sábado, 22 de julio de 2017

Hijos Adoptivos




Hoy les presento :

-Relaciones humanas y salud
-Parásitos y vampiros 
.Hijos Adoptivos.
-Este día



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                RELACIONES HUMANAS Y SALUD

Conferencia en la Universidad de Stanford.


 La última disertación iba sobre la conexión mente-cuerpo la relación entre el estrés y el malestar físico.
 El orador (jefe de psiquiatría en Stanford) dijo, entre otras cosas, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por su salud es cultivar su relación con sus amigas. Al principio, todo el mundo se rió, pero hablaba en serio.

 Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad  "tiempo para las amigas" nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras amigas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging o ir al gimnasio.

 Hay una tendencia a pensar que cuando estamos "haciendo ejercicio" estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar! Por lo tanto, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestra amiga, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy afortunadas. Así queeeeee... brindemos por la amistad con nuestras amigas. Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

 Muchas gracias por ese ratito de salud que me das.


Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta


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                              Parásitos y vampiros.

La economía de la Naturaleza nos revela la unidad funcional de todos los procesos vitales. La Naturaleza, en su infinita variedad de cosas y seres, no malgasta energías y formas, contenidos y contenedores, en sus estructuraciones. Del reino vegetal al animal el proceso creador es uno, obligándonos a una concepción monista del universo. La Fisiología de la Naturaleza, según la ley de diferenciación en la unidad, se muestra estructurada y funcional por los mismos sistemas adaptados a cada reino. De la savia del vegetal a la sangre de los animales y el hombre, y de las estructuras auditivas inferiores a las superiores, la organización es la misma. De los sistemas de motilidad, percepción, alimentación y asimilación de las plantas al hombre, el sistema de funcionalidad solo varia en lo que respecta a las adaptaciones específicas. De la misma manera y por la misma razón, el parasitismo vegetal se desarrolla en la dirección del parasitismo animal y del vampirismo hominal-espiritual. Y así como el parasitismo influye en el desarrollo de las plantas y en el comportamiento de los animales, el vampirismo influye en el comportamiento humano individual y social. Entre los diversos elementos, cosas y seres que actúan sobre el comportamiento humano, el más perturbador y que más amenaza las estructuras físicas y espirituales del ser humano es el vampirismo, porque es la actuación consciente de un ser sobre otro, para deformarle los sentimientos y las ideas, perturbarle la mente y llevarlo a prácticas y actitudes contrarias a su equilibrio orgánico y psicológico.

En el parasitismo, incluso en el espiritual, hay una tendencia de adaptación del parasito a la víctima. La ley es la misma del parasitismo vegetal y animal. La entidad espiritual parasitaria busca adaptarse al parasitado, en la posición de una sub-personalidad afín. Ambos viven en sintonía, pero el parasito a costa de las energías del parasitado, cuyo desgaste aumenta de manera progresiva. Ambos ganan y pierden en esa conjugación nefasta. El parasitado sufre doble desgaste de sus energías mentales y vitales y el parasito cae en su dependencia, perdiendo su capacidad individual de supervivencia y conservación. La muerte del parasitado afecta al parasito, que muere sugestivamente con él, pues perdió la capacidad de vivir, sentir y pensar por sí mismo. Los casos de personas dependientes, excesivamente tímidas, desanimadas, ineptas para la vida normal, esas de las que se dice que “pasaron por la vida, pero no vivieron”, son casos típicos de parasitismo. Las mismas condiciones orgánicas de esas personas, que no reaccionan adecuadamente a la ayuda de medicinas, alimentos y estímulos ambientales, de las prácticas físicas o espirituales, son el resultado no solo de las deficiencias orgánicas sino también de la sobrecarga invisible del parasitismo espiritual. Los medicamentos estimulantes y los tratamientos psicológicos raramente producen los efectos deseados. Sin embargo, la conjugación de esos recursos con el tratamiento espiritual para la expulsión del parasito, que representa en el organismo de la víctima una forma subnormal de vida consumidora, generalmente produce resultados sorprendentes. Las causas de esa situación mórbida son el resultado de procesos kármicos originados por asociaciones criminales con cómplices del pasado. Los recursos espirituales son los pases espíritas, la frecuencia regular a las reuniones mediúmnicas, el estudio y la lectura de los libros básicos de la doctrina, la práctica de la oración individual por el parasitado en favor del parasito o parásitos.

Todas esas providencias deben ser orientadas por personas conocedoras del Espiritismo, sin pretensiones y dotadas de buen sentido, lo que permitirá el control del proceso de curación. Todas las prácticas exorcistas, quema de incienso y veladoras, aplicación de pases padronizados, uso de plantas supuestamente milagrosas u objetos de magia solo agravaran la situación. El espíritu parasito es una criatura humana con derechos comunes a la especie humana y debe ser siempre encarado como compañero de sufrimientos del parasitado. En esos tratamientos no se debe despreciar el concurso médico, pues los efectos negativos del parasitismo espiritual, debilitando el organismo de la víctima, propician también la infiltración de los parásitos del medio físico, que deben ser combatidos con medicamentos específicos. Aunque la acción espiritual de las entidades protectoras pueda ayudar también al reequilibrio orgánico, la presencia de un médico, si es posible espírita, es necesaria. Se engañan quienes se vuelven contra la medicina en estas situaciones, pues las leyes y los recursos del medio físico son los más adecuados en esos casos. Cada plano de la Naturaleza tiene sus necesidades específicas, que precisamos respetar. Existen también los Espíritus de la Naturaleza que trabajan en el plano físico.

