sábado, 19 de septiembre de 2015

EL SUICIDA DEL TREN



PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS.

4 – ¿Dónde puede encontrarse la prueba de la existencia de Dios?
– En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: no hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es obra del hombre, y vuestra razón os responderá.
 Para creer en Dios basta pasear la vista por las obras de la Creación. El Universo existe; luego tiene una causa. Dudar de la existencia de Dios equivaldría a negar que todo efecto tiene una causa y sentar que la nada ha podido hacer algo.

5 – ¿Qué consecuencia puede sacarse del sentimiento intuitivo que todos los hombres llevan consigo de la existencia de Dios?
– Que Dios existe; porque, ¿de dónde provendría ese sentimiento si no estuviese basado en algo? Es también una consecuencia del principio de que no hay efecto sin causa.

6 – El sentimiento íntimo que tenemos de la existencia de Dios,¿no sería resultado de la educación y producto de las ideas adquiridas?
– Si fuese así, ¿cómo tendrían el mismo sentimiento vuestros salvajes?
Si el sentimiento de la existencia de un ser supremo sólo fuese producto
de una enseñanza, no sería universal y como las nociones de la ciencia, existiría únicamente en los que hubiesen recibido semejante enseñanza.

7 – ¿Podría encontrarse la causa primera de la formación de las cosas en las propiedades íntimas de la materia?
– Pero, ¿cuál sería entonces la causa de esas propiedades?
Siempre es precisa una causa primera.
Atribuir la formación primera de las cosas a las propiedades íntimas de la materia sería tomar el efecto por la causa, pues esas mismas propiedades son un efecto que debe provenir de una causa.
8 – ¿Qué pensar de la opinión que atribuye la formación primera a una combinación fortuita de la materia, esto es, al acaso?
– ¡Otro absurdo! ¿Qué hombre de buen sentido puede considerar el acaso como un ser inteligente? Y además ¿qué es el acaso? Nada.
La armonía que regula las actividades del Universo revela combinaciones
y fines determinados y por lo mismo, un poder inteligente. Atribuir la formación primera al acaso sería un contrasentido, porque el acaso es ciego y no puede producir los efectos de la inteligencia. Un acaso inteligente no sería ya el acaso.

9 – ¿Dónde se ve, en la causa primera, una inteligencia suprema y superior a todas las inteligencias?


– Tenéis un refrán que dice: por la obra se conoce al artífice. ¡Pues bien! Examinad la obra y buscad el artífice. El orgullo es el que engendra la incredulidad. El hombre orgulloso no admite nada superior a sí mismo y por eso se considera un espíritu fuerte. ¡Pobre ser a quien puede abatir un soplo de Dios!
Se juzga de la potencia de una inteligencia por sus obras y no pudiendo ningún ser humano crear lo que la Naturaleza produce, la causa primera es una inteligencia superior a la Humanidad.
Cualquiera que sean los prodigios hechos por la inteligencia humana,tiene una causa esta misma inteligencia y cuanto más grande sea lo que ella haga, tanto mayor debe ser su causa primera. Esta inteligencia es la causa primera de todas las cosas, cualquiera que sea el nombre con el cual el hombre la designe.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.

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                EL SUICIDA DEL TREN


Nunca olvidaré el día en que leí en un periódico la noticia de un terrible suicidio, que me conmocionó: un hombre se había arrojado a las vías férreas y había sido arrollado por la locomotora de un tren.

El periódico contaba la tragedia con todo lujo de detalles, explicando que se trataba de un humilde operario, padre de diez hijos. Aquello me impresionó tanto que decidí orar por ese hombre.

Tengo una pequeña libreta donde anoto nombres de personas necesitadas. Voy orando por ellas y, de vez en cuando, digo: ‘si este ya progresó, cederé su lugar a otro’; no puedo hacer más.
Así pues, anoté el nombre en mi libreta de oraciones especiales (las que hago de madrugada). Desde mi ventana veo cierta estrella y observo su ciclo; entonces, me pongo a orar mirando hacia ella, conversando. Somos buenos amigos desde hace ya muchos años.

Ella es paciente, siempre aparece por el mismo lugar y desaparece por el otro. Comencé a orar por aquel desconocido. Hacía mi oración, intercedía por él, hacía de abogado suyo, y decía: ‘Jesús mío, quien se mata “no está en su sano juicio” (como decía mi madre). Verás que él no se quería matar; fue por las circunstancias.’ Oraba y pedía, dedicándole más de cinco minutos (y eso que tengo una lista bien larga de nombres, pero ese era especial).

Pasaron casi quince años y yo oraba por él diariamente, dondequiera que estuviese. Un día, tuve un problema que me hizo sufrir mucho. Cuando esa noche me acerqué a la ventana para conversar con mi estrella, fui incapaz de orar. No estaba en condiciones de interceder por los otros. Tenía muchas ganas de llorar, pero me cuesta mucho hacerlo por fuera; aprendí a llorar por dentro. Me aflijo, experimento dolor, y las lágrimas no salen (envidio mucho a quienes lloran con aquellas lágrimas enormes y voluminosas que yo no consigo verter).

