viernes, 16 de mayo de 2014

Obsesiones sutíles y peligrosas



                   
    "Enriquece Tu Dia" 

Cada día es una reencarnación simbólica para nosotros, en el círculo de luchas purificadoras de la Tierra.
No te olvides de semejante verdad, si deseas realmente preparar el corazón para la vida imperecible.
No desperdicies la riqueza de los minutos en la indiferencia, en la testarudez, en el aislamiento o en la inercia.
Cada vez que el sol reaparece en el horizonte, es posible mejorar el estandar del propio entendimiento con los familiares, auxiliar al prójimo con más seguridad, amparar la naturaleza con la más alta comprensión.
Hoy es nueva oportunidad de renovarnos, cuanto sea posible, para el Infinito Bien.
Planta un arbol de amistad y más tarde, reogerás el tesoro de las bendiciones.
Acepta el desafecto de ayer, ofreciendole simpatía y, en un futuro próximo, tendrás un hermano comprensivo y devoto.
Utiliza con provecho los bienes de que dispones, auxiliando al necesitado y mañana, poseerás valores inesperados de amistad y alegría.
Sonríe con bondad y coopera con más diligencia, en tu pasaje del servicio habitual, en los instantes del "ahora", y encontrarás compañeros, ricos de cooperación  fraterna en los dias que vendrán.
Las mas conmovedoras sinfonías comienzan en notas pequeñas, aparentemente sin significado.
Si pretendes un lugar en el banquete de la ciencia y de la fraternidad, del amor y de la sabiduría, comienza a estudiar y a servir, a comprender y a disculpar, a mentalizar el bien y a elevar el propio corazón, desde hoy.

(Emmanuel) Libro "Nacer y Renacer", Francisco Cândido Xavier

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OBSESIONES  SUTILES  Y PELIGROSAS

Cuando el hombre se hace dócil a la inspiración  superior, sintoniza, con el programa que  ha de desarrollar,  recibiendo la ayuda que fluye de lo Alto y gracias a ello, logra disminuir las dificultades que son pruebas de resistencia en las luchas y desafíos para sus valores morales.


Los Buenos Espíritus no pueden cambiar el Karma de sus pupilos y devotos, porque les tornarían inoperantes, les atrasaría.  Sin embargo, cuando los ven luchar  en pruebas muy severas, interfieren, auxiliándolos a través  de fuerzas edificantes  con las cuales aumentan sus resistencias, con el fin  de que logren las metas que constituyen su victoria. Igualmente encaminan cooperadores  y amigos que se transforman en palancas  propulsoras  del progreso,  extendiéndoles manos  generosas dispuestas a contribuir a favor de su éxito.

 De la misma forma que las interferencias perniciosas encuentran resonancia en ellos, en razón de las afinidades que existen  por sus pasiones inferiores que caracteriza su estado evolutivo. Tan pronto cambien de objetivos, y aspiren a ideales  de ennoblecimiento y actúen de acuerdo con la ética del bien, se asocian a ellos  los laboriosos Mensajeros del Amor que los estimulan para que prosigan, renovando su entusiasmo, amparándolos ante las naturales desfallecimientos e inspirándoles  en la correcta elección del camino a seguir.   

Las imperfecciones permiten a los adversarios del ayer  los medios para inducir a la obsesión y problemas, ya que los Espíritus perversos e infelices siempre se sirven de las tendencias negativas de aquellos a quienes odian, para estimularlos, llevándolos de ese modo  a perturbaciones  y a penosas situaciones. Si el hombre  se apoya en los recursos de elevación, se vuelve difícil para sus malvados verdugos espirituales encontrar las brechas por las cuales infiltran sus torpes  sentimientos, en la saña de la persecución en que se complacen.

Toda obsesión es siempre el resultado  de la anuencia consciente o no de quien la sufre, por debilidad moral del espíritu encarnado,  que no le interpone defensas  o por deficiencias del comportamiento que propician  el intercambio, en razón de la preferencia psíquica  que le place al mismo mantener.

Cuando el hombre se candidata a una acción meritoria nunca debe esperar de los otros los ejemplos de virtudes ni las lecciones de elevación continuada, más si examinar las propias disposiciones para verificar  lo que tiene, de lo que puede  disponer en nombre de Jesús para ofrecer.

Mediante este comportamiento, no verá en los otros los deberes de ser siempre Buenos y optimistas, misioneros de la renuncia y de la santificación, y si hermanos tal vez más experimentados y dedicados, con las mismas posibilidades  de errores y flaquezas, requiriendo, en silencio, apoyo y tolerancia.

El candidatarse al bien no hace bueno al individuo, y la incursión en el compromiso de la fe, a nadie renueva de inmediato.

