jueves, 3 de agosto de 2017

La Reencarnación como oportunidad de Progreso




Hoy compartimos :

- Nuestros sueños
- Ley de Causa y Efecto
-¿ Los espíritus solo influyen en las personas o lo hacen también a otros espíritus?
- La Reencarnación como oportunidad de Progreso





                                                                             
          



miércoles, 2 de agosto de 2017

A los médiums





Hoy presentamos :

- Sentimientos y sentimentalismos
- Cambiando los puntos de vista habituales
- A los médiums
- Tus dificultades


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          SENTIMIENTOS Y                     SENTIMENTALISMOS

Al descubrir lo positivo que resulta ofrecer ayuda a los demás, nuestros valores morales se van sensibilizando, y nos encontramos motivados a seguir pensando y viviendo inspirados por esos sentimientos altruistas. Sin embargo, dejarse llevar únicamente por el sentimiento puede resultar contraproducente y causar el efecto contrario al deseado: perjudicar a los demás en vez de ayudarles.
 Aquí es donde pasamos a confundir el sentimiento con el sentimentalismo. El primer concepto es positivo, porque nos permite desarrollar esos valores humanos que todos llevamos dentro, es decir esas cualidades que nos permiten valorar a los demás, sus necesidades, sentimientos, comportamiento y aspiraciones, y no permanecer indiferentes ante los problemas o dificultades que pueden estar atravesando. Por el contrario, si nos dejamos llevar por una emoción desmedida y no la controlamos a tiempo, correremos el riesgo de acudir al sentimentalismo, de afectarnos en exceso por los problemas ajenos, o de caer en un estado desmedido de pena y desconsuelo por lo que a otros les ocurre, y por tanto no encontrarnos en disposición de ofrecerles el apoyo o ánimo que precisan.
La melancolía y la depresión pueden hacer mella al sentimental, sobre todo si no comprende el porqué de los males que bien a él o a otros le aquejan; y por si fuera poco, también puede llegar a sentirse angustiado y rebelde al comprobar que es difícil solucionar esos problemas (generalmente ajenos) los cuales desearíamos que nunca hubieran aparecido.
La principal causa que puede conducirnos al sentimentalismo hemos de buscarla en la interpretación de la palabra “ayudar”. Cuando ofrecemos ayuda a alguien queremos observar los resultados al instante, bien sea porque haya admitido y puesto en práctica nuestros consejos o porque sus problemas se le resuelvan rápidamente. No tenemos la paciencia suficiente para esperar a que poco a poco se consiga llegar a la solución, y nos olvidamos de que ese proceso ha de ser la otra persona quien libre y voluntariamente lo realice, porque nosotros no podremos afrontar por ella esas dificultades.
Ayudar no consiste únicamente en dar a los demás lo que ellos esperan o desean de nosotros, en ocasiones hay consejos que quizás pueden no gustarles, pero hay que dárselos, a pesar de que renieguen de nuestra amistad o se rebelen. El día de mañana, si son sinceros consigo mismos, comprenderán por qué actuamos así en aquella circunstancia.
Recordemos que ayudar en un momento dado a alguien no significa que seamos mejores o superiores a él, no hemos de albergar ese pensamiento en nuestro interior, porque de otro modo nuestros sentimientos, cuando demos ese apoyo, no serán limpios, no actuaremos porque los demás lo necesiten sino para sentirnos por encima de ellos, mas como un estímulo para nuestro orgullo y vanidad que por el puro deseo de ser útiles a los demás.
En ocasiones, resulta difícil que los demás puedan demostrarnos que desean servirnos de apoyo, sobre todo cuando podemos malinterpretar los consejos que nos dan o su aparente indiferencia ante nuestros problemas. En estos casos ha de ser el tiempo el que nos ayudará a valorar sus verdaderas intenciones y la amistad sincera que nos han brindado.
Son muchas las circunstancias que nos pueden conducir al sentimentalismo. Una de ellas es a causa del comportamiento de ciertas personas que considerábamos buenos amigos y que el tiempo se ha encargado de demostrar que únicamente se servían de nuestra amistad de forma egoísta; circunstancia que podría repercutir en nuestro interior a varios niveles, en primer lugar, sin comprender por qué esa persona ha actuado de esa forma, y después al sufrir más de lo debido por la situación en la que se pueda encontrar.
Si nos encontramos atravesando alguna dificultad o prueba, desearíamos encontrar a alguien que, sin verse afectado por el mismo sufrimiento que a nosotros nos aqueja, supiera ofrecernos una solución adecuada, sin esos sentimentalismos que empeoran las cosas, dado que únicamente nos sirven para autocompadecernos, sino más bien dándonos esos consejos que aunque en un primer momento nos “duelan” o nos hagan “rebelarnos” ante el dolor físico o moral, nos ayuden a ser humildes y a reconocer nuestros errores, y permitan orientarnos con firmeza hacia la recuperación del ánimo perdido, la confianza en nuestras posibilidades internas y la fe en la Justicia Divina.
El refranero popular español tiene una máxima que nos aclara lo anterior: “quien bien te quiere te hará llorar”. Es decir, que en realidad un verdadero amigo no está para “regalarnos el oído”, para adularnos en todo lo que hacemos, sino más bien para advertirnos de aquellas cosas que no nos convienen, de los errores que cometemos y darnos el suficiente apoyo para que solucionemos esos problemas internos que son en realidad los causantes de todas las dificultades externas que nos depara la vida. No significa que nos vayan a enjuiciar o a actuar con dureza y sin contemplaciones con nosotros. No confundamos los términos y analicemos los verdaderos sentimientos e intenciones que nos mueven en todos nuestros actos.
Los verdaderos sentimientos que albergamos en nuestro interior no siempre sabemos o podemos manifestarlos abiertamente a nuestro alrededor; hemos de saber el momento más conveniente, la respuesta que los demás nos van a dar, y actuar en consecuencia. Sin embargo, el fondo, la intención, ha de ser siempre positiva, sin apariencias ni engaños. Por esa razón, y para nuestro autoconocimiento, hemos de formularnos preguntas tales como: ¿en qué posición me encuentro o siento con respecto a los demás?, ¿me creo superior a ellos y pienso en que únicamente debo de ayudar, pero nunca en recibir ayuda, y por ello actúo con cierta prepotencia y dureza?, ¿me considero inferior e intento, desesperadamente, simular o aparentar unos sentimientos y comportamientos que no son reales para dar una imagen de superioridad?
Nuestro comportamiento además de estar regido por la honestidad y sinceridad con uno mismo y con los demás, debe acogerse al altruismo y el respeto hacia nuestros semejantes. Sin embargo, tengamos presente que si deseamos ayudar, hemos de hacerlo lo mejor posible, y para ello hay que valorar las necesidades que tienen los demás, no caer en sentimentalismos, y tampoco en la dureza ni en el frío razonamiento, pues así enjuiciaremos a los demás, impidiendo que afloren los verdaderos sentimientos de ayuda, que sí son positivos y que hemos de fomentar al máximo a nuestro alrededor.
F.M.B.
-Redacción Revista Amor,Paz y Caridad, año 2015

