viernes, 18 de noviembre de 2016

EL FENÓMENO DE LA MUERTE

                          EL CEREBRO DE EINSTEIN
La revista "VEJA", edición de 27 de julio de 2005, trae un reportaje conmemorativo de los cien años del lanzamiento de la teoría del genio de Albert Einstein, que modificó la manera de ver el Universo. Fue el "annus mirabilis" de ese gran hombre de ciencia y que, ni por eso, dejaba de creer en la existencia de un Ser Superior como autor de todo lo que sabemos y, principalmente, de aquello que aún no tenemos la menor condición de entender. Einstein manifestó en vida, la intención de donar su
 cuerpo para experiencias científicas, no dejando, con todo, nada por escrito para que no quedase esa decisión como algo teatral, conforme nos informa el referido reportaje. Aun así, Thomas Harvey, el forense que realizó su autopsia en el hospital de Princenton.- sigue informando la revista "VEJA"- decidió por cuenta propia preservar el cerebro del científico para futuros estudios. En 1.999, neurocientíficos de la Universidad de Mac-Master, en Canadá, constataron que tanto el hemisferi derecho como el izquierdo del cerebro de Einstein, presentaban diferenciaciones en relación al cerebro de un hombre normal. Los científicos acostumbran a dividirse en cuanto al concepto de que las diferencias encontradas en el cerebro de los seres superdotados, representan la explicación para la existencia de la genialidad en aquellos que así se consagraron ante los hombres. Al inicio del corriente año, fue levantada la tesis de que el cerebro privilegiado en determinadas regiones del consagrado científico, justificarían la marca de su genialidad dejada en la historia de la Humanidad. En la cuestión nº 71 de El Libro de los Espíritus, es explicado por Allan Kardec que la inteligencia y la materia son independientes, pudiendo un cuerpo sin inteligencia continuar viviendo. Necesita,sin embargo, la inteligencia, de órganos materiales para poderse manifestar. Es preciso la unión con el espíritu para que la inteligencia intelectualice la materia. Vale recordar también acerca de ese reportaje en discusión, que en la cuestión nº 218 de El Libro de los Espíritus, recibimos la enseñanza de que los conocimientos adquiridos en cada existencia no se pierden. "Liberando la materia, el Espíritu los conserva". Si así no fuese, continúa aclarando en el mismo libro, el Espíritu debería recomenzar siempre para adquirir los mismos conocimientos, lo que felizmente no ocurre, iniciando cada ser una nueva existencia, exactamente desde el punto al que llegó en la existencia anterior. Así, se hace necesario recordar la cuestión nº 219 de El Libro de los Espíritus, donde he enseñado las facultades extraordinarias de determinados indivíduos, son recuerdos del pasado, del progreso anterior del alma. Dicho esto, entendemos que bajo la óptica de la Doctrina Espírita, el cerebro privilegiado, anatómicamente hablando de Albert Einstein, no era la causa de su genialidad, sino el instrumento adecuado para que su inteligencia desenvuelta se manifestase. Tuviese él un cerebro sin  ninguna diferenciación y caeríamos en el problema de proporcionar un mal instrumento musical a un músico virtuoso, limitando la belleza de sus composiciones; o proporcionásemos tinta de mala calidad y pinceles de la misma naturaleza a un genio de la pintura, y perjudicaríamos sus cuadros. La existencia de alteraciones en determinadas regiones cerebrales del consagrado científico, encontradas en su autopsia, no invalida las explicaciones espíritas sobre ser la inteligencia un atributo extramaterial y fruto del aprendizaje conseguid en vidas anteriores. Muchos argumentarán, en réplica la cuestión de nº 219, que Einstein estudió y por eso concibió su teoría basada en los conocimientos adquiridos a través de los estudios de su actual existencia. Contra esa explicación citamos un caso de la vida del científico relatando en el reportaje en cuestión: "Sus biógrafos dicen que su genialidad residía en la capacidad única de visualizar mentalmente imágenes tridimensionales. Por ejemplo, él se imaginó cabalgando en un rayo de luz y supo sacar de ahí conclusiones que iban más allá de la física
conocida". ¡ Ahí está!. ¿ Alguien conoce alguna Universidad en cualquier punto del planeta que enseñe a alguien a imaginarse cabalgando sobre un rayo de luz?.¿Qué universidad habría enseñado a Isaac Newton a razonar como él solo lo hizo?. ¿ Qué facultad habría enseñado a Pablo Picasso el cubismo que él inmortalizó?. Y así podríamos levantar una serie de indagaciones sobre la vida de cada genio que marcó la historia del progreso de la Humanidad. Los minerales existen, pero no poseen vida orgánica. Las plantas viven,pero no piensan. El Espíritu vive, piensa, razona y desenvuelve su inteligencia en una serie inmutable de adquisiciones que son demostradas a través de los recursos materiales de los cuerpos físicos que vengan a revestirse en su jornada sobre la faz de la Tierra, constituyéndose en la causa de su genialidad que, de tiempo en tiempo se registra en nuestra historia.
-Ricardo Orestes Forni- Diario El Inmortal- Enero 2006

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                                      EL ALMA
                                           

 -El Alma  viene de Dios; en nosotros es el principio de la inteligencia y de la vida. Esencia misteriosa, escapa al  análisis, como todo lo que dimana de lo Absoluto. Creada por amor, creada para amar, tan miserable que puede ser encerrada en una forma tímida y frágil, tan grande que con un impulso de su pensamiento abarca el infinito, el alma es una partícula de la esencia divina proyectada en el mundo material.
¿ Desde el momento en que cayó en la materia, cual fue el camino que siguió para remontar hasta el punto actual de su carrera?. Precisó pasar vidas oscuras, revestir formas, animar organismos que dejaba al salir de cada existencia, como se hace con un vestuario inútil. Todos estos cuerpos de carne perecieron, el soplo de los destinos dispersó las cenizas, pero al alma persiste y permanece en su perpetuidad, prosigue su marcha ascendente, recorre las innumerables estaciones de su viaje y se dirige para un fin grande y apetecible, un fin que es la perfección.
El alma contiene, en estado virtual, todos los gérmenes de sus desarrollos futuros. Está destinada a conocer, adquirir y poseer todo. ¿ Cómo pues, podría ella conseguir todo eso en una única existencia?. ¡ La vida es corta y lejos está la perfección !. ¿Podría el alma en una vida única, desenvolver su entendimiento, esclarecer la razón, fortificar la conciencia, asimilar todos los elementos de sabiduría, de santidad, de genio?. Para realizar sus fines, tiene que recorrer en el tiempo y el espacio, un campo sin límites. Y pasando por innumerables transformaciones, al final de millares de siglos, el mineral grosero se convierte en diamante puro, refractando con  mil destellos. Sucede lo mismo con el alma humana.
El objetivo de la evolución, la razón de ser de la vida, no es la felicidad terrestre, como muchos equivocadamente se creen, pero el perfeccionamientoo de cada un de nosotros, es ese perfeccionamiento que debemos realizar por medio del trabajo, del esfuerzo, de todas las alternativas de alegría y de dolor, hasta que nos hayamos desenvuelto completamente  y elevado al estado celeste. Si hay en la Tierra menos alegría que sufrimiento, y que este es el instrumento por excelencia, de la educación y del progreso, un estimulante para el ser, que sin él, quedaría retardado en vías de la sensualidad. El dolor, físico y moral, forma nuestra experiencia. La sabiduría es el premio.
Poco a poco el alma se eleva y conforme va subiendo, en ella se va acumulando una suma siempre creciente de sabiduría y de virtud, se siente más estrechamente ligada a sus semejantes; se comunica más íntimamente con su medio social y planetario. Elevándose cada vez más, no tarda en ligarse por lazos pujantes a las sociedades del Espacio y después al Ser Universal.
 Así, la vida del ser consciente es una vida de solidaridad y libertad. Libre dentro de  los límites que le señalan las leyes eternas, se hace el arquitecto de su destino. De su adelantamiento y de su obra. Ninguna fatalidad lo oprime, salvo la de los propios actos, cuyas consecuencias en él recaen; pero no podemos desarrollarse y medrar sin en la vida colectiva con el recurso de cada un en provecho de todos. Cuanto más sube, tanto más se siente vivir y sufrir en todos y por todos. En la necesidad de elevarse a sí mismo, los atrae a sí, para hacerlos llegar al estado espiritual,todos los seres humanos que pueblan los mundos donde vivieron. Quieren hacer por ellos lo que por él hicieron sus hermanos más viejos, ls grandes Espíritus que l guiarán en su marcha.
La Ley de justicia requiere que, por su vez, sean emancipadas, liberadas de la vida inferior todas  las almas. Todo ser que llega a la plenitud de conciencia, debe trabajar para preparar a sus hermanos una  vida soportable, un estado social que comporte la suma de los males inevitables. Esos males, necesarios para el funcionamiento de la ley de educación general, nunca dejarán de existir en nuestro mundo, representan una de las condiciones de la vida terrestre. La materia es el obstáculo útil, que provoca el esfuerzo y desarrolla la voluntad: contribuye para la ascensión de los seres, imponiéndoles necesidades que los obligan a trabajar. ¿Cómo sin dolor , habríamos conocido la alegría?; sin la sombra, apreciar la luz; sin la privación, saborear el bien adquirido, la satisfacción alcanzada? Esta es la razón por la que encontramos dificultades de toda suerte en nosotros y en lo que nos rodea.
- León Denis -Libro: Después de la Muerte.