El adquirir cincelar la moral es de un esfuerzo continuado, un largo trabajo, que merece respeto,  no solo a los que triunfan, tan bien  a los que persisten y actúan sin descanso, aunque no consigan con prontitud los resultados felices.

En las experiencias de elevación, entre otros impedimentos que surgen, la rutina de los acontecimientos es test grave  para ser superado.

Cuando las realizaciones se presentan nuevas, hay motivaciones y entusiasmos para realizarlas. Después a medida  que se hacen repetitivas, con las mismas manifestaciones, tienden a cansar, disminuyendo el ardor de los candidatos a la laboriosidad, llevándolos a la saturación, a la desistencia. Sucede que no se pueden innovar métodos para los mismos problemas, cada día, ni modificar el paisaje aflictivo de los necesitados diversificándoles los cuadros de dolor y de sombra. Variando en la apariencia, sus causas matrices son las mismas, que se enredan en el espíritu endeudado, aturdido o atrasado, en viaje expurgador…  En esos momentos de cansancio, surgen las tentaciones  del reposo exagerado, de la acomodación, del excesivo tiempo  mal utilizado; abriéndose campo  a la censura indebida, que medra, que alarga, en forma de maledicencia  que esparce agrura y reproche, destruyendo, como plaga infeliz, los surcos donde la esperanza siembra el amor y la ternura que deberán florecer como caridad y bendiciones.

Muchas obras del bien no resisten a este periodo, cuando las intenciones superiores ceden lugar al enfado y a la comodidad, que propician la invasión de las fuerzas destructivas y la penetración de los vigilantes adversarios de la luz…

Una forma  de obsesión peligrosa es aquella que pasa casi desapercibida y se instala lenta y firmemente en los cuadros mentales, estableciendo comportamientos equivocados con apariencia respetable.

Se suele presentar  en personas que denotan grave postura  y saben conquistar a otras por la facilidad de comunicación verbal, tornándolas afables  y gentiles, desde que no tengan sus caprichos e intereses contrariados. Dan impresiones  sociales que no corresponden  a su estado real, por cuanto adoptan comportamientos parásitos  que les acreditan a presumir de meritos  que no poseen.

Interiormente, viven bajo conflictos que disimulan  con habilidad, naciendo ahí,  esa doble actitud hacia la vida, situaciones que inducen  a la neurosis y desarticulan el equilibrio emocional, igualmente bajo el bombardeo de los arpones mentales destructivos de sus enemigos espirituales.

En ese clima psíquico, que rezuma de las experiencias de vidas pasadas, se hospeda el agresor desencarnado que insufla  mayor dosis de interferencia por los problemas ajenos, desbordando  el egocentrismo que termina por alienarlos en cuanto cobijan y vitalizan las pasiones disolventes.

Este tipo de perturbación espiritual es la más difícil de ser erradicada, en razón de que el paciente niega su situación de enfermo, antes complaciéndose  en ella, porque el narcisismo a que se entrega, se convierte  en auto fascinación por valores que se atribuye y está lejos de poseer, anulando cualquier contribución que le es ofrecida.

Solamente la humildad, que da la dimensión de la pequeñez y flaqueza humana ante la grandiosidad de la vida, faculta una visión legitima, a través  de la cual se puede hacer una  justa evaluación de recursos, recurriéndose  a la Divinidad por la oración ungida  de amor, antídoto eficaz para los disturbios obsesivos.

La oración libera la mente bichada de sus clichés perniciosos, abriéndola para la captación de las energías inspiradoras, que fomentan el entusiasmo  por el bien  y la  conquista  de la paz a través  del amor. Para que esa oración  se revista de fuerza desalienante, ella necesita combustible de la fe, sin la cual no pasa de ser palabras destituidas  de compromiso  emocional entre aquel  que la dice  y a quien son dirigidas. También son necesarios el recogimiento y concentración para que se exteriorice la potencialidad por la voluntad del que anhela, dirigida con la certeza de que alcanzará el destino.


Este tipo de obseso se caracteriza por el desden a la oración por creer que no la necesita, dudando igualmente de su eficacia o menospreciando su utilidad.

Exacerbado en sus sentimientos infelices, el obseso se auto realiza, adoptando  una actitud de falsa superioridad con la cual anestesia  los centros de la razón y se deleita en el estado en que se encuentra. A largo plazo, sin embargo, pierde el control de la voluntad,  que deja de dirigir, bajo la pertinaz imposición, volviéndose ostensivamente agresivo y deshaciendo la apariencia, que cede lugar al desequilibrio que se le instala con fuerte penetración en los mecanismos nerviosos.

