sábado, 29 de noviembre de 2014

La influencia de los espíritus

viernes, 28 de noviembre de 2014

Elucidaciones espíritas

   
 La distancia en el espacio y el tiempo

La vida muchas veces nos separa, y en esa distancia, muchas veces sufrimos, porque no nos habituamos a carecer de los seres que amamos y que son para nosotros la alegría de vivir.
No podemos con los conocimientos que tenemos otorgados por la doctrina espirita, sobre el cielo y el infierno, sobre la muerte y nuestra partida al más allá, sobre la inmortalidad del espíritu, formarnos ideas equivocadas ni fantasiosas sobre aquellos que nos anteceden en la partida al otro lado de la vida.
Pongamos un ejemplo sencillo, si estamos en una ciudad con nuestra familia, y partimos uno de nosotros a otra ciudad distante, estaremos comunicados por los medios que se ofrecen, como es el teléfono, la radio, en fin todos los medios a nuestro alcance de comunicación, pero no podremos estar juntos, hasta que de nuevo volvamos al mismo sitio, y sabemos que por un montón de causas que se pueden dar, no podremos vernos, esto lo vemos muchas veces, pues el hombre propone y Dios dispone. Como podría ser el caso de que nosotros estemos esperando al familiar que vuelve de nuevo, y por circunstancias ajenas a nosotros hayamos tenido que partir sin remedio y cuando ella llegue nosotros no estemos, entre muchas otras cosas, que pueden darse para no coincidir en la ventura que deseamos y que se nos escapa de las manos por el destino y sino de las personas y las cosas de la vida del espíritu.
Pienso y según los conocimientos de la Doctrina Espirita que en el plano espiritual sucede lo mismo, nosotros quisiéramos ver enseguida a los seres que partieron antes que nosotros, como son nuestros padres y hermanos, hijos, en fin a aquellos que amamos, nosotros podemos mandarles el beneplácito de nuestras oraciones, nuestros buenos deseos para con ellos, y ellos gozan de todo ello, porque si se les es permitido, leen en nosotros como en un libro abierto, entonces todo les llega, hasta incluso nuestra indiferencia, cuando no nos acordamos de ellos, ellos si ven de nosotros, nosotros somos los que no vemos de ellos, pero eso no quiere decir que cuando volvamos, nos encontremos con ellos, los podamos abrazar y gozar de su compañía, puede suceder que ellos hayan retornado a la tierra, en una nueva re-encarnación, además de otras circunstancias como puede ser nuestro nivel evolutivo, pues desde la alturas se puede descender para abajo, pero no podemos desde abajo subir a las alturas, hasta lograr el estado requerido para ello. Entonces deducimos, que cada uno estamos donde hemos de estar, y que nos sucederá todas las cosas buenas que merezcamos y que son para nuestro bien, pero no podemos soñar con sueños fantasiosos que a veces distan mucho de la realidad.
Por ejemplo, si somos ciudadanos normales, con pocos conocimientos científicos, si hay una reunión de científicos, todos exponiendo ideas científicas sobre el cielo y las estrellas, sobre el Cosmo, y nos dejan entrar a escucharles, si no sabemos nada de los temas que están tratando, nos aburriremos, no podremos objetivar sobre lo que expongan porque no tenemos conocimientos, así sucede con todo, nadie nos impide concebir la realidad, pero el estudio nos prepara para hacerlo, y si queremos a los nuestros, hemos de pensar que cada uno tenemos nuestro camino, nuestro tiempo, y si, pasaremos un tiempo juntos, pero cada uno ha de seguir su camino, para efectuar ese progreso, y poder estar con todos, en amor y virtud. Si, con todos, acaso podemos dudarlo, tenemos el ejemplo de nuestro hermano Mayor, que bajo de las alturas para ayudarnos, y que aun ninguno de nosotros ha podido ir hasta donde El está, El espera por nosotros, y solo cuando hagamos realidad, Su evangelio de amor y Luz en nuestras vidas, podremos elevarnos hacia las alturas y comprender todo de todas las cosas. El puede estar arriba, y supo estar abajo, porque todo sabe de todas las cosas, es como el Catedrático, que está por encima del profesor, y que puede ejercer cátedra en cualquier clase, por haber estudiado todas las asignaturas.
Todos somos hermanos, y conforme concebimos esa idea nuestro amor se convierte en un amor menos egoísta, y más realista, concebimos que la familia es una oportunidad de amarnos y equilibrarnos con los seres que nos rodean y conviven en ella, pero que unos se van y otros llegan y eso nada ni nadie ha podido evitarlo, hasta Jesús tuvo sus días para estar entre nosotros, y como nuestros seres queridos que partieron está arriba, pero no todos los que partimos nos reuniremos con El, eso se dara un día, todo depende de nosotros.
Entonces amigos, a estas alturas, y con los conocimientos que la doctrina espirita nos ofrece sobre el más allá, hemos de familiarizarnos con la muerte, hemos de amar con menos fanatismo, y si con más sensatez a aquellos que nos rodean y conviven con nosotros por un tiempo, porque no siempre estamos los mismos, ni somos los mismos, y si hemos de aprender a convivir con todo en amor y virtud como nos enseño el Maestro. Siempre amando y respetando, porque cada uno volamos por alturas diferentes y no podemos ver por encima del tiempo y de la razón de las cosas. Jesús nos amo a todos, pero eligió entre todos a los que podían acompañarles, para poder ejercer su misión, y se fue para prepararnos un lugar en el Cielo, pero no se nos olvide que hemos de adquirir los medios para poder habitarlo. Nadie está exento de esa labor, por tanto todos hemos de crecer en amor y virtud, para poder estar con El.
Tambien se deben dar circunstancias que desconocemos para poder estar al lado de aquellos que amamos, mientras tanto, hemos de seguir trabajando en el lugar que ocupemos, y en las circunstancias que la vida nos ofrece, porque todo el bien que hagamos contribuirá en nuestro bienestar y en el desarrollo a nuestro alrededor para con la vida y con Dios que nos creó. 

