sábado, 9 de julio de 2016

LA MISIÓN DEL ESPIRITISMO(1)






                           
                                LA MISIÓN DEL ESPIRITISMO(1)

Nuestra época, positivista por excelencia, es más idealista y el hombre que concibe la idea de reconocer un Dios, no lo personaliza, no le da nuestras míseras pasiones, no le concede nuestros goces egoístas, no lo asemeja a la especie humana. El Dios de los libre-pensadores es más grande, más sublime, más inmaterial, no está al alcance de nuestro entendimiento, le presentimos, le adivinamos y le vemos en sus obras.
La misión del Espiritismo no es destruir, no es derribar nada de lo existente, no viene a seguir las sangrientas huellas de las demás religiones, que todas, absolutamente todas, han derramado en la Tierra torrentes de sangre que se han convertido más tarde en ríos de lágrimas.
El Espiritismo viene a decir que Dios es Dios, y el Progreso es su profeta. Ni destruye los templos, ni viene a levantar nuevos altares. Jesús luchó entre la lógica y el sofisma de su tiempo, esa lucha aún sigue empeñada; y el Espiritismo toma parte en ella como la toman las demás filosofías, pero no se empeña en derribar ni ésta, ni aquella institución.
Jesús fue la encarnación del amor y del progreso, y está por encima de todas las teogonías y de todas las filosofías de la Tierra; y el Espiritismo enseña la ley que Él promulgó en el Monte de las Calaveras.
Nuestra moral es la de Jesús, y si todos los hombres de este planeta hubieran comprendido las enseñanzas del divino maestro, como tratan de comprenderlas los verdaderos espiritistas, no se hubiera derramado tanta sangre inocente, no se hubiese atormentado a millones y millones de hombres, ni habrían profanado la memoria del que murió, perdonando a sus verdugos.
Si algo queda de aquella moral sublime, que era el patrimonio divino de aquel que sanaba a los enfermos, si algo se recuerda aún de su doctrina evangélica, sus comentarios se encuentran en las obras espiritistas.
Los espiritistas aman a Jesús, porque ven en Él la reencarnación de un Espíritu elevadísimo, luz de la verdadera religión, luz que iluminó a la India, luz que más tarde irradió en Judea, luz que brillará sobre este planeta mientras la Tierra tenga condiciones de habitabilidad para albergar a la especie humana.
Acusan al Espiritismo de que éste no respeta la personalidad de Jesús. No es nuestro ánimo tratar ahora de esa cuestión capital, y únicamente diremos que el Espiritismo ve en Jesús no a un redentor, sino a uno de los muchos redentores que ha tenido la humanidad.
¿Pierde Jesús por esto el respeto, el amor, la admiración, la adoración suprema que mereció por su sacrificio? No; ¿Ha habido algún hombre de su época que se le asemeje? No; ¿Mas, por qué hemos de negar lo que la historia atestigua? ¿Lo que los libros sagrados nos dicen? Si doce mil años antes de la era cristiana establecían los brahmanes de la India el dogma de la trimurtí, o trinidad de Dios, y uno de los redentores indios tiene una historia parecidísima a la de Jesucristo ¿Por qué se han de desfigurar los hechos?
Porque haya existido Kristna ¿Deja de ser Jesús la personificación de la civilización moderna? ¿La encarnación del progreso? ¿La síntesis del amor? Mas, veamos lo que sobre Kristna dice el vizconde de Torres Solanot en su obra "El Catolicismo antes del Cristo" página 73: "La leyenda del Génesis indio dice que Brahma había anunciado a Heva la venida de un salvador, que nacería en la pequeña ciudad de Madura, y recibiría el nombre de Kristna (en sanscrito, sagrado). Su nacimiento tuvo lugar unos cuatro mil ochocientos años antes de nuestra era".

