miércoles, 6 de julio de 2016

Imágenes que “sangran” o lloran, ¿ fraude o milagro ?



CONSIDERACIONES SOBRE LA PLURALIDAD DE EXISTENCIAS.
222 – El dogma de la reencarnación, dicen ciertas personas, no es nuevo, pues fue tomado de Pitágoras. Jamás dijimos que la Doctrina Espírita sea de moderna invención. Al provenir de una ley natural, el Espiritismo debe haber existido desde el origen de los tiempos y
siempre nos hemos esforzado en probar que se encuentran vestigios de él en la más remota antigüedad. Pitágoras como sabemos no es el autor del sistema de la metempsicosis, pues lo tomó de los filósofos indios y de los medios egipcios, donde existía desde tiempos inmemoriales. La idea de la transmigración de las almas era, pues, una creencia común, admitida por los hombres más eminentes. ¿Por qué medio llegó hasta ellos? ¿Por revelación o por intuición? No lo sabemos, pero, como quiera que sea, una idea no atraviesa los tiempos y es aceptada por inteligencias destacadas, sin que tenga su lado serio.
La antigüedad de esa doctrina sería más bien una prueba que una objeción. Hay, sin embargo, como igualmente se sabe, entre la metempsicosis de los antiguos y la moderna doctrina de la reencarnación, esta gran diferencia que los Espíritus rechazan de la manera más absoluta: la transmigración del alma del hombre para los animales y de los animales para el hombre.
Enseñando el dogma de la pluralidad de las existencias corporales, los Espíritus renuevan, pues, una doctrina que nació en las primeras edades del mundo y que se conservó hasta nuestros días en el pensamiento íntimo de muchas personas.
Sólo que nos la presentan bajo un punto de vista más racional, más conforme con las leyes progresivas de la Naturaleza y más en armonía con la sabiduría del Creador, despojada de los accesorios de la superstición.
Ciertas personas rechazan la idea de la reencarnación por el único motivo de que no les conviene y dicen que bastante tienen con una sola existencia y que no quisieran empezar otra semejante.
Reconocemos que la sola idea de aparecer nuevamente en la Tierra las hace exasperar la ira. Pero, tenemos solo una cosa que preguntarles, y es si piensan que Dios pidió sus consejos y consultó su gusto para regular el Universo. Pues bien, una de estas dos cosas, o la reencarnación existe, o no existe; si existe, aunque les contraríe, será necesario soportarla sin que Dios tenga que pedirles permiso para ello. Nos parece  oír a un enfermo que dice: “Demasiado he sufrido hoy, no quiero sufrir más mañana”. Por mucho que sea su mal humor, no dejará de ser preciso sufrir, mañana y en los días siguientes, hasta que esté curado; por tanto, si deben volver a vivir corporalmente, vivirán y se reencarnarán; protestarán inútilmente, como un niño que no quiere ir a la escuela o un condenado que no quiere ir a prisión, pues, es necesario que pasen por ella. Semejantes objeciones son muy
pueriles para merecer un examen más serio. No obstante, diremos para tranquilizarlos, que la Doctrina Espírita sobre la reencarnación no es tan terrible como imaginan, si la hubiesen estudiado a fondo no estarían tan asustados. Sabrían que las condiciones de esa nueva
existencia dependen de ellos; que será feliz o infeliz según lo que hayan hecho en este mundo, y que pueden elevarse tanto, desde esta vida, que no abrigarán temores de caer de nuevo en el lodazal.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


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Divaldo Franco : Conferencia en Barueri, San Pablo 

El Instituto de Desarrollo Humanitario El Sembrador, de la ciudad de Alphaville, San Pablo, eligió el Espacio Ópera Cristal para recibir a Divaldo Franco y a un público compuesto por 1.200 personas, para el acto conmemorativo de los 25 años de su fundación, en la noche del 24.06.2016. 

