sábado, 12 de mayo de 2018

La comunicación con el mundo espiritual


Hola, amigos, hoy os ofrezco 
la lectura de estos temas:

- Usar y abusar
-La semilla de nuestros dolores
-El mundo de los Espíritus, ¿Es una realidad?
- La comunicación con el mundo  espiritual




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                      USAR Y ABUSAR

Alguien ya dijo que Dios creó a los hombres, ofreciéndoles las herramientas con que puedan construir, por si mismos, los caminos de la propia evolución. Esos recursos son aquellos que todos disponemos, cuando en la Tierra, a fin de realizar nuestro perfeccionamiento individual y emprender la conquista de nuestra propia felicidad. 

Usar y no abusar de semejantes concesiones, son las palancas simbólicas que se nos hacen necesarias al equilibrio. 

Recurramos a las enseñanzas vivas de la Naturaleza. 

El hombre dispone del arado para preparar el suelo, no para agredir contra la existencia de los otros. 

Cuenta con la ayuda de las tijeras a fin de cortar, constructivamente, no para herir a quien quiera que sea. 

Ocurre lo mismo en cuanto al cuerpo físico, que nos sirve en el mundo por temporal vivienda. 

La criatura disfruta las energías mentales de modo para crear el bien, no para planear el mal. 

Posee el mecanismo de la voz con el objetivo de hablar educando y construyendo, no para suscitar la perturbación y el sufrimiento en las sendas ajenas. 

Posee el prodigio de los ojos para ver y discernir, no a fin de escudriñar los detritus y amarguras que, por casualidad, se muestren en la senda de alguien. 

Carga el estómago para ayuda de la propia sustentación, no para llenarlo con alimentos innecesarios, estableciendo desequilibrios en el campo orgánico. 

Todas las posibilidades de la existencia son concedidas o prestadas por Dios a la persona humana, habilitándola a promover la solución de sus propias necesidades, pero no para lesionar los intereses y los sentimientos de persona alguna. 

En síntesis. 

El Creador establece los medios de elevación, en ayuda a todos en el aprendizaje de la escuela terrestre. Por eso mismo, usar las concesiones del Señor o abusar de ellas significa problema perteneciente a cada uno. 

Elegir son opciones. Seguro, por ese motivo, resumiendo las leyes del Universo que nos gobiernan en todas partes, aseveran las informaciones de procedencia divina que, en los caminos de la vida, “a cada uno de nosotros será dado, conforme nuestras propias obras”. 

Espíritu Emmanuel 
Médium Francisco Cándido Xavier 
Del libro “Confía y sigue”


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LA SEMILLA DE NUESTROS DOLORES

Muchos sectores de la ciencia médica de hoy, ya admiten que, una gran parte de las enfermedades vienen de dentro (alma) para fuera, de arriba (mente) para abajo. Hasta los médicos más clasicistas, reconocen ya que las perturbaciones mentales y emocionales alteran profundamente el funcionamiento del organismo. 