"Ese niño, Vischnú, la segunda persona de la Trinidad india, el hijo de Dios encarnado en el seno de la virgen Devanaguy (en sanscrito, formado por Dios), para borrar la falta original y llevar a la humanidad al camino del bien". "Devanaguy permanece virgen aunque madre, porque había concebido sin conocer hombre, envuelta por los rayos de Vischnú, y da a luz un niño divino en una torre, donde la había hecho encerrar su tío Rausa, tirano de Madura, quien había visto en sueños que el niño que naciera de aquélla debía destronarle".
"La noche del parto, al primer gemido de Kristna, un fuerte viento derribó las puertas de la prisión, mató a los centinelas, y Davanaguy fue conducida con su hijo recién nacido a la casa del pastor Nauda, donde le festejaron los pastores de la comarca, por un enviado de Vischnú". "Al saber la libertad de Davanaguy y su huída maravillosa, el tirano Rausa, ciego de furor, y para que no se le escapase Cristna, ordenó la degollación, en todos los estados, de los niños de sexo masculino, nacidos en la misma noche de aquel que quería matar". "Kristna escapó por milagro, pasando su infancia en medio de los peligros suscitados por los que tenían interés en su muerte; pero salió victorioso de todas las asechanzas, de todos los lazos que se le tendieron". 
"Llegado a la edad de hombre, se rodeó de algunos fervientes discípulos, y comenzó a predicar una moral que la India no conocía ya desde la dominación brahmánica; atacando valerosamente las castas, enseñó la igualdad de todos los hombres ante Dios, y puso de manifiesto la hipocresía y el charlatanismo de los sacerdotes. 
Recorrió la India entera, perseguido por los brahmanes y los reyes, atrayéndose a los pueblos por su singular belleza, su elocuencia dulce y persuasiva, llena de imágenes y por la sublimidad de su doctrina: ayudarse los unos a los otros, proteger, sobre todo, a la debilidad; amar a su semejante como a sí mismo; devolver bien por mal; practicar la caridad y todas las virtudes".
"Un día que Kristna oraba recostado contra un árbol, una tropa de esbirros enviados por los sacerdotes, cuyos vicios habían descubierto, le asaeteó y colgó su cuerpo en las ramas para que fuese presa de las aves inmundas".
"La noticia de esta muerte llegó a los oídos de Ardjima, el más querido de los discípulos de Kristna, y corrió aquél, acompañado de una gran muchedumbre del pueblo, para recoger los restos sagrados. Pero el cuerpo del hombre Dios había desaparecido; sin duda había vuelto a las celestes moradas, y el árbol en cuyas ramas fue colgado, apareció repentinamente cubierto de grandes flores rojas, esparciendo a distancia el más suave de los perfumes".
"Los sacerdotes, que habían mandado asesinar a Kristna, fueron los primeros en sentir su influencia; pero sea por habilidad, sea por convicción, la aceptaron como la grande encarnación de Vischnú, prometida por Brahma al primer hombre, y colocaron su estatua en todos los templos". 
Ahora bien: ¿No se asemeja esta historia a la historia de Jesús? ¿No hay grandes puntos de contacto en su nacimiento, en su vida, en su muerte y en su resurrección? ¿Por qué ese empeño total en no querer conceder a la Tierra más que un redentor? Cuando la humanidad terrena formada de "espíritus en turbación", como dice un joven pensador, olvidadiza por costumbre, ingrata por hábito, rebelde por condición, ignorante por pereza, necesita si fuera posible, un redentor por cada siglo. 
Tres mil años antes de la era cristiana, estaban codificadas las leyes indias, y Kristna dijo en aquellas remotas edades lo que más tarde repitió Jesús, y sabe Dios, si Kristna de qué otro Redentor lo repetiría. No es de hoy la moral de Jesús, no; escuchemos algunos versículos del Evangelio indio, que sus máximas sublimes alientan y fortifican, y hace más de cinco mil años que las almas enfermas beben el agua fuera de los textos védicos. Leamos:
"Los hombres que no tienen el dominio de sus sentidos, no son capaces de cumplir con sus deberes". 
"Es preciso renunciar a la riqueza y a los placeres, cuando éstos no son aprobados por la conciencia".
"Los males que causamos a nuestro prójimo nos persiguen como nuestra sombra a nuestro cuerpo".
"La ciencia del hombre no es más que vanidad, todas sus buenas acciones son ilusorias cuando no sabe referirlas a Dios".
"Las obras que tienen por principio el amor de su semejante, deben ser ambicionadas por el justo, porque serán las que pesen más en la balanza celeste".
"Por las buenas acciones en sí mismas, y no por la cantidad, es por lo que seréis juzgados".
"A cada uno según sus fuerzas y sus obras".
"No se puede pedir a la hormiga el mismo trabajo que al elefante".
"A la tortuga, la misma agilidad que a la cierva".
"Al pájaro que nade, al pez que se eleve en los aires".
"No se puede exigir al niño la prudencia del padre".
"Pero todas esas criaturas viven para un fin, y aquellas que cumplen en su esfera lo que ha sido prescrito, se transforman y se elevan según todas las series de emigración de los seres. La gota de agua, que encierra un principio de vida que el calor fecunda, puede llegar a ser un dios".
"Pero sabedlo todos; ninguno de vosotros llegará a absorberse en el seno de Brahma por la oración solemne, y el misterio monosílabo no borrará vuestras últimas manchas, sino cuando lleguéis al umbral de la vida futura, cargados de buenas obras, y las más meritorias entre esas obras serán aquellas que tengan por móvil el amor al prójimo y la caridad".
"El que es humilde de corazón y de espíritu, es amado por Dios; no tiene necesidad de otra cosa".
"Lo mismo que el cuerpo es fortificado por los músculos, el alma es fortificada por la virtud".
"Así como la tierra sostiene a los que la pisan con los pies, y le desgarran su seno trabajándola, así debemos volver el bien por el mal".
"Los servicios que se prestan a los espíritus perversos, el bien que se les hace, parecen caracteres escritos sobre el agua, que se borran a medida que se les traza. Pero el bien debe cumplirse por el bien, porque no es sobre la Tierra donde hay que esperar recompensa".
"Cuando morimos, nuestras riquezas quedan en la casa; nuestros parientes, nuestros amigos no nos acompañan más que hasta la tumba; pero nuestras virtudes y nuestros vicios, nuestras buenas obras y nuestras faltas, nos siguen en la otra vida".
"El infinito y el espacio, pueden solos comprender al espacio y al infinito. Dios sólo puede comprender a Dios".
"El hombre honrado, debe caer bajo los golpes de los malos, como el árbol sándalo, que cuando se le derriba, perfuma el hacha que le ha herido". 
"El justo que no se haga jamás culpable de maledicencia, de imposturas y de calumnias; que no busque querellas; que tenga constantemente la mano derecha abierta para los desgraciados, que no se vanaglorie jamás de los beneficios que haga".
