Hoy les presento :
-Relaciones humanas y salud
-Parásitos y vampiros
.Hijos Adoptivos.
-Este día
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RELACIONES HUMANAS Y SALUD
Conferencia en la Universidad de Stanford.
La última disertación iba sobre la conexión mente-cuerpo la relación entre el estrés y el malestar físico.
El orador (jefe de psiquiatría en Stanford) dijo, entre otras cosas, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por su salud es cultivar su relación con sus amigas. Al principio, todo el mundo se rió, pero hablaba en serio.
Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad "tiempo para las amigas" nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras amigas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging o ir al gimnasio.
Hay una tendencia a pensar que cuando estamos "haciendo ejercicio" estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar! Por lo tanto, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestra amiga, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy afortunadas. Así queeeeee... brindemos por la amistad con nuestras amigas. Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.
Muchas gracias por ese ratito de salud que me das.
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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Parásitos y vampiros.
La economía de la Naturaleza nos revela la unidad funcional de todos los procesos vitales. La Naturaleza, en su infinita variedad de cosas y seres, no malgasta energías y formas, contenidos y contenedores, en sus estructuraciones. Del reino vegetal al animal el proceso creador es uno, obligándonos a una concepción monista del universo. La Fisiología de la Naturaleza, según la ley de diferenciación en la unidad, se muestra estructurada y funcional por los mismos sistemas adaptados a cada reino. De la savia del vegetal a la sangre de los animales y el hombre, y de las estructuras auditivas inferiores a las superiores, la organización es la misma. De los sistemas de motilidad, percepción, alimentación y asimilación de las plantas al hombre, el sistema de funcionalidad solo varia en lo que respecta a las adaptaciones específicas. De la misma manera y por la misma razón, el parasitismo vegetal se desarrolla en la dirección del parasitismo animal y del vampirismo hominal-espiritual. Y así como el parasitismo influye en el desarrollo de las plantas y en el comportamiento de los animales, el vampirismo influye en el comportamiento humano individual y social. Entre los diversos elementos, cosas y seres que actúan sobre el comportamiento humano, el más perturbador y que más amenaza las estructuras físicas y espirituales del ser humano es el vampirismo, porque es la actuación consciente de un ser sobre otro, para deformarle los sentimientos y las ideas, perturbarle la mente y llevarlo a prácticas y actitudes contrarias a su equilibrio orgánico y psicológico.
En el parasitismo, incluso en el espiritual, hay una tendencia de adaptación del parasito a la víctima. La ley es la misma del parasitismo vegetal y animal. La entidad espiritual parasitaria busca adaptarse al parasitado, en la posición de una sub-personalidad afín. Ambos viven en sintonía, pero el parasito a costa de las energías del parasitado, cuyo desgaste aumenta de manera progresiva. Ambos ganan y pierden en esa conjugación nefasta. El parasitado sufre doble desgaste de sus energías mentales y vitales y el parasito cae en su dependencia, perdiendo su capacidad individual de supervivencia y conservación. La muerte del parasitado afecta al parasito, que muere sugestivamente con él, pues perdió la capacidad de vivir, sentir y pensar por sí mismo. Los casos de personas dependientes, excesivamente tímidas, desanimadas, ineptas para la vida normal, esas de las que se dice que “pasaron por la vida, pero no vivieron”, son casos típicos de parasitismo. Las mismas condiciones orgánicas de esas personas, que no reaccionan adecuadamente a la ayuda de medicinas, alimentos y estímulos ambientales, de las prácticas físicas o espirituales, son el resultado no solo de las deficiencias orgánicas sino también de la sobrecarga invisible del parasitismo espiritual. Los medicamentos estimulantes y los tratamientos psicológicos raramente producen los efectos deseados. Sin embargo, la conjugación de esos recursos con el tratamiento espiritual para la expulsión del parasito, que representa en el organismo de la víctima una forma subnormal de vida consumidora, generalmente produce resultados sorprendentes. Las causas de esa situación mórbida son el resultado de procesos kármicos originados por asociaciones criminales con cómplices del pasado. Los recursos espirituales son los pases espíritas, la frecuencia regular a las reuniones mediúmnicas, el estudio y la lectura de los libros básicos de la doctrina, la práctica de la oración individual por el parasitado en favor del parasito o parásitos.