En ese cuadro de obsesión constrictiva, se encuentran innumerables individuos hospedando adversarios que los vampirizan  por largo tiempo, hasta culminar la venganza con los golpes largos de las caídas en la locura, en el crimen o en el suicidio.

¿Muchas veces se preguntamos  que porque, determinados pacientes portadores de la obsesión, y que frecuentan la Casa Espirita donde se viven los postulados de Allan Kardec, y que se especializan en ese menester,  al tratar  a tales alineados, estos no se recuperan? Muchos inquieren, también, a respecto  de la razón por la que los Mentores Espirituales no liberan a los obsesos y subyugados, en nombre de la caridad.

Nunca será de mas repetirse que, en todo proceso obsesivo, la aparente victima es el legitimo verdugo apenas transferido en el tiempo, siéndole la deuda la razón del mecanismo perturbador. Vencido por la insania del odio, aquel que fue cincelado se imanta al infractor que le torno desdichado y asume la igualmente indebida posición de cobrador o justiciero, incidiendo, por su parte, en error no menos importante. En cuanto el amor no luzca en el defraudado, ante la mudanza de comportamiento de su adversario, cierto es que el problema permanece. De igual modo, debidamente esclarecido sobre el equivoco en que permanece, el actual sayón, mediante adoctrinamiento por alguien que tenga sobre el autoridad moral y lo sensibilice, puede cambiar de actitud, decidiéndose por abandonar la pugna, lo que no exenta al incurso en la deuda de rescatarla por otro proceso de que se utilizan los códigos de la Soberana Justicia.

En la terapia desobsesiva, los cuidados para con el encarnado no pueden ser menores que los aplicados con relación al enfermo psíquico que le aflige, en desarreglo e infortunio cual se encuentra en la otra dimensión de la vida.

Debe tenerse en mente que el hecho de no ser visto siempre el perseguidor desencarnado, por los hombres, no significa que la tarea de estos, aliada a la de los Guías Espirituales, deba ser la de apartarlos, pura y simplemente. Seres vivos e inteligentes, apenas desnudados de la materia, sufren y aman, odian y luchan, esperando la ayuda que no supieran o no quisieran ofrecerse. Por tanto, el amor debe alcanzar la victima de ayer, que sufre hace más tiempo, amparándola, de modo a que despierte para no sufrir mas ni provocar sufrimiento.

Y como la función del dolor se reviste de un poder terapéutico de liberación para quien lo sabe aprovechar, justo es que el encarnado se modifique para mejor, mediante cuyo comportamiento también sensibiliza a su opositor, a su vez adquiriendo recursos de paz y títulos de trabajo para su crecimiento espiritual.

Sin embargo, hay pacientes, obsesos o no, para los cuales, gracias a su rebeldía sistemática y tozuda acomodación en las disposiciones inferiores, la mejor terapia es la permanencia de la enfermedad, ahorrándoles males mayores.

Hay paralíticos que recuperan los movimientos y marchan para desastres que podrían evitar, si lo quisiesen; portadores de micosis, llagas y pústulas, rehacen la apariencia física, curándose de las dermatosis e infectan la mente y el alma con los contagios de los actos deprimentes y viciosos; ciegos que recobran la visión y la utilizan erróneamente en la observación de los hechos; enfermos por virosis y portadores de limitaciones que se restablecen, arrojándose de inmediato, lúbricos y desesperados, en los laberintos de la insatisfacci6n, de la agresividad, causándose mayor infelicidad...

En el campo de las obsesiones, no son pocos aquellos que, una vez que se mejoran, abandonan las disposiciones de trabajo y progreso, para correr precipitados, de vuelta a los hábitos vulgares en los que antes se complacías...

Aun delante de Jesús, este fenómeno era habitual. En principio, porque conociese la procedencia de los males que afligían a los enfermos e infelices que Le buscaban, como es comprensible, el Señor no curo a todos... Y de entre los muchos curados, quedo memorable la interrogación que El dirigió al ex enfermo del mal de Hansen que le fue expresar la gratitud por el beneficio recibido. "- ¿No fueran diez los curados, por que solo este vino a agradecer?" (*)

Es común hacerse compromiso intimo de renovación y trabajo, en cuanto permanece la enfermedad, negociándose con Dios la salud que se desea por lo que se promete realizar, como si la practica de las virtudes del bien fuese útil al Padre y no un deber de todos nosotros, que nos beneficia y da felicidad.

Tan pronto pasa la agudeza del sufrimiento y el tiempo distancia la mente ex enferma del momento de la dolencia, la ilusión sustituye a la realidad; la voluptuosidad del placer enflaquece los deseos de servir y el cae en la indiferencia, cuando no sucede ocurrir males peores.