"Cuando un pobre venga a llamar a su puerta, que lo reciba, le lave los pies, le sirva él mismo y coma de sus restos, porque los pobres son los elegidos del Señor. Pero, sobre todo, que evite, durante el curso de su vida, dañar en lo más mínimo a otro: amar a su semejante, protegerle y asistirle, de ahí derivan las virtudes más agradables a Dios". 
Sobre esta moral sublime está calcado el Evangelio de Jesús, su historia,con pequeñas variantes, es la misma de Kristna; así es que la regeneración social que realizó Jesús no es debida a un episodio de su historia; que si bien pudo servir de base para un gran misterio religioso, no es debido a la creación de ese misterio el desenvolvimiento progresivo de la humanidad. Este movimiento ascendente obedece al exacto cumplimiento de las leyes universales que rigen en la creación. 
Justo es que digamos que los espiritistas ni hacen descender al hombre a la triste condición del bruto, ni son tan osados y tan ilógicos que lo elevan a la suprema categoría de un Dios.
Para nosotros no hay más que un Dios, ¡Ese Dios que se siente y no se define!
¡Esa inteligencia suprema! ¡Ese algo misterioso que constituye un todo incomprensible, universal y eterno!... 
¡Ese aliento divino!...
¡Esta savia generosa que alimenta a los lirios y a las cordilleras de los Andes! ¡A los infusorios de la Tierra, y a los mundos que en vertiginosa carrera se precipitan afanosos para sorprender los secretos de la eternidad!
Somos deístas racionalistas, y no le concedemos al hombre más que el fruto de su trabajo; por esta razón no podemos mirar en él, ni al bruto, ni a un Dios. Bruto no puede ser porque en su frente irradia un destello de la inteligencia divina; y a ser Dios no puede llegar, porque en el Universo no hay más que un Dios. ¡Luz más luz, produce sombra! Esto dijo un sabio y es la verdad.
Creemos, sí, que los hombres pueden llegar a ser grandes y buenos si quieren utilizar su inteligencia y su sentimiento, trabajando asiduamente en su mejoramiento moral e intelectual.
¡Pueden llegar a ser enviados providenciales!
Creemos que la moral de Jesús, es la moral de Dios; es la ley eterna promulgada desde los primeros tiempos por legisladores divinos, que le han hablado a las humanidades en un lenguaje apropiado a su respectivo adelanto.
Las humanidades no han sido creadas para odiarse, no. Los hombres no han nacido para destruirse unos a otros como fieras sanguinarias. Su destino es más humanitario, su misión es más grande, su tendencia más armónica, por esto de vez en cuando, cuando la fiebre enloquece a los hombres, cuando las instituciones de este mundo flaquean, vienen enviados providenciales, preceptores divinos que sirven de catedráticos a las multitudes, y les enseña la moral de todos los siglos, les leen el Código de todos los tiempos, les hablan de ese Dios desconocido que está en la mente de todos los hombres. 
Jesús fue uno de esos profetas del Espiritualismo, y como su gran misión es regenerar a los pueblos, como había sonado la hora en el reloj eterno, para que comenzara a espiritualizarse el sentimiento de la humanidad terrestre; por esto su voz generosa resonó en la Tierra, resuena todavía y resonará eternamente, y esto aconteció, acontece y acontecerá: no porque el cuerpo de Jesús resucitase, o fuese fluídico, sino porque Jesús resucitó al cuerpo social; y le dijo al viejo mundo (inmenso cadáver encerrado en la sepultura del más grosero materialismo), ¡Levántate y anda, humanidad hipócrita y descreída, y busca a Dios por medio de las buenas obras, que harto tiempo has estado aletargada con el opio fatal de tus pasiones!
El mayor de los milagros que Jesús ha hecho y que acredita verdaderamente su superioridad, es la revolución que sus enseñanzas han hecho en el mundo a pesar de la exigüidad de sus medios de acción.
En efecto, Jesús, pobre, nacido en la más humilde condición, en un pueblo casi ignorado y sin preponderancia política, artística, ni literaria, sólo predica durante tres años. En este corto periodo de tiempo es conocido y perseguido por sus conciudadanos, calumniado y tratado de impostor: se ve obligado a huir para no ser apedreado; es vendido por uno de sus apóstoles, negado por otro y abandonado por todos en el momento que cae en manos de sus enemigos.
¿Hay mayor injusticia que la que los hombres le han hecho a Jesús y a su sagrada religión?...
¡Pobres seres los que envueltos en la luz del presente, cierran los ojos ofuscados por la claridad, y suspiran recordando las sombras del pasado; no queriendo comprender que los dogmas de la fe ciega han desaparecido ante la ciencia, como la niebla desaparece ante los rayos del Sol!.
No tenemos la arrogancia estúpida de creer que la escuela filosófica espiritista ha pronunciado su última palabra, y que tras de esta creencia no haya más problemas que descifrar. No lo creemos nosotros así, no; vemos en el Espiritismo un gran adelanto; porque su desenvolvimiento hoy se adapta al gusto dominante de nuestra época, que es la investigación y el análisis: por esto la doctrina espírita nos encamina por la senda del progreso, sin que por esto creamos que poseemos la perfección absoluta, porque esa sólo la posee Dios. 
Nosotros creíamos ayer, y creemos hoy: en un solo Dios, inteligencia suprema causa primera de todas las cosas, infinita, incomprensible en su esencia, inmutable, inmaterial, omnipotente, soberanamente justo, bueno y misericordioso. Creemos que el hombre, una de sus criaturas, debe a Dios una adoración infinita.
¡Las hermosas palabras del evangelio han resonado siempre en el mundo! ¡El eco ha repetido en todos los tiempos la voz de Dios! Mas, ¿De qué sirvió la predicación de Kristna? Se obtuvo el mismo resultado que con la de Jesús; los sacerdotes crearon las castas, los privilegios, y en nombre de éste o de aquel Redentor, la humanidad antropófaga por instinto ha devorado en el voraz apetito de su soberbia, cuando ha tenido la debilidad de dejarse destruir.
La historia del progreso es tan antigua como el mundo. El Espíritu de Dios ha flotado sobre todas las humanidades, y ha irradiado en todas las épocas. El cristianismo no es de hoy, es de ayer, es de siempre, y será de toda eternidad, porque su moral sublime es el compendio de todas las virtudes.
Jesús vino a la Tierra llamando la atención del pasado, del presente y del porvenir, planteó en su aparición un problema científico, la teología se apoderó de este problema y le cubrió con un velo misterioso; pero mientras el misterio exista la luz no puede alumbrar a la humanidad.
Jesús vino a la Tierra para dar una lección a los tiempos de los tiempos. ¡Pobres teólogos de todas las edades! ¡Cuán ignorantes habéis sido siempre! ¡Para vosotros no ha habido más que tiempo presente! ¡No habéis presentido el pasado! ¡No habéis adivinado el mañana! ¡Toda la vida la habéis encerrado en la gota de agua que habéis tenido delante!
¿Merecen llamarse cristianos los que miran en Jesús un enviado divino, y tratan de imitar en lo poco que pueden, y lo que su escaso entendimiento les permite, la humildad, la paciencia, la tolerancia, y la cariad del mártir del Calvario?. ( Continúa en el siguiente)

