EL CONOCIMIENTO DOCTRINARIO
Esta afirmación nos conduce más cerca de la realidad que cualquier otra, pues el planeta que habitamos no es ni mucho menos de los más avanzados en la escala moral, correspondiendo al estado de sus habitantes, entre los que nos encontramos por méritos propios.
Alan Kardec, Joanna de Ángelis, Francisco de Asís, Teresa de Ávila y tantos otros misioneros del Evangelio de Jesucristo sirvieron al Maestro a partir de la humildad, entregándose en cuerpo y alma a los trabajos de espiritualización y evangelización del planeta, renunciando a todo por amor a Él y al prójimo.
Viendo el estado actual de la Humanidad parece evidente que no hemos sacado gran provecho de sus enseñanzas, particularmente en Europa vivimos atrapados entre las contradicciones de una fe humanista y una práctica economicista que sobrepone los resultados monetarios a las necesidades de las personas. Toda sociedad presenta el nivel moral de sus integrantes; poco nos pueden sorprender las calamidades que enfrentamos si conocemos la ley de causa y efecto.
Como personas sensibles al dolor ajeno y como espiritistas deseamos combatir las causas de las injusticias sociales, trabajando por un cambio en la sociedad que debemos empezar por nosotros mismos; las desigualdades económicas son un reflejo de nuestras imperfecciones, resultando estas últimas, por la falta de altura moral, la auténtica causa de los males que nos afligen.
“Podemos atender a muchos dolientes, ofrecer un lecho de reposo a los más infelices, pero siempre hubo y habrá cuerpos enfermos y cansados en la Tierra. En la tarea cristiana semejante esfuerzo no debe ser olvidado, pero la iluminación del espíritu debe estar en primer lugar. La comprensión del Evangelio y la ejemplificación del Maestro renovarán las nociones del dolor y del sufrimiento.”(1)
-(1)-Chico Xavier/Emmanuel (2006) Pablo y Esteban. P. 286, Editora 18 de abril: Buenos Aires
Revista Digital Actualidad Espiritista nº 26
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LAS SOCIEDADES
Las sociedades, pequeñas o grandes, así como todos los grupos, sea cual fuere su importancia, deben luchar contra otra dificultad. Los promotores de la perturbación no se encuentran solamente entre sus miembros, sino también en el mundo invisible.
De la misma manera que hay Espíritus protectores para las sociedades,las ciudades y los pueblos, hay Espíritus malévolos que se vinculan a los grupos tanto como a los individuos. Atacan primero a los más débiles, a los más accesibles, y procuran transformarlos en sus instrumentos. Luego, poco a poco, tratan de engañar al conjunto, puesto que el goce maligno que experimentan es proporcional a la cantidad de personas que caen bajo su yugo. Por consiguiente, cada vez que en un grupo una persona caiga en la trampa, será urgente reconocer que hay un enemigo en el campo, o un lobo dentro del redil, para que se tomen las precauciones necesarias, pues es más que probable que multiplique sus tentativas. Si una enérgica resistencia no lo desanima, la obsesión llegará como una enfermedad contagiosa, que se pondrá de manifiesto en los médiums a través de la perturbación de su mediumnidad, y en los demás, mediante la hostilidad de los sentimientos, la perversión del sentido moral y la perturbación de la armonía. Como la caridad es el más poderoso antídoto contra ese veneno, el enemigo intentará sofocarla. Por
lo tanto, no se debe esperar a que el mal se haya vuelto incurable para remediarlo, como tampoco esperar a que se manifiesten los primeros síntomas.
lo tanto, no se debe esperar a que el mal se haya vuelto incurable para remediarlo, como tampoco esperar a que se manifiesten los primeros síntomas.
Lo más importante es prevenir ese mal. Para eso existen dos medios que son eficaces, en caso de que sean correctamente aplicados: la plegaria hecha de corazón y el estudio atento de los mínimos signos que revelen la presencia de Espíritus embusteros.
El primero atrae a los Espíritus buenos, que sólo asisten con solicitud a quienes los secundan con su confianza en Dios. El otro demuestra, a los Espíritus malos, que están tratando con personas que tienen suficiente claridad y que son lo bastante sensatas para
no dejarse engañar.*
EL LIBRO DE LOS MEDIUMS.
