sábado, 2 de enero de 2016

Los Ángeles según el Espiritismo

       
     Quien no siembra no recoge


El pobre por regla general carece de educación, así es que manifiesta todos los defectos de su carácter y de sus inclinaciones, porque como no está educado no sabe reprimir los ímpetus de su genio, y cuando una enfermedad le molesta y le hace sufrir, entonces da rienda suelta a sus arrebatos, a sus exigencias, se presenta el Espíritu con toda su rudeza, y en muchas ocasiones con toda su malignidad, pues sabido es que, el que mucho paga muchísimo debe, y vivir cincuenta y cuatro años entre tantas miserias físicas y morales como vivió el Padre Olallo Valdés, se necesita haber progresado tanto, tantísimo… que estamos plenamente convencidos que si lográramos ver al virtuoso sacerdote, creeríamos que su envoltura fluídica, su resplandeciente periespíritu era uno de los muchos soles que giran en el espacio, ¡Tanta luz deberá irradiar su Espíritu!

Cuando se considera la grandeza de algunos seres y la miserable ruindad de otros individuos, es cuando se aprecia en su inmenso valor el estudio del Espiritismo y el progreso indefinido del Espíritu, porque la enorme, e imponderable distancia que nos separa a unos de otros, es la prueba innegable del trabajo realizado por unos y de la inercia y estacionamiento de otros, y estos últimos (que estamos en mayoría) ¿Seguiremos tan desventurados que no tendremos voluntad, más que para cometer desaciertos y nuestra iniciativa sólo la utilizaremos para vegetar sin producir? Nuestra inteligencia (diamante preciosísimo) , ¿No encontraría nunca el lapidero del progreso, que le diera las deslumbrantes facetas de innumerables conocimientos científicos y la práctica evangélica de diversas virtudes?

Nacer y vivir condenados a producir disturbios, engendrar odios y formar asesinos… ¡Oh! Eso sería horrible, mientras viéramos que otros eran varones justos y mujeres impecables. ¿Por qué para ellos toda la luz y para nosotros toda la sombra? Si de igual manera venimos a este mundo ¿Por qué tan diversos destinos? Y nos dicen los espíritus en sus comunicaciones: porque los hombres disponen a su antojo de su tiempo que es ilimitado, y mientras los unos se consagran al estudio de la ciencia en una o en varias de sus encarnaciones, los otros se cruzan de brazos y se contentan con que los santones de las diversas religiones piensen por ellos. Mientras los unos gozan practicando la virtud en sus múltiples manifestaciones, los otros se complacen en obtener por el engaño, por el fraude, o la violencia, los bienes de los que supieron acumular riquezas desoyendo el gemido de los necesitados.

La Tierra es uno de los laboratorios de la Creación, y en ella trabajan los justos y los pecadores, cada uno en la fábrica o en el taller que él solo se ha formado. En la vida infinita no hay primeros ni últimos, porque los más buenos, los que en la Tierra llamáis redentores, mañana irán a otro mundo muchísimo más adelantado que el vuestro, y allí serán vulgares medianías, que aprenderán a ser grandes, imitando a otros espíritus muy superiores a ellos en talento y en virtudes, por consiguiente, como la condenación del réprobo no existe porque no hay Espíritu que no progrese, todos podéis ascender por la interminable escala del perfeccionamiento, no hay elegidos ni predestinados, no hay llamados ni preferidos, no hay más que el estricto plimiento de la más sabia de todas las leyes: sembrar y recoger, trabajar y obtener el fruto del trabajo, esa es la ley eterna del progreso.

Esto y mucho más nos dicen los espíritus que responden perfectamente, al lógico razonamiento que hemos hecho repetidas veces, cuando como ahora, rendimos un tributo de admiración a los verdaderos santos de la humanidad. Siempre hemos creído que querer es poder, no en el sentido material que se suele dar a este aforismo, no es el querer dar dinero a un necesitado, porque el que no tiene para sí mismo mal le puede dar a otro lo que él materialmente no posee, pero sí puede pedir y decir al rico: mira, en tal punto hay un ser que llora ¿Quieres enjugar sus lágrimas? ¿Quieres hacer tú lo que yo no puedo hacer?

El querer es poder, lo aplicamos nosotros al progreso del Espíritu cuando el hombre dice: quiero ser grande, llegar a la cúspide del saber y de la virtud, cúspide que se eleva según van pasando los siglos; este adelanto no se verifica ni en una ni en cien encarnaciones, pero llega el engrandecimiento del alma, esto es innegable. Los trabajadores de muchos siglos, son los que de vez en cuando llegan a la Tierra dispuestos a consolar a sus semejantes y a enseñarnos a deletrear en el abecedario del amor Divino, que es el amor universal. ¡Lectores de La Luz Del Porvenir! Leamos en el gran libro de la caridad, y seremos en otras edades ¡Redentores de los pueblos oprimidos, seremos sacerdotes del progreso, mensajeros de las verdades eternas comprendidas en dos palabras. Caridad y Ciencia!

