva todos los 
afectos morales; sólo olvida los afectos materiales, que ya no pertenecen a su esencia; por 
esto vuelve con suma alegría a ver parientes y amigos, y su recuerdo la hace feliz. 
. “¿Conserva el alma el recuerdo de lo que hizo en la Tierra y se interesa por 
los trabajos que dejó sin concluir?” Esto depende de su elevación y de la naturaleza de 
esos trabajos. Los espíritus desmaterializados se preocupan poco por las cosas materiales, 
de que se felicitan de verse libres. En cuanto a los trabajos que comenzaron según su 
importancia y utilidad, a veces inspiran a otros el pensamiento de terminarlos. 
“¿Encuentra el alma en el mundo de los espíritus a aquellos parientes y 
amigos que la precedieron?” No solamente los vuelve a encontrar, sino que también a 
otros muchos que en precedentes existencias había conocido. Generalmente aquellos que 
más vivamente la aman vienen a recibirla cuando llega al mundo de los espíritus, y la 
ayudan a desprenderse de los lazos terrenales. Sin embargo, la privación de la vista de las 
almas más queridas es, a veces, un castigo para las que son culpables. 

DE LA OBRA DE ALLAN KARDEC  "QUÉ ES EL ESPIRITISMO"

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jueves, 8 de mayo de 2014

Emancipación del alma




        

 Del principio de la emancipación del alma durante el sueño,  parece resultar que tenemos una doble existencia simultánea; la del cuerpo que nos da la vida de relación externa y la del alma, que nos da la vida de relación oculta. ¿ Es exacto esto ?
           En el estado de emancipación, la vida del cuerpo cede a la 
del alma;pero propiamente hablando no son dos existencias. Mejor
 son dos fases de la misma existencia; porque el hombre no vive 
doblemente.

Dos personas que se conocen, ¿pueden visitarse mientras duermen?

Si, y muchos otros que no creen conocerse se reunen y se hablan. Sin sospecharlo, tú puedes tener amigos en otros países. El hecho de visitar, durante el sueño, a personas que pueden seros útiles, amigos, parientes y conocidos es tan frecuente, que casi todas las noches lo verificáis.

¿ Cual puede ser la utilidad de esas visitas nocturnas, puesto que no las recordamos ?

Generalmente al despertar se conserva la intuición, y con frecuencia originan ciertas ideas espontáneas que no se aplican, y son las mismas que se han adquirido durante aquellas conversaciones .

¿Puede por medio de la voluntad provocar el hombre las visitas espiritistas? ¿Puede, por ejemplo, decir al dormirse: Quiero encontrarme esta noche en espíritu con tal persona, hablarle y decirle tal cosa.?

He aquí lo que ocurre. El hombre se duerme, su espíritu se desprende, y con frecuencial lejos está este último de seguir lo que el hombre había resuelto; porque la vida del hombre interesa poco al espíritu cuando está desprendido de la materia. Esto ocurre respecto de los hombres algún tanto elevados, pues los otros pasan de muy distinto modo su existencia espiritual, se entregan a sus pasiones o permanecen inactivos. Puede suceder, pues, que, según el motivo que se proponga, el espíritu vaya a visitar a las personas que desea visitar; pero aunque tenga esta voluntad estando despierto, no es razón para que así suceda.
Un cierto número de espíritus encarnados, ¿ Puede reunirse y formar asambleas?

Sin duda alguna. Los lazos de amistad antiguos o recientes, reunen con frecuencia de este modo a diversos espíritus que son felices estando juntos.

Por la palabra antiguos deben entenderse los lazos de amistad contraída en anteriores existencias. Al despertarnos, tenemos intuición de las ideas que hemos adquiridos en esas conversaciones ocultas; pero cuyo origen ignoramos.

Extraido del Libro de los Espiritus. Capitulo VIII 

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CONSTANTE ESPERANZA

El pesimismo es una especie de carga pesada e innecesaria sobre el celo que la responsabilidad nos impone, induciéndonos a inútil aflicción.
Atención, si.
Derrotismo, no.
Para que nos libremos de semejante flagelo, en el campo intimo, es aconsejable desviar el pensamiento, muchas veces, colgado a detalles aun sombríos en el camino de la evolución.
Para mantener despierto el entendimiento, en esa verdad, recordemos las bendiciones que exceden a nuestras pequeñas y transitorias dificultades.
Es innegable que el materialismo pasó a dominar a mucha gente, ante el avance tecnológico de la actualidad terrestre: con todo existen admirables multitudes de criaturas, en cuyos corazones la fe se irradia como antorcha resplandeciente, iluminando la construcción del mundo nuevo.
Las enfermedades aun presentan cuadros tristes en los grupos humanos; no en tanto, es justo considerar que la ciencia ya liquidó varias molestias, antes juzgadas irreversibles, anulándoles el peligro con la inmunización y con las providencias adecuadas.
Se destacan muchos soldados de la guerra, tumultuando colectividades; sin embargo, los obreros de la paz se mueven en todas direcciones.
Muchos hogares se desorganizan; más muchos otros se sustentan consolidados en el equilibrio y en la educación, manteniendo la seguridad entre los hombres.
Gran número de mujeres se ausentan de la maternidad; entretanto, legiones de hermanas abnegadas se revelan fieles al más elevado trabajo femenino en el Planeta, guardándose en la condición de admirables madres en la devoción al grupo doméstico.
Los procesos de violencia aumentan, casi en todas partes; sin embargo, se amplian los frentes de amor al prójimo que los
extinguen.
Anotando las tribulaciones que se desarrollan en el Plano Físico, no digas que el mundo está perdido.
Innumerables son las bendiciones de Dios que enjambran, alrededor tuyo.
Y se atraviesas regiones de tinieblas, que se te figuran túneles de sufrimiento y desolación, en los cuales cientos o millares de personas perdieron la noción de la luz, es natural que no consigas transformarte en un sol que ilumine en el camino para todos, más puedes claramente encender un fosforo de esperanza.
Por el Espíritu Emmanuel – del Libro: Atención Médium: Francisco Cándido Xavier

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Lo sobrenatural y las religiones 

18. Suponer que el fundamento imprescindible de toda religión es lo sobrenatural, que es la clave del edificio de la cristiandad, es sostener una tesis peligrosa. Si se considera que las verdades cristianas sólo se basan en lo maravilloso, se le otorga un cimiento demasiado precario que se va desgastando a diario. Esta tesis, sostenida por eminentes teólogos que se han erigido en sus defensores, lleva a pensar que en un determinado momento ya no habrá religión alguna, incluso la cristiana, si lo que era considerado sobrenatural se nos mostrase como natural. Por más argumentos que se aduzcan, no se logrará mantener la creencia de que un hecho es milagroso, cuando se ha probado que no lo es. Pues bien, cuando un hecho puede ser explicado por las leyes naturales y ser reproducido por la intervención de un individuo cualquiera deja las leyes de la Naturaleza. Las religiones no precisan de lo sobrenatural, sino del principio espiritual, que sucede confundirse con lo maravilloso y sin el cual no hay religión posible.

El Espiritismo considera a la religión cristiana desde un punto de vista más elevado. Le da una base más sólida que los milagros: las leyes inmutables de Dios, que rigen tanto al principio
espiritual como al material. Esta base desafía al tiempo y a la ciencia y ambos vendrán a sancionarla.

Dios no es menos digno de nuestra admiración, de nuestro reconocimiento y respeto por no haber derogado sus leyes, que son perfectas, sobre todo, por su inmutabilidad. No es necesario lo sobrenatural para tributar a Dios el culto que es debido. ¿Acaso no es la Naturaleza lo suficientemente imponente por sí misma como para necesitar agregarle aditamentos y probar el
poder supremo? Si la religión fuese sancionada por la razón, habría muchísimos menos incrédulos.
El cristianismo nada podría perder con esa sanción, pero sí ganar mucho. Si hubo algo que le perjudicó frente a la opinión de ciertas personas, fue precisamente por el abuso en recurrir a lo sobrenatural. 