¡A cuántos el dolor libra de hundirse más y más en la vorágine de las pasiones, ambiciones, vicios y bestialidad! ¡Cuan ignorantes somos, al considerar el dolor como un mal, cuando en realidad debemos tomarlo como un aliado en nuestro progreso evolutivo, purificador del alma, actuando como catarsis del magnetismo deletéreo producido por nuestros errores en el pasado; a la vez que sensibiliza el alma y despierta el Espíritu adormecido por una mente turbada por el mundo material! 
     El dolor, esa sensación desagradable (por la actitud mental de rechazo) que nos resistimos a aceptar voluntariamente, es una ley de la Naturaleza, en lo biológico; y LEY DE EQUILIBRIO CÓSMICO EN LO MORAL. La función biológica del dolor, es la conservación de la especie. Toda lesión orgánica produce dolor en cualquier forma de vida animal, y ese dolor impele a liberarse de la causa que lo produce, contribuyendo a su conservación, prueba elocuente de que el dolor es un factor biológico evolutivo. 
     Así como el dislocamiento de un miembro o la alteración funcional de un órgano provocan invariablemente una sensación de dolor o malestar físico; así también, toda adulteración de la biología psíquica, como fenómeno concomitante, produce sufrimiento, un dolor moral en nuestra alma. Y debido a la estrecha unión entre cuerpo y alma, esa desarmonía psíquica concluye fatalmente por reflejarse, tarde o temprano, sobre los órganos más sensibles del cuerpo físico-orgánico. Conocido es ya, por la ciencia médica, el efecto de las preocupaciones, y de los estados afectivos y emocionales sobre el sistema nervioso y sobre las glándulas endocrinas. De lo que se desprende que, la salud de la mente y del alma, preludian la salud del cuerpo. 
El dolor y el sufrimiento, en sus diversos aspectos, son factores necesarios para el despertar de la conciencia individual, en el seno de la Conciencia Cósmica, que es DIOS. Pero el ser humano, desconociendo la función útil del dolor en la formación de su Conciencia, se rebela y resiste aceptar su verdadero significado. Y mientras el hombre sea lo que es, y no se esfuerce voluntariamente en superarse a sí mismo; mientras tenga como mira la complacencia de los sentidos y no trate de superar voluntariamente sus imperfecciones morales, el dolor será parte integrante de su vida. 
     La humanidad no ha comprendido aún la verdadera función del dolor en la evolución del psiquismo; y busca el alivio en la ciencia médica, que se ocupa de la eliminación de los síntomas aparentes, en tanto que el dolor responde a una amplia ley de consecuencias, por ser la reacción de la ley violada, que se hace sentir en su acción de reconstrucción del orden, ya biológico, ya psíquico; reacción que algunos, indebidamente, denominan castigo. No es que sea contrario a la Ley buscar alivio en los casos de dolencias físicas, ya que en la misma naturaleza encontramos sustancias químicas y vegetales, que alivian el dolor físico y sanan o hacen desaparecer los síntomas de la enfermedad; sino que, mientras la deuda contraída al quebrantar la Ley no sea soldada, mientras el orden violado no sea restablecido, el dolor purificador volverá a manifestarse temprano o tarde. Y lo que en estos casos conseguimos es posponer el pago de la deuda, obteniendo (aunque inconscientemente) un nuevo plazo; pero, la deuda ha de ser pagada: ya voluntariamente con amor en la práctica del bien, ya compulsoriamente por el dolor purificador. 
     Tengamos siempre presente esta ley de equilibrio: TODA VIOLACIÓN TRAE SU REACCIÓN. Aquél que a su paso por la vida siembra dolor y tragedia, ¿qué habrá de cosechar? Pues... eso mismo. De aquí que insistamos en la imperiosa necesidad de: NO PRACTICAR EL MAL, NI SIQUIERA EN PENSAMIENTO O DESEO, SEAN CUALES FUEREN LAS CIRCUNSTANCIAS. 


     El desconocimiento de sí mismo y de la causa que motiva el dolor, así como su función depuradora, hace que el individuo no acepte de buen grado el dolor, y en las más de las veces se rebela, impidiendo así su función purificadora, el proceso depurador. Actuamos como niños al pretender evadirlo en vez de superarlo. Preferimos los placeres, creando con ello nuevas causas de dolor. 

     Por vía de comparación, pongamos el siguiente ejemplo de fácil comprensión: Cuándo una madre retira al niño del juego para hacer sus tareas escolares, lo hace con ese amor materno, y con miras al porvenir del hijo. ¿No es así? Sin embargo, al niño le agrada más seguir jugando y, a veces, patalea, y casi siempre comienza su tarea con desagrado, mayor o menor según la educación del niño. Asimismo, nuestra Madre Cósmica -DIOS- a través de Sus leyes, nos priva de los placeres cuando llega la hora y nos sumerge en el dolor, para nuestro progreso espiritual, que es el objeto real de la vida. Pero, nosotros en nuestra ignorancia, porque estamos aún en nuestra infancia evolutiva, recibimos el dolor purificador con desagrado, como un mal y no como un bien. 
     No busquemos fuera de nosotros ni en los demás el origen de nuestro dolor, de nuestros males, porque está en nosotros mismos, y NO IRA MAS ALLÁ DE NUESTRAS FUERZAS PARA SOPORTARLO. DURARA SOLAMENTE HASTA QUE SE AGOTE LA CAUSA QUE LO ORIGINO. NO NOS REBELEMOS, NO MALDIGAMOS EL DOLOR. En el paroxismo del dolor, cuando la fortaleza parezca ceder, cuando el abatimiento parezca dominarnos, ELEVEMOS EL PENSAMIENTO AL ETERNO AMOR, PIDIENDO LUZ Y FUERZAS PARA SOPORTARLO. Abracemos el dolor y éste perderá su fuerza. 