Al poco rato me fue embargando la emoción y, cuando quise darme cuenta, estaba llorando.

 Entretanto, un espíritu entró y me preguntó:

- ¿Por qué lloras?

- ¡Ah! Hermano mío –respondí-, hoy tengo muchas ganas de llorar, porque tengo un problema grave y, como no tengo a quien quejarme, ya que vivo para consolar al prójimo, no puedo contar mis sufrimientos. Además, no tengo ese derecho; aprendí a no quejarme, y no me estoy quejando.

El espíritu replicó:

- Divaldo, y si te pido que no llores, ¿qué harás?

- Hoy no me lo pidas. Es el único día en que he conseguido hacerlo. Déjame llorar.

- No lo hagas –pidió-. Si tú lloras, yo también lloraré mucho.

- ¿Por qué habrías de llorar? –le pregunté.

- Porque te tengo mucho afecto. Siento mucho amor por ti, y amo por amor. Naturalmente, me alegré mucho con lo que me decía.

Tú me inspiras mucha ternura –prosiguió-, y te amo por gratitud. Hace muchos años me arrojé a las ruedas de un tren. Y no hay manera de definir la sensación de desgracia eterna. Oía el silbato del tren, lo veía acercándose a mi encuentro y sentía sus ruedas triturándome, sin terminar ni morir nunca. Cuando acababa de pasar y yo respiraba, oía el silbato y todo comenzaba otra vez, eternamente.
Hasta que un día oí a alguien llamándome por mi nombre. Lo hizo con tanto amor que me alivió por un segundo, pero el sufrimiento volvió enseguida. Más tarde me llamó otra vez. Empezó a llamarme a intervalos, y yo conseguía respirar para soportar aquella muerte que nunca llegaba. No sabría decir cuánto tiempo pasó.
Transcurrió mucho, hasta el momento en que dejé de oír el silbato del tren, para escuchar a la persona que me llamaba. Entonces me di cuenta de que la muerte no había acabado conmigo, y que alguien rogaba a Dios por mí. Recordé a Dios, y a mi difunta madre. Empecé a pensar que no tenía el derecho de haber hecho aquello, y entonces oí a alguien diciendo:

Él no quería hacerlo en realidad. Él no quería matarse’. Hasta que un día esa fuerza fue tan grande que me atrajo; ahí fue cuando te vi en esta ventana, llamándome.

Pregunté –siguió el espíritu-:

- ¿Quién es? ¿Quién le pide a Dios por mí con tanto cariño, con tanta misericordia?

-Mamá vino y me explicó:
- Es un alma que ora por los desdichados.

Me conmovió, lloré mucho y a partir de entonces, vine aquí cada vez que me llamabas por mi nombre.
(Nótese que yo jamás le había visto a él, a causa de las diferencias vibratorias.)

Cuando adquirí la conciencia total –siguió él- ya habían pasado más de catorce años. Me acordé de mi familia y fui a mi casa. Encontré a mi esposa blasfemando, injuriándome: ‘Aquel desgraciado huyó y nos hundió en la miseria más horrible. Hoy mi hija está perdida, porque no tenía ni comida ni paz, y fue a venderse para tenerlas. Mi hijo es un delincuente, porque tenía un padre egoísta, que se mató para no afrontar las responsabilidades.

Dejándonos, él nos arrastró a esta situación.’ Sentí su odio desmesurado. Después fui llevado hasta mi hija, en uno de esos lugares miserables, donde ella estaba expuesta como mercancía. Fui a visitar a mi hijo en la cárcel.

- Divaldo –me dijo conmovido-, ahí sumé a mis “dolores físicos” el dolor moral del daño que conllevó mi suicidio. Porque el suicida no responde sólo por el gesto, por el acto de autodestrucción, sino también por toda la ola de consecuencias que surgen de su acción insensata, sumándose todo esto a sus deudas en la ley de responsabilidades.

Aparte de ti, nadie más oraba, nadie se apiadó de mí; sólo tú, un desconocido. ¡Por eso hoy, que eres tú quien sufre, vengo a pedirte en nombre de todos nosotros, los infelices, que no sufras! Porque si tú te entristeces, ¿qué será de nosotros, los que estamos siempre tristes? Si ahora lloras, ¿qué será de nosotros, que estamos aprendiendo a sonreír gracias a tu alegría? Tú no tienes derecho a sufrir; aunque sea por nosotros, por amor a nosotros, no sufras más.

Se aproximó, me abrazó, reclinó la cabeza en mi hombro y lloró por largo rato, afectado.

Igualmente emocionado, le dije:

- Perdóname, no esperaba conmoverte.

- Son lágrimas de felicidad. Por primera vez, soy feliz, porque ahora me puedo rehabilitar. Estoy aprendiendo a consolar a otros. Y la primera persona a quien consuelo eres tú.”