Divaldo Franco dio comienzo a sus reflexiones aludiendo al filósofo y crítico cultural alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844—1900), quien redactó el siguiente pensamiento: Cada vez que surge una idea nueva, esta pasa por tres períodos diferentes: 

1er. Período en el que es combatida tenazmente - NEGACIÓN 
2o. Período en el que comienza a ser ridiculizada - BURLA 
3er. Período en el que finalmente es aceptada. 

Con la Doctrina Espírita no fue diferente. A medida que ganó relevancia, por la seriedad de sus postulados, surgieron adversarios gratuitos para combatirla. Comenzó, entonces, la fase de los ataques y las persecuciones, no solamente por parte de las religiones dogmáticas, cuyas reacciones eran previsibles; sino que la oposición más contundente, comenzó en los ámbitos científicos europeos. 

Pierre-Marie-Félix Janet (1859-1947) psicólogo, psiquiatra y neurólogo francés, con importantes contribuciones al estudio moderno de los desórdenes mentales y emocionales, que implican ansiedad, fobias y otros comportamientos anormales, fue el más destacado, entre todos los que dirigieron sus ataques contra la Doctrina espírita, con el propósito de menoscabar la mediumnidad y, por consiguiente, invalidar todo el andamiaje de los coherentes y lógicos postulados de la doctrina liberadora. 

En 1889, Pierre Janet publicó el libro L'automatisme psychologique: Essai de psychologie expérimentale sur les formes inférieures de l'activité humaine. (El Automatismo Psicológico: Ensayo de Psicología Experimental sobre las formas inferiores de la actividad humana). El libro, en su segunda parte, dedica por completo el capítulo 3ro. para presentar los resultados de los estudios de los diversos fenómenos espíritas (mediúmnicos) llegando incluso a elaborar capítulos referidos al Espiritismo (Resumen histórico del Espiritismo e hipótesis relativas al Espiritismo). Es, mientras tanto, en los capítulos finales, que Pierre Janet busca herir de muerte a la mediumnidad, pues afirma que el fenómeno mediúmnico es una disgregación psicológica, que se explica como si se tratara de una dualidad cerebral (aquello que soy en oposición a aquello con lo que sueño ser). 

La conclusión del eminente científico representa un golpe terrible para los médiums y para la mediumnidad: los fenómenos denominados mediúmnicos eran, en verdad, manifestaciones patológicas, enfermizas, y se equiparaban con los desórdenes psiquiátricos, tales como la esquizofrenia, la histeria y la epilepsia. Con el sello de la ciencia, los médiums comenzaron a ser considerados enfermos, alienados mentales. Un rótulo ingrato y terrible se estaba colocando a los médiums: la mediumnidad es sinónimo de locura. Lo más grave es que Pierre Janet jamás había investigado ni efectuado experiencias con médiums, ni tampoco presenciado una sesión mediúmnica. Sus estudios y conclusiones se basaron en trabajos divulgados por otros investigadores. 

Pierre Janet y otros, que habían concordado con esa tesis carente de lógica, ni siquiera se tomaron el trabajo de leer la pregunta que Allan Kardec formula a los Espíritus Buenos, en El Libro de los Médiums, capítulo XVIII - De los inconvenientes y peligros de la mediumnidad - Influencia del Ejercicio de la Mediumnidad sobre la salud, ítem 221, cuestión 5ª: ¿Podría la mediumnidad producir la locura? Y la respuesta es clara, lógica y taxativa: La mediumnidad no producirá la locura, si ésta ya no existiera en germen. 

En ese punto, Divaldo Franco mira a la platea, que lo escucha atentamente y, esbozando una leve sonrisa, plantea un contrapunto. 