Cuanto a aquellos que frecuentan las Instituciones Espiritas, portando obsesiones y no se recuperan, merece que se tenga en mente el hecho de que la visión del medicamento no propicia la salud, si no la ingestión de el y la posterior dieta conforme convenga, al lado de otros factores que permiten el retorno del bienestar. Además, ni todos los males deben ser solucionados conforme a la óptica de quien los padece, mas de acuerdo con programas superiores que establecen lo que es mejor para la criatura. La función del Espiritismo es esencialmente la de iluminación de la conciencia con la consecuente orientación del comportamiento, armando a su aprendiz con los recursos que lo capaciten a vencerse, superando las pasiones salvajes y sublimando las tendencias inferiores mediante cuyo procedimiento se eleva.

En la terapia desobsesiva, el tributo del enfermo, tan pronto razone y entienda la asistencia que se le administra, es de vital importancia; por cuanto, serán sus pensamientos y actos los que responderán por su transformación moral para mejor, con la real disposición y posterior acción para recuperarse de los males practicados, ahora beneficiando a aquellos que le sufrieran los perjuicios y por cuya regularización los mismos se empeñan, a pesar de los métodos equivocados e ilícitos de que se sirven.

La evangelización del Espíritu desencarnado es de suma importancia mas, igualmente, la de la criatura humana que se enzarzo en la delincuencia y todavía no se recupero del delito practicado.

Con frecuencia, es mas fácil de objetivarse resultados en la terapia desobsesiva con pacientes de mente obnubilada, de que con aquellos que razonan y no se disponen a la tarea de mudanza interior, de la acción dignificante, ahogados en dudas que cultivan e indisposiciones que les agradan.

En la actualidad, gran numero de pacientes portadores de alineación por obsesión, transita por gabinetes de respetables psiquiatras que les prescriben drogas adictivas de que se encharcan, viciando la voluntad, que pierde los comandos, permaneciendo abúlicos y sufriendo dependencias de demorada erradicación. Sin el control de la voluntad, que sufre la acción barbitúrico de la droga y la perniciosa interferencia de la mente perturbadora, el enfermo tiene dificultad de luchar, utilizándose de los recursos desobsesivas cuyos efectos del  dependen.

Es claro que no censuramos este procedimiento psiquiátrico, teniendo en vista que, en determinados cuadros de la locura, la providencia es saludable, especialmente en los que presentan gran agitación, en los catatónicos, en los sicótico-maniaco-depresivos - aun cuando se encuentren bajo la inducción de adversarios desencarnados, evitándose, de esta forma, la consumación del suicidio provocado -, pero no su uso genérico.

El futuro próximo contribuirá con criterios más rigurosos y seleccionados en la aplicación de tales terapéuticas, especialmente cuando el prejuicio científico ceda lugar al discernimiento cultural, que verá en el paciente, no apenas el soma, sino, y principalmente, el Espíritu con sus equipamientos de  periespiritu y materia...

 Trabajo realizado por Merchita. Extraído del Libro “Cuadros de la Obsesión” de Divaldo Pereira Franco
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¿ Hay otros mundos habitados por Seres con cuerpo físico ?.

