lunes, 24 de noviembre de 2014

Preparemos un feliz mañana




NO PONER LA LUZ  DEBAJO DEL CELEMIN”

Vemos en esta parábola como Jesús explica precisamente la razón de por que Él explica normalmente sus enseñanzas mediante parábolas.

Parece que no tiene sentido afirmar que la luz de una candela ( candelabro o vela ),pueda ser oculta bajo un celemín ( recipiente cerrado y opaco ), porque en ese caso no podría ser vista. Sin embargo habla de ponerla sobre el candelero para que alumbre a los de la casa.

Las parábolas son alegorías que contienen un significado y este es comprendido solamente por quienes están maduros y aptos, por ser capaces de comprenderlo. Si Jesús hubiese hablado sin el uso de parábolas, sus claras enseñanzas hubieran confundido o deslumbrado a quienes no estaban en un nivel de entendimiento capaz de asimilarlas, pero sin embargo sí podían ser comprendidas por “los habitantes de la casa”, esto es, por lo que estaban aptos para comprender y asimilar en sí mismos el sentido profundo e innovador de sus enseñanzas.

Por eso Jesús decía que oyendo no oyen ni entienden y viendo no ven. Sencillamente no están maduros para recibir sus enseñanzas y añade finalmente “… y que convertidos, yo los sane”; esto significa que cuando lleguen a estarlo verán con claridad la luz de sus enseñanzas y su alma crecerá con ellas o sanará del estancamiento  evolutivo en el que la sume su ceguera o miopía espiritual. Este es el candelero sobre el que Jesús habla de colocar la candela ( luz),  que alumbrará a todos los de la casa, o sea a los aptos para poder aprovechar el regalo de la Luz del alma, que es el conocimiento espiritual.

Sin embargo aunque oyendo las parábolas, muchos no las entienden o saben interpretar en ese momento, estas quedan pendientes de descubrir y como sucede con los niños, a veces no comprenden una moraleja que se les enseña con un cuento, pero cuando crecen y maduran, ese cuento comienza a tener un sentido que antes no comprendieron y que había por ello permanecido oculto para ellos; “ la candela debajo del celemín que pasaba entonces a colocarse sobre el candelero ” para alumbrar a los de la casa; o sea a los capacitados para alcanzar el sentido en principio oculto de sus enseñanzas.


Cada enseñanza aportada por los Maestros que han venido en diversas épocas a la Humanidad, tiene su tiempo necesario para su  maduración y germinación espiritual. Cuando el ser humano por natural evolución ha necesitado razonar su fe y buscar por sí mismo la Luz de la verdad, muchas veces ante esta luz que le aporta su razón esa fe se ha debilitado. Es entonces cuando comprendemos mejor que la Luz no se puede ocultar indefinidamente debajo del celemín.

Claramente sabemos que hay muchas cosas que no se pueden descubrir  abiertamente a los demás porque no serían bien entendidas, comprendidas ni aceptadas; es entonces cuando  a veces tenemos que recurrir ejemplos , alegorías y supuestos, con la esperanza de que aunque en principio no comprendan lo que quieren decir, mas adelante esos mismos ejemplos, pasen a significar algo para quien los escuchó en su momento, y les lleve finalmente a una comprensión que de otro modo les sería más difícil encontrar.

En el caso del conocimiento espiritual, debemos por tanto ser cautos y no dar sino la dosis de enseñanza que sintamos  que nuestro interlocutor puede asimilar, ya que de otro modo si nos dejamos llevar por un excesivo entusiasmo, con el exceso de información y de claridad, mas bien podemos causarle un perjuicio porque al deslumbrarse con una excesiva dosis de esa  luz, se quedará  ciego del todo y por tanto refractario para  comprender mas adelante lo que ahora tampoco puede comprender. 
 Quien come demasiado se puede empachar por exceso de comida, y aborrecer la comida por bastante tiempo. 
   Nuestra dificultad como administradores de esa clase de luz, es saber dosificarla con arreglo a la aptitud de la persona que con ella se ilumina.