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      NUEVA HUMANIDAD: LLEGADA DE                SERES MÁS EVOLUCIONADOS
                    Entrevista a Divaldo P. Franco
Somos informados de la venida de nuevos espíritus que resultan ser más evolucionados a fin y efecto de coadyuvar al impulso planetario hacia un mundo de regeneración. ¿Cuándo empezaremos a notar los efectos de la venida de estos nuevos seres? 
Divaldo: En este caso tenemos el ejemplo de los niños prodigio que en estos momentos deslumbran a la sociedad con sus características intelectuales, con sus condiciones emocionales, con su percepción del sentido de la vida y por la manera cómo se comportan frente a los otros. Los hay denominados “niños índigo” o “niños cristal”, siendo espíritus “viejos” reencarnados en un cuerpo joven. Estos saben definir, distinguir, trabajar y algunos otros se muestran más rebeldes, no siendo en este caso sinónimo de malos, sino que son inquietos, necesitando de apoyo porque son espíritus nobles en cuerpos deficientes. Nuestro biotipo está preparado para la clase de espíritu que somos, pero poco a poco se irán creando organizaciones fisiológicas para facilitarles sus reencarnaciones. Para que nosotros alcanzásemos la razón, nuestro género creció haciendo surgir el neocórtex. De la misma forma, para la recepción de estos nuevos seres que ostentan una situación más elevada, nuestro cuerpo está modificándose. Observamos que hoy existen personas que no adoptan la carne roja como alimento, o bien, eligen una alimentación especial, nutriéndose de vegetales y de otras substancias a las que no hay necesidad de sacrificar, así como tienen una visión diferencial de la vida. Puede tratarse de una característica de la organización física, eligiendo elementos más sutiles para un cuerpo más sutil. Ya están entre nosotros, y podemos observar con nuestros hijos, que no obedecen a la amenaza, sino al diálogo y al razonamiento, siendo preciso hablarles con ternura para que de una vez comprendan que puedan cambiar. Si amenazamos o demostramos poder, entonces podemos caer en una confrontación pudiendo surgir una situación desastrosa. Yo por ejemplo, he encontrado un número increíble de niños dulces y pacíficos que están fortaleciendo el ADN para una nueva generación. 
-Xavier Llobet - Centro Espírita Irene Solans, ( Lleida )

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                         EL PROBLEMA DEL ABORTO
  Continuando con el análisis de los distintos aspectos de la reencarnación, ahora nos vamos a detener en un problema muy actual, el del aborto.
Hemos hablado en anteriores artículos sobre la preparación espiritual que precede a una nueva encarnación. La importancia para el espíritu de tomar nuevamente un cuerpo físico que le permita crecer en valores y experiencias, en rescatar deudas del pasado, corrigiendo errores, sometiéndose a distintas pruebas que le permitan engrandecer su conciencia, avanzar en su camino evolutivo.
Por desgracia el materialismo supone un grave hándicap espiritual. Los planteamientos difieren extraordinariamente cuando partimos de unas bases u otras, de unas realidades que muchos desconocen por distintas causas. Pensar que todo empieza y termina con la vida física, que únicamente somos un cuerpo biológico que piensa y trata de sobrevivir sin más; que las cuestiones sobre el más allá, de la vida después de la vida, de una dimensión trascendental, de una planificación divina, pertenecen a la categoría de simples creencias, ajenas a nuestra realidad cotidiana. Dichos planteamientos nos pueden inducir a cometer errores, imprudencias, consecuencia de esa falta de claridad, de un conocimiento verdadero.
Insistimos que no estamos hablando de conceptos religiosos o de creencias, sino de convicciones producto de amplios estudios desde diversos ángulos, tanto científicos, filosóficos como espirituales que convergen en unos puntos comunes, reforzando determinadas ideas fundamentales que ponen en valor la vida y su sentido trascendente.
Partimos de un hecho, y es que desde el momento en que el espermatozoide se une al óvulo, se forma una célula nueva llamado cigoto, que va a recorrer su propio camino de crecimiento, atravesando las distintas etapas de gestación hasta alcanzar su culminación aproximadamente nueve meses después. Por lo tanto, desde un punto de vista biológico estamos hablando de un ser singular, aunque dependiente del seno materno donde se desarrollará y crecerá.
Allan Kardec, el insigne codificador de la doctrina espirita profundiza más y afirma al respecto: “Desde el instante de la fecundación, el espíritu designado para habitar en un cuerpo determinado, se une a él por un lazo fluídico, que no es más que una expansión de su cuerpo espiritual, el cual se va estrechando a medida que el germen se desarrolla.”
Sin embargo, el estudio del conocimiento espiritual nos indica que el proceso no se inicia con la concepción sino mucho antes. El espíritu que va a reencarnar se somete a una planificación espiritual donde se cuidan todos los detalles, a una elección previa de quienes deben ser sus padres, aquellos que por distintos motivos lo deben de acoger en su seno. Por tanto, no es una cuestión menor. Son las necesidades reciprocas las que reúnen a distintos seres bajo un mismo hogar para crecer juntos, amarse, comprenderse y ayudarse mutuamente.
El problema que se plantea para la futura madre y que le provoca el gran dilema, son las circunstancias y el momento de su vida en que le llega el embarazo. No vamos a desglosar las enormes variantes, de todo tipo, algunas muy trágicas, que desembocan en un embarazo inesperado, no deseado. No obstante, hay que valorar el hecho consumado, independientemente de que el origen pueda encontrarse en errores, imprudencias o hechos trágicos de violación, etc. La realidad resultante es la que se debe de afrontar con coraje y amplitud de miras, la aparición de un nuevo ser indefenso, que trata de vivir, de abrirse camino, de amar y que le amen.
“Está demostrado que no existe mayor amor, más puro y desinteresado que el de una madre hacia su hijo.” (Anónimo)
Hay que reseñar que el nuevo ser se va acoplando progresivamente a su nueva madre desde el momento de la concepción, ambos espíritus se sintonizan, interactúan, permanecen conectados psíquicamente. Buena prueba de ello se encuentra en los casos tratados por especialistas, en la denominada Terapia de Vidas Pasadas (TVP); donde se recogen innumerables casos de pacientes con traumas y conflictos psicológicos provenientes del pasado, de otras vidas, incluso provocados durante el periodo de gestación de la madre en esta misma existencia. Casos hay en los que, a través de dichas regresiones o inducciones psicológicas, el paciente revive situaciones de angustia, de sufrimiento, ante la posibilidad de un aborto no consumado, de rechazo, de dudas por parte de los padres. Este hecho traumático provoca secuelas que más pronto o más tarde aparecen de un modo u otro. Lo cual demuestra que el nuevo ser es testigo consciente de los pensamientos, emociones e intenciones, no sólo de la madre sino también del padre o la familia, a través de los estrechos vínculos con ella.
Al mismo tiempo, el rechazo frontal del nuevo ser, cuando la madre decide abortar, cortando toda posibilidad de una nueva vida, para el espíritu en cuestión, si todavía no está esclarecido y no tiene unos valores morales y espirituales desarrollados, puede convertirse en su principal enemigo. Su sufrimiento le puede llevar a no perdonar, pasando de víctima a verdugo, provocando una perturbación espiritual sobre la madre o los padres, dependiendo de los casos, creándose situaciones complejas de las que, casi siempre, cuesta muchísimo salir
Del mismo modo, aquella mujer que se sobrepone a las dificultades, y que afronta con coraje el embarazo desafiando las incertidumbres, puede que esté saldando deudas muy importantes, puede estar solucionando un conflicto con un espíritu enemigo del pasado, puesto que la ley del Amor nos pone en el camino los medios para transmutar el odio en amor, muchas veces reuniendo en un mismo hogar a enemigos acérrimos de vidas pretéritas. El olvido de las existencias anteriores y los lazos familiares producto de la unión de padres e hijos son casi siempre la mejor terapia para resolver problemas enquistados de otras vidas.
Como podemos ver, la decisión última de la gestante, puede ser el final de un conflicto o el principio de otro. La ignorancia y el desconocimiento de nuestra realidad espiritual,  una vez más, nos pueden sumergir en situaciones que contrarían la paz y la estabilidad que se buscan con este tipo de decisiones extremas.
Ahora bien, alguien se preguntará: ¿Y cuando está en peligro la vida de la gestante? ¿A quién se debe de salvar, al feto o a la madre? Sin ninguna duda que a la madre, puesto que ella tiene una vida hecha, otras personas pueden depender de ella, otros hijos, etc., el ser que está en camino todavía no. Cuando no hay más remedio y se tiene que elegir, siempre es más lógico salvar a quien puede entre otras cosas, tener la posibilidad de ser madre en el futuro, cuando sus problemas físicos se solucionen.
Por lo tanto y para ir concluyendo, hay que pensar que el primer derecho natural de todo ser es el derecho a la vida. Las circunstancias y el momento en que llega el embarazo pueden no ser las mejores, pero siempre de un mal, o aparente mal, salen grandes soluciones. La vida es generosa y siempre hay que darse una oportunidad de crecimiento personal tomándose el embarazo como un reto y no como una desgracia o accidente inoportuno.
Vamos a concluir con un ejemplo. El extraordinario tenor italiano Andrea Bocelli contaba en un concierto que a su madre le desaconsejaron los médicos que siguiera adelante con su embarazo puesto que su hijo iba a nacer con malformaciones. Tras agradecer públicamente su decisión de tenerlo concluye diciendo: “Espero que con esa misma valentía muchas madres quieran, en situaciones parecidas, salvar la vida de los hijos.”
 José M. Meseguer- © 2016 Amor, paz y caridad
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          EL FENÓMENO DE LA MUERTE
Por Marco Túlio Michalick
La muerte es algo que intriga a la mayoría de las personas. Muchos no quieren pensar en ella, pero es interesante imaginar lo que nos espera después del fenómeno de la muerte. ¿Para donde vamos?. Esta es la pregunta más común.
Cada religión lo interpreta de una forma. Algunas mantienen que las personas pasan por el purgatorio antes de entrar en el cielo o en el infierno. Otra hipótesis es la de que quedaremos aguardando el día del juicio final. El espiritismo, así como otras doctrinas, afirma la realidad de la reencarnación y que el fenómeno de la muerte apenas es una mudanza de plano.
Las personas que no creen en la reencarnación normalmente hacen burlas con los que si lo creen, diciendo que "nadie hasta hoy volvió para decir como es el otro lado". Pero, por medio de la mediumnidad, los espíritus envían mensajes, escriben libros y describen como es del "otro lado". Además de esto, la experiencia de casi muerte, es una comprobación de quien estuvo del "otro lado". Al final, la persona es considerada clínicamente muerta y después de algunos minutos, retorna al mundo material, sin que la medicina consiga probar y comprobar como ocurre este fenómeno. Investigaciones en este área ofrecen relatos impresionantes. Uno de estos es el de un rapaz, que después de ser considerado clínicamente muerto por los médicos, dejó su cuerpo y pasó a caminar por los corredores del hospital. Salió del local y fue a pasear al parque.  Este hombre declaró haber visto a un conocido en este parque, lo que después fue confirmado por el otro. Pero de su relato,  lo que más impresionó fue el hecho de haber presenciado el atropellamiento de un hombre en la calle. El hombre, después de desencarnar llegó a conversar con este paciente. Después, una fuerte luz llevó al atropellado. Después el paciente se sintió atraído nuevamente para el hospital. Cuando comentó lo que vio en su EQM (Experiencia de Casi Muerte) para algunas personas, ellas comprobaron junto a la policía las informaciones sobre el atropellamiento, que fue confirmado por las autoridades.
Los materialistas son los que más sufren al pensar en la muerte. Generalmente son criaturas apegadas por demás a los bienes terrenales y al pensar en la pérdida de los placeres triviales, sufren con anticipación. Esta preocupación podrá acompañarles más allá del túmulo. En temas de la Vida y de la Muerte, el espíritu Manuel Philomeno de Miranda, explica que sin embargo, se aclaran los enigmas en torno a la realidad post mortem, en que los hechos demuestran su proseguimiento, ofreciendo una visión correcta sobre su continuidad, el temor cede lugar a la confianza y las dudas son sustituidas por la certeza de la perennidad del ser, que se siente estimulado a preparar, desde entonces, ese futuro, en el que la felicidad posee una dinámica que fomenta el progreso incesante, como resultado del esfuerzo emprendido por quien desea alcanzarlo". Así, el materialista comienza a tener una nueva visión y convicción con relación al fenómeno de la muerte, cambiando su forma de pensar y de actuar.
 La muerte es una consecuencia de la vida, pero la vida es una consecuencia de la ´vida Mayor. Pensando de esta forma, descartamos la palabra muerte en su sentido natural. En su lugar, coloquemos vida, fijando "vida después de la vida". Lo que en realidad es cierto, pues dejamos la vida material para vivir en otra, la espiritual, alternando entre una y la otra, prosiguiendo en nuestra evolución espiritual.
En la Apología de Sócrates, Platón escribe cual era el pensamiento de su maestro sobre la muerte: " En cuanto a esta, apenas puede ser una de estas dos cosas: o aquel que muere es reducido a la nada y ya no tiene más ninguna conciencia, o entonces, conforme a lo que se dice, la muerte es un cambio, una transmigración del alma del lugar en donde nos encontramos para otro lugar. Si la muerte es la extinción de todo sentimiento y se asemeja a uno de esos sueños en os que nada se ve, igual que en el sueño, entonces morir es una ganancia maravillosa. Por otro lado, si la muerte es como un pasaje de aquí para otro lugar, y si es verdad, como se dice, que todos los muertos se reúnen allí, ¿ se puede imaginar mayor bien?".
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jueves, 17 de noviembre de 2016