Sebastián de Arauco


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EL MUNDO DE LOS ESPÍRITUS. ¿ES UNA                       REALIDAD? 

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Una mente abierta a las posibilidades de la vida después de la muerte requiere una confirmación más sólida que la de que el sol saldrá por la mañana y se pondrá por la noche. 
La aceptación de la vida después de la muerte da la impresión de salirse de los límites “normales “ de la razón y exige un gran acto de fé; no obstante, los médiums tienen una base de encuentros personales que sustentan las creencias. 
Durante miles de años en toda la tierra y en todas las culturas, incontables espíritus han sido observados y consultados por grupos y por individuos. 
Muchísimas experiencias paranormales no pueden se descartadas de manera lógica. 
El mundo de los espíritus está lleno de espíritus puros y elevados, antepasados, espíritus impuros, espíritus medios y todo tipo de almas que muchas de ellas en otros tiempos caminaron entre nosotros. 
Todos, los “vivos” encarnados y los “muertos” desencarnados, estamos conectados. 
La muerte no pone fin a este intercambio. 
Mediante la mediumnidad, los sueños y la meditación se puede establecer este contacto. 

Angeles.C.M


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 LA COMUNICACIÓN CON EL MUNDO                                 ESPIRITUAL 

* La evolución espiritual sólo es auténtica cuando ha sido elegida verdaderamente, por decisión propia del espíritu. Si el espíritu fuera consciente en todo momento de la presencia de seres superiores tutelando su progreso, no actuaría libremente, sino condicionado por la presencia de sus guías. Le pasaría igual que al niño que actúa de una forma en presencia de sus padres o sus maestros, por temor o por respeto a éstos, mientras que, en su ausencia, actúa de forma diferente, más de acuerdo a como es en realidad, ya que se siente más libre, al  no haber ningún adulto que lo pueda amonestar si hace alguna 
travesura. Durante el tiempo que el espíritu está desencarnado en el mundo espiritual, la presencia de los seres superiores tutelares es más manifiesta. La encarnación en el mundo físico en las condiciones a las que os enfrentáis, es decir, sin recuerdos ni manifestaciones evidentes de una supervisión superior, pretende que el espíritu actúe con total libertad, sin ningún tipo de coacción, para que sea él mismo a través de sus propias experiencias el que decida lo que quiere. 

- ¿Quiere decir que uno no puede ser consciente de la realidad espiritual mientras esté encarnado? 
* Tampoco es eso. Si así fuera no estaríamos hablando tú y yo sobre ello, ya que ahora mismo tú estás encarnado. El que quiera sinceramente profundizar en la realidad espiritual obtendrá las respuestas y la ayuda espiritual que necesita. Mira el ejemplo en ti mismo. Has empezado a hacerte preguntas fundamentales y a buscar sinceramente y vas obteniendo respuestas. Pero la mayoría prefiere mirar hacia otro lado. La gran curiosidad que tenéis por averiguar cómo funciona materialmente el Universo es la que os impulsa a realizar descubrimientos científicos cada vez más importantes. También en lo espiritual el espíritu necesita responder a sus interrogantes para sentirse realizado y a través de la búsqueda de las relaciones causa-efecto se van consiguiendo descubrir realidades que permanecían ocultas a simple vista. 

¿Cómo va a suceder eso? ¿Cómo vamos a obtener una respuesta? 
* El espíritu puede conocer esta realidad espiritual aparentemente oculta cuando pone empeño en profundizar en sí mismo, porque las leyes espirituales están escritas en el espíritu. Hay algo en el espíritu que le permite reconocer lo verdadero de lo falso cuando se le pone enfrente. 

Ese algo es la voz de la conciencia, la voz del sentimiento, que es cada vez más clara a medida que el espíritu está más evolucionado. Si nos paráramos a escucharla de vez en cuando, obtendríamos muchas respuestas. Pero deberá ser por el propio esfuerzo y voluntad que se vaya logrando conocer la realidad espiritual, que es también la realidad 
de uno mismo. Por eso hay un proverbio muy antiguo que dice: 
“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo”. 