Esas entidades semimateriales, de cuerpos periespíriticos, están en ascensión evolutiva hacia el plano hominal. Son los llamados elementales de la concepción teosófica, derivada de las doctrinas espiritualistas de la India. Las funciones de esas entidades en la Naturaleza son de gran responsabilidad. El Espiritismo pone énfasis en el estudio y en la investigación de los espíritus humanos, que son los de nuestro plano evolutivo, dotados de conciencia e inteligencia racional más desarrollada. Los parásitos ya pertenecen al plano humano. Son considerados en la Teosofía y en otras corrientes espiritualistas como larvas astrales. En realidad no son larvas ni elementales, son entidades que necesitan de ayuda y adoctrinamiento. Los teosofistas atribuyen también las comunicaciones espirituales a los llamados cascarones astrales, que son para ellos envoltorios espirituales, periespíritus abandonados por los muertos y de los que se sirven los elementales o espíritus burlones para manifestarse en las sesiones mediúmnicas como si fueran espíritus de muertos. La teoría de los cascarones fue creada por Mme. Blavatski después de una sesión mediúmnica a la que asistió en Nueva York. El Sr. Sinet declara en su libro “Incidentes de la Vida de Mme. Blavatski” que ella cometió un engaño de observación, al cual nunca más se refirió. Sinet, teósofo de proyección y compañero de Blavatski, diverge de los teosofistas que continúan aceptando esa falsa teoría. André Luiz se refiere a los ovoides, espíritus que perdieron su cuerpo periespiritual y se ven cerrados en sí mismos, envueltos en una especie de membrana. Eso nos recuerda la teoría de Sartre sobre ser-en-sí, forma anterior del ser espiritual, que la rompe al proyectarse en la existencia por necesidad de comunicación. La acción vampiresca de esos ovoides es aceptada por muchos espíritas amantes de las novedades. Pero esa novedad no tiene las condiciones científicas ni el respaldo metodológico para ser integrada a la doctrina. No pasa de ser una información aislada de un espíritu. Ninguna investigación seria, por investigadores competentes, probó la realidad de esa teoría. No basta el concepto del médium para validarla. Las exigencias doctrinarias son mucho más rigurosas, en lo que se refiere a la aceptación de las novedades. El Espiritismo estaría sujeto a la más completa deformación, si los espíritas se entregasen al delirio de los cazadores de novedades. André Luiz se manifiesta como un neófito entusiasmado por la doctrina, empleando a veces términos y conceptos que desentonan de la terminología doctrinaria y que no siempre se ajustan a los principios espíritas. La amplia libertad que el Espiritismo faculta a sus adeptos tiene límites rigurosamente fijados en la metodología kardeciana.

En el caso del parasitismo y del vampirismo todo rigor es poco, pues los rigores y engaños de interpretación pueden llevar los trabajos de curación por desvíos peligrosos.

Si no enfrentamos el parasitismo y el vampirismo en términos rigurosamente doctrinarios, con el debido respeto al método kardeciano, seremos susceptibles de ser engañados por espíritus mistificadores que pasaran a vampirizarnos. Porque el vampirismo es un fenómeno típico de las relaciones interpersonales.

Tanto en la vida material como en la espiritual el vampirismo es un proceso común y universal del relacionamiento afectivo y mental de las criaturas. Es vampiro el sacerdote que fanatiza a un creyente y lo somete a sus exigencias para explotarlo con la promesa del Cielo, también es vampiro el político demagogo que fascina a los adeptos a sus ideas y los lleva al sacrificio inútil y brutal de la rebelión y el terrorismo. Es vampiro el espírita o médium que fascina a los ingenuos con la adulteración de poderes que no posee, revelándoles supuestas reencarnaciones deslumbrantes y conduciéndolos al delirio de sus ambiciones de grandeza. Es vampiro el negociante que se apodera del dinero de sus clientes con falsas promesas de un futuro improbable. Es vampiro el galanteador donjuanesco que se aprovecha del afecto de las mujeres inseguras para explotarlas. Es vampiro el alcohólico o drogadicto que siembra la desgracia a su alrededor. Es vampiro el espíritu sagaz y vengativo que absorbe las energías de las criaturas humanas y subyuga otros espíritus para actuar en la conquista y dominación de otras, y así sucesivamente, en el amplio y variado patrón del vampirismo material y espiritual.

Por todo eso, la cura del vampirismo no es más que un proceso de separación de los implicados, del alejamiento del vampiro de la órbita de su víctima. Pero no basta ese primer paso, es necesaria la persuasión de los involucrados a través del adoctrinamiento espírita. El adoctrinamiento es la transmisión del conocimiento doctrinario a las dos partes. Sin esa transmisión el proceso no se completa y la cura solo será una suspensión del vampirismo por algún tiempo. Como enseñó Jesús (y vemos en los Evangelios) podemos protegernos de los agresores que se apoderaron de la casa, limpiarla y ordenarla. Pero si esta queda vacía, los agresores invitaran a otros compañeros y la retomaran. En ese caso, el estado de la vivienda estará peor que antes. Conforme al grado de compromiso y responsabilidades mutuas entre el vampiro y sus víctimas, el tratamiento será más o menos prolongado. Los vampiros son obstinados y persistentes, pues el vampirismo es para ellos la manera de mantenerse en la rutina de sus adicciones. La víctima, a su vez, se siente cómoda en el vampirismo y acostumbrada en la entrega de sí misma sin resistencia. La asistencia regular de la víctima a los pases y a las sesiones mediúmnicas es el único medio posible de fortalecerla para resistir. No nos engañemos con las mejoras instantáneas. Los vampiros no sueltan fácilmente a sus víctimas. Se apartan estratégicamente y vuelven con más furia a la primera oportunidad que se les presente. Es necesario que las víctimas curadas estén convencidas de esto y prepararse para rechazarlos en sus embestidas mañosas. A pesar de esas dificultades, en trabajos bien dirigidos no es raro que se consigan resultados relativamente rápidos, que permiten mayores posibilidades en la consolidación de la cura.

El fracaso de la psiquiatría, con sus métodos modernos, es el resultado de la falta de consideración de esos factores espirituales en los diversos tipos de perturbaciones mentales y desequilibrios emocionales. Impotentes ante aquellos casos graves, como las inversiones y desvíos sexuales, los psiquiatras más actualizados adoptaron una táctica de dilación persuasiva, considerando normales estas anomalías. Consideran peligrosa resistirse a los impulsos inferiores de la libido, alegando que reprimirlas trae como consecuencia complejos irreversibles. Los psiquiatras espíritas, que afortunadamente hoy son numerosos, no pueden aceptar esa táctica de claudicación, que los convertiría en cómplices de los vampiros. Ellos están en el deber indeclinable, profesional y de conciencia, a organizarse en asociaciones de investigación, fundamentadas en la Ciencia Espírita y en la Psiquiatría, ante la necesidad de enfrentarse a esos medios de degeneramiento de la especie.