HIJOS ADOPTIVOS, BAJO LA VISIÓN ESPÍRITA


                                                                       

  ¿ LOS ANIMALES TIENEN ALMA ?


Sería una enorme injusticia si así no fuese, porque ningún  ser vivo  existe solamente como materia organizada con eso que se llama vida y sin más perspectiva que la nada.   Pero  organizada, ¿por quién o por qué?  . En los animales  hay una energía inteligente que administra la vida y la cohesión en esa materia que compone su cuerpo físico, aunque no me refiero a una  inteligencia consciente como en el ser humano, sino a una especie de  inteligencia inconsciente, automática o instintiva.
                                                                                                                                                     
Y no solo los animales tienen alma, sino que por la misma razón, también existe un alma en los seres vivos del orden de los vegetales, aunque estas apenas son como un rudimento evolutivo comparativamente con las del mundo animal.
 En un escalón evolutivo más atrasado que los que conforman el reino animal, está el reino vegetal, y aún antes de conformarse la energía de esa materia con  un alma en ese reino de la naturaleza que clasificamos como reino vegetal, anteriormente  la energía que acompaña todas las formas materiales,   ha cohesionado y se ha desarrollado  antes en el reino mineral.
De todos es sabido que las plantas crecen mejor y más saludables en un ambiente de ondas  sonoras armoniosas como lo es la música clásica, e incluso cuando son  tratadas con cariño por su cuidador. Todo esto  parece ser debido a que en realidad estamos inmersos en un espacio lleno  de vibraciones  dentro  de este  conjunto   psicobiológico  global  que formamos entre  todos los seres de este mundo.

Los animales tienen un alma adquirida y forjada a través de muchísimas experiencias a partir de otras formas de vida más elementales.
En las plantas el alma es solamente un  principio vital vegetativo que las nutre y les hace crecer, pero  en los animales esta energía constituye  un gran paso hacia adelante en la evolución de las energías psíquicas  que dan vida, movimiento e instinto a la materia.
El alma animal no es como la humana porque a diferencia con la misma, aún no se ha forjado la Esencia  Divina ya existente  en la especie humana con la misión de desarrollar a lo largo de un proceso evolutivo que engloba múltiples existencias en los mundos físicos,  unas facultades  divinas de orden superior a las que puede alcanzar el reino animal aun en su mayor exponente evolutivo, tal como  la inteligencia racional, el sentido de la justicia, de la bondad, de la belleza, etc,.
El alma animal es un principio espiritual rudimentario, dividido y diferenciado por especies, sin conciencia de sí mismas, ni de su individualidad, por lo que en los grupos de animales menos evolucionadas  se podría pensar que este alma existe globalmente dentro de cada especie, como una gran alma que se manifiesta en todos sus miembros que se agrupan como una sola entidad, manifestándose en todos ellos  de igual modo, de manera  que funcionan y existen con arreglo a unas normas fijas de comportamiento instintivo y atávico; (cómo ejemplo, recordemos el comportamiento de los bancos de peces, las colmenas de abejas, etc.).  Estas almas grupales persisten y evolucionan a lo largo de los tiempos a través de sus miembros que sin cesar permanecen en un continuo y rápido devenir en la materia. Cuando el grado de desarrollo psíquico en esas almas grupales es suficientemente desarrollado, junto a los instintos generales de la especie, comienzan a manifestarse los primeros rudimentos de cierta inteligencia que empieza a diferenciar comportamientos y tendencias  que van individualizando a  los  miembros dentro  de la misma especie animal.
Las almas animales que al igual que las almas humanas  sobreviven  a la muerte del cuerpo, quedan en un estado de letargia durante el cual este alma animal es recogida por Espíritus especializados en el proceso reencarnatorio inmediato de los animales,  y así  los encaminan repetidamente, una y otra vez, a una nueva encarnación.
     En animales  que ya han alcanzado cierto grado evolutivo suficiente para  transformar su alma  grupal e inconsciente en un alma con conciencia rudimentaria , conscientes cada vez más de su
individualidad, se ven  poco a poco inmersos en  un proceso evolutivo superior, próximo a la especie   humana, en cuanto al sentido de su individualidad  e inteligencia,  y  de ese modo comienzan a tomar consciencia de su individualidad respecto a  los demás miembros de su especie,(recordemos las diferencias de comportamiento y temperamentos observadas entre los individuos de ciertas especies, tal como perros, caballos, delfines, etc, Estos especímenes ya comienzan a diferenciarse entre ellos por un cambio gradual de “personalidad”) .
La situación que ocupa el alma animal en la cadena  evolutiva de los seres, está en proporción al grado de su  desarrollo psíquico,  según la especie que se trate.
El alma animal se manifiesta a través de los instintos  que  conforman un modo  más o menos rudimentario de inteligencia  irracional y automática,  e incluso en determinadas especies que conviven estrechamente con los seres humanos, en muchos de sus individuos se desarrolla y se manifiesta mediante  cierto grado de raciocinio elemental, “casi humano “.
La situación que ocupa el alma animal en la cadena  evolutiva de los seres, está en proporción al grado de su  desarrollo psíquico,  según la especie que se trate; así vemos como no son comparables por ejemplo, el comportamiento psíquico de un ratón y el de un caballo….
   El alma animal, a diferencia de la Humana,  solamente es capaz de elaborar aquello que  le  entra a través de los sentidos físicos del cuerpo, sin embargo el alma  humana  puede razonar y meditar siendo su capacidad para filosofar, una de sus conquistas evolutivas; asimismo el alma humana, en mayor o menor grado- según su nivel evolutivo espiritual- tiene un sentido  moral que le lleva a  diferenciar el  bien  del mal  Asimismo tiene consciencia de su  ego y  posee  creatividad, siendo capaz de amar y  de crear  arte, degustando y elevándose  espiritualmente con la armonía de su belleza.
El alma animal al igual que la humana, también es capaz de sentir emociones y sentimientos, a veces en grado ejemplificante para el propio ser humano, pero en este, a diferencia del  animal, se conjugan las percepciones físicas  de los instintos animales que como ellos tenemos por la naturaleza animal que posemos,  con  las percepciones extrasensoriales propias  del alma humana  que generalmente presenta una  superior elevación y conciencia del propio  espíritu o “Yo”.
  Desde un punto de vista científico, prestigiosos  investigadores  de  Universidades de USA, Inglaterra y Brasil, entre los que hay físicos, biólogos, psicólogos, veterinarios, etc,  han llegado a   manifestar las siguientes  conclusiones:

Los animales en muchas especies, acreditan tener “reflejos inteligentes de un nivel equiparable a niños de cuatro años de edad.
En problemas asociados con la resolución de cuestiones “existenciales, como la alimentación y la protección, según la especie, sus individuos siguen mostrando capacidad resolutiva e inteligencia.
   - Algunas especies gregarias, desarrollan un modo de vida  en el  que incluyen el reparto social del trabajo, particulares formas o normas en la manipulación de alimentos, castigos a los infractores de sus normas, y reconciliación posterior, además de una necesaria  cooperación entre ellos para realizar actividades corrientes como la búsqueda de alimentos o la vigilancia de sus predadores.
- Las experiencias individuales, sirven de “guía” para la adaptación de comportamientos en el grupo. Son significativas que estas ocurrencias transmitidas del individuo al grupo, sirven de base para relaciones futuras.
-    Las “habilidades” aumentan a medida que subimos en la escala evolutiva. Entre ciertos mamíferos se percibe una capacidad común para desarrollar las mismas habilidades, transmitiendo sus ideas por la comprensión de símbolos. Existen distintos niveles de inteligencia, tan dispares como número de especies existentes, y hay estudios que relacionan el peso del cerebro con el del cuerpo para determinar el nivel de inteligencia animal, circunstancia que aproxima, por ejemplo, al delfín con el humano.
-      Tienen emociones que se exteriorizan más en las especies superiores en forma de placer, emoción, dolor, miedo, pavor o rabia principalmente. El afecto y la lealtad son también importantes  en las especies más próximas con la convivencia humana, sin que se trate de  una imitación  de los comportamientos humanos. Por el contrario, los animales, en base a terapias con humanos en escuelas, hospitales, etc,  demuestran  una personalidad  propia, desarrollando normalmente gustos  y  opiniones sobre cosas y personas con las que se relacionan.
Los animales que conviven con el ser humano desde hace muchas generaciones, demuestran un alto grado de sensibilidad, pudiendo “adivinar” las intenciones humanas, lo que por ejemplo se observa en  el intelecto canino.
El pensamiento animal es  considerado como una forma de procesar informaciones sobre modos de adaptarse a situaciones y condiciones del medio ambiente,  existiendo un tipo de cálculo particular, que está presente en todos los cerebros animales.
La comunicación de los animales entre sí, permite en observaciones comparativas, percibir diferencias dentro de individuos de la misma especie, demostrando amistad, e incluso diferencias “culturales” entre miembros procedentes de distintos lugares, tal como nos sucede a los humanos con los dialectos, acentos, costumbres, etc.
     En relación al lenguaje, algunas especies como el delfín, poseen un amplio repertorio de palabras,  mediante  sonidos cortos y variados, acreditando un grado de complejidad semejante a las lenguas humanas.
  -       La noción de individualidad en muchas especies, queda plasmada en los   experimentos hechos con espejos, en donde se reconocen  y vemos como no  les  agrada  cualquier alteración de su apariencia física, como es el  cambio del color  normal de su pelo por otro diferente.
 -  Actitudes como la simulación, la traición, la mentira, el engaño o la   obtención de   ventajas, son particulares del chimpancé que, precisamente, guarda en relación al humano una coincidencia
genética de más del 98%.  
 -  Individuos de esta  especie consiguen aprender el lenguaje de señales de los sordo mudos, así como a lidiar con números y operaciones aritméticas   sencillas..
        Diversas especies muestran una extraordinaria memoria cuando son capaces de reconocerse entre los miembros de un grupo después de  estar mucho tiempo  separados, así como del recuerdo de hechos pasados  en fechas lejanas en el   tiempo.
-     Las experiencias individuales, sirven de “guía” para la adaptación de comportamientos en el grupo. Son significativas que estas ocurrencias transmitidas del individuo al grupo, sirven de base para relaciones futuras.
-      Las “habilidades” aumentan a medida que subimos en la escala evolutiva.
Entre ciertos mamíferos se percibe una capacidad común para desarrollar las mismas habilidades, transmitiendo sus ideas por la comprensión de símbolos. Existen distintos niveles de inteligencia, tan dispares como número de especies existentes, y hay estudios que relacionan el peso del cerebro con el del cuerpo para determinar el nivel de inteligencia animal, circunstancia que aproxima, por ejemplo, al delfín con el humano.
-      Tienen emociones que se exteriorizan más en las especies superiores en forma de placer, dolor, miedo, pavor o rabia principalmente. El afecto y la lealtad son también importantes  en las especies más próximas con la convivencia humana, sin que se trate de  una imitación  de los comportamientos humanos. Por el contrario, los animales, en base a terapias con humanos en escuelas, hospitales, etc,  demuestran  una personalidad  propia, desarrollando normalmente gustos  y  opiniones sobre cosas y personas con las que se relacionan.
-   Los animales que conviven con el ser humano desde hace muchas generaciones, demuestran un alto grado de sensibilidad, pudiendo “adivinar” las intenciones humanas, lo que por ejemplo se observa en  el intelecto canino.
-   El pensamiento animal es  considerado como una forma de procesar informaciones sobre modos de adaptarse a situaciones y condiciones del medio ambiente,  existiendo un tipo de cálculo particular, que está presente en todos los cerebros animales.
-  La comunicación de los animales entre sí, permite en observaciones comparativas, percibir diferencias dentro de individuos de la misma especie, demostrando amistad, e incluso diferencias “culturales” entre miembros procedentes de distintos lugares, tal como nos sucede a los humanos con los dialectos, acentos, costumbres, etc.
-      En relación al lenguaje, algunas especies como el delfín, poseen un amplio repertorio de
palabras,  mediante  sonidos cortos y variados, acreditando un grado de complejidad semejante a las lenguas humanas.
 -   La noción de individualidad en muchas especies, queda plasmada en los experimentos hechos con espejos, en donde se reconocen  y vemos como no les agrada  cualquier alteración de su apariencia física, como es el cambio del color normal de su pelo por otro diferente.
 -      Actitudes como la simulación, la traición, la mentira, el engaño o la obtención de ventajas, son particulares del chimpancé que, precisamente,  guarda en relación al humano una coincidencia genética de más del 98%.  Individuos de esta  especie consiguen aprender el lenguaje de señales de los sordo-mudos, así como a  lidiar con números y operaciones aritméticas.
-      Diversas especies muestran una extraordinaria memoria cuando son capaces de reconocerse entre los miembros de un grupo después de  estar mucho tiempo separados, así como del recuerdo de hechos pasados  en fechas lejanas en el tiempo.
         Ante estas observaciones  de la Ciencia,  creo que caminamos hacia una  constatación de que el principal rasgo que diferencia a los animales en la escala evolutiva con respecto a  la especie inmediata de superior evolución – la humana-,  es la inteligencia que se desarrolla en un infinito y secuencial proceso.   Parece evidente  que los caracteres intelecto- cognitivos no son privilegio de la especie humana, y estos residen en la sede espiritual que es responsable de la “Memoria RAM” de cada ser, desde el más primitivo al más complejo, y esta inteligencia evolutiva  es una energía física que “no se pierde, sino que se transforma”,  tal como  sentenció Lavoisier.
- Jose Luis Martín -

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“Es bueno y justo que todo padre de familia, sin causar perjuicio a sus  propios hijos, conserve una parte de sus bienes para los otros seres animados, o sea, los animales y las plantas. Porque ellos tienen la sensación de su propia existencia, y por tanto, sienten alegrías y dolores.”
- Código de Manú –

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                               EL PESO DE LA VIDA

Cuando el peso de la vida supone un esfuerzo para continuar, no se debe parar la marcha, los pies deben caminar hasta alcanzar todo el trecho del camino y vencer los obstáculos que impiden la motivación para seguir. Jerusalén nos espera ataviada de testimonio, el mismo que tuvo que enfrentar el Maestro sin culpa. Tierra de luz y de prueba cuyo camino fue regado por el sufrimiento de la incomprensión. Él no tuvo tiempo de pensar en sí mismo, los otros, los peque- ños, los desvalidos ocupaban su mente, los verdugos llenaban su compasión. Cada uno construye su Jerusalén día a día con el paso apasionante de la vida, en un compás de notas armónicas y discordantes a la vez. Muchos son los que siguen la estela del cristiano espiritista, buscando muchas veces sin saberlo, las manos que lo rescaten del inmenso vacío que hay en sus corazones. Si nos detuviéramos un instante centrando la mirada interna en el “niño” que llega hasta nosotros, percibiríamos su presencia en la retaguardia del egoísmo que nos precede. ¡Cuánta soledad! Exclamamos, mientras muchos hermanos de evolución ahogan sus voces entre gemidos punzantes. Hay que girar la cabeza y mirar a los ojos del que se acerca. El espíritu que se acostumbró a entender la voz del Maestro ha robustecido sus brazos, sus huesos, su temple, está preparado para recoger la debilidad del que aún no aprendió a crecer, del niño psicológico que juega a vivir con el fuego de las pasiones, quemándose una y otra vez, y en ese momento del dolor, es cuando el espírita aprende a inclinarse para tomar las manos del que sucumbió a los sinsabores. No hay corazones desiertos, hay afectos que no llegan a los corazones, sentimientos que quedan congelados en los pliegues del ego marchitándose sin lograr descubrir la flor perfumada que hay en su ser. La marcha continúa aunque los pies se paren, girando en torno de una dolorosa soledad que no logra ver el desaliento ajeno. ¡Cuántas historias de frustración se escriben en el libro del Universo, hogares perdidos que contemplan impasibles los sueños y esperanzas que se quedaron en el camino. Es la hora de la compasión que debe detener el paso del trabajador para dar aliento al que se ha quedado sin el oxígeno de la alegría de vivir, el momento que no se detiene a prever los resultados ajeno al futuro inminente. Dos espíritus se funden en un instante vital, todo queda parado, el espacio se reduce a dos, el que ayuda y el que es ayudado. La sinfonía universal baja el tono de su melodía para escuchar con nitidez la acción evangélica. Es la belleza cristiana que puebla de alegría el tiempo y el espacio que enmarca la acción redentora. Ese momento en que la energía de la compasión se revela, el self todavía dormido, pero acariciado por la renovación que ya se acerca. Los otros y nosotros, no hay diferencia de grados, ni de espacio, ni de tiempo, es el momento, el instante, el segundo en que dos almas convergen en la adquisición de una nueva mirada. Es el espejo en el que nos miramos por primera vez intuyendo que lo mejor está por llegar.
-  Longina -

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         DEBER Y RESPONSABILIDAD