Amalia Domingo Soler-

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UTILIDAD DEL ESPIRITISMO Y SUS PROGRESOS

El Espiritismo, difunde una luz que penetrará desde el palacio del potentado hasta la cabaña del rústico aldeano, luz que en medio de la diversidad de escuelas, de sistemas y de opiniones religiosas, políticas y sociales que dividen a la humanidad actual, será de un gran poder para iluminar a todos.
El Espiritismo tiene por objeto combatir la incredulidad y sus funestas consecuencias, dando prueba patente de la existencia del alma y su vida futura. Se dirige a todos en general pero muy particularmente a los que no creen en nada y a los que dudan, cuyo número es muy grande por desgracia.
El Espiritismo que sabe que toda creencia es superficial y sólo da las apariencias de la fe pero no la fe sincera, expone sus principios a la vista de todos de modo que puede cada cual formar opinión con conocimiento de causa. Los que lo aceptan lo hacen libremente y porque lo encuentran racional. No impone una creencia, invita a un estudio; no pretende convertirse por sorpresa, sino que se le estudie detenidamente, para después rechazarlo o aceptarlo.
Los espiritistas decimos: al que ha nosotros viene como hermano, como a hermano lo recibimos; al que nos rechaza le dejamos en paz; pero guardándole las misma consideraciones.
El Espiritismo nos enseña la influencia que el mundo invisible ejerce con el mundo visible y las relaciones que entre ambos existen, como la astronomía nos enseña las relaciones de los astros con la Tierra; nos la presenta como una de las fuerzas que gobiernan al Universo y contribuyen al sostenimiento de la armonía general. Y este conocimiento de ultratumba nos lleva a la resolución de infinidad de problemas insolubles hasta ahora; nos da la prueba patente de la existencia del alma; de su individualidad después de la muerte, de su inmortalidad y de su suerte verdadera; es pues, la destrucción del materialismo no con razonamientos sino con hechos.
Por esto, hermanos míos: Cuando los dogmas religiosos se derrumban minados en su base por la ciencia positiva y el espíritu de examen de nuestro siglo; cuando las falsas y desconsoladoras interpretaciones de la ciencia materialista buscan en vano solución a las grandes cuestiones morales y satisfacción a los anhelos y aspiraciones de la humanidad; cuando todo se halla perturbado y pidiendo regeneración, y se agita el problema político “unido en nuestros días al problema social, que es ante todo un problema religioso”; cuando más oscuro se ve el horizonte y más intrincado el camino, conduciéndonos por todas las partes al abismo como irremediable y desastroso fin; cuando hasta las mismas conquistas de la civilización semejan convertirse en elementos perturbadores para sumir a
la humanidad en las tinieblas de caótico desconcierto; en este momento supremo en que todo se pone en tela de juicio y de todo se duda, hasta de la existencia de Dios y de nuestro yo inmortal, aparece providencialmente el Espiritismo hecho de todos los tiempos, con el doble carácter de ciencia de observación y de doctrina filosófica, sentando las bases de la religión del porvenir que ha de resolver todos los problemas hoy planteados.
Abriga esta seguridad el Espiritismo proclamando: La Existencia de Dios. Infinidad de mundos habitados. Preexistencia y persistencia eterna del Espíritu.
Demostración experimental de la supervivencia del alma humana por la comunicación medianímica con los espíritus. Infinidad de fases en la vida infinita de cada ser.
Recompensas y penas como consecuencia natural de los actos. Progreso infinito. Comunión universal de los seres. Solidaridad. Sí, ciertamente; con estos principios, el Espiritismo viene en el momento preciso ha abrir la era nueva de una transformación social y religiosa. Pero a diferencia de las
tradiciones religiosas que han mantenido a los pueblos en la servidumbre del pensamiento, el Espiritismo no admite más que las demostraciones por los hechos estudiados en sus causas y en sus efectos, y rechaza todo supernaturalismo: Sometiendo sus principios al crisol de la razón, no impone ninguna especie de creencia, y por lo tanto no teme la discusión; llama a los librepensadores imparciales y a los amantes de toda idea grande y generosa susceptible de transformar el actual estado social demostrando por medio de una creencia positiva, la imperiosa necesidad para todos indistintivamente, de someterse a la ley de Solidaridad, que encierra los grandes principios de libertad, de igualdad y fraternidad.
La base de toda filosofía y de todo saber, resumida en la célebre inscripción del templo de Delfos, “conócete a ti mismo” es un problema resuelto con la contestación que el Espiritismo da a los tres eternos interrogantes: ¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos? y la existencia de inmortalidad del yo espiritual, que las escuelas espiritualistas no han podido probar de una manera incontestable, por medio del razonamiento, merced a los fenómenos espiritistas es una verdad que puede ser ya positivamente demostrada, sin contestación posible, por los investigadores concienzudos.
Así el Espiritismo no dice: “cree” sino “estudia” y en esto fía su fuerza atractiva, y a eso debe sus inmensos progresos.
Ninguna escuela filosófica, ninguna doctrina religiosa alcanzó en tan poco tiempo el desarrollo y extraordinario crecimiento que ha tenido el Espiritismo.
Éste ha entrado en una fase de investigación científica con los trabajos de William Crookes, el célebre químico inglés de Sollner, y de Paúl Gibier el eminente médico Francés a quienes precedieron en la afirmación de la realidad de los fenómenos espiritistas distinguidos sabios; naturalistas como Alfredo Russell Wallace, físico y químico como Varley, y otros eminentes profesores; y astrónomos como Flammarión, genios como Víctor Hugo, y una pleyáde de grandes literatos contemporáneos.
Con tan ilustre compañía, bien pueden soportar los espiritistas el calificativo de locos, que también se lo dieron sus contemporáneos a los más notables descubridores y a los grandes bienhechores de la humanidad.
De modo que, en el curso de los progresos del Espiritismo, los principios que proclama concluirán por ser aceptados como la expresión de la realidad porque la influencia de la Verdad, la Belleza y la Bondad de las cuales cada uno tenemos un destello por la esencia de donde hemos salido, tiende a evolucionar hacia la armonía que es el bien, objeto esencial de nuestra doctrina, la cual se impone a la razón como una verdadera ciencia, sin que pueda ser destruida por los sofismas de falsos sabios.
A medida que se extiendan las ideas que el Espiritismo da de la existencia de Dios y su justicia, y de las sucesivas existencias del alma, se verá como ha dicho un profundo pensador; que las impaciencias se calman, las ambiciones se entibian, las disidencias de los partidos se borran, los espíritus se reúnen para un fin común, con un mismo pensamiento, y la opinión pública tomará una fisonomía nueva, permitiendo llenar sus aspiraciones justas.
Entonces el ser humano, llevará con paciencia el destino que le toca en la Tierra, persuadido de que, por duro que sea, es una prueba que ha merecido, y que si la sufre con grandeza de ánimo y resignación durante los instantes de la vida planetaria, dará un gran paso adelante en la vida eterna.
Extraído del libro La luz del camino