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CAMBIANDO LOS PUNTOS DE VISTA 
                  HABITUALES

La doctrina espiritista varía completamente el modo de mirar el porvenir. La vida futura no es ya una hipótesis y si una realidad. El estado de las almas después de la muerte no es ya un sistema. sino un resultado de la observación. El velo se ha descorrido, el mundo espiritual se nos manifiesta en toda su realidad práctica. No son los hombres los que lo han descubiertos por el esfuerzo de una imaginación ingeniosa, sino los habitantes mismos de esos mundos que vienen a descubrirnos su situación. Los vemos allí en todos los grados de la escala espiritual, en todas las fases de la dicha y las desgracia. Presenciamos todas las peripecias de la vida de ultratumba. Ésta es para los espiritistas la causa de la serenidad con que miran la muerte, y de la calma de sus últimos instantes sobre la Tierra.
L o que les sostiene no es solamente la esperanza, sino la certidumbre. Saben que la vida futura no es más que la continuación de la vida presente en mejores condiciones, y la esperan con la misma confianza con que esperan la salida del sol después de una noche tempestuosa.
Los motivos de esta confianza están en los hechos de los que son testigos, y en la concordancia de estos hechos con la lógica, la justicia y la bondad de Dios, y las aspiraciones íntimas del hombre.
Para los espíritus el alma no es ya una abstracción. Tiene un cuerpo etéreo que hace de ella un ser definido, que el pensamiento abarca y comprende. Esto es ya mucho para fijar las ideas sobre su individualidad, sus aptitudes y sus percepciones. El recuerdo de aquellos seres queridos descansa sobre algo real y positivo. No nos los representamos ya como llamas fugitivas que nada recuerdan al pensamiento, sino bajo una forma concreta que nos los manifiesta mejor como seres vivos. Además, en lugar de estar perdidos en las profundidades del espacio, están a nuestro alrededor. El mundo corporal y el mundo espiritual están en perpetuas relaciones, y se asisten mutuamente. No cabiendo ya duda sobre el porvenir, el temor a la muerte no tiene razón de ser.
Se la ve venir con serenidad, como a una libertadora, como la puerta de la vida y no como la de la nada.