ALLAN KARDEC.
no dejarse engañar.*
EL LIBRO DE LOS MEDIUMS.
ALLAN KARDEC.
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¿Ciencia o Religión?
Es este un tema controvertido cuando, en realidad, no debería serlo, y que , además no es nuevo, sino que ya era una cuestión presente desde los primeros tiempos de la codificación espiritista. Pero, ¿no es ya hora de haber superado el tiempo de la discusión? ¿o se trata más bien de que no hemos entendido con profundidad, de verdad, el alcance y significado de nuestra doctrina?
Un asunto debería quedarnos suficientemente despejado antes de adentrarnos en esta controversia siempre de actualidad (desafortunadamente), y es que, pese a todo, y como controversia, sólo existe en la mente de aquellos aficionados a la polémica y a la discusión, en lugar del estudio y la reflexión que es lo que nuestra doctrina precogniza. Para algunos es irresistiblemente más atractiva la vía del escándalo y la actitud polemista, que el trabajo netamente espírita que es la auto-reforma y el crecimiento espiritual a través del estudio y el apoyo fraternal.
Allan Kardec es sobradamente explícito cuando manifiesta que el espiritismo es ciencia, filosofía y moral. Apunte similar da en Qué es el Espiritismo, donde dice que: // Su verdadero carácter es el de una ciencia y no el de una religión. //
Pero también es cierto que el codificador se expresa de la siguiente manera en la obra antes citada: // Desde el punto de vista religioso, el Espiritismo tiene por base las verdades fundamentales de todas las religiones. (...) No es una religión especial porque no tiene sacerdotes ni templos. //. Veamos: 'No es una religión especial', no es lo mismo que decir que no es ninguna religión, sino que no presenta las características de las demás religiones. Algo que tiene por base 'Las verdades fundamentales de todas las religiones', ¿no conlleva forzosa y naturalmente un aspecto religioso?.
'En el evangelio según el espiritismo', los Espíritus superiores esclarecen: Ciencia y religión son las dos palancas de la inteligencia humana. Una revela las leyes del mundo material y la otra las leyes del mundo moral.
Cuando un espírita habla del aspecto religioso, es porque forma parte de la codificación, no es invención de nadie; se está refiriendo a un 'aspecto' religioso y no a una religión propiamente dicha. ¿Por qué seguir discutiendo? ¿Olvidamos que el capítulo primero del 'Evangelio según el Espiritismo' habla de la Alianza de la Ciencia y Religión?.
Convengamos que al lado de aquellos compañeros que pecan de un excesivo 'religiosismo', por así decirlo, a la hora de tratar con la doctrina, están también con un exceso 'cienticismo', ¿con cuál propósito? Observando a algunos da la impresión de estar presurosos por adelantar la aceptación de la comunidad científica oficial, olvidando que Kardec apuntaba que el Espiritismo se destina a las masas, al pueblo, y sólo cuando estuviera vulgarizado, los científicos se rendirían a la evidencia. No es preocupación de la doctrina convencer a ningún científico, ya se encargará de esto el fluir natural de los acontecimientos y el progreso, pues ella se apoya sobre las grandes leyes que rigen todo nuestro universo, desde el micro al macrocosmos, y a su lado, la 'joven' ciencia de los hombres aún le queda mucho por andar... y muchos prejuicios que derribar.
Ramsay - FEE
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LA VIOLENCIA
La violencia en los tiempos actuales está a la orden del día, raro es el hombre que cuando es contrariado, no responde a través de la violencia.
Violencia es todo aquello que hiere el equilibrio, es todo aquello que atenta contra las Leyes Divinas. Es desamor.
Los tóxicos, vicios, disturbios de toda orden, son violencias practicadas contra la salud del cuerpo y del espíritu.
Hay varios tipos de violencia.
La más brutal es la llamada violencia física. Es la más animalesca de todas, reveladora de los bajos patrones vibratorios de quien la practica.
En ella están encuadrados los casos de asesinato, apaleamiento, tortura, estupro, secuestro, lesiones corporales, etc.