jueves, 7 de julio de 2016

SEXO Y SEXUALIDAD- EL ASUNTO PROHIBIDO

      
   
   ESPIRITISMO EN LAS OPINIONES 

A medida que el proceso de la evolución adelanta en la tierra,los órganos informativos se convierten mas eficaces. 
en todos los ámbitos los hombres investigan,cotejan,observan y conjeturan,y siempre surge,como resultado final de ello,el esclarecimiento por medio de la síntesis,auxiliando a todos a escoger caminos y seleccionar normas. 
Servicios,descubrimientos,y técnicas llegan hasta los mas remotos sectores del planeta por la fuerza del libro y de la escuela,de la prensa y la radiofonía,de la televisión:y éstos medios actúan,en función de la propaganda,sugiriendo preceptos o señalando soluciones. 
Por ello es que consideramos justa la inquietud de llevar el aporte de la doctrina espiritista,en cooperación honesta con las directrices que las religiones y filosofías ofrecen al ser humano.a efectos de contribuir con ello al mejoramiento de la vida de éste. 
Los espiritistas en todos los círculos de la vida terrestre,pueden y deben expresar,sobre todo a través de las acciones,el verdadero concepto espiritista que se fundamenta en sus mismas convicciones. 
Es cierto que no tenemos ninguna receta especial para la conquista de una felicidad ilusoria,como tampoco sabemos bajar el cielo al nivel de suelo,pero si disponemos de los recursos precisos para la edificación de la felicidad y del mismo cielo en nuestro reino interior,generando el autoperfeccionamiento por medio del trabajo y del estudio. 
A los que se muestren decididos a la realización espiritista mediante los testimonios del espiritismo practicado,invitamos a la meditación de las enseñanzas libertadoras de Allan Kardec,bajo la inspiración de Cristo,a fin de que podamos transmitir la influencia espiritistas por los vehículos del progreso y de la cultura,no solo para que el Espiritismo palpite vibrante entre las distintas opiniones de la vida moderna,sino también para que las opiniones del Espiritismo puedan reflejarse con fidelidad en nosotros. 
ANDRÉ LUIZ OPINIÓN ESPÍRITA


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FRANCISCO CÂNDIDO XAVIER 

Francisco Cândido Xavier nació en la ciudad de Pedro Leopoldo, Estado de Minas Gerais, Brasil, el 2 de Abril de 1910, hijo de un obrero y una lavandera. Su madre, Maria Joao de Deus, falleció cuando el tenia sólo cinco años y debido a que su padre debía trabajar muchas horas diarias, Chico Xavier pasó a vivir con su madrina que le maltrataba. Según sus propias palabras su madrina “cometía actos extraños”. Dos años después su padre se volvió a casar con una joven buena y cariñosa llamada Cidália Baptista y gracias a su esfuerzo consiguió que el pequeño, junto con sus hermanos, volviesen a vivir en el hogar paterno. 
Toda su infancia y parte de su adolescencia estuvo marcada por una gran carencia económica. Tanto, que Chico se tuvo que poner a trabajar a la edad de ocho años y con ello ayudar con el sustento de sus hermanos. 

A esta situación se le unía que desde la edad de cuatro años, Chico Xavier ya veía y escuchaba espíritus, incluso veía a su madre desencarnada en el patio de la casa de su madrina y que le aconsejaba que tuviese paciencia. Durante la adolescencia estos fenómenos aumentaron y no sería hasta 1927 que, por causa de la enfermedad de una de sus hermanas, conocieron a un matrimonio espirita amigo con los que realizaron la primera sesión mediúmnica de su vida. Dos libros guiaron dicha reunión: “El Evangelio según el Espiritismo” y “El Libro de los Espíritus”, ambos de Allan Kardec. Fue de este modo que comprendió el por qué de todos los sucesos que le iban sucediendo desde la infancia. La hermana mejoró considerablemente ya que se trataba de una obsesión. 
A los 17 años de edad recibió sus primeros escritos desde el mundo espiritual. Chico psicografió sus primeros poemas sobre los deberes del espírita cristiano y fueron publicados por amigos suyos en revistas y periódicos de la región. 

En 1931 se comunica por primera vez el que sería su guía espiritual, Emmanuel. Este le explica que la misión que ha venido a realizar es la de escribir libros mediúmnicos para divulgar el espiritismo y la caridad. Para ello le dice que debía seguir tres reglas fundamentales: “Disciplina, disciplina y disciplina”. 
Al año siguiente edita su primer libro mediúmnico “Parnaso de Ultratumba”. La publicación de este libro escandalizó al extremo conservadurismo religioso existente en Pedro Leopoldo y a su vez atrajo hasta allí a muchísimos críticos literarios, periodistas y curiosos asombrados por cómo un joven de 21 años, analfabeto, había sido capaz de escribir esos poemas tan distintos, con una métrica perfecta, a una velocidad vertiginosa e incluso, a veces, dos sonetos simultáneamente. En todos los poemas se podía leer entre líneas el mismo mensaje: “Estamos vivos, la muerte no existe”. 