El Cielo y el infierno. 
Allan Kardec


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“En algunos, los lazos de la materia son aún muy tenaces para permitir al Espíritu desprenderse de las cosas de la Tierra; la niebla que los rodea les quita la vista del infinito; por esto no dejan fácilmente ni sus gustos, ni sus costumbres, ni comprenden nada mejor de lo que ellos poseen. La creencia en los Espíritus es para ellos un simple hecho, pero modifica muy poco o nada sus tendencias instintivas.” 
Allan Kardec. El Evangelio Según el Espiritismo. Cap. 17, Ítem 4. El hombre de bien


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                   A los médiums


Desde el momento en que las hermanas Fox, en Hydesville, empezaron a soportar la ironía y la desconfianza del prójimo, por haber establecido una nueva modalidad de comunicación con el Más Allá, todos vosotros, amigos míos, fuisteis marcados con el mismo destino. Para los cristianos de los tiempos apostólicos no bastaban las cuerdas y las cruces; para vosotros, es preciso inventar un nuevo género de sarcasmo y burla. No es suficiente el ridículo, se hace necesaria la persecución.
Los soldados, en el campo de batalla, mayormente los que soportan la metralla en el frente, adquieren ventajas ante las fuerzas políticas que representan, y si son heridos o mutilados, reciben especial consideración. Vosotros, no obstante, combatientes por la victoria de la espiritualidad, no gozaréis de semejantes prerrogativas en el mundo, porque la tarea representativa de la cual sois portadores obedece a títulos que vienen de más alto.
Los sacerdotes de las varias confesiones religiosas de la Tierra, diplomados en la cultura del siglo, disfrutarán de garantías sociales respetables, en su ministerio de orientación de las almas, ligados a los intereses temporales de las facciones a que sirven, pero vosotros lucharéis en las vanguardias de trabajo por la restauración de la fe viva y no tendréis horas de esparcimiento ni privilegios establecidos.
En actividad permanente para reducir la invasión de las sombras, lloraréis en silencio porque conocéis, como pocos, los indecibles e irremediables dolores que no pueden ser narrados por la boca a fin de que se extingan en el corazón. Serviréis sin treguas, observados atentamente por la crueldad de los enemigos y amenazados por la imprudencia de muchos amigos, que no saben dónde situar el entusiasmo y la contención. Porque vuestros ojos divisan otros dominios vibratorios y vuestros oídos registran sonidos que la mayoría de los mortales no perciben, la calumnia rondará la puerta de vuestro hogar, el ridículo seguirá a vuestro nombre. Por un amigo sincero, tendréis mil adversarios gratuitos, y si llegaseis a caer exánimes en el combate silencioso debido a las deficiencias y limitaciones corporales, muchos de aquellos que os sonreían ayer, preguntarán, maliciosos, si habéis traicionado el mandato recibido.
A menudo, si el sueño y las exigencias del organismo dilatan la pausa para el reposo, indispensable para el mecanismo de las células físicas, seréis acusados de malos hermanos. Por eso, muchos de vosotros os retraéis al santuario doméstico, donde las glorias de la confianza y del amor son laureles imperecederos del alma. Entre tanto, siempre llegará el día de enfrentaros a la larga y espesa jungla humana, donde los encarnados, en su mayoría, se baten como jabalíes feroces, unos contra otros. No tengáis duda. Las horas difíciles sonarán siempre y es necesario armar el corazón para los grandes testimonios.
Consolaos en la certidumbre de que no sufrís inútilmente. Tiempo vendrá en que los hombres comprenderán que la mediumnidad no está circunscrita a determinados seres. Todas las criaturas son instrumentos del bien o del mal, médiums del plano superior o inferior, en el campo infinito de la vida. Nadie escapa a la corriente de inspiración con la cual se sintoniza. Y todos los que han marchado en la vanguardia de la verdad y de la luz han sufrido el acoso de la mentira y de las tinieblas, no obstante su condición de instrumentos de la Providencia Divina para el perfeccionamiento y la felicidad del mundo.
La Historia los localiza en todos los tiempos. Giordano Bruno fue quemado por enseñar las leyes de la Naturaleza. Galileo murió ciego, después de sufrir, ya septuagenario, escandalosas acusaciones por divulgar algunos detalles de las maravillas celestes. Juan Huss, el precursor de la Reforma, experimentó la hoguera. Gutenberg fue procesado, entre sinsabores y vicisitudes, llegando al final de su existencia en extremo infortunio, en compañía de un clérigo que lo recogió caritativamente. Pestalozzi, al principio, estaba considerado como un mal alumno. Edison soportó el sarcasmo de los técnicos y académicos en sus últimos tiempos. Pasteur, en cierta ocasión, en la cátedra de Química del Instituto de Dijon, fue tenido por mediocre. ¿Para qué multiplicar los ejemplos?
Casi todos los que pugnaron con Jesús por un mundo mejor, en los primeros siglos del Cristianismo, recibieron bofetadas y azotes, querellas y embargos, pedradas de ingratos e insultos de ignorantes, sirviendo de pasto a las fieras, gimiendo en las cárceles o atados a postes de martirio. Y como solo el objetivo del tiempo consigue fijar las verdaderas imágenes del bien, las generaciones posteriores han ensalzado sus sacrificios, aureolando su nombre de gloria universal.
Trabajad y sufrir, pues, amando la tarea a que os habéis consagrado, no solo para el rescate del pasado, sino también por la sublime alegría de la iluminación del presente. Luchad y esperad. No solo vosotros, sino todos los hombres dedicados al trabajo constructivo y redentor del mundo, ya estén en la pobreza o en la prosperidad, en las artes o en las ciencias, en las letras de los libros o en la labranza de los campos, son misioneros de la elevación de la Tierra, no al servicio de las dominaciones efímeras del planeta, sino en valiosa cooperación con aquel Rey coronado de espinas.
Por el espíritu Hermano x
Médium Francisco Cândido Xavier
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Imágenes integradas 1