Todas esas providencias deben ser orientadas por personas conocedoras del Espiritismo, sin pretensiones y dotadas de buen sentido, lo que permitirá el control del proceso de curación. Todas las prácticas exorcistas, quema de incienso y veladoras, aplicación de pases padronizados, uso de plantas supuestamente milagrosas u objetos de magia solo agravaran la situación. El espíritu parasito es una criatura humana con derechos comunes a la especie humana y debe ser siempre encarado como compañero de sufrimientos del parasitado. En esos tratamientos no se debe despreciar el concurso médico, pues los efectos negativos del parasitismo espiritual, debilitando el organismo de la víctima, propician también la infiltración de los parásitos del medio físico, que deben ser combatidos con medicamentos específicos. Aunque la acción espiritual de las entidades protectoras pueda ayudar también al reequilibrio orgánico, la presencia de un médico, si es posible espírita, es necesaria. Se engañan quienes se vuelven contra la medicina en estas situaciones, pues las leyes y los recursos del medio físico son los más adecuados en esos casos. Cada plano de la Naturaleza tiene sus necesidades específicas, que precisamos respetar. Existen también los Espíritus de la Naturaleza que trabajan en el plano físico.
Esas entidades semimateriales, de cuerpos periespíriticos, están en ascensión evolutiva hacia el plano hominal. Son los llamados elementales de la concepción teosófica, derivada de las doctrinas espiritualistas de la India. Las funciones de esas entidades en la Naturaleza son de gran responsabilidad. El Espiritismo pone énfasis en el estudio y en la investigación de los espíritus humanos, que son los de nuestro plano evolutivo, dotados de conciencia e inteligencia racional más desarrollada. Los parásitos ya pertenecen al plano humano. Son considerados en la Teosofía y en otras corrientes espiritualistas como larvas astrales. En realidad no son larvas ni elementales, son entidades que necesitan de ayuda y adoctrinamiento. Los teosofistas atribuyen también las comunicaciones espirituales a los llamados cascarones astrales, que son para ellos envoltorios espirituales, periespíritus abandonados por los muertos y de los que se sirven los elementales o espíritus burlones para manifestarse en las sesiones mediúmnicas como si fueran espíritus de muertos. La teoría de los cascarones fue creada por Mme. Blavatski después de una sesión mediúmnica a la que asistió en Nueva York. El Sr. Sinet declara en su libro “Incidentes de la Vida de Mme. Blavatski” que ella cometió un engaño de observación, al cual nunca más se refirió. Sinet, teósofo de proyección y compañero de Blavatski, diverge de los teosofistas que continúan aceptando esa falsa teoría. André Luiz se refiere a los ovoides, espíritus que perdieron su cuerpo periespiritual y se ven cerrados en sí mismos, envueltos en una especie de membrana. Eso nos recuerda la teoría de Sartre sobre ser-en-sí, forma anterior del ser espiritual, que la rompe al proyectarse en la existencia por necesidad de comunicación. La acción vampiresca de esos ovoides es aceptada por muchos espíritas amantes de las novedades. Pero esa novedad no tiene las condiciones científicas ni el respaldo metodológico para ser integrada a la doctrina. No pasa de ser una información aislada de un espíritu. Ninguna investigación seria, por investigadores competentes, probó la realidad de esa teoría. No basta el concepto del médium para validarla. Las exigencias doctrinarias son mucho más rigurosas, en lo que se refiere a la aceptación de las novedades. El Espiritismo estaría sujeto a la más completa deformación, si los espíritas se entregasen al delirio de los cazadores de novedades. André Luiz se manifiesta como un neófito entusiasmado por la doctrina, empleando a veces términos y conceptos que desentonan de la terminología doctrinaria y que no siempre se ajustan a los principios espíritas. La amplia libertad que el Espiritismo faculta a sus adeptos tiene límites rigurosamente fijados en la metodología kardeciana.
En el caso del parasitismo y del vampirismo todo rigor es poco, pues los rigores y engaños de interpretación pueden llevar los trabajos de curación por desvíos peligrosos.
Si no enfrentamos el parasitismo y el vampirismo en términos rigurosamente doctrinarios, con el debido respeto al método kardeciano, seremos susceptibles de ser engañados por espíritus mistificadores que pasaran a vampirizarnos. Porque el vampirismo es un fenómeno típico de las relaciones interpersonales.