La sexualidad es el fundamento de la vida y el sexo es su forma de manifestación. Los psiquiatras ingenuos o ignorantes, juegan con fuego en consultorios y clínicas y están incendiando al mundo. Corren hacia el sofisma en defensa propia, alegando la imposibilidad de caracterizar entre lo que es normal y lo que es anormal. Con eso pretenden declarar normales las anormalidades más viles. Más la normalidad se define por sí misma en el entorno social. El sexo masculino define la personalidad normal del hombre en sus funciones creadoras. El sexo femenino define la personalidad normal de la mujer. Confundir ajos con cebollas es una táctica de negociantes fraudulentos e inescrupulosos. Decir a un adolescente que se siente dominado por impulsos negativos y procura librarse de ellos: “Eso es normal, consiga un compañero” es lanzar al infeliz en la rueda viva de un futuro vergonzoso. No es esa la función del médico  ante el enfermo que lo busca. Ya existen consultorios y clínicas dotados de lechos ocultos, para los cuales son invitados pacientes desesperados hacia una terapéutica libertina. El médico, en este caso, se receta a sí mismo como medicamento salvador. La llamada terapia grupal se transforma en gigolismo científico, en la que mujeres desorientadas son presentadas por los médicos a hombres insatisfechos que pueden adornar las frentes de sus maridos con base en la prescripción.

Un médico espiritualista nos comentó una anécdota que afirmó no ser anécdota: El Sr. B. una figura social importante, tenía la costumbre de recoger colillas de cigarrillo en la calle y llenar sus bolsillos con ellas. El psiquiatra que consulto lo sometió a un tratamiento modernísimo. Encontrándolo más tarde, el médico espiritualista le preguntó que si se había curado. Si le respondió el personaje empavonado. Continúo recogiendo las colillas de cigarrillo pero ahora no me da vergüenza. Lo hago con gusto. Las técnicas psiquiátricas más modernas, como se ve, proceden de la remota fase griega de los sofistas, de los cuales Sócrates se desligó para poder encontrar la Verdad.

- Jose Herculano Pires -

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                     HIJOS ADOPTIVOS

Según la visión espírita, todos somos adoptados. Porque el único Padre legítimo es Dios. Los padres de la Tierra NO SON nuestros padres, ellos ESTÁN como nuestros padres. Porque en cada encarnación, cambiamos de padres consanguíneos, pero en todas ellas Dios es siempre el mismo Padre. Pero, para entenderlo mejor, la existencia de esta experiencia en la vida de muchos padres, es necesario analizarlo bajo la óptica espírita, bajo la luz de la reencarnación. La formación de un hogar es una planificación que se desarrolla en el Mundo Espiritual. Se sabe que nada ocurre por azar. Así como los hijos biológicos, nuestros hijos adoptivos también son compañeros de vidas pasadas. Y nuestra vida de hoy es el resultado de lo que sembramos para nosotros mismos en el pasado.
   Surge entonces la indagación: "si son viejos conocidos y se deberán encontrar en el mismo hogar, ¿por qué no nacieron como hijos naturales?". En la literatura espírita encontramos varios casos de hijos que, en función del orgullo, del egoísmo y de la vanidad, se tornaron unos tiranos con sus padres, esclavizándolos a sus caprichos y pagando con ingratitud y dolor la ternura y el celo paternos. De regreso a la Patria Espiritual ( al desencarnar), se les despertarán las conciencias y entenderán la gravedad de sus faltas, pasando a trabajar para recuperar el tiempo perdido y se reconciliarán con aquellos a quienes lesionaron afectivamente.
   Así, reencuentran aquellos mismos padres a quienes no valoraron, para devolverles la afección herida, rescatando el cariño, el amor y la ternura del ayer. Porque es la ley de Causa y Efecto.  No aprovechada la convivencia con padres amorosos y desvelados, es de Ley Divina que retomen el contacto con ellos como hijos de otros padres, llegándoles a los brazos por las vías de la adopción.
   A los padres cabe el trabajo de orientar a estos hijos y conducirlos por el camino del bien, independientemente de ser hijos consanguíneos o no. La responsabilidad como padres permanece igual. Recibiendo ellos en el hogar la bendita experiencia de la adopción, Dios asigna a los cónyuges la confianza en su capacidad de amar y enseñar, perdonar y auxiliar a los compañeros que regresan para valorar ahora el desvelo y la atención que ayer no supieron tener. Traen en el corazón desequilibrios de otros tiempos o arrepentimiento doloroso para la solución, de los cuales piden, al reencarnar, la ayuda de aquellos que los acogen, no como hijos del cuerpo, sino como hijos del corazón. 
   Allan Kardec elucida: "No son los de la consanguinidad los verdaderos lazos de familia, sino los de la simpatía y la comunión de ideas".
 ¿ Debemos esconderles que ellos son adoptivos? 
Uno de los mayores errores que algunos padres adoptivos cometen es el de esconder la verdad a sus hijos. Es importante , desde temprano, no esconder la verdad. A veces lo hacen por amor, ya que los consideran totalmente como hijos; otros lo hacen por miedo de perder el afecto y el cariño de ellos. Cuando los hijos adoptivos crecen, aprendiendo en el hogar valores morales más elevados, se sienten más amados por entender que lo son, no por haber nacido de sus padres, sino por ser frutos del amor sincero y real, y pasan a entender que son hijos queridos del corazón. Revelarles la verdad solamente en la edad adulta es destruirles todas las alegrías vividas y alterarles su condición de hijos queridos en orfanatos asilados, a guisa de pena y de compasión. No debemos traumatizarlos, librándolos del riesgo de perder la oportunidad del aprendizaje de hoy
   André Luis nos aclara en cuanto a este peligro: "Los hijos adoptivos, cuando crecen ignorando la verdad, acostumbran a traer enormes complicaciones, principalmente cuando oyen explicaciones de otras personas". Idénticamente a lo que ocurre en relación a nuestros hijos biológicos, buscar el diálogo franco y sincero, con base en el respeto mútuo, bajo la luz de una orientación cristiana de conducta.
   Los padres que conversan con los hijos fortalecen los lazos afectivos, haciendo de la cuestión de adopción una cosa secundaria. Recibiendo en nuestra jornada terrena la oportunidad de tener en nuestro hogar un hijo adoptivo, guardemos en el corazón la certeza de que Jesús nos está confiando la responsabilidad sagrada de superar el propio orgullo y la vanidad, amando verdadera y  desinteresadamente, a la criatura de Dios confiada en trabajo de educación y amparo. Y  ayudándolo a superar superar sus propios defectos, mañana podrá regresar al seno de aquellos que lo aman en la posición de hijo legítimo.
¿ Es acertada la adopción por parejas homosexuales? 
Raul Teixeira responde: "El amor no tiene sexo. ¿Como podemos imaginar que lo mejor para una criatura es ser criada en la calle, al relente, sometida a todo tipo de abusos, antes que ser criada bien nutrida, bendecida por un hogar de matrimonio homosexual?. Mucha gente cree que la criatura corre riesgos. ¿ Pero cómo?. Estamos viendo a criaturas corriendo riesgos en las casas de sus padres heterosexuales todos los días.  Otros afirman que el niño criado por homosexuales podrá adoptar la misma postura, la misma orientación sexual. Lo que también es falso. La masa de homosexuales del mundo, tendremos que concluir que procede de hogares heterosexuales que forman homosexuales. >Luego no debemos entrar en esa discusión que es vacía y preconceptuosa. Aquel que tenga amor para dar, que lo de",
Amemos a nuestros hijos, sin tener en cuenta si ellos vinieron a nuestros brazos por la descendencia física o no, como encargo bendito con que el Cielo nos lo presenta. Concluyamos con Emmanuel: "Recuerda que, en última instancia, sea cual sea nuestra posición en los equipos familiares de la Tierra, somos, por encima de todos, hijos de Dios".
- Tomado de la Revista Verdad y Luz -