19. Si se toma la palabra milagro en su acepción etimológica, cosa admirable, entonces los milagros nos rodean: los aspiramos en el aire y los tocamos al caminar, puesto que todo es milagro en la Naturaleza.
¿Se quiere dar al pueblo, a los ignorantes y a los pobres de espíritu una idea del poder de Dios? Mostradles ese poder en la sabiduría infinita que todo lo preside en la admirable organización de lo que vive, en la fructificación de las plantas, en la adecuación de todas las partes de cada ser a
sus necesidades, de acuerdo al medio en que vive. Mostradles la acción de Dios en la brizna de hierba, en la flor que se abre, en el Sol que da vida. Mostradles su bondad en su solicitud hacia
todas las criaturas, por ínfimas que sean; su previsión en la razón de ser de cada cosa, entre las que ninguna es inútil; el bien que siempre sirve de epílogo al mal aparente y momentáneo. Hacedles comprender que el verdadero mal siempre es obra del hombre y no de Dios. No tratéis de aterrorizar pintándoles el cuadro de las llamas eternas, en las cuales no creerán, y que los llevarán a descreer de la bondad divina. Mas, dadles ánimo con la certidumbre de poder redimirse un día y de reparar el mal que hayan cometido. Mostradles los descubrimientos de la ciencia como revelación de las leyes divinas y no como obra de Satanás. Enseñadles a leer el libro de la Naturaleza, siempre abierto ante sus ojos, en ese libro inagotable en donde la bondad y sabiduría del Creador están inscritas en cada página. Entonces comprenderán que un Ser tan grande, que se ocupa de todo, que todo lo vigila, que
todo lo prevé, debe ser omnipotente. El campesino lo verá en el surco que abre en la tierra y el infortunado lo bendecirá en sus aflicciones, ya que podrá decir: si soy desgraciado, es por mi culpa.
Sólo entonces serán los hombres auténticamente religiosos, racionalmente religiosos, en una medida mucho mayor que cuando creían en las piedras que sudan sangre y en las estatuas que pestañean y vierten lágrimas.
EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC

miércoles, 7 de mayo de 2014

Enfermedades

ENFERMEDADES

Cuando el asunto es enfermedad, todos tenemos una historia para relatar. No existe quien no la conozca, por si mismo, o a través de la experiencia de los amigos, parientes, familiares, colegas.
Algunos la temen y no desean siquiera pronunciar la palabra, como si tal hecho pudiese atraer la enfermedad.
De lo que más se habla es respecto a las enfermedades del cuerpo. Conversamos sobre infecciones, contagios, epidemias, traumatismos físicos, accidentes.
También mencionamos las variadas enfermedades de la mente, en su cuadro de fenómenos psicológicos y psiquiátricos, que se presentan como insatisfacciones, desajustes, conflictos,demencias, etc.
Sin embargo, nos olvidamos de las dolencias del espíritu.
Oímos relatos asombrosos de dolores amargos y continuamos indiferentes.
Sabemos de criaturas apartadas de sus padres, de pequeños entregados a trabajos arduos para su tierna edad y esto no nos sensibiliza.
La enfermedad de la impiedad nos lleva a construir planos de venganza, esparciendo dolor y desesperación.
La dolencia del odio que tanto más nos consume cuanto más le ofrecemos combustible,tornándonos destruidores de la paz ajena, sembrando calumnias, difamaciones, envenenando a las personas unas contra otras.
Enfermedad del celo que nos amarga las horas y nos torna insoportables para aquellos a quien queremos amar de forma total.

Es la falta de finalidad de la existencia la que crea ociosidad, fomenta maldad y nos hace gastar el tiempo de forma inadecuada. Sin ideales a conseguir no hay acciones nobles a realizar y las horas pasan con lentitud, sin hacer algo provechoso que las llene.
Dolencia de la soberbia que nos hace creer que somos mejores que los otros, que nadie más que nosotros merece la felicidad, las compensaciones de la vida, todo lo de bueno que se pueda imaginar.
Portadores de tal virus, despreciamos afectos, nos olvidamos de la gratitud y de cuanto necesitamos unos de los otros para vivir.
Todas las enfermedades del espíritu, en resumen, nos llevan a olvidar y a no respetar las leyes humanas y las divinas.
¡ Y sería tan fácil acabar con todas esas dolencias !. Bastaría con que colocásemos en pauta nuestra voluntad y eliminásemos del mapa de nuestros comportamientos el egoísmo, la rabia, el miedo, el odio y la ansiedad.
El conocimiento y el respeto a los mecanismos del funcionamiento de la vida alteran nuestra manera de ser y nos proporcionan la salud real, aquella que emana del espíritu para el cuerpo, reflejando nuestra armonía interior en lo exterior.

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¿Usted sabia que Jesús jamás enfermó? Maestro por excelencia, Su vida era de amor y por el amor.
Con Sus actos y palabras demostró la grandeza de la verdadera salud invitándonos a vencer las pasiones inferiores y a tratar de caminar al Padre que nos creó, persiguiendo la perfección.
Merchita

(Basado en el libro; Momentos de Alegría – Cap. 17)

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El Espiritismo, lejos de negar o destruir el Evangelio, llega para confirmarlo, explicarlo y desarrollarlo, ayudado por las nuevas leyes naturales que revela. Clarifica los puntos oscuros de la doctrina de Cristo, de manera que para quienes no entendían o resultaban inadmisibles ciertos pasajes del Evangelio ahora podrán comprenderlos y admitirlos gracias al Espiritismo. Sabrán mejor su alcance y diferenciarán lo real de lo alegórico. Cristo les parecerá más grande: ya no será para ellos un simple filósofo, sino el Mesías divino. 
(Allan Kardec, El Génesis)

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EL SENTIDO ESPÍRITA DE LOS FENÓMENOS
1º Todos los fenómenos espiritistas tienen por principio la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, y sus manifestaciones.
2º Estos fenómenos, estando fundados sobre una ley de la Naturaleza, no tienen nada de maravilloso ni de sobrenatural en el sentido vulgar de estas palabras.

3º Muchos de los hechos son reputados sobrenaturales porque no se conoce su causa; señalándoles el Espiritismo una causa, les hace entrar en el dominio de los fenómenos naturales.

4º Entre los hechos calificados de sobrenaturales, hay muchos cuya imposibilidad demuestra el Espiritismo, y coloca entre las creencias supersticiosas.

5º Aunque el Espiritismo reconozca en muchas creencias populares, un fondo de verdad, no acepta de ningún modo la solidaridad de todas las historias fantásticas creadas por la imaginación.

6º Juzgar al Espiritismo por los hechos que no admite, es manifestar ignorancia, y quitar todo el valor a su opinión.

7º La explicación de lo hechos admitidos por el Espiritismo, sus causas y sus consecuencias morales, constituyen toda una ciencia y toda una filosofía, que requieren un estudio serio, perseverante y profundo.

8º El Espiritismo solo puede mirar como crítico serio al que ha visto, estudiado y profundizado todo, con la paciencia y perseverancia de un observador concienzudo; la del que sabrá tanto sobre este objeto, como el adepto más ilustrado; la del que habrá por consiguiente sacado sus conocimientos de otra parte que de las novelas de ciencia, a quien no se podría oponer ningún hecho del que no tuviera conocimiento, ningún argumento que no hubiese meditado; que refutaría, no por negaciones, sino por otros argumentos más perentorios; la del que podría, en fin, señalar una causa más lógica a los hechos averiguados. Este crítico está todavía por encontrarse.
- El Libro de los Médiums-

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     PERSONAJES RELEVANTES DE LA PRIMITIVA IGLESIA QUE SOSTUVIERON LA IDEA DE LA REENCARNACIÓN.