- Merchita-

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                                           Elucidaciones Espíritas
Jose Aniorte Alcaraz




Si el Centro Espírita fuese bien comprendido por los espiritistas y estos se sintieran capaces de reconocer lo que en realidad es, cual es su función y el trabajo que deben de realizar, el Espiritismo ya sería hoy la filosofía espiritual más importante del planeta.
La expansión del Espiritismo debe ser incesante, con un ritmo modernizado y actual, siguiendo el progreso de la humanidad y los avances de la ciencia. La más importante misión que deben realizar los espíritas es el esclarecimiento de las mentes humanas, para que puedan adaptarse a un futuro mejor, asumiendo nuevas responsabilidades. El espírita se empeña en estacionarse en las ideas iniciativas del pasado, ya superadas por la realidad actual. Yo personalmente desaconsejo las reuniones espíritas en las que por el sistema de la oración, ven la luz y la dan por todas partes, y al mismo tiempo suplican como mendigos la ayuda del mundo espiritual. De esto se deduce que no se asiste a estas reuniones para estudiar la doctrina y romper la telaraña del fanatismo religioso. La mala interpretación religiosa que aún se da a la doctrina espírita, ha creado una mentalidad de dóciles ovejas.
Muchas asociaciones que en un principio se inician con una idea espírita bien encauzada, al fin se dejan influenciar por espíritus, fanáticos de las religiones que pronto transforman el centro en un grupo de oración y plegaria; en estas asociaciones, las oraciones y las lecturas religiosas son los temas preferidos.
Allan Kardec siempre se manifestó contra la creencia fanática y contra la fe ciega e incoherente. Los espíritas no podemos estacionarnos; el conocimiento de un espírita tiene que renovarse continuamente, siguiendo el progreso de la humanidad.
Yo no soy antirreligioso, soy cristiano. Hace muchos años ofrecí mi vida a Jesús, y desde entonces soy un humilde servidor de Él. Hago esta aclaración para que no sean mal interpretadas mis palabras. Para mí el Espiritismo es una religión sin fanatismos, sin adoraciones y sin falsas interpretaciones, ésta es la religión de Jesús. Y Él nos dijo: “si quieres seguirme, ofréceme tu vida, como yo te ofrecí la mía”. ¿Esto se puede hacer? Yo os digo que sí, porque yo lo hice hace cuarenta y siete años y lo he cumplido hasta hoy con mucha felicidad
También en los centros espíritas, se debe estar vigilante, porque hay muchos espíritus fanáticos que aún persisten en sus medievales creencias religiosas y no pierden la oportunidad de influenciar a todos aquéllos que practican la mediumnidad en los grupos bien intencionados, pero que se dejan engañar por estos astutos y farsantes religiosos.
No debemos creer en todo lo que nos dicen los espíritus y sí tenemos que analizar detenidamente todas sus comunicaciones.
Hay muchas agrupaciones espíritas que se forman y trabajan sólo con el propósito de adoctrinar y dar luz a los espíritus perturbados del plano invisible, sin querer darse cuenta de que están más necesitados de esa ayuda los encarnados que los desencarnados.

Debemos reconocer que hay muchos espíritus sufriendo en las esferas más próximas a la Tierra, pero ese sufrimiento que inevitablemente tienen que soportar, es una consecuencia del sistema de vida que ellos quisieron vivir.
Y yo me pregunto: ¿qué es más sensato, ayudar al enfermo cuando aún tiene posibilidad de cura o esperar a darle el tratamiento cuando es inútil porque la enfermedad es irreversible?

Yo no soy insensible a los sufrimientos que padecen nuestros hermanos del espacio, pero todos conocemos las leyes divinas y también sabemos que si faltamos a ellas sufriremos sus consecuencias. Entonces insisto en que es preferible ayudar al
Espíritu cuando aún está encarnado, porque si quiere puede rectificar el rumbo de su vida.
Hay personas que acuden a un centro espírita solicitando la comunicación con un familiar querido, después de su muerte, y muchas veces, erróneamente se atiende a su pedido. Esto nunca se debe hacer, con esta ignorante actitud se atrae una influencia negativa sobre el grupo de espíritus burlones que engañan y contaminan el ambiente del centro.
En estos casos, el espírita bien preparado para realizar su trabajo, debe aconsejar que busque la consolación sentimental refugiándose en su propia fe, la que debe consolar íntimamente su corazón.
Hay un terrible obsesor del hombre, que se puede detectar muy bien, y se le conoce como: orgullo, vanidad, holgazanería, avaricia, ignorancia, mala voluntad… y conviene analizar si no está siendo víctima de esas energías corruptoras que muchas veces habitan en el interior de él mismo, cegándolo para que no vea su propia realidad
Con el Espiritismo se estimula la transformación interior de las criaturas, para que sean más esclarecidas y con esto dotarlas de una mente más lúcida y un corazón más puro.
El espírita debe mantener un comportamiento, dentro de unas normas naturales al respeto humano. Su conducta debe servir de ejemplo a sus semejantes; practicando las buenas acciones con bondad y sinceridad, se ganará el respeto de los demás.
Siempre tiene que existir un límite para la tolerancia; los espíritas no somos ovejas que se dejan conducir sin saber donde son conducidas.
Somos librepensadores que sabemos de donde venimos y adonde vamos, promovemos y defendemos nuestros principios porque conocemos la verdad y nadie nos puede engañar.