Divaldo Pereira Franco

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                     Allan Kardec y la reencarnación

El siguiente trabajo ha sido realizado en forma de entrevista hipotética, con todo el respeto que nos merece, entre el autor y el codificador del Espiritismo Allan Kardec.

¿Cuál es la razón de la sin igual disparidad de caracteres, tanto en el campo moral como intelectual, de los seres encarnados en la Tierra?
El progreso intelectual y el progreso moral rara vez marchan a la par, pero lo que el espíritu no hace en un tiempo, lo hace en otro, de manera que los dos progresos concluyen al llegar a un mismo nivel. Esta es la razón del por qué se ven frecuentemente hombres inteligentes e instruidos muy poco adelantados moralmente y viceversa.

¿Y cómo se opera ese progreso intelecto-moral, tan importante para la encarnación de los seres?
La encarnación es necesaria para alcanzar tanto el progreso moral como el intelectual del espíritu. El progreso intelectual, a través de la actividad que tiene que desplegar en su trabajo. El progreso moral, mediante la necesidad que los hombres tienen los unos de los otros. La vida social es la piedra de toque de las buenas y de las malas cualidades. La bondad, la maldad, la dulzura, la violencia, la benevolencia, la caridad, el egoísmo, la avaricia, el orgullo, la humildad, la sinceridad, la franqueza, la lealtad, la mala fe, la hipocresía, en una palabra, todo lo que constituye el hombre de bien o el perverso, tiene por móvil, por objeto y por estimulante, las relaciones del hombre con sus semejantes. Para el hombre que viviera solo, no habría ni vicios ni virtudes: si por el aislamiento se preserva del mal, anula del mismo modo el bien.
¿Porqué una sola encarnación no es suficiente para alcanzar la perfección?
Una sola existencia corporal es prácticamente insuficiente para que el espíritu pueda adquirir todo lo que le falta en bien y se deshaga de todo lo que es malo en él. El salvaje, por ejemplo, ¿podría quizá, en una sola encarnación, llegar al nivel moral e intelectual del hombre civilizado más adelantado? Esto es materialmente imposible. ¿Debe, pues, quedar eternamente en la ignorancia y la barbarie, y privado de los goces que sólo puede procurar el desarrollo de las facultades? El simple buen sentido rechaza tamaña suposición, que representaría, a la vez, la negación de la justicia y de la bondad de Dios y la de la ley progresiva de la Naturaleza. Por eso Dios, que es soberanamente justo y bueno, concede al espíritu todas las existencias necesarias para llegar al fin, que es la perfección. En cada nueva existencia, el espíritu trae lo que ha adquirido en las precedentes, en aptitudes, conocimientos intuitivos, inteligencia y moralidad. Cada existencia es así un paso adelante en la vía del progreso.
¿Y un espíritu que alcanzó la perfección no vuelve a reencarnar?
La encarnación es inherente a la inferioridad de los espíritus: no es necesaria para aquellos que traspasaron el límite y que progresan en el estado espiritual o en las existencias corporales de los mundos superiores, que nada tienen de la materialidad terrestre. La encarnación de estos seres superiores en mundos materializados es voluntaria, con el objeto de ejercer con los encarnados una acción más directa para el cumplimiento de la misión de la cual están encargados y por la cual deben estar cerca de ellos. Aceptan las vicisitudes y los padecimientos por abnegación.
¿Qué sucede con los espíritus que regresan al mundo espiritual?
En el intervalo de las existencias corporales, el espíritu vuelve, por un tiempo más o menos largo, al mundo espiritual, en el cual es feliz o desgraciado según el bien o el mal que hizo. El estado espiritual es el estado normal del espíritu, ya que ese debe ser su estado definitivo, puesto que el cuerpo espiritual no muere, y el estado corporal sólo es transitorio y pasajero. En el estado espiritual, sobre todo, el espíritu recoge los frutos del progreso logrados por su trabajo realizado por la encarnación. También se prepara para nuevas luchas y toma las resoluciones que se esforzará en practicar a su vuelta a la Humanidad.

¿Progresan los espíritus en el mundo espiritual?
El espíritu progresa igualmente en la erraticidad. Allí adquiere conocimientos especiales que no podría lograr en la Tierra, y sus ideas se modifican. El estado corporal y el espiritual son para él el origen de dos géneros de progreso solidarios el uno con el otro, y por eso pasa alternativamente por estos dos modos de existencia.
¿Los espíritus sólo reencarnan en la Tierra?
La reencarnación puede verificarse en la Tierra o en otros mundos. Entre los mundos, hay unos más adelantados que otros donde la existencia se cumple en condiciones menos penosas que en la Tierra, física y moralmente. Pero en ellos sólo son admitidos los espíritus llegados a un grado de perfección acorde con el estado de aquellos mundos.