                                            TUS DIFICULTADES
Imagina como seria de difícil soportar a un educador con unos alumnos que solamente supiesen llorar a la hora de la enseñanza. Reportémonos a la imagen para considerar que siendo la Tierra nuestra escuela multimilenaria, ruge recibir las dificultades por lecciones aceptando la utilidad y el objetivo.
Ante los obstáculos, nadie precisa fijarse en el lado oscuro que se presenten.
Un naufrago, hambriento de estabilidad, al sabor de las olas, no se acordará de examinar el lodo en el fondo de las aguas, más si reflexionará en el mejor medio de alcanzar tierra firme.
Todo minuto de queja es minuto perdido, arruinando potencialidades preciosas para la solución de los problemas, sobre los cuales estamos tirando lamentación.
Toda prueba, sea cual sea, aparece en el camino, con el fin de ofrecernos la fuerza y experiencia para perfeccionarnos.
En síntesis, casi toda dificultad implica sufrimiento y todo sufrimiento, notadamente aquellos que no provocamos, redunda en renovación y auxilio para nosotros mismos, recordando la noche oscura, en cuyo ápice comienza la alborada nueva.
Sepamos afrontar los obstáculos de la vida, sin recelarlos. Cada uno de ellos es portador de un mensaje determinado. Ese es un desafío que atesora paciencia, aquel otro te impele sublimación la capacidad de amar en el camino de la prueba.
Aprendamos, sobretodo, a descifrar los enigmas de la existencia, en la oficina del Bien Eterno.
Sirve y comprende.
Sirve y soporta.
Sirve y construye.
Sirve y beneficia.
Tus dificultades – tus bendiciones. En ellas y por ellas, encontrarás el estimulo necesario para que no te precipites en los despeñaderos del orgullo, y ni te encarceles en las trampas del marasmo, prosiguiendo, paso a paso, grado a grado, en tu jornada de mejoramiento y ascensión.
Por el Espíritu Emmanuel – Del Libro: Coraje, Médium: Chico Xavier
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Pluralidad de Mundos Habitados




Sumario de temas para hoy :

 -Reunión de desobsesión
- Pluralidad de Mundos Habitados
-¿ Por qué soportamos influencias espirituales negativas?
- La Ley del Amor

                                           
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                                Reunión de Desobsesión 


Finalidades: Es una reunión privada de auxilio y esclarecimiento a Espíritus encarnados y desencarnados envueltos en procesos obsesivos. 
A ese respecto, el Espíritu André Luiz esclarece: 
“Ninguna institución de Espiritismo puede, en rigor, desinteresarse de ese trabajo imprescindible a la higiene, armonía, amparo o restauración de la mente humana, trazando esclarecimiento justo, sea a los desencarnados sufrientes, sea a los encarnados, desprovistos de educación íntima que les sufran la actuación deprimente, por cuanto, a veces, involuntaria. 
Cada Casa espírita debe y precisa poseer su equipo de servidores de la desobsesión, cuando no sea destinada a socorrer a las víctimas de la desorientación espiritual que le rondan las puertas, para la defensa y conservación de sí misma.” 
El equipo debe ser compuesto de dirigente, médiums experimentados y los demás auxiliares. 
No es aconsejable la presencia de los compañeros en tratamiento en esa reunión mediúmnica. 
Algunas instituciones espíritas sistematizan el trabajo de desobsesión en tres etapas. En la primera, se permite la presencia del obsesado o necesitado encarnado para oír breve explicación doctrinaria (cerca de 10 a 15 minutos), generalmente de contenido moral-evangélico. En la segunda etapa, se aplica pase y se ofrece agua fluidificada a los atendidos. En la última etapa, tras la retirada de los necesitados, se realiza la reunión de desobsesión, propiamente dicha, de atendimiento a los obsesores o sufrientes desencarnados ligados a los atendidos. Esta etapa puede ser concluida con irradiaciones mentales dirigidas a todas las personas envueltas en el proceso obsesivo. 
Los médiums psicofónicos predominan en esa reunión, pudiendo haber pasistas y auditivos que auxilian el desarrollo del trabajo. Los pasistas aplican pase en los médiums durante y tras las comunicaciones, si es necesario. 
El número de los participantes es menor que de lo común de la reunión de práctica mediúmnica. En torno de 14 personas, cada una de ellas ocupando una función específica. 

Estudio y Educación de la Mediumnidad. Curso de Iniciación Mediumnica de la Federación Espirita de Brasil.