Ante esta cuestión la respuesta solo puede ser rotundamente afirmativa, pues infinitos son los mundos físicos que pueblan el espacio infinito albergando seres con una realidad física.
Estos mundos físicos habitados, están sirviendo en el Plan General de Evolución, a los Espíritus que se agrupan y conviven en ellos, evolucionando juntos, con el apoyo que encuentran unos en otros; y esto puede ser debido a los diferentes niveles de evolución psíquica y espiritual, atendiendo la Ley de Afinidad;. Así tenemos, tal como se aclara muy bien en la Codificación espírita a los Mundos Primitivos, salidos de una primera etapa de su formación como seres y espíritus humanos, en los que la vida aún hace sus primeros ensayos de desenvolvimiento evolutivo, tanto en lo físico como en lo psíquico de los espíritus recién ascendidos a la etapa humana. También hay en esa inmensidad del espacio cósmico, muchos otros mundos de un nivel algo superior, como la Tierra, esto es, Mundos de Expiación y Pruebas, aunque en muy diversos niveles tal como los que ha tenido la Tierra en su historia evolutiva. En estos mundos, el espíritu humano, tras haber dado sus primeros pasos en los mundos primitivos y estar ya en otros algo superiores, en los que el bien y el mal suelen ir mezclados, están sujetos ya a la ley de Consecuencias o ley del Karma, que regula y corrige de unas existencias a otras, los errores cometidos, enmendando así nuestros pasos en la dirección correcta de nuestra evolución espiritual.
Por último, también hay otra categoría de mundos físicos de una mayor evolución, científica, moral y espiritual; estos son los llamados Mundos de Regeneración , en los que la materia es mucho más sutil que la nuestra, como a camino entre la sustancia material y la espiritual. En estos mundos de rango muy superior al nuestro, los niveles de ciencia y espiritualidad alcanzados son superiores a la media de lo que conocemos en la Tierra.
Es de comprender que si después de tanto tiempo transcurrido a lo largo de tantas vidas y de tantos siglos, hemos llegado a nuestro actual nivel de evolución, con mayor o menor tiempo de existencia y de experiencias en el plano físico, también existen otros mundos habitados por Seres con una materia física, lo que no significa que en todos los casos sea precisamente como la nuestra y así , los hay de mayor y de menor evolución que nosotros en los diversos aspectos de desarrollo de moralidad, ciencia y técnica . Me refiero a los llamados Seres Extraterrestres, tan desfigurados por nuestra fantasía y por la Ciencia Ficción , pero sin embargo no dejan de ser Seres Espirituales semejantes a nosotros y con una realidad física adaptada a la materia del mundo en que habitan.
Jesús de Nazaret, aunque a veces pudo parecer enigmático, habló bastante claro para que lo entendiesen en su época, y cuando no lo pudo dejar más claro por falta de nivel intelectual, científico y moral de sus contemporáneos como para ser comprendido entonces, fue por lo que prometió enviar mas adelante un Consolador, el Espíritu de la Verdad , que en su momento aclararía y ampliaría lo que El dejaba dicho y enseñado. Él dijo siempre la Verdad ; El afirmó que en la Casa de su Padre había muchas moradas a donde podríamos ir, y ¿cuál es la Casa del Padre?, sin duda que se refería al Universo infinito , tanto con mundos físicos como espirituales o astrales, que son otras tantas moradas o mundos planetarios.

- Jose Luis Martín-
                                 
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Los seres extraterrestres son Seres espirituales encarnados ahora en un Mundo de Regeneración y que antes han vivido en un planeta de Expiación y Prueba”
-Téfilo-(Ser extraterrestre a través de  mediumnidad)

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miércoles, 14 de mayo de 2014

Las drogas en nuestra vida

Las drogas en nuestra vida


Las drogas son substancias entorpecedoras, excitantes, alucinógenas utilizadas con la finalidad de, primeramente y con carácter provisional, propiciar al usuario un pretendido estado psíquico que le parezca agradable. 
También son llamadas drogas las substancias farmacéuticas, cuyo fin es amenizar dolores, la cura de enfermedades, el bienestar del convaleciente.
 
En el día a día, cuando algo va mal, una de las palabras más utilizadas, posiblemente, sea: ¡Droga! ¡Que droga!
 
El énfasis se da en la pronunciación, tanto o más caracteriza como aquello es malo.
 
Las drogas, farmacéuticas o no, utilizadas de forma liviana, inducen a estados de alteración de la conciencia. Los usuarios las denominan viajes.

Viajes que dejan, de retorno, secuelas graves de orden físico y psíquico.
 
Infelizmente, es bastante expresivo el número de personas que las consumen.
 
Las instituciones médicas, religiosas, gubernamentales se han preocupado con esas estadísticas que demuestran el desprecio a la vida, la devaluación de sí mismo.
¿Qué será de nuestro mañana, cuando la juventud se entrega a la adicción, olvidando valores de intelectualidad, conquistas personales, enriquecimiento del espíritu?
 
¿Qué será de nuestro mañana, cuando niños, que deberían estar golpeando el balón, con las rodilla arañadas de caídas de bicicleta, carreras, prefieren drogarse, para sentir el placer que esas actividades les propiciarían, sin contraindicaciones?
 
¿Qué será de nuestro mañana, cuando los adultos se entregan a tal adicción, olvidando la nobleza de las luchas para alcanzar lo que sueñan? ¿Qué será, finalmente, de nuestro mañana, cuando ancianos, que deberían estar contando la riqueza de sus experiencias, deciden abrazar las drogas, olvidando valores y afectos?
 
¿Qué será...?

* * *
Mientras la preocupación crece en ese sentido, no menos preocupante es el panorama de otras drogas que vienen destruyendo amistades, instituciones, hogares.
Hablamos de la rabia que vitaliza venganzas mezquinas, asestando sus lanzas contra personas que nada más hacen que pensar en el bien del prójimo.
 
Recordamos la envidia que destruye programas de excelente calidad, cuyo único objetivo es consolar corazones, serenar ánimos, invitar al optimismo.