- Jose Luis Martín-

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MÉDIUMS ESCRIBIENTES O PSYCÓGRAFOS: médiums mecánicos; intuitivos; semimecánicos; inspirados o involuntarios; de presentimientos

178. De todos los medios de comunicación, la escritura manual es el más sencillo, el más cómodo y, sobre todo, el más completo. Hacia ese medio deben dirigirse todos los esfuerzos, porque permite establecer con los Espíritus relaciones tan seguidas y tan regulares como las que existen entre nosotros. Deben dedicarse a él con mayor motivo porque por él los Espíritus revelan del mejor modo su naturaleza y su grado de perfección o de inferioridad. Por la facilidad que tienen en expresarse, nos hacen conocer sus pensamientos íntimos y nos ponen de este modo en disposición de juzgarles y apreciarles en su valor. La facultad de escribir por un médium es también la más susceptible de desenvolverse con el ejercicio.
- EL LIBRO DE LOS MEDIUMS -

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PREPAREMOS EL FELIZ MAÑANA

El tiempo que pasa nos encuentra atados a los deberes, a las luchas, a las realizaciones, en fin como un fardo pertinente a la condición expiatoria de nuestro mundo. Es por demás común ese modo de pensar.
Casi siempre se asevera que nuestro mundo de dolores y de lagrimas sufridas, o que, en la Tierra, todo tiene olor  a tragedia  y lamentación.
Se piensa, comúnmente, que la situación provacional del planeta impone a sus habitantes la convivencia obligatoria con continuas frustraciones, con las decepciones o desencantos con los que tanto se enredan por los caminos.
Por otra parte, en la lista de los males atribuidos al Orbe, que cada día va tornándose  más difícil tener verdaderos amigos, en esa escalada creciente de perfidias y de insinceridades.
Se lamentan las situaciones desastrosas en que se revuelcan tantas instituciones familiares, dando la impresión de que el hogar está fallido como construcción social de base.
Entretanto, hacemos coro con otros innumerables corazones que tienen la mirada volcada para el hemisferio de la esperanza y que se ajustan a las polaridades del optimismo.
Sin contestación, encontramos por las avenidas planetarias toda esa onda de dolores, de sufridas lágrimas como los nefastos  episodios de las traiciones, del abandono, de las negligencias  para con el bien, lo que configura un contexto por demás preocupante en lo que se refiere a las visiones del mundo futuro.
No deberemos engañarnos con relación a esos cuadros lamentables, diseñado con colores fuertes de las expiaciones y de los negativos comprometimientos. Lo que precisaremos considerar  es que fue Jesús, el Cristo, el que nos habló de las bienaventuranzas alcanzadas por los que sufren todas las agresiones terrestres con nobleza, a pesar de todos los concursos de las arduas peleas.
El futuro traerá las bendiciones de felices conquistas: de justicia, de fortuna moral, de consuelo y de paz para todos los que consiguiesen enfrentar con gallardía las torturantes pruebas con sus carencias generales.
Cuando acompañamos, con los ojos de ver, los acontecimientos humanos, conseguimos verificar  la existencia de familias honradas, bien estribadas en la ética del amor  y del trabajo, ofreciendo excelentes ejemplos  para toda la sociedad.
Encontramos amigos plenamente identificados con la honestidad de la convivencia, estableciendo asociaciones embellecidas por el sentimiento de la fraternidad.
Deparamos hombres y mujeres operosos, dinámicos, dedicados a las leyes de Dios de tal manera que consiguen influenciar positivamente  a todos los que se mueven a su alrededor.
El mundo que experimentamos en la actualidad es el mismo que elaboramos con nuestros hechos, y no hechos, con nuestra luz y nuestra sombra, sin que nos diésemos cuenta de que deberíamos retornar a sus proscenios, más tarde o más temprano,  a fin de operar  en las correcciones que caben  en nuestro camino.
El conocimiento haurido en las fuentes del espiritismo nos da la certeza de que nadie es víctima  sobre el suelo planetario, sino de sí mismo.
Urge substituyamos las largas horas de lamentación, de lloriqueos, de desesperación o de depresión, por las aptitudes que sean capaces de sembrar la tierra compleja de los corazones  con las simientes de la dignidad de vivir, de la buena voluntad en el actuar, de la responsabilidad ante toda y cualquier actitud tomada.
Dios no instalaría a sus hijos bien amados en un campo sembrado de miserias o de deficiencias y necesidades, si eso no fuese importante e indispensable para su progreso, si todo fuese exigencias de la ley de causalidad, en su divina perfección.

Cuando miramos nuestro mundo, aunque toda la sombra que sobre el se esparza, veámoslo  como nuestro hogar planetario, bello y propio para que podamos dar cuenta de los compromisos que engendramos en tiempos propincuos o distantes, embasados en nuestro libre albedrio.
La Tierra es una de las moradas  del padre, moviéndose en la gran inmensidad. Tratemos de hacer  nuestro trabajo todo lo mejor que podamos, abrazando a nuestros hermanos  que se encuentran a nuestro alrededor, a fin de que, juntos unificados en el amor  y en el ansia de crecer, logremos construir el tiempo de dolores expiatorios en el que nos encontramos en la Humanidad.
Por el Espíritu Olympia Belém - Mensaje psicografiado por Raül Teixeira,
Traducido al español por M. C. R

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