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  PLURALIDAD DE MUNDOS HABITADOS


¿Quién no se ha preguntado alguna vez, al mirar el cielo, si hay otros planetas como la Tierra? ¿Si hay otros seres inteligentes como los terrícolas? ¿Desde cuándo lleva el hombre haciéndose estas preguntas? Desde los tiempos más remotos, siempre, en todas las civilizaciones y culturas, celtas, egipcios, griegos… tenemos grandes filósofos, pensadores, religiosos y grandes personas de genio que respaldan la teoría de la pluralidad de mundos habitados. Esta idea se basa en la existencia de otros mundos y seres, además de nuestro planeta y sus habitantes; esta creencia íntima nos muestra en el universo un vasto imperio en dónde la vida se desarrolla bajo las formas más variadas.
Repasando los estudios astronómicos vemos cómo con la evolución de la tecnología, esta teoría ha ido adquiriendo cada vez más peso. Ya en el siglo XVI Copérnico lanzó la hipótesis del sistema heliocéntrico «La Tierra, los planetas y satélites de nuestro sistema Solar giran alrededor del Sol», idea que le ocasionó grandes problemas con la Inquisición. Será Galileo, constructor del primer telescopio en 1609, quien acepta abiertamente este sistema, razón por la que fue perseguido y encarcelado hasta la muerte, por la Iglesia.
Newton estableció las leyes de gravitación universal, a través de las cuales nuestra estrella (Sol) dirige y sostiene estos ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, formando nuestro sistema solar. En la actualidad, La Unión Astronómica Internacional (UAI) excluyó en Praga a Plutón como un planeta de pleno derecho del Sistema Solar, tras largas e intensas controversias sobre esta resolución.
Ya con los telescopios modernos, se sabe que en nuestra galaxia (Vía Láctea) hay entre cien mil millones y cuarenta billones de estrellas, encontrando en el Universo cien millones de galaxias. Quiero hacer mención al ejemplo comparativo del astrónomo inglés James Jeans, ya que desde esta perspectiva es más fácil hacerse una idea de las dimensiones de la Vía Láctea. Asignamos a la órbita de la Tierra el tamaño de la cabeza de un alfiler, a la órbita de los astros de nuestro sistema solar, el de una moneda de veinte céntimos y nuestra galaxia sería la distancia comprendida entre América del Norte y América del Sur, como dice el gráfico inglés. Hoy en día se envían satélites teleguiados en busca de la periferia de la moneda, permaneciendo el resto desconocido. También se sabe que hay estrellas tan grandes como nuestro sistema solar. A continuación, plantearemos tres hipótesis que Divaldo Pereira Franco escribió en su libro En el borde del infinito:
Partiremos de la base de que cada estrella de la Vía Láctea puede tener sus propios planetas, tomando como ejemplo el Sol, que tiene asignado ocho planetas conocidos.
1ª.- Asignando dos planetas al resto de soles de nuestra galaxia, tendremos un total de doscientos mil millones de planetas.
2ª.- Supondremos que sólo un uno por cien de estos planetas tienen las mismas características y edad que tiene la Tierra, teniendo ya dos mil millones de planetas parecidos al nuestro.
3ª.- Digamos que tan sólo un uno por cien de estos planetas tienen las mismas condiciones de vida que la Tierra, con lo que tendríamos una cifra de veinte millones de planetas iguales al nuestro en nuestra galaxia. Desde un punto de vista científico y aplicando la lógica y la estadística, con la grandeza que nos rodea ¿Cómo podemos atrevernos a pensar que sólo en la Tierra existe vida inteligente?
«Estamos en un mundo desconocido, sin saber dónde estamos, ni quiénes somos, ni adónde vamos» (Camille Flammarion, 1842-1925, astrónomo)
En El Libro de los Espíritus, Allan Kardec también se ocupó de la pluralidad de mundos habitados, en las preguntas 55, 56 y 57, que transcribimos a continuación:
«P. 55 ¿Están habitados todos los globos que giran en el espacio? R. Sí, y el hombre de la Tierra está muy lejos de ser el primero en inteligencia, en bondad y perfección como él presume. Sin embargo, hay hombres soberbios que se creen que este pequeño globo es el único que tiene el privilegio de ser habitado por seres racionales. ¡Qué orgullo y qué vanidad! Creen que Dios ha creado el universo para ellos solos.
P.56 ¿Es una misma la constitución física de los diferentes globos?
R. No, no se asemejan en nada.
P.57 ¿No siendo una misma para todos la constitución de los mundos, dedúcese que los seres que los habitan tendrán diferente organización?
R. Sin duda alguna, como en el vuestro los peces están hechos para vivir en el agua y las aves en el aire».1
 Jesús también nos habla de ello en el Evangelio. Nos dijo: «Hay muchas moradas en la casa de mi padre», con ello se estaba refriendo al principio de la pluralidad de mundos habitados y Dios, que no hace nada inútil, en los planetas donde no se desarrolla la vida material (física), permite que haya vida espiritual.
Todo tiene una función, todo progresa y evoluciona, nada es por acaso y, si observamos lo que nos rodea, podemos contemplar la grandeza de Dios y de su Obra.
Jesús legó al mundo un estatuto de vida moral capazde elevar a los hombres a la cima de la evolución planetaria, practicándolo, haremos de este planeta un mundo mejor.
Javier Gargallo
1 Las preguntas son hechas por Allan Kardec a través de diferentes médiums a los espíritus superiores, verdaderos autores del libro.
-( ART. obtenido de la Revista de la F.E.E.  enero 2017)