Los primeros dirigentes o fundadores de la Iglesia primitiva tal como el apóstol Pedro o el reconvertido
Pablo de Tarso
Pablo, asumieron esta idea tal como la tenía asumida el mismo Jesús y la mayoría de las sectas y grupos hebreos.
Ammonio Saccas, filósofo alejandrino del siglo I, fue quien transmitió esta idea a San Clemente de Alejandría, padre de la primitiva Iglesia y a su vez maestro de Orígenes; en el año 220 dirigió la Escuela de Alejandría de carácter
Orígenes de Alejandría
neoplatónico.Sin duda,
Orígenes, fue el mas grande sabio y maestro de la Primitiva Iglesia, junto con San
Agustín y Plotino . Por haber mantenido Orígenes la idea de la reencarnación fue condenado en el Sínodo de Constantinopla el año 553
Porfirio en el siglo III, fue un filósofo neoplatónico,que también asumió y defendió esta idea; este a su vez fue discípulo de Orígenes y de Plotino.
Otro personaje a destacar como defensor de esta idea, fue Nemesio, Obispo de Alejandría y gran filósofo que vivió durante el siglo IV.
Asimismo lo fue también Calcidio, destacado filósofo neoplatónico que vivió también en esa misma época.
No podemos dejar de mencionar aquí a otros Primeros Padres de la Iglesia que también fueron defensores de esta idea, tal como San Gregorio Nacianceno, San Justino, San Jerónimo, San Agustín, etc

- Jose Luis Martín-
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Las almas van y vienen. Cuando vuelven a la Tierra dan vida y luz a nuevas formas”
- Ovidio -


lunes, 5 de mayo de 2014

Criterios espíritas ante los fenómenos

 
   EL ESPIRITISMO  SOLO ADMITE LOS FENÓMENOS QUE CONSTATA Y ANALIZA

El Espiritismo no acepta, pues, todos los hechos reputados maravillosos o sobrenaturales; lejos de eso, demuestra la imposibilidad de un gran número, y el ridículo de ciertas creencias que constituyen, propiamente hablando, la superstición. Es verdad que en lo que admite, hay cosas que para los incrédulos, son puras maravillas, o sea, de la superstición; que sea, pero, al menos no discutáis sino estos puntos, porque sobre los otros no hay nada que decir y predicáis a convertidos. Atacándoos con lo mismo que él refuta, probáis vuestra ignorancia de la cosa, y vuestros argumentos caen en falso. Pero, se dirá, ¿en dónde se detiene la creencia del Espiritismo? Leed, observad, y lo sabréis. Toda ciencia solo se adquiere con el tiempo y el estudio; así es que el Espiritismo que toca las cuestiones más graves de la filosofía, a todas las ramas del orden social, que abraza a la vez al hombre físico y al hombre moral, es por sí mismo toda una ciencia, toda una filosofía que no puede ser aprendida en algunas horas como cualquiera otra ciencia; habría tanta puerilidad en querer ver todo el Espiritismo en una mesa giratoria, como en ver toda la física en ciertos juegos de niño. Para aquel que no quiera detenerse en la superficie, no son horas, sino meses y años que son necesarios para sondearle todos los arcanos. Que se juzgue por eso del grado de saber y del valor de la opinión de aquellos que se arrogan el derecho de juzgar, porque han visto uno o dos experimentos, las más veces, a manera de distracción y pasatiempo. Ellos dirán sin duda que no están siempre en disposición de ocuparse en este estudio: concedido; nada les obliga; pero entonces cuando no se tiene tiempo de aprender una cosa, que no se hable de ella y aun menos se la juzgue, si no se quiere ser acusado de ligero; y cuando más se ocupa una posición elevada en la ciencia, menos se le disimula el que trate ligeramente un objeto que no conoce.
 Extraído del Libro de los Mediums- Kardec -


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LUZ, MÚSICA Y FLORES 
( COMUNICADO DESDE EL MÁS ALLÁ)


La paz del Señor esté con todos vosotros: Esta tarde dejaremos vues­tros trabajos y daremos paso a otras enseñanzas que también son muy pre­cisas. Porque si la inteligencia hay que educarla con sabiduría y constancia, también hay que darle al alma efluvios de amor, ya que para elevar la inteligencia tiene que anteceder la elevación del alma. Por ello hoy vamos a tratar de tres temas muy bellos: LUZ, MÚSICA Y FLORES.

La luz ilumina lo más recóndito del alma, saca a flote los defectos ocultos, desvanece egoístas pretensiones e inducciones equívocas; la luz es vida, la luz es amor. De ella parte la vida de las vidas, la belleza de lo bello y el encanto de los encantos. Por algo empieza en la majestuosa, sublime y principal fuente que es DIOS y termina iluminando la más débil inteligencia. Es la salud de la enfermedad intelectual; es el foco que da calorías inmensas a los corazones empedernidos en las bajezas huma­nas; es el vehículo conductor de la verdad, sobre ella camina !o espiritual, y como bella y sublime, todo lo que toca lo embellece y lo sublima. En los muchos millares de palabras que tiene vuestro rico idioma no existen las adecuadas para poder expresar su grandeza.

La música son ondulaciones sonoras que animan la existencia; son vibraciones de los sentimientos del alma. Es la conductora de los pensa­mientos poéticos. Es la armonía que unifica la creación. Lo mismo expan­siona el alma que hace asomar lágrimas a los ojos. Entristece y emociona cuando canta con ella el alma, y cuando se sufre, sus melodías ayudan a sufrir. Esas bellas cualidades del divino arte se sienten tan íntimamente que cuando os identificáis con sus armonías y os deleitáis con sus magní­ficas ejecuciones os eleváis y quisierais confundiros con esa música ce­leste que intuís, cuyos ecos invaden el infinito... Pero, ¡ah, hermanos , según la elevación espiritual así es la percepción...

Vuestra música ha llegado a imprimir en sus pentagramas maravillosas composiciones. El cerebro humano tiene intuiciones magníficas de ese bello arte.

Suponer una música que extasía, suponer un sonido dulce, armónico y sublime; suponer armonía sobre armonía, belleza sobre belleza, y todo eso es cero unidad comparado con la música celeste. Las arpas pulsan notas deliciosas, los ángeles se mecen en las composiciones artísticas de la creación, las luces inmensas y purísimas que invaden el espacio inspiran esas armonías... La luz sonríe; la belleza se encanta; lo divino diviniza a lo Divino y la Sublime Voluntad es la directora de esas armonías deliciosas. Los ecos se repiten en las eternidades, y si una nota sostenida se aleja, aun saliendo muy bella, cuanto más anda más se purifica y su so­noridad es más perfecta. Luego si sale deliciosa termina sublime. Esa Vo­luntad de que os he hablado antes recoge las armonías para luego darlas más puras, más bellas, más deliciosas y más encantadoras... Acumular vuestros conocimientos y suponéosla mucho más divina de lo que podéis creer.

La flor: belleza de la naturaleza; alfombra que tapiza los prados en colorido variado
y divino; semejanza absoluta a una mujer. En la vegetación la belleza es la flor. En la humanidad, la belleza es la mujer... El capullo está cerrado; la niña también. Cuando el sol saluda con sus rayos fructíferos matinales, la flor se inclina y lo saluda; cuando a la niña la despierta también el sol, la madre besa su frente como diciéndole: Toma la vida que a mí me da el sol... Pasan los días; para la niña años... Ya está la flor fecundada, y al saludarla el sol abre sus hojas y aparece la grandeza de colores, exhalando un perfume delicioso que sólo la naturaleza sabe dar; la niña también tiene sus bellos colores en los labios, sus pómulos se sonrojan, empieza a vivir... Otro día para la flor y años para la niña. La flor está completamente abierta; la niña empieza a ser mujer... Llega el jardinero y, usando un perfecto derecho, corta la flor; llega el hombre, y, usando de otro derecho natural, corta las ilusiones de la mujer... La flor sigue adornando la naturaleza; la mujer la purifica... La flor empieza a deshojarse; la mujer a sufrir... La flor, al deshojarse, deja en su centro el cáliz donde está la semilla de la reproducción; la mujer se ha unido al hombre: empieza a beber el cáliz del sufrimiento, empieza a germinar la reproducción...