La tan hablada polución es también una violencia, es un atentado contra las condiciones de vida, de salud y casi siempre resultado de la ganancia de las criaturas que desconocen las responsabilidades a que serán llamadas en el futuro. Algunos, por materialismo, ni siquiera creen que exista un futuro más allá del mañana.
Las personas son agredidas por el tono abusivo, como el resultado del deseo desequilibrado de hacer propaganda de alguna cosa, sea por interés político e incluso religioso, o sea por la simple falta de educación, de comprensión de lo que es la convivencia social o por pura estupidez.
Las criaturas son agredidas por la polución, sea de chimeneas, donde la ganancia monetaria impide la colocación de filtros propios y existentes en el mercado, sea por los tubos de escape de los vehículos fabricados sin los cuidados necesarios (siempre el lucro en primer lugar), sea por la falta de regularización del motor que el propietario tampoco manda regular para no gastar dinero.
También son os agredidos por asaltos, robos, abusos de autoridad, etc.
Es agresión por todos los lados y de todas las formas; una verdadera locura.
Constantemente preguntan cuál es la razón de que hoy existan más viciosos que antiguamente, si es consecuencia de una regresión moral de la humanidad.
En primer lugar es necesario esclarecer que nadie va hacia atrás en la evolución. El vicioso de hoy, era vicioso en encarnaciones anteriores. Siempre existieron medios de intoxicación viciosos, el alcohol, por ejemplo, es conocido desde la más remota antigüedad. Hojas, simientes y otros medios que tal vez se hayan perdido en el tiempo, siempre sirvieron para buscar el entorpecimiento que es un medio de fuga de la realidad.
Quien fuma marihuana hoy, tal vez fumase opio en China en el pasado. Así sucesivamente.
La tendencia hacia el vicio surge en las primeras reencarnaciones y no ahora, después de haber alcanzado un estado más avanzado.
Lo mismo ocurre con las taras, la falta de honestidad, la maldad, la maledicencia, etc.
Nadie perfectamente equilibrado queda deteriorado instantáneamente, ninguna persona absolutamente honesta se transforma en ladrón, ninguna buena persona se convierte en malvada, así como ninguna que realmente posee fe puede perderla.
Nadie, repito, nadie puede retroceder en la evolución. El ciudadano del ejemplo pasó la vida sin la oportunidad de demostrar su deficiencia moral, y en la primera oportunidad surgida falló, u, otra hipótesis bien probable, pasó la vida luchando contra sus tendencias, procurando librarse de su deficiencia pero, por culpa de su flaqueza, no resistió más y acabo fracasando.
La principal razón de esta situación es el hecho de que nuestro planeta se encuentra en fase de transición, de mundo de pruebas y expiaciones, se encamina a la categoría de mundo de regeneración, donde esos problemas serán muy disminuidos y encaminados a la extinción por la predominancia del bien.
Para los espíritus que constituyen la población del planeta, esta modificación de categoría, importan en la necesidad de mejorar sus patrones vibratorios para los nuevos límites o no podrán continuar reencarnando en la Tierra, siendo encaminados para mundos inferiores.
Este cambio exige dos providencias de la espiritualidad mayor. La primera es asignar la reencarnación de espíritus encargados de mejorar el conocimiento humano, preparando las condiciones de vida mejores del futuro. Esta mejoría también alcanza el lado moral y religioso. Por otro lado, por Misericordia Divina, es dada una oportunidad más a aquellos que se encuentran en la lista de ser expulsados. Es dada la oportunidad de recuperación que, infelizmente, la gran mayoría no aprovecha y vuelve a practicar el crimen, el vicio, la inmoralidad.
Es justamente esa aglomeración de espíritus desequilibrados en el campo material que nos da la impresión de que la maldad aumentó en el planeta. Es tan solo el hecho de que ahora hacen maldades en el campo físico en la presencia de todos, antes hacían el mal en el campo espiritual, obsesando, provocando el mal, provocando el desequilibrio incluso más intensamente de lo que pueden hacerlo ahora, solo que no eran vistos tan fácilmente.
Pero hay otro tipo de violencia para la cual no siempre hay dirigidas las miradas.
La llamada violencia verbal, en la cual están incluidas la calumnia, la difamación y la injuria, esto todos lo saben. Pero no queda solo en esto.