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¿Por qué soportamos influencias
 espirituales negativas ?.

En primer lugar, los Seres oscurecidos lo hacen por  orgullo ante  Dios y por envidia hacia los seres humanos, y  también porque si consiguieran interrumpir los planes individuales de evolución espiritual y paralizaran en nosotros el Plan general de Evolución establecido por Dios, se sentirían vencedores de Dios, o sea, superiores a Él y amos de toda la Creación. Es la eterna batalla del mal contra el bien que libra el ser humano, y que alegoricamente se atribuyó como una lucha que libran  los demonios contra los Ángeles de Dios, o Espíritus buenos que participan en ella, no con espadas ni flechas, sino interviniendo acerca de los humanos con sus sugerencias hacia el bien que se opone a otras acciones de mal sugeridas por esos Seres transitoriamente malignos.
Estos Seres inferiores, agrupados y dedicados a influirnos negativamente, también lo pueden hacer  porque se sienten poderosamente atraídos por las vibraciones mentales humanas negativas con las que por afinidad  sintonizan y sobre las que a su vez influyen e incentivan ; hay que tener en cuenta que las mentes humanas emiten vibraciones de energía psíquica, emocional y mental, de la misma frecuencia que las mentes de las  Entidades espirituales que les sintonizan, pues al fin y al cabo  nosotros también somos Entidades espirituales encarnadas, y estas vibraciones pueden ser de carácter positivo- aquí ya se comienza a comprender la importancia de la oración-, o de carácter negativo, en cuyo caso somos responsables completamente de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones negativas que atraen esas malas influencias espirituales.
Precisamente la vibración mental negativa  es lo que frecuentemente nos hace  víctimas de  ellos, porque nuestro estado mental, emocional y espiritual , es la puerta que les abre o cierra el acceso hacia nosotros, con la correspondiente influencia negativa en los casos de Entidades  del plano astral inferior, que para ello  saben incentivar nuestras mentes y estados anímicos con una habilidad y astucia impensables.
 Así quedamos a merced de sus influencias negativas y del vampirismo psíquico que llevan acabo sobre nuestras mentes, a las que tienden a dejar vacías de energía psíquica, dejando a los seres humanos sin capacidad de pensar,  como si fuesen  esclavos zombis a su servicio .
Debemos tener presente que aunque sea de un modo inconsciente, de contínuo los atraemos libremente, y nos influyen porque sintonizamos mentalmente con ellos, dejándonos influir, por lo que sólo nosotros somos responsables de nuestros actos, al crear acciones negativas que después nos harán asumir efectos negativos.
Para conseguir esto a nivel de todo el género humano, siguen un estratégico plan consistente en influir en las mentes de las personas con objeto de distraerlas del contacto íntimo con Dios y hacer creer que el ambiente de hostilidad, egoísmo y agresividad, es lo normal y la única forma posible de vida. Así tratan siempre de inducirnos hacia un continuo estado de crispación, de prisas y de estrés, llevándonos a creer que el dinero es el único y gran objeto de nuestra vida, de modo que  tratan de  hacer que no lleguemos a conocer lo que significa la auténtica felicidad que viene de Dios y que por esa ignorancia prescindamos de ella y ni tan siquiera  la busquemos por el camino adecuado.
De este modo fomentan una sociedad humana infeliz y endurecida  dentro de una espiral de violencia, haciendo que retrocedamos hacia lo material y hacia los más bajos instintos animales.
Los habitantes del Bajo Astral, han tomado parte activa a lo largo de la historia humana, en todos  los conflictos humanos, batallas y guerras que hemos padecido y aún padecemos, promoviendo en las mentes de los gobernantes y de los humanos implicados, confusión, desorden, incentivo de avaricias y venganzas,  cometiendo  toda clase de crueldades y atropellos, así como la exaltación de todo aquello que ha dividido al Ser humano, tan vulnerable a estas influencias negativas del mundo invisible.
Algún día se comprenderá popularmente como funcionan las leyes de Vibración y de Afinidad, de las que hablaremos un poco más adelante, y tendremos asumido que el único camino para  nuestra evolución que nos  puede sacar  del  Cáos en que vivimos actualmente los humanos, es el camino del Amor sentido y realizado como Caridad, porque el Amor es la más elevada de todas las vibraciones que nos hace elevarnos desde nuestra baja condición actual.  El día que esto llegue, y estoy seguro que  llegará, seremos capaces de diferenciar con mayor claridad entre nuestras ideas e impulsos, y los que nos llegan del exterior, para tener la mayor liberad de aceptarlo o de rechazarlo.
- Jose Luis Martín-