Desde mi ignorancia en el inicio del camino espiritual nunca supe de la responsabilidad y compromiso que mi espíritu endeudado traía a la tierra. No obstante, a medida que profundizaba en las circunstancias que me acontecían y en la comprensión de la Justicia Divina al amparo de los conocimientos que me aportaba el conocimiento de la filosofía espírita, algo en mi interior se agitaba de forma inquieta, advirtiéndome de que mi vida tenía un sentido y un propósito que todavía no había alcanzado a comprender.
Sin una base racional que sustentara tal impresión; pero con la fuerte convicción interna de que se trataba de una realidad auténtica, me fui decantando por saber, estudiar, profundizar y agrandar mis conocimientos y mis actitudes al tiempo que iba caminando en el nuevo derrotero que se abría ante mí.
Ahora, desde este plano, puedo comprender con claridad la fuerza de impulsión de mi ser interno, de mi espíritu, que presionaba al ego, a la personalidad que yo representaba para que no perdiera el tiempo y encontrara cuanto antes el sentido de mi misión y responsabilidad en la tierra.
Las circunstancias materiales que me rodeaban, me hubieran permitido la formación de una familia, no obstante tal circunstancia nunca se dio de manera rotunda; por lo que poco a poco las inquietudes y aspiraciones de mi alma encarnada se iban decantando por un trabajo espiritual que iba calmando la ansiedad de las ilusiones materiales hasta convertirlas en meros obstáculos que de vez en cuando se presentaban, pero que, con determinación y confianza en mis nuevas expectativas de progreso y superación personal se solventaban cada vez con mayor facilidad ante mi propia sorpresa.
Así pues, comencé a preguntarme cuál sería el trabajo que venía a realizar y de qué manera podría acertar para incrementar en mi interior la calma y la serenidad que iba alcanzando cada vez más, y que contrastaba rotundamente con la angustia, la zozobra, la ansiedad y la competitividad que mis actividades profesionales me exigían a diario.
Sin duda, las exigencias de un trabajo sometido a gran presión y responsabilidades continuas, eran una traba enorme para adquirir el equilibrio y la paz necesaria que me permitiera desarrollar y crecer en mi vida interior. La auténtica vida de mi espíritu que comenzaba a descubrir y admirar.
Fue en los momentos de encarnizada lucha entre mi parte espiritual y material cuando, elevando mi pensamiento y orando con profunda emoción al Padre de todos, recibí la inestimable ayuda, el consuelo necesario y la protección del espíritu que luego, mucho más tarde, se identificó como mi protector, mi guía espiritual.
Este espíritu; al que estaré agradecido por siempre, supo educarme espiritualmente; consolarme en los momentos de tribulación y protegerme ante los sinsabores que mis propias imperfecciones me producían. Situaciones que amenazaban con debilitar mi resistencia psicológico-espiritual, a fin de hundirme en la tristeza, el desconsuelo y la depresión que me impidiera levantarme de los tropiezos y errores.
Él me inspiraba fortaleza y, lejos de justificar mis faltas, me las hacía patentes con delicadeza para que prestara atención sobre ellas y no volviera a repetirlas; al tiempo que insuflaba mi mente de pensamientos positivos y optimistas para trascender y superar el error cometido, ayudando a levantarme y haciéndome ver que la grandeza del espíritu se mide no por las veces que acierta, sino por las veces que nos equivocamos y somos capaces de levantarnos y superarnos.
Así fue como iba adquiriendo consciencia del deber con el que debía cumplir, de la importancia de luchar por cambiar nuestra naturaleza imperfecta, de la ayuda que todo ser humano tiene desde el plano espiritual si somos capaces de solicitarla con humildad y merecerla por nuestras intenciones y acciones.
Ahora, ya desde aquí compruebo con alegría cómo una parte importante del trabajo que me llevó a encarnar en la tierra fue realizado, con mayor o menor precisión, con más o menos acierto; pero con la voluntad de trabajar en el servicio del bien y de mi propia redención espiritual.
El sentido del deber; y la impresión de mi conciencia acerca de un compromiso espiritual que todavía se me antojaba difuso y sin mucha claridad, me llevó a tomar parte de forma activa en las organizaciones e instituciones que divulgaban estas ideas en mi país, llegando a ostentar importantes representaciones, con el fin de ayudar a la causa de la divulgación de la verdad filosófico-moral del espiritismo.
Estas labores y trabajos me abrieron otras puertas a nivel internacional; dónde pude conocer a muchísimos compañeros de ideal que nutrieron mi mente, mi corazón y mi alma con ejemplos, conocimientos y experiencias valiosísimas para mi avance y progreso moral.
Tanto es así que, en franca convivencia, fraternidad y trabajos mutuos en multitud de eventos a nivel internacional, iba aprendiendo, contrastando, sintiendo y viviendo cada vez más el acierto de la decisión adoptada de dedicar mi vida al bien; a la divulgación de la verdad y a la superación moral que el código moral de Jesús nos recomienda a través de las obras de Kardec.
En una etapa más avanzada, estas relaciones me brindaron la oportunidad de trabajar junto a otros compañeros, ayudándoles en la divulgación de sus obras por todo el mundo; en la justa reciprocidad de que ese era uno de los compromisos que yo acepté voluntariamente pero que el mundo espiritual había puesto también en mi camino.
A consecuencia de esto último, y en etapas finales de mi transitar en la tierra, tuve la osadía de intentar también publicar algunos libros de mi autoría, inspirados por los espíritus que me guiaban, preparándome así para trabajos ulteriores como el que ahora mismo estoy llevando a cabo, a fin de ser útil, servir a mis semejantes, con aquello que humildemente puediera aportar.
Como bien sabemos, todos traemos a la tierra responsabilidades, obligaciones y deberes que cumplir; unos son pruebas para el fortalecimiento de nuestro espíritu, otros son expiaciones que debemos afrontar con abnegación, sin murmuración y con paciencia, al tratarse de rescates de nuestros errores del pasado.
Lo importante es comprender cuál es el deber y la responsabilidad que nos compete, y poco a poco ir descubriéndolo y ejecutándolo, a fin de no regresar a la patria espiritual con las manos vacías, aprovechando la oportunidad de progreso que Dios nos brinda en su infinita misericordia y bondad con cada encarnación.
Benet de Canfield

Psicografiado por Antonio Lledó

©2016, Amor, paz y caridad

[*] Serie de psicografías mensuales; en la que un espíritu amigo, desencarnado hace pocos años, comenta experiencias de vida de su última existencia; así como las reflexiones sobre las mismas una vez llegado al mundo espiritual. Para preservar el anonimato de su identidad, tal y como él mismo nos ha solicitado, usaremos él nombre que tuvo en una existencia anterior, hace ya varios siglos.
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HIJOS ADOPTIVOS, BAJO LA VISIÓN ESPÍRITA
Por la visión espírita, todos somos adoptados. Porque el único Padre legítimo es Dios. Los padres de la Tierra NO SON nuestros padres, ellos ESTÁN SIENDO nuestros padres. Porque en cada encarnación, cambiamos de padres consanguíneos, pero en todas ellas, Dios siempre es el mismo Padre. Pero, para entendernos mejor, la existencia de esta experiencia en la vida de muchos padres, es necesario analizarl bajo la óptica espírita, bajo la luz de la reencarnación. La formación de un hogar es una planificación que se desenvuelve en el Mundo Espiritual. Sabemos que nada curre por casualidad. Así como los hijos biológicos, los hijos adoptivos también son compañeros de vidas pasadas. Es nuestra vida de hoy el resultado de lo que ganamos para nosotros mismos en el pasado.
Surge entonces la indagación: "si son viejos conocidos y deberán encontrarse en el mismo hogar, ¿ por qué no nacieron ya como hijos naturales?". En la literatura espírita encontramos varios casos de hijos que en función del orgullo, del egoísmo y de la vanidad, se tornaron tiranos de sus padres, esclavizándolos a sus caprichos y pagando con ingratitud y dolor la ternura y el celo paternos. De retorno a la Patria Espiritual (al desencarnar), al despertar en ellos la conciencia, entendieron la gravedad de sus faltas, y pasan a trabajar para recuperar el tiempo perdido y se reconcilian con aquellos a quienes lesionaron afectivamente.
Así, reencuentran aquellos mismos padres a quienes no valoran, para devolverles la afección machacada, rescatando el cariño, el amor y la ternura de ayer. Porque es la ley de Causa y Efecto. No aprovechada la convivencia con padres amorosos y desvelados, es de Ley Divina que retomen el contacto con ellos, como hijos de otros padres, llegando a sus brazos por las vías de la adopción.
A los padres cabe el trabajo de orientar a estos hijos y conducirlos al camino del bien, independientemente de que sean hijos consanguíneos o no lo sean.
La responsabilidad de padres permanece siendo la misma. Recibiendo ellos en el hogar la bendita experiencia de la adopción, Dios señala a los cónyuges que están confiando en su capacidad de amar y de enseñar, perdonar y ayudar a los compañeros que retornaron para que hoy valoren el desvelo y la atención que ayer no supieron tener. Traen en el corazón los desequilibrios de otros tiempos o el arrepentimiento doloroso para la solución de los cuales, piden al reencarnar, la ayuda de aquellos que los acogieron, n como hijos del cuerpo, sino como a hijos del corazón. Allan Kardec elucida: "No  son los de la consanguinidad los verdaderos lazos de familia y si los de la simpatía y de la comunión de idéas".
 ¿ DEBEMOS ESCONDER QUE ELLOS SON ADOPTIVOS?.Uno de los mayores errores que algunos padres adoptivos cometen es el de esconder la verdad a sus hijos. Es importante, desde temprano, no esconder la verdad. A veces lo hacen por amor, ya que los consideran totalmente como hijos; otros lo hacen por miedo a perder el afecto y el cariño de ellos. Cuando los hijos adoptivos crecen, aprendiendo en el hogar los valores morales elevados, se sienten más amados por entender que lo son, no por haber nacido de sus padres, sino que siendo los frutos de un afecto sincero y real, pasan a entender que son hijos queridos del corazón. Revelarles la verdad, solamente en la edad adulta, es destruirles todas las alegrías vividas, y alterarles la condición de hijos queridos en orfanatos y asilos, a guisa de pena y de compasión. No debemos traumatizarlos, librándolos del riesgo de perder la oportunidad de aprendizaje en la actualidad.
André Luiz nos aclara en cuanto a este peligro: "Hijos adoptivos, cuando crecen ignorando la verdad, acostumbran a traer enormes complicaciones, principalmente  cuando oyen explicaciones de otras personas". Idénticamente a lo que ocurre en relación a nuestros hijos biológicos, buscando el diálogo franco y sincero, con base en el respeto mutuo, bajo la luz de la orientación cristiana de conducta.
Padres que conversan con los hijos, fortalecen los lazos afectivos, haciendo del asunto de la adopción, algo secundario. Recibiendo en nuestra jornada terrena la oportunidad de tener en nuestro hogar un hijo adoptivo, guardemos en el corazón la certeza de que Jesús está confiándonos la responsabilidad sagrada de superar el propio orgullo y vanidad, amando verdaderamente y desinteresadamente a la criatura de Dios, confiada en trabajo de educación y amparo. Y, ayudándolo a superar sus propias malezas, mañana podrá volver al seno de aquellos que lo aman en la posición de hijo legítimo.
- Revista Verdad y Luz -
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ESPÍRITUS FELICES.