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                                           ESTE DÍA 
    Este día es su mejor tiempo, el instante de ahora. 

Si usted guarda inclinación hacia la tristeza, esta es la oportunidad de meditar en la alegria de la vida y de aceptarle el mensaje de renovación permanente. 


Si la enfermedad permanece en su compañia, surgió la ocasión de tratarse con seguridad. 


Si usted erró, está en el camino de acceso a la corrección. 


Si ese a aquel plan de trabajo está incubado en su pensamiento, ahora es el momento de comenzar a realizarlo. 


Si desea hacer alguna acción buena, apareció el instante de promoverla.... 

Si alguien aguarda sus disculpas por faltas cometidas, habrá sonado la hora en que usted puede olvidar cualquier hecho infeliz y sonreír de nuevo. 

Si alguna visita o manifestación afectiva esperan por usted llegó el tiempo de atenderlas . 


Si necesita estudiar determinada lección, encontró usted la oportunidad de hacerlo. 


Este día es un regalo de Dios, en nuestro auxilio; depende de nosotros aquello que, con él vengamos a hacer. 


André luiz 

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viernes, 21 de julio de 2017

Evolución Sexual




Hoy presentamos:
 

-¿ Dios nos juzgará después de la muerte?
-¿ Qué es la muerte?
- La Fe
- Evolución Sexual
-



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      ¿ DIOS NOS JUZGARÁ DESPUÉS DE LA                                  MUERTE ?


           Generalmente esto es lo que afirman  las religiones en general, pero  hay cierta confusión en ciertos conceptos como este, que vienen de la tendencia ancestral de personalizar a Dios  como un alguien todopoderoso, como un Ser concreto y delimitado, como los demás seres creados por Él, pero a su vez lo consideran un Ser  abstracto que está ahí arriba, vigilándonos para ver si hacemos el bien o el mal, o si somos dignos de premio o de castigo. Y es que realmente el considerar a Dios como  un Ser concreto y delimitado,  ajeno y externo a nosotros, que nos hará un severo y minucioso juicio al final de la vida, dándonos después de este juicio, una condenación  o una absolución para toda la eternidad, es un absurdo inadmisible para cualquier conciencia humana normal,  pero si se admite que ese “alguien” o ese “algo” vive en nosotros y nos juzga a través de nuestra conciencia,  nos acercamos entonces algo más a la Verdad.
         Dios no es “alguien”; no es un Ser delimitado por una forma corporal y por lo tanto un ser limitado. Sabemos ahora que nuestra Fuente de Origen es un ser ilimitado y eterno en su perfección y atributos; en nuestra limitada mente lo podemos  concebir como  la Energía  Primaria de toda la Creación, la Inteligencia Suprema,  Causa, Principio y fin de todo cuanto existe;  el es el Único y Soberano Juez que vive en cada uno de nosotros porque somos  creación de Él, a su  imagen y semejanza en cuanto espíritus, o sea  con los atributos  de  su  propia Esencia, con el fin  de desarrollarlos y  acercarnos progresivamente a Él, a través de un  largo proceso que llamamos evolución del espíritu,  y   por eso, aunque ciertamente  Dios nos juzga al final de la vida,  se entiende que, estando en nosotros, lo hace través del tribunal  inexorable de la propia conciencia de cada uno; un tribunal en el que el Juez Supremo es Dios.  Esto se comprenderá mejor cuando hablemos del concepto de Quién o  Qué es Dios.
        Este juicio final se produce naturalmente  en la propia conciencia del Ser cuando abandona este mundo, ya desencarnado, porque la conciencia no muere, comprendiendo  así en qué se equivocó, lo bueno y malo que hizo o lo que pudo  y debió hacer y no hizo. Esto le hace experimentar dolor y remordimientos ante sus errores,  o  felicidad y paz cuando  lo que hizo de bueno en esa vida, le hace penetrar en el mundo espiritual  en medio de  una indefinible dicha y placer. Ese juez, infinitamente justo, bondadoso, pero inexorable, nos acompaña ahora, en nuestra vida de seres encarnados, pues lo llevamos con nosotros, instalado en la conciencia y nuestro juicio ya está en curso en esta vida, desde que por primera vez esa conciencia despertó en lo más íntimo del alma humana.

- Jose Luis Martín-


 “Después de mis investigaciones, he llegado a la conclusión de que morir no es otra cosa que expandir la conciencia”.

                                                       -  Dr. Raymond Moody -

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              ¿ QUE ES LA MUERTE ? 