“Sufren y andan errantes hasta que un pensamiento caritativo se dirija a ellos y brille como un rayo de esperanza en las tinieblas que les  rodean”
León Denis (1840-1927)-“Después de la muerte” -

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                  LA LEY DEL AMOR

El amor resume toda la doctrina de Jesús, porque es el sentimiento por excelencia, y los sentimientos son los instintos elevados a la altura del progreso realizado. 
El hombre en su origen sólo tiene instintos; más adelantado y corrompido, sólo tiene sensaciones; pero instruído y purificado, tiene sentimientos, y el punto exquisito del sentimiento es el amor; no el amor en el sentido vulgar de la palabra, sino ese sol interior que condensa y reúne en su ardiente foco todas las aspiraciones y todas las revelaciones sobrehumanas. 
La ley de amor reemplaza a la personalidad por la fusión de los seres, y aniquila las miserias sociales. ¡Feliz aquel que, elevándose sobre su humanidad, quiere con grande amor a sus hermanos doloridos! ¡Feliz aquel que ama, porque no conoce ni la carestía del alma ni la del cuerpo; sus pies son ligeros y vive como transportado fuera de sí mismo! 

Luego que Jesús hubo pronunciado esta divina palabra: amor, hizo con ella estremecer a los pueblos, y los mártires, embriagados de esperanza, descendían al circo. 

El Espiritismo, a su vez viene a pronunciar la segunda palabra del alfabeto divino; estad atentos, porque esa palabra levanta la piedra de las tumbas vacías, y la "reencarnación", triunfando de la muerte revela al hombre ofuscado su patrimonio intelectual; ya no le conduce a los suplicios, sino a la conquista de su ser elevado y transfigurado. La sangre ha rescatado al espíritu y el espíritu debe rescatar hoy al hombre de la materia.


He dicho que el hombre en su principio sólo tiene instintos; aquel, pues, en quien dominan los instintos está más próximo al punto de partida que al fin. Para adelantar hacia éste, es preciso vencer los instintos en provecho de los sentimientos, es decir, perfeccionar éstos sofocando los gérmenes latentes de la materia. Los instintos son la germinación y los embriones del sentimiento; llevan consigo el progreso, como la bellota encierra la encina; y los seres menos avanzados son los que permanecenm avasallados por sus instintos. El espíritu debe ser cultivado como un campo: toda la riqueza futura depende del trabajo presente, y más que bienes terrestres os traerá la gloriosa elevación; entonces será cuando, comprendiendo la ley de amor que une a todos los seres, buscaréis en ella los suaves goces del alma, que son los preludios de los goces celestes. (Lázaro. París, 1862). 


El amor es de esencia divina, y desde el primero hasta el último poseéis en el fondo del corazón la chispa de ese fuego sagrado. He aquí un hecho que podéis haber observado muchas veces: el hombre más abyecto, más vil y más criminal, siente por un ser o por un objeto cualquiera un afecto vivo y ardiente a prueba de todo lo que tendiera a disminuirlo, que toma a menudo proporciones sublimes.
He dicho por un ser o por un objeto cualquiera porque hay entre vosotros individuos que prodigan los tesoros de amor de que su corazón rebosa, a los animales, a las plantas y aun a los objetos materiales; especie de misántropos, que se quejan de la humanidad en general, que se resisten a la inclinación natural de su alma y que buscan a su alrededor afecto y simpatía.
Esos rebajan la ley de amor al estado de instinto. Pero por más que hagan, no podrán sofocar el gérmen vivo que Dios, al crearlos, deposító en su corazón: este germen se desarrolla y engrandece con la moralidad y la inteligencia, aunque muchas veces comprimido por el egoísmo, es origen de santas y dulces virtudes que constituyen los afectos sinceros y duraderos, y os ayudan a subir el camino, escarpado y árido de la existencia humana.

Hay algunas personas a quienes repugna la prueba de la reencarnación, en el sentido de que otras participen de las simpatías afectuosas a que están celosas. ¡Pobres hermanos! vuestro afecto os hace egoístas; vuestro amor está limitado a un círculo íntimo de parientes o amigos, y todos los otros os son indiferentes. Pues bien, para practicar la ley de amor tal como Dios la entiende, es preciso que lleguéis por grados a amar a todos vuestros hermanos indistintamente. La tarea será larga y difícil, pero se cumplirá: Dios lo quiere, y la ley de amor es el primero y más importante precepto de vuestra nueva doctrina, porque aquella es la que debe un día matar al egoísmo, bajo cualquier forma que se presente; porque además del egoísmo personal, hay también el egoísmo de familia, de casta, de nacionalidad. Jesús dijo: "Ama a tu prójimo como a tí mismo", ¿pero, cuál es el límite de tu prójimo? ¿Es, acaso, la familia, la secta, la nación?