BIBLIOGRAFIA
1. El Cielo y el Infierno, Cap. III, El Cielo, pág. 16 y 17.
Por: Oscar Cervantes Velásquez
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          El Pase en animales

Administrarlo a los animales enfermos caracteriza um acto benéfico, diferente de la atención médico-veterinario
¿Pase en animales?
¡Si!
Oigamos, de inicio, al Espíritu André Luiz, en “Conducta Espírita”, Ed. FEB, 1960, Cap. 33 – Ante los animales: “En el socorro a los animales enfermos, usar los recursos terapéuticos posibles, sin despreciar aún aquellos de naturaleza mediúmnica que aplique a su favor. La luz del bien debe brillar en todos los planos”.

Animales enfermos
Cierta vez, respondiendo a un cuestionario sobre animales, con preguntas formuladas por la revista espírita “Espiritismo & Ciencia”, me encontré con la siguiente pregunta, cuya respuesta transcribo a continuación:
P. — En su opinión, ¿habría tratamientos de cura para las enfermedades de animales que podrían ser fácilmente tratadas con el uso de la terapéutica espírita?
R. — ¡No! La existencia de la medicina terrena, tanto para hombres como para animales (la veterinaria) es una bendición de la Divina Providencia. Sus avances fluyen de los planos superiores, inspirando e intuyendo investigadores dedicados, que cada vez más van produciendo nuevos fármacos y perfeccionando procedimientos de cura. Sin embargo, cito que en cuanto a la terapéutica espírita, caracterizada por la caridad a los animales por la donación de nuestras energías anímicas, revitalizadoras o curativas (a través de oraciones o pases), en mi opinión no tiene ninguna contraindicación. Por el contrario: es altamente recomendable, he ahí que se trata de un acto de amor. ¡Y el amor es todo!

Kardec y los medios de cura

Precediendo a la oración nº 78, en “El Evangelio según el Espiritismo”, es el propio Kardec que recomienda al enfermo el deber de buscar los medios de cura (la fluidoterapia, denominada por él de “magnetismo”, y la Medicina). (Subrayé)
Recientemente, Divaldo Franco, preguntado sobre las curas espirituales, declaró que: para los males del Espíritu, el Centro Espírita, y para los males del cuerpo, el hospital...
Por las reflexiones arriba deduzco que en el caso de los animales enfermos (que también poseen alma, si bien inferior a la del hombre*), a sus dueños compite el deber caritativo de proporcionarles amparo veterinario, y, en su caso, dentro de sus convicciones, simultáneamente, apoyo por el pase.
(*) – En “El Libro de los Espíritus”, preguntas 597 a 600.

Fluido magnético
1 – “El Libro de los Médiums” – Cap. XXII – De la mediumnidad en los animales:
El Espíritu Erasto discurre largamente sobre la imposibilidad de la mediumnidad en los animales con miras a que no hay fluidos similares entre los hombres y los animales. A continuación, registra el caso en que: El Sr. T..., se dice, magnetizó a su perro. ¿A qué resultado llegó? Lo mató, por cuanto el infeliz animal murió, tras haber caído en una especie de atonía, de languidez, consecuentes a su magnetización. En efecto, saturándolo de un fluido absorbido en una esencia superior a la esencia especial de su naturaleza de perro, él lo liquidó, actuando sobre el animal, a semejanza de un rayó, aunque más lentamente.
2 - El Pase, de Jacob L. Mello, Ed. de la FEB, 1992, Cap. X, Ítem 18 - Pases en plantas y animales:
El autor distingue “magnetismo” de “pase espírita”, concluyendo que a las plantas y a los animales solamente el magnetismo puramente físico (dirigido a través del pase magnético) puede ser transmitido. Citando Kardec y otros estudiosos espíritas, opina:
magnetismo = animismo humano;
pase espírita = de periespíritu a periespíritu, por lo que, en el caso de los animales, su envoltorio fluídico no soportaría los fluidos espirituales de “esencia superior”.
Apoyado en Erasto, Jacob concluye que el pase espírita fulminaría al animal enfermo. 
3 – Atravesando lo Invisible, Yvonne A. Pereira, Ed. FEB, 1963, Cap. VIII – Sutilezas de la Mediumnidad:
La inolvidable Yvonne A. Pereira (1900-1984), discurriendo sobre la psicometría (facultad mediúmnica de describir acontecimientos en torno a una criatura, en contacto directo con un objeto a ella perteneciente), narra que en desprendimiento parcial, cuando aún estaba encarnada, como Espíritu, “visitó” animales. Son sus palabras: Durante el desprendimiento parcial, hemos tenido ocasión de “visitar” animales como el buey, el caballo, el perro y el gato. Verificamos que el fluido magnético, el elemento etéreo en que se hallan ellos sumergidos, como seres vivos que son, son los mismos que penetran a los hombres, donde estos se agitan. De ahí esa correspondencia vibratoria, que hace al ser espiritual del hombre comprender al ser del animal, sentirlo, así como a los demás reinos de la Naturaleza... (...) La impresión que guardamos de las cuatro especies citadas fue profunda y enternecedora, como las semejantes nuestros. (Subrayé)

Fluido vital
Por ser oportuno, recuerdo la pregunta número 66 de El Libro de los Espíritus:
P: – ¿El principio vital es el mismo para todos los seres orgánicos?
R: – Sí, modificado según las especies.
Ahora, pregunto yo: — ¿Quién modifica el principio vital?
Considero, en respuesta, que en el caso de pases en animales (y en plantas...) es posible que la “donación socorrista” mediúmnica humana sea sometida, por Protectores Espirituales especializados, a procesos de compatibilización fluídica, para la debida asimilación del necesitado – animal o vegetal.