LA Srta. EMMA.
Fue ésta una joven que murió a consecuencia de un accidente causado por el fuego, y...
después de crueles sufrimientos. Alguien se propuso pedir su evocación a la Sociedad Espiritista de París, cuando se presentó espontáneamente el 31 de julio de 1863, poco tiempo después de su muerte.
“Heme aquí, pues, todavía en el teatro del mundo, a mí, que me creía enterrada para siempre con mi velo de inocencia y de juventud. El fuego de la Tierra me salvaba del fuego del infierno.
Así pensaba en mi fe católica. Y si no me atrevía a entrever los esplendores del paraíso, mi alma trémula se refugiaba en la expiación del purgatorio, y rogaba, sufría y lloraba. Pero, ¿quién dio a,mi debilidad la fuerza de soportar mis angustias? ¿Quién, en las largas noches de insomnio y de fiebre dolorosa, se inclinaba sobre mi cabecera de mártir? ¿Quién refrescaba mis labios ardientes?
Erais vos, mi ángel guardián, cuya blanca aureola me rodeaba, erais vosotros también, queridos espíritus amigos, que veníais a decir a mi oído palabras de esperanza y de amor.
“La llama que consumió mi débil cuerpo me despojó del afecto a lo que pasa, también morí viviendo de la verdadera vida. No conocí la turbación, y entré serena y recogida en el día radiante que envuelve a los que, después de haber sufrido mucho, han esperado un poco. Mi madre, mi querida madre, fue la última vibración terrestre que resonó en mi alma. ¡Cómo me complacería que fuese espiritista!
“Me he desprendido del árbol terrestre como un fruto maduro antes del tiempo. Tan sólo 
me rozó el demonio del orgullo, que punza a las almas de las desgraciadas arrastradas por brillantes triunfos y la embriaguez de la juventud. Yo bendigo la llama, que era una expiación. Semejante a esas ligeras nubecillas blancas del otoño, floto arrastrada en la corriente luminosa. No son estrellas de diamantes las que brillan en mi frente, sino las estrellas de oro del buen Dios.”
Emma.
En otro centro, en El Havre, el mismo espíritu dio también espontáneamente la comunicación siguiente, el 30 de julio de 1863.
“Los que sufren en la Tierra son recompensados en la otra vida. Dios está lleno de justicia y de misericordia para los que sufren aquí abajo. Concede dicha tan pura, felicidad tan perfecta, que no se debieran temer ni los sufrimientos, ni la muerte, si a las pobres criaturas humanas les fuera posible sondear los misteriosos designios de nuestro Creador.
“Pero la Tierra es un lugar de pruebas, a menudo muy grandes, a veces sembradas de dolores muy punzantes. Resignaos a todo, si ellas os alcanzan, resignaos a todas ante la bondad suprema de Dios, que es Todopoderoso. Si os da una carga pesada para que la llevéis, si os llama a Él después de grandes sufrimientos, veréis en la otra vida, en la vida feliz, de cuán poca importancia son estos dolores y estas penas de la Tierra, cuando juzguéis de la recompensa que Dios os reserva,si vuestro corazón no ha pronunciado ninguna queja, ningún murmullo. Muy joven he dejado la Tierra. Dios ha querido perdonarme y darme la vida de los que han respetado sus voluntades.
Adorad siempre a Dios, amadle con todo vuestro corazón. Rogadle sobre todo, rogadle firmemente: ese es vuestro sostén allá en la Tierra, vuestra esperanza, vuestra salvación.”
Emma.
EL CIELO Y EL INFIERNO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN AKARDEC

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miércoles, 16 de noviembre de 2016

MANIFESTACIONES DE LOS ESPÍRITUS




                   LOS IDIOMAS

Comunicación de un espíritu, que nos habla de los idiomas y su evolución y falta de entendimiento y nos hace reflexionar y meditar sobre el mismo, pero leamos lo que nos dice: 

Me recibisteis en amor y la ley me permite volver entre vosotros. 
Ahora sabréis algo de mi última vida. Soy Iván Sokolov. 
Nací en Cracovia el año de 1822, de padres rusos y fui el niño misterioso, pensativo, que buscaba algo y no lo encontraba, que no fue alegre porque no lo alegraban los de sus compañeros; era el niño raro, el niño triste, el niño solitario ¿Por qué? porque en mi mente bullían ideas extrañas y no propias de mí. 
Era un buscador de impresiones, de orígenes; era un niño que quería saber algo más de lo que le permitían sus pocos años. 
Así crecí, solitario, era el niño raro, malhumorado, misántropo porque me molestaba la compañía de los otros muchachos. Nunca fui alegre y seguía pensando, pensando… 
Fui hijo de una familia que ya se había despojado del prejuicio religioso y me dejaba en libertad para escoger el camino que yo quisiera; pero cuantos caminos había frente a mí. 
Me hice adolecente y estudie profundamente todas las ideologías, porque la filosofía era lo que más me interesaba. ¿A dónde iba a dar? 
Mis padres se preocupaban por tener en mi algo que no podían comprender y cuando fui ya un hombre, que decepciones sufrí, que amarguras; no encontraba lo que buscaba; me pasaba horas enteras con mi cigarro viendo los giros que tomaba el humo y entonces seguía aquellos giros como si fueran pensamientos míos. 
Os he hablado del pensamiento y ahora quiero extenderme un poco más, porque el pensamiento crea la idea, no crea la imagen porque la imagen nos viene por un recuerdo de la memoria material o por un recuerdo de la memoria espiritual. 
¿Qué es la memoria? ¿Qué es el pensamiento? ¿Qué es la palabra y que es el verbo? Es el medio de comunicación de los hombres entre sí; el verbo fuerte, el verbo hermoso, el verbo florido que usan los hombres cultivados ¿pero es siempre necesario usar de la palabra para comunicarse entre sí? 
Estos eran los pensamientos me hacían aparecer falto de razón, y fui internado en un Sanatorio, y allí pude entregarme de lleno a mis estudios filosóficos, pero no me bastaba lo que yo leía porque no encontraba lo que buscaba; la palabra, la idea, el pensamiento ¿y origen de todo esto donde estaba? ¿De dónde emanaba ese pensamiento? ¿Era eso, acaso, el hálito del Creador mismo?... el pensamiento que forma las frases, el pensamiento que ayuda y se trasmite por medio de la palabra… la palabra de muchos idiomas, porque los idiomas se van formando con el desarrollo de los pueblos, según las características de cada raza, porque el clima, la bondad de la tierra, la belleza del paisaje, hacen que los hombres se comuniquen por medio de vocablos dulces, cariñosos, unidos, y fue así como surgió el latín, como surgió el italiano y como surgió también el español; pero los idiomas bávaros, los idiomas sajones son propios de los climas duros, son propios de esos lugares donde la vía es difícil y donde el hombre se enfrenta a grandes peligros y tiene que luchar y sacrificarse y precisa muchas vidas para lograr ganar una, y de ahí viene el vocablo fuerte, el vocablo gutural de los otros idiomas. ¿Comprendéis ahora porque hay tal diversidad de idiomas en el mundo Tierra? 
En los mundos superiores hay un solo idioma porque en esos mundos todo es placido, todo es dulce, todo es agradable y los hombres tienen que reflejar la bondad del ambiente en vocablos dulces, unidos, ligados, cadenciosos, llenos de melodía, que son, a veces, como canto de aves. 
En los mundos atrasados son rugidos, son blasfemias, y todavía en el mundo Tierra los hombres las usan y se comunican así con palabras soeces, con palabras vulgares, con vocablos rudos como si fueran golpes de látigo. 
Cuanto influye el progreso de un mudo para todas las manifestaciones del pensamiento del hombre, y vendrán a la Tierra los hombres cultivados, y vendrá a la Tierra un solo idioma, que será derivado del español que se habla ahora, pero purificado y más dulce que lo que es ahora el italiano, y más dulce de lo que fue el latín y todos se comunicaran con palabras dulces, unidas y no habrá gritos ni blasfemias ni interjecciones que hieren el oído y que hacen que se entremezcla el cuerpo porque el hombre siente el latigazo de las palabras duras. Que hermosa será entonces la vida en la Tierra, que plácidamente vivirán los hombres, como si fueran niños grandes; pero todavía está lejos ese día, muy lejos, porque los mismos hombres lo retardan, porque ya era tiempo de que existiera en la Tierra la Comuna de Amor y Ley. 
Ya veréis los hermanos del espacio con que dulzura se comunican con vosotros; nunca usan frases duras ni hieren ni lastiman a nadie; nunca exigen, nunca insultan ¿Por qué? Porque tienen ya el progreso suficiente para hablar al hombre como al hermano amado y al hermano que se ama no se le habla duramente, se le habla con dulzura, con ternura, como la voz de la madre que arrulla a un niño, como la voz del niño que juega con otros amiguitos; pero todavía en la Tierra hay rudeza, todavía hay tanto dolor porque los mismos hombres lo forman, lo provocan, porque ¿Cómo puede ser de otra manera? Si cometen malas obras ¿Cómo pueden esperar cosas buenas? No, lo que se siembra es lo que se cosecha y todavía en la Tierra se siembran muchos males y por eso vienen más males que bienes. 
No han querido comprender los hombres que tienen que pensar, que vienen a hacer uso de ese pensamiento que es el halito del Padre Creador; pero ya no piensan por sí mismos, los hombres están mecanizándose, los hombres se están convirtiendo en robots porque la vida misma no deja tiempo para pensar pues todo se simplifica y por el modo de instruirse ahora, ya no tiene el hombre que luchar como luchamos nosotros en el siglo pasado en que, para conseguir un libro, teníamos que hacer gran sacrificio; ahora tienen todos los progresos que ha alcanzado… la mecánica, porque no es el pensamiento; tienen el progreso que ha alcanzado la materia y no el espíritu; todo se les da hecho, todo se les da fácilmente ¿Por qué?... y van atrofiando su propio pensamiento por la falta de estímulo, porque ya no se esfuerzan por comprender, ya no se esfuerzan por elevarse, ya no se esfuerzan por purificarse porque no tienen tiempo de pensar y van atrofiando ese órgano que es el cerebro, el cerebro humano, esa maravilla de la creación del Padre, el cerebro humano donde se forman las ideas, la parte más noble y la última que abandona el espíritu cuando deja su materia. 
Hombres de la tierra: pensad, enseñaos a pensar; estudiad en todo lo que os rodea, porque todo es digno de estudio ya que todo es obra del Padre y tenéis los libros abiertos ante vosotros… y vosotros no los comprendéis. 
Hombres de la Tierra: trabajad con vuestra mente, elevad vuestros pensamientos para que cuando dejéis estas materias que ahora ocupáis, vayáis muy alto, muy alto, a donde vuestro pensamiento ya había estado, a donde vuestro pensamiento puede conduciros y no es quedéis aquí, dentro del mismo ambiente de la Tierra, como se quedan ahora tantos hombres, porque no supieron pensar, porque no supieron desarrollar su propia personalidad, porque no supieron cuál era el origen de ese pensamiento que tienen atrofiado porque nunca lo emplearon suficientemente. 
El pensamiento, la idea, la palabra, los grandes dones que se otorgan al hombre encarnado y que lo hacen diferente de las bestias irracionales. Pues bien, sed dignos de esa dádiva que os hace el Padre, de esa distinción entre todos los seres de la creación, ya que lleváis una chispa consubstancial de Él y sois sus hijos. 
Esto os deja: 
IVÁN SOKOLOV. 