No, es la humanidad entera. En los mundos superiores, el amor mutuo armoniza y dirige a los espíritus avanzados que los habitan; y vuestro planeta, destinado a un progreso próximo para su transformación social, verá practicar por sus habitantes esta sublime ley, reflejo de la Divinidad.

Los afectos de la ley de amor son el mejoramiento moral de la raza humana y la felicidad durante la vida terrestre. Los más rebeldes y más viciosos deberán reformarse cuando vean los beneficios producidos por esta práctica: No hagáis a los otros lo que no quisiéreis que os hicieran a vosotros, pero hacedles, por el contrario, todo el bien que podáis.

No creáis en la esterilidad y endurecimiento del corazón humano; a pesar suyo, cede al amor verdadero; es un imán al que no se puede resistir, y el contacto de ese amor vívifíca y fecunda los gérmenes de esa virtud que está en vuestro corazón en estado latente. La tierra, morada de prueba y de destierro, será entonces purificada por ese fuego sagrado, y verá practicar la caridad; la humildad, la paciencia, la adhesión, la abnegación, la resignación, el sacrificio, todas las virtudes hijas del amor. No os canséis, pues, de escuchar las palabras de Juan Evangelista; ya lo sabéis: cuando las dolencias y la vejez suspendieron el curso de sus predicaciones, sólo repetía estas dulces palabras: "Hijitos míos, amáos unos a otros".

Queridos y estimados hermanos, aprovecháos de las lecciones; su práctica es difícil, pero el alma saca de ellas un bien inmenso. Creedme, haced el esfuerzo sublime que os pido: "Amáos" muy pronto veréis la tierra transformada en Elíseo, donde las almas de los justos vendrán a gozar del reposo. (Fenelón. Bordeaux, 1861). 


Mis queridos condiscípulos: los espíritus que están aquí presentes os dicen por mi voz: Amad bien, con el fin de ser amados. Este pensamiento es tan justo, que encontraréis en él todo lo que consuela y calma las penas de cada día; o más bien, practicando esta sabia máxima, os elevaréis de tal modo sobre la materia, que os espiritualizaréis antes de separaros de vuestro cuerpo terrestre. Habiendo los estudios espirituales desarrollado en vosotros la comprensión del porvenir, tenéis una seguridad: el adelantamiento hacia Dios con todas las promesas que corresponden a las aspiraciones de vuestra alma; también debéis elevaros lo bastante para juzgar sin los lazos de la materia, y no condenar a vuestro prójimo antes de haber dirigido vuestro pensamiento a Dios. 

Amar, en el sentido profundo de la palabra, es ser real, probo, concienzudo, para hacer a los otros lo que quisiéramos para nosotros mismos; es buscar alrededor de sí el sentido íntimo de todos los dolores que abruman a nuestros hermanos, para llevarles un alivio; es mirar la gran familia humana como la suya, porque esta familia la volveréis a encontrar en cierto período en los mundos más avanzados, y los espíritus que la componen son, como vosotros, hijos de Dios designados para elevarse hasta el infinito. Por esto no podéis rehusar a vuestros hermanos lo que Dios os ha dado liberalmente, porque por vuestra parte estaríais muy contentos de que vuestros hermanos os diesen lo que os hiciera falta. En tódo sufrimiento dadles, pues, una palabra de esperanza y de apoyo, a fin de que seáis todo amor, todo justicia. 

Creed que estas sabías palabras: "Amad bien para ser amados", seguirán su curso; son revolucionarias y siguen una senda segura, invariable. Mas vosotros que me escucháis, habéis triunfado; sois infinitamente mejores que hace cíen años: habéis cambiado de tal modo, con ventaja vuestra, que aceptáis sin réplica una multitud de ideas nuevas sobre la libertad y fraternidad, que en otro tiempo hubiérais rechazado, pues de aquí a cien años aceptaréis con la misma facilidad las que aun no han podido entrar en vuestro cerebro. Hoy que el movimiento espiritista ha dado un gran paso, veis con que rapidez las ideas de justicia y de renovación, contenidas en los dictados de los espíritus, son aceptadas por la mitad del mundo inteligente; es porque esas ideas responden a todo lo que hay de divino en vosotros; es porque estáis preparados por una semilla fecunda: la del siglo último, que ha plantado en la sociedad las grandes ideas del progreso; y como todo se encadena bajo el dedo del Todopoderoso, todas las lecciones recibidas y aceptadas se encerrarán en este cambio universal del amor al prójimo. Por él los espíritus encarnados, juzgando mejor y sintiendo mejor, se tenderán la mano desde los confines de vuestro planeta, y se reunirán para entenderse y amarse y para destruir todas las injusticias y todas las causas de mala inteligencia entre los pueblos.


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