Adoración externa
Allan Kardec
– ¿Necesita la adoración de manifestaciones externas?
– La verdadera adoración está en el corazón. En todas vuestras acciones, imaginad siempre que el Señor os observa.
– ¿La adoración externa es útil?
– Sí, si no es una vana simulación. Siempre es útil para dar un buen ejemplo; pero los que sólo la hacen por afectación y amor propio y cuya conducta desmiente la piedad aparente, dan más bien mal ejemplo que bueno y causan más mal del que piensan.
654 – ¿Da preferencia Dios a los que le adoran de tal o de cual manera?
– Dios prefiere a los que le adoran desde el fondo del corazón, con sinceridad, haciendo el bien y evitando el mal, a aquellos que creen honrarlo por medio de ceremonias que no los hacen mejores para con sus semejantes.
Todos los hombres son hermanos e hijos de Dios y llama a sí a todos los que siguen sus leyes, cualquiera que sea la forma en que las expresen. El que sólo tiene apariencias de piedad es un hipócrita y aquel cuya adoración no pasa de ser afectada y está en contradicción con su conducta, da mal ejemplo. El que hace profesión de adorar a Cristo y es orgulloso, envidioso, celoso, que es duro e implacable con los otros, o ambicioso de los bienes de este mundo, os aseguro que la religión está en los labios y no en el corazón. Dios que todo lo ve, dirá: éste que conoció la verdad es cien veces más culpable del mal que hace, que el salvaje ignorante del desierto, y así será tratado en el día del juicio. Si un ciego al pasar os tropieza, disculpáis; si es un hombre que ve claramente, os quejaréis y con razón. No preguntéis, pues, si existe una forma de adoración más conveniente que otra, porque eso sería lo mismo que preguntar si es más agradable a Dios ser adorado en un idioma que en otro. Vuelvo a deciros, que sólo por la puerta del corazón se elevan hasta él los cánticos.
655 – ¿Es, pues, censurable practicar una religión en la que no se cree en el fondo del alma, cuando se hace eso por respeto humano y para no escandalizar a los que piensan de otra forma?
– En esta como en muchas otras cosas, la regla es la intención. El que no tiene otra mira que respetar las creencias ajenas, no hace mal, y procede mejor que el que las ridiculice, porque éste no sería caritativo; pero el que las practica por interés y ambición es despreciable a los ojos de Dios y de los hombres. No pueden ser agradables aquellos que sólo aparentan humillarse ante él para captarse la aprobación de los hombres.
656 – ¿La adoración colectiva es preferible a la adoración individual?
– Los hombres reunidos por la comunión de pensamientos y de sentimientos tienen más fuerza para atraer a los buenos Espíritus. Lo mismo sucede cuando se reúnen para adorar a Dios. Mas no creáis por esto que la adoración particular sea menos buena porque cada uno puede adorar a Dios pensando en él.
Allan Kardec
Extraído del libro “El libro de los espíritus”
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ABORTO NO REALIZADO
El embarazo vino en un momento inoportuno, recordaba Laura.
Vino en una ocasión impropia e incluso representaba varios riesgos.
La salud debilitada, problemas familiares, el desempleo....
Su primer impulso fue el aborto. Tomó algunas infusiones, algún "té" recomendado, que en vez de solucionar, la dejaron aún más débil.
Recuperada, buscó a una de esas personas que arrancan, aún en el vientre, el llamado problema de las madres que no desean llevar adelante la gestación.
Aquel día, la partera estaba enferma y había faltado.
Laura regresó a su casa preocupada, mil situaciones le pasaban por la mente.
Por la noche, se acostó y aunque le costó dormirse fue vencida por el sueño.
En su sueño vio un hermoso joven pidiéndole algo que, a la mañana siguiente no supo definir. Durante todo el día no logró apartar esa imagen de la mente, por lo que se olvidó de su embarazo.
La noche siguiente volvió a soñar con el mismo joven, pero se despertó con la agradable sensación de un dulce y tierno "muchas gracias" .
Era como se aún viera sus labios pronunciando palabras de agradecimiento, mientras de su corazón irradiaba una paz indescriptible.
Renunció al aborto.
Enfrentó todo, superó todos los riesgos y salió victoriosa...
Hoy, transcurridos 23 años del episodio, oye consternada su hermoso y joven hijo pronunciar, desde el púlpito de la solemnidad de su graduación, ante una extasiada multitud:
"...Agradezco sobre todo a mi madre, que me alimentó el cuerpo y el espíritu, dándome no sólo comida, sino cariño, compañía, amor y, principalmente, vida."
Y, mirándola a los ojos, el hijo pronunció, en un tono inconfundible: "muchas gracias"
Ella no dudó un instante siquiera. Fueron las mismas palabras, dulces y tiernas de un sueño, hace 23 años...
***
La mujer que niega el vientre al hijo que Dios le confía, se niega a sí misma la oportunidad de oír el canturreo alegre del niño indefenso rogándole cariño y protección.
Pierde la oportunidad de dar a luz a un espíritu sediento de evolución, que ruega por una oportunidad de reencarnar, para que juntos superen dificultades y estrechen lazos de amistad y afecto.
Si tú, mujer, estás viviendo la misma situación de Laura, refléjate en su ejemplo y permítete ser madre.
Permítete sentir, dentro de algunos meses, el agradecimiento en el mirar del pequeñito que te ruega el calor de tu regazo y una oportunidad de vivir.
Concédete la alegría, dentro de algunos años de adornar tu cuello con la joya más valiosa que hay sobre la tierra: los frágiles bracitos de un niño, con un abrazo cariñoso diciéndote:
"Gracias mamá, por haberme permitido nacer y crecer, y formar parte de este mundo negado a tantos hijos de Dios."
¡Piense en eso!
Todos nosotros volveremos a nacer un día...
Si continuamos negando oportunidades de reencarnación a los espíritus con los cuales nos comprometimos antes de nacer, quizás nos estemos negando la oportunidad de una madre o un padre en el futuro.
Aportado por Merche.
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¿Por qué se ocultan las evidencias de que los espíritus existen y se manifiestan ?
Tal vez sea porque las religiones dogmáticas han visto en ello un peligro para el sostenimiento de sus dogmas religiosos, o porque la ciencia materialista y atea, ha creído ver en peligro sus postulados científicos y se ha empeñado en cerrar los ojos del conocimiento a otras realidades que existan fuera del ámbito material.
Para las religiones, de las que hablaremos más adelante, existe el alma humana y preconizan la existencia de un dios siempre extraño a la razón que choca muchas veces frontalmente con la fe. Para ellas ninguna evidencia supone el fenómeno que no se produzca en el seno de las mismas o que pueda atentar contra algún concepto dogmático establecido, o bien niegan su existencia, o si reconocen la misma, enseguida las apartan y condenan, tratándolas como alucinaciones o bajo amenazas de condenación eterna o de desgracias con la alegación de que se trata de intervenciones demoniacas.
Materialización ectoplásmica de un / Para la Ciencia oficialmente agnóstica, en parte
Espíritu, bajo control del médium. gracias a las religiones dogmáticas, las manifestaciones espirituales son ignoradas a propósito y a veces hasta ridiculizadas, porque para ella todo fenómeno que no se pueda someter a las pruebas físicas o químicas de un laboratorio, una de dos : o no existe o si existe es producido por alguna mente humana anormal, tal vez capaz de provocarlo, pero nunca de una mente que no parte de ninguna persona tangible .
También es de señalar, que muchos prestidigitadores y magos a veces han reproducido para sus espectáculos, fenómenos que han hecho aparecer como auténticos, pero siempre bajo el mérito de no engañar a nadie cuando advierten que se trata de trucos ingeniosos que reproducen con éxito, acompañados de una adecuada escenografía, con lo que mucha gente ha creído que los fenómenos espíritas siempre fueron trucos. Este es solamente uno de los muchos “velos de Isis” que han ocultado la realidad.
Por otra parte los científicos, que alguna vez han sido testigos y han investigado después y confirmado seriamente alguna evidencia de estas realidades por el método que haya sido, tienen normalmente mucho cuidado,temiendo sobre todo por su prestigio personal y social, por silenciar este dato poco conveniente para su imagen y manteniendo a la opinión pública dentro de los credos y corrientes materialistas socialmente establecidos porque a ellos les conviene.
No les culpo de su falta de heroicidad, sino de su comodismo al dejarse llevar por la corriente materialista imperante, y por su conformismo en la mayoría de los casos al creer que investigar esas cosas es cosa de otros y que no es un campo muy práctico de trabajar, porque se “puede perder más de lo que se puede ganar”.
En esta sociedad materialista que conforman los pueblos de la Tierra en la actualidad, no caben estos conceptos que entran en el terreno de lo trascendente, y desde hace dos siglos a esta parte, a los poderosos que parecen mover los hilos del funcionamiento del mundo, parece que la idea del alma y de Dios les estorba como
si de un rival se tratase, pues en su soberbia solo conciben que a ellos se les pueda servir y adorar finalmente como dioses supremos a los que el resto de la humanidad estará destinada a servir, y mediante su poder económico inmenso,desconocido y generalmente oculto, mueven los hilos necesarios atrincherados en sociedades secretas en las que albergan sus planes de poder supremo, teniendo para ello a su servicio a gobernantes, científicos, magnates, etc. Tal vez estos señores del mundo todopoderosos, son ese Anticristo que se menciona en el Apocalipsis para el llamado final de los tiempos.
- Jose Luis Martín -
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“No confundas tu cuerpo, ni el físico, ni el astral, ni el mental, con tu Yo”
Krisnamurti –
LAS SENSACIONES DEL ALMA
Miramez
Cuando el sonámbulo se encuentra en trance, el cuerpo refleja las sensaciones del alma, de modo que ella se encuentra actuando en el mundo de los Espíritus. Eso es prueba de que ella está ligada al cuerpo por hilos invisibles, el llamado cordón fluídico, cordón de plata o hilo de la vida; son varios los sinónimos.
Ese cordón de plata sirve de canal para las sensaciones del Espíritu, cuando ese se halla de viaje, observando lo que más le interesa en la gran casa de Dios. Su verdadera función es mantener la vida del cuerpo cuando el Espíritu sale por instantes, por el sueño, en el sonambulismo, en viaje astral, o en éxtasis. Los seres humanos aun tienen mucho que estudiar sobre ese lazo que prende al Espíritu al cuerpo, con todos sus cuerpos de luz. Solamente el tiempo, la buena voluntad de los hombres y la bendición de Dios pueden ir retirando el velo que cubre esos secretos de la naturaleza divina y humana para la propia felicidad.
Es bueno que todos los seres, por lo menos los que ya creen que la vida continua , mediten la posibilidad de comprender un poco más al cuerpo de carne que le sirve, esa maravilla de las maravillas, para que puedan comenzar a entender un poco más de los otros cuerpos de los cuales el espíritu se sirve para moverse y ganar más luz dentro de la luz de Dios.
Observemos que cuando soñamos y después que despertamos tenemos sensaciones en compatibilidad con el sueño. Es que, cuando se retorna al cuerpo, esas sensaciones ya se encuentran vibrando en el fardo físico, pues ellas viran al frente, por irradiación de la mente que las transmitió. Con menos intensidad cuando está despierto, se puede observar el mismo fenómeno. La mente es transmisora de lo que ve y oye con exactitud, para las fibras más sensibles del cuerpo de carne.
Es en ese sentido que llamamos la atención de los encarnados, mostrando os horizontes de la mente humana, hasta donde ella puede llegar con su poder mental. La fuerza de los pensamientos en si creando ideales, puede levantar caídos o derrumbar a los que se encuentran en pié, vacilantes.
Podemos formar sensaciones en los que nos oyen por la palabra. Ella vibra en las dimensiones del alma y, aun más, ella transmite imágenes de las cuales o receptor guarda con frecuencia todos los moldes, para después remover, como hace el ganado vacuno en el segundo contacto con sus alimentos. Si las ideas de fuera pueden inspirarnos, somos responsables por las consecuencias que advienen de esos actos. Debemos por tanto, educar nuestras sensaciones, vengan ellas de donde vinieren.
La fuerza de las sensaciones es poderosa; primeramente ella atiende a la intimidad de los que forman esas modulaciones de los pensamientos, después, sale con vigor para quien nos oye y observa.
Observemos cuando dos personas se encuentran hablando al teléfono: la electricidad transmite los pensamientos de quien habla para quien oye, y forma sensaciones en las dos criaturas. Se crea, es lo que se sabe, un campo magnético entre las dichas almas, donde son transmitidos las energías sublimadas o el magnetismo inferior. Todo es de acuerdo con los sentimientos que llevan el asunto de uno para el otro.
Que Dios nos bendiga, para que podamos entender mejor nuestras facultades.
Libro: Filosofía Espirita – Volumen IX
Juan Nunes Maia – Miramez.
Traducido por: M. C. R
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ALGUNOS PUNTOS SOBRE LA VISIÓN ESPIRITA EN EL SUICIDIO
Por Ademir Xavier
“Su alma, aunque separa del cuerpo, aun está completamente sumergida en
lo que se podría llamar el torbellino de la materia corpórea; las ideas terrestres aun son vivaces; el no cree estar muerto. “ (A. Kardec, “Cielo e
Infierno”, Segunda Parte, Ejemplos, Capitulo 5, Suicidas: La suicida
Samaritana)
El suicidio asistido (eutanasia activa, 1) es la libertad dada apacientes
considerados terminales, sin cura, de planear y ejecutar la propia muerte.
Vimos un caso reciente, de la americana Brittany Maynard de 29 años (2) que,
ante un tumor cerebral incurable, decidió suicidarse. En ese caso, creemos no
haber diferencia con cualquier otro acto de suicidio conscientemente decidido, ya que la imposibilidad de cura no es justificativa para el acto como discutimos más abajo.
La cuestión de la decisión por el suicidio asistido o eutanasia es considerada un tabú en la sociedad por las incertezas sobre la vida futura (“miedo a la
muerte”). Con la ola creciente de liberalismo, los grupos se fortalecerán
proponiendo su aplicación de forma sistemática. Hay una clara frontera
entre la vida y la muerte en una sociedad que tiene mucha dificultad en lidiar
con la muerte.
Discutimos aquí algunos puntos que deben ser considerados en el esbozo de la
visión espírita del suicidio asistido. Ellos no pretenden ser definitivos, más si
deben ser recordados en el contexto del avance del conocimiento traído por la
Doctrina Espírita. Esos puntos también se aplican al suicidio de forma general.
lo que se podría llamar el torbellino de la materia corpórea; las ideas terrestres aun son vivaces; el no cree estar muerto. “ (A. Kardec, “Cielo e
Infierno”, Segunda Parte, Ejemplos, Capitulo 5, Suicidas: La suicida
Samaritana)
El suicidio asistido (eutanasia activa, 1) es la libertad dada apacientes
considerados terminales, sin cura, de planear y ejecutar la propia muerte.
Vimos un caso reciente, de la americana Brittany Maynard de 29 años (2) que,
ante un tumor cerebral incurable, decidió suicidarse. En ese caso, creemos no
haber diferencia con cualquier otro acto de suicidio conscientemente decidido, ya que la imposibilidad de cura no es justificativa para el acto como discutimos más abajo.
La cuestión de la decisión por el suicidio asistido o eutanasia es considerada un tabú en la sociedad por las incertezas sobre la vida futura (“miedo a la
muerte”). Con la ola creciente de liberalismo, los grupos se fortalecerán
proponiendo su aplicación de forma sistemática. Hay una clara frontera
entre la vida y la muerte en una sociedad que tiene mucha dificultad en lidiar
con la muerte.
Discutimos aquí algunos puntos que deben ser considerados en el esbozo de la
visión espírita del suicidio asistido. Ellos no pretenden ser definitivos, más si
deben ser recordados en el contexto del avance del conocimiento traído por la
Doctrina Espírita. Esos puntos también se aplican al suicidio de forma general.
El "Libro de los Espíritus", cuestión 953.
¿Cuando una persona ve ante sí un fin inevitable y horrible, será culpable si
abreviara por algunos instantes sus sufrimientos, con una muerte voluntaria?
“Es siempre culpable aquel que no aguarda el termino que Dios le marco para
la existencia. ¿Y quien podrá estar cierto de que, malogrado las apariencias,
ese término haya llegado; de que un socorro inesperado no venga en el último
momento?”
a) – Se concibe que, en las circunstancias ordinarias, el suicidio sea reprensible; mas estamos figurando el caso en que la muerte es inevitable, y en que la vida sólo es cortada por algunos instantes.
“Es siempre una falta de resignación y de sumisión à la voluntad de del
Creador.”
Antes que el lector exceptivo concluya que la prohibición del suicidio para el
Espiritismo - aun mismo en el caso asistido - se basa en un criterio de
autoridad, es preciso recordar el soporte empírico que la Doctrina Espírita
presenta en el problema. De hecho, seria un criterio exclusivamente de
autoridad, si no dispusiese el Espiritismo de métodos y procesos de
demostración con los cuales el ilustra sus principios. Eso diferencia bastante el conocimiento espírita de otras tradiciones religiosas o culturales. Basta ver el Capítulo 5 de "El Cielo y el Infierno” de A. Kardec para tomar informes sobre el estado futuro de aquellos que cometen suicidio. Más allá del sufrimiento, su
mayor consecuencia, para quien lo practica, es una profunda desilusión por
sentirse vivo, por reconocerse la inutilidad del acto.
No hay dudas de que el suicidio es una opción. Es la aplicación de la "ley de
libertad" (Cuestión 843 en "El Libro de los Espíritus), no hay razón para dudar
de ese derecho. Más, la decisión sobre la conveniencia o no de un acto
obviamente no puede basarse exclusivamente en la existencia del derecho de
practicarlo. Los que proponen el suicidio asistido, eutanasia o del aborto
justamente reducen la cuestión de la discusión de derechos porque confunden
el progreso con libertad irrestricta.
Es fuera de duda que tenemos el derecho de practicar muchos actos dentro de
la libertad que disponemos. Más, no todos esos actos son convenientes.
Ciertamente, la libertad de tirarse del vigésimo piso de un edificio debe ser
ponderada por el sufrimiento que cosechan como consecuencia de la caída.
Otros innumerables ejemplos son frecuentemente adelantados por médicos y
especialistas en salud como el sufrimiento material del uso de drogas, de
prácticas ilícitas, etc.
Aun así, vemos escépticos que acusan a los espíritas de usar el miedo como
arma de convencimiento. Ahora, si evidencias de sufrimiento cierto no sirven
para convencer a alguien de la inconveniencia de un acto, nengún otro
argumento será suficiente. Es claramente irracional despreciar evidencias,
cualquiera que sean ellas, lo que se aplica también a las resultantes de la
mediúmnidad, que señalizan que el suicidio lleva al sufrimiento. Contra esas, el recurso final es "negar sistemáticamente", por eso nos posicionamos tanto aquí contra el escepticismo.
La incredulidad, la simple duda sobre el futuro, las ideas materialistas, en una
palabra, son los mayores incitantes al suicidio; propician la cobardía moral.
¿Cuando hombres de ciencia, apoyados en la autoridad de su saber, se
esfuerzan por probar a los que los oyen o leen que estos, nada tiene que esperar después de la muerte, no está de hecho llevándolos a deducir que, si son desgraciados, cosa mejor no les resta sino matarse? ¿Qué les podrían decir para desviarlos de esa consecuencia? ¿Qué compensación les pueden ofrecer?; ¿Qué esperanza les pueden dar? Ninguna, a no ser la nada. De ahí se debe concluir que, si la nada es el único remedio heroico, la única perspectiva, más vale buscarlo inmediatamente y no más tarde, para sufrir por menos tiempo.
La propagación de las ideas materialistas es, pues, el veneno que inocula la
idea del suicidio en la mayoría de los que se suicidan, y los que se constituyen
apóstoles de semejantes doctrinas asumen tremenda responsabilidad. Con el
Espiritismo, tornada imposible la duda, cambia el aspecto de la vida. El
creyente sabe que la existencia se prolonga indefinidamente para más allá del
túmulo, mas en condiciones muy diversas; donde la paciencia y la resignación
lo apartan de una forma natural de pensar en el suicidio; donde, en suma, el
coraje moral. ("O Evangelio Según el Espiritismo, Capítulo 5, El Suicidio y la
Locura).
En vez de fijarse en el sufrimiento, la creencia en la vida futura antevé el
estado de felicidad en que se encontrará el ser después de pasar por las
dificultades de la existencia. Una verdadera revolución opera en aquel que
adquiere la certeza de la continuidad de la vida. El sabe que el sufrimiento es
transitorio y que, mismo sepa que su vida material va a terminar, continuará
viviendo para existir en otro estado, libre de la materia y de las vicisitudes por
ella impuestas. Esa es la verdadera visión espírita, aquella que deberá enseñar una mudanza completa en la manera de como encaramos el sufrimiento y la muerte.
Conclusiones:
La duda sobre la vida futura es disipada por el conocimiento espírita, que traza informaciones, declaradas por el propio ser después de la muerte, sobre su estado. Y las informaciones de la vía mediúmnica muestran que la práctica del suicidio lleva al sufrimiento del Espíritu en corto plazo, a la ponderación en cuanto a su inutilidad es la necesidad futura de reparación (3). Si hay
sufrimiento "de al lado de acá", también hay "del lado de allá", como
resultado del continuismo de la vida. Mas, los que confunden progreso con
libertad irrestricta, piensan lo contrario y desprecian los relatos mediúmnicos
como nuevas versiones del infierno cristiano.
El suicidio es, por encima de todo, consecuencia del materialismo, de la
incredulidad, de la ignorancia total de la vida futura y de la transitoriedad de
los sufrimientos, de la falta de resignación del individuo cuyo orgullo lo hace
creer ser indigno de la situación a ser vencida. Solamente uña creencia fuerte,
escudada en evidencias y en un método, es capaz de vencer ese estado de cosas.
Los millares de mensajes y comunicaciones de aquellos que partieron piden
que tengamos más paciencia con nuestras pruebas. Ellas son pasajeras y un
futuro grandioso aguarda a los que supieron soportarlas con coraje y
resignación.
Traducido por: M. C. R
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