La palabrota, que viene siendo usada desenfrenadamente, apareciendo incluso en las letras de canciones populares, en las entrevistas de televisión, en las radios, en los periódicos, en fin, por todos sitios, es también una violencia.
La palabra mal usada perjudica el ambiente, atrayendo espíritus impuros y maliciosos.
La pornografía contamina tanto o más que el alcohol, es una violencia contra los principios de la moral evangélica, contra la educación. Es una falta de respeto.
Pero, además de esos tipos de violencia que podemos clasificar como físicas y verbales, hay otro tipo, poco hablado y sin embargo muy practicado. Se trata de lo que podemos llamar como violencia mental, causa primera de todas las otras.
Cuando pensamos emitimos ondas, emanaciones mentales, que van a impregnar nos solo nuestro periespiritu, sino también el ambiente y a las otras personas.
En “Evolución en dos Mundos”, escrito por el espíritu André Luiz, aprendemos que somos Co- Creadores.
Nosotros creamos a través de nuestra fuerza mental.
Enseña André Luiz, que la inteligencia humana utiliza el fluido cósmico para la Co-Creación, que él llama de Co-Creación en plano menor.
Dice que el pensamiento puede crear ambientes y ejemplifica con el Umbral al que llama: “lugares tenebrosos para la purgación infernal, generados por las mentes desequilibradas o criminales en los círculos inferiores y abismales”.
Son los pensamientos de desamor quienes crean esos ambientes.
Necesitamos aprender a crear lugares calmados, tranquilos y felices, mentalizando pensamientos armónicos, equilibrados.
Caso contrario, no habrá como huir, seremos co-responsables del desequilibrio resultante.
Casi todas las criaturas creen que basta controlar las acciones y las palabras, dando baza, a través del pensamiento a todas sus tendencias negativas.
Verdaderamente, a todos nos gustaría tener más elevación de la que poseemos, es el viejo complejo de culpa afligiendo nuestra conciencia.
Entonces, procuramos esconder de los que nos rodean nuestras deficiencias y pensamos: no voy hacer esto porque alguien puede verme y va a quedar feo (pero nuestro parecer no era este, sino que era bonito), no voy a decir eso porque alguien pude oírme y quedaría feo, van a descubrir que yo no soy un espíritu adelantado, tal como intento parecer.
De esta forma controlamos nuestras acciones y nuestras palabras, para que no descubran que somos espíritus todavía en un estado precario de evolución.
Pero, ¿y el pensamiento? Ahora, el pensamiento, si yo no lo cuento nadie lo va a saber. Y ahí es que está el mayor engaño. A través del pensamiento, algunos hacen miserias, ofenden, violentan y cometen los actos más horribles creyendo que nunca nadie lo va a saber.
Jesús ya nos había alertado para el hecho de: “nada hay encubierto que no haya de revelarse, ni oculto que no se haya de saber”, Mateo 10:26. La explicación a esas palabras está en el poder mental de Co-Crear.
Nuestros pensamientos se transforman en imágenes, ambientes, lugares, etc. Son perfectamente visibles a los espíritus.
Aquel que lee en el periódico que un marginado fue muerto y piensa, con alivio, uno menos... está apoyando la violencia y contribuyendo para que ella prosiga e incluso aumente en el planeta.
Es también un gran acto de desamor.
Verdaderamente, no hay mucha diferencia entre quien hace, quien manda y quien se alegra con el hecho.
Son raras las personas que nunca vibraron a favor de la violencia. Estamos entrenados intensamente para ello desde pequeños. La vibración del niño que ve al bueno golpeando o incluso matando al bandido es un excelente entrenamiento para vibrar violencia.
¿Quién no vio nunca, sea en el cinema o en la televisión, al espectador participar de la matanza de la cuadrilla o vibrar con los puñetazos que revientan la cara del bandido? Es el entrenamiento para la práctica de la venganza, ¿Quién sabe si no es el estímulo para que, en un futuro, aquel niño que grita de entusiasmo y aplaude la escena participe de un grupo de exterminio?
De esta forma se crea en nuestro mundo el ambiente propicio para la proliferación de todos los actos insanos.
Por ello, empezamos afirmando que la violencia es el resultado del campo vibratorio del planeta.
Este, a su vez, es el resultado del pensamiento de la humanidad.