Todo porque el envidioso decide que es más fácil destruir, que esforzarse para alcanzar la cima del otro, y unirse con él, en las mismas y dignas luchas por el semejante.
 
Recordamos de la maldad que establece intrigas, esparce la cizaña de la mentira, destruyendo la honra de personas nobles y coloca sospechas en tareas de total renuncia.
 
Esa forma de actuar, en sordina, en la callada de la noche, lanzando petardos aquí y allí, de forma sutil, es droga que igualmente produce muchos maleficios.
 
Por todo eso, si usted no desea contaminarse, ni servil al mal, piense un poco.
 
Si las informaciones le llegan, destilando veneno, sobre personas e instituciones, use el buen sentido.

Analice lo que hacen los que están siendo usados, sus obras, sus hechos.
 
Coloque en la balanza de la ponderación lo que oye del acusador, sus actos, sus actitudes.
 
Piense que, en cuanto el otro está obrando en el bien, este está sembrando la intriga, el mal.
 
Y entonces, con lucidez, no se permita inocular por la droga de la rabia, de la envidia, de la maldad.
 
Vacúnese con la vigilancia y la oración, conforme la orientación de nuestro Maestro Jesús.
 
No haga viajes por el país de las sombras. No se deje enredar por el mal.
 
Sirva siempre al bien. Vibre en el bien. Esparza el bien y contagie a muchos, con su disposición de acertar, de ser mejor, en plena conciencia de sus pensamientos y actos.


Traducción del Grupo Espirita el Amor en Acción

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                    LA VIGENCIA DE KARDEC
Lic. Jon Aizpurua
NO ESTÁ EN DISCUSIÓN