Conclusión
Por los ítems expuestos, la cuestión de los pases en animales presenta una aparente contradicción entre las reflexiones de arriba, de Erasto, André Luiz e Yvonne A. Pereira...
Erasto afirma que el pase en el animal lo fulminaría, por la diferencia fluídica;
Yvonne Pereira verificó la correspondencia vibratoria de hombres y animales, con miras al fluido magnético – el elemento etéreo – que a ambos penetra;
André Luiz proclama que los recursos terapéuticos y los de naturaleza mediúmnica para animales enfermos son un acto de amor.
Aún una vez sería prematuro radicalizar la cuestión, siendo plano que constituye una actitud cristiana socorrer plantas, animales o criaturas humanas, cuando son necesitados, con los recursos posibles – materiales y espirituales.
Delante de la encrucijada, me socorrió el añorado Prof. José Herculano Pires (1914-1979), dirimiendo la citada contradicción en su obra Mediumnidad – Vida y Comunicación, EDICEL, 6ª Ed., 1986, Cap. XI – Mediunidade Zoológica. Las reflexiones son cristalinas y por eso las registro abajo:
Nuestros días, contrabalanceando la necedad de la pretendida mediumnidad zoológica, comienza el amanecer en el campo mediúmnico un tipo de mediumnidad para el cual sólo algunos espíritas se vuelven esperanzados. El Prof. Humberto Mariotti, filósofo espírita argentino ya bastante conocido en Brasil por sus obras y sus conferencias, es un zoólfilo enamorado. En su último viaje a São Paulo intercambiamos ideas e informaciones acerca de lo que podemos llamar de Mediumnidad Veterinaria. No podemos elevar a los animales a la condición superior de médiums, pero podemos concederles los beneficios de la mediumnidad. Mariotti poseía, como poseemos, episodios importantes de su vivencia personal en ese terreno. La asistencia mediúmnica a los animales es posible y grandemente provechosa. El animal enfermo puede ser socorrido por pases y oraciones e incluso con los recursos del agua fluidificada. Los médiums veterinarios, médiums que se especializaron en el tratamiento de animales, ayudarían a la Humanidad a librarse de las pesadas consecuencias de su voracidad carnívora. Kardec se refiere, en El Libro de los Médiums, a los intentos de magnetizadores, en Francia, de magnetizar animales y desaconseja esa práctica en vista de los motivos contra la mediumnidad animal. Entiende que la transmisión de fluidos vitales humanos para el animal es peligrosa, en virtud del gran desnivel evolutivo entre las dos especies. Pero en la Mediumnidad Veterinaria, la situación se modifica.
El reino animal es protegido y orientado por Espíritus humanos que fueron zoófilos en la Tierra, según numerosas informaciones mediúmnicas. El médium veterinario, como el médium humano, no transmite sus fluidos en el pase por su propia cuenta, sino sirviendo de medio de transmisión a los Espíritus protectores. La situación mediúmnica es así muy diferente de la situación magnética o hipnótica. Al socorrer al animal enfermo, el médium dirige su oración a los planos superiores, suplicando asistencia de los Espíritus protectores del reino animal y poniéndose a la disposición de estos. Aplica el pase con el pensamiento vuelto para Dios o para Jesús, el Creador y el responsable por la vida animal en la Tierra. Fluidifica el agua de la misma manera, confiado en la asistencia divina. No se trata de una teoría o técnica inventada por nosotros, sino naturalmente nacida del amor de los zoófilos y ya contando con numerosas experiencias en el medio espírita. (Subrayé)
A continuación, el autor narra conmovedores episodios de socorro humano mediúmnico-veterinario a animales gravemente enfermos o desahuciados, que con eso se recuperaron.
No incurriendo en omisión, registro que desde niño (nací en 1934...) conviví con animales domésticos y vi a espíritas bondadosos aplicar pases en animales enfermos, en la mayoría de los caos prosperando la recuperación “de los pacientes”.
Igualmente, de mi parte, también muchas veces he dispensado pases a animales enfermos y gracias a Dios ninguno de ellos vino por eso a fallecer fulminado. En esas ocasiones, imploro a los Espíritus Protectores la cura de la enfermedad y, cuando eso ocurre, no sabría, sinceramente, afirmar si fue sólo por animismo... En el 99,99% de los casos, imagino que no: ¡el mérito es de ellos!
Deduzco que cuando un médium, no necesariamente “veterinario”, aplica pase en animales necesitados, Amigos del Plano Mayor, zoófilos, se encargan de modificar el fluido humano en fluido apropiado con la especie animal atendida, añadiendo los de la Naturaleza, además de los de ellos mismos.
Por oportuno, concluyo recordando que San Francisco de Asís, considerado “Padrino de los Animales”, el siglo XII, ya concedía bendición a los animales, desde los principios de su elevadísima misión en aquella existencia terrena.
Como tradición, hasta hoy las Iglesias católicas devotas especialmente a aquel santo igualmente conceden bendiciones a los animales, en fechas determinadas de cada año.
Como espírita considero que tal procedimiento caracteriza un acto benéfico a los animales, diferente de la atención médica-veterinario. La bendición del padre, a mi ver, de alguna forma tiene la misma intención caritativa del pase administrado por médiums zoófilos en nuestros hermanos más pequeños, siempre que se deparen con uno de ellos en estado de necesidad.
Autor: Eurípedes Kühl
Nota de la Redacción:
Sobre el asunto lea también el libro ANIMALES, NUESTROS HERMANOS, de Eurípedes Kühl, 1ª Ed. 1995, Editora PETIT, SP/SP.   
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viernes, 18 de septiembre de 2015