- Y de esta forma ¿no se está abandonando al espíritu a su propia suerte, como el niño pequeño que es abandonado por sus padres? 
* No se le abandona, los espíritus guía siempre están ahí ayudando. Nos sugieren sutilmente las respuestas cuando tenemos preguntas que sinceramente no sabemos resolver. Lo que pasa es que en vosotros mismos existen tantos miedos y tabúes que a vuestros hermanos del mundo espiritual les resulta muy complicado ayudaros, ya que no 
admitís respuestas que no encajen con vuestros prejuicios y arquetipos. 

- ¿Qué quieres decir? 
* ¿Un ejemplo? Mirad vuestra actitud frente a la muerte. Hoy por hoy, la muerte es un tabú para la sociedad occidental y cada vez que desencarna un espíritu se desata una verdadera tragedia entre los familiares y seres queridos. ¿Y por qué? Porque no queréis ver las evidencias que se os están dando respecto a la supervivencia del espíritu después de la muerte, simplemente porque para explicarlo tendríais que cambiar vuestro paradigma actual. Cuando los espíritus que han pasado al otro plano intentan despedirse y tranquilizar a sus seres queridos manifestándoseles de alguna forma, siempre hay una tendencia a no creer en lo que se vive y percibe, simplemente porque creéis que no es posible, porque no encaja en vuestros esquemas mentales, y la mente le hace creer a uno que se trata de una 
alucinación motivada por el estado de shock. Por un lado está la influencia de la Religión, que ofrece una explicación de la muerte y de lo que viene después basada en obtusos dogmas poco creíbles y no en las evidencias y los testimonios reales, y que opina que cualquier contacto con el mundo espiritual no supervisado por ellos, o bien es pura imaginación o, como ocurrió en épocas pasadas, “es cosa del demonio”, alentando el miedo a cualquier contacto con el más allá. Por otro lado, está la Ciencia Materialista, que sólo cree en lo que puede medir con sus aparatos, y que se niega a investigar seriamente el tema, obstaculizando al máximo el trabajo de unos pocos, pero valientes investigadores, que han convivido con enfermos terminales y con pacientes que han tenido experiencias cercanas a la muerte, que sí se han atrevido a dar el paso de intentar descorrer el velo. El resultado final es que la gente que está pasando por ese trance y sus seres queridos se 
encuentra en el más absoluto desamparo emocional, porque no encuentra ninguna explicación creíble ni ninguna esperanza consoladora. 
V.G

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viernes, 11 de mayo de 2018

Unas reflexiones sobre el conocimiento espiritual



Hola amigos;
Hoy veremos:

- Saludo matinal de Merchita
-Amor, perdón, cura y auto-cura.
-Unas reflexiones sobre el conocimiento espiritual
-Medios de conservación




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       BUENOS DÍAS ESPÍRITAS 