Tras de la rosa viene el capullo; tras de la unión, la reproducción... Otra rosa empieza a nacer de nuevo; la mujer ha sufrido y perdido su frondosidad y alegría, pero, ¡ah, hermanos!, sabe ser madre; ha pasado por ese sublime paso que eleva a la mujer a un plano muy superior... A la vez que sabe ser madre sabe sufrir, a la vez que sabe sufrir sabe besar; a la vez que sabe besar sabe pedir... Aquel ser es una bendición del cielo; aquel sufrimiento, una purificación del alma... Por ello, queridos hermanos, todos los sufrimientos y sacrificios que soportéis en vuestra existencia, saber que nada se pierde, todo va acumulado a vuestra trayectoria. Cada sufrimiento, cada sacrificio, supone un peldaño superado en la gran escalera del progreso o elevación de vuestra alma. por ello, llevar todo con resignación y acatar con humildad cuanto nos mande el Padre y así estaréis en las mejores condiciones, cual yo, que no sufrí ese terrible tránsito de la vida que habla a la vida que siente; de lo material a lo espiritual.

Buenas tardes y que Dios Todopoderoso nos bendiga a todos. Vuestra hermana Alejandrina.

(Hija del médium.)

Extraído del libro Desde La Otra Vida, por Manuel Uceda Flores.
GRUPO ESPIRITA LUZ CIENCIA Y AMOR.

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BENDICIENDO LA VIDA

  Podemos observar  cuan compleja es la vida, lejos de  ver a los otros diferentes por su forma de actuar y de sentir, vemos que también consiste en la forma de comprender nosotros la vida y la manera de actuar de aquellos que no son como nosotros. Hay que tener una gran moralidad y una extensa concepción de  las cosas y de los sentimientos del ser, para poder opinar sobre lo que sucede a nuestro alrededor.
Y  poco  a poco vamos viendo que la Doctrina Espirita nos ha facilitado un extenso campo de como son la realidad y el buen sentido de las cosas, que no está   solo en el mal actuar de las personas, sino que también consiste en función de cómo lo concebimos, que depende su intensidad e importancia. Restar importancia a  las cosas,  las hacen más llevaderas.
Son muchos padres los que reniegan de los hijos  por ver  al varón que consideran su sucesor inclinado al sexo  varonil,  instituida por Dios en la Tierra el que  el hombre  y la mujer constituyeran la familia, para procrear y dar continuidad a la especie, sabemos que la homosexualidad existe, y aunque hay muchos padres que aceptan esas  digamos inclinaciones de sus hijos, sabemos que hay aun un gran número que los rechazan, los maltratan psicológicamente hasta el punto de convertir sus vidas en un mundo de complejos frustraciones e incluso en un infierno, porque se ven dados de lado, recriminados por su propia familia y esto  no debería darse  aun en la sociedad .
Lo que Dios instituyó para el hombre y la mujer  es lo que debería ser, pero sabemos que muchas de nuestras inclinaciones parten de nuestro pasado, y si el homosexual  encuentra una pareja del mismo sexo y ambos deciden instituir una familia no hacen mal a nadie, lo que sí es recriminable, es que engañemos, caminemos contra corriente, por eso hoy en día, muchos son los que se han decidido a manifestar sus verdaderos sentimientos, “a salir del armario”, bien es  verdad que muchos lo han hecho demasiado tarde, porque habiendo constituido una familia, la separación, el engaño, y todo lo que eso conlleva, hacen sufrir a hijos, compañera, y demás, logran al  manifestar sus sentimientos que se les conozca y al mismo tiempo justifican  su infidelidad, consiguen su satisfacción “felicidad” pero a costa del   sufrimiento de los que hasta ahora componían su mundo.
No somos  nadie para recriminarles, pero hoy en día, con las concepciones que hemos alcanzado de la  vida, si un hijo nos manifiesta que es homosexual, no debemos recriminarle, es  mejor que aceptemos su sentir, a que por no defraudarnos, caminen contracorriente y un día lo  que han mantenido en secreto, al manifestarse nos golpee duramente por ver su mundo destruido y golpeando a todo lo que pilla a su paso, como son los  sentimientos  que han hasta entonces confiado en el, y que no pueden comprender su sentir.
Hemos de ser sinceros con  nosotros mismos y con la vida que nos contempla. Si no nos comprenden, es su problema, si,  no olvidemos que tenemos a nuestro lado  seres que amamos y merecen aunque nos duela, toda nuestra sinceridad. Para que nos amen como somos, y más si en nada les afecta nuestro modo de ser, si decidimos un día sacrificarnos por aquellos que reunimos a nuestro alrededor, como son esposa e hijos, no dudemos de que un cuadro de hermanos al otro lado de la vida y que son mandados por Dios, nos ayudaran, porque ya no podemos dar un paso a tras, porque es demasiado tarde para hacerlo sin ocasionar daños que en muchos casos son irreparables.
Es bueno comulgar con todo el mundo y saber guardar la ropa, todo en la vida merece un respeto de nuestra parte, aun aquellos que no nos comprenden, que nos critican, que nos rechazan, un día cuando la vida les ponga en nuestra misma situación pedirán la comprensión que ahora nosotros les pedimos,  cada mundo es diferente y nadie debe juzgarnos tan solo Dios, y nonos quepa la menor duda que El lo sabe todo  de nosotros, y ante El es quien tendremos  que rendir cuentas, de  cómo sentimos y de lo que hicimos de nuestras vidas, y de las de aquellos que se cruzaron en nuestro camino y a los que debíamos sobre todo respeto y conmiseración.
El sexo  no es nada complicado, lo complicamos  nosotros al hacer de él un mal huso, es como nuestras manos, como todos nuestros órganos otorgados por Dios  para poder actuar en la vida, y muchos  son los que venimos al mundo con alguno deficiente, estropeado, por no haberle dado un buen huso, todo responde a como hemos actuado en la vida y del huso que hicimos de los bienes que Dios nos dio para poder desarrollarnos en ella,  de todo tendremos que rendir cuentas, por eso nada nos beneficia más que el procurar hacer el bien  con los  medios a nuestro alcance, sin exigir para  dar, hacer el bien por el bien mismo.
Contemplemos en el campo   la obra maravillosa de  Dios, vemos que hay  mucha diversidad   flores, cada una de distinto color,  todas contribuyen para ejercer una función y dar sus propiedades  para que sirva a la vida y al ser, en sus necesidades, cada uno de nosotros  también portamos con nuestra forma de ser  a los que nos rodean y hemos de  analizar aquello que emitimos  para que sea bueno y favorable al bien común  en la obra de Dios,

- Merchita - (Adaptado por Jose L. Martín)
                                           
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domingo, 4 de mayo de 2014

MEDIUMNIDAD SOCIAL

Mediumnidad Social
Por : Eugenio Lara


Conforme la definición de Allan Kardec, el “Espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, del origen y destino de los Espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal. (1) Esas relaciones ocurren a través de un proceso de comunicación entre espíritus desencarnados y encarnados, clasificado por el Espiritismo de mediumnidad.