Tuvo diferentes trabajos pero su puesto definitivo fue de funcionario en el ministerio de Agricultura del Estado de Minas Gerais. Allí estuvo durante treinta años. 
Nunca se casó ni tuvo hijos, sacrificó el formar una familia para poder dedicarse por entero a los demás y a sus libros. 
En 1959 se trasladó a vivir a la ciudad de Uberaba, en el estado de Minas Gerais. Allí continuó con sus obras mediúmnicas y cada sábado recibía gente en su casa para ayudarles tanto de manera espiritual como psicológica. 

Escribió más de 400 libros, a una media de 6 libros al año. De ellos, 23 fueron dictados por su guía espiritual, Emmanuel. Uno de estos 23, titulado “Pablo y Esteban” ha sido considerado uno de los mejores libros mediúmnicos del siglo XX. En una ocasión le preguntaron a Chico cual era su libro favorito de todos los que había psicografiado, el contestó que “Pablo y Esteban” y “Buena Nueva”. 
De toda su obra se han vendido más de veinticinco millones de ejemplares cuyos derechos de autor fueron cedidos a instituciones benéficas. En la década de los 80, con el ingreso obtenido por la venta de sus libros en la ciudad de Fortaleza, permitió a cien mil mujeres dar a luz de manera gratuita. 
Chico Xavier psicografió libros en inglés, francés, español, esperanto, japonés y griego, tratando temas tan diversos como filosofía, medicina, historia, crónicas de literatura infantil…También debemos remarcar toda su magnífica obra dictada por el espíritu de André Luiz hablándonos acerca de la vida en el mundo espiritual. 
Como una de las anécdotas de la vida de Chico podemos contar que entre las múltiples obras que psicografió encontramos las escritas por el espíritu Humberto de Campos. Estos libros tuvieron tanto éxito que la viuda de Humberto puso un juicio a Chico Xavier para que le pagase parte de las ganancias como “derechos de autor”. La justicia declaro que la viuda sólo tenía derecho a recibir dinero de las obras escritas por su marido mientras estuviese vivo. A partir de ese momento las siguientes obras psicografiadas por dicho espíritu llevaron la firma de “Hermano X” para evitar futuros problemas. 

Otro hecho curioso en la vida de Chico Xavier fue su participación en un juicio. En este caso se juzgaba a un joven llamado José Divino por haber asesinado a Mauricio Garcés. Chico sin conocer de nada a ninguno de los dos implicados, recibió a través de la psicografía un mensaje del propio Mauricio contando que José Divino no había sido el culpable de su muerte. No solo la letra era exacta a la de Mauricio si no que la firma era idéntica a la que tenía en vida. Gracias a esto el juez cambió su decisión y absolvió al pobre José. Este caso dio origen al libro “Lealtad”. 
El 30 de junio de 2002, día en que la selección de fútbol brasileña ganó el penta-campeonato Chico desencarnó, justo un día en que Brasil iba a estar feliz, como él pronosticó. Se acostó en su cama y físicamente no volvió a despertar. Su cuerpo fue velado durante 48 horas y la policía calculó que fueron a despedirse de él cerca de 120 mil personas. 

Todo el que conoció a Chico Xavier habla de él como una persona extremadamente humilde, amigo de todo el mundo y con un gran sentido del humor, sin dejar de lado que fue uno de los mejores médiums de la historia. A pesar de ser pobre nunca aceptó dinero alguno procedente de sus obras y vivió hasta el final con su pequeña jubilación de funcionario. Vivió 92 años de los cuales 75 los dedicó a un intenso trabajo mediúmnico. 
Qué mejor manera de acabar esta biografía que con las propias palabras de nuestro homenajeado: 
“En el mundo, a nuestro ver, no apareció por lo pronto, ninguna frase resumiendo una filosofía correcta de vida como aquella pronunciada por Jesús: “Amaos unos a los otros como yo os he amado” esto es, amar sin esperar ser amado y sin aguardar recompensa alguna, amar siempre”. 

(Reproducción parcial del programa “Homenaje a Chico Xavier” por T. V. Globo, Río, R. J. Brasil – 5/5/1995)


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 RELACIONES CON LOS ESPÍRITUS

¿Pueden los Espíritus, por medio de las comunicaciones escritas, inspirar desconfianza injusta sobre ciertas personas y hacer que riñan los amigos?
"Los Espíritus perversos y celosos, en cuanto a mal pueden hacer lo que hacen los hombres; por esto es menester tener cuidado. Los Espíritus superiores son siempre
prudentes y reservados cuando tienen que reprender; no dicen mal; advierten con
miramiento. Si quieren que, en su interés, dos personas dejen de verse, harán nacer
incidentes que les separarán de una manera natural. Un lenguaje propio para sembrar la
turbación y la desconfianza es siempre el hecho de un Espíritu malo, cualquiera que sea
el nombre que tome. Así, pues, no acojáis sino con circunspección el mal que un Espíritu
puede decir de cualquiera de vosotros, sobre todo cuando un Espíritu bueno os ha hablado bien de él, y desconfiad de vosotros mismos y de vuestras propias prevenciones. En las comunicaciones de los Espíritus no toméis sino lo que tengan de bueno, de grande, de racional, y lo que vuestra conciencia apruebe."