Tanto en la vida material como en la espiritual el vampirismo es un proceso común y universal del relacionamiento afectivo y mental de las criaturas. Es vampiro el sacerdote que fanatiza a un creyente y lo somete a sus exigencias para explotarlo con la promesa del Cielo, también es vampiro el político demagogo que fascina a los adeptos a sus ideas y los lleva al sacrificio inútil y brutal de la rebelión y el terrorismo. Es vampiro el espírita o médium que fascina a los ingenuos con la adulteración de poderes que no posee, revelándoles supuestas reencarnaciones deslumbrantes y conduciéndolos al delirio de sus ambiciones de grandeza. Es vampiro el negociante que se apodera del dinero de sus clientes con falsas promesas de un futuro improbable. Es vampiro el galanteador donjuanesco que se aprovecha del afecto de las mujeres inseguras para explotarlas. Es vampiro el alcohólico o drogadicto que siembra la desgracia a su alrededor. Es vampiro el espíritu sagaz y vengativo que absorbe las energías de las criaturas humanas y subyuga otros espíritus para actuar en la conquista y dominación de otras, y así sucesivamente, en el amplio y variado patrón del vampirismo material y espiritual.
Por todo eso, la cura del vampirismo no es más que un proceso de separación de los implicados, del alejamiento del vampiro de la órbita de su víctima. Pero no basta ese primer paso, es necesaria la persuasión de los involucrados a través del adoctrinamiento espírita. El adoctrinamiento es la transmisión del conocimiento doctrinario a las dos partes. Sin esa transmisión el proceso no se completa y la cura solo será una suspensión del vampirismo por algún tiempo. Como enseñó Jesús (y vemos en los Evangelios) podemos protegernos de los agresores que se apoderaron de la casa, limpiarla y ordenarla. Pero si esta queda vacía, los agresores invitaran a otros compañeros y la retomaran. En ese caso, el estado de la vivienda estará peor que antes. Conforme al grado de compromiso y responsabilidades mutuas entre el vampiro y sus víctimas, el tratamiento será más o menos prolongado. Los vampiros son obstinados y persistentes, pues el vampirismo es para ellos la manera de mantenerse en la rutina de sus adicciones. La víctima, a su vez, se siente cómoda en el vampirismo y acostumbrada en la entrega de sí misma sin resistencia. La asistencia regular de la víctima a los pases y a las sesiones mediúmnicas es el único medio posible de fortalecerla para resistir. No nos engañemos con las mejoras instantáneas. Los vampiros no sueltan fácilmente a sus víctimas. Se apartan estratégicamente y vuelven con más furia a la primera oportunidad que se les presente. Es necesario que las víctimas curadas estén convencidas de esto y prepararse para rechazarlos en sus embestidas mañosas. A pesar de esas dificultades, en trabajos bien dirigidos no es raro que se consigan resultados relativamente rápidos, que permiten mayores posibilidades en la consolidación de la cura.
El fracaso de la psiquiatría, con sus métodos modernos, es el resultado de la falta de consideración de esos factores espirituales en los diversos tipos de perturbaciones mentales y desequilibrios emocionales. Impotentes ante aquellos casos graves, como las inversiones y desvíos sexuales, los psiquiatras más actualizados adoptaron una táctica de dilación persuasiva, considerando normales estas anomalías. Consideran peligrosa resistirse a los impulsos inferiores de la libido, alegando que reprimirlas trae como consecuencia complejos irreversibles. Los psiquiatras espíritas, que afortunadamente hoy son numerosos, no pueden aceptar esa táctica de claudicación, que los convertiría en cómplices de los vampiros. Ellos están en el deber indeclinable, profesional y de conciencia, a organizarse en asociaciones de investigación, fundamentadas en la Ciencia Espírita y en la Psiquiatría, ante la necesidad de enfrentarse a esos medios de degeneramiento de la especie.