La posición de esos pseudosabios, capaces de tal provocación contra algo que nunca estudiaron en profundidad, finalmente despertó el interés de otros científicos serios, tales como Alexandre Aksakof (1832—1903), que publicó el libro Animismo y Espiritismo, mediante el cual demostró la legitimidad de la mediumnidad. Al mismo tiempo, por toda Europa corrían las noticias acerca de la realización de fenómenos mediúmnicos extraordinarios, como los provocados por el médium escocés Daniel Dunglas Home (183 —1886), famoso por su capacidad de producir efectos físicos, como el de levitar hasta varios pisos de altura, y el de manipular el fuego y carbones convertidos en brasas sin quemarse, entre otras numerosas. (Ver detalles en el libro Daniel Dunglas Home: El Médium Volador, publicado por la Editora Bezerra de Menezes – EBM) o también por la médium italiana Eusapia Palladino (1854—1918), una extraordinaria médium de efectos físicos, cuya mediumnidad fue objeto de investigaciones por parte de los más renombrados científicos de esa época (Alexandre Aksakof, César Lombroso, Charles Richet entre otros) y, además, la no menos célebre Hélène Smith, pseudónimo de Catherine-Elise Müller (1861―1929), que se hizo famosa por la publicación del libro Des Indes à la Planete Mars (De la India al Planeta Marte) por Théodore Flournoy (1854 1920), médico y profesor de Filosofía y Psicología de la Universidad de Ginebra, que había estudiado durante décadas su mediumnidad. 

Para no limitarse solamente a los acontecimientos históricos del siglo XIX, Divaldo Franco comparte con los presentes, la anécdota del mensaje especular (escrito que puede ser leído cuando se lo refleja en un espejo) en francés, dictado por el Espíritu Léon Denis durante el 4° Congreso Internacional de Espiritismo, realizado en 2004 en París, Francia), y otro fenómeno similar, ocurrido en Alemania en la década siguiente a 1980, cuando la Guía Joanna de Ângelis, valiéndose de su mediumnidad, envió a los presentes un mensaje también especular, en alemán clásico. Y los fenómenos continuaron en idioma italiano y árabe. Imposible suponer que esos sean productos del subconsciente, por el simple hecho de que el médium no conocía en absoluto los idiomas de los mensajes psicografiados. 

Es falsa la afirmación de que el fenómeno mediúmnico es una consecuencia de la dualidad cerebral. Existe una única explicación: La inmortalidad del alma, y la posibilidad del intercambio entre los dos lados de la vida. 

Finalizado el período de la NEGACIÓN, la Doctrina Espírita experimenta la fase de la BURLA, cuando sus seguidores son considerados personas con escasa ilustración, incultas, ralea y escoria social, en declaraciones prejuiciosas y discriminatorias. En verdad, quien se ubica de ese modo, muestra un comportamiento fomentado por la ignorancia y por una profunda falta de conocimiento de la Doctrina Espírita. 

Finalmente, el tercer nivel: la ACEPTACIÓN conquistada por la lógica irrefutable de sus postulados, por la propuesta grandiosa acerca de que Fuera de la caridad no hay salvación, por el carácter de las interpretaciones de las enseñanzas de Jesús y, sobre todo, por el consuelo misericordioso que nos proporciona a todos, con la certeza de que la muerte no existe, por la convicción maravillosa de que nuestros seres queridos que ya han retornado a la Patria Espiritual, siguen vivos. 

Bendita Doctrina que nos advierte que debemos observar al prójimo, que camina a nuestro lado, el cual -sin embargo-, no tiene la percepción de nuestros sentimientos, de nuestro afecto ni de la atención que le dedicamos. En este punto, la emoción suscitada por las palabras cargadas de vibraciones delicadas que pronuncia Divaldo, va abriéndose paso, hasta llegar a lo profundo de nuestros corazones. Lágrimas incontenibles afloran. El mundo nos parece más bello, mientras que una voz silenciosa en nuestro interior, repite amorosamente: Venid a mí todos vosotros, que estáis sobrecargados y afligidos, y Yo os aliviaré. 