 José Aniorte Alcaraz
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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GUERRAS Y AFLICCIONES · 
Francisco Cándido Xavier

Nuestra reunión pública, integrada por varios grupos de compañeros, tuvo por tema central la cuestión 745 de El Libro de los Espíritus. Los comentaristas presentes hablaron sobre los cuadros aflictivos de las guerras del pasado y de aquellas que aun hoy acontecen en el mundo. Figuras destacadas de los conflictos humanos fueron recordadas. Y el asunto como que envolvió a todos los amigos presentes, suscitando diversas opiniones.
Al término de la reunión, fue nuestro querido Emmanuel quien escribió las anotaciones finales de la noche, en la página Paz y Amor.


PAZ Y AMOR.

Recuerda a los que pasaron por el mundo, antes de ti, ayudando y auxiliando para que la vida fuera mejor.
Por otro lado, reflexionemos que no restan sino cenizas de aquellos otros que instalaron el odio y la venganza en si mismos, persiguiendo a los propios hermanos… Esos transitaron en los caminos terrestres, diseminando viudez y orfandad. Se vistieron muchas veces de oro y purpura, señalando, sin embargo, la retaguardia con las marcas infelices del luto y de la opresión. Fueron considerados vencedores y, no en tanto, desaparecieron dejando penuria y muerte en los propios pasos.
Aquellos, sin embargo, que te legaron el recinto acogedor en el que estás en el mundo, caminaron sufriendo y bendiciendo, disculpando y sirviendo. Considerando todo aquello que posees de bueno y de bello en la propia alma y reconocerás que las ideas más elevadas te surgen en la mente a la manera de fuentes inspiradoras, arrojando directrices, a través de las memorias que te dejaron, semejantes a mosaicos de luz.
Aquí, es la dedicación de los padres orientándote los primeros días; allí, es la tolerancia de los benefactores que te apoyaron en la escuela; más adelante, es el corazón amigo que te dio la bendición del afecto por mensaje de seguridad; allí, es el amor de alguien que partió para la vida mayor, hipotecándote confianza y cariño; y, algunas veces, más allá, es un niño que te entrego la cuna vacía, después de posar contigo por algún tiempo, para donarte, con besos llenos de ternura, las ansias de la vida imperecibles.
No te aflijas por la obtención de tareas enormes.
Agradece a todos los que te proporcionaran testimonios de paz y amor con el que sueñas entretejer un futuro mejor, y no te demores en el trabajo de elevar y construir.
El Señor no nos ruega lo imposible, más si espera seamos, aun hoy, la frase que reconforta, el silencio que comprende, el abrazo fraterno que levanta el coraje de los tristes o el apoyo de los que vaguean desamparados.
Efectivamente, son aún muy grandes las llamaradas de la inquietud que barren la Tierra. Observa, no en tanto, que nadie te reclama prodigios capaces de redimir el mundo de un instante para otro. Y ni Dios nos pide espectáculos de grandeza. Donde estuvieras, extiende el ladrillo de amor que puedas ofrecer para el edificio de la paz y, a fin de extinguir el incendio de las aflicciones humanas, da tu copa de agua fría.

-Emmanuel-
              EL LADRILLO DEL AMOR· 
                                 J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

Ladrillo a ladrillo el hombre construye su casa, destinada a ser su refugio en el mundo. Allí dentro procurará desenvolver las instituciones que trae de la vida espiritual, en la creación paciente del hogar, en la convivencia amorosa de la esposa y de los hijos. La casa es su nido de amor. es el medio adecuado para la germinación de las simientes divinas sembradas por Dios en su corazón. El ego solitario y duro como la piedra, que caracteriza la individualización, será roto como las losas de la calzada por el poder sereno y suave de la hierba.
Primero la mujer es la que lo atrae por el magnetismo de la especie y, después, los hijos, que lo prenden por los lazos de afinidad, fuerzan naturalmente la expansión de su egoísmo, que es el amor en simiente, cerrado en si mismo. Como la simiente, su ego se rompe por las brechas de la cascada y el amor comienza a germinar. Es el proceso de socialización, que se desenvuelve. Del hogar el amor se expandirá para los demás familiares, para el medio social, para la humanidad.
Más antes de alcanzar el grado superior del amor al prójimo, enseñado por Jesús, la planta en desarrollo se enroscará en el muro o en la cerca y se enrolará como trepadera espinosa, defendiendo su reducto. Es la fase del socio centrismo, del apego al medio familiar y social, cuando los otros no aparecen como nuestros semejantes, más si como extraños. La reencarnación se incumbirá de romper más esa barrera. Y de casa en casa, de familia en familia, el hombre se abrirá finalmente para la amplitud universal del amor.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia del jornal Diario de S. Paulo, en la década de 1970

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jueves, 27 de noviembre de 2014