La sexualidad es el fundamento de la vida y el sexo es su forma de manifestación. Los psiquiatras ingenuos o ignorantes, juegan con fuego en consultorios y clínicas y están incendiando al mundo. Corren hacia el sofisma en defensa propia, alegando la imposibilidad de caracterizar entre lo que es normal y lo que es anormal. Con eso pretenden declarar normales las anormalidades más viles. Más la normalidad se define por sí misma en el entorno social. El sexo masculino define la personalidad normal del hombre en sus funciones creadoras. El sexo femenino define la personalidad normal de la mujer. Confundir ajos con cebollas es una táctica de negociantes fraudulentos e inescrupulosos. Decir a un adolescente que se siente dominado por impulsos negativos y procura librarse de ellos: “Eso es normal, consiga un compañero” es lanzar al infeliz en la rueda viva de un futuro vergonzoso. No es esa la función del médico ante el enfermo que lo busca. Ya existen consultorios y clínicas dotados de lechos ocultos, para los cuales son invitados pacientes desesperados hacia una terapéutica libertina. El médico, en este caso, se receta a sí mismo como medicamento salvador. La llamada terapia grupal se transforma en gigolismo científico, en la que mujeres desorientadas son presentadas por los médicos a hombres insatisfechos que pueden adornar las frentes de sus maridos con base en la prescripción.
Un médico espiritualista nos comentó una anécdota que afirmó no ser anécdota: El Sr. B. una figura social importante, tenía la costumbre de recoger colillas de cigarrillo en la calle y llenar sus bolsillos con ellas. El psiquiatra que consulto lo sometió a un tratamiento modernísimo. Encontrándolo más tarde, el médico espiritualista le preguntó que si se había curado. Si le respondió el personaje empavonado. Continúo recogiendo las colillas de cigarrillo pero ahora no me da vergüenza. Lo hago con gusto. Las técnicas psiquiátricas más modernas, como se ve, proceden de la remota fase griega de los sofistas, de los cuales Sócrates se desligó para poder encontrar la Verdad.
- Jose Herculano Pires -
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HIJOS ADOPTIVOS
Según la visión espírita, todos somos adoptados. Porque el único Padre legítimo es Dios. Los padres de la Tierra NO SON nuestros padres, ellos ESTÁN como nuestros padres. Porque en cada encarnación, cambiamos de padres consanguíneos, pero en todas ellas Dios es siempre el mismo Padre. Pero, para entenderlo mejor, la existencia de esta experiencia en la vida de muchos padres, es necesario analizarlo bajo la óptica espírita, bajo la luz de la reencarnación. La formación de un hogar es una planificación que se desarrolla en el Mundo Espiritual. Se sabe que nada ocurre por azar. Así como los hijos biológicos, nuestros hijos adoptivos también son compañeros de vidas pasadas. Y nuestra vida de hoy es el resultado de lo que sembramos para nosotros mismos en el pasado.
Surge entonces la indagación: "si son viejos conocidos y se deberán encontrar en el mismo hogar, ¿por qué no nacieron como hijos naturales?". En la literatura espírita encontramos varios casos de hijos que, en función del orgullo, del egoísmo y de la vanidad, se tornaron unos tiranos con sus padres, esclavizándolos a sus caprichos y pagando con ingratitud y dolor la ternura y el celo paternos. De regreso a la Patria Espiritual ( al desencarnar), se les despertarán las conciencias y entenderán la gravedad de sus faltas, pasando a trabajar para recuperar el tiempo perdido y se reconciliarán con aquellos a quienes lesionaron afectivamente.
Así, reencuentran aquellos mismos padres a quienes no valoraron, para devolverles la afección herida, rescatando el cariño, el amor y la ternura del ayer. Porque es la ley de Causa y Efecto. No aprovechada la convivencia con padres amorosos y desvelados, es de Ley Divina que retomen el contacto con ellos como hijos de otros padres, llegándoles a los brazos por las vías de la adopción.
A los padres cabe el trabajo de orientar a estos hijos y conducirlos por el camino del bien, independientemente de ser hijos consanguíneos o no. La responsabilidad como padres permanece igual. Recibiendo ellos en el hogar la bendita experiencia de la adopción, Dios asigna a los cónyuges la confianza en su capacidad de amar y enseñar, perdonar y auxiliar a los compañeros que regresan para valorar ahora el desvelo y la atención que ayer no supieron tener. Traen en el corazón desequilibrios de otros tiempos o arrepentimiento doloroso para la solución, de los cuales piden, al reencarnar, la ayuda de aquellos que los acogen, no como hijos del cuerpo, sino como hijos del corazón.
Allan Kardec elucida: "No son los de la consanguinidad los verdaderos lazos de familia, sino los de la simpatía y la comunión de ideas".