¿ Dónde están nuestros amores?


¿ De dónde venimos en

 nuestra existencia ?

Cada Espíritu humano somos Energía Divina que se ha ido forjando e individualizando tal vez durante millones de experiencias en la materia por la que ha pasado tantas veces, experimentando en los distintos reinos de la Naturaleza, estando sumidos en un largo proceso de desarrollo continuo, evolucionando y aprendiendo desde tiempo inmemorial a través de las edades, pasando por tantas y tantas experiencias como ofrecen tales experiencias en los diversos mundos, alternadas con otros tantos periodos de existencia y permanencia en planos espirituales, en donde nuestro Espíritu con la ayuda de otros que le fueron superiores, nunca dejó de aprender y comprender lo que iba necesitando conquistar para perfeccionarse y aproximarse cada vez más, de grado en grado, a su Fuente de Origen o Meta Divina.
Por lo tanto todos somos espíritus , unos encarnados y otros desencarnados, que existimos por Voluntad del Ser Supremo que nos creó de Sí mismo, siendo desde nuestro comienzo Seres Espirituales . Podríamos ser comparados con una semilla : En nuestra Esencia está el germen que contiene todos Sus atributos, pero en estado latente, con la misión que tenemos de desarrollarlos mediante nuestro esfuerzo y voluntad, para perfeccionarnos gradualmente y así aproximarnos a nuestro Origen, a lo largo de cuantas vidas precisemos para ello.
Venimos a partir de la Esencia Divina que impregna la Creación de la materia.
El desarrollo de nuestro Ser aun antes de que existiese como tal, comenzó a formarse gradualmente, a partir de las experiencias que fue acumulando durante su paso por los tres reinos de la Naturaleza por este orden: Reino Mineral, Reino Vegetal, Reino Animal ya como almas grupales, no individualizadas, en diferentes grados evolutivos, según especies, y por fin entramos en el Reino Hominal como Espíritus sencillos e ignorantes, pero con un potencial infinito de Perfección por desarrollar.
Cuando el alma animal que un día fuimos pasando por diversas especies del mundo animal ya estuvo lo suficientemente evolucionada en cuanto a instintos e inteligencia, esta se fue individualizando, diferenciándose cada vez más de las de otros seres animales de su misma especie, hasta que finalmente fue sometida en el Plano Espiritual a un especial proceso de unión con la Energía Pura de nuestra Fuente Creadora , y a continuación se comenzó a desarrollar la conciencia de su Yo en una nueva etapa de su evolución en la experiencia humana.
Esa“Chispa Divina” o Espíritu creado de la Esencia misma de Dios, constituye un Ser individual a semejanza del mismo, con todos sus atributos en estado latente. Con esa unión adquirimos el rango de Alma humana y de Hijos de Dios , y a partir de ahí comenzó nuestro largo periplo evolutivo como Seres espirituales y humanos, atravesando tantas vidas como nos han sido y aún serán necesarias para alcanzar etapas superiores de nuestra evolución espiritual.
Por tanto, en cuanto nuestra parte humana física, ciertamente procedemos de una especie animal evolucionada , seleccionada y acondicionada para albergar el Espíritu humano desde su comienzo evolutivo, siendo este espíritu con su cuerpo espiritual el que en el transcurso de la evolución le ha ido configurando y moldeando el aspecto humano actual que tenemos cada persona. Pero lo que de verdad y en realidad todos los Seres humanos,somos : - Espíritus inmortales- , que como antes dije, nos creó el Padre Eterno que lo hizo mediante el mecanismo de la evolución a través de las edades en pos de un retorno a la Divina Perfección.

- Jose Luis Martín -

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Persevera pacientemente en tus estudios, no con el fin de que los hombres te consideren sabio, y ni aún por la felicidad de ser sabio, sino porque tan solo el hombre que sabe puede ayudar sabiamente”.
Krishnamurti-
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    ¿Dónde están nuestros amores?