Queridos  amigos, hola buenos días, no debemos descuidar nuestra plantación por ser espiritas, en los espiritas existen las mismas miserias que entre los religiosos y ateos, el que sepamos que se vive eternamente no nos concede el privilegio de ser virtuosos, generosos y abnegados de golpe y porrazo. La ventaja que tenemos sobre la generalidad de los hombres,  es que sabemos, que de nosotros depende  el hundirnos en el abismo o remontarnos a los cielos. Es la única diferencia  que nos separa de las otras religiones y del indiferentismo; por lo demás , todos sabemos que los conocimientos Espiritas son de gran utilidad para las almas pensadoras y dispuestas  a  reconocer las grandezas de la vida eterna del Espíritu y esos conocimientos nos sirven  para guiarnos y salvarnos de los muchos tropiezos que encontramos los hombres en el camino; pero de esto a convertirnos de buenas a primeras en seres perfectos y angélicos, hay muchísimo de por medio; la verdadera santidad  no se infiltra en el alma del hombre  porque crea en Dios, esta se adquiere en un plazo tan largo que en la Tierra no se ha escrito aun la suma de siglos que necesita el hombre para desprenderse de sus vicios y adquirir a cambio virtudes, las virtudes necesarias para ser bueno y útil a su semejante.
Los espiritistas según Amalia Domingo Soler informada por Jaime Pairó, somos los hombres más imperfectos de la Tierra; ya que si está medianamente instruido sabe que tiene que vivir eternamente, que de su voluntad depende vivir en la luz o en la sombra; si pese a saber lo bueno que es ser bueno y lo malo que es ser malo sigue cometiendo abusos, asalta  la casa ajena, miente, calumnia y es un miserable que explota  a los débiles y a los vencidos ¿no es mil veces peor que creen  que muerto el perro se acabo la rabia?  Y bien lo sabemos, desde el momento  que sabemos que Cristo no vino a sanar a los sanos sino a los enfermos; y que el Espiritismo, que es la esencia del Cristianismo, viene a dar luz a los ciegos, no a los que tienen vista.
Muchos médiums dejan mucho que desear en su vida intima,  aunque se observe en ellos  que son dominados  por los Espíritus, encantan  con sus comunicaciones y hacen numerosos prosélitos  con sus instrucciones y enseñanzas. El Espiritismo viene a despertar a los perezosos, a los indiferentes,  a los que están embriagados por los vicios; pero de esto  a santificarles hay mil mundos por medio.
Da lo mismo que nos pasemos de pie en los altares, como que no nos acordemos de ningún santo; nadie nos hará más buenos de lo que nosotros queramos ser; es uno mismo  únicamente, el que según su voluntad, se irá despojando  de sus defectos o ira acumulando imperfecciones para sí. La verdadera santidad es obra de uno mismo.
No creamos, francamente, que los Espíritus  nos ayudan para llegar a la cumbre de las grandezas humanas y divinas, si nos ayudan,  pero hay aquello de ayúdate y el cielo te ayudará y lo de a Dios rogando y con el mazo dando; las enseñanzas espiritistas dicen a los indolentes: Si no ponéis voluntad  de vuestra parte para hacer girar la rueda del progreso, ella no se moverá. Los Espíritus no fabrican santos, pero enseñan el modo de conquistar la santidad.
“Todo lo que no es claro, no es bello”. ¡Qué bueno es ser bueno!, como dice el Espíritu del Padre Germán. Comprenderlo todo, es perdonarlo todo, es una comprensión que llega a veces muy tarde después de haber sufrido mucho. . Estudiando racionalmente  el Espiritismo  se acorta mucho el camino de la comprensión; hasta ahora no hay  ninguna escuela filosófica que presente a nuestra vista tan dilatados horizontes y nos ofrezca ejemplos  tan admirables  para reconocer y admirar la grandeza de Dios. El Espiritismo nos demuestra, que “No somos  un individuo, no somos un hombre o una mujer en el sentido ordinario de estas palabras,  somos una incesante corriente de hechos  que engendran experiencias, somos una serie  de inacabable de imágenes  de todo cuanto hemos hecho y de todo cuanto hemos sido, desde el más profundo y más terrorífico pasado de la eternidad a donde no ha llegado ni puede llegar la mirada del hombre”.
El Espiritismo nos dice que: “amar en realidad no es más que vivir, y que la falta de amor nos lleva a la muerte”.
Si esto nos dice el Espiritismo, si esto nos manifiestan  los Espíritus en sus comunicaciones, ¡bendita se la hora en la que comenzamos a estudiar las obras espiritistas.
El que aprende a querer, aprende a perdonar, y no conceptuando a ningún espíritu ser enemigo nuestro, comenzaremos a vivir en brazos de la Paz, de la Justicia y del Amor.
La ciencia astronómica ha demostrado que hay muchos mundos, pero no ha encontrado ni el infierno ni la gloria; desengañémonos amigos, el reposo del alma  no se compra con salmos ni con ofrendas a los santos; no tiene tarifa la verdadera santidad;  todos los tesoros acumulados  en la Tierra no son suficientes para pagar  un segundo de esa dicha inefable que siente el alma cuando comprende que ha hecho una buena obra. Las religiones, las filosofías, las negaciones de los sabios, las instrucciones  de los Espíritus, todo es letra muerta si el hombre no se decide  a ser bueno; nadie redime a nadie; cada cual se redime  a sí mismo. La verdadera santidad no es un mito, no es una ilusión, sino una hermosísima realidad y todos podemos llegar a ser santos  si hacemos nuestras  las penas de los demás. El que vive  para los demás hoy, mañana los demás vivirán para él.
Merchita
 Trabajo extraído de “Los albores de la verdad” de Amalia Domingo Soler

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Amor, perdón, cura y autocura

Entrevista com Andrei Moreira


Dr. Andrei,  ¿que es la salud, la enfermedad, la cura y la autocura en un abordaje médico-espírita?