     Variadas pueden ser las repuestas, según los conocimientos y creencias de cada cual. 
     Para muchos, es el final de la vida, el final de todo. 
     Para otros, es un fantasma aterrador que «arbitrariamente» les priva de la vida, de sus placeres y lujos, de sus comodidades o del poder de autoridad que disfrutan. Y a todos éstos, les asusta pensar en lo que pueda haber después de ese accidente. 
     Para otros, sin embargo, es el descanso, el final de una vida de sufrimientos, entre quienes hay que esperan un más allá feliz, aunque desconocido, y quienes no esperan nada (pero, aún éstos tienen sus dudas). 
     Muchos esperan ser recibidos en el Cielo, por pertenecer a alguna de las creencias religiosas y haber cumplido con los dogmas y requisitos que la misma establece. Sin embargo, las religiones, por sí mismas, no salvan a nadie; porque todas las religiones y seudorreligiones, con sus rituales y dogmas contrarios a la lógica y a la razón, son creación de los hombres. Al pasar el umbral del Más Allá, al entrar en la cuarta dimensión: ASTRAL, las religiones no tienen valor alguno y sólo cuentan las buenas obras realizadas. La verdadera religión es la que profesó el sublime Nazareno y otros grandes mesías: la religión del amor universal, sintetizada en estas frases: «AMA A TUS SEMEJANTES COMO TE AMAS A TI MISMO», porque «SOLO POR EL AMOR SERA SALVO EL HOMBRE». 
     Para algunos otros, la muerte es el final de una jornada más, de la cual llevan un bagaje de conocimientos y experiencias, o de una misión cumplida, y esperan la muerte con confianza y hasta con deseo; porque, para éstos, la llamada muerte no es más que el tránsito de una vida a otra vida plena de actividad y esplendor, es disfrutar de la libertad, libre ya de la prisión que para el Espíritu es el cuerpo carnal. 
     Como puede apreciarse, aunque igual en apariencia, cada cual tiene formada una idea diferente de ese trance: acertada a desacertada. 
     En realidad, la muerte viene a ser el final de una jornada y el comienzo de una nueva vida, para mejor o para peor. según haya sido el comportamiento. Es el fenómeno de la resurrección, ya que el ser real resucita verdaderamente a una vida nueva. Por medio de ese trance, tan temible para algunos, el Ser real, Espíritu, deja el vehículo físico-carnal que ya no necesita ni le sirve para la vida en esa otra dimensión. Diremos, desencarna. 
Ahora bien. Debemos tener presente que, al cruzar el umbral de entrada en esa otra dimensión desconocida (desconocida para la gran mayoría, por haber sido ocultada y su divulgación perseguida por los convencionalismos), llevamos los mismos pensamientos y sentimientos, creencias y tendencias, amor u odio, y deseos que mantenemos en la vida humana. 
     De inmediato se produce una turbación que varía mucho en cada caso, es un oscurecimiento de las facultades mentales, como cuando encarnó, pero más bien corto, aunque depende de la condición moral. Esto acontece en la generalidad de los casos por enfermedad; pues, en las muertes violentas, es muy diferente. Los seres ya muy progresados, despiertan momentos después de entrar el cuerpo físico en estado de coma y agonía (muy suave y apenas perceptible en los buenos), surgiendo a la vida espiritual y asisten conscientes a la extinción de la vida de su cuerpo carnal, elevándose seguidamente a las moradas celestes, cuyo resplandor ya vislumbran. Pero para los egoístas, malvados y aquellos apegados a la vida material, esa turbación puede durar mucho tiempo, años, según haya sido su vida. Y aquellos que sólo hayan vivido para los placeres de los sentidos, acumulación de riquezas y poder mal habidos; los hipócritas, malvados y criminales en diversas clases sociales; todo aquél que haya abusado de su autoridad, haya engañado o estafado, etc.; son los que sufren mayor turbación, despertando en una oscuridad tenebrosa, denominada también tinieblas, y en las cuales pasan sumidos por un tiempo que varía también en cada caso, y que es causa de la desesperación que es de suponer. En muchos casos, estas tinieblas van acompañadas de horribles visiones y sufrimientos, cuyo fin no pueden vislumbrar. Y aquí es... «el crujir de dientes» que refiere el Evangelio. 
      EL ALMA COMIENZA, ENTONCES, A PENETRAR EN LA ESENCIA DE LA LEY DE CONSECUENCIAS, ENCONTRANDO EN SI MISMA LOS RESULTADOS DE SU VIDA FINITA. 
     ¡Cuánto pesan las creencias equivocadas al pasar ese umbral! 
     ¡Cuántos van engañados con promesas de salvación gratuita que no pueden ser cumplidas! ¡Qué doloroso despertar les espera! 
      Sólo la práctica del bien, las buenas obras practicadas con verdadero amor en nuestro diario vivir, serán las que únicamente podrán salvar el alma de los sufrimientos al pasar el umbral, y elevarse hacia las moradas de felicidad. 
       La llamada muerte, ese trance inevitable, suave en unos y doloroso en otros, no cambia en lo más mínimo la condición psicológica del ser; ni puede transformar un ser inferior en superior. En este aspecto, sigue vibrando en la misma tónica; más cuanto que, en muchas de las veces, ni se percata que ha fallecido (especialmente los materialistas y negadores de la supervivencia del alma), hasta pasar un tiempo que varía mucho en cada caso. 
      Necesario es quitar de la mente, ese concepto del «descanso eterno«, esa creencia en el eterno descanso del alma; ya que, la mente humana jamás descansa. La muerte no existe como realidad; pues, todo individuo sigue existiendo como ente real, toda vez que sigue pensando y sintiendo. «Cogito, ergo sum» —de Descartes. Pienso, luego existo. La muerte existe como trauma psicofisiológico, como fenómeno transitorio de una modalidad de vida a otra, de un cambio o tránsito de una vida vegetativa a una modalidad diferente de vida espiritual, al igual que la metamorfosis de la crisálida en mariposa. Es un acto de liberación del Espíritu, que vuelve a la vida del espacio, a la cual pertenece, vida más real que esta vida física actual; contrario al nacimiento, que es una prisión por un tiempo, pero necesaria como vía de progreso. Porque, en realidad, la vida del Espíritu es en el espacio. 

Sebastián de Arauco.

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                                                                LA FE

La fe es en el hombre el sentimiento innato de sus destinos. Es la conciencia que tiene de las ingentes facultades cuyo germen ha sido depositado en él, al principio en estado de latencia, y que él debe hacer brotar y crecer por medio de su voluntad actuante.^
Hasta hoy, la fe sólo ha sido comprendida en su aspecto religioso, por cuanto Cristo la preconizó como palanca poderosa, y no han visto en Él más que al jefe de una religión. Pero Jesús, que obro verdaderos milagros, mostró con ellos lo que el hombre puede cuando tiene fe, esto es, voluntad de querer y certidumbre de que esa voluntad puede ser realizada. A ejemplo de Cristo, ¿no hicieron también milagros los apóstoles? Ahora bien, ¿qué eran esos milagros, sino efectos naturales, cuya causa desconocían los hombres de aquel entonces, pero que hoy se explican en gran parte y que terminarán por ser comprendidos del todo mediante el estudio del Espiritismo y del magnetismo?
La fe es humana o divina, según el hombre aplique sus facultades a las necesidades terrenas o a sus aspiraciones celestiales y futuras. El hombre genial que persigue la realización de una gran empresa triunfa si tiene fe, porque siente en su fuero íntimo que puede y debe llegar, y esa certeza le da una fuerza inmensa.
El hombre de bien que, creyendo en su porvenir celestial, quiere llenar su vida con nobles y bellas acciones, extrae de su fe, de la certidumbre de la felicidad que le aguarda, la fuerza necesaria, y en este caso también se operan milagros de caridad, sacrificio y abnegación. Digamos, por último, que con fe no hay malas tendencias que sean invencibles.
El magnetismo es una de las mayores pruebas del poder de la fe puesta en acción. Cura por medio de la fe y origina fenómenos extraños que en otros tiempos eran tenidos por milagros.
Lo repito la fe es humana y también divina.
Si todos los encarnados estuvieran suficientemente persuadidos de la fuerza que poseen en sí, y quisieran poner su voluntad al servicio de esa fuerza, serían capaces de llevar a cabo lo que hasta el presente se ha denominado
milagros y que, en rigor de verdad, es tan soló un desarrollo de las facultades humanas.