Fraternales saludos hermanos todos, unidos por la causa siempre más allá.


Fuente de información “El Heraldo del Espiritismo" 
Médium: Margarita Maynes de Martinez. 
Transcripción; José Luis Flores Meza. 

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Todos tenemos el poder de cambiar el mundo en nuestro entorno. Cambiando nuestra forma de pensar, sentir y actuar, simplemente porque es inevitable que cuando nosotros cambiamos, todas las demás personas también cambiaran sus reacciones hacia nosotros.

- Mercy Íngaro -

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LOS PROBLEMAS DEL ESPÍRITU: SU PASADO 

Si no aceptamos la Ley de la Reencarnación como explicación coherente a nuestras dolencias, problemas e infelicidades, ¿dónde encontraremos la explicación de esos sufrimientos, que pueden, en muchos casos, terminar en obsesiones, y muy grandes? 

¿Quién nos dará la clave de tanto dolor y perturbaciones? ¿Cómo encontraremos la forma de escapar de esos laberintos que causan tantas heridas morales? 

Cuando aceptamos que somos seres inmortales, Espíritus eternos, con un pasado y un futuro por delante; viviendo un presente que es el resultado de ese pasado y la oportunidad de crear ese futuro mejor, es cuando comenzamos los seres humanos, a ?despertar?, de ese letargo espiritual milenario. 

Nuestra mente es muy poderosa y desconocida para nosotros; una maquinaria que utilizada erróneamente, nos trae padecimientos y dolencias tales como: Neurosis, Psicosis y desdoblamiento de personalidad, entre otras perturbaciones, como las diversas obsesiones, que el Libro de los Médiums, las explica muy bien. 

La Neurosis: El aumento de la neurosis en la Tierra, nos hace pensar y nos puede ayudar a discernir, que no sólo el psiquiatra o el hombre de ciencia, está en condiciones de encontrar una solución, ya que ellos, casi siempre, ignora conscientemente la procedencia del ser, la sublime trascendencia del ser: El Espíritu. 
Esa enfermedad merece estudio y observación, a fin de localizar los factores reales que producen las perturbaciones del sistema nervioso, considerando la falta de lesiones anatómicas más graves. 
Freíd las clasificó de verdaderas, cuando hay desequilibrios fisiológicos al lado de perturbaciones meramente psicológicas, a pesar de ser transitorias. Psiconeurosis, cuando son determinadas por las ?fijaciones de la infancia?, en regresiones inconscientes. En el primer grupo están situadas las neurosis de ansiedad, la neurastenia, la hipocondría, y las de ascendencia traumática. En la segunda aparecen las de orden histéricas ansiosas, los estados obsesivos y convulsivos. 

Con sintomatología extraña, no es raro que la atención de los médicos sea desviada; surgen parálisis, movimientos inconexos, disturbios múltiples, etc. 

El neurótico es un Espíritu rebelde y delincuente de las Leyes Universales, en proceso purificador. Reencarnando para resarcir o impulsado a la reencarnación por necesidad urgente, olvida delitos para luego repararlos. 
Su psicoesfera impone, en los elementos orgánicos, distonias y desarmonías que se reflejan más tarde en forma de alienación, como consecuencia de su estado interior, como Espíritu desajustado. 
Olvidando la mayoría de las veces que somos seres espirituales, nos perdemos en ese entramado de enfermedades físicas y mentales, efecto de una causa que es la rebeldía del Espíritu y su pasado, por consiguiente. Ahí encontramos la causa y explicación de tanto desajuste y dolor en la Tierra, así como también las obsesiones más diversas e ignoradas por muchos. 

Es obvio que el comportamiento social, las frustraciones infantiles, las inseguridades, los miedos, los factores familiares y de habitat. Los problemas de orden moral y económico, engendran, evidentemente, los principios neuróticos, porque consiguen limitar las aspiraciones del Espíritu, que no consigue sobreponerse. 

A la par de todo esto, hay un factor que no debemos olvidar y que la ciencia persiste en ignorar; la dominación obsesiva de entidades espirituales, movidos por el odio, el rencor, la venganza?etc. 

Las terapias medicamentosas, las técnicas de análisis, en cuanto favorecen por un lado, dañan por otro los tejidos más sutiles de la organización psicológica, produciendo desequilibrios de otra naturaleza, que se exteriorizarán en el futuro. 

El neurótico es alguien rebelado consigo mismo, insatisfecho en el inconsciente y revelado contra los otros. Es inestable, agresivo, un ser excitado, que se deja llevar por la violencia. Disciplinado por un código moral, por unas enseñanzas espíritas y con un método saludable de vida y pensamientos, el neurótico consigue sobreponerse al desequilibrio, reajustando sus centros mentales en desaliño, sus centros de fuerzas, caminando en el progreso espiritual, a que todos estamos llamados. 

La Psicosis: Necesita de un estudio más profundo que la neurosis, por cuanto en la neurosis es un problema menos grave. 
Ya no hay duda en cuanto a sus factores causales, clasificados como endógenos y exógenos. Hay sin duda factores más allá de los psicológicos que influyen en la psicosis, tales como factores sociales. 

En los factores endógenos, hay causas externas (tóxicos, infecciones?) y físicos (dolencia de otros órganos, disturbios del metabolismo, demencias, delirios?). En los de orden endógeno (la esquizofrenia, las perturbaciones mentales de la epilepsia, la psicosis maniaco-depresiva), donde las psicosis se exteriorizan como un proceso de auto-castigo, que el Espíritu se impone por los crímenes cometidos y el sentimiento de culpa arrastrado del pasado. 

El psicótico maniaco-depresivo, trae registrado en el inconsciente los graves desvíos morales que escaparon a la justicia humana, y que ahora tienen tendencia a la huída del deber y a la responsabilidad, por el suicidio. 

El esquizofrénico, en sus múltiples clasificaciones, es también un Espíritu rebelde y delincuente de las Leyes Universales, enredado en los desequilibrios del pasado. Que en el presente vienen a reclamarle las deudas, para rectificar y poder así, seguir la marcha del progreso espiritual. 

En todos los problemas de psicosis, sea de la naturaleza que sea, el ser espiritual, es siempre responsable por la situación que padece. 

Personalidades múltiples: es causada por problemas precedentes a la infancia y se instala, más particularmente, durante ese periodo, creando procesos inconscientes de huidas, ensayando las causas profundas para las neurosis y psicosis centradas en trastornos de origen histérico. 

Sin duda los procesos de disociación profunda, en el inconsciente del ser, dan baza a la personalidad neurótica, que se instala dominadora como mecanismo de defensa, y que puede llegar a estados de inconsciencia total, huyendo el ser de la realidad a la que está sometido, y que hoy tiene que someterse a la Ley de Causa y Efecto, para alcanzar algo de equilibrio. Podemos suponer que debió ser una reencarnación obligatoria. 

La causa de todas estas perturbaciones radican en el ser espiritual que, huyendo del deber y la responsabilidad, se demoró por largo tiempo en situaciones de desajuste y delincuencia. El desequilibrio producido en el interior del ser, repercute en su psiquismo y en el cuerpo material, con diversos trastornos más o menos grave, y que pueden durar por muchos años y vidas. 
 ¿Sobreviviendo a la muerte física, el Espíritu que despierta aturdido del túmulo, busca por un natural proceso de afinidad psíquica, a aquellos que se le hicieron adversarios, en la mayoría de las veces sin conciencia de eso, produciendo parasitosis de naturaleza espiritual, en los que se manifiestan tormentosos y largos procesos de obsesión profunda, en que predominan los fluidos y los sentimientos del desencarnado actuando sobre el encarnado que le padece la interferencia, al principio en la esfera psíquica y, posteriormente, en la psico-física, aparentando un proceso de ¿personalidad disasociada? que, en verdad, son individualidades diferentes, en férreo combate o en proceso de vampirización dolorosa o, aún, en predominio de acción, en la sufrida búsqueda de placeres que ya no pueden fluir, por encontrarse en el Mundo Espiritual, utilizando de ese modo, a otro hombre, en su cuerpo físico, como instrumento para el gozo y para la alucinación?. 
Palabras de Carneiro de Campos, a través de la mediúmnidad de Divaldo Pereira Franco. 

Cuando surgen todos estos conflictos dolorosos, debemos buscar con ahínco el auxilio necesario. 

Nada mejor que practicar la caridad moral y material; ejercer el perdón y elevar el pensamiento, orando a Dios, para buscar la armonía necesaria que nos elevará por encima de las dificultades, desequilibrios y obsesiones. Tenemos la obligación de confiar en Dios, en los Buenos Amigos Espirituales y en nuestra fuerza interior. Nadie está desamparado. Si no trabajamos al ritmo que necesitamos o debemos, ¿ es por falta de voluntad, dejándonos atraer por las luces cegadoras de las falsas ilusiones ?. 