Para el fundador del Espiritismo, mediumnidad es la capacidad que todos los seres humanos poseen de sentir la influencia de los seres desencarnados. “Todo aquel que siente, en un grado cualquiera, la influencia de los Espíritus es, por ese hecho, médium. Esa facultad es inherente al hombre; no constituye, por tanto, un privilegio exclusivo. Por eso mismo, raras son las personas que de ella no posean algunos rudimentos. Puede, pues, decirse que todos son, más o menos, médiums.” (2)

Esa facultad se manifiesta en las relaciones interexistenciales y es la responsable por la interacción entre los dos mundos, el físico y el extrafísico. La mediumnidad surge con el propio ser humano, es inherente, indisociable, un atributo intrínseco de nuestro psiquismo, cuyos registros existen desde la pre-historia.

Todas las grandes religiones de la humanidad, en todas las civilizaciones de la Antigüedad, en todos los libros sagrados, de la Biblia al Corán, en los Vedas y en los Upanishades, en el Bagavhad Gita, el libro de los Mormones, en el Libro de los Muertos del antiguo Egipto, entre otros, se observa la influencia de los Espíritus en el mundo corporal.

Con las investigaciones realizadas en el siglo pasado, hoy los estudiosos del Espiritismo admiten esa influencia, no solamente por la vía natural, tradicional, en la internación comunicativa entre un determinado Espíritu y el médium, sino también a través de aparatos electrónicos, la llamada Transcomunicación Instrumental (TCI), que al lado de la Transcomunicación Mediúmnica (TCM), constituyen un conjunto de fenómenos insertados en el universo del Proceso de Comunicación mediúmnica (PCM).

Según la teoría desenvuelta por Kardec en sus experimentos, evidenciada por las investigaciones metapsíquica y parapsicológicas, esas interacciones entre las dos dimensiones ocurre en función de la existencia de una materia sutil, el fluido cósmico universal, concepto semejante al prana de los orientales, pero adecuadamente definido como energía cósmica, cuyas propiedades aun poco conocidas.
 Es a través de la manipulación de esa energía que los Espíritus pueden influir en el mundo corporal y, en contrapartida, los encarnados consiguen obtener efectos impresionantes cuando manipulan la energía vital (una modificación de la energía cósmica), cuya fuente se encuentra en la naturaleza, especialmente en los llamados médiums de efectos físicos, estableciendo influencias en la dimensión extrafísica, paralela a la nuestra.
Esa forma de energía, aun poco conocida, “desempeña el papel de intermediario entre el Espíritu y la materia propiamente dicha, demasiado  grosera para que el Espíritu pueda ejercer acción sobre ella.” (3)

Más allá de la mediumnidad, la reencarnación es otro portal que permite la influencia de los Espíritus en el mundo físico. De modo que, según la teoría espírita, la mediumnidad y la reencarnación son sus dos únicas formas de que los Espíritus puedan servirse para influir en la materia.

La influencia espiritual no se da solamente en las relaciones interpersonales. Ella ocurre en un nivel colectivo, social, lo que nos lleva a pensar de la mediumnidad en parámetros que extrapolan las relaciones localizadas, individuales, sea en un nivel éticamente positivo (la inspiración), como también en los procesos obsesivos. Allan Kardec admitió la tesis de que la obsesión puede darse en un nivel colectivo. “Lo que un Espíritu puede hacer con un individuo, varios Espíritus pueden hacerlo con varios individuos simultáneamente, dando a la obsesión un carácter epidémico. Una legión de malos Espíritus puede invadir una localidad, y ahí manifestarse de diversas maneras. Fue una epidemia de ese género que castigó a Judea en el tiempo de Cristo.” (4)


MEDIUMNIDAD Y SOCIOLOGÍA

El concepto de mediumnidad, aplicado en el campo sociológico, se alarga, se amplia al punto de que tenemos que añadir un adjetivo, a fin de cualificar esa modalidad fenomenológica aun sin considerar por las ciencias sociales.

Humberto Mariotti
Mediumnidad social fue la expresión acuñada por el filósofo porteño Humberto Mariotti (5), en su libro Parapsicología y Materialismo Histórico (6), a partir de estudios realizados por él sobre la monumental obra Espiritismo Dialéctico, del también porteño Manuel S. Porteiro. (7)

Mariotti, a menudo más poeta que filósofo, ve en la mediumnidad social el campo propicio para la manifestación superior de Espíritus extremadamente elevados, lo que en su visionaria concepción, daría origen a lo que denominó de Espiritocracia. Según él, la mediumnidad social sería una nueva facultad mediúmnica, “por medio de la cual los fenómenos sociales, políticos y económicos serán aclarados por los Grandes Seres, que se comunicarán con el alma del pueblo para expresar al Hombre y al Ciudadano el verdadero significado de la existencia y de las cuestiones sociales.” (8)

La Espiritocracia, conforme el concepto del eminente filósofo porteño, sería una forma extremadamente avanzada de democracia mediúmnica, donde los tributos espíritas, a través de la mediumnidad social, realizarían un movimiento de una intensa transformación ética y comportamental en el seno de la sociedad, cuyo concepto se constituye en una superación que Allan Kardec denominó de Aristocracia Intelecto-Moral. (9)

Según Mariotti, “la Historia siempre fue movida por la mediumnidad social”, que abarcará “tanto la tribuna y al orador, como a las masas. En ciertos momentos, los pueblos desarrollan un tipo de mediumnidad colectiva, por medio de la cual se producen las revoluciones históricas, como la francesa y la rusa.” (10)

El Espiritismo, en su visión, es el único espiritualismo “que posee caracteres mediúmnicos; por consiguiente, es él que debería dirigirse a los pueblos, para que desenvuelvan sus cualidades psíquicas y metapsíquicas.” (11)

El pensador espírita francés León Denis es también uno de los partidarios de la idea de que el mundo de los Espíritus no es una dimensión estática, estacionada y parada en el tiempo y en el espacio. Para él, “las almas de los muertos no son entidades vagas, indefinidas, como algunos creen, pues alcanzando las altas capas de jerarquía espiritual, ellas se convierten en poderes notables, en centros de actividades y de vida capaces de ejercer una acción sobre la humanidad terrestre.”

Por la sugestión magnética, pueden influir sobre aquel que eligieran, haciendo en él germinar la idea matriz e incitándolo al acto decisivo que va a coronar su obra.

Es de esa forma que los invisibles se envuelven en los actos de los vivos, para concretar el bien y el cumplimiento de la justicia eterna”. (13)

Ese envolvimiento activo de los Espíritus, citados por León Denis, ocurre por ejemplo, durante los conflictos bélicos, en las guerras. Kardec incluye esa cuestión en El Libro de los Espíritus:


541. ¿Durante una batalla, hay Espíritus asistiendo a los combates y amparando a cada uno de los ejércitos?
Sí, y que les estimula el coraje.”
Los antiguos se figuraban a los dioses tomando partido de este o aquel pueblo. Esos dioses eran simplemente Espíritus representados por alegorías.”

542. Estando, en una guerra, la justicia siempre de uno de los lados, ¿cómo puede haber Espíritus que tomen partido por los que se baten por una causa injusta?
Bien sabéis que hay Espíritus que sólo se complacen en la discordia y en la destrucción. Para esos, la guerra es la guerra. La justicia de la causa poco les preocupa.”

543- ¿Pueden algunos Espíritus influenciar al General en la concepción de sus planes de campaña?
Sin duda alguna. Pueden influenciarlo en ese sentido, como con la relación a todas las concepciones.”

544. ¿Podrían malos Espíritus sugerirle planes erróneos con el fin de llevarlo a la derrota?
Pueden; pero, ¿no tiene él el libre albedrío? Si no tuviera criterio suficiente para distinguir una idea falsa, sufrirá las consecuencias y mejor haría obedeciese en vez de mandar.”