Para cambiar es necesario el esfuerzo de cada uno de nosotros. Controlar nuestros pensamientos, evitar desequilibrios, producir amor.
Es difícil para espíritus de nuestro nivel evolutivo, pero el estudio del Evangelio y la práctica de la oración ayudan mucho a conseguirlo.
Que cada uno haga su parte, sin esperar nada de los demás, ni usar a los otros como disculpa, sin quejarse.
El Espiritismo enseña que nada ocurre sin una razón. Hay una Justicia Divina.
Hace falta oración por parte de la humanidad.
Hablamos de la oración verdadera, hecha con amor en el corazón y no de la simple recitación de palabras decoradas, sin ningún sentimiento y, a veces, incluso sin vincularse en lo que se está diciendo, sin concentración, con el pensamiento lejos o los ojos abiertos prestando atención en otras cosas.
Sólo la oración con intenso amor, vibrando armoniosamente es capaz de combatir la violencia mental, fuerza creadora de todas las otras formas de violencia, de todo desequilibrio existente en el planeta.
Extraído por Mercedes C. Reyes del Libro “Ya estaba Escrito” Helio Rocha da Silveira Pinto
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LOS SANOS NO NECESITAN DE MÉDICOS
Según el espiritismo todos los seres inteligentes unidos a cuerpos materiales constituyen la humanidad que puebla la tierra y otras esferas habitadas, separados del cuerpo constituyen el mundo espiritual que pueblan los espacios. Dios creó al ser perfectible; les dio como objetivo la perfección y la felicidad que es su consecuencia. Pero, no les dio la perfección, esta quiso Dios que la debiese al fruto de su trabajo personal, para así tener el hombre el mérito de ella.
El hombre desde que es creado progresa ya sea en estado de encarnado, ya sea en Espíritu. Desde el embrión del ser inteligente hasta que se llega a ser ángel, hay una cadena no interrumpida, de la cual, cada eslabón señala un grado de progreso.
Resulta de esto que existen espíritus en todos los grados de adelantamiento moral e intelectual, según estén en lo alto, en lo bajo o en medio de la escala. En consecuencia los hay en todos los grados de saber y de ignorancia, de bondad y de maldad.
En el grado inferior los hay que están profundamente inclinados al mal y que en el se complacen. Se les pueden llamar demonios, si se quiere por que son capaces de todas las acciones feas atribuidas a estos últimos.
El espiritismo no les da ese nombre porque se liga a la idea de demonio, la idea de seres distintos de la humanidad, de una naturaleza perversa, dedicados al mal eternamente e incapaces de progresar en el bien.
Y el espiritismo dice: que son espíritus imperfectos, pero que se mejoraran; están aun en la base de la escala y subirán.
Los que por su indiferencia, su negligencia, su obstinación y su mala voluntad permanecen largo tiempo en los puestos inferiores llevan consigo la pena, y él habito del mal les hace más difícil salir de él; Pero llega un tiempo que se cansan de esa existencia penosa y de los sufrimientos que son su consecuencia; entonces es cuando; al comparar su situación con la de los buenos espíritus, comprenden que su interés está en el bien y procuran mejorarse pero lo hacen por su propia voluntad y sin ser constreñidos a eso.
Están sometidos a la ley de progreso por su actitud para progresar, mas no progresan a pesar de ellos. Dios les suministra, sin cesar, los medios pero son libres de aprovecharse de estos o no.
Dios no coloca a nadie en el primer puesto por privilegio, el primer rango esta abierto a todos, pero solo se llega a el por los esfuerzos. Los ángeles mas elevados conquistaron su grado, como los otros, pasando por la ruta común. De toda la eternidad hay espíritus para satisfacer a todas las necesidades del gobierno del universo.
Todos los seres inteligentes son de una sola especie, tienen un mismo punto de partida, la misma ruta que recorrer y que todos se elevan por sus propios méritos, esto responde a la justicia de Dios.
Hoy en día habiendo observaciones rigurosas y estudios experimentales, han hecho la luz sobre la naturaleza de los espíritus, su origen y su destino, su papel en el Universo y su modo de acción, la cuestión se resuelve por los hechos.