La salud es entendida como el reflejo del ser en relación a las leyes Divinas. En la visión espírita, el hombre es un ser inmortal. alguien que preexiste a la vida física, que sobrevive al fenómeno biológico de la muerte y, a lo largo del proceso evolutivo, a través de la reencarnación, va creciendo, desarrollándose en dirección a Dios.
La salud del cuerpo físico es un reflejo del nivel e equilibrio de ese espíritu en proceso evolutivo, mediante el amor, lo bello y lo bueno. Y la enfermedad es una señalización interior de reequilibrio, invitando al ser a reconectarse con el amor y con la Fuente. Es un mensaje generado en lo más profundo de la realidad espiritual del ser, y que se refleja en el cuerpo físico como una invitación para la reconexión con el amor, el desarrollo del autoamor y con el amor al prójimo.
En esa visión, la salud y la enfermedad, son construcciones del propio hombre y nadie es víctima de nada, salvo de sí mismo, de sus propias decisiones, de sus propias elecciones, de aquello que decide y determina en su vida. Por tanto, toda cura es también un fenómeno de autocura, porque para que esta se instale definitivamente, es necesario que haya no simplemente un alivio de los síntomas y una resolución del proceso biológico en el cuerpo físico, sino también una reformulación moral del pensamiento, del sentimiento y de la acción, haciendo que el ser se transforme en profundidad, en consonancia con la ley divina, o sea, más en sintonía con la ley del Amor.

¿El amor es, entonces, el camino para la cura?

El amor es el gran medicamento y la gran finalidad de la existencia. En realidad nosotros caminamos en dirección a Dios, como el "hijo pródigo" de la parábola de Jesús, reconectando nuestra relacción con el Padre y con el propio corazón, donde Dios está. Poco a poco, vamos haciendo eso, descubriendo nuestras virtudes, la grandeza íntima que hay dentro de nosotros, todo aquello que Dios nos dió como posibilidad evolutiva y que puede realizarnos plenamente.
En ese contexto, el amor representa un movimiento medicamentoso por excelencia, en cuanto movimiento de respeto, de consideración, de valoración, de inclusión. Él nos trata las enfermedades del alma, que son el orgullo, egoísmo, vanidad, prepotencia, arrogancia, y nos coloca en sintonía con la FUente, que es Dios, ayudándonos a reconectarnos con nuestro Padre. Desarrollar el amor es el camino más rápido, fácil y eficaz para la cura del alma y del cuerpo.

En los seminarios, usted presentó también el perdón como el camino para la salud integral. ¿Puede hablar algo sobre eso?