545. ¿Puede, alguna vez el general ser guiado por una especie de doble vista, por una visión intuitiva, que le muestre de antemano el resultado de sus planes?
Eso se da a menudo con el hombre de genio. Es lo que él llama inspiración y lo que hace que se obre con una especie de certeza. Esa inspiración le llega de los Espíritus que lo dirigen, los cuales se aprovechan de sus facultades de que lo ven dotado.” (14)

La intervención de los Espíritus en el mundo corporal es un tema extremadamente importante en el Espiritismo, al punto de dedicarle Kardec un capítulo entero en El Libro de los Espíritus, cuyo mecanismo será analizado en su obra posterior, El Libro de los Médiums.
 Esa intervención puede ser oculta o manifiesta, cuando es evidenciada por los fenómenos de efectos físicos. Sufrimos la influencia de los Espíritus diariamente, en todo instante. Ella se da en nivel individual o colectivo, de modo espontáneo y desorganizado. O entonces, de forma planeada y dirigida, a partir de un proyecto, de una acción coordinada buscando un determinado objetivo.
 El conflicto de ideas, de clases, que ocurre en nuestro mundo, también existe en el mundo de los Espíritus. Por afinidades, grupos de personas se aglutinan alrededor de una idea, formando partidos, movimientos, organizaciones dedicadas para el bienestar o para el mal. El crimen organizado no existe solamente en nuestro mundo. De la misma forma que las organizaciones humanitarias extrafísicas actúan de forma decisiva en los procesos sociales, conforme describe el Espíritu André Luiz a través de la mediumnidad de Chico Xavier.
 La influencia es mutua. Ella es interactivada, y no se da de forma tan unilateral como parece ser cuando leemos esa otra pregunta de El Libro de los Espíritus:

459. ¿Influyen los Espíritus en nuestros pensamientos y en nuestros actos?

Mucho más de lo que imagináis. Influyen a tal punto que, de ordinario, son ellos los que os dirigen.” (15)

Hay quien sustenta que nuestro mundo es un reflejo del mundo de los Espíritus. Se trata de una concepción metafísica, mística, cuyos fundamentos están bien distantes de la buena lógica y del buen sentido.
No obstante, son dos lados de una misma moneda. Vivimos en un gran ecosistema (físico y extrafísico) que ínter obra, se interpenetran, pero en la forma, en el formato, en su construcción, está sujeto al nivel evolutivo, al progreso de las ideas, al desarrollo tecnológico, a tal punto que podríamos, incluso, invertir la formula contenida en esa cuestión.
¿No serían los hombres los que dirigen a los Espíritus, mucho más de lo que ellos imaginan? Al final, quiera o no quiera, la decisión humana, en muchas instancias, estará siempre restringida al ejercicio del libre albedrío.


JUANA DE ARCO Y LOS ESPÍRITUS

En la historia de la humanidad, la trayectoria de Juana de Arco (1412-1431) es una de las más emblemáticas en cuanto a la intervención de los Espíritus en el proceso social.
Simple campesina, analfabeta, criada dentro de los principios del catolicismo, Juana comenzó a oír voces y tener visiones a partir de los 12 años de edad. En la primera visión, vio una gran luz y enseguida la aparición de santos. El arcángel San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita fueron las entidades que le revelaron una misión: la de liberar a los franceses del yugo inglés.
Ese hecho ocurre durante la Guerra de los Cien Años, entre Inglaterra y Francia, que se prolongó por más de un siglo (1337 a 1450) y marca una fase de transición entre el feudalismo y el capitalismo.
Bajo la inspiración de los Espíritus, Juana de Arco convenció al rey Carlos VII de su misión, que le otorga el título de “jefe de guerra”, eso con apenas 17 años. Vestida con una armadura de guerrero, espada y un estandarte, lidera a un ejercito de hombres envueltos por su magnetismo, por la influencia de los Espíritus y confiando en la victoria.
Juana toma la ciudad de Orleáns (1429) y las principales bases de los enemigos ingleses. Fue el principio de la definitiva expulsión de los ingleses, que solamente se daría en 1450, con la victoria final de Carlos VII y retoma Normandia.
Incluso habiendo sido herida en París, traicionada, presa, juzgada y quemada como hereje por los ingleses, como una bruja, Juana se volvió un símbolo de libertad y del patriotismo francés, algo que en la época no estaba muy claro, pues la idea de nación aun no estaba bien desarrollada entre los franceses.
El filósofo espírita León Denis fue un gran admirador de esa formidable heroína. Juana de Arco, Médium es una de sus obras más elocuentes. En ella, el Druida de Lorena analiza la vida y el martirio de esa excepcional médium, según los principios espíritas. “Juana de Arco era pues, una intermediaria de dos mundos, una médium poderosa. Por eso fue martirizada, quemada. Tal, por regla, es la suerte de los enviados de lo Alto”.
Hasta hoy, los fenómenos de videncia, auditivos, premoniciones, no son aceptados por los historiadores. Mucho menos la decisiva intervención de los Espíritus en aquella delicada fase de la historia humana, pues tales acontecimientos contribuirían para que surgiese un contexto propicio a la venida Revolución Francesa, en 1789. (17)
En una reunión anual de la Academia Americana de Neurología, realizada en 1990, las investigadoras Lydia Bayne y Elizabeth Foote-Smith, de la Universidad de California, en San Francisco, concluyeron que la inspiración, las voces y las visiones de Juana era en verdad una forma rara de epilepsia.
Según esas perspicaces científicas, el ataque epiléptico en vez de darse por medio de convulsiones, se manifiesta en forma de delirios, de alucinaciones. Juana sufría entonces de Apoplejía Parcial Compleja. (18) cabe recordar que el médium Francisco Cándido Xavier es también considerado un epiléptico por neurólogos y parapsicólogos de bata.
El hecho es que esa humilde campesina, influenciada por voces y visiones, dirigió ejércitos en la Edad Media, en una época en que ser mujer y, aun más, guerrera, no era algo común y bien aceptado por la sociedad de la época, tanto que fue quemada por bruja.
Solamente en 1455 la corte eclesiástica rectificó el proceso inquisidor que la historia le incriminó. De mujer-demonio, se volvió santa, canonizada solamente en 1909 por la misma iglesia que la quemó en una plaza pública. El caso de Juana de Arco hasta hoy intriga a los historiadores. Ninguna de las corrientes de la Historia dio respuesta a esa cuestión.
Allan Kardec también, como Denis, se interesó por Juana de Arco. Llegó a comentar en la Revista Espírita (1858) una polémica obra psicografiada por la médium Ermance Dufaux, titulada La Vida de Juana de Arco (Dictada por Ella Misma) (19)
La médium, que fue colaboradora del fundador del Espiritismo, recibió la densa obra, repleta de informaciones históricas, con apenas 14 años. Sabemos que los incrédulos harán siempre mil y una objeciones; pero para nosotros, que vimos a la médium operar, el origen del libro no puede ser puesto en duda”, (20) afirmó Kardec al respecto del interesante libro, lanzado en 1858.

RELECTURA DE LA HISTORIA

Incluso con todas las dificultades de comprobación del fenómeno mediúmnico, la acción de los Espíritus en el proceso histórico es un componente fundamental para el entendimiento de determinados hechos.
A partir del concepto de mediumnidad social es posible hacer una relectura de la historia, amparada no solamente en el análisis de la fenomenologia mediúmnica, así como también de informaciones venidas de los Espíritus, según una metodología adecuada, conforme los mismos parámetros que guiaron a Allan Kardec en sus estudios sobre la mediumnidad.
Según León Denis, la intervención de los Espíritus ocurre de tiempo en tiempo en la vida de los pueblos, “como en los tiempos de Juana de Arco. La mayoría de las veces, sin embargo, la acción que ejercen permanece oscura, primero para salvaguardar la libertad humana y, sobre todo, porque si es indudable que ellos desean ser conocidos, no menos cierto es querer que el hombre se esfuerce y se haga apto para conocerlos.