Las doctrinas sobre el demonio que han prevalecido durante mucho tiempo, han exagerado su poder, por decirlo así, habían hecho olvidar a Dios, por todas partes aparecía Satanás; las mejores cosas, los descubrimientos más útiles, sobre todo aquellos que podrían sacar al hombre de la ignorancia y ensanchar él circulo de sus ideas, fueron vistos como obras diabólicas.
Los fenómenos espiritas, mas multiplicados y observados hoy en día con las luces de la razón y los datos de la ciencia han confirmado la intervención de fuerzas ocultas pero siempre actuando dentro de los limites de las leyes de la Naturaleza y revelando, por su acción, una nueva fuerza y leyes desconocidas hasta ahora.
La cuestión se reduce, pues, a saber de qué orden son esas inteligencias. Mientras no hubo, sobre el mundo espiritual sino nociones inciertas o sistemáticas, se pudo engañar; pero hoy cuando observaciones rigurosas y estudios experimentales han hecho la luz sobre la Naturaleza de los Espíritus, su origen y su destino, su papel en el Universo y su modo de acción, la cuestión se resuelve por los hechos.
Ahora se sabe que son las almas de aquellos que vivieron sobre la tierra. Se sabe también que las diversas categorías de Espíritus, buenos y malos, no constituyen seres de diferente especie, sino que señalan grados diversos de adelantamiento.
La iglesia no ha variado mantiene sus viejas creencias de los demonios. Mientras la humanidad avanza, ella se aferra a los viejos hábitos y llegara un momento que será invadida por la incredulidad.
Jesús vino a la tierra para iluminar el camino a los hombres, Él conocía su misión y en todo momento El se ocupo de enseñar al hombre, aunque este al principio en su estado atrasado, desviasen el verdadero sentido de sus palabras, pero hoy en día conforme el hombre ha ido avanzando más claras se aparecen y mejor se comprenden.
Jesús aconseja a los hombres de buena voluntad la necesidad de volver la vista atrás y ayudar a su hermano y pobre de nosotros si no lo hacemos así, pues toda nuestra labor no nos valdrá para nada, siempre sentiremos la voz de nuestras conciencias acusándonos, si no podemos con nuestras palabras llegar a los corazones endurecidos, hemos de tratar de hacerlo con nuestro ejemplo, la conducta correcta y el cambio de nuestra manera de proceder si fuera equivocada, les podría ayudar, pues la mayoría de las veces somos observados y nuestro ejemplo les pueden hacer variar de actitud.
No podemos quedarnos, parados ni un instante, hemos de animar a nuestro Espíritu, para que azote el cuerpo material que nos sirve en nuestra existencia para que nuestra fe no desfallezca. De nuestra alegría y perseverancia en el bien ha de brotar un fruto y este hoy quizás no lo veamos, pero si lo valoraremos en él mas Allá, nos veremos menos egoístas por que habremos trabajado no solo en el bien nuestro y para lograr el progreso, sino que con nuestro ejemplo otros se han decidido y han tratado de imitarnos.
Tengamos siempre presente las palabras de Jesús, no despreciemos nunca a nadie, según nuestros cálculos ese que nos desagrada puede ser muy retrasado para nosotros pero cuando Dios lo pone en nuestro camino es por algo, y mayor será la humillación en la verdadera vida cuando le veamos con los ojos de la realidad, que en la vida material cuando por vanidad le decimos ¿quién te ha creído tú que eres para venir conmigo’?.
No dudemos que la peor enfermedad es la que posee el alma, esta nos acompaña aun después de haber dejado el cuerpo material, la diferencia es que en la otra vida no podemos disimularla, los orgullosos, envidiosos, egoístas perversos etc., no pueden esconderse y a pesar de intentar por todos los medios de quitarse el sufrimiento que estas debilidades les ocasionan no pueden hasta que no se regeneran y vencen con su fuerza y tesón estas inclinaciones.
En tiempo de Jesús la palabra “diablo” era comprendida en su significado real. El sentido exacto era el adversario del bien, todos los hombres de vida perversa, que contrariaban los propósitos de la existencia pura.