Fotos: Sandra Patrocinio 
Texto: Djair de Souza Ribeiro 

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   UN CASO DE REENCARNACIÓN COMPROBADA 

Niño que recuerda el sitio donde vivió en anterior existencia. 
Exacta comprobación 

El caso que paso a reseñar hoy, merece sería atención por parte de los que combaten nuestra escuela. No son hechos difíciles de comprobar los que a su estudio presentamos. Sino por el contrario, fácilmente comprobables, si es que se quiere hacerlo. 
Trátase hoy de un caso en que el Espíritu recuerda con minuciosidad de detalles su vida pasada, ¡Cuánto en esta nueva fase de su existencia apenas cuenta 4 años! ¡Preciosa comprobación de uno de nuestros principios más hermosos! 

LA FAMILIA ESPLUGAS 

En nuestra visita de propaganda a diferentes centros espíritas de esta ciudad, conocimos a los esposos Espulgas Cabreras, hermanos nuestros en ideas y personas cultas enamoradas de los principios que informan nuestra doctrina filosóficas, que tiene en ambos entusiastas defensores. 
Fruto de ese matrimonio es el niño Eduardo Espulgas Cabreras, hoy de 4 años de edad, muy vivo, muy locuaz y bastante despejado en su intelecto. 

RESIDENCIA DE LA FAMILIA ESPULGAS CABRERA 

Ha sido siempre la casa marcada con el número de la calle de san José, donde el señor Torcuato Espulgas tiene el taller tipo- litográfico de que es dueño. 
En esa misma casa nació el niño Eduardo 

“YO TENÍA OTRA CASA QUE NO ERA ESTA” 

Hablando del niño con su señora madre, Cecilia Cabreras, díjole de buenas a primeras: “Mamá; yo tenia otra casa que no es ésta. Yo vivía antes en una casa amarilla de la Calle del Campanario que tenía el número 69. Lo recuerdo perfectamente. 
La señora Cabrera no dio importancia al asunto al primer momento; mas como el niño insistiera con posterioridad en sus manifestaciones, pusiéronle atención, mediante un diálogo interesante y óptimo en frutos como caso de investigación espírita, hizo la siguiente reseña: 
“Cuando yo vivía en campanario, 69, en la casa amarilla, mi padre se llamaba Pedro Saco, y su madre, Amparo. 
“Recuerdo que yo tenía dos hermanitos que se llamaban Mercedes y Juanito, con los cuales jugaba mucho. 
“La última vez que salí de la casa amarilla fue el domingo 28 de febrero de 1903, y mi mamá de entonces lloraba mucho mientras yo me iba de la casa aquel día. 
“Aquella otra mamá era muy blanca y de pelo negro; trabajaba en hacer sombreros. 
“Entonces yo tenía 13 años y compraba la medicina en la farmacia americana, porque era más barata. 
“Mi bicicleta la guardaba en los bajos cuando venía de paseo, y no me llamaban Eduardo como ahora, sino Pancho”. 

ASOMBRO DE LOS PADRES 

Ante el relato de tal naturaleza, hecho con firmeza impropia de un niño de cuatro años, los padres de Eduardo quedáronse asombrados, máxime cuando el nunca estuvo en el número 69 de la calle Campanario. 
Más, pasado el primer momento, y repuesto un tanto de la impresión con el relato recibida, los esposos Espulgas- Cabrera concibieron el plan de investigar lo que de cierto hubiera en todo aquello. 

PRIMEROS PASOS 

Pasado algunos días, salieron con Eduardo a dar un paseo, llevándole, tras largo rodeo, a pasar por frente a la casa número 69 de la calle de Campanario, desconocida por el niño, y aún por los mismos padres. 
Hallarse frente a ella y reconocerla Eduardo, fue obra de un instante 
-“¡En esa casa era que vivía!” exclamó. 
-Pues entra – díjole el señor Torcuato Espulgas – si es que la reconoces. 

LA DECEPCIÓN 

El niño corrió al interior, fue directo a la escalera, subió al primer piso, entro en las habitaciones de la casa como si las conociera, bajo luego muy decepcionado por no estar allí sus padres, sino otra personas distintas. Tampoco halló los juguetes con los cuales tanto decía divertirse con sus hermanos de entonces Mercedes y Juanito. 