Y prosigue el filósofo: Los grandes hechos de la Historia, debidos a la intervención de ellas, son comparables a las aberturas que se producen de súbito entre las nubes, cuando el tiempo está sombrío, para mostrarnos el cielo profundo, luminoso, infinito, claros esos que, mientras tanto, luego se cierran, porque el hombre aun no se encuentra bastante maduro para tomar y comprender los misterios de la vida superior.” (21)

Afirma Manuel S. Porteiro que desde los siglos más antiguos, los muertos han llamado la atención de los vivos y ya era hora de que la ciencia se de por advertida.
Por absurdos o inverosímiles que parezcan los fenómenos espíritas, no dejan, no obstante, de ser ciertos y naturales como todas otras manifestaciones de la Naturaleza y del Espíritu que la anima.”
El demonio de Sócrates, la diva de Plotino, la ninfa de Numa, dejaron de ser personajes mitológicos para convertirse, a la luz del Espiritismo, en genios protectores o en espíritus vinculados a la vida de ciertos hombres, por afectos u otras diversas razones, capaces, en ciertos casos, de ser vistos y aun fotografiados, como Katie King de William Crookes, la Estela de Livermore, la Yolanda de Elisabeth D’Esperance, el Joey de Alexander Aksakoff y el Vicente del Dr. Imoda.” (22)

Hay una infinidad de situaciones provocadas por los Espíritus que aun no fueron debidamente analizadas por la historia oficial. La epopeya del Éxodo, con la liberación del pueblo judío por Moisés, bajo la inspiración y acción extrafísica de Jehová, el espíritu universal __ el “Señor de los Ejércitos”, que fulminó Sodoma y Gomorra y eventualmente enviada por ángeles (Espíritus) a los patriarcas, como aquel que luchó corporalmente con Jacob y el que ayudó a Tobías a curar a su padre de la ceguera, hasta el evento mediúmnico del Pentecostés, un marco en la propagación del cristianismo, registrado en los Actos de los Apóstoles.
La acción de Krishna y del Espíritu en las tradiciones descritas en el Mahabharata; en la cultura céltica, cuyos guerreros eran respetados por su coraje, por su furia.
Ellos no temían la muerte (los celtas eran reencarnacionistas) y contaban con el auxilio de los guerreros celtas desencarnados, evocados por el druida, un mago, poderoso médium iniciado en los misterios de los fenómenos de la naturaleza.

La Cabaña del Tio Tom, celebre obra escrita por la norteamericana Harriet Beecher Store, en 1852, fue una contundente denuncia de la esclavitud y sirvió como fuente de inspiración para la abolición norteamericana, que culminó con la Guerra de Sucesión. Esa obra, uno de los grandes clásicos de la literatura mundial, fue considerada por el gran escritor León Tolstoi como “una de las grandes producciones de la mente humana”.
Por los relatos de la escritora, la obra fue obtenida en trance mediúmnico, en los moldes semejantes a las obras recibidas por el médium Chico Xavier. (23) algunos años después el celebre presidente de los Estados Unidos, Abrahán Lincoln, realizaría sesiones mediúmnicas en la Casa Blanca, hecho ese que hasta hoy no fue debidamente aclarado. (24)
No podría quedar fuera lo que Arthur Conan Doyle llamó de “invasión organizada”. En un espacio de diez años (de 1948 a 1858) hubo una acción intensa de los Espíritus por medio de fenómenos de Poltergeist, raps, materializaciones etc., en todo el mundo, sobretodo en Europa y América del Norte.
 América latina tampoco pasó intacta. En Brasil, principalmente en Ceará, la prensa registró lo que se convino en llamar mesas giratorias.
Del 31 de marzo de 1948, cuando se iniciaron los celebres fenómenos de Hydesville
Hidesville-Casa Hermanas Fox
con las hermanas Fox, en los Estados Unidos, hasta la fundación de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, en 1858, el mundo fue invadido por la acción de los Espíritus, en un proceso anticipado por las revelaciones personales del profeta y clarividente sueco Emmanuel Swedenborg, por el sensitivo Edward Irving y los poderes psíquicos del norte-americano Andrew Jackson Davis.

En fin, muchos son los hechos históricos a la espera de una relectura a la luz del concepto de mediumnidad social y de los principios espíritas. La evolución del ser humana, de la sociedad y de la historia pasa necesariamente por la interacción entre lo físico y lo extrafísico, a través del fenómeno mediúmnico y del fenómeno palingenésico.

Eugenio Lara, arquitecto y periodista, es miembro-fundador del Centro de Investigación y Documentación Espírita (CPDoc), del Instituto Cultural Kardecista de Santos (ICKS) es uno de los cordinadores del site  Pensamento Social Espírita.


Procedencia de ADE-SERGIPE
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                                    EL EGOÍSMO
El egoísmo, llaga de la Humanidad, tiene que desaparecer de la Tierra, cuyo progreso moral obstaculiza. Al Espiritismo está reservada la tarea de ascender en la jerarquía de los mundos. Es, por tanto el blanco hacia el que los verdaderos creyentes deben apuntar sus armas, dirigir sus fuerzas y su corage. Digo coraje porque de el neccesita cada uno para vencerse a sí mismo, antes que vencer a los demás. Que cada uno, por tanto, emplee todos sus esfuerzos a combatirlo en sí, cierto de que ese monstruo devorador de todas las inteligencias, ese hijo del orgullo es el causante de todas las miserias del mundo terrenal.Es la negación de la caridad y por consiguiente, el mayor obstáculo para la felicidad de los hombres.
Jesús os dió ejemplo de caridad y Poncio Pilatos el del egoísmo, pues cuando el primero, el Justo, va a recorrrer las estaciones de su martirio, el otro se lava las manos, diciendo: ¡Qué me importa!. Luego se animó a decir a los judios: Este hombre es justo, ¿Por qué lo queréis crucificar?. Y sin embargo deja que lo conduzcan al suplicio.
Es a ese antagonismo entre la caridad y el egoísmo, la invasión del corazón humano  por esa lepra que se debe atribuir al hecho de que el Cristianismo aún no ha desempeñado por completo su misión. Os cabe a vosotros, nuevos apóstoles de la fe, que los Espíritus Superiores esclarecen, el encargo y el deber de extirpar ese mal, a fin de dar al Cristianismo toda su fuerza en desobstruir el camino de piedras que le entorpecen la marcha. Expulsad de la Tierra el egoísmo para que ella pueda subir en la escala de los mundos, por cuanto ya es tiempo de que la Humanidad cumpla primeramente las expectativas de vuestros corazones. 
 Emmanuel, (París, 1861)
( Del Evangelio Según el Espiritismo, cap.XI)



 Expulsai da Terra o egoísmo para que ela possa subir na escala dos mundos, porquanto já é tempo de a Humanidade envergar sua veste viril, para o que cumpre que primeiramente o expilais dos vossos corações. — Emmanuel. (Paris, 1861.)

(Fonte: O Evangelho segundo o Espiritismo, cap. XI, item 11.)

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VIGILEMOS EL PENSAMIENTO, PUES  ES DEMASIADO PODEROSO


Podemos conceptuar el pensamiento como un flujo de ideas, símbolos y asociaciones, cuyos elementos consisten en agrupar y coordinar imágenes, en prenderles las conexiones constituidas, con el fin de retocarlas y agruparlas en nuevas correlaciones más o menos originales y completas según la mayor o menor potencia intelectual del individuo, junto con la capacidad de percepción y comparación, para promover la asociación de ideas.