Cuando los pobres obsesados dejaban escapar un suspiro de alivio, Tadeo volvía los ojos a Jesús, maravillado de sus actos. Cierto día en que Jesús no hacia acto de presencia fue traída una pobre demente para que Tadeo, anulase la actuación de los espíritus perturbadores que la subyugaban; a pesar de todos los esfuerzos de su buena voluntad, Tadeo no consiguió modificar la situación.
Solo en el día inmediato, en la consoladora presencia del Mesías, fue posible a la infeliz demente recuperar el control de sí misma. Tadeo triste se preguntaba ¿por qué razón el Maestro, no le transmitía, automáticamente, el poder de expulsar a los demonios?
Torturado por esas graves preocupaciones y soñando con posibilidades maravillosas él procuro encontrarse con el Señor con el fin de exponerle con humildad sus ideas intimas.
En una noche tranquila y después de sus ponderaciones, Jesús sé dirigió a Tadeo y en tono austero le pregunto:
Tadeo, ¿Cual es el principal objetivo de las actividades de tu vida?
Y el discípulo inspirado respondió con sinceridad:
._Maestro, procuro realizar el reino de Dios en el corazón
._ Si deseas semejante realidad ¿por qué la reclamas en primer lugar en el adversario? ¡Si deseamos llegar al infinito de la sabiduría y del amor en nuestro Padre, se hace necesario e indispensable que reconozcamos que todos somos hermanos en el mismo camino!
._Señor ¿los espíritus del mal son también nuestros hermanos?- inquirió admirado el apóstol.
Toda la creación es de Dios; los que visten la túnica del mal envergaran un día la redención por el bien. El que sigue el Evangelio no debe combatir a su hermano; como Dios no entra nunca en lucha con sus hijos.
El hombre no tiene sustancia de amor más sublime y más fuerte que la de su corazón paternal. Y Jesús dijo a Tadeo que no olvidara el buen combate jamás. Si alguien te convoca a la ingrata labor de la mala semilla, no desdeñar a la buena lucha por la victoria del bien, aprovechando la posición difícil como sagrada oportunidad para revelar la fidelidad a Dios.
Abracemos siempre a nuestros hermanos. Si el adversario del reino nos provoca al esclarecimiento de toda la verdad, no despreciemos la hora de trabajar por la victoria de la luz; pero sigamos atentos a nuestros deberes, pues Dios no abandona sus actividades divinas para imponer la renovación moral a los hijos ingratos que se revelaron en su casa.
Si el mundo parece poblarse de sombras es preciso reconocer que las leyes de Dios son siempre las mismas, en todas las latitudes de la vida.
No debemos pararnos en la mitad del camino. Los enemigos del reino de Dios se empeñan en sangrientas batallas, padecen en el infierno de las ambiciones sin límites, lanzan la persecución contra la verdad pero para combatir todo esto el hombre de bien no debe olvidar su propio trabajo, caminar para Dios pues tienen consigo la verdad pero para combatir todo esto el hombre de bien no debe olvidar su propio trabajo, caminar para Dios pues tiene consigo la verdad Divina que el mundo nunca podrá robarle.
Los grandes patrimonios de la vida no pertenecen a las fuerzas de la Tierra sino a las del Cielo, Dios solo nos pedirá cuentas, por el mundo interior que pertenece a uno mismo. No obstante, es natural que seamos inquiridos acerca de los trabajos que nos fueron confiados, es justo que se pida cuenta por lo que fue hecho con los padres, los hijos, con la compañera y con los hermanos.
Aceptemos la lucha, siempre que seamos juzgados dignos de ella y no olvidemos en todas las circunstancias que construir es siempre lo mejor. Tadeo admirado pregunta al Maestro si no debían convocar al buen camino a los malhechores, exteriorizando sus sentimientos de piedad.
Jesús le respondió que debía aceptar la lucha como el Padre nos la envía y que a cada día basta su trabajo.
No debemos provocar las manifestaciones de los que se complacen en las tinieblas. El adversario es siempre un necesitado que comparece al banquete de nuestras alegrías y por eso aunque no lo hayamos convocado, invitando solo a los afligidos, a los simples y a los de buena voluntad, no debemos cerrarles las puertas de nuestro corazón, encarando su manifestación como una oportunidad de trabajo, de la que Dios nos juzga dignos.
Tadeo pregunto de nuevo:
Señor vuestras palabras son siempre sabias, ¿de qué necesitare para alejar las entidades de la sombra, cuando su imperio se establezca en las almas?..
Jesús respondió: - necesitas de la edificación del reino en el interior de tu Espíritu, siendo este el objetivo de tu vida. Solo la luz del amor Divino es bastante fuerte para convertir un alma a la verdad. Nadie se ha convertido con las disertaciones filosóficas, son un fácil recurso de la indiferencia o una túnica brillante cubriendo necesidades penosas.
El reino de Dios es la Divina edificación de la luz. Y la luz ilumina dispensando los largos discursos. Nadie puede ofrecer a otros aquello que aun no posea en el corazón.
¡ Ve trabaja sin cesar por tu gran victoria. Cuida de ti mismo y ama a tu prójimo sin olvidar que Dios cuida de todos.
Tadeo guardan las enseñanzas de Jesús para en el futuro sacar él más elevado provecho de ellas.
Y al día siguiente frente a la comunidad de sus seguidores, destaco, la necesidad de que cada uno se debe entregar al esfuerzo silencioso de su propia edificación evangélica y Jesús esclareció a sus sinceros apóstoles, como se cuenta en la narración de Lucas: - voy a volver a la casa de donde he salido; y al llegar a ella, la encuentra barrida y arreglada. Después, se marcha y lleva consigo más siete espíritus peores que él, y penetra, para fijar allí su morada; así la situación última de aquel hombre viene a ser peor que la anterior.
Entonces todos debemos comprender que no basta enseñar el camino de la verdad y del bien a los espíritus perturbados y malhechores, sino que, además, es indispensable que cada uno edifique la fortaleza luminosa y sagrada del reino de Dios, dentro de uno mismo.
Dice nuestra querida Amalia Domingo Soler que no hay duda de que los espíritus intervienen en nuestras existencias, pero no solo los malos e impíos, sino también los buenos y justos, los educadores y benefactores.
Dios no se violenta con sus hijos, el libre albedrío del hombre es siempre respetado, pudiendo escoger moral y psíquicamente las compañías espirituales que le complazcan por medio de su propia conducta.
Las leyes de sintonía.- semejante, con semejante- establecen los vínculos automáticos de quienes, encarnados o no, se identifican, atrayéndose o repeliéndose en razón de las afinidades fluidificas.
Los enemigos desencarnados intentan por todos los medios perjudicar a aquellos de quienes se convirtieron en enemigos, pero para que logren su intento, necesitan encontrar respaldo vibratorio en sus víctimas pues de lo contrario nada consiguen.
La Divinidad no necesita de justicieros que tomen las leyes en sus manos para que estas se cumplan. Hay mecanismos de regularización que siempre alcanzan a los deudores por medio del amor o del dolor, no es justo transferir a los espíritus la responsabilidad moral de los fracasos, culpándolos por la mala suerte, por los accidentes y malestares etc.
Cuando sucumbamos bajo una acción destructiva, proyectada y conseguida por los espíritus malos, no se debe culpar a ellos sino a uno mismo ya que se es responsable por haber ofrecido receptividad a sus ideas perturbadoras, que deberían ser rechazadas con las fuerzas morales, antídoto natural contra todas las influencias perniciosas.
El espiritismo es la doctrina que impulsa a sus adeptos al perfeccionamiento moral para evitar que estos dejen, por el camino recorrido, huellas negativas de su marcha, pues conscientes de todas sus responsabilidades especialmente de aquellas de naturaleza moral, que se amplían en razón de sus continuas conquistas rumbo a la liberación total de los atavismos inferiores, de los instintos primitivos, les permite la conquista de la intuición, que es el paso inmediatamente superior de la razón, para alcanzar la sabiduría: la culminación del amor y del conocimiento.
Dichosos los que se reúnen en nombre del Señor para aprender su enseñanzas Evangélicas, pero más feliz es aquel que las grava en su corazón y procura llevarlas a la práctica.
Fijemos ese reino de luz y hagámoslo nuestro principal objetivo, estemos atentos y vigilando para que sepamos rechazar todo aquel que intente alejarnos del camino que nos ha de llevar a la verdadera vida la del espíritu.
Trabajo realizado por Merchita
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