LA INVESTIGACIÓN 

Los esposos Espulgas- Cabrera, visto el resultado de la primera tentativa de comprobación, comenzaron a hacer las gestiones para terminarla, llegando, mediante datos oficiales, a las siguientes conclusiones: 
1°. Que la casa número 69 de la calle Campanario, estuvo ocupada, hasta poco después del mes de febrero de 1903, para el señor Antonio Saco, ausente hoy de la Habana. 
2°. Que la esposa del señor Saco, se llamaba Amparo, y que el matrimonio tenía tres hijos, llamados Mercedes, Juanito y Pancho. 
3°. Que por el mes de febrero falleció este último, siendo esta la causa de dejar la casa el señor Saco. 
4°. Que existe cerca de la casa mencionada la Farmacia americana a que el niño Eduardo hace referencia. 

RESUMEN 

He aquí, pues, un caso perfectamente comprobado, en el cual, no tan solo recuerda el Espíritu encarnado haber vivido antes de la época actual, si que también recuerda el sitio donde vivió. Y como si no fuera suficiente todo eso, recuerda hasta el nombre de sus padres y sus hermanitos. 
Y no hay que olvidar el hecho de ser un niño de cuatro años quien recuerda esos detalles. Lo que hace aún más importante este caso especial, ya que no parece probable que a tan corta edad se pueda formar una fábula con tal minuciosidad de detalles. 
Más vamos a suponer que la fábula pudiera existir. En este caso, yo pregunto a los que así crean: 
¿Cómo pudo el niño Eduardo Espulgas adquirir el dato, existente en el Registro correspondiente, referente a que el 27 de febrero de 1903, falleció en campanario, 69, el jovencito Pancho Saco? 
¿Qué fin podría guiarle al decir a sus padres, personas respetables, que pancho Saco y Eduardo Espulgas, eran una misma personas viviendo en épocas distintas? 
¿Cómo puede el niño Eduardo referir con tanta certeza y veracidad el número de personas y los nombres de su familia? 
Nuestros adversarios pueden hacer las conjeturas que el caso les brinda. 
El señor Espulga, su digna esposa y el niño Eduardo, continúan viviendo en San José, 44. 
Desearíamos que nuestros sapientes contradictores nos dieran una explicación para este fenómeno, que he estudiado sobre el terreno gracias a la amabilidad de tan apreciados amigos. 

JULIO GALVES OTERO 
Habana,  
(Fiat Lux, Ponce) 
Tomado Revista “LUMEN” 

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Imágenes que “sangran” o lloran, ¿ fraude o  milagro ?