Artículo de: Isabel Porras González 

Nota: Este artículo está relacionado con otros que tratan sobre la obsesión.

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          MANIFESTACIONES DE LOS 
                        ESPÍRITUS

Los espíritus pueden manifestarse de muy diferentes maneras: por la vista, por la audición, por el tacto, por ruidos, por el movimiento de los cuerpos, por la escritura, por el dibujo, por la música, etc. 

*. Los espíritus se manifiestan a veces espontáneamente por ruidos y dando golpes; para ellos, éstos son, a menudo, medios de atestiguar su presencia y llamar la atención, absolutamente como una persona hace ruido para avisarnos de su llegada. 
Existen espíritus que no se limitan a ruidos moderados, sino que llegan a producir un 
estrépito semejante al de la vajilla cuando se rompe, al de las puertas que golpean, o al de 
los muebles que derribamos; algunos causan hasta una perturbación real y verdaderos 
descalabros. 

28. Aunque invisible para nosotros en estado normal, el periespíritu no es una materia etérea. El Espíritu puede en ciertos casos hacerle experimentar una especie de modificación molecular, que le hace visible y hasta tangible, y así es como se producen las apariciones. Este fenómeno no es más extraordinario que el del vapor, que es invisible cuando está muy rarificado, y que se hace visible cuando está condensado. 
Los espíritus que se hacen visibles se presentan casi siempre con las apariencias que tenían cuando vivos y que pueden hacerlos reconocer. 

29. La visión permanente y general de los espíritus es muy rara, pero las apariciones aisladas son bastante frecuentes, sobre todo en el momento de la muerte. El Espíritu libre parece que se da prisa en volver a ver a sus parientes y amigos, como para advertirles que acaba de dejar la Tierra y decirles que es inmortal. Seleccione cada uno de sus recuerdos, y se verá cuántos hechos auténticos de este género, que no sabíamos explicarnos, han tenido lugar, por la noche durante el sueño, así como también en pleno día y en completo estado de vela. En otro tiempo se miraban estos hechos como sobrenaturales y maravillosos y se los atribuía a la magia y a la brujería. Actualmente los incrédulos lo atribuyen a la imaginación;  pero desde que la ciencia espiritista ha dado la clave de los mismos, sabemos cómo se producen y que no salen del orden de los fenómenos naturales. 

30. Con ayuda de su periespíritu obra el Espíritu sobre su cuerpo físico, también con el auxilio del mismo fluido se manifiesta obrando sobre la materia inerte, produce los ruidos, los movimientos de las mesas, y de los otros objetos que levantan, derriba o transporta. Nada tiene de sorprendente este fenómeno, si se considera que entre las fuentes más poderosas se encuentran en los fluidos más rarificados y hasta imponderables, como el aire, el vapor y la electricidad. 
Igualmente con ayuda de su periespíritu, el Espíritu hace escribir, hablar o dibujar a los médiums. No teniendo cuerpo tangible para obrar ostensiblemente cuando quiere manifestarse, se sirve del cuerpo del médium, apoderándose de sus órganos, que hace obrar como si fueran los de su cuerpo, por medio del efluvio fluídico que sobre ellos 
derrama.

Que es el espiritismo- ALLAN KARDEC

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ACERCA DE LA NECESIDAD DE RECIBIR

He conocido muchas personas que se preocupan por los otros, que son extremadamente generosas a la hora de dar, y que sienten un profundo placer cuando alguien les pide un consejo o apoyo.
Hasta aquí todo bien: es estupendo poder hacer el bien a nuestro prójimo.
En cambio, he conocido a muy pocas personas capaces de recibir algo, aún cuando les sea dado con amor y generosidad.
Parece que el acto de recibir hace que se sientan en una posición inferior, como si depender de otro fuese algo indigno.
Piensan:
“Si alguien nos está dando algo es porque somos incompetentes para conseguirlo con el propio esfuerzo”.
O si no:
“La persona que me da ahora, un día me lo cobrará con intereses”.
O aún, lo que es peor:
“Yo no merezco el bien que me quieren hacer”.
¿Por qué actuamos así?
Porque nos cuesta entender que este universo está constituido por dos movimientos.
El primero es la expansión, rigor, disciplina, conquista; el segundo es la concentración, meditación, entrega.
Basta mirar nuestro corazón (y no es por casualidad que el corazón siempre fue considerado como el símbolo de la vida), para comprender que son estas dos energías las que lo hacen latir, contraerse y expandirse al mismo ritmo.
Las numerosas estrellas del cielo están emitiendo luz, pero al mismo tiempo están absorbiendo todo a su alrededor, por aquello que es conocido por los físicos  como fuerza de la gravedad.
Así los actos de dar y recibir, aún cuando sean aparentemente opuestos, forman parte del mismo y continuo movimiento.
No es mejor quien da con generosidad, ni es peor quien recibe con alegría.
El amor es, justamente, fruto de estas dos cosas, y una pequeña historia ilustra bien lo que quiero decir:
“Un leñador, acostumbrado al arduo trabajo de derribar árboles, terminó casándose con una mujer que era exactamente su opuesto: delicada, suave, capaz de hacer lindos bordados con sus dedos gentiles. Orgulloso de su esposa, él pasaba todo su tiempo en el bosque, haciendo su trabajo para que nada faltase en su casa.
Vivieron juntos durante muchos años, tuvieron tres hijos que crecieron, estudiaron, se casaron y fueron a vivir a lugares distantes, como suele suceder la mayoría de las veces.
La pareja continuaba en la misma cabaña, pero mientras el hombre se sentía cada vez más fuerte por causa de su trabajo, la mujer empezó a debilitarse. Ya no bordaba más, perdió el apetito, no hacía sus caminatas diarias, y vio desaparecer toda la alegría de su vida.
Su estado de salud se agravó de tal manera que ya no se levantaba más de la cama.
El marido ya no sabía qué hacer. Una noche cuando una fiebre alta hizo que el rostro de su esposa adquiriera una palidez mortal, él tomó con sus manos fuertes los delicados dedos de su esposa y comenzó a llorar:
- ¡No me dejes!-decía sollozando.
La mujer tuvo fuerzas para decir, en medio de los delirios provocados por la fiebre:
-¿Pero por qué lloras?
-¡Porque te necesito!
El brillo de los ojos de la mujer pareció retornar.
¿Y sólo ahora es que me lo dices? Yo pensé que cuando nuestros hijos  crecieron y partieron, mi vida había perdido el sentido.
¡Tú siempre has sido tan independiente!.
-Yo tenía vergüenza de recibirlo -dijo el leñador.- Siempre pensé que no merecía todo lo que hacías por mí.
A partir de ese día la mujer volvió a recuperar la salud, volvió a caminar por el bosque y a hacer sus bordados.
Su vida había vuelto a tener sentido porque alguien la necesitaba.
Alguien era capaz de recibir la mejor cosa que podía dar: su amor.
Paulo Coelho

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               LIBERTAD CON EL ESPIRITISMO

En el seno del pensamiento fulgente de la Doctrina Espírita, todos hallamos motivación para comenzar los pasos de nuestra verdadera liberación. Con Allan Kardec, el reposado amigo e ilustre Codificador del Espiritismo, se nos torna menos complejo ese bullicio para la  manumisión anhelada. El mundo sería más leve y la vida humana más fácil de ser vivida si consiguiésemos entender y usufructuar la soñada libertad.
Si se liberase la Ciencia con el pensamiento espírita, si al encontrar el agente de todo, el principio inteligente del universo, el Espíritu, se abstuviese totalmente de atribuir solamente a los fenómenos materiales, como principio y fin de todo. Verificaría entonces, cuan rica y grandiosa sería la visión científica, a partir del enriquecimiento traído por la constatación y valoración consciente del horizonte espiritual.
Se libertaría la Filosofía por medio del pensamiento espírita, cuando se hayan posado sus reflexiones, fuese cual fuese la escuela de pensamientos sustentada, en la realidad del ser inmortal, al concebir que el pensamiento es atributo del alma. A partir de eso, ve volvería más simple la comprensión de que todo cuanto existe en el campo de la materia densa, no pasa de las elaboraciones mentales, del psiquismo del ser espiritual. Entendería el filósofo, bajo la profunda luz espírita, que hay un camino menos agreste para la comprensión del ser y de la existencia, bien como el sentido de todo eso, en los mundos diseminados por los espacios.
Si se liberase la Fe religiosa ante el pensamiento espírita, cualquiera que fuese su línea interpretativa de los fenómenos del alma, al observar seriamente es penetrar el conocimiento de las leyes de la naturaleza, base en la que se apoya la estructura espírita. Destronaría el interés subalterno de la dominación de las conciencias, valoraría el trabajo de maduración de las conciencias para la visión de Dios, lo que aclararía la reflexión del creyente para liberarlo, por fin, de la  agitación, del fanatismo, del fundamentalismo destructivo.
Atendiendo a la grandeza del pensamiento espírita, Allan Kardec  presentaba  a la humanidad con la amplitud de establecer la liberación de las criaturas, gracias al conocimiento de la verdad, lo que confirmaría la enseñanza de Cristo Jesús.
Si el conocimiento que estamos  levantando en la vida no nos hace capaces de liberar de la sombra generalizada, sombra del intelecto, sombra del sentimiento, sombra de la moral, algo está equivocado. O ese conocimiento no es la expresión de la verdad, o entonces, de nuestra parte, no estamos asimilando debidamente sus contenidos.
Es hora de despertar, en esa fase aciaga de la experiencia humana. Estamos a punto de hacer un vertido de locuras sin dimensión; nos hallamos ante las explosiones del egoísmo; nos encontramos sometidos a un tiempo de graves peleas provocadas por incontables almas aturdidas, infelices en sí mismas, que pesan sobre el psiquismo terrestre, diseminando su infortunio. Es tiempo de cuidados intensos para la impostergable marcha.
Al frente de todo eso, por tanto, irradia el Sol portentoso del Espiritismo en torno a la Codificación de Kardec, que nos deberá calentar e iluminar para la victoria, para la liberación espiritual.
Saludamos pues, al Codificador, por haberse tornado para nosotros en instrumento de la libertad que el Cristo anunció para la humanidad entera.
- Gabriel Delanne -
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