Por la facilidad con la cual los Espíritus malos se mezclan en las comunicaciones, ¿parece que nunca debe uno estar cierto de obtener la verdad?
"Sí, puesto que tenéis un juicio para apreciarlas. Al leer una carta sabéis conocer
si es un grosero o un hombre bien educado, un zote o un sabio aquel que os escribe;
¿por qué no podríais hacerlo cuando los Espíritus os escribe? Si recibís una carta de un
amigo que está lejos, ¿qué es lo que os prueba que es suya? Su escritura, diréis vosotros;
¿pero no hay falsarios que imitan todas las escrituras, y tunantes que pueden
conocer vuestros negocios? Sin embargo hay señales con las cuales no os engañaréis;
lo mismo sucede con los Espíritus. Figuráos, pues, que un amigo es
el que os escribe, o que leéis la obra de un escritor, y juzgad por los mismos medios."

* ¿Podrían los Espíritus superiores impedir que los Espíritus malos tomasen nombres falsos?
"Ciertamente lo pueden; pero cuando peores son los Espíritus, más testarudos
son, y a menudo se resisten a las órdenes. Es muy necesario también que sepáis que los
Espíritus superiores se interesan por unas personas más que por otras, y cuando lo
juzgan necesario saben preservarlas de la mentira; contra estas personas los Espíritus
mentirosos son impotentes."

20ª ¿Cuál es el motivo de esta parcialidad?
"No es parcialidad, es justicia; los Espíritus buenos se interesan por aquellos que
hacen caso de sus avisos, y trabajan formalmente para su propia mejora; son sus preferidos y les secundan, pero se cuidan poco de aquellos con los cuales pierden su tiempo
con hermosas palabras."

EL LIBRO DE LOS MEDIUMS 
ALLAN KARDEC

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  IDENTIFICACIÓN DE LOS                             ESPÍRITUS

El medio que se emplea algunas veces con buen resultado para asegurar la identidad, cuando el Espíritu que se comunica es sospechoso, consiste en hacerle afirmar, "en nombre de Dios Todopoderoso", que es el mismo que se nombra. Sucede a menudo que el que toma un nombre supuesto retrocede ante un sacrilegio, y después de haber empezado a escribir: "Yo afirmo, en nombre de...", se para y traza con cólera lineas insignificantes, o rompe el lápiz; si es más hipócrita, evade la cuestión por una restricción mental, escribiendo por ejemplo: "Os certifico que digo la verdad"; o bien:
"Atestiguo en nombre de Dios, que soy yo el que os hablo", etc. Pero los hay que no son
tan escrupulosos y juran todo lo que se quiere. Uno de ellos se comunicó a un médium
diciendo que era "Dios" y el médium, muy honrado por tan alto favor, no vaciló en creerle. Evocado por nosotros no se atrevió a sostener tal impostura, y dijo: Yo no soy Dios, pero soy, su hijo. - Entonces, ¿sois Jesús? Esto no es probable porque Jesús está colocado muy alto para emplear un subterfugio. ¿Os atrevéis, pues, a afirmar, en nombre de Dios que sois Cristo? - Yo no digo que sea Jesús; yo digo que soy el hijo de Dios, porque soy una de sus criaturas.
Debe deducirse de esto que si rehúsa un Espíritu el afirmar su identidad en nombre de Dios, es siempre una prueba manifiesta de que el nombre que ha tomado es una impostura, pero que la afirmación sólo es una presunción y no una prueba cierta.
*. Puede también colocarse entre las pruebas de identidad la semejanza de escritura y de la firma, pero como por otra parte no es dado a todos los médiums el obtener este resultado, esto no es siempre una garantía suficiente; en el mundo de los Espíritus hay tantas falsedades como en éste; no es, pues, sino una presunción de identidad, que no adquiere valor sino por las circunstancias que la acompañan. Lo mismo sucede con todas las señales materiales que algunos dan como talismanes inimitables por los Espíritus mentirosos. Para los que se atreven a jurar a Dios en falso o falsificar una firma, un signo material cualquiera que sea, no puede ofrecerles mayor obstáculo. La mejor de todas las pruebas de identidad está en el lenguaje y en las circunstancias casuales.


261. Sin duda se dirá que si un Espíritu puede imitar una firma, del mismo modo puede imitar el lenguaje. Esto es verdad; nosotros hemos visto que tomando descaradamente
el nombre de Cristo, y para engañar, simulaban el estilo evangélico y prodigaban a diestro y a siniestro estas palabras bien conocidas: "En verdad, en verdad yo os lo digo"; pero cuando se estudiaba el conjunto "sin prevenciones", cuando se escudriñaba el fondo de los pensamientos, la importancia de las expresiones; cuando al lado de las bellas máximas de caridad se veían recomendaciones pueriles y ridículas, hubiera sido preciso estar "fascinado" para engañarse. Sí; ciertas partes de la forma material del lenguaje pueden ser imitadas pero no el pensamiento; jamás la ignorancia imitará el verdadero saber, y jamás el vicio imitará la verdadera virtud; siempre habrá algo que hiera el oído; entonces es cuando el médium, así como el que evoca, tienen necesidad de toda la perspicacia y de todo su criterio para distinguir la verdad de la mentira. Deben persuadirse que los Espíritus perversos son capaces de todas las estratagemas, y cuando más elevado es el nombre bajo el cual se manifiestan, más debe inspirar desconfianza. ¡Cuántos médiums ha habido que han tenido comunicaciones apócrifas firmadas por Jesús, María o de un santo venerado!