Todo lo que existe en el universo, obedece a unas leyes naturales que les hacen existir y funcionar de determinada forma. El ser humano desde este pequeñísimo planeta que habitamos y que llamamos Tierra, conoce algunas de estas leyes, pero sin duda aún estamos lejos de conocerlas todas y menos aún en profundidad.
 La cuestión es que ante aquellos fenómenos cuyas  leyes y causas ignoramos, les  hemos puesto  la etiqueta de “ sobrenaturales” o “milagrosos”,  pretendiendo así  diferenciar  lo que  comprendemos como natural y lo  que no  lo  parece por escapar a la razón de los seres humanos Y  es que   una cosa es lo frecuente y  otra lo natural. Este fenómeno, como todos, no es  frecuente, pero ello  no significa que  no sea absolutamente natural, aunque su proceso sea ignorado por el ser humano.
     Dios, que es el Principio Perfecto e Inmutable de toda la Creación, no puede haber hecho una Creación perfecta,  regida por unas leyes  naturales perfectas, y al tiempo estar dispuesto a romperlas, violarlas o rectificarlas  en determinados casos para impresionar al ser humano que habita este insignificante planeta. Así todo lo que es etiquetado como “sobrenatural”, o por encima de lo que es natural, sencillamente no puede existir por ilógico. Todo cuanto existe es  natural con  unas leyes que conocemos o que aun con nuestra avanzada ciencia, todavía   no conocemos.
      En esta clase de fenómeno, bastante frecuente  por diversas partes del mundo, lo primero que deseo resaltar es precisamente que no se trata de un hecho milagroso  o sobrenatural relacionado con la religión , puesto que el que  ante  unos hechos semejantes  no se conozca cuales son sus causas, no significa que no  estén regidas también  por  unas  leyes que no escapan a la Naturaleza, aunque estas leyes  por ser de  índole espiritual  no se hayan investigado aún lo suficiente y escapen todavía  al  conocimiento científico humano.
       También es frecuente en esta clase de hechos, el fraude con fines finalmente lucrativos, incentivando y explotando  la credulidad y la buena fe de las personas  dispuestas y deseosas de que el milagro sea real y se reproduzca  reafirmando  sus creencias, fortaleciendo su fe, sin  tener en cuenta el dinero que de sus bolsillos saldrá, unas veces como peregrinos-turistas y otras  como compradores de “souvenirs” y recuerdos  del “milagro” que se produjo con  tal  o cual imagen religiosa  protagonista del fenómeno en  determinado lugar. Por eso, ante “fenómenos” de esta clase lo primero que se requiere es hacer una investigación seria que permita descartar el truco de magia o predistigitación, así como el fraude o engaño.
          En los casos que se tenga que descartar el fraude, tal vez  se esté ante una  variedad del  fenómeno de “Aportes”,  en donde probablemente se produzca en primera instancia una  desmaterialización de sangre o lágrimas humanas, procedentes de un lugar y persona remotos, a través de unos mecanismos desconocidos; una vez desmaterializados estos líquidos orgánicos, podrían, por la fuerza mental de un Ser espiritual superior, ser  trasladados hasta el lugar del milagro, y allí de nuevo materializados por la misma voluntad espiritual superior durante un tiempo más o menos limitado, pero que a veces suele ser bastante prolongado. Es de tener en cuenta que ciertos Seres del plano espiritual, cuando ya han alcanzado cierto nivel  evolutivo bastante elevado en comparación al del ser humano de la Tierra, posiblemente tengan unos conocimientos y dominen unas técnicas con la materia y las energías, que nosotros  aun  no imaginamos.
       También este fenómeno  podría tener mucho que ver con  un fenómeno de ideoplastia causado por la imagen mental  subconsciente de alguna persona que la  ha visto o imaginado antes.  La ideoplastia supone la capacidad de la mente de poder  plasmar en forma material las imágenes obtenidas o creadas por ella. Esto ya no es de extrañar por nadie, pues es popularmente sabido que la mente es capaz de irradiar una poderosa energía que puede actuar sobre las materias.
          El fenómeno  es de carácter mediúmnico, pues siempre cerca del mismo hay alguna persona sensitiva o con la facultad  correspondiente, que aun sin saberlo ella misma, lo causa  o facilita a través de  la  energía psíquica que  conlleva  su  mediumnidad.
          El ignorar la realidad espiritual o el no creer en  estas cosas, parece ser que está de moda en nuestros días, y se prefiere creer que estas cosas en la realidad solo son fantasía o fraude y  que no existen. Para los escépticos que se atrincheran detrás de un racionalismo exagerado, los relatos e incluso fotografías de cuadros de Vírgenes o de Santos, o de sus estatuas de  madera o escayola que sudan o lloran sangre, no  son otra cosa que leyendas supersticiosas inaceptables. Pero sin embargo han existido y aún existen  muchas pruebas de que estas cosas suceden realmente.