El proceso por el cual se opera el fenómeno del pensamiento es problema que la ciencia oficial no puede, hasta hoy, desbandar. Podemos interpretar el “pensamiento” como algo que se tiene “en mente”, cuando se refleja con el propósito de conocerse algo y entender alguna cosa. En cuanto a la mente, es algo abstracto, equivalente al espíritu, a la inteligencia, y por la cual entendemos el que dentro de ella se encuentra bajo la forma de idea, de concepto y de representación.
El pensamiento tiene como objeto: las cosas, o mejor, las ideas de las cosas y es, sin duda, fuerza creadora de nuestra propia alma y, por esto mismo, es la continuación de nosotros mismos. A través de él, actuamos en el medio en que vivimos y procedemos, estableciendo el padrón de nuestra influencia, en el bien o en el mal.
Filosóficamente, observamos que hay la realidad que depende de la existencia de un observador y la realidad que es independiente del observador. Elementos como átomos, fuerza, gravedad, fotosíntesis, son ejemplos de que existe independientemente del observador- es la realidad natural. En contrapartida, dinero, propiedad y gobierno son ejemplos que dependen de nosotros para existir – es la realidad social, cultural, existencial. El peso que las ideas o palabras ejercen sobre nuestras acciones, sobre nuestros estados emocionales, sobre la construcción de nuestras vidas, casi siempre es inmenso.

El pensamiento actua a la manera de onda, con una velocidad muy superior a la de la luz, y la mente es la dinamo generadora de la fuerza creativa. Siendo materia, la onda mental es formada por corpúsculos, los cuales André Luiz denominó de “partículas mentales, que se expresan como ONDAS Y FORMAS MENTALES.” (1) En situaciones extraordinarias de la mente, excitación de los micros “núcleos atómicos mentales”, cuáles sean, las emociones profundas, los dolores indivisibles, las laboriosas y aturadas concentraciones de fuerza mental o las suplicas aflictivas, el dominio de los pensamientos emite rayos muy cortos, teóricamente semejantes a los que se aproximan a los rayos gama.
Decididamente, muchas de nuestras acciones solo acontecen porque pensamos algo, deseamos algo, acreditamos en algo, tememos algo, o sea, hay un estado subjetivo que provoca un tipo de movimiento en el concreto mundo. Si eso es hecho – y es difícil, empíricamente, dudar de ese hecho – entonces, la interferencia de lo que pensamos sobre lo que vivimos es mucho mayor de lo que, habitualmente, imaginamos. De esta forma, el dicho popular, “cuidado con lo que usted piensa”, posee un sentido mucho más amplio. A rigor, nuestros pensamientos interfieren y determinan nuestras acciones, nuestros posicionamientos, y el mundo en que vivimos se constituye a partir de la interferencia de esas acciones nuestras sobre él.
Tenemos, entonces, pensamientos que generan acciones, que generan pensamientos, que generan acciones. Acciones que generan el mundo, que genera acciones. El pensamiento del otro que constituye mi pensamiento, que constituye el pensamiento del otro. ¿Cuáles son los límites, las líneas divisorias entre esos elementos? Creo no es posible, establecer esos límites, o sea, cuando un elemento termina y el otro comienza. No hay fronteras, territorios específicos del pensar, del actuar, de yo, del otro. La constatación de la fluidez de nuestro pensar y, consecuentemente, de nuestras acciones, en fin, de aquello que somos, tal vez permita una mejor comprensión de cómo vivir en un mundo, donde no haya una única posibilidad, más todas las posibilidades, o sea, donde todo sea posible.

Bajo el punto de vista espirita, “nuestro pensamiento residirá donde proyectemos nuestros pensamientos, cimientos vivos del bien o del mal”. (2) Los pensamientos negativos corrompen los fluidos espirituales, como los miasmas deletéreos corrompen el aire respirable, o sea, el optimismo es expansión de la luz y el pesimismo es condensación de la sombra. Los infelices imaginan que el viento gime; los alegres y llenos de optimismo confirman que el canta, hasta porque la vida tiene el colorido que le damos, pues el mundo es como un espejo: devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos.
Los fluidos que envuelven a los Espíritus obsesores, lo que estos proyectan, son viciados, variando de acuerdo con el grado de imperfección de cada uno, al paso que los que envuelven los Benefactores espirituales, o que ellos emiten, son puros, tanto como comporta el grado de perfección moral que hayan conquistado. “El pensamiento es el generador de los infra corpúsculos o de las líneas de fuerza del mundo subatómico, creador de: corrientes del bien o del mal, grandeza o decadencia, vida o muerte, según la voluntad que exterioriza y dirige.” (3)
Otro aspecto a considerar es que tanto los buenos pensamientos como los malos, emitidos por un ser encarnado, afectan, considerablemente. Las mentes de hermanos, también encarnados, en fajas mentales equivalentes. Es imprescindible comprender que, después de la muerte del cuerpo físico, proseguimos desenvolviendo los pensamientos que cultivamos en la experiencia carnal. Nuestros pensamientos generan nuestras acciones y nuestras acciones generan los pensamientos de los otros. Toda carga que el pensamiento exterioriza y proyecta, alcanza a aquel a quien va dirigido. Cuando es benigno y edificante, se ajusta a las Leyes que nos rigen, creando armonía y felicidad. En cambio, cuando es desequilibrado y deprimente, establece aflicción y ruina. En otras palabras: el pensamiento actúa y re actúa, propiciando para el emisor todo lo que sustenta, como, también, todo lo que carga a quien pretende dirigir. Determina para cada criatura los estados psíquicos que varían según los tipos de emociones y conducta a que se aficiona. “Esa corriente de partículas mentales se exterioriza de cada espíritu con calidad de inducción mental, tanto mayor cuanto más amplios se evidencia, las facultades de concentración y el tenor de persistencia rumbo a los objetos que demande.” (4)
El sentimiento de amor cristiano puede impulsar el correcto pensamiento, sin los cuales adolecemos por la insuficiencia de equilibrio intimo, imprimiendo en el cuerpo físico las distonía y las variadas patologías que le son consecuentes. Para términos de salud, es importante saber como estamos pensando. Los pensamientos negativos operan en nuestro estado interior determinada perturbación, instaurando desarmonías de grandes proporciones en los centros del alma y provocando lesiones funcionales variadas. “De este modo establecen fulcros mórbidos de naturaleza singular en el organismo físico, imponiendo a las células la desarmonía por lo cual la vulnerabilidad de los recursos de defensa, sedimentan un campo fértil para la proliferación de bacterias patogénicas en los tejidos menos propensos a la defensa. Cualquier enfermedad surge como efecto, residiendo a causa del desequilibrio de los reflejos de la vida interior, una vez que los síntomas mentales depresivos influencia a la células fisiológicas.” (5)
Es obvio que, no lejos de la nutrición, el cuerpo paga pesados tributos de sufrimiento, puesto que posibilita la implantación de gran cantidad de microorganismos patogénicos que, instalándose en las células orgánicas, pueden inducir a molestias infecciosas de caracteres múltiples. Sin embargo, no es solamente de esa forma que se originan los procesos patológicos multiformes. Nuestras emociones más profundas, cualquiera que sean, también, generan, agudas enfermedades.
Los reflejos de los sentimientos y pensamientos menos dignos que alimentamos se vuelven contra nosotros mismos, después de transformados en ondas mentales, tumultuando nuestras funciones neurológicas, y esos reflejos inconsecuentes, derramándose sobre el tejido cortical, generan alucinaciones que pueden variar del miedo manifiesto al estado neurótico, situación en que los obsesores nos atienden con sugestiones destructoras, directa o indirectas, conduciéndonos a deplorables fenómenos de descontrol psicoemocional. Lo más importante es no olvidarnos, en ningún momento, de que solamente el amor cristiano puede impulsar el correcto pensamiento y nos hace libres. Sin el amor pleno, adolecemos, espiritualmente, por la insuficiencia del equilibrio intimo, imprimiendo en el cuerpo físico las distonía y las variadas patologías que le son consecuentes.
Por eso debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos.

Jorge Hessen
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