Una de las cuestiones más difíciles y delicadas que se han presentado en el Espiritismodesde sus propios inicios se relaciona con sus posibilidades para mantenerse actualizado frente a los avances que se producen continuamente en todas las áreas del conocimiento, y, al mismo tiempo, preservar los principios básicos que garantizan su identidad doctrinaria y constituyen la razón misma de su existencia.
Identidad y cambio, son pues, los términos de una ecuación que exige una actitud abierta, equilibrada y prudente. Una actitud, precisamente, como la que adoptó en su tiempo Allan Kardec, el ilustre fundador y codificador de la Doctrina Espírita , y es por eso, que la lectura de sus obras nos inspira tanta confianza y seguridad en la correcta orientación que él trazó, siguiendo además las pautas que le proporcionaron espíritus de altísima elevación moral e intelectual. En El Libro de los Espíritus y demás textos que integran la Suma Kardeciana, encontramos de manera explícita los criterios que definen los rasgos progresistas de la naciente idea:
Doctrina evolutiva:
“El Espiritismo, avanzando con el progreso, nunca quedará rezagado, porque, si nuevosdescubrimientos le demostrasen que está en el error en algún punto, él se modificará en ese punto y si una nueva verdad se revelase, él la aceptará”
Científica, filosófica y moral:
“El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como cienciapráctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrinafilosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantesrelaciones”
Abierta:
“El Espiritismo, so pena de suicidio no puede cerrar las puertas a ningún progreso”
Dinámica:
“La inmovilidad, en vez de ser una fuerza, se convierte en una causa de debilidad y rutina para quien no sigue el movimiento general; rompe la unidad, porque quienes desean ir hacia adelante se separan de los que se obstinan en quedarse atrás”
Racionalista:
“La fuerza del Espiritismo reside en su filosofía, en el llamamiento que hace a la razón y albuen sentido”
Arreligiosa:
“No teniendo el Espiritismo ninguna de las características de una religión, en la acepciónusual de la palabra, no podía ni debía presentarse con un título sobre cuyo valor inevitablemente se habría equivocado. Es por eso, que simplemente se dice doctrina filosófica”
Universalista y fraterna:
“La fraternidad debe ser la piedra angular del nuevo orden social. Pero, no habrá fraternidadreal, sólida y efectiva si no estuviese apoyada sobre una base indestructible; esta base es la fe; no la fe en tales o cuales dogmas particulares, que cambian con los tiempos y los pueblos se lanzan piedras porque, anatematizándose, mantienen el antagonismo, sino la fe en los principios fundamentales que todo el mundo puede aceptar: Dios, el alma, el futuro, el progreso individual indefinido y la perpetuidad de las relaciones entre los seres. Esta es la fe que da el Espiritismo y que será de ahora en adelante el centro en torno del cual se moverá el género humano” Tales características, claramente puntualizadas en estas citas de Kardec, representan la mejor garantía de que el Espiritismo, no solamente vino en el momento oportuno, superando dialécticamente las carencias y errores tanto del materialismo como de la religión; sino que llegó para quedarse, mostrando a la humanidad un camino cierto hacia nuevos y superiores destinos.
Cerca de siglo y medio ha transcurrido desde que fue codificado, y en todo ese tiempo, rico en transformaciones sociales, científicas, intelectuales, culturales, económicas y políticas, los postulados básicos que definen al Espiritismo, lejos de resultar lastimados por el impacto de esos cambios, se han fortalecido, pues han aparecido nuevas evidencias que confirman su autenticidad y veracidad.
Ahora, en la antesala del siglo XXI, con los nuevos enfoques de las ciencias naturales y de las ciencias sociales que han dado origen a concepciones emergentes como las que ofrecen la biología molecular, la física cuántica, la psicología transpersonal o la parapsicologí a, se está abriendo paso un nuevo paradigma del conocimiento que se define como holista, sistémico, dialéctico, ecológico y profundamente espiritualista.
Un paradigma donde se representa al Universo como la cristalizació n del pensamiento y la voluntad de Dios, como un infinito sistema en continua evolución, y al hombre como una compleja unidad bio-psico-socio- espiritual. En ese paradigma, los principios fundamentales que integran el cuerpo doctrinario del Espiritismo: Dios, espíritu, supervivencia, reencarnación, evolución, mediumnidad y pluralidad de mundos habitados, se ubican con perfecta comodidad.
Si esto es así, ¿qué se debe entender, entonces, por actualización del Espiritismo? Pues,Exactamente lo mismo que entendió y previó Kardec: mantenerlo siempre actual, de manos con el progreso y no a sus espaldas. Y eso es lo mismo que ya consideraron necesario pensadores de la estirpe de Léon Denis, Gabriel Delanne, Gustavo Geley, Ernesto Bozzano, Amalia Domingo Soler, Quintín López Gómez, Antonio Freire, Oliver Lodge, Cosme Mariño, Manuel Porteiro, Humberto Mariotti, Angelo Torteroli, Carlos Imbassahy, Herculano Pires, Deolindo Amorim, Soto Paz Basulto, Rosendo Matienzo Cintrón, Luis Zea Uribe, Ernesto Moog, Pedro Alvarez y Gasca, David Grossvater, Manuel Matos Romero, para mencionar solamente algunos de sus más insignes representantes en diversas épocas y naciones.
Actualizar el Espiritismo no implica, en forma alguna, la eliminación o la sustitución de ninguno de sus postulados centrales. Pero significa, eso sí, revisar la manera como sonentendidos e interpretados, y adecuarlos a las nuevas conquistas del Conocimiento científico. Encontramos numerosos temas y conceptos que apenas fueron insinuados en las obras kardecianas, y que requieren ser completados y desarrollados. La ciencia y sus aplicaciones tecnológicas han abierto rumbos que antes no existían y que el Espiritismo debe también incorporar. Y el lenguaje con que se comunican las ideas, con todas sus implicaciones semánticas y semiológicas, debe ser revisado, modificado y perfeccionado. Eso, que es tan obvio y elemental, y que provoca tanto escozor a los espíritas de  mentalidad conservadora y dogmática, ya lo hizo Kardec en su momento. En abril de 1857  publicó El Libro de los Espíritus conteniendo 501 preguntas y respuestas, y en 1860, dio a  conocer la que sería la segunda y definitiva edición con 1018 cuestiones. ¡Había revisado  diversas opiniones y más que duplicado el número de asuntos abordados! En 1858 publicó  Instrucción práctica sobre las manifestaciones espíritas, y después tomó la decisión de no  editar más esa obra y refundirla en El Libro de los Médiums. Tanto en sus libros como en la  Revue Spirite, Kardec reconoce, con la honestidad que le caracterizaba, que en numerosas  oportunidades se vio obligado a variar su opinión sobre ciertos temas e interpretaciones, e  invita a los espíritas a actuar siempre de ese modo para evitar que la doctrina quede  marginada del progreso en general. 
Para nosotros está muy claro que se debe resguardar la integridad de la doctrina y la fidelidad a las directrices que fueron trazadas por la espiritualidad superior, y que se debe permanecer alerta ante las “innovaciones” de extrañas procedencias que han tratado de infiltrarla, presentándose a sí mismas como “revelaciones superiores”, y que en verdad, nada aportan de interesante o constructivo, y por el contrario, introducen ideas absurdas y extravagantes que desacreditan a quienes las admiten.
La actualización del Espiritismo es un planteamiento y una actitud que se sintonizan plenamente con la letra y con el espíritu de las enseñanzas de su ilustre Codificador. No otra cosa haría él en estos momentos y no otra cosa nos está reclamando que hagamos. Esta convicción nos mueve a expresar con firmeza y serenidad que la vigencia de Kardec no está  en discusión, que su pensamiento es muy actual, y que el sentido dinámico y progresista de  su obra es la mayor garantía de que siempre estará en sintonía con el progreso. Es por eso, que la C. E. P. A. está convocando el XVIII Congreso Espírita  panamericano, que  va a realizarse con gran éxito en octubre próximo en la hermosa ciudad de Porto Alegre, con la intención de comenzar a discutir sobre el tema de la actualización, inaugurando  apenas un proceso que habrá de ser continuado en otros eventos, con la participación de  todos los espíritas que aman esta hermosa doctrina y desean verla siempre fresca, dinámica  y abierta.
La actualización del Espiritismo es una necesidad inaplazable y un desafío a la inteligencia, a  la cultura y a la sensibilidad de los espíritas. Marchamos hacia ese proceso enarbolando la bandera de Kardec y sintiendo en nuestras almas la inspiración de ese mundo espiritual  superior que orienta, anima e impulsa todo esfuerzo que contribuya a la  superación de la  humanidad.
Jon Aizpúrua
Editorial Revista América Espírita, número 56,
Recopilación: Cassio LopesAdaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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MIEDOS INFANTILES