Si, el perdón es condición esencial para la salud. Sin el perdón no hay paz interior, no hay salud ni física, ni emocional. Shakespeare decía que
no perdonar o guardar odio, es como beber veneno, dejando que el otro muera. El veneno actúa en aquel que lo guarda, que lo cultiva dentro de sí. Y la angustia actúa dentro de nosotros a semejanza de una planta que, una vez guardada, cultivada, va creciendo, creando raices, dando frutos y multiplicándose.
Y nosotros acabamos enredados en una serie de dolores emocionales, sin que sepamos a veces, en donde comenzó todo. Y todo porque vamos guardando cosas dentro de nosotros, sin trabajar, sin dialogar, sin metabolizar emocionalmente aquello que estamos sintiendo y vivenciando. Cuando nos damos cuenta, la situación ya  es un asunto muy profundo y muy grave.
Para que tengamos paz, es necesario que abracemos el perdón como un proyecto.  El perdón es una decisión para la paz, que se traduce en actitudes por el establecimiento de esa paz, en el entendimiento de las cuestiones emocionales, de nuestras características personales, de las circunstancias que envuelven el acto agresor y de la responsabilidad y corresponsabilidad nuestra en el proceso. Él se traduce como un proceso, porque no se da de la noche al día. Él se construye a lo largo del tiempo a través de actitudes sucesivas de búsqueda de esa metabolización emocional, que muchas veces precisa de un acompañamiento terapeútico profesional, a través de un psicólogo que haga ese abordaje íntimo y nos ayude a encontrar nuestras respuestas, sentidos y significados más profundos.
El perdón pasa también por el acogimiento y aceptación de nuestra humanidad y de la humanidad del otro, sobre todo, en la superación de los traumas, porque solo aceptando la condición fundamental del ser humano, de estar en un proceso contínuo de errar y acertar, es como la gente se da cuenta de que conviven con los equívocos del otro que nos hiere, e incluso también con los propios nuestros.
Naturalmente, nosotros solo hacemos para el  otro aquello que hacemos para nosotros mismos. Entonces solo conseguimos aceptar la humanidad del otro cuando aceptamos nuestra propia humanidad, cuando acogemos en nosotros nuestra capacidad de equivocarnos y recomenzar, abrazando el auto amor como una propuesta de vida.
El auto-amor es hijo de la humildad, una de las representaciones magníficas de amorosidad divina, aquella decisión interna de acogernos, de tratarnos con ternura, compasión, y con la benevolencia que nosotros necesitamos, aunque con la firmeza necesaria para dominar nuestras pasiones y renovarnos de nuestros defectos que juzguemos necesario. Entonces, el perdón es una actitud de conquista de ese estado de paz interior, a través del entendimiento de las circunstancias que nos envuelven en la decisión por el amor.
De la Revista Verdad y Luz

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                 UNAS REFLEXIONES SOBRE EL                                CONOCIMIENTO ESPIRITUAL


     Nuestro  mundo de hoy está en urgente y apremiante necesidad del conocimiento espiritual verdadero. 
     Porque, sólo el conocimiento espiritual, que comprende los diversos aspectos de la Verdad, puede sacar a la humanidad del cáos en que se halla. 
     Necesario es comprender, grabar bien en la mente, que el objeto de la vida y vidas humanas, es progresar, avanzar en el camino de la evolución. Y a medida de este progreso, de este avance, iremos animando personalidades cada vez más destacadas, con mayor inteligencia, mayor poder y mayor bondad o amor; realizando misiones cada vez de mayor importancia, hasta la fase final de la etapa humana, que es la reintegración y liberación de las vidas en los mundos físicos de sufrimiento. Y tanto o más importante es todavía, la condición de felicidad que le aguarda y encuentra en el mundo espiritual al final de cada una de esas vidas humanas. 
     De aquí, la necesidad imperiosa de adquirir el conocimiento de las leyes de la Vida, ya que, siendo el conocimiento la luz que puede iluminar el camino de la vida humana, mostrando los escollos y peligros, nos ayudará a liberarnos de los mismos. 
     Y abundando en este aspecto, os digo: ¿Qué debemos conocer?: 
-Que el conocimiento de la responsabilidad de nuestros actos, nos debe llevar a vigilar los pensamientos, sentimientos y deseos, que son fuerzas psíquicas que inducen a la acción; acción o acciones de las cuales somos responsables. Cuando comprendamos que los sentimientos y pensamientos, buenos o malos, son fuerzas reales que presionan sobre la mente, para manifestarse, comprenderemos también la necesidad de aprender a controlarlos, ya que somos responsables de sus consecuencias. De aquí se deduce fácilmente que, los errores humanos son, casi siempre, el resultado de la ignorancia de las consecuencias. 
-Que todos los pensamientos, sentimientos y deseos negativos, influyen grandemente sobre las glándulas de secreción interna, toda vez que producen desequilibrios en las mismas, que afectan la salud; además de manchar y densificar el alma con esas vibraciones negativas, de un psicomagnetismo morboso que enferman el alma y son causa de sufrimiento al pasar al Más Allá. 
-Que el conocimiento del propio organismo humano (cuerpo físico) y el funcionamiento de los diversos órganos en relación con la salud, nos capacita para evitar cometer errores en la alimentación, en las relaciones sexuales, en la conducta afectiva, etc. 
-Que el egoísmo es una enfermedad psíquica ignorada por el afectado, que ejerce presión sobre su mente y sobre su alma, insensibilizándola, endureciéndola; por lo que conduce a la infelicidad. Del egoísmo nacen sentimientos acaparadores y dominantes que perturban la buena armonía en las relaciones familiares y sociales, y amargan la vida del afectado.