Amalia Domingo Soler
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                                LA CUESTIÓN DE LA ORACIÓN



Hoy vamos a analizar la cuestión de la oración partiendo de esta importante cita de Jesús en el Evangelio, a fin de que nos ilustre para reflexionar adecuadamente.

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mt.7:7-11

En estas bellas palabras se encierra lo que toda persona debe saber acerca de por qué y para qué orar. Antes que nada, reflejemos que la oración expresa el libre albedrío de cada uno, ya que nadie está obligado a hacerlo. ¿Y cuál es la causa de que elevemos nuestro pensamiento a las alturas?

Cada uno tiene sus propios motivos pero básicamente podríamos distinguir entre dos tipos: por una parte, tenemos la actitud de agradecimiento hacia Dios porque interpretamos que hemos recibido algún tipo de ayuda, que hemos salido bien parados de alguna prueba o simplemente porque queremos alabar su grandeza. Por otro lado, observamos la actitud de ruego, de petición. En este caso, se solicita la ayuda o amparo del Padre para algo preciso y que puede ir desde el auxilio a uno mismo hasta la intervención por los demás.

Sabemos que aunque en ocasiones nuestra plegaria no va dirigida directamente a Dios, sino a Jesús o a los elevados espíritus, en el fondo todas ellas son escuchadas por el Padre y que en última instancia es Él el que decide lo que debe hacerse sobre nuestros ruegos o alabanzas.

Hasta aquí, lo obvio. Ahora, estudiemos algo más las palabras del Maestro de Nazaret. Si partimos de la base de que Dios habló por la boca de Jesús, tendremos que admitir la veracidad de su mensaje como la auténtica guía que nos permite comprender el mecanismo que se pone en marcha cada vez que iniciamos una oración.

Como espiritistas, es necesario efectuar un análisis correcto de la realidad. No podemos ni debemos conformarnos con pedir porque sí. Es preciso evaluar nuestras necesidades, distinguiendo entre lo perentorio y lo secundario, entre aquello que se sitúa bajo nuestro control y lo que no depende de nosotros.

Lo primero que aparece en la cita evangélica es la actitud de pedir, pero con sentido común. Evidentemente, Dios no ha establecido en nosotros la posibilidad de solicitar su favor si no necesitáramos nada. Los seres humanos somos imperfectos por naturaleza, debemos recorrer un largo camino hasta alcanzar lo sublime en el conocimiento y en la moral y es lógico que en mitad de tan largo trayecto, nos sintamos débiles, frágiles, y como un instinto que surge de lo más profundo del espíritu, al final supliquemos por el apoyo de Aquel que todo lo puede.

A continuación, se nos demanda que hagamos dos cosas: buscar y llamar. ¿Quién no recuerda la maravillosa historia del pastor que iba en busca de la oveja perdida predicada por el Maestro? En efecto, el mensaje de Jesús resulta diáfano pues la espera pasiva de resultados no va a servir de nada por mucho que oremos. Es necesario espabilar y disponernos a adoptar un papel activo. La famosa frase de “ayúdate y el cielo te ayudará” refleja a la perfección la naturaleza de la disposición a seguir, una vez que hemos realizado nuestro ruego a Dios.

En cuanto a llamar ¿hay alguien en su sano juicio que piense que sin llamar a la puerta alguien nos va a abrir? ¿Alguno cree que por muy buen arado que tengamos, el campo se va a roturar solo? No existe ningún mensaje dado por el Maestro en el que se nos exprese que las “cosas” nos van a llegar gratis sin haber hecho previamente mérito para conseguirlas. No podía ser de otro modo, ya que lo contrario sería estimular la desidia, la desgana, y ello iría en contra del sino del ser humano y que no es otro que la evolución, su desarrollo.

Existen todavía muchos que se engañan a sí mismos cuando interpretan de forma errónea o intentan encajar en “su” realidad el mensaje de que Dios proveerá o de que el Padre sabe de antemano nuestras necesidades y que por tanto, no debemos preocuparnos. Una cosa es que Él lo sepa todo o que nos haya regalado el maravilloso don de la vida a través de crearnos como espíritus sencillos e ignorantes y otra bien distinta el pensar que no tenemos que hacer nada para alcanzar el objetivo de nuestra existencia, crecer tanto en lo intelectual como en lo moral.

Por tanto, primero hay que pedir y luego, no abandonarnos a la voluntad del destino. Pretendemos el favor divino pero la conciencia te advierte que no puedes permanecer con los brazos cruzados. Así pues, hay que buscar y llamar para activar el engranaje maravilloso que supone la oración.