Un Espíritu protector.
El  Evangelio la luz del Espiritismo.
Allan Kardec. 

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Evolución sexual

Queridos amigos, hola buenos días, la sexualidad es un tema muy actual, los hombres siguen aun sin respetar a la mujer, y lo vemos en las noticias casi todos los días, pues la mujer es engañada, y prostituida aun sin ella querer. “Debido a la incomprensión sexual, incontables crímenes campean en la tierra, determinando extraños y peligroso procesos de locura en todas partes.
Son millones de hermanos los que se conservan medio locos en los hogares o en las instituciones; son incapaces de la devoción y de la renuncia, sumergiéndose poco a poco, en el cenagoso pantano de las alucinaciones... Con la mente desvariada, fija en el socavón de la subconsciencia, se pierden en el campo de los automatismos inferiores, obstinándose en conservar deprimentes estados psíquicos. El celo, la insatisfacción, el desentendimiento, la incontinencia y la liviandad les traen terribles fenómenos de desequilibrio.
“La endocrinología podrá hacer mucho con una inyección de hormonas, a guisa de socorro rápido a las colectividades celulares, pero no sanará lesiones del pensamiento. La genética podrá interferir en las cámaras secretas de la vida humana, perturbando la armonía de los cromosomas, en el sentido de imponer el sexo al embrión; todavía, no alcanzará la zona más alta de la mente femenina o masculina, que mantendrá características propias, independiente de la forma exterior o de las convenciones estatuidas. La medicina inventará mil modos de auxiliar el cuerpo alcanzado en su equilibrio interno; ella es merecedora siempre de sincera admiración y ferviente amor; entre tanto, nos compete practicar la medicina del alma, que amparé al espíritu embrollado en las sombras...
“El amor espiritualizado, hijo de la renuncia cristiana, es la llave capaz de abrir las puertas del abismo donde rodaron y ruedan millones de criaturas todos los días.
El sexo con respecto al amor, es como los ojos para la visión, y el cerebro para el pensamiento: no más que la herramienta de exteriorización. Es un lamentable error suponer que solo la perfecta normalidad sexual, acorde a las respetables convenciones humanas, puede servir de templo a las manifestaciones afectivas. El campo del amor es infinito en su esencia y manifestación. Insta huir a las aberraciones y a los excesos; con todo, es imperioso reconocer que todos los seres nacieron en el Universo para amar y ser amado.
La construcción de la felicidad real no depende del instinto satisfecho. La permuta de células sexuales entre los seres encarnados, garantizando la continuación de las formas físicas es proceso evolucionista, es apenas una aspecto de las multiformes permutas del amor. el intercambio de fuerzas simpáticas, de fluidos combinados, de vibraciones sintonizadas entre almas que se aman, está por encima de cualquier exteriorización tangible de afecto, sustentando obras imperecederas de vida y de luz, en las ilimitadas esferas del Universo.
El cautiverio en los tormentos del sexo no es problema que pueda solucionar el literato actuando en el campo exterior: es cuestión del alma, que demanda proceso individual de cura, y sobre esta, solo el espíritu resolverá en el tribunal de la propia conciencia. Es innegable que todo auxilio externo es valioso y respetable, pero los esclavos de las perturbaciones del campo sensorial solo por si mismos serán liberados, esto es, por la dilatación del entendimiento por la comprensión de los sufrimientos ajenos y de las dificultades propias por la aplicación del “amaos los unos a los otros”, así en el adoctrinamiento, como en lo intimo del alma, con las mejores energías del cerebro y con los mejores sentimientos del corazón.
LA energía sexual jamás será suciedad u oscuridad, porque la suciedad que nosotros los humanos queremos endilgarle se encuentra realmente en nuestros corazones, aun muy distantes del ejercicio del amor espiritualizado.
Hemos de creer en la Ley de la Evolución y hemos de buscar el crecer, paso a paso, esfuerzo a esfuerzo, subiendo la escalera de nuestro perfeccionamiento espiritual.
En los siglos futuros, con la evolución del instinto sexual, la Humanidad experimentará en el campo afectivo una vida sexual sublimada, decretando la felicidad verdadera en la unión conyugal.
Sin olvidarnos como principio, que el aparato sexual es un órgano que también hemos de dignificar.
Amigos hemos llegado al fin de semana, el tiempo va pasando, y las lecciones van llegando a nuestras manos, como pequeñas luces “toques de atención” y es nuestro deber identificarlas en nuestro espíritu, para ver si ellas concuerdan con el y las ejecutamos como es debido.

Feliz fin de semana a todos y que Dios nos bendiga Merchita

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jueves, 20 de julio de 2017

La conciencia en acción





HOY PRESENTAMOS :

- Armonía
- Trabajadores de la última hora.
- El verdadero valor
-La conciencia en acción,



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                                                                 ARMONÍA
Factores productores de armonía y desarmonía, y su influencia.
                       El Amor como fuerza armonizante
La armonía es Ley de la Vida en todas sus manifestaciones, aun cuando, por falta de conocimientos no sea apreciada. Y en los planos y dimensiones espirituales superiores, todo es completamente armónico; porque, en ellos reina el Amor, que es fuerza armonizadora por excelencia, y por ende, la base de una perfecta relación armónica entre los seres que en ellos habitan y actúan; así como la fuerza de la perfecta relación entre los diversos astros, planetas y mundos del espacio infinito.
La armonía es consecuencia natural del amor y de la actitud mental positiva. No está en armonía, ni podrá estarlo, quien se aparte de la Ley del Amor, manteniendo sentimientos negativos como los de egoísmo, envidia, rencor, malquerencia, celos, etc.: y no ejercite control sobre sus pensamientos. Porque, esos estados afectivos con una actitud mental desordenada, sin control, generan fuerzas psíquicas desarmonizantes en alto grado, que inducen a cometer errores.
Todos los aspectos de la Naturaleza son armónicos por excelencia, porque están impregnados de esa vibración cósmica: AMOR. Vibración que también llega al ser humano, como parte de esa Naturaleza; y crea, o puede crear, ese estado de armonía mental-emocional generador de paz, cuando se le da cabida a esa vibración divina. Pero, por desventura, el ser humano la polariza con su egoísmo, transmutando la armonía en desarmonía, creando para sí mismo esos estados de infelicidad y amarguras.
Sebastian de Arauco.
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Aprende a vivir eternamente: trata de estudiar y aprender cosas útiles y provechosas, para ti y para el prójimo. 