Cuando las sombras de la muerte arrebatan nuestros amores, un puñal se clava en nuestro corazón.
El dolor moral es tanto, la sensación de pérdida es tan grande que todo el cuerpo se retesa y siente dolores.
En la medida que las horas avanzan y los días se suceden, melancólicos, la ausencia de la persona amada se hace más dolorida.
Entonces, revolvemos nuestros recuerdos y del banco de datos de nuestra memoria, sacamos los momentos felices que juntos disfrutamos.
Recordamos de los viajes, de las pequeñas cosas del día a día, de los cumpleaños, de las tonterías.
Y hasta de las discusiones por los pequeños choques verbales que ocurrieron a lo largo de los años de estrecha convivencia.
Si el ser amado es un hijo nos quedamos a recordar los primeros pasos, las palabras iniciales, los balbuceos. Y la noche de añoranzas se puebla de escenas que volvemos a revivir y sentir.
Recordamos el día de la graduación, las fiestas con los amigos, las inquietudes antes de las entrevistas del primer empleo. Tantas cosas a recordar...
Accionamos nuestros recuerdos y como en una película las escenas se suceden, una tras otra, mientras un torrente de lágrimas vierte de nuestros ojos.
Cuando se trata del cónyuge nos viene en mente los días de seducción, los muchos besos robados aquí y allí, las manos entrelazadas, los miles de gestos en la intimidad...
En la tela mental, rehacemos pasos, actitudes, momentos de alegría y tristeza, vividos juntos y vencidos.
Padres, hermanos, amigos, colegas. A cada partida añadimos un ítem más en la estadística de nuestra añoranza.
Y todo nos parece difícil, tenso. La vida se vuelve más compleja sin aquellos a quienes amamos y que constituían la alegría de nuestros días.
Nos vestimos de tristeza y desaceleramos el paso de nuestra propia existencia.
¿Cómo encontrar motivación para el proseguimiento de las luchas, si el amor partió?
¿Cómo seguir caminando por las vías de la soledad y de la añoranza?
* * *
Nuestros amores viven, nos ven y nos visitan. No están muertos, apenas desecharon la vesteidura en que nos acostumbráramos a verlos.
Sustituyeron las vestiduras pesadas por otras diáfanas, vaporosas. Pero siguen con nosotros.
Por eso, no contribuyamos para su tristeza, quedándonos entristecidos.
Ellos, que nos amaron, siguen amándonos con la misma intensidad y anhelan nuestra felicidad.
Por eso nos visitan en las alas del sueño, mientras dormimos y recuperamos nuestras fuerzas físicas.
Por eso nos abrazan en los días festivos. Nos transmiten ternura con sus besos de amor.
Si, ellos nos visitan. Acompañan nuestra trayectoria y con certeza sufren con nuestra falta de resignación, por nuestra desesperación.
Ellos están emancipados de la carne porque ya cumplieron la parte que les estaba destinada en la Tierra: niños, jóvenes, adultos o mayores.
Cada cual tiene su tiempo, determinado por las sabias Leyes Divinas.
* * *
Cuando los dolores de la ausencia se hagan más intensos, ora y pide a Dios por ti y por tus amores que partieron.
Dios que es el amor por excelencia, te permitirá el reencuentro por los hilos del pensamiento, por las filigranas de la oración, en la intimidad de tu mente y de tu corazón.
Utiliza esa posibilidad y vive con nobleza los años que aún te quedan sobre la Tierra.
Redacción del Momento Espírita.               
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MEJOR EXPLICACIÓN SOBRE LOS NIVELES EVOLUTIVOS Y VIBRACIONALES,  IMPOSIBLE.

CADA ESCALON REPRESENTA UN CAMBIO EN TU VIDA

Imagina que estas frente a una gran escalera...esta junto a ti esa persona que es importante para ti..(novio/a, esposo/a, amigo/a etc)...y están fuertemente tomados de la mano...

Mientras están en el mismo nivel todo está perfecto, es disfrutable. Pero de pronto tu subes un escalón, pero esa persona no, esa persona prefiere mantenerse en el nivel inicial, ok, no hay problema, es fácil aun así estar tomados de las manos...

Pero tu subes un escalón mas...y esa persona se niega a hacerlo..ya las manos han empezado a estirarse y ya no es tan cómodo como al principio, subes un escalón mas y ya el tirón es fuerte. Ya no es disfrutable y empiezas a sentir que te frena en tu avance, pero tú quieres que esa persona suba contigo, para no perderla...

Desafortunadamente para esa persona no ha llegado el momento de subir de nivel, así que se mantiene en su posición inicial, subes un escalón mas y ya ahí es muy difícil mantenerte unido, te duele y mucho. Luchas entre tu deseo de que esa persona suba, de no perderla, pero tu ya no puedes ni quieres bajar de nivel....

En un nuevo movimiento hacia arriba, viene lo inevitable y se sueltan de las manos. Puedes quedarte ahí y llorar y patalear tratando de convencerle de que te siga, que te acompañe...puedes incluso ir contra todo tu ser y tu mismo/a bajar de nivel con tal de no perderle, pero después de esa ruptura en el lazo, ya nada es igual; así que por mas doloroso y difícil que sea, entiendes que no puedes hacer mas, mas que seguir avanzando..y esperar que algun dia..vuelvan a estar al mismo nivel. 

Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior...en ese proceso, en ese avance pierdes muchas cosas: pareja, amigos, trabajos, pertenencias, todo lo que ya no coincide con quien te estas convirtiendo, ni puede estar en el nivel al que estas accesando.

Puedes pelearte con la vida entera, pero el proceso así es.
El crecimiento personal es eso, personal, individual, no en grupo, puede ser que después de un tiempo esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho mas que tu, pero es importante que estés consciente, de que no se puede forzar nada en esta vida.

Llega un momento, en tu escalera hacia convertirte en una mejor persona, en que puedes quedarte solo/a un tiempo y duele, claro que duele y mucho, pero luego, conforme vas avanzando, te vas encontrando en esos niveles con personas mucho mas afines a ti, personas que gracias a su propio proceso, están en el mismo nivel que tu y que si tu sigues avanzando, ellos también..

En esos niveles de avance ya no hay dolor, ni apego, ni sufrimiento; hay amor, comprensión, respeto absoluto.

Así es nuestra vida amigos/as, una infinita escalera, donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tu y si alguien cambia la estructura se acomoda.

Me costó mucho soltarme, aun después de una fuerte ruptura, seguía viendo para atrás, esperando un milagro y el milagro apareció, pero no de la manera en que yo hubiera supuesto, apareció bajo otros nombres, otros cuerpos, otras actividades. Perdí a una amiga y gané a 20 mas, perdí un mal trabajo y ahora tengo un excelente trabajo y con oportunidades de tener mas de lo que soñé alguna vez, perdí un auto que no me gustaba y ahora manejo el auto de mis sueños, perdí a un hombre al que creí amar, para darme cuenta que ahora lo que tengo en este momento de mi vida, ni siquiera podía soñarlo hace unos cuantos meses.

Cada pérdida, cada cosa que sale, es porque así tiene que ser. Déjales ir y prepárate para todo lo bueno que viene a tu vida. Tu sigue avanzando y confía,porque esta escalera es mágica y si no me crees, porque no lo compruebas por ti mismo/a?

Recopilado por Carmen Checo
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta  
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                                                       FUMADOR    

Tres preguntas a Emmanuel y Chico Xavier sobre el tema de los fumadores

1ª La acción negativa del cigarro sobre el periespíritu del fumador, prosigue después de la muerte del cuerpo físico?;¿Hasta cuando?
Emmanuel- El problema de la dependencia contínua hace que la impregnación de los agentes tóxicos en los tejidos sutiles del cuerpo espiritual ceda lugar a la normalidad del periespíritu, lo que en la mayoría de las ocasiones, tiene una duración correspondiente al tiempo que el hábito perduró en la existencia física del fumador.
Cuando la voluntad del interesado no está lo suficientemente desarrollada para solucionar por si mismo el inconveniente habitual, el tratamiento de él en el mundo espiritual, aun exige cuotas diarias de sucedaneos de los cigaros comunes, con ingredientes análogos a los de los cigarros terrestres, cuya administración al paciente disminuye gradualmente, hasta que él consigue vivir sin ninguna dependencia de fumar.
Investigaciones médicas revelan que la dependencia física de los fumadores acostumbra a ser más compulsiva que la dependencia orgánica de los viciados en narcóticos. Esto es cierto si se enfoca fuera del plano espiritual para el plano físico?
Emmanuel-  Creemos que ambos tipos de dependencia se equiparan en la característica compulsiva con que se presenta, cabiéndonos una observación: es que el humo perjudica, de modo especial, al consumidor, en cuanto los narcóticos de variada naturaleza son susceptibles de inducir a peligrosas alucinaciones a sus usuarios, que en ocasiones, les situan la mente en graves delitos, comprometiendo la vida comunitaria.
Usted habría alcanzado condiciones de desempeño de su mandato mediúmnico, a lo largo de décadas de trabajo incesante, si  hubiera sido dependiente de la nicotina?
Chico Xavier- Creo que no, con referencia al tiempo de trabajo, toda vez que la ingestión de nicotina agravaría las dolencias de su portador, pero no en cuanto a supuestas cualidades espirituales para el mandato referido, toda vez que considero el "hábito de cultivar pensamientos infelices", una condición peor que el uso o el abuso de la nicotina, y sinceramente, del "hábito de cultivar pensamientos infelices" aún no me he librado.
 FUENTE: Entrevista de Fernando Worm, del libro "Ventana a la Vida" (Federación Espírita de Rio Grande de Sul,1979) y publicado el PLANETA Especial Chico Xavier.

Chico Xavier dijo refiriéndose al deseo de dejar de fumar: "Este deseo tiene que ser firme y valioso, pues la naturaleza nada se hace con violencias y hasta los vicios tienen que ser tratados con respeto y educación, para poder ser más facilmente superados".
                    
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