El resto del mensaje de Jesús nos asegura en todos los casos la intervención del Padre. Él distingue a la perfección la naturaleza de nuestros ruegos y obra en consecuencia. Estemos seguros de que ninguna de las súplicas que realizamos a diario queda ignorada. Eso es precisamente dar “pan” si lo que se requiere es “pan” y no otra cosa, eso es proporcionarnos justamente aquello que necesitamos, no aquello de lo que podemos prescindir para seguir avanzando en el peregrinaje existencial.

El orgulloso ni siquiera pide; si su “ego” no le cabe en el pecho ¿cómo iba este a “rebajarse” a implorar por algo, a buscar o a llamar a puertas para que se le abrieran? Y aún así, el Padre celestial, con su infinita misericordia no desatiende a ninguna de sus criaturas y hace “que la lluvia caiga sobre buenos y malos”. Pero como el proceso es idéntico para todos y cada unos de nosotros (Dios no hace distinciones), con independencia de las condiciones externas, al final nos encontraremos con la muerte física que como se suele decir “nos iguala a todos” y será en ese emotivo instante, al comprender que la vida sigue a pesar de haber perdido el ropaje carnal, cuando tomemos conciencia de adónde nos ha conducido nuestra insistente arrogancia. Mas no desesperemos; incluso en tan graves circunstancias, los buenos espíritus acudirán a nosotros para ayudarnos con tan solo desearlo. Ese deseo será tan solo muestra de que algo ha cambiado en nuestro interior.

Ahora fijémonos en el procedimiento. Sabemos que en nuestro actuar diario, Dios no solo juzga lo que hacemos sino también la intención con que lo hacemos. En la oración sucede lo mismo. Por tal motivo, se nos insiste tanto en que esta debe ser realizada desde el corazón y no como un mero formalismo salido de los labios del hombre. Ya sabemos que el “corazón” físico no piensa pero el espíritu sí. Esto nos conduce a lo primero que exponíamos ¿sabemos lo que pedimos? Pues claro, la conciencia no descansa, tan solo hay que escucharla para saber si aquello que solicitamos es realmente esencial para nosotros y sobre todo, si lo necesitamos para nuestro camino evolutivo.

Cualquiera que haya desarrollado un mínimo análisis de sí mismo, es decir, que haya cultivado su conciencia y el hábito de la reflexión, conoce que hay que orar bien, no de cualquier manera. La oración no es cantidad, sino calidad de la misma. Una plegaria, por muy intensa que sea, no puede ir contra la “programación” del sujeto. Nosotros, que hemos estudiado estos temas, lo sabemos. Si por ejemplo, una de las pruebas que hemos elegido antes de “descender” al plano material es la pobreza ¿por qué nos empeñamos tantas veces en desprendernos de ella a través de nuestros ruegos? Tanto el propio individuo como los espíritus programadores y en definitiva el Creador con su beneplácito, acordaron en su día en la dimensión espiritual, que la escasez de medios materiales sería uno de los impulsos que te acompañarían en vida para empujarte al crecimiento, que una existencia plena de abundancia tan solo te haría recaer en errores del pasado. ¿No dijo Jesús que por más que lo intentaras no podías añadir ni un solo palmo a tu estatura? Eso es programación, lo demás, es aceptarlo o rebelarte contra ello usando tu libre albedrío. Por tanto, insisto ¿sabemos pedir?

El “conócete a ti mismo” socrático, auténtico eje vertebrador del camino evolutivo, es muy claro. El autoconocimiento nos lleva a airear los canales que nos permiten que la conciencia nos hable diáfanamente. Es entonces cuando el individuo se da cuenta de que no puede ir contra los exámenes de la vida ni abstenerse de los mismos, aquellos por los que previamente se ha inclinado porque “sabía” que eran lo mejor para él, para avanzar en su progresión.

La persona que se preocupa por bucear en su interior pide claridad en medio de la tormenta, no que desaparezca el temporal, solicita fuerzas para sobrellevar las pruebas de la existencia y no que aquellas le sean apartadas para acceder a una vida más “cómoda”. Esto es conocer la realidad, saber acerca de la dimensión en la que nos desenvolvemos y entender del punto hacia el que deben converger nuestros esfuerzos. El que comprende esto, sabe orar.

¿Cuántas veces lo que pedimos es simplemente perdón por las faltas cometidas? Esto no siendo negativo ni mucho menos, es un primer paso, pero no puede obviar que más que el reconocimiento de los defectos, lo importante es comenzar a actuar contra ellos, que las horas transcurren y los días pasan y que habremos de dar cuenta acerca de lo que hemos hecho con los “talentos” que se nos han proporcionado.

Dios no desoye petición alguna. Tomemos nota de ello para siempre. No va a alterar las preguntas de nuestro ejercicio ni nos va a cambiar de aula, pero cuando la súplica  deriva del corazón, humilde y sincera, nos envía el auxilio generoso de aquellos que más nos pueden ayudar: nuestros “hermanos” del otro lado, cargados en su zurrón de conocimientos, de sabios consejos que susurran en nuestros oídos para reconducir nuestros desafíos y de palabras de aliento para no