Aprovecha todos los instantes, para aprender y para aumentar tus conocimientos. 


Aprende todo lo que puedas, en todos los ramos del saber, para iluminar al máximo tu espíritu.

Cuando dejamos de aprender y no evolucionamos, comenzamos realmente a morir. 

 -Minutos de sabiduría-


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       TRABAJADORES DE LA ÚLTIMA HORA

Ustedes son los sembradores del mañana, los trabajadores del mundo dichoso del porvenir. 
Es de noche, pero las estrellas de la inmortalidad caen de los Cielos en dirección a la Tierra iluminando las conciencias, transformando vuestros dolores en himnos de Amor... 
Es necesario transformar también vuestros esfuerzos, de ahora, en oportunidades de iluminación de conciencias, liberándolas del mal para que se haga el bien, y permaneciendo por toda la Eternidad. 
Ayer, participamos del banquete de la Era Nueva y sin embargo adulteramos la Verdad, cayendo en el desprecio de nosotros mismos, ante nuestras conciencias 
Ahora, armados con los instrumentos de la Ciencia Espirita, con la seguridad de la Filosofía Espírita y con la palabra espírita, trabajemos por una Religión de liberación humana que tenga: como Causa, DIOS; como medio, CRISTO y como camino, la CARIDAD.* 
Espiritistas, ésta es la oportunidad de decirle a JESÚS: 
¡Aquí estamos, Señor: los trabajadores de la última hora, ofreciendo nuestros esfuerzos para la construcción de Tu Reino de Paz, entre los hombres de la Tierra! TÚ que fuiste Maestro de Amor, ayúdanos a vivir el Espiritismo, enseñando a la niñez y a la juventud con el alma volcada en el ejemplo que haga de ellos, y de cada uno, el caminante de la Humanidad y del futuro, el liberador del Mundo, cuando no más sombras, ni dolores, ni añoranzas habrá entre los hombres, sino PAZ, mucha PAZ y AMOR, estableciendo el comienzo del Mundo de regeneración, en favor del progreso de la humanidad. 

Amalia Domingo Soler (Espíritu)
Divaldo Pereira Franco  ( Médium)

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                              EL VERDADERO VALOR

El verdadero valor es demostrado por la manera como se enfrenta la batalla de la vida, en su día a día. 
Conviene no confundir el valor con la temeridad. Aquel es calma y constante, lucida y creativa, mientras que la otra se presenta desesperada, agresiva, irritada. 
El valor nace en la fe que sabe lo que desea y se empeña para conseguirlo; enfrenta los obstáculos sin debilitarse y resiste al tiempo sin perder el valor; raciocina antes de reaccionar y permanece iluminada por el ideal, mientras se mantiene en el campo de las luchas. 
Demuestra tu valor, obrando siempre con acierto y equilibrio. 


Vida Feliz. Por el Espíritu Joanna de Ângelis, médium Divaldo Pereira Franco

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                  LA CONCIENCIA EN ACCIÓN