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC


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           SEXO Y SEXUALIDAD-  
        EL ASUNTO PROHIBIDO


Como hombres los Espíritus asumen  uno u otro género  con el propósito de mejorarse en las diversas experiencias que ambos ofrecen. No teniendo sexo conforme comprendemos, los Espíritus  no se prenden a una forma para sus adquisiciones intelecto morales reencarnan según las pruebas que deben soportar.
Ya en León Denis  en la obra titulada El Problema del Ser y del Destino y del Dolor, es posible comprobar que el asunto fue muy mal comprendido. En el capitulo XIII de la segunda parte, el autor expone así:
“En cuanto a la elección de sexo, es también el alma la que, de antemano, elige. Puede hasta vararlo de una encarnación  para otra por un acto de su voluntad creadora, modificando las condiciones orgánicas del periespiritu. Ciertos pensadores  admiten  que la alternación de los sexos es necesaria para adquirir  virtudes especiales, dicen ellos, una de las mitades del género humanos; por ejemplo, en el hombre, la voluntad, la firmeza, el coraje; en la mujer, la ternura, la paciencia, la pureza.”
“Creemos de preferencia, de acuerdo con nuestros Guías, que el cambio de sexo, siempre posible  para el Espíritu, es, en principio, inútil y peligrosa. Los Espíritus elevados la desaprueban.”
Nadie en su conciencia puede admitir  que los Espíritus más elevados que aquellos que estuvieron con Kardec en la Codificación, se pueden prestar  a dar instrucciones tan particulares tan contradictorias en un espacio corto de tiempo, con la falsa intención de colaborar con la Doctrina  o complementarla 
Nacido el hombre o mujer, el objetivo del Espíritu deberá ser alcanzado por medio de sus esfuerzos personales, aunque sea  sabido que los Amigos Espirituales están siempre  par a suscitarlo al buen camino, concurriendo con las influenciaciones  de los Espíritus  aun desconocedores del bien,  sumadas a las resistencias del propio individuo.
Una criatura debidamente educada en las bases cristianas se encuentra  más preparada  para enfrentar las luchas por delante, se sentirá más fuerte para resistir  las malas inclinaciones, y a la influencias maléficas exteriores. Cuando, sin embargo, se habla de la necesidad de introducirse  el asunto sobre el sexo  en las evangelizaciones,  principalmente  en la infanta juvenil, se siente  que el tabú aun persiste. O sea, no se habla de sexo en las Casas Espiritas, porque parece que las personas creen que pueda haber algún tipo de estimulo. Y los niños y los jóvenes continúan  obteniendo informaciones a respecto con los viejos y dañinos métodos  de antiguamente;  o guardando temerosos, sus dudas y deseos. El sexo es confundido con conductas menos dignas, y véase bien: en las Casas Espiritas, siendo el Espiritismo  lo que hay de más moderno.
Hay obras que abordan el tema, más el problema es que los coordinadores  de los estudios se sienten tímidos o incapaces de abordarlo y conducirlo. Los padres también no encuentran subsidios en los estudios para tratar con naturalidad el asunto con los hijos. Y sería el caso de preguntar, si esos padres tienen conciencia de la grave situación que el asunto representa, por eso deben procurar por si mismos informaciones correctas, o sea, desprovistas de cualquier preconcepto prevenido del falso moralismo, para que se posicionen de una forma adecuada. Sea como fuera, las Casas Espiritas no pueden excluirse de las obligaciones que les está reservada, y dejar la responsabilidad solamente  a los padres o escuelas.
La situación es de inmensa gravedad, pues los niños y los jóvenes espiritas también están sujetos a los mismos dilemas, trastornos que los no espiritas. ¿Cómo explicar, por ejemplo, la masturbación entre los críos que aun no saben nada sobre el sexo? ¿Se debe proceder conforme dice la Psicología común  que prohíbe la prohibición  a fin de no causar problemas mayores en el futuro?
Es sabido que en algunos casos, la masturbación para el niño  tiene la misma significación que tiene para el adulto. ¿Más, si los propios adultos no tuvieran, como aun no tienen lo que se podría llamar de “educación sexual” como querer que eduquen  sexualmente  a sus hijo?
En los estudios y conferencias muy raramente  uno o el otro se arriesga a tocar  el asunto muy superficialmente, tan superficialmente que no despierta el deseo de nadie  con un cuestionamiento para que se ponga el tema en discusión.
La sexualidad humana no puede quedar restringida solamente a las características físicas del individuo, pues se situa más allá de los órganos genitales. También el sexo no puede ser visto apenas como el contacto de los genitales y maniobras de los cuerpos. Sexo es también una forma de expresarse los seres, sea consigo mismo, sea  con el otro. La liberación sexual fue lo que dio inicio al sexo sin responsabilidad: surgieron los anticonceptivos y con esto el control de la procreación; así la perspectiva  totalmente nueva, porque un individuo puede perfectamente hacer sexo con otra  persona sin asumirla, no hay compromiso, y así las personas  se ven, no como personas, como sujeto, más si apenas como objeto.
Al abordar la cuestión pasa no por el acto en sí mismo, pues este está en la naturaleza de los seres, más si  en toda la esfera en que el acto sexual se contextualiza: el sexo biológico; el aparecimientos de las características sexuales secundarias; los problemas cromosómicos que interfieren en la apariencia del individuo, como hermafroditismo y otros síndromes; la masturbación; los diversos trastornos sexuales; la eyaculación precoz; el orgasmo; el planeamiento familiar; el uso  de preservativos y/ contraceptivos; el aborto; las dolencias sexualmente transmisibles; el enamoramiento; la menopausia y andropausia; la sexualidad en la tercera edad; etc. concienciar que se deben respetar a homosexuales y prostitutas, por ejemplo, es disciplina de la educación sexual.
El preconcepto sobre el sexo no tiene razón de ser, visto que emanan de la Creación Divina. Clasificarlo  con predicados inferiores es afirmar que Dios es inferior, imperfecto, feo, sucio, que tiene que quedar  escondido. El empleo  que los hombres le dan es sórdido, más porque los hombres son sórdidos, y consiguen embrutecer cualquier sentimiento o cualquier concepto cuando de el toman posesión.
Es preciso que se creen medios de abordar tales cuestiones en las evangelizaciones, disminuyendo la timidez de los coordinadores, y aumentándoles la capacidad cognitiva  de esta manera, con el propósito de formarse los adultos más conscientes, más responsables, más comprometidos  con la causa cristiana.

 Cuestión 200 a 202 de El Libro de los Espíritus 

Por Maria Ribeiro
Blog de los Espiritas 

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