     En la  historia podemos encontrar numerosos casos  de manifestación de este fenómeno. Citamos algunos de ellos:  
          En la época en que san Francisco Javier estaba predicando en el Lejano Oriente, creando nuevas misiones de una isla a otra, una talla gótica de un Cristo, comenzó a sangrar en el  castillo donde este santo nació (Navarra).  Coincidiendo con la fecha de la muerte de este santo en diciembre de 1551, la talla comenzó a sudar sangre a las nueve de la noche, y después se siguió repitiendo este “prodigio” todos los viernes a esa  misma hora. Estos hechos se repitieron hasta bien entrado el siglo XVII.
           Cerca de un pueblecito llamado Ampuero (Santander), hay una talla del Santo Cristo de la Agonía que desde 1919 mueve los ojos y suda sangre casi a diario. Existe un libro de registros en la parroquia en donde se encuentra, lleno de firmas de personas que han pasado por allí y han sido testigos del “milagro”.
           En la iglesia de Porto das Caxias (Brasil), existe un crucifijo de 300 años de antigüedad que empezó a sangrar en 1968. Por la fe que despertó, se registraron muchas curas milagrosas, y la sangre fue analizada y reconocida como auténtica y de origen humano.
          En la iglesia de San Ignacio en Roma, un crucifijo sangró en 1959, conservándose fotografías y testimonios de este hecho....
         En el año 1979 una estatua  de bronce que representaba una mujer japonesa, lloró diez días antes del accidente nuclear de Pensilvania; anteriormente lloró la noche del 6 de agosto de 1945, coincidiendo con  el desastre de la bomba nuclear que destruyó Hiroshima
         Recientemente , pocos años atrás, fue muy popular en todos los medios de comunicación, el caso de una imagen de una Virgen,  que procedía de Medjugorge (Yugoeslavia), y que estando instalada en el jardín de una familia de Civitavecchia (Roma), lloró sangre  y lágrimas delante de numerosos testigos, e incluso  en las manos del obispo que se resistía a aceptar la realidad del caso, durante el trayecto cuando la trasladaba a analizar, certificando los resultados  de estos análisis la autenticidad de los fluidos  humanos  emitidos.
      Durante los años 50  un médico italiano llamado Piero Casoli,  estudió durante mucho tiempo todos estos casos, y finalmente llegó a la conclusión de que este fenómeno ocurría, solo en Italia, un promedio de  dos veces al año.
      Estos fenómenos, de los que existen registrados tal vez cientos de ellos,  no solamente han ocurrido en estatuas e imágenes religiosas, sino en otros elementos religiosos ,tal como las “hostias “ de la misa católica cuando han aparecido manchadas de sangre fresca, como por ejemplo cuenta la tradición  que sucedió  en el Santuario de Sta. María la Real del Cebrero (Lugo), en el siglo  IX .
        Indudablemente se  adivina una finalidad común en los por qué de la existencia de estos fenómenos y su  repetida manifestación, cual es promover  la fe religiosa  y el arrebato de elevar la mirada al cielo y cambiar las vidas de  miles  de  personas  que con el fervor religioso transforman  para  bien sus hábitos y costumbres.

- Jose Luis Martín-
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                                                           EL DEBER

El deber es la obligación moral ante sí mismo, primero, y de los otros después.
El deber es la ley de la vida: él se encuentra en los más íntimos detalles así como en los actos elevados.
No quiero hablar aquí sino del deber moral y no de aquellos que las profesiones imponen.
En orden a los sentimientos, el deber es muy dificil de ser cumplido, porque se halla en antagonismo con las seducciones de los intereses y del corazón: sus victorias no tienen testimonios y sus derrotas no tienen reprensión.
El deber íntimo del hombre está entregado a su libre albedrío: el aguijón de su conciencia, ese guardián de la probidad interior, que lo advierte y lo sustenta, pero permanece, frecuentemente impotente ante el sofisma de la pasión.
El deber del corazón, fielmente observado, eleva al hombre, mas ese deber,¿cómo precisarlo?. ¿ Donde comienza?, ¿Donde se detiene?.
El deber comienza precisamente en el punto en que amenazais la felicidad o la tranquilidad de vuestro prójimo; termina en el límite que no gustaríais ver ultrapasado en relación a vosotros mismos.
- El Evangelio según el Espiritismo- Allan Kardec
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