      Tras reflexionar acerca de los momentos más adecuados para efectuar un buen examen personal así como las cuestiones generales a valorar en esos instantes, conviene hacer ahora una apreciación sobre los diferentes campos de acción en los que puede actuar la conciencia.
      Como no somos islotes ni vivimos incomunicados con los otros, en este análisis siempre acaba por surgir no solo el carácter de nuestra actuación diaria sino también los efectos que se generan sobre los que nos rodean. Esto ha de ser tenido en cuenta siempre, si queremos entender la verdadera naturaleza del instrumento que Dios ha puesto en manos del hombre y que supone su conciencia. A fin de trabajar con ella y desarrollarla, veamos tan solo, a modo de ejemplo, algunas de las consideraciones que podríamos plantearnos en diversas áreas de la existencia. Estimado hermano: ¿cómo tratas a tu pareja? En la intimidad del hogar se generan aquellas situaciones especiales que sacan a relucir lo peor y lo mejor de nosotros mismos. Estamos tan cerca que las mentiras se “huelen”, aunque haya algunos que pretendan confundir y otros que se dejen engañar. La lealtad del uno al otro se respira, pues bajo la convivencia se absorbe el mismo aire y si brotan dudas o inquietudes se habla para aclararlas, pues resulta mejor construir la casa del entendimiento sobre los cimientos de la autenticidad que sobre los pilares de las apariencias. No existen los malentendidos cuando se apuesta decididamente por navegar en el río de la verdad, pues es caudal que desemboca en el ancho mar, el que se constituye con la sinceridad de nuestros actos e intenciones. ¿Te preguntas con frecuencia por lo que le gusta a la persona con la que convives? ¿Sabes que lo que más une a los seres es el existir por compartir? No es preciso que se trate de algazaras porque la vida alterna los regocijos con las aflicciones y en esos momentos de alegría o pena lo primordial será una mirada de complicidad entre ambos susurrando un “estamos juntos”. ¿Sientes a menudo el calor de la asidua compañía? No son tan solo las cálidas caricias las que nos acercan sino la impresión de que no transitas en solitario por el extenso páramo que supone el periplo evolutivo. Habéis de saber que vuestro afecto prolongado ya lo elegisteis antes de unir vuestros espíritus a la ligazón de un cuerpo, pero aunque la intuición empuje a arrimaros, es el libre albedrío el que abraza o separa a los intérpretes del lazo conyugal. ¿Te anticipas a sus preocupaciones? ¿Te muestras solidario en sus momentos de turbación? ¿Sonríes con sus alborozos y te apenas en sus desconsuelos? Convivir no es tan solo estrechar manos o fundir pieles sino aunar corazones en la convicción de que no existe el progreso sin el otro, con la certeza en el pensamiento de que sumamos más unidos que alejados. Parejas: no confundáis el vínculo con la dependencia, el nexo con la sujeción, porque al fin y al cabo, libres somos y libres fuimos engendrados. Como entes soberanos por voluntad del Creador, habremos de dar cuenta de nuestros logros y reveses ante los tribunales celestiales que moran en lo espiritual. Cumplamos pues con el hermoso adagio del hermano Khalil Gibran, cuando en su maravilloso libro de “El profeta”, exclamó: “Sed como las cuerdas de la guitarra, que cada una vibra y cumple una misión aisladamente, pero que en conjunto, ejecutan el Himno”. Queridos padres: ¿qué atención ponéis en la educación de vuestros hijos? Ellos, bien aconsejados por la invisible sabiduría de nuestros  hermanos, os escogieron de entretantos, a vosotros precisamente, para que les proporcionarais cuidado y sustento, pero sobre todo alimento espiritual, aquel con el que uno se guía en la vida, aquel que discrimina lo verdaderamente importante de lo accesorio, aquel que en suma, nos ayuda a convertirnos en seres humanos plenos de responsabilidad y nos permite tomar decisiones acordes a las leyes divinas. ¿Les dedicáis el tiempo necesario o tan solo el indispensable? ¿Escucháis con atención sus relatos fantasiosos producto de su mentalidad infantil o simplemente no sois capaces de abstraeros de vuestras mundanas preocupaciones? No hay mayor servicio que el de prestar oídos a los mensajes nobles e inocentes de los hijos que nos han elegido para que ejerzamos sobre ellos tan alta labor. Ayudémosles a optar por el camino correcto, pero no anulando su voluntad ni deseando que sean copia fiel de nosotros o de lo que pretendimos ser, sino incitándoles con esmero a adoptar resoluciones por sí mismos, pues libres nacieron y así anhelan continuar. Amados hijos: ¿honráis a vuestros padres tal y como recogen las más ancestrales tradiciones? Honrar no es tan solo guardar el debido respeto, es reconocer en tus progenitores a los vehículos que Dios ha dispuesto para ser transmisores de vida, el elemento más sagrado que el Creador ha donado a los espíritus para que estos evolucionen y se acerquen a Él a través de las vicisitudes de la reencarnación. Enaltecer la figura de los padres es para un hijo corresponder con los esfuerzos realizados por ellos en pos de una enseñanza de valores, aquellos que nos facultan en la existencia para saber elegir el camino adecuado, esos que sirven de cadena de transmisión de la cultura generacional, la que nos concede acceso a la sabiduría de antaño, la que nos ha posibilitado continuar con el proceso de crecimiento moral e intelectual. Es en definitiva, sentirse en paz contigo mismo y con tus antecesores porque merced a sus desvelos, a la magia de sus palabras y al ejemplo de sus obras, ahora podrás ejercer tu tarea de padre o madre con la mejor disposición, cosecha de un talento bien adiestrado. Queridos amigos: ¿cuál es la nota dominante en vuestras relaciones? ¿Os sentís a gusto cuando os encontráis o incluso cuando vuestros pensamientos se entrecruzan? La amistad es un don preciado en el viaje del hombre, pues demuestra al semejante que no solo los lazos de la sangre sirven para hacer causa común. Es un proceso por el que extendemos nuestro amor a personas que antes no conocíamos en la dimensión física pero a las que nos ofrecemos sin condición tras juntar nuestras ansias por medrar. Se trata de la confluencia de múltiples espíritus cargados de comunes ilusiones, tantos como nudos de alianzas se forman, aquellos que confraternizan por la similitud de pruebas y caracteres, señal intuitiva aunque inconsciente de que no es la primera vez que sus rumbos se entrelazan. Y es que son tantos los siglos que nos contemplan y la historia compartida, que las naturalezas afines terminan por entretejer sus destinos de dignidad. ¿Conoces el valor de los vínculos aprendidos en la forja del pasado, de los infortunios superados y de los triunfos celebrados? Percibes en tu interior al brazo que te ofreció auxilio cuando caíste en el fango de la iniquidad, mientras que el otro repara en sus profundidades y advierte que tus palabras de aliento le rescataron del lodazal en el que se había sumido. Así es la amistad, compendio de ligaduras inmortales a lo largo del eterno tiempo, aquel en el que hemos hincado la rodilla infinitas veces y nos hemos vuelto a levantar, porque una voz virtuosa nos reconfortó o un gesto afectuoso nos devolvió a la esperanza. Amado espíritu, habitante del plano físico: ¿qué haces por tu progreso? ¿Te escondes de tus desafíos, aquellos a los que no puedes renunciar si pretendes labrar la transformación de tu alma o asumes tus retos mirando con pundonor al presente? Intuyes en tus adentros la naturaleza de tus pruebas, las que te llevan al crecimiento y algunas son duras, pero sabes que cuentas con las herramientas adecuadas para enfrentarlas con arrojo. El cobarde se arruga y se hiere a sí mismo diariamente por obstruir el flujo de sus capacidades, se complace en el autoengaño; mas la intuición no es ciega ni sorda y cada segundo de parálisis que transcurre le asemeja más y más a las aguas estancadas que con el paso del tiempo se vuelven turbias e insalubres. El valiente escapa de la atrofia. Conoce que ese no es su terreno y no gusta de las ciénagas pantanosas donde no pueden florecer sus habilidades. Presiente que para superar el sufrimiento de su destierro y retornar a su patria con honor, no puede guardar sus talentos bajo tierra sino que debe invertirlos en acciones que le lleven a avanzar en su aptitud para aprender y en actos que ensalcen su moral. No desea los halagos ajenos por muy bien que suenen en sus oídos sino el murmullo sereno de su voz interior, perfecto instrumento que le permite gestionar los derroteros de su vida. Esta es la conciencia, hermanos, ingenio lúcido del espíritu, palabra interna que gobierna el timón de nuestra nave, mecanismo inteligente que nos posibilita ir cambiando de dirección conforme los acontecimientos se suceden y como remembranza divina oculta en el centro de nuestro ser, nos posibilita surcar en cualquier mar de adversidades, aquellas que elegimos antes del descenso desde el mundo de las Ideas al de las sombras. Termino con una cita de Jesús a modo de esclarecimiento: “Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz” (Lc 8,16). Sea pues nuestra conciencia, luz que guíe en el candelero nuestro quehacer diario e ilumine nuestra senda y la de los que nos acompañan.

 José Miguel Fernández
Extraído de la Revista Actualidad Espiritista, de Julio de 2013

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