Existen criaturas que tienen miedos inexplicables.
Sin que nadie las haya amedrentado  con figuras monstruosas, con la oscuridad o apagamientos, ellas demuestran temer la oscuridad, el mar, el rio, las armas.
Se asustan y corren aterradas para el cuello de los padres, o quedan paradas,  alto llanto,  frente a determinadas situaciones.
Hay hasta bebes que duermen tranquilos en el regazo materno.  La madre los deja en la cuna, los besa con dulzura y los tapa, llena de cariño.
Entretanto, cuando ella sale del cuarto y apaga la luz, ellos  despiertan a gritos, con tremendo temor, demorándose en calmarse, en la secuencia.
Algunas criaturas  tienen dificultades en la oscuridad. No consiguen entrar en un  lugar a oscuras, aun mismo acompañadas. Registran su descontento agarrándose a las manos de quien está con ellas y aun mismo así, lloran, piden con insistencia para que sea encendida la luz.
Algunos padres, deseosos de que sus hijos crezcan, sin miedos, los obligan  a enfrentar tales situaciones, llamándolos maricas, bobos, y otros adjetivos aun más infelices.
Obligan al hijo a entrar en una sala oscura y coger algún objeto, a propósito, enrabietándose si la criatura llora, grita  o no hace lo que le piden.
Para vencer el miedo al agua, lo adentran en el mar,  o en una piscina, con el hijo en los brazos, obligándolo a quedar allí. La criatura llega  al desespero, arañándose y gritando asustado.
Los miedos infantiles de ese orden  no son fruto de esta vida, pues son registrados desde los primeros meses, sin ninguno explicación razonable del ahora.
Son registros que el espíritu trae por haber sufrido algún mal, en vidas anteriores,  hasta incluso la muerte, en lugares oscuros o en el agua. Quién sabe   si sufrió desvanecimiento, quedando a oscuras por algún tiempo hasta consumarse  la muerte física.
O tuvo la muerte por ahogamiento, algunas veces hasta por imprudencia

Es porque tales miedos infantiles nos merecen    todo respeto y cuidado.
La criatura deberá ser llevada, con cuidado, con extremo cuidado, a comprender que ahora está segura.
Los padres podrán afirmarle esto, muchas, muchas veces, diciendo que los aman y que lo protegerán. Que ella no tiene que temer a la oscuridad, que ella siempre desaparece cuando encendemos la luz.
Llevarla al mar, para mojarse los pies despacito, saltar en la arena y, poco a poco, irle hablando de la necesidad de la prudencia más, también, que no hay motivo para tener tanto miedo.
Tal vez llevar al hijo a una piscina muy poco profunda y estar con el, incentivándolo a saltar en el agua.
Jamás en ninguna circunstancia, reírse de sus temores  o calificarlo  de forma negativa.
Son problemas muy profundos del espíritu y de forma delicada, cuidadosa y profunda deberán ser trabajados.

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El hijo que nos llega es siempre un espíritu pidiendo ayuda para su crecimiento  interior. Confía en nosotros y por esto nos toma como padres.
No le fallemos en los momentos más importantes. Ayudémoslo a superar sus dificultades, con calma.
No nos importe el aplauso del mundo, ni si el no ostentará jamás medallas  del hombre más valiente o del mejor nadador. Lo importante es que se torne un hombre  equilibrado, superando las dificultades una a una, seguro y feliz.

Redacción de Momento Espirita

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