Olvidar para aprender


Causas de la acción negativa del “Bajo Astral” .-

En primer lugar, lo hacen por orgullo ante Dios y envidia hacia los seres humanos, y porque si consiguieran interrumpir los planes individuales de evolución espiritual y paralizaran en nosotros el Plan general de Evolución establecido por Dios, se sentirían vencedores de Dios, o sea, superiores a Él y amos de toda la Creación. Es la eterna batalla del mal contra el bien, que alegoricamente se atribuyó a los demonios contra los Ángeles de Dios,o Espíritus buenos que participan en ella, no con espadas ni flechas, sino interviniendo en los humanos con sus sugerencias hacia el bien que se opone a otras acciones de mal sugeridas por esos Seres transitoriamente malignos.
Estos Seres inferiores, agrupados y dedicados a influirnos negativamente, también lo pueden hacer porque se sienten poderosamente atraídos por las vibraciones mentales humanas negativas con las que por afinidad sintonizan y sobre las que a su vez influyen e incentivan ; hay que tener en cuenta que las mentes humanas emiten vibraciones de energía psíquica, emocional y mental, de la misma frecuencia que las mentes de las Entidades espirituales que les sintonizan, pues al fin y al cabo nosotros también somos Entidades espirituales encarnadas, y estas vibraciones pueden ser de carácter positivo- aquí ya se comienza a comprender la importancia de la oración-, o de carácter negativo, en cuyo caso somos responsables completamente de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones negativas que atraen esas malas influencias espirituales.
Precisamente la vibración mental negativa es lo que frecuentemente nos hace víctimas de ellos, porque nuestro estado mental, emocional y espiritual , es la puerta que les abre o cierra el acceso hacia nosotros, con la correspondiente influencia negativa en los casos de Entidades del plano astral inferior, que para ello saben incentivar nuestras mentes y estados anímicos con una habilidad y astucia impensables.
Así quedamos a merced de sus influencias negativas y del vampirismo psíquico que llevan acabo sobre nuestras mentes, a las que tienden a dejar vacías de energía psíquica, dejando a los seres humanos sin capacidad de pensar, como si fuesen esclavos zombis a su servicio .
Debemos tener presente que aunque sea de un modo inconsciente, de contínuo los atraemos libremente, y nos influyen porque sintonizamos mentalmente con ellos, dejándonos influir, por lo que sólo nosotros somos responsables de nuestros actos, al crear acciones negativas que después nos harán asumir efectos negativos.
Para conseguir esto a nivel de todo el género humano, siguen un estratégico plan consistente en influir en las mentes de las personas con objeto de distraerlas del contacto íntimo con Dios y hacer creer que el ambiente de hostilidad, egoísmo y agresividad, es lo normal y la única forma posible de vida. Así tratan siempre de inducirnos hacia un continuo estado de crispación, de prisas y de estrés, llevándonos a creer que el dinero es el único y gran objeto de nuestra vida, de modo que tratan de hacer que no lleguemos a conocer lo que significa la auténtica felicidad que viene de Dios y que por esa ignorancia prescindamos de ella y ni tan siquiera la busquemos por el camino adecuado.
De este modo fomentan una sociedad humana infeliz y endurecida dentro de una espiral de violencia, haciendo que retrocedamos hacia lo material y hacia los mas bajos instintos animales.
Los habitantes del Bajo Astral, han tomado parte activa a lo largo de la historia humana, en todos los conflictos humanos, batallas y guerras que hemos padecido y aún padecemos, promoviendo en las mentes de los gobernantes y de los humanos implicados, confusión, desorden, incentivo de avaricias y venganzas, cometiendo toda clase de crueldades y atropellos, así como la exaltación de todo aquello que ha dividido al Ser humano, tan vulnerable a estas influencias negativas del mundo invisible.
Algún día se comprenderá popularmente como funcionan las leyes de Vibración y de Afinidad y asumiremos que el único camino para nuestra evolución que nos puede sacar del Cáos en que vivimos actualmente los humanos, es el camino del Amor sentido y realizado como Caridad, porque el Amor es la más elevada de todas las vibraciones que nos hace elevarnos desde nuestra baja condición actual. El día que esto llegue, y estoy seguro que llegará, seremos capaces de diferenciar con mayor claridad entre nuestras ideas e impulsos, y los que nos llegan del exterior, para tener la mayor liberad de aceptarlo o de rechazarlo.

- Jose Luis Martín-

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Sufren y andan errantes hasta que un pensamiento caritativo se dirija a ellos y brille como un rayo de esperanza en las tinieblas que les rodean”

- León Denis (1840-1927)-“Después de la muerte” -

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EL BIEN Y EL MAL


El objetivo moral de la reencarnación es disciplinar y edificar el pensamiento a través de la fijación de la mente en ideas superiores de la vida, del amor, del arte elevado, del bien, de la inmortalidad para que la plenitud, la felicidad, sea una conquista lograda.

Los hechos de existencias anteriores, quedan grabados, en nuestra memoria psíquica y sus consecuencias se nos presentan cuando menos lo esperamos,”absorbiéndolas” con un dolor semejante al que ocasionamos en su oportunidad. Los Mentores Espirituales nos dicen que el odio que genera el ser humano no se pierde: finalmente se transforma en sufrimiento para el que lo engendro. Y agregan que podemos sembrar libremente, haciendo huso de nuestro libre albedrío, pero luego tendremos que cosechar obligatoriamente lo que brote de nuestras simientes.

La más importante misión del Espiritismo; es enseñarnos a sembrar el Bien, como único medio de no tener que cosechar el Mal.

Y que nos son indispensables los “reencuentros” en vidas sucesivas,       para pagar las deudas contraídas voluntariamente, y poder así alcanzar el gran anhelo de nuestras almas: el progreso espiritual.

La Humanidad, está sufriendo, en una ascendencia alarmante, casos de terrible obsesión.

Cuando las causas de las enfermedades mentales son exclusivamente de origen físico, somático, los tratamientos espiritistas no son determinantes, aunque las labores espirituales, entre ellas las oraciones rogando a Dios por la recuperación del enfermo, resulten de indiscutible provecho; pero es el psiquiatra quien debe actuar aplicando su ciencia.

Cuando las enfermedades mentales, por el contrario y las depresiones están originadas en la influencia perniciosa de espíritus obsesores que se vengan de las victimas para cobrarse daños recibidos de las mismas en la presente o en anteriores encarnaciones, la labor prolongada de los espíritus obsesores acaba por lesionar los órganos físicos mediante esa pertinaz actuación obsesiva, siempre resulta de gran utilidad la protección científica y medicinal del psiquiatra; pero nada podara lograrse en definitiva, si no se trata medianimicamente al espíritu obsesor, llevándolo al conocimiento de que él está causando gran daño a su victima, pero que, realmente, el daño mayor se lo causa a si mismo, puesto, que, mientras persista en su acción vengativa, estará estacionando la evolución de su propio espíritu, de por si atrasado, al no poner en practica el don divino del perdón.

El hombre no experimenta una sola y única vida terrestre. La tierra es su cuna y la escuela en la que evoluciona, demandando más altas adquisiciones espirituales. Sus experiencias de éxito o fracaso, produce el engranaje en que se moverá en el futuro. A cada acción, corresponde una reacción equivalente.

Muchos de los problemas graves relacionados con la salud física y mental que la Medicina depara a cada momento, tienen sus raíces en el pretérito espiritual del paciente
Sus errores y sus adquisiciones, constituyen los agentes de su perturbación o de su paz. Reencarnando cada cual con la suma de sus propias experiencias, son diversas las situaciones personales, tal como se  observa en el Mundo.

Auto obsesiones, obsesiones y subyugaciones, son capítulos que merecen de la Patología Medica, un estudio simultaneo con los postulados del Espiritismo.

La reencarnación es la clave que explica sus enigmas. Al lado de las terapéuticas valiosas que son aplicadas ahora a los obsesados de distinta clase, se imponen los recursos valiosos y saludables de la fluido terapia y de las expresivas contribuciones doctrinarias de la Tercera Revelación, que trae de regreso los insuperables métodos evangélicos de los que es exponente máximo Jesús, el Divino Medico de todos nosotros.
El amor y la oración, el perdón y la caridad, la tolerancia y la confianza, la fe y la esperanza, no son apenas virtudes vinculadas a las religiones pasadas, y si insustituibles valores de higiene mental, de psicoterapia, de laborterapia, que son de urgencia para neutralizar las hondas crecientes del odio y de la rebeldía, de la venganza y de la aflicción, de la intolerancia y de la desconfianza, de la falta de creencia y de la desesperación, que irrumpen y se instalan en el hombre, avasallándolo todo intespectivamente.

La doctrina Espirita dispone de valiosos tesoros para poder adquirir la felicidad en la Tierra y después de ella. Conocerla y practicar sus enseñanzas, representa una libertad dichosa para aquellos que aspiran a disfrutar de mejores días, que anhelan la paz y que laboran por el bien.

Diariamente reencarnan, espíritus felices que se olvidan de los placeres, voluntariamente, tratando a través del amor, de elevar a las regiones Venturosas, a antiguos compañeros que, por obstinación, equivoco o rebeldía contumaz, naufragan en las experiencias de la evolución, deteniéndose en lamentables estados de perturbación.
La vida humana, señalada por el desequilibrio, en la superficie del Mundo, refleja solo pálidamente las realidades que se viven en las Esferas Espirituales inferiores, por ser en estas en donde surgen los factores reales, que modelan aquellos sufrimientos.

El amor de nuestro Padre nos vigila, en su compasión, procede periódicamente a expurgaciones lenificadoras, a emigraciones en grupos, encaminando a legiones de esos desdichados, colectivamente, a la experiencia reencarnacionista, con vistas a su propi9a mejoría y a la disminución de la psicoesfera que los envenena y degenera, perturbando, de cierto modo, la economía moral de la Tierra...

Frecuentemente, en nombre de ese amor, caravanas de abnegados enfermeros espirituales y de misioneros de la caridad, condensan sus energías sutiles, y descienden hasta esos dedalos de alucinación y de crimen, usando la misericordia y la solidaridad con que sensibilizan a los mas heridos y a los mas acongojados, ayudándolos a renovarse, interiormente, proporcionándoles la modificación vibratoria, para que puedan deshacerse mentalmente de los martirios que los torturan, y que bajo la cariñosa vitalizaciòn de la oración como de la  afectividad del despertar, puedan ser recogidas y encaminados a nidos de reposo y a campos de rehacimiento, en donde puedan armarse de fuerzas para acontecimientos futuros...

Bendecidos por verdaderos indultos que les propician el pago de pesadas deudas en clima menos denso de angustia, en los círculos del sufrimiento corporal y moral, son conducidos, tan pronto como es posible, a la carne, esa bendita escafandra terrestre, nuestra escuela de redención.

Ante la clara iluminación de las estrellas, en determinada noche, bajo el palio de la oración luminosa, tales Mensajeros de la bondad y de la renuncia, descienden a las furnias o deambulan en rumbo de los hospitales- purgatorios colectivos, para recoger a los arrepentidos y a los sensibilizados que fueran alcanzados por la magnanimidad del Cordero Celeste, como también la de su Madre la Excelsa Madre de la Humanidad, sublime intercesora de todos nosotros.

Los Bienhechores amorosos no liberan a sus tutelados de la carga del sufrimiento que necesitamos por impositivo de nuestros propios errores, que nos cumple recuperar, recomponiendo los paisajes humanos que quedaron yermos por nuestras actuaciones infelices. Pero inspiran decisiones felices, evitan celadas odiosas que aumentan el padecimiento debido a la rebeldía a que se arrojan los incautos con la suma de las cargas imprevisibles que arrastran y se imponen, dañinas; impregnan de fuerzas superiores que se originan en la oración y en el intercambio psíquico, que establecen y mantienen en la psicoesfera de armonía y de esperanza; inducen personas y facultan factores que auxilian, atenuando las pruebas; iluminan la conciencia y activan los recuerdos del pasado, tomándolos de los archivos de la memoria, con el fin de que se perciba que la indefraudable Justicia Divina es también Amor, y que el Amor es la mas apurada metodología existente para la liberación y el aprendizaje del Espíritu necesitado de evolución; amparan moralmente con su presencia y se convierten en faroles íntimos que señalan el rumbo en la noche de las pruebas santificadoras.

Nadie que malbarate los valores de la vida, podrá permanecer con la conciencia en paz. El abuso de la fuerza, del poder económico o social, de la autoridad, de la inteligencia o de lo que sea, produce la desdicha a la que el mal mayordomo se arroja, en prolongada y aflictiva recuperación.

Todos los valores positivos que afloran en la vida humana exigen rendición de cuentas, en la cual son examinados la aplicación, el uso y los resultados de la actuación, concediéndose al usufructuario el respectivo salario, adicionado a los intereses a que se haga acreedor.

En el orden Divino, nadie explota, se aprovecha, pervierte o abusa del patrimonio del Padre, sin ser llamado a rendir graves cuentas...

Recusar los problemas ni los anula ni los resuelve, más bien los agrava. La actitud valerosa para afrontarlos, ensaya los medios para vencerlos
Toda tempestad, por grande que sea la fuerza de que se revista en su violencia, después de alcanzar la culminación amaina, dejando destrozos a su paso, pero cediendo a la fuerza pacificadora de la bonanza. Los conceptos torpes de los hombres sin una fuerte convicción en Dios, se extravían y se entorpecen aunque estén sostenidos por legítimos ideales, toda vez que les falta la sabia esencial que proviene de la Causa Excelsa.
En las reencarnaciones se apagan normalmente las recordaciones de hechos pasados, las que son de naturaleza criminal sobresalen, generando perturbaciones, recelos aparentemente infundados para el observador común, aumentando poco a poco su liberación total, reincorporándose entonces a la personalidad, en forma de pensamientos actuales, tumultuosos, inconexos.

El paciente incurso en tal proceso, se concentra en el oscuro pozo de los recuerdos que se agudizan, y cae en alucinaciones y delirios, porque son invadidos los centros de la conciencia por las fuertes impresiones desagradables y trágicas de las que desea libertarse.

Desaparecen los contornos de las adquisiciones del momento, mientras se manifiestan las experiencias archivadas, que pasan a gobernar en desorientación las reacciones de la emotividad del “yo” consciente, ocasionando la alineación.

Por ponderables razones, el olvido de las vidas anteriores, es misericordia y sabiduría Divina para con la criatura humana.

Los síndromes de las enfermedades mentales, tienen sus raíces en el espíritu endeudado, y tales, dolencias son recursos punitivos y reeducadores de que se vale la Vida, en nombre de la Divinidad, para hacer justicia y administrar evolución a los que se niegan a la convivencia dentro de las líneas del amor, tal como lo enseñaron todos los constructores héticos de la Humanidad, y, especialmente Jesús, el amor por excelencia de todos las criaturas.

La oración refrigera, calma y da valor. La oración no siempre modifica las cosas, pero siempre nos modifica, ayudándonos a ver y entender los acontecimientos por el Angulo correcto, a través del cual deben ser examinados. Y esto es lo que importa. No es valido que Dios nos aparte de los obstáculos, pero es bueno que nos de los medios para poder apartarlos...
Después de orar, todo se ve mejor, se llega a saber los porqués, conocemos las formulas de la resignación y del valor, que solucionaran las dificultades que nos torturan.
Cuando resolvemos cambiar interiormente y dejamos caer la venda de los ojos que nos ciega moralmente, damos inicio a la liberación. El Maestro, al socorrer a todos los que  lo buscaban, los incitaba al cambio en su comportamiento, a que se fijaran en el amor, evitando caer en peores acciones que aquellas de las cuales procuraban libertarse.

Le hombre se beneficia del Auxilio Divino, disminuyendo sus aflicciones en este o en aquel campo, pero solamente se liberara de los errores cuando rescate por la redención del dolor o por la ascensión en el amor, mediante el bien que haga en concordancia con la reparación que lo exija. Es indispensable, por tanto, crecer en la realización ennoblecida, con el fin de poder mantenerse en paz por la ruta evolutiva.

El Egoísmo, sin duda alguna, es la sórdida mazmorra de los orgullosos, que la prefieren hasta cuando la alucinación  los vence, y solamente en guiñapos se dejan retirar de los lugares en los que los aprisionan sus propios pensamientos.

El sufrimiento consigue unir a las criaturas que experimentan su impositivo, hermanándolas. Les da una visión de profundidad en torno de la vida, y la llena de resignación, de digna tranquilidad que se convierte en victoria personal sobre las vicisitudes. El pan que restaura las fuerzas del que sufre, debe ser preparado con el fermento del optimismo, con el fin de que pueda nutrir interiormente.

Los hermanos infelices del Mas Allá del túmulo envisten a sus victimas y a aquellos que les extienden manos amigas, provocando problemas en sus hogares, en el trabajo, en la calle, etc... Con esta actuación tratan de descorazonar el ánimo de esos abnegados agentes de la caridad y del amor.

Les lanzan petardos mentales con los cuales pretenden penetrar su fortaleza interior; les inspiran desanimo, y enturbian la psicoesfera en que se desenvuelven los lidiadores de la solidaridad; echan mano de personas frívolas que les sirven de instrumentos dóciles; despiertan sentimientos contradictorios; estimulan pasiones... hacen todo lo que les es posible para imponer las dudas, por crear áreas de luchas, imponiendo, cuando pueden, sucesión de hechos desagradables.

Programan conversaciones enfermizas y tele comandan comentarios deprimentes como por ejemplo:” todo aquel que se envuelve con la practica del bien, solamente recibirá la ingratitud” “mientras se trabaja practicando la caridad, las cosas van para tras” “aunque se trate de ayudar con dedicación, no se recibe ayuda” “los malos progresan y los buenos interesados en la mejoría y en el progreso de sus hermanos, sufren incomprensiblemente...
Algunos trabajadores poco adiestrados en el culto de los deberes de ennoblecimiento, acogen esas ideas perturbadoras, dejándose desanimar o intoxicándose con la rebeldía que de ellas se desprende. No les pasa por la mente, que todos mantenemos vínculos de sombra con la retaguardia, y que únicamente nos sucederá lo que debemos o lo que nuestra insensatez engendra.

Nadie marcha en la vida a merced del acaso, sujeto a sucesos de dolor y de sombra sin que las merezca, es fácil comprender que los acreedores por el esfuerzo personal al servicio edificante reciben mayor cuota de ayuda, en concordancia con la enseñanza evangélica de que “mas recibe aquel que más da”

Abnegados Mensajeros alientan a los que con ellos sintonizan; los resguardan del mal, induciéndolos a la perseverancia en el trabajo de auto iluminación, le sustentan la fe; promueven encuentros circunstanciales edificantes; los conducen a las Esferas de Luz y a las Escuelas de Sabiduría, cuando tienen su desprendimiento parcial durante el sueño físico; les dan informaciones preciosas; irrigan la mente que se fertiliza con ideas elevadas, y proporciona euforia interior... No les apartan los problemas ni las luchas, porque saben que, a través de ellas, es como más se purifican y se elevan...

La tierra es una preciosa Escuela, todo se convierte en enseñanza, a cuya conquista deben dirigir todos los valores posibles.

El odio, los celos, la envidia, el despecho que intoxica la vida por largos años, no pueden, en forma lógica, desaparecer de los paneles mentales y de los sentimientos morales de quien les dio cabida insensatamente.

“El odio, en particular, azuza los instintos y hace de aquel que lo siente, un extraviado. Y termina siempre por calcinar a aquel que lo genera y que lo conserva, tal como el escorpión sucumbe victima del veneno que carga consigo y que un día cualquiera se aplica.

El Espiritista no esta exento de enemigos desencarnados y debe hacer esfuerzos espirituales, con el fin de dulcificarlos y aplacar su ira, mediante los ejemplos de renovación y de humildad, de elevación por el trabajo noble y el aprendizaje de las técnicas iluminativas y saludables. Participando de las conversaciones edificantes y de los estudios espiritistas cristianos, pueden inducir a los que odian y persiguen, a que participen de sus múltiples actividades; a que escuchando los conceptos liberadores, cambien su comportamiento, logrando su propia edificación espiritual.

A través de la oración y de la practica de la caridad, cada uno crea una psicoesfera favorable a si mismo, que actúa sobre sus perseguidores como un clima bienhechor de terapia eficaz.

No son pocos los envidiosos, los celosos, y los perversos que, en estado espiritual, se complacen en destilar su ponzoña enfermiza en los hombres honestos, a los que combaten por motivos obvios, deseando complacerse ante los sufrimientos que les imponen.

El amor es el único antídoto eficiente para cualquier mal. “De la misma forma que la muerte del desafecto no lava la honra del ofendido, aunque los duelistas supongan lo contrario, un enemigo desencarnado es muchas veces peor que cuando estaba encarnado. Lograr la paz con los enemigos mientras se esta en el camino con ellos, es una buena medida de urgencia.

“Es ideal, por tanto, no tener enemigos, no estar contra nadie, no revelarse... Si alguien no nos quiere bien, el problema es suyo, pero si damos un motivo para que eso ocurra, el problema es ya nuestro.

El sufrimiento, la soledad, no son penas impuestas por la Divinidad, y si constituyen correctivos salvadores, en los cuales la criatura se arma para realizar, o actos elevados. Las espinas de la corona del martirio, al clavarse en los tejidos del alma, se convierten en resinas balsámicas que rehacen de dentro para fuera.

“El Espiritismo es la prueba cabal del amor de Nuestro Padre hacia los hombres en agonía, vencidos todavía por el egoísmo. Es la simbólica “Escalera de Jacob” para quien desea abandonar los pantanos de los errores elevándose a los cielos de la felicidad ni siquiera soñada.

El tiempo nos dirá más tarde lo que en el momento actual no puede, no debe aclarar.
La caridad ha de ser la gimnasia preferida del Espíritu, con el fin de mantener las formas del espíritu en ritmo de amor tanto en el pensamiento como en la voluntad.

La reencarnación en si misma, constituye una misericordia del Señor, que no desea la muerte del pecador, y si su redención. En consecuencia, todas las facultades de que el hombre se encuentra investido, son fortunas que le cabe multiplicar, valorándolas por el buen uso que les da. Exigen cuidados, educación y disciplina, mediante cuyo ejercicio mas se acrecientan. Relegadas al abandono, favorece la parasitosis síquica de imprevisibles resultados, que dan margen a procesos obsesivos de gran porte, generando perturbaciones y desdichas en torno del individuo.

“Pacificados en Cristo” y recordando sus palabras “ Amad a vuestros enemigos” procuremos apaciguar con nuestra actitud cariñosa, transformando el odio en amor, y tengamos esperanza y alegría para vivir.

El divino Maestro nos visitara y las sombras de la noche moral insistente, se diluye ante la claridad que nos visita.

En todos los trámites de dolor e inquietud, Jesús es nuestra seguridad y nuestro apoyo.
Siempre disfrutamos la dicha de disfrutar de Su presencia.

En el nuevo día, Jesús, sigue con nosotros, con el fin de que no lo nublemos con las tiniebla obstinadas que todavía perdura EN NOSOTROS, POR NUESTRA CULPA.

Si no podemos alcanzar por ahora las cimas doradas, seguiremos intentando alcanzar la ascensión que nos ha destinado. Pidamos fuerzas para que podamos embellecer las escarpas, con el fin de mejorar el paisaje para los que vienen, valerosos, después de nosotros...

Si no logramos el éxito, por nuestra improvisión, procuremos por lo menos, la sabiduría que nos impide la complicidad con el crimen.

Aprendamos a valorizar el tiempo, aplicándolo con elevación. No permitamos horas vacías, a fin de que la ociosidad no nos entorpezca el carácter.

Hemos vivido en fugas incesantes, tengamos ahora el coraje y la valentía para avanzar nuestro espíritu, robustecidos con la fe y dóciles por el amor.

PROCUREMOS OBRAR SIEMPRE SEGÚN LA VOLUNTAD DEL PADRE Y NO SEGÚN LA NUESTRA, PORQUE ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA QUE TODOS ANHELAMOS.

Trabajo extraído de “TRAMAS DEL  DESTINO” DE DIVALDO PEREIRA FRANCO

Realizado por Merchita

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OLVIDAR PARA APRENDER

Fernando Pessoa, el brillante poeta portugués, escribió cierto día:
Procuro despedirme de lo que aprendí. Procuro olvidar  de mi recuerdo lo que me enseñaron, y raspar con la que me pintaron los sentidos, desempaquetando mis verdaderas emociones, desarrollarme, y ser yo.
El poeta, en el ansia de entender el porqué de la vida, percibía que mucho de los que nos hablan, enseñan, muestran, obran, lentamente, como las camadas de tintas, que nos cubren,  van dando forma a nosotros
Cuantas veces oímos decirnos: es un buen empleo que paga bien, intentando convencernos de que el valor del salario deba ser la preocupación principal en nuestra vida profesional.
Otras tantas personas insisten en afirmar que es importante, tener, poseer, gozar  de la vida de aquello que brilla ante los ojos.
Hay aun, los que viven pautados en el egoísmo y auto centrismo, cuidando para que todo, al principio, sea de ellos para, en segundo momento, ser para ellos, y en un tercer momento, para los suyos, jamás pensando  en el prójimo o en la sociedad. 
Frente a tantas camadas de tintas que insisten en pintarnos, hay que preguntarse: ¿Por cuales valores debo pautar? ¿Cuál es la mejor brújula para guiarme?
Es inevitable, para responder  a esas preguntas, acordarnos de quienes somos, de dónde venimos y para donde vamos.
Es inevitable olvidar que somos apenas un cuerpo material, que vivimos apenas esa existencia, y que todas nuestras experiencias  están restringidas entre la cuna y el túmulo de una única vida. Hay que aprender que somos Espíritus eternos.
Y para aprender en un lado, hay que olvidarse del otro. Como nos enseña el educador Ruben Alves, todo aprendizaje produce olvido.
Así, olvida que le enseñaron que usted está aquí de paseo. Olvida que le hacen creer que esta es su única experiencia.  Olvida que insisten en hacerle creer que las cosas acontecen por mero acaso, sin una orden Divina.

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 Es necesario olvidar esas ilusiones que vivimos, para aprender que somos Espíritus inmortales, rumbo a la perfección, construyendo paso a paso  nuestro camino redentor de auto iluminación.
Es necesario olvidar las ilusiones que los sentidos  y la memoria nos provocan, creyendo que nada hubo antes de nuestro nacimiento.
Es necesario aprender que traemos en nuestro bagaje  emocional e intelectual nuestras conquistas, felices e infelices, frutos de nuestras propias opciones, siendo, cada uno de nosotros, herederos de sí mismos.
En ese ejercicio de olvido de esas ilusiones, iremos poco a poco raspando la tinta  con la que nos pintaron los sentidos, iremos descubriendo nuestras verdaderas emociones, desenvolviéndonos  para, efectivamente vivir como Espíritus inmortales.
Viviremos como quien no pertenece a la Tierra, aunque estemos aquí por un periodo, entendiendo que aquí estamos para aprender las cosas de Dios.

REDACCIÓN DE MOMENTO ESPIRITA

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