¿ Debemos esconderles que ellos son adoptivos?
Uno de los mayores errores que algunos padres adoptivos cometen es el de esconder la verdad a sus hijos. Es importante , desde temprano, no esconder la verdad. A veces lo hacen por amor, ya que los consideran totalmente como hijos; otros lo hacen por miedo de perder el afecto y el cariño de ellos. Cuando los hijos adoptivos crecen, aprendiendo en el hogar valores morales más elevados, se sienten más amados por entender que lo son, no por haber nacido de sus padres, sino por ser frutos del amor sincero y real, y pasan a entender que son hijos queridos del corazón. Revelarles la verdad solamente en la edad adulta es destruirles todas las alegrías vividas y alterarles su condición de hijos queridos en orfanatos asilados, a guisa de pena y de compasión. No debemos traumatizarlos, librándolos del riesgo de perder la oportunidad del aprendizaje de hoy
André Luis nos aclara en cuanto a este peligro: "Los hijos adoptivos, cuando crecen ignorando la verdad, acostumbran a traer enormes complicaciones, principalmente cuando oyen explicaciones de otras personas". Idénticamente a lo que ocurre en relación a nuestros hijos biológicos, buscar el diálogo franco y sincero, con base en el respeto mútuo, bajo la luz de una orientación cristiana de conducta.
Los padres que conversan con los hijos fortalecen los lazos afectivos, haciendo de la cuestión de adopción una cosa secundaria. Recibiendo en nuestra jornada terrena la oportunidad de tener en nuestro hogar un hijo adoptivo, guardemos en el corazón la certeza de que Jesús nos está confiando la responsabilidad sagrada de superar el propio orgullo y la vanidad, amando verdadera y desinteresadamente, a la criatura de Dios confiada en trabajo de educación y amparo. Y ayudándolo a superar superar sus propios defectos, mañana podrá regresar al seno de aquellos que lo aman en la posición de hijo legítimo.
¿ Es acertada la adopción por parejas homosexuales?
Raul Teixeira responde: "El amor no tiene sexo. ¿Como podemos imaginar que lo mejor para una criatura es ser criada en la calle, al relente, sometida a todo tipo de abusos, antes que ser criada bien nutrida, bendecida por un hogar de matrimonio homosexual?. Mucha gente cree que la criatura corre riesgos. ¿ Pero cómo?. Estamos viendo a criaturas corriendo riesgos en las casas de sus padres heterosexuales todos los días. Otros afirman que el niño criado por homosexuales podrá adoptar la misma postura, la misma orientación sexual. Lo que también es falso. La masa de homosexuales del mundo, tendremos que concluir que procede de hogares heterosexuales que forman homosexuales. >Luego no debemos entrar en esa discusión que es vacía y preconceptuosa. Aquel que tenga amor para dar, que lo de",
Amemos a nuestros hijos, sin tener en cuenta si ellos vinieron a nuestros brazos por la descendencia física o no, como encargo bendito con que el Cielo nos lo presenta. Concluyamos con Emmanuel: "Recuerda que, en última instancia, sea cual sea nuestra posición en los equipos familiares de la Tierra, somos, por encima de todos, hijos de Dios".
- Tomado de la Revista Verdad y Luz -
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ESTE DÍA
Este día es su mejor tiempo, el instante de ahora.
Si usted guarda inclinación hacia la tristeza, esta es la oportunidad de meditar en la alegria de la vida y de aceptarle el mensaje de renovación permanente.
Si la enfermedad permanece en su compañia, surgió la ocasión de tratarse con seguridad.
Si usted erró, está en el camino de acceso a la corrección.
Si ese a aquel plan de trabajo está incubado en su pensamiento, ahora es el momento de comenzar a realizarlo.
Si desea hacer alguna acción buena, apareció el instante de promoverla....
Si alguien aguarda sus disculpas por faltas cometidas, habrá sonado la hora en que usted puede olvidar cualquier hecho infeliz y sonreír de nuevo.
Si alguna visita o manifestación afectiva esperan por usted llegó el tiempo de atenderlas .
Si necesita estudiar determinada lección, encontró usted la oportunidad de hacerlo.
Este día es un regalo de Dios, en nuestro auxilio; depende de nosotros aquello que, con él vengamos a hacer.
André luiz
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