Sebastián de Arauco.

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            LOS MEDIOS DE CONSERVACIÓN

– Al dar Dios al hombre la necesidad de vivir, ¿le ha 
proporcionado siempre los medios? 
– Sí, y si no los encuentra, es por que no los comprende. Dios no podría dar al hombre la necesidad de vivir sin darle los medios, y por esto hace producir a la tierra para abastecer lo necesario a todos sus habitantes, porque solo lo necesario es útil; lo superfluo no lo es 
nunca. 
705 – ¿Por qué la Tierra no produce siempre lo bastante para proporcionar lo necesario al hombre? 
– Es porque el hombre la descuida, ¡oh ingrato! Y, sin embargo, es una excelente madre. Con frecuencia, también acusa a la Naturaleza de lo que es efecto de su impericia o de su imprevisión. La tierra produciría siempre lo necesario, si el hombre, supiese contentarse 
con ello. Si no basta a todas las necesidades es porque el hombre emplea en lo superfluo lo que podría ser dado a lo necesario. Mira al árabe en el desierto, siempre encuentra con qué vivir, porque no se crea necesidades artificiales. Cuándo la mitad de los productos se 
malbarata en satisfacer fantasías, ¿debe admirarse el hombre de no encontrar nada al día siguiente, y tiene razón para quejarse de encontrarse desprovisto cuando viene el tiempo de escasez? En verdad os digo, que no es la Naturaleza la imprevisora, sino el hombre que no sabe gobernarse. 
706 – ¿Por bienes de la tierra sólo se debe entender los productos del suelo? 
– El suelo es el origen primero de donde emanan todos los otros recursos, porque, en definitiva éstos no son más que una transformación de los productos del suelo. Por eso, es preciso entender por los bienes de la tierra todos aquellos de que el hombre puede 
disfrutar en este mundo. 
707 – Con frecuencia faltan a ciertos individuos los medios de subsistencia, aun en medio de la abundancia que les rodea, ¿a qué se debe atribuir eso? 
– Al egoísmo de los hombres, que no siempre hacen lo que deben; después, y es lo más frecuente, a ellos mismos. Buscad y encontraréis; estas palabras no quieren decir que basta mirar al suelo para encontrar lo que se desea, sino que ha de buscar con ardor y 
perseverancia, y no con pereza, sin desanimarse ante obstáculos que con mucha frecuencia no son más que medios de poner a prueba vuestra constancia, paciencia y firmeza, (534). 
Si la civilización multiplica las necesidades, multiplica también las fuentes de trabajo y los medios de vivir; pero preciso es convenir en que, bajo este aspecto, mucho le resta aún por hacer. Cuando haya terminado su obra, nadie podrá decir que carece de lo necesario, a no ser por culpa suya. La infelicidad de muchos consiste en que van por un camino que no es el que le ha trazado la Naturaleza, y entonces es cuando les falta inteligencia para tener éxito. Para todos hay un lugar bajo el Sol, pero con la condición de que cada uno ocupe el suyo y no el de los otros. La Naturaleza no puede ser responsable de los vicios de la organización social y de las consecuencias de la ambición y del amor propio. 
      Sin embargo, se necesitaría ser ciego para no reconocer el progreso realizado bajo este aspecto entre los pueblos más adelantados. Gracias a los laudables esfuerzos que la filantropía y las ciencias reunidas no cesan de hacer para el mejoramiento del estado material de los hombres, y a pesar del aumento incesante de la población, es atenuada la insuficiencia de la producción, en gran parte por lo menos, y los años más calamitosos no tienen comparación con los de otros tiempos. La higiene pública, ese elemento tan esencial de la fuerza y de la salud, desconocido de nuestros padres, es objeto de una solicitud esclarecida. 
El infortunio y el sufrimiento encuentran lugares de refugio. Por todas partes la Ciencia contribuye para aumentar el bienestar. ¿Quiere esto decir que se haya llegado a la perfección? ¡Oh! Ciertamente que no; pero lo que se ha hecho da la medida de lo que puede hacerse con perseverancia, si el hombre es bastante sabio para buscar su felicidad en las cosas positivas y graves, y no en utopías que le retrasan en vez de adelantarle.
 

El libro de los Espíritus. Allan Kardec.

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