jueves, 17 de mayo de 2018

Qué es y qué no es Espiritismo




TEMAS PARA  HOY:

-Enseñannza,divulgación, iluminación y creencia
- Sufrimientos en el Más Allá
-La muerte no existe
- Instrucciones espíritas de Allan Kardec
-Qué es y qué no es Espiritismo



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             ENSEÑANZA, DIVULGACIÓN ,                          ILUMINACIÓN Y  CREENCIA

218.- La propaganda doctrinaria para la multiplicación de los prosélitos es la necesidad inmediata del Espiritismo ? 
De modo alguno. La dirección del Espiritismo, en su fase de Evangelio redivivo, pertenece a Cristo y sus discípulos, antes de cualquier esfuerzo humano, precario y perecible. La necesidad inmediata de los campamentos espiritistas es la del conocimiento y aplicación legítima del Evangelio, de parte de todos los que militan en sus filas, deseosos de luz y de evolución. El trabajo de cada uno en la iluminación de sí mismo debe ser permanente y metódico. Los fenómenos despiertan al espíritu adormecido en la carne, pero no ofrecen las luces interiores, solamente conseguidas a costo de gran esfuerzo y trabajo individual. La palabra de los guías y mentores del Más Allá enseña, pero no puede constituir elementos definitivos de redención, cuya obra exige de cada uno sacrificios y renuncias santificantes, en el laborioso aprendizaje de la vida.

219.- En los trabajos espiritistas, ¿dónde podremos encontrar la fuente principal de enseñanza que nos oriente para la iluminación? ¿Podremos obtenerla con los mensajes de nuestros entes queridos, o sólo con el hecho de guardarnos el valor de la creencia en el corazón? 
Numerosos filósofos han compendiado las tesis y conclusiones del Espiritismo en su aspecto filosófico, científico y religioso; todavía, para la iluminación de lo íntimo, sólo tenéis en el mundo el Evangelio del Señor, que ningún derrotero doctrinario podrá traspasar. Además, el Espiritismo en sus valores cristianos no posee finalidad mayor que la de restaurar la verdad evangélica para los corazones desesperados e incrédulos del mundo. Teorías y fenómenos inexplicable siempre hubo en el mundo. Los escritores y los científicos doctrinarios podrán movilizar sus conocimientos en la construcción de nuevos enunciados para las filosofías terrestres, pero la obra definitiva del Espiritismo es la edificación de la conciencia profunda en el Evangelio de Jesús-Cristo. El plano invisible podrá traeros los mensajes más conmovedores y convincentes de vuestros bien amados; podréis guardar los más elevados principios de creencia en vuestro mundo de impresión moral. Todavía, ese es el esfuerzo, la realización del mecanismo doctrinario en acción, junto a vuestra personalidad. Sólo el trabajo de auto-evangelización, sin embargo, es firme e imperecedero. Sólo el esfuerzo individual en el Evangelio de Jesús puede iluminar, engrandecer y redimir al espíritu, porque, después de vuestra edificación con el ejemplo del Maestro, alcanzaréis aquella verdad que os hará libres. 

220.- ¿Hay alguna diferencia entre la creencia y la iluminación? 
Todos Los hombres de la Tierra, aún los propios materialistas, creen en alguna cosa. Todavía, son muy pocos los que se iluminan. El que cree, apenas admite; pero el que se ilumina vibra y siente. El primero depende de los elementos externos, en los cuales coloca el objeto de su creencia; el segundo es libre de las influencias exteriores, porque hay bastante luz en su propia intimidad, de modo que puede vencer con coraje las pruebas a que fue sometido en el mundo. Es por esa razón que los espiritistas sinceros deben comprender que no basta creer en el fenómeno o en la verdad de la comunicación con el Más Allá, para que sus sagrados deberes estén totalmente cumplidos, pues la obligación primordial es el esfuerzo, el amor al trabajo, la serenidad en las pruebas de la vida, el sacrificio de sí mismo, de modo de entender plenamente la ejemplificación de Jesús-Cristo, buscando su divina luz para la ejecución de todos los trabajos que les competen en el mundo. 

221.- ¿El análisis por la razón puede cooperar, de modo definitivo, en el trabajo de nuestra iluminación espiritual? 
Es cierto que el hombre no puede dispensar de la razón para vencer en la tarea confiada a su esfuerzo, en el círculo de la vida; con todo, se hace menester considerar que esa razón viene siendo comerciada, desde muchos siglos en el planeta, por los vicios de toda suerte. Tenemos plena confirmación de este aserto en el ultra-racionalismo europeo, cuya avanzada posición evolutiva, aún ahora, no ha vacilado entre la paz y la guerra, entre el derecho y la fuerza, entre el orden y la agresión. Más que en cualquier parte del orbe, la razón humana ahí se elevó a las más altas cumbres de realización y, todavía, desequilibrada por la ausencia del sentimiento, resucita el salvajismo y el crimen, a pesar del lujo de la civilización. Reconocemos, pues, que en la actualidad del orbe toda iluminación del hombre ha de nacer, antes de todo, del sentimiento. El sabio desesperado del mundo debe volverse hacia Dios como el niño humilde, para cuidar de los legítimos valores del corazón, porque sólo por la reeducación sentimental, en los bastidores del esfuerzo propio, se podrá esperar la deseada reforma de las criaturas. 

222.- ¿Qué significa el llamado “toque del alma”, al cual tantas veces se refieren los Espíritus amigos? 
Cuando la sinceridad y la buena voluntad se hermanan dentro de un corazón, se hace en el santuario íntimo la luz espiritual para la sublime comprensión de la verdad. Ese es el llamado “toque del alma”, imposible para cuantos perseveren en la lógica convencionalista del mundo, o en las expresiones negativa de las situaciones provisorias de la materia, en todos los sentidos. 

223.- ¿Hay un tiempo determinado en la vida del hombre terrestre para que él se pueda entregar, con más probabilidades de éxito, al trabajo de iluminación? 
La existencia en la Tierra es un aprendizaje excelente y constante. No hay edades para el servicio de iluminación espiritual. Los padres tienen el deber de orientar al niño, desde sus primeros pasos, en el capítulo de las nociones evangélicas, y la vejez tiene el derecho de alegar el cansancio orgánico en vista de esos estudios de su necesidad propia. Es cierto que las adquisiciones de un viejo, en materia de conocimientos nuevos, no pueden ser tan fáciles como las de un joven en función de su instrumentabilidad sana, físicamente hablando; los hombres más avanzados en años tienen, con todo, a su favor las experiencias de la vida, que facilitan la comprensión y ennoblecen el esfuerzo de la iluminación de sí mismos, considerando que, si la vejez es la noche, el alma tendrá en la mañana del futuro la alborada brillante de una nueva vida. 

224.- ¿Las almas desencarnadas continúan igualmente en el servicio de la iluminación de sí mismas? 
En los planos invisibles, el Espíritu prosigue en la misma tarea bendecida de adquisición de los propios valores, y la reencarnación en el mundo tiene como objetivo principal la consecución de ese esfuerzo. 

EL CONSOLADOR – Iluminación: Necesidad -. Por el Espíritu Emmanuel – Chico Xavier


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                          Sufrimientos en el Más Allá

En virtud de la ley del progreso, teniendo el alma la posibilidad de adquirir el bien que le 
falta y de deshacerse de lo malo que tiene según sus esfuerzos y voluntad, se deduce que el porvenir no está cerrado a ninguna criatura. Dios no repudia a ninguno de sus hijos, recibiéndolos en su seno a medida que alcanzan la perfección, y dejando así a cada uno el mérito de sus obras. 

5. El sufrimiento, siendo inherente a la imperfección, como el goce lo es a la perfección, el 
alma lleva consigo misma su propio castigo en todas partes donde se encuentre. No hay necesidad  para eso de un lugar circunscrito. Donde hay almas que sufren está el infierno, así como el cielo está en todas partes donde hay almas dichosas. 

6. El bien y el mal que se hace son producto de las buenas y malas cualidades que se poseen. 
No hacer el bien cuando se está en disposición de hacerlo es resultado de una imperfección. Si toda imperfección es una causa de sufrimiento, el espíritu debe sufrir no sólo por todo el mal que ha hecho, sino también por todo el bien que pudo hacer y no hizo durante su vida terrestre. 

7. El espíritu sufre por el mismo mal que hizo, de modo que estando su atención 
incesantemente dirigida sobre las consecuencias de este mal, comprende mejor los inconvenientes y es incitado a corregirse de él. 

8. Siendo infinita la justicia de Dios, lleva una cuenta rigurosa del bien y del mal. Si no hay 
una sola mala acción, un solo mal pensamiento que no tenga sus consecuencias fatales, no hay una sola buena acción, un solo movimiento bueno del alma, el más ligero mérito, en una palabra, que sea perdido, aun en los más perversos, porque constituye un principio de progreso. 

9. Toda falta cometida, todo mal realizado es una deuda que se ha contraído y que debe ser pagada. Si no lo es en una existencia lo será en la siguiente o siguientes, porque todas las existencias son solidarias las unas con las otras. Aquel que ha pagado en la existencia presente, no tendrá que pagar por segunda vez. 

10. El espíritu sufre la pena de sus imperfecciones, bien en el mundo espiritual o bien en el 
mundo corporal. Todas las miserias y vicisitudes que se sufren en la vida corporal son consecuencia de nuestras imperfecciones o expiaciones de faltas cometidas, ya sea en la existencia presente o en las precedentes. 
Por la naturaleza de los sufrimientos y de las vicisitudes que acontecen en la vida corporal 
se puede juzgar la naturaleza de las faltas cometidas en una anterior existencia, y las imperfecciones causantes de ellas.* 

11. La expiación varía según la naturaleza y gravedad de la falta. Así es como la misma falta puede dar lugar a expiaciones diferentes, según las circunstancias atenuantes o agravantes en que se cometió. 

12. No hay ninguna regla absoluta y uniforme en cuanto a la naturaleza y duración del 
castigo. La única ley general es que toda falta recibe su castigo, y toda acción buena se 
recompensa, según su valor. 

13. La duración del castigo está subordinada a la mejora del espíritu culpable. No se 
pronuncia contra él ninguna condena por un tiempo determinado. Lo que Dios exige para poner término a los sufrimientos es una mejora seria, efectiva, y una vuelta sincera al bien. 
Una condena por un tiempo determinado cualquiera tendría dos inconvenientes: El de seguir castigando al espíritu que se mejoró, o cesar cuando éste perseverase en el mal. Dios, que es justo, castiga el mal mientras existe, cesa de castigar cuando el mal no existe. O si se quiere, siendo el mal moral por sí mismo una causa de sufrimiento, éste dura tanto tiempo como el mal subsiste. Su intensidad disminuye a media que el mal se debilita. 
2. Véase Cáp. VI, n.º 25, cita de Ezequiel. 

14. Estando subordinada la duración del castigo a la mejora, resulta de ello que el espíritu 
culpable que no se mejorara nunca, sufriría siempre, y que para él la pena sería eterna. 

15. Una condición inherente a la inferioridad de los espíritus es la de no ver el término de su situación y creer que sufrirán siempre. Para ellos es un castigo que les parece que debe ser eterno.

16. El arrepentimiento es el primer paso hacia la mejora. Pero no es suficiente. Son precisas aún la expiación y la reparación. 
Arrepentimiento, expiación y reparación son las tres condiciones necesarias para borrar las 
huellas de una falta y sus consecuencias. 
El arrepentimiento endulza los dolores de la expiación, puesto que da la esperanza y prepara los caminos de la rehabilitación, pero sólo la reparación puede anular el efecto destruyendo la causa. El perdón es una gracia y no una anulación. 

17. El arrepentimiento puede tener lugar en todas partes y en cualquier tiempo. Si es tardío, el culpable sufre mucho más tiempo. 
La expiación consiste en los sufrimientos físicos y morales, que son consecuencia de la falta cometida, bien en esta vida o después de la muerte en la vida espiritual, o bien en una nueva existencia corporal, hasta que queden borradas las huellas de la falta. 
La reparación consiste en hacer bien a aquel a quien se hizo daño. Aquel que no repare en 
esta vida las faltas cometidas por impotencia o falta de voluntad, en una posterior existencia se hallará en contacto con las mismas personas a quienes habrá perjudicado y en condiciones escogidas por él mismo que pongan a prueba su buena voluntad en hacerles tanto bien como mal les había hecho antes. 

Todas las faltas no ocasionan siempre un perjuicio directo y efectivo. En este caso, la 
reparación se verifica haciendo aquello que debía hacerse y no se ha hecho, cumpliendo los deberes descuidados o desconocidos, las misiones en que ha faltado, etc. En fin, practicando el bien en contra del mal hecho anteriormente, siendo humilde si antes se fue orgulloso, dulce si se fue duro, caritativo si se fue egoísta, benévolo si se fue malévolo, laborioso si se fue perezoso, útil si se fue inútil, sobrio si se fue disoluto, de buen ejemplo si se fue de mal ejemplo, etc. Así es como el espíritu progresa aprovechando su pasado. 

El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo 
Allan Kardec 

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                     La muerte no existe. 


Si tú perdiste un ser querido, no desesperes; 
Ten la certeza de que él no murió. 

Sólo cambió de estado, y tarde o temprano lo encontrarás nuevamente. 
No lo decepciones, pues, huyendo de la lucha. 
Acepta lo que Dios determinó en su Sabiduría, y serás inmensamente feliz.

( aportado por Ángeles Calatayud )

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          INSTRUCCIONES ESPÍRITAS DE ALLAN KARDEC

287. Ciertas personas piensan que es preferible el abstenerse de hacer preguntas 
y que conviene esperar la enseñanza de los Espíritus sin provocarlas; esto es un error. 
    Los Espíritus dan, sin que quepa duda, instrucciones espontáneas de muy grande importancia y que se haría muy mal en descuidar, pero hay explicaciones que muchas  veces se esperarían mucho tiempo si no se solicitasen. Sin las preguntas que hemos propuesto, el Libro de los Espíritus y el Libro de los Médiums estaría aun por hacer, o sería menos completo, y una multitud de problemas de gran importancia estaría por resolver. Las preguntas, lejos de tener el menor inconveniente, son de muy grande utilidad al punto de vista de la instrucción, cuando se las sabe poner en los límites que se requieren.
    Tienen otra ventaja, ayudan a descubrir a los Espíritus mentirosos que, 
siendo más vanos que sabios, raramente sufren con ventaja por su parte la prueba de las cuestiones de una lógica cerrada por las cuales se les empuja hasta sus últimas trincheras. Como los Espíritus verdaderamente superiores no tienen nada que temer de semejante prueba, son los primeros en provocar explicaciones sobre los puntos oscuros; los otros, al contrario, temiendo tener que habérselas con mayores fuerzas, ponen gran cuidado en evitarlas; así es que recomiendan en general a los médiums que tratan de dominar y a los cuales quieren hacer aceptar sus utopías, el que se abstengan de toda controversia con respecto a sus enseñanzas.
 

EL LIBRO DE LOS MEDIUMS 
ALLAN KARDEC 


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Qué es y qué no es Espiritismo

 "Para opinar sobre una idea hay que estudiarla; estudiarla para comprenderla y comprenderla para juzgarla, y esto únicamente puede hacerse si acudimos a las fuentes originales".
Los postulados básicos del espiritismo son:
 1) Existencia de Dios: La idea espiritista de Dios se distingue radicalmente de la concepción antropomórfica de las religiones, ya que no se lo concibe como un ser personal o mutable que premia o castiga, sino como la energía primaria y creadora del universo, arquetipo del Supremo Amor.
 2) Preexistencia y supervivencia del espíritu: Existimos antes de nacer y continuamos viviendo después de la muerte. Todos los seres vivientes estamos dinamizados por un principio psíquico, asiento permanente de lo intelectual, indestructible e imperecedero que coexiste con el organismo corporal.
 3) Reencarnación: El espíritu va utilizando diversos cuerpos a lo largo de su trayectoria progresiva. Va alcanzando nuevos conocimientos y experiencias a través de innumerables vidas sucesivas. Así, el pasado y el presente están enlazados en una relación causal, cuya comprensión  es indispensable para el perfeccionamiento del Ser y para la construcción de su porvenir.
 4) Mediumnidad: Es la facultad que poseemos los seres humanos (más agudizada en aquellos que llamamos médiums) para relacionar las humanidades visible e invisible, es decir, el mundo físico y el mundo espiritual. Por medio de la mediumnidad, se prueba experimentalmente la inmortalidad del alma. Se rectifican las falsas ideas del cielo, el infierno, penas o castigos eternos.
Recuperamos el contacto con seres queridos y recibimos valiosas informaciones e instrucciones por parte de variadas fuentes espirituales.
5) Pluralidad de mundos habitados: La vida no es un accidente, que excepcionalmente se produjo en La Tierra, sino que es una constante universal; No estamos solos en un universo infinito, eterno e ilimitado, sería un grosero antropocentrismo negar las posibilidades de vida en otros planetas, sistemas o galaxias, la cual, obviamente, habrá adquirido distintas formas de expresión o de relacionarse con su entorno, de acuerdo con sus propias circunstancias.
 6) El Espiritismo es una ciencia experimental: Kardec definió el Espiritismo como "la ciencia que estudia el origen, la naturaleza y el destino del espíritu y sus relaciones con el mundo corporal"
El Espiritismo es científico porque se apoya en hechos demostrados y demostrables. Lo es porque su objeto de estudio es susceptible de ser analizado, registrado y controlado. Es científico porque aplica una metodología rigurosa y precisa y en sus conclusiones ha enunciado leyes de vigencia general.
 7) El Espiritismo es una filosofía racionalista: Nos aclara nuestro origen y nuestro destino, proporcionándonos respuestas al por qué y para qué de nuestra existencia, sin apelar a expedientes sobrenaturales, ni a dogmas o fideísmos, haciendo por el contrario, de la razón la brújula para orientarnos.
Decía Amalia Domingo Soler "pon el dedo de tu razón, en la roca de tu conciencia y brotará el manantial de tu deber, que el cumplimiento de todos los deberes, es la suma de todas las felicidades"
 8) El Espiritismo no es una religión: Recordemos con Kardec "El verdadero carácter del Espiritismo es el de una ciencia y no el de una religión". Toda religión se asienta en dogmas; admite lo sobrenatural; su vía de conocimiento es la fe; adopta ritos, cultos, liturgias, se organiza en iglesias, posee sacerdotes, jerarquías, etc.; mientras que el Espiritismo se respalda en la ciencia, excluye cualquier tesis sobrenaturalista, preconiza la razón como fuente del saber, no tiene ritos, altares, ceremonias, templos ni jerarquía.
 9) El Espiritismo no guarda relación con ningún género de supersticiones: En el Espiritismo no hay prácticas de africanismos o ritualismos étnicos, religiosos, folclóricos o sincretismos, ni se hacen rezos, baños de plantas, consumo de aguardiente o tabaco, inhalaciones tóxicas, curaciones mágicas, maleficios o encantamientos.
 10) El Espiritismo es una Ética Social: La filosofía y la ciencia Espírita encuentra su complemento en la Ética Espírita. No basta conocer los fundamentos de esta doctrina, es necesario que los relacionemos con nuestra vida para lograr la transformación moral que nos permita evolucionar.
Los concientes espiritistas no podemos perdonarnos la más mínima negligencia en nuestros trabajos, ni estudios y sobre todo en la práctica de la caridad hacia otros hermanos, que también necesitan la luz que de Dios emana.
 El espírita no debe ser ajeno a ninguna actividad social, y por tanto, con arreglo a su vocación y profesionalidad debe estar preparado concientemente para cumplir como tal, dejando sentado su principio dinámico, su ética, su amor por la causa espírita, ejemplarizando como se consigue una sociedad culta, progresiva y feliz.
Porque el Espiritismo no se reduce a la fría experimentación de un laboratorio, ni se limita a razonar lo inductivo o deductivo. Lo científico y lo filosófico se proyectan en lo ético y en lo moral, mostrando así el prototipo de hombre nuevo, que el Espiritismo en capaz de formar.

 AMALIA DOMINGO SOLER
 El estudio razonado del Espiritismo, es de imprescindible necesidad para los que sufren, porque no hay ningún ideal religioso o filosófico que de contestación satisfactoria a la pregunta que le hacen los desgraciados.
Yo bien preguntaba a Jesús la causa de mi infortunio y uno de sus "intérpretes", un pastor evangélico me respondía:
- "No te impacientes, no te desesperes, no profundices cuestiones que nunca comprenderás: ama a Dios, cree en la divinidad de Jesús, resígnate con el peso de tus culpas y no murmures.
- Pero señor- decía yo con impaciencia- ¿qué culpas son esas, si a los ocho días de nacer me quedé ciega?, ¿qué culpa pagaba yo entonces, si no tenía tiempo de haber pecado?
- "Sería para mortificación o escarmiento de tu madre"
- ¿por qué habría de servirle yo de tormento sufriendo dolores que no merecía, puesto que aún yo era impecable?
- "Nadie hay impecable, puesto que tiene el pecado de origen, originario de sus primeros padres, de Adán y Eva, que no obedecieron los mandatos del Señor".
- y entonces, si todos son pecadores, ¿no se quedan ciegos todos, mancos, mudos, cojos o tullidos? Bien hay personas que no sufren el menor quebranto en su salud.
-"Tienen penas en otro sentido"
- Y el que, como yo, las ha tenido físicas y morales desde que nací, ¿porqué para unos la luz y para otros la sombra?
-" Hay misterios que el hombre no sabrá jamás, sigue con tu cruz las huellas de Jesús y un día entrarás con él en el reino de los cielos".
Este era todo el consuelo y la esperanza que me daba la religión de la Reforma, el Ateísmo me ofrecía el suicidio como único puerto de salvación, así es que, la religión me dejaba en brazos de la mendicidad, sin más porvenir que vivir de limosna, un asilo para la vejez y un hospital para morir y el ateísmo me ofrecía la muerte, la nada, el no ser; El Espiritismo, en cambio; me dijo:
 HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO DE TU ACTUAL EXISTENCIA PODRÁS TRABAJAR EN BIEN DE LA HUMANIDAD Y EN EL PROGRESO DE TU ESPÍRITU; NO ERES MÁS DESGRACIADA QUE LOS OTROS POR TENER LA RAZA DE LOS DESHEREDADOS, TAL CASTA NO EXISTE MÁS QUE EN LA MENTE CALENTURIENTA DE LAS RELIGIONES DEICIDAS, QUE SIEMPRE LES HA CONVENIDO CREAR SIERVOS DEGRADADOS PARA MANTENERLOS EN LA IGNORANCIA Y EN LA HUMILLACIÓN.
 El Espiritismo es luz y sombra, es vida y es muerte; es la razón natural iluminando todo cuanto existe. Para estudiar el espiritismo no se debe nunca abdicar del propio criterio, no se debe considerar a los espíritus como los creyentes de la religión Católica Apostólica Romana, que conceptúan a su confesor como si fuera la imagen de Dios en la Tierra, dejando que él piense por ellos. No, las comunicaciones deben leerse y examinarse detenidamente si son escritas y escucharlas con atención profunda, si son parlantes, y siempre que los espíritus aconsejen el fiel cumplimiento de todos los deberes, el afán por el trabajo y el deseo del bien universal, no deben aceptarse sus consejos si en ellos demuestran parcialidad y tienden hacia la desunión entre la familia o determinados amigos.
Si al espiritismo se le considera como una nueva religión, si se convierten los espíritus en otros tantos ídolos y los médiums en sacerdotes, es mejor, es preferible mil y mil veces, ignorar siempre la vida de ultratumba para evitar obsesiones y subyugaciones de fatalísimos resultados.
Así que nuestro mayor afán debe ser la difusión de un espiritismo claro, basado, como ya hemos dicho, en el estudio razonado, siguiendo las enseñanzas de Allan Kardec, de Amalia Domingo Soler, León Denís así como de otros muchos más serios autores que nos han dejado su herencia más valiosa, una fuente de conocimiento inmejorable e impecable por su transparencia absoluta, por ello, no debemos decepcionarlos y continuar con la proclamación de un Espiritismo tan racional como el que ellos han dejado en nuestras manos, porque el Espiritismo nos ha enseñado que lo más valioso que tenemos es la libertad de pensamiento, demasiado valiosa como para dejarla en manos de otros que piensen por nosotros como han pretendido todas las religiones, y asumir las respuestas dadas por otros en vez de comprobarlas por nosotros mismos.
Decía Kardec que más vale descartar nueve verdades que asumir una sola mentira.
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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miércoles, 16 de mayo de 2018

Amor por todos los seres


Hoy veremos los siguientes temas:

- El Universo
- El enfrentamiento con la muerte
- Los ángeles, según el Espiritismo
-Amor por todos los seres




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                                          EL UNIVERSO

Al Universo lo constituye un solo elemento, aunque triple en apariencia.. 

Espíritu, fuerza y materia, no parecen ser más que los modos, los tres estados de una sustancia inmutable en su principio, mas variable hasta lo infinito en sus manifestaciones. 

El Universo vive y respira animado por dos potentes corrientes: absorción y dispersión. Por esta expansión, por este soplo inmenso, Dios, el Ser de los seres, el Alma del Universo, crea. Por su amor atrae hacia Él. Las vibraciones de su pensamiento y de su voluntad, fuentes primeras de todas las fuerzas cósmicas, mueven al Universo y engendran la vida. 

La materia -digamos- no es más que un modo, una forma pasajera de la sustancia universal que escapa al análisis y desaparece bajo el objetivo del microscopio para disolverse en radiaciones sutiles que no tienen existencia propia. Las filosofías que la toman por base descansan sobre una apariencia, sobre una especie de ilusión 

La unidad del Universo, largamente negada o no comprendida, empieza a ser entrevista por la ciencia. Hace unos veinte años que William Crookes, en el curso de sus estudios sobre las materializaciones de Espíritus, descubrió el cuarto estado de la materia: el estado radiante. Este descubrimiento, por sus consecuencias, revolucionó todas las viejas y clásicas teorías. Estas establecían una distinción entre la materia y la fuerza; ahora sabemos que las dos llegan a confundirse. Bajo la acción del calor, la materia más grosera se transforma en fluidos y estos fluidos se reducen, a su vez, en un elemento más sutil que escapa a nuestros sentidos. Toda materia puede reducirse a fuerza, y toda fuerza se condensa en materia, recorriendo así un círculo incesante. 

Las experiencias de Crookes han sido seguidas y confirmadas por una legión de investigadores. El más célebre, Roentgen, ha llamado rayos X a las radiaciones emanadas de las ampollas de cristal; estos rayos tienen la propiedad de traspasar la mayor parte de los cuerpos opacos, y permiten percibir y fotografiar lo invisible. 

Poco después Becquerel demostraba las propiedades de ciertos metales de emitir radiaciones oscuras que penetran la materia más densa, como los rayos Roentgen, e impresionan las placas fotográficas a través de láminas metálicas. 

El radio, descubierto por los esposos Curie, produce calor y luz de un modo continuo sin agotarse de manera sensible. Los cuerpos sometidos a su acción, se vuelven a su vez radiantes. Aunque la cantidad de energía radiada por este metal es considerable, la pérdida de sustancia material correspondiente es casi nula. Crookes ha calculado que un gramo de radio necesitaría unos cien años para desasociarse* 

Es más. Los ingeniosos descubrimientos de G. Le Bon 10, han probado que las radiaciones son una propiedad general de todos los cuerpos. La materia puede desasociarse indefinidamente, pues no es más que energía concretada. 

Con esto, la teoría del átomo indivisible, que desde hace dos mil años servía de base a la física y a la química, se derrumba y, con ella, las clásicas distinciones entre lo ponderable y lo imponderable. La soberanía de la materia -considerada absoluta y eterna- se desvanece. 

Por tanto, es preciso reconocer: el Universo no es como aparecía a nuestros débiles sentidos; el mundo físico no constituye más que una ínfima parte del mismo. Detrás del círculo de nuestras percepciones hay una infinidad de fuerzas y de formas sutiles cuya existencia ha ignorado la ciencia hasta ahora. 

El dominio del mundo invisible es mucho más vasto y más rico que el del mundo visible. 
La ciencia ha estado equivocada durante varios siglos en el análisis de los elementos que constituyen el Universo, y ahora debe destruir lo que tan penosamente ha edificado. El dogma científico de la unidad irreductible e indestructible del átomo, al derrumbarse, arrastra consigo a todas las teorías materialistas.- La existencia de los fluidos -afirmada por los espíritas desde hace cincuenta años y que les valió tantas burlas por parte de los sabios oficiales ha sido confirmada de una manera rigurosa por medio de la  experimentación. 

LEÓN DENIS 

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EL ENFRENTAMIENTO CON LA MUERTE
CLAUDIA M. MAGLIO-ESTEBAN
       El temor a la muerte desaparece cuando es comprobado   científicamente  por el Espiritismo que, sin lugar a dudas, existe la sobre vivencia del individuo después de la muerte física.
 Así la humanidad desechará los prejuicios ancestrales y admitirá los errores de conceptos, arrastrados durante siglos bajo la forma de dogmas y verdades establecidas e inamovibles.
La vejez es la antesala del cambio de estado y como tal significa una preparación para afrontar tal circunstancia. Esta etapa se convierte en una oportunidad con nuevos intereses, se disfruta del enriquecimiento logrado por las experiencias vividas, se puede ofrecer el servicio y el consuelo a otros, para así colaborar en el desarrollo y progreso ajeno, a la par que se comienza una preparación basada en el estudio y la meditación, conducente a la reflexión sincera de las propias imperfecciones.
Se alcanza la serenidad, por medio de la comprensión de la realidad de la vida, el logro de una experiencia espiritual superior, y la esperanza alentadora de nuevas oportunidades. Esa inteligencia íntima otorga relajación y quietud en la proximidad de la muerte, no se conoce el miedo y se tiene la convicción de la tarea cumplida, y la expectativa de una nueva experiencia.
La vida es una cuestión individual y cada uno tiene su propio destino, edificado con su trabajo personal, de acuerdo a la forma en que se reacciona frente a las experiencias vividas.
La vida y la muerte son experiencias individuales, porque las percepciones en cada una de ellas, dependen del patrón de conciencia de cada ser, en cada una de esas etapas.
Cuando un ser ha vivido una experiencia completa y fructífera, y se encuentra en la última etapa, cuando el organismo físico sufre el deterioro normal, consecuencia del patrón genético individual y de las vicisitudes propias de la materia orgánica, no es caritativo retenerlo en contra de su voluntad, como frecuentemente hacen sus seres queridos. Se puede alegar el sentimiento de amor, pero muchas veces está confundido con el egoísmo, porque no se desea la muerte del ser querido, sólo por no perderlo.
No es raro el espectáculo de hijos que les piden a sus padres que tengan fortaleza para seguir viviendo, cuando sus organismos agotados se desploman y no le prestan utilidad; ni el de padres que ante la pérdida de un hijo no pueden controlar su dolor y fomentan el apego emocional del niño fallecido con sus progenitores, sobre todo con su madre.
El sentimiento profundo no tiene fronteras de tiempo ni espacio y algunos se aferran a la idea de su hijo, tal como fue hasta su muerte, permaneciendo en una fijación emocional que enlaza parasitariamente y no permite la libertad de acción de ninguno de los seres involucrados.
Distinta sería su reacción si aceptaran la existencia de una realidad espiritual que transciende la muerte física, donde el espíritu que encarnó al niño, continuará su desarrollo.
Es más fácil enfrentarse a la muerte cuando se tiene la convicción de que se ha agotado el tiempo previsto, que se ha logrado el propósito de la vida y que se está listo para el cambio.
Partir con tranquilidad es la expresión de dejar todo en orden, tanto lo referente a la dimensión material como a la moral. El apego sano y no parasitario a lo que se abandona, permitirá no sentir dolor por lo que ya no se tiene, y dejará en libertad a los seres que continúan en su experiencia encarnatoria, para ejercer su labor sin interferencias y sin restricciones.
Pero, al mismo tiempo, disfrutar de la esperanza del reencuentro con seres amados que se adelantaron en el proceso de cambio, como también con aquellos de quienes se aleja transitoriamente, pero que también cambiarán de estado, cuando terminen su labor como encarnados.
Aquellos que se aferran a su ambiente material, que luchan por no dejar sus adquisiciones ni las personas que compartieron sus experiencias, que desean continuar en sus labores de encarnados, en ocasiones muy valiosas pero ya caducas, que creen que no pueden dejar sus responsabilidades porque no habrá nadie que los supla, encuentran muy difícil la separación.
La muerte se convierte para ellos en una injusticia o al menos, en una experiencia inoportuna, y su pensamiento queda anclado en sus deseos e insatisfacciones, mientras su desprendimiento del cuerpo se hace lento, penoso y difícil.
 MECANISMO DE LA MUERTE:
 La muerte física no es más que un cambio de estado, y consiste en la destrucción de la forma frágil, que ya no proporciona las condiciones necesarias para el funcionamiento y la evolución de la vida.
Las sensaciones que preceden y siguen a la muerte son infinitamente variadas, y dependen sobre todo del carácter, los méritos y la dimensión moral del espíritu que abandona su estado orgánico. La separación es casi siempre lenta, la liberación del alma se opera gradualmente y comienza a veces, mucho tiempo antes de la muerte, aunque no es completa sino cuando los últimos lazos energéticos espirituales quedan rotos. Es obvio deducir que la impresión experimentada, es tanto más penosa y prolongada cuanto más firmes y numerosos sean estos lazos.
La separación es seguida por un período de turbación, más corta para el espíritu equilibrado y adelantado, pero muy prolongada para las almas impregnadas de energías pesadas que la acercan y la anclan en la materia.
El espíritu no muere, conserva su individualidad preservada por su envoltura energética modeladora (Periespíritu), y continúa evolucionando en estado desencarnado.
Tiene por delante un futuro de proyectos, todos elaborados para conseguir el progreso; su pensamiento se perfeccionará según su esfuerzo; su Periespíritu se hará cada vez más sutil, necesitando encarnaciones en medios materiales cada vez menos densos; hasta que en un infinito inimaginable, pueda conseguir la perfección suficiente para no necesitar encarnar nuevamente, y continuar entonces su progreso, en estados espirituales y en labores ignorados por nosotros.
COROLARIO:
 La Doctrina Espírita establece:
 -“La causa de la muerte en los seres orgánicos es la extenuación de los órganos”.
-“La muerte se puede comparar a la cesación del movimiento de una máquina desorganizada, porque si la máquina está mal dispuesta, se rompe el resorte, y si es malo el cuerpo, la vida le abandona”.
 Allan Kardec reflexiona:
 “Los órganos están impregnados, por decirlo así, del fluido vital, que da a todas las partes del organismo una actividad que, en ciertas lesiones, opera la adhesión de aquellas y restablece funciones suspendidas momentáneamente.
Pero cuando son destruidos los elementos esenciales al funcionamiento de los órganos, o están alterados profundamente, el fluido vital es impotente para la transmisión del movimiento de la vida, y el ser muere. Los órganos reaccionan más o menos necesariamente los unos sobre los otros, y de la armonía de su conjunto resulta su acción recíproca. Cuando una causa cualquiera destruye la armonía, se detienen sus funciones, como el movimiento de un mecanismo, cuyas partes esenciales están descompuestas” .
 (“El Libro de los Espíritus” – Cáp. IV, punto 2: La vida y la muerte)
 Tomado del libro: “Investigaciones Sobre La Muerte”

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             LOS ÁNGELES SEGÚN EL
              ESPIRITISMO
No sólo en los pueblos de la antigüedad sino también en los días de hoy observo que la creencia en ángeles o seres especiales existe. ¿Quién no ha deseado tener poderes sobrenaturales o un par de “alas”? –yo sí– ¿Quién de niño (y no tan niño…) no echó su capa al viento intentando alzar el vuelo para poder solucionar los problemas del mundo? ¿O querer creer en la reencarnación por si acaso pudiéramos elegir ser una majestuosa águila real? Incluso el argumento de la mayoría de las películas que actualmente están en cartelera y gozan de éxito tiene como base a estos personajes: Ángeles buenos, Ángeles malos, hadas, súper héroes… todos suspendidos en el aire y con poderes fuera de lo normal. Y ahí estamos los súper-padres argumentando que vamos al cine por llevar a nuestros hijos a que las vean ¡¡pero yo creo que en el fondo…!! Ya más de una vez me entraron ganas de meter los dedos en el enchufe a ver si así se modificaran mis células y… voilà! “vuelo” (no lo hagáis, no funciona). 
Y si lo analizamos bajo el punto de vista de las religiones, encontramos, en la mayoría, más de lo mismo, la creencia en: Ángeles, Arcángeles, Serafines… seres de una creación aparte al hombre, y creados por Un Dios paternal, infinitamente bueno y justo. 
¿Un Dios justo? ¿Seres creados privilegiados destinados a un goce perpetuo sin haberlo merecido y otros destinados a todos los sufrimientos de la Tierra y que para poseer un poco de felicidad tienen que conquistarla a través de las luchas y dificultades de la vida? Y alguien se puede preguntar: ¿Dónde está ahí la justicia de Dios si todos somos creación suya y, por tanto, todos hermanos…? 
“ÁNGELES” Es como una idea innata, latente dentro de nosotros queriendo tomar forma lógica, y que debe tener su motivo de ser…¿Y qué dice la Ciencia Espírita referente al particular? ¿Existe ese estado en la creación? Sí. 
Dios no ha creado ni la desigualdad de esencia, ni la desigualdad de destino entre sus criaturas. Todos hemos sido creados como espíritus simples e ignorantes, dotados de iguales facultades para pensar, sentir y querer. Nuestro destino en el universo es desarrollar indefinidamente esas facultades en sentido progresivo. Dios no nos da la experiencia, pero nos concede los medios para adquirirla ¿Cómo? A través de la Ley de la Reencarnación. El trabajo es el medio para lograrlo y el objetivo, que es la perfección, es común a todos. Todas sus leyes están orientadas hacia el bien; somos nosotros quienes creamos el mal trasgrediendo esas Leyes Divinas. Tenemos plena libertad para observarlas o infringirlas recogiendo cada uno nuestra propia cosecha, siendo así los artífices de nuestro destino. Es una conquista a costa del propio esfuerzo, sin distinción ni privilegio alguno. Es así que poco a poco nos vamos desarrollando, perfeccionándonos y avanzando en la jerarquía espiritual hasta que llegamos al estado de Espíritu Puro o Angélico, digámoslo así. 
Esos que ahora llamamos Ángeles, son las almas de los hombres que han pasado, como nosotros, las dolorosas peregrinaciones de las encarnaciones terrestres, que alcanzaron el máximo grado de perfección que admite la criatura y que en su plenitud gozan de la felicidad prometida. 
Dios crea continuamente y nunca deja de crear. El universo está lleno de moradas donde todos vamos experimentando y creciendo. Mucho antes de que la Tierra existiese, ya había otros mundos en los que los espíritus encarnados recorrían las mismas etapas que nosotros ahora y que ya alcanzaron la meta. Así pues los Ángeles, o Espíritus puros, existen desde toda la eternidad. 
Dios nunca estuvo inactivo y siempre ha contado con Espíritus puros, experimentados y esclarecidos, para que trasmitan sus órdenes y dirijan todos los sectores del universo, desde el gobierno de los mundos hasta los más ínfimos detalles. No tuvo, pues, necesidad de crear seres privilegiados y exentos de obligaciones. Todos, antiguos y nuevos, han conquistado sus posiciones mediante la lucha y por su propio mérito. 
Para el espírita que sabe de esto, Dios es el padre amoroso y justo que trata con la misma ternura a todos sus hijos. Igual punto de partida para todos, idéntico destino. Un mismo porvenir e iguales medios para conquistarlos. Nada es por capricho, como tampoco lo es en el Universo. Todo es regido por Leyes Justas y sabias. 
- Olga Ortiz- 
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AMOR POR TODOS LOS SERES
Amar a todos los seres vivos, incluso a nuestros enemigos. Incluir en nuestro "círculo moral" a todos nuestros "semejantes". Pero no los semejantes en apariencia, sino los semejantes en origen, hijos y creaciones del mismo Padre celestial: Dios.
El gran mandamiento: "Amar al prójimo como a sí mismo".-Marcos 12-31, pero cuanto más seres consideremos e identifiquemos como nuestro prójimo, más cerca de Cristo y de Dios estaremos.
El  hombre egoísta y mezquino solo se ama a sí mismo, el hombre malvado, por peor que sea, ama a su esposa y a sus hijos, el hombre corrupto utiliza todos los medios para ayudar a su familia y amigos. Pero el buen ciudadano se preocupa por la ciudad en que vive, el hombre caritativo ayuda a los pobres y necesitados, pero el verdadero hijo de Dios ayuda a todos los seres vivos y los ama a todos,  inclusive a los de otra especie y a sus enemigos.
" Cuando consideremos a los animales como hermanos, significa que nosotros nos consideraremos a nosotros mismos como hermanos, y ya no habrá más guerras, nadie matará ya nunca a nadie, no existirán más asaltos, no existirá ya más ningún tipo de crímen y eso significará que estamos preparados para entrar en un mundo de regeneración"- Dr.Marcel Benedeti.

El ejemplo de la "Samaritana"
Homenaje a todos los "Protectores de Animales".
"Cuando se es  capaz de lucha por animales, también se es capaz de luchar por niños y ancianos. NO hay buenos o malos combates, existe solamente el horror al sufrimiento aplicado a los más débiles, que no se pueden defender."- Brigitte Bardot

Cuento la historia de una protectora, que mucho me emocionó, y sirve de ejemplo para todos nosotros. Un ejemplo de caridad y de bondad, que demuestra como el preconcepto y el desprecio a los comentarios  especicistas son inválidos e irrazonables.
Esa amiga querida defiende a todos los animales, pero principalmente a los perros, toros, caballos y gatos. Pasa la mayor parte de su tiempo buscando maneras de ayudar a esos seres que no pueden hablar y argumentar en su propio beneficio. La mejor manera de defenderlos es usando la verdad, el esclarecimiento y divulgación de la pura realidad, que por si sola ya es lo suficientemente  triste como para causar indignación y cambios de actitud.
Hoy no vamos a hablar sobre su papel de protectora, sino de su papel de trabajadora de Cristo, la verdadera "Samaritana".
Esa joven que apenas pasa de los 30 años, caminaba solita a la feria cuando fue abordada por una destartalada figura. Por si sola, esa situación causaría miedo y mal estar a cualquiera, incluso a un hombre "grande" como yo. Pero esa linda moza más allá de vencer su miedo, hizo un acto de caridad de los más raros y difíciles de hacer hoy en día; tuvo la paciencia de escuchar a su semejante,
La paciencia en sí ya sería un acto de bondad meritorio, pues cuantos de nosotros conseguimos escuchar las necesidades de aquellos que nos son cercanos, cuanto menos de desconocidos.

El pobre señor pedía pañales  para su nieta que había nacido prematura y estaba en el hospital. En ese momento ella adoptó una actitud cariñosa y creyó en el hombre. Cuantos de nosotros conseguiríamos creer y más que eso, no prejuzgar a quienes nos rodean. Vencer el preconcepto que se va formando en nuestras mentes por tantas veces como hemos podido ver actos y gestos de corrupción y bandidaje. Creer es confiar en el semejante, pero es un gesto meritorio de caridad.
Emocionada con el pedido de aquel hombre, fue al mercado para que él escogiese la ropa que necesitaba. Tercer acto de caridad: no imponer su opinión simplemente por estarle ayudando. Dejó que él eligiese la mejor manera de ser ayudado, no quiso ayudar a su manera, imponiendo su autoridad financiera, o ayudando de cualquier otra manera.
Esperó una larga cola para pegar la ropa, cosa que la mayoría de nosotros no hace ni para comprar aquello que nosotros mismos necesitamos.... cuanto menos para hacer caridad. Pero para tener la certeza de que su acto no sería corrompido al dejar que el dinero se transformase en bebida o en drogas, esperó en la fila  y se presentó al señor con la compra.
Finalmente se informó sobre el estado de la nieta y se dispuso a ir a visitarla, pero mas que eso, buscó ayuda en una abogada amiga y garantizó que no le faltase más lo necesario.
¿Cuantos de nosotros podríamos decir que actuaríamos así, de modo tan desprendido y caritativo, incluso con nuestros familiares y amigos...? Pocos, yo mismo no me salgo de ese grupo. Cuando veo a alguien pidiendo, no tengo paciencia para escucharlo,e igualmente cuando voy a comprar algo que estoy necesitando y veo una fila muy larga, me marcho y dejo la compra para otro día.
Así  no fue un padre, un pastor, un político, o un dirigente espírita quienes fueron el semejante de aquel abuelo necesitado. Su semejante fue una humilde defensora de los animales, que no ve solo en los animales a su semejante, sino en todos los seres vivos.
"El verdadero hombre de bien...... Encuentra satisfacción en los beneficios que distribuye, en los servicios que presta, en las venturas que promueve, en las lágrimas que hace secar, en los consuelos que lleva a los afligidos. Su primer impulso es el de pensar en los demás antes que en sí mismo, de tratar los intereses de los otros antes que de los suyos. El egoísta, al contrario, calcula los beneficios y las pérdidas de cada acción generosa. Es bueno humano y benevolente para con todos (los seres), sin distinción de razas ni de creencias, (Ni de especie), porque ve a todos los (Seres) hombres, como hermanos".- El Evangelio según el Espiritismo por Allan Kardec- traducción de José Herculano Pires.  (Entre paréntesis mis colocaciones).
Autor: Ricardo Capuano: Médico veterinário- Presentador del programa “Nuestros Hermanos Animales” y del cuadro “Conciencia Animal”  en la Radio

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