domingo, 17 de julio de 2016

Ética y Moral



   
                
                   ¿Qué es la Vibración? 

Vibrar significa lanzar de sí, emitir (rayos, energía, fluidos, pensamientos, sentimientos, etc.) que nos son propios. 

Puede decirse que todos nosotros, Espíritus encarnados, tenemos capacidad para expandir nuestros fluidos vitales y mentales, bajo la forma de energías electromagnéticas, las cuales se dislocan en la atmósfera en dirección al blanco, bajo la forma de irradiaciones. Nuestros pensamientos y sentimientos pueden ser irradiados a largas distancias, en un mismo plano de la vida o entre los planos físico y espiritual. 

¿Cómo se lleva a cabo la Vibración? 

Podemos mentalizar a un enfermo o portador de alguna dificultad, envolviéndolo en vibraciones de salud, de equilibrio, de paz o de armonía. También podemos vibrar mentalmente por la paz mundial o de un país, por el deseo de alguna realización, etc. 

La capacidad de expansión de nuestros pensamientos y sentimientos guarda relación con nuestra evolución, porque cada cual de nosotros respira (vibra) en determinado tipo de onda. Cuanto más primitiva se revela la condición de la mente, más débil es el influjo vibratorio del pensamiento. 

Al asimilar los pensamientos y sentimientos de los Espíritus dedicados al bien, la criatura encarnada enriquece sus propios rayos vitales. Esos rayos vitales no son nada más que los efluvios ectoplásmicos (o fluido vital), los cuales envuelven a la persona necesitada de auxilio, aunque ésta esté a larga distancia. 

Kardec nos esclarece que los Espíritus actúan sobre los fluidos espirituales, sin manipularlos como los hombres manipulan los gases, pero empleando el pensamiento y la voluntad. Para los Espíritus, el pensamiento y la voluntad son lo que las manos para el hombre. 

En síntesis: cuando proyectamos nuestros pensamientos y sentimientos por intermedio de la bondad, creamos una imagen fluídica que puede alcanzar el blanco apuntado, si éste presenta condiciones de receptividad. La acción de la voluntad se hace a través del fenómeno de la sugestión, que es una fuerza mental pura y simple, transportando la idea por una imagen viva, la sugestión como la electricidad, el explosivo, el vapor y la desintegración atómica, no es buena ni mala; dependiendo sus efectos de la aplicación que se le dé. Así, la tenemos no sólo en el altar de la oración y en los símbolos sagrados de los servicios religiosos, aconsejando la virtud y el progreso al corazón del pueblo, sino también en los espectáculos deprimentes de los ritos bárbaros y en la demagogia de arrastramiento, destilando el psiquismo inferior que inspira las conductas licenciosas y la rebelión. Lo comprendemos así, porque nuestras emociones, pensamientos y actos son elementos dinámicos de inducción. Todos exteriorizamos la energía mental, configurando las formas sutiles con las que influenciamos al prójimo y, todos somos afectados por esas formas, nacidas en los cerebros ajenos. Cada actitud de nuestra existencia polariza fuerzas en aquellos que se nos afinan como el modo de ser, induciéndonos a la imitación consciente o inconsciente. 

¿Cómo, dónde y cuando puede ejercitarse la Vibración? 

*A solas, en momentos de íntima meditación. En esa situación, la persona se recoge en un lugar tranquilo y silencioso, buscando entrar en sintonía con el objeto de su irradiación, si fuera el caso, o crear imágenes mentales en pro de la paz o del éxito de algún emprendimiento. 

*La oración, la lectura edificante y la música ennoblecida son medios que favorecen la elevación del padrón vibratorio, permitiendo que las emanaciones mentales emitidas por la persona alcancen las de los benefactores espirituales, resultando una suma de fuerzas. Es importante que la irradiación sea hecha en día y hora establecidos, a fin de que haya continuidad del ejercicio. 

*En público, en las reuniones específicas para ésta finalidad (reuniones de Vibración mental), o un poco antes de la oración de cierre de una reunión de estudios. 

De cualquier forma, la Vibración mental dirigida al Bien Mayor, en beneficio propio o del prójimo, representa siempre un medio de equilibrio y un instrumento de mejoría espiritual. 

Espero que esta información les ayude y motive a poner en práctica las Vibración Mental para auxiliar a quienes puedan necesitarlo de una manera anónima. Es una estupenda oportunidad de practicar la Caridad, y todos sin excepción contamos con el potencial para llevarla a cabo.
- Lorena Dorante-
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                     ÉTICA Y MORAL

Patricia Saliba 

«La supervivencia del alma debe penetrar progresivamente todas las conciencias del planeta para que éste se transforme»

Por sus consecuencias morales el espiritismo, como filosofía, nos lleva a reflexionar sobre la condición humana y por tanto sobre todas las grandes cuestiones sociales. A través de diversas comunicaciones, los espíritus muestran sin cesar su preocupación por el devenir de una humanidad que olvida su origen divino, que se olvida de amar y que sufre. Dominaciones de todo orden envilecen a los hombres, proyectando sobre el planeta numerosas plagas destructivas…

LEY DEL PROGRESO

La ley del progreso es una condición de la naturaleza humana. Obliga al hombre a reflexionar al contacto con los demás porque él lleva en sí el sentido de su progreso. Si bien humanos malos o leyes malas retrasan ese progreso, sin embargo nadie puede oponerse a él. Las revoluciones morales y sociales germinan a veces en el transcurso de los siglos, pero siempre acaban por estallar y provocar el cambio saludable. De vez en cuando, luces, hombres más evolucionados muestran el camino. ¿Son seguidos? No, pero esa luz que traen repercute tarde o temprano. La frase de Jesús “Amaos los unos a los otros” todavía resuena desde hace 2.000 años, y si no aplicamos esta filosofía, es porque seguimos estando en los comienzos de una verdadera comprensión del lazo que debe unir a todos los hombres. Puesto que el desarrollo del libre albedrío sigue al desarrollo de la inteligencia y aumenta la responsabilidad de nuestros actos, es fácil ver que no estamos allí para la mayoría de los habitantes del planeta.

LEY DE IGUALDAD

¿Nos ha creado Dios con diferentes aptitudes? En El Libro de los Espíritus puede leerse esta respuesta a la pregunta 804:
“Dios ha creado a todos los espíritus iguales, pero cada uno de ellos ha vivido más o menos tiempo y por consiguiente ha adquirido más o menos aptitudes; la diferencia está en el grado de su experiencia, y en su voluntad, que es el libre albedrío: de allí que unos se perfeccionen más rápidamente, lo cual proporciona aptitudes diversas. Lo que no hace uno, lo hace el otro, es así como cada uno tiene una tarea útil”. Es por la reencarnación, por las múltiples experiencias que atravesamos, que mejoramos.
Esta doctrina de las vidas sucesivas explica la variedad infinita de caracteres, condiciones y aptitudes. La libertad y la responsabilidad de cada uno se acrecientan de acuerdo a su confrontación con sus vidas, sus alegrías y sus dolores. Que las cosas queden bien claras, la idea reencarnacionista no justifica el mal, lo explica y da la posibilidad a cada ser humano de transformarse hacia el bien porque se vuelve consciente y actor de su propio cambio. Hoy todos somos el resultado espiritual de esa metamorfosis progresiva. Hemos hecho el mal en nuestras existencias anteriores y si hoy es el bien el que domina para ciertos hombres, es porque su conciencia ha crecido. Vivir y reencarnar consiste en desarrollar el sentimiento del amor, amar se aprende. Queda todavía muchísimo por hacer para que cada ser humano piense el bien, así como queda mucho por hacer para que cada ser humano sea considerado, respetado y liberado de las trabas culturales, religiosas o económicas. Todas las desigualdades son obra de los hombres y solamente de los hombres, ávidos de poder, henchidos de egoísmo y de orgullo, atados a su pequeña evolución. Guerras, esclavitud, torturas y miseria son las consecuencias.
Bajo el pretexto de ideales de independencia, los países han sido saqueados de sus riquezas, sometidos a dictaduras durante las colonizaciones y todavía hoy se doblegan bajo el yugo de los más fuertes. Más de sesenta años después de la Declaración de los Derechos del Hombre, donde se inscribe en su artículo primero que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos; están dotados de razón y de conciencia y deben actuar unos hacia los otros en un espíritu de hermandad”, nuestro planeta expone sus 78 conflictos armados, sus mil millones de hambrientos, sus 9 millones de niños que no alcanzarán la edad de cinco años, sus mil millones de seres humanos carentes de agua potable y su millón y medio de hombres desamparados dependientes de la ayuda humanitaria que se tenga a bien darles. Y Dios, a juicio de algunos deja hacer o, peor aún, lo ha querido, justificando así su inacción ante lo inadmisible. La indecencia de estas cifras sin fin, ha hecho decir a Irune Kan, la secretaria general de Amnesty International, que: “El mundo está sentado sobre una bomba de tiempo social, política y económica, alimentada por una crisis de derechos humanos”. Inseguridad, injusticia, esclavitud, falta de alimento y de agua, xenofobia, racismo y violencia, afectan a millones de individuos.
Sin embargo, las leyes existen pero son inestables, ¿por qué? “En los tiempos de barbarie, son los más fuertes los que han hecho las leyes, y las han hecho para ellos. Ha sido necesario modificarlas a medida que los hombres han ido comprendiendo mejor la justicia. Las leyes humanas son más estables a medida que se acercan a la verdadera justicia, es decir en la medida en que son hechas para todos, y que se identifican con la ley natural (la que contribuye al progreso de la humanidad)”. El Libro de los Espíritus Nº 795.

LAS LEYES DE LIBERTAD

“Cuanto más inteligencia se tiene para comprender un principio, menos excusable es no aplicarlo a sí mismo”. (El Libro de los Espíritus Nº 828)
La esclavitud es el acto por el que un ser humano es colocado bajo el poder absoluto de otro ser humano. Es la privación y la negación de todas las libertades de un individuo por otro, que tiene así derecho de vida y muerte sobre él. Oficialmente abolida en todos los países, hay sin embargo en el mundo 200 millones de esclavos, de los cuales 30 millones de niños, trabajando en la clandestinidad. Cada año, 4 millones de mujeres y niñas son adquiridas y vendidas a un marido, un proxeneta o un mercader de esclavos, sin contar los millones de niños explotados como mano de obra. Todos los países y todos los continentes tienen sus esclavos, de guerra, de trabajo o de sexo. La economía es hoy un vector de una nueva esclavitud. En Francia, hay 300 señalamientos anuales de esclavitud doméstica.
“Nadie será tenido en esclavitud ni en servidumbre; la esclavitud y el tráfico de esclavos están prohibidos bajo todas sus formas”. (Artículo IV de la Declaración de los Derechos del Hombre) Aquellos que practican, sostienen o facilitan la esclavitud son responsables a todos los niveles. Con respecto al pasado, las ideas se transforman poco a poco gracias a  individuos más conscientes que luchan para destruir los prejuicios, como el racismo, la pobreza, la exclusión y las injusticias. Entre todos los hombres debe nacer una verdadera solidaridad. “El que saca provecho de la ley de esclavitud es siempre culpable de una violación de la ley de la naturaleza” (El Libro de los Espíritus Nº 830). Espíritus más esclarecidos han venido a enseñar el camino de la comprensión y de la apertura de las conciencias, la Tierra ha conocido a Luther King, Gandhi, Mandela, Kennedy, Louise Michel, Jaurès y otros, que nunca se han desvinculado de sus justos combates dirigidos hacia más justicia y humanidad. Nada se resolverá jamás mientras el dinero sea a la base de nuestras sociedades, y los tiburones de las finanzas se enriquezcan sobre la espalda de los más frágiles y más pobres, favoreciendo voluntariamente y con todos los pretextos, las divisiones entre los hombres.
El egoísmo y el orgullo pertenecen todavía a la naturaleza humana, pero es posible la transformación con la condición de amar a los demás. Saludemos a los y las que se han vuelto militantes, y son numerosos, que hoy saben luchar a través de las organizaciones humanitarias, defender los derechos de todos, hombres, mujeres y niños, y exigir la justicia para todos, denunciando de paso los destructores abusos de poder.
El espíritu Mahatma Gandhi, venido en sesión espírita en mayo de 1990, evoca esa necesidad y ese deseo de lucha: “Vengo a vosotros a saludar todas las resistencias, vengo a vosotros a saludar todas las oposiciones contra la tiranía, vengo a vosotros a saludar todas las luchas de liberación, vengo en medio de todos vosotros a saludar la esperanza, el deseo y el impulso de libertad que habitan en tantas y tantas naturalezas encarnadas en el planeta Tierra…

EUTANASIA

Si el sentido moderno de la palabra eutanasia significa provocar o apresurar la muerte de un individuo para abreviar sus sufrimientos, se distingue la eutanasia activa que permite provocar la muerte por la acción de un tercero.
Esto es reprimido penalmente pues se considera como un asesinato. En cuanto a la eutanasia pasiva, ésta  consiste en la detención de los tratamientos, para abreviar la vida. Autorizada bajo condiciones desde la ley de 2005, permite al médico limitar o detener los tratamientos a una persona “fuera del estado de expresar su voluntad”.
¿Puede uno decidir el instante de su muerte cuando el dolor se vuelve insoportable y fuerza la idea de morir? ¿Puede decidirse abreviar los sufrimientos del prójimo cuando éste lo desea? ¿Es necesario autorizar la eutanasia?
Si bien el 86,3% de los franceses son favorables cuando se retoma el debate, la respuesta dada en El Libro de los Espíritus en 1857 fue un NO categórico a toda forma de eutanasia. En esa época no existía el furor terapéutico. Hoy en día la evolución de las técnicas médicas prolonga la vida, y con ella los sufrimientos. Es por eso que respondiendo a esa misma pregunta, hace unos años los espíritus matizaron sus palabras. Insisten siempre en el hecho de que “nadie tiene derecho de vida o muerte sobre su prójimo, ni por medio de la pena capital, ni del aborto, ni de la eutanasia”. Pero precisan también, respecto a este último término que, cuando en el ámbito médico se sabe que la vida terminará pronto, el esfuerzo terapéutico debe detenerse, el sufrimiento debe cesar para evitar al espíritu ser prisionero de carnes torturadas. Entonces sí, es más que necesario acallar los dolores, sí es esencial rodear al que va a morir, darle serenidad antes de la partida para el más allá, pero no puede ser tolerada ninguna obcecación. Por otra parte, ¿en nombre de qué legitimidad? Acompañar a los moribundos con pensamientos sinceros y amorosos facilita el tránsito y disminuye la turbación debida a los intensos sufrimientos vividos. En el artículo 38 (artículo R.4127-38 del Código de salud pública, comentarios revisados en 2003) se lee: “El médico debe acompañar al moribundo hasta sus últimos momentos, asegurar por medio de cuidados y medidas apropiados la calidad de una vida que se acaba, salvaguardar la dignidad del enfermo y consolar a su entorno”.
Fue en 1999, cuando se votó por unanimidad en el Parlamento de Francia la ley sobre el acceso a los cuidados paliativos. Ésta afirma el derecho de toda persona enferma cuyo estado lo requiera, a acceder a cuidados paliativos cuyo objetivo sea aliviar, y a beneficiarse de un acompañamiento tanto en el hospital como en su domicilio. Esta ley responde a la dramática comprobación de que miles de personas mueren cada día en medio de sufrimientos no calmados, en soledad y angustia; estos miles de personas simplemente esperan y desean morir digna y humanamente. Las razones de ese drama son múltiples: la falta de formación de los médicos y del personal que atiende en tratamiento del dolor, la falta de comunicación con los enfermos, la falta de estructuras de cuidados paliativos en los hospitales, la falta de psicólogos, la falta de apoyo a las familias, la falta de escucha. El desarrollo de los cuidados paliativos a la altura de las necesidades reales sin duda alguna permitirá disminuir la demanda de provocar la muerte o el suicidio.
Algunos, llevando el peso de sus sufrimientos y estando lúcidos, prefieren darse muerte. Entonces, abreviar sus dolores no puede ser condenable. La turbación que sigue  a una desencarnación después de pesados sufrimientos, puede ser importante y larga, como la que sigue a una muerte violenta.
He aquí el testimonio de un espíritu, que se dio muerte para poner fin a sus sufrimientos, y que nos transmitió este mensaje:
“Yo actué bien. A veces darse la muerte no es una falta, todo lo contrario, pues no es preciso que la vida se deteriore hasta convertirse en un infierno. He sufrido demasiado en un cuerpo que sólo podía morir y deteriorarse. Vengo a defender el suicidio del sufrimiento y no el de la vida. No he abandonado mi vida, le he dado otro sentido”.
El reconocimiento por parte del mundo médico de los tres componentes del ser humano, a saber, espíritu, cuerpo y periespiritu, llegará, para beneficio de nuestra salud. Como dice el espíritu José Arigó: “No es concebible para un espíritu reencarnado en el planeta Tierra, poder pretender la reflexión, en un cuerpo enfermo, cansado, alterado. Es preciso combatir el sufrimiento en todas sus formas, es preciso tener la voluntad de considerar la naturaleza espiritual del hombre. El materialismo médico implica una terapia igualmente natural en detrimento de vuestra envoltura carnal… El cuidado médico es una función amorosa e inteligente en favor del cuerpo y del espíritu”.
El acompañamiento de los moribundos en estas circunstancias de conciencia y de respeto del espíritu es un asunto primordial para todos los espíritas. Los que han podido beneficiarse de este final de vida, rodeados de espíritas, han podido dar testimonio de su tránsito sin angustia. Louisa, después de largos años de trayectoria espírita ha venido para dar testimonio de su muerte.
Su cuerpo sufría pero ella esperaba con serenidad su felicidad futura:
“Si he sufrido, fue más en la espera que en el tránsito que fue sólo felicidad y liberación. Yo esperaba esa liberación, con la serenidad de un espírita que ha conocido el espíritu y no lo ha abandonado nunca, por haberlo recibido, comprendido y escuchado. Es lo que os deseo a todos pues ese sentimiento sólo puede traducirse en fuerza y en confianza. Era mi cuerpo el que sufría esas últimas semanas, y mi espíritu sufría por estar siempre prisionero. Luego llegó el momento y en mi sueño la libertad fue mía. Fue entonces cuando vi a mi hijo, mi niño por el que tanto había llorado, mi guía convertido en amor. Lo seguí por un túnel de luz, yo volaba, repentinamente ligera abandonando el recuerdo de este cuerpo y sus dolores”.
Tenemos la certeza de la vida después de la muerte y hay que dispensar nuestro pensamiento amoroso para acompañar a los espíritus, no a la muerte, sino a la vida.

LEY DE IGUALDAD

“La verdad, la justicia y la compasión son a menudo las únicas defensas contra el poder despiadado”. Aung Suu Kyi 
Es porque el hombre mezcla sus pasiones al sentimiento natural que éste es alterado. La justicia consiste en el respeto a los derechos de cada uno, “querer para los otros lo que uno querría para sí mismo”. Nuestra justicia es una justicia de clase, de raza, de moral religiosa, de odio individual o colectivo, y no responde al bien de la humanidad. ¿Por qué razones una mujer, por haber nacido mujer, tendría derecho a una justicia diferente, un trato diferente, una mirada diferente?
¿Quién puede legitimar el no acceso de las mujeres a la instrucción, a la salud, al trabajo, a la libertad? Para ser justa, ¿la ley humana debe consagrar la igualdad de los derechos entre el hombre y la mujer? He aquí la respuesta de los espíritus en la época de Allan Kardec, por 1857, cuando la mujer tenía sobre  todo un papel en el hogar:
“Todo privilegio acordado a uno o a otro es contrario a la justicia. La emancipación de la mujer sigue al progreso de la civilización, su esclavitud marcha con la barbarie.
Los sexos sólo existen en la organización física pues los espíritus pueden tomar uno u otro. No hay diferencia entre ellos bajo esta relación y por consiguiente, deben gozar de los mismos derechos”. El renacimiento del derecho romano en occidente, las religiones, las instituciones sociales y el abuso de la fuerza, relegan a la mujer a la fila de los “sin alma”, luego de los “incapaces” seguidos de las “brujas”. Hoy en día ellas todavía son humilladas, golpeadas, esclavizadas, víctimas silenciosas de la violencia perpetrada hasta en su hogar. Los movimientos feministas en todas partes del mundo han hecho mucho para que los derechos humanos sean respetados y muchas mujeres han pagado, y siguen pagando, con su vida, su valor y su empeño en esta lucha justa. Hoy en día hay, ahora y como siempre, 2 millones de jovencitas y niñas en riesgo de sufrir mutilaciones genitales que apenas 9 países prohíben. El 25% de las mujeres son víctimas de violencia sexual que involucra 20 millones de abortos peligrosos. 79 países de este planeta no tienen ninguna legislación sobre esta violencia. Sí, podemos saludar a estos luchadores por la libertad como Aung San Suu Kyi, dirigente de la Liga Nacional para la Democracia (LND) el partido de oposición frente a la junta militar, en Birmania. Premio Nobel de la paz en 1991, electa embajadora de conciencia de Amnesty International desde julio de 2009, Aung San Suu Kyi ha pasado 14 años de 20 en prisión, simplemente por acometer la defensa de los derechos humanos en su país, por desear la paz y la independencia de Birmania, uno de los países más pobres donde son alistados, entre otros, 70.000 niños soldados. Las sanciones de la Unión Europea tienen poco efecto, sobre todo cuando se sabe que el grupo Total está implantado en ese país, sin caso de conciencia, afirmando que existe una estrecha conexión entre desarrollo económico y derechos del hombre. ¿Puede servirse al mismo tiempo a Dios y a Mamon? Símbolo de esperanza y de coraje, como muchas mujeres conocidas o anónimas, Aung Sann Suu Kyi, figuran emblemáticas de la oposición a la dictadura militar, muestra el camino de una humanidad por transformar. De esas mujeres valientes, habla el más allá en este homenaje recibido durante una sesión espírita: “Sometidas, sí. Sometidas, incomprendidas, martirizadas, olvidadas, apartadas, objeto de martirio, de afrenta, de estupidez, de maldad, desacreditadas, transformadas, figuradas. Hablo de la mujer, de su historia sobre este pobre planeta. Hablo de la madre, de su papel, hablo de todas aquellas que todavía, en numerosos países siguen siendo lo que acabo de mencionar. Pienso en todas esas mujeres cuyos hijos les son quitados, martirizados, fusilados, torturados. Pienso en todas esas mujeres que no tienen más derecho que encorvar el espinazo y entregarse al trabajo, sin decir palabra. Pienso en todas esas mujeres que ni siquiera tienen el derecho a verter una lágrima pues esa lágrima se convertiría en una sospecha, sospecha peligrosa para las dictaduras que  siguen existiendo para desdicha de la humanidad y de la pobre tierra. Pienso en la mujer que porta la vida, que comprende esa vida, que conoce el sentimiento de los hombres, pienso en la mujer maldita, rechazada, ultrajada por fanatismos de toda índole y con frecuencia en nombre de los dioses, si es que no es en nombre de uno solo. Rezo por otra mujer, por la mujer aceptada, reconocida, sublimada, por la mujer que ya no es sólo una carne sufriente, portadora del niño y desatendida por los hombres. Glorifico la indispensable feminidad viviente, portadora de la vida para el bien de todas las vidas y rezo con vosotros para que el horrible silencio de la historia cese finalmente, para que la verdad sea aún más enunciada, más dicha, más gritada. Pienso en todas esas mujeres que han trabajado en la tierra por la liberación de toda la humanidad. Pienso también en todas esas mujeres que, a veces, han dado hasta su vida por la causa de la supervivencia de las almas, por las verdades de sus contactos entre los hombres. Pensemos en la mujer, en su vía crucis, en su liberación que lejos de ser verdadera, de ser total, todavía está por nacer. Es una lucha que está lejos de estar terminada”.
Tenemos ciertamente la sociedad que merecemos pero tenemos también la posibilidad de participar en su mejoramiento por nuestra libertad de conciencia que es una de las características de la verdadera civilización y del progreso. Mientras el hombre siga viviendo a partir de su naturaleza carnal, no será feliz ni encontrará justicia en sus sociedades desiguales. Pero al aceptar su naturaleza espiritual, su infinito, le invade una fuerza, su voluntad se vuelve constructiva y real, y puede actuar. Nuestro mundo es cruel, indiferente y olvida esos sufrimientos disfrazándolos. Ya no existe la información, el conocimiento desaparece, la reflexión se escapa y el egoísmo triunfa igual que el orgullo. Tantos hombres han luchado para que fuéramos libres. Dejemos de dormir y de fijar nuestro espíritu en pensamientos antiguos que nos vienen bien, esperando una transformación que vendría como por arte de magia. El espiritismo, dentro de sus grandes principios referidos a los hechos sociales, incluye la idea de una transformación progresiva de la humanidad, prolongando la idea cristiana en su origen, es decir el amor de Dios, y las ideas humanistas tan brillantemente demostradas en el siglo de las luces.

LE JOURNAL SPIRITE N° 79 ENERO 2010

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             Las cuestiones ortográficas  

Pasaríamos con rapidez sobre esta objeción que plantean ciertos escépticos con respecto a las faltas de ortografía cometidas por algunos Espíritus, si no debiera ella dar lugar a una observación esencial.^ Hay que decirlo: su ortografía no siempre es irreprochable. Pero se precisa estar 
muy escaso de razones para hacer de esto el motivo de una crítica seria manifestando que, puesto que los Espíritus todo lo saben, también deben saber ortografía. Por nuestra parte, podríamos opones a tales críticos los numerosos pecados de este tipo cometidos por más de un sabio de la Tierra, lo que no les resta nada de su mérito. Pero hay en este hecho una cuestión más seria. Para los Espíritus, y en modo especial para los Espíritus superiores, la idea lo es todo y la forma nada significa. Despojados de la materia, su lenguaje entre ellos es veloz como el pensamiento, puesto que es el pensamiento mismo el que se comunica, sin intermediario alguno. En consecuencia, deben de encontrarse incómodos cuando son obligados, para comunicarse con nosotros, a servirse de las formas lentas y embarazosas del lenguaje humano, y, sobre todo, por la insuficiencia e imperfección de dicho lenguaje para expresar todas las ideas. Ellos así lo dicen. Por eso resulta curioso ver los medios que emplean a menudo para atenuar ese inconveniente. Lo propio nos sucedería a nosotros si tuviéramos que expresarnos en un idioma de vocablos y giros más largos, así como más pobre en expresiones, que la lengua de que hacemos uso. Es el mismo embarazo que experimenta el hombre genial cuando se impacienta por la lentitud de su pluma, que siempre marcha detrás de su pensamiento. Según esto, es concebible que los Espíritus concedan poca importancia a la puerilidad de la ortografía, especialmente cuando se trata de una enseñanza grave y seria. Por otro lado, ¿no es ya maravilloso que se expresen indiferentemente en todas las lenguas y que las entiendan todas? No obstante, no hay que concluir de esto que la corrección convencional del lenguaje les sea desconocida, pues cuando resulta necesario la observan. Así pues, la poesía que ellos dictan podría desafiar con frecuencia a la crítica del más minucioso purista, y esto, a pesar de la ignorancia del médium.. 
EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS. 
ALLAN KARDEC 
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LAS SENSACIONES
Miramez

Cuando el sonámbulo  se encuentra en trance, el cuerpo refleja las sensaciones  del alma, de modo que ella se encuentra actuando en el mundo de los Espíritus. Eso es  prueba  de que ella está ligada al cuerpo  por  hilos invisibles, el llamado cordón fluídico, cordón de plata  o hilo de la vida; son varios los sinónimos.
Ese cordón  de plata sirve de canal para las sensaciones del Espíritu, cuando ese  se halla de viaje, observando lo que más le interesa en la gran casa de Dios. Su verdadera función es  mantener la vida del cuerpo cuando el  Espíritu sale por instantes, por el sueño, en el sonambulismo, en viaje astral, o en éxtasis.  Los seres humanos aun tienen  mucho que estudiar sobre ese lazo  que prende al Espíritu al cuerpo,  con todos sus cuerpos de luz. Solamente  el tiempo,  la buena voluntad de los hombres y la bendición de Dios pueden ir retirando  el velo que cubre  esos secretos  de la naturaleza divina  y humana  para la propia felicidad.
Es  bueno que todos los seres, por lo menos  los que ya creen que la vida continua , mediten la posibilidad de comprender un poco más  al cuerpo de carne que le sirve, esa maravilla de las maravillas, para que  puedan comenzar  a entender un poco más de los otros   cuerpos de  los cuales  el espíritu  se sirve para moverse  y ganar más luz dentro de la luz de Dios.
Observemos que cuando soñamos y después que despertamos  tenemos sensaciones en compatibilidad con el sueño. Es  que, cuando se retorna al cuerpo, esas sensaciones ya  se encuentran vibrando en el fardo físico, pues ellas  viran   al frente, por irradiación de la  mente que las transmitió. Con menos intensidad cuando está despierto, se puede observar el mismo fenómeno. La  mente es transmisora de lo que ve y oye con exactitud, para las fibras más sensibles del cuerpo de carne.
Es en ese  sentido que llamamos la atención de los encarnados, mostrando os horizontes de la mente humana, hasta donde ella puede llegar con  su poder mental. La fuerza de los pensamientos en si creando ideales, puede levantar caídos o derrumbar a los que se encuentran en pié, vacilantes.
Podemos formar sensaciones en los  que nos oyen por la palabra. Ella vibra en las dimensiones del alma y, aun más, ella transmite imágenes de las cuales  o receptor guarda con frecuencia todos los moldes, para después remover, como hace el ganado vacuno en el segundo contacto con sus alimentos. Si las ideas de fuera pueden inspirarnos, somos responsables por las consecuencias que advienen de esos actos. Debemos por tanto, educar nuestras sensaciones, vengan ellas de donde vinieren.
La fuerza  de las sensaciones es poderosa; primeramente ella atiende a la intimidad de los que forman esas modulaciones de los pensamientos, después, sale con vigor para quien nos oye y observa.
Observemos cuando dos personas se encuentran hablando al teléfono: la electricidad transmite los pensamientos de quien habla para quien oye, y forma sensaciones en las dos criaturas. Se crea, es lo que se sabe, un campo magnético entre las dichas almas, donde son transmitidos las energías sublimadas o el magnetismo inferior. Todo es de acuerdo con los sentimientos que llevan el asunto de uno para el otro.
Que Dios nos bendiga, para que podamos entender mejor nuestras facultades.

Libro: Filosofía Espirita – Volumen IX
Juan  Nunes Maia – Miramez.
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      MUCHOS CONFLICTOS


Por los muchos conflictos que alcanzan a la criatura humana, que parece divorciada de los principios ético-morales y de las propuestas libertadoras de la ignorancia y de la estupidez, complaciéndose en el desorden y en el exacerbado placer de los sentidos, no podemos ignorar la necesidad de recordarle algunas directrices para su éxito real en el desiderato de la reencarnación. 

Confundiendo gozo con felicidad, en una alucinada correría hacia el exceso de toda orden, incluyendo el desbordamiento de las pasiones, sucumbe, sin darse cuenta, al peso de las aflicciones con que se sobrecarga, anestesiando la conciencia para no pensar y anulando el sentimiento en la vana proeza de pasar incólume delante del sufrimiento. El desconcertante culto al cuerpo y al endiosamiento personal ha arrastrado a multitud de inexpertos a los trastornos psicológicos de naturaleza grave, así como a enfermedades perversas resultantes del mal uso de la organización somática. Infecciones cruentas se arrastran amenazadoras y procesos degenerativos aumentan vertiginosamente, como resultado del insano comportamiento a que se entrega expresiva parte de la comunidad terrestre. 

Hoy, más que ayer, los seres humanos se presentan perdidos, consumidos por la lascivia del placer que, para ser conseguido, exige tributos muy altos, como la conquista de recursos pagados mediante cualquier expediente, el absurdo exhibicionismo del ego, la disputa desenfrenada por el podio donde permanecen por poco tiempo, la violencia, la drogadicción, el sexo en desvarío… 

Seis mil quinientos años aproximadamente de valores éticos, de cultura y de civilización, parecen desmoronar ante los descalabros de toda orden que toman cuenta de su conducta. Naturalmente, en un retrospectivo histórico, el fenómeno se ha repetido, conforme la época, cuando una civilización después de la gloria alcanza la decadencia, facilitando así el surgimiento de una nueva etapa evolutiva. Así sucedió en el pasado con las grandes naciones que dominaron el mundo o parte de él, cuando cayeron en el decaimiento, por culpa de los desvíos morales que sus ciudadanos se permitieron, así como del abuso del poder a que algunos se entregaron.
Sería de suponer que, después de Jesús, los rumbos a seguir fuesen otros, caracterizados por conductas más dignas, propiciadoras de paz. Infelizmente, sin embargo, Su mensaje rico de pulcritud y amor fue desconsiderada, adaptada a los intereses de gobiernos arbitrarios y de religiones dominadoras, que olvidaron al ser humano para quien El vino, entonces substituido por los intereses inmediatos de la gloria, de la fama, del orgullo y de la ilusión… ¡El resultado fue lamentable! Se vive hoy, como consecuencia, el Cristianismo sin la presencia del Cristo, aquel que fue elaborado por los hombres y mujeres ambiciosos. Se sustituye el amaos unos a otros por el armaos unos contra otros. Viene proliferando, en la filas de la fe religiosa, la indiferencia por los que sufren, los denominados excluidos, los desfavorecidos de recursos financieros, de belleza física, de posición social, al tiempo en que la jactancia de los dominadores toma cuerpo y su arrogancia disemina guerras injustas, persecución generalizada a todos aquellos que no les pertenecen a los cuadros de interés, algunos creyéndose instrumentos de Dios para ese fin abominable.

Hermanos que se pelean, unos contra otros, con absurdas y crueles acusaciones, disputando la carga de sus semejantes, en campañas difamatorias, con el exclusivo interés de desvirtuar y perseguir a aquellos que les parecen más dignos y más elevados moralmente. Como no los pueden alcanzar, intentan rebajarlos a su nivel. En consecuencia, existe una incontrolada sed de amor, generando seres atormentados y solitarios que campan en los abismos de la soledad y de la locura. Igualmente, el hambre de alimentos arrebata a decenas de millones de personas olvidadas, cada año, sin contabilizar a aquellas que sobreviven, pero que por desnutrición y carencia orgánica, se convierten en espectros vivos, sin ideal ni esperanza… El mundo religioso, de casi todas las denominaciones, acompaña el suceder de esos trágicos acontecimientos, ignorando lo que se da en toda parte, cada grupo más interesado en la preservación de su status, de su crecimiento, de la adquisición de poder y de grandeza terrena. Claro que existen excepciones ennoblecedoras, no, sin embargo, suficientes para revertir el doloroso cuadro. 

Se habla más de lo que se actúa. Se predica con bellas expresiones, sin la base de la práctica de las lecciones presentadas. Se discute con ardor y se actúa con indiferencia o rencor. Son días muy sombríos espiritualmente y éstos son de comportamientos infelices. No constituyen, sin embargo, novedad para el cristiano decidido y coherente, ya que Jesús anunció el acontecimiento que hoy es vivido en el planeta. De tal forma el Maestro incomparable se preocupó de esa dolorosa situación que vendría, que prometió enviar el Consolador, en ese momento injurioso, a fin de que se repitieran Sus lecciones, se dijeran cosas nuevas y queda para siempre orientando los rumbos que deberían ser recorridos. Hace casi un siglo y medio, se materializó Su promesa en el Espiritismo, que se propone regenerar al ser humano individualmente y a la sociedad como un todo. A pesar de ello, la cosecha de frutos ha sido casi inexpresiva hasta este momento, lo que es realmente doloroso al ser constatado.
Los Espíritus procedentes de la Gran Luz, sin embargo, están vigilantes y cuidan en mantener la sementera de la esperanza, del amor, de la compasión, del perdón y de la caridad en la Tierra desolada. Hombres y mujeres conscientes del deber y sinceramente devotados al amaño del suelo de los corazones y a la liberación de las mentes, están empeñados en la labor de contribuir de la mejor forma posible a favor del nuevo amanecer. 


Pensando en esos héroes de la fraternidad y en muchos otros candidatos al ministerio de la renovación personal, así como del planeta terrestre, reunimos en este volumen algunas páginas que escribimos a lo largo de los meses, portadoras de directrices para el éxito de la jornada que pretenden realizar. Son mensajes sencillos, de contenido ya conocido, en formas nuevas de presentación, repitiendo el pensamiento de Jesús y las informaciones catalogadas por Allan Kardec, a fin de que aquellos que nos honrasen con su atención, encuentren estímulo y guías siempre nuevas para seguir adelante, con coraje y amorosamente. Por otro lado, con este modesto trabajo psicografiado, homenajeamos al preclaro Codificador del Espiritismo, en este año del bicentenario de su nacimiento, cuando vino al mundo en Lyon, en Francia, el día 3 de octubre de 1804. Salvador, 3 de marzo de 2004.

Juana de Ángelis. 

Medium "Divaldo Pereira Franco"


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2 comentarios:

  1. Hola, la palabra vibrar se refiere a la materia, es cuando las moléculas chocan entre si. No tiene nada que ver con los Fluidos Cósmicos Universales, que aunque están constituidos con una materia espiritual quintaesenciada que tampoco conocemos, podemos decir que es una vibración. Los libros codificados se refieren a los fluidos y la palabra vibración no esta definida en los libros codificados.

    Estos conceptos metafísicos se introdujeron por León Denis, que tampoco fueron avalados por Espíritus.

    Prefiero referirme a Fluidos y no en vibraciones. Confunden los términos y denota desconocimiento del contenido espiritual de los Libros Codificados.

    Solo es una humilde opinión.

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    1. Mi querido amigo Juan: En mi humilde opinión, respecto al tema de la vibración, creo que no solo vibra lo que entendemos por materia, sino también es susceptible de vibrar todos los fluidos inmateriales que hay en la Naturaleza y que nos rodean cada día, tal como las ondas de la mente que parten del cerebro y se reflejan en los electro-encefalogramas, o las ondas emitidas por cada latido cardiaco, y que se reflejan en los electro-cardiogramas, etc. Creo que todo en el Universo es energía y la energía vibra; la materia pienso que solo es energía de muy lenta vibración molecular, pero energía al fin y al cabo, tal como se demostró con el uranio y el plutonio, que siendo materia, se pueden transformar en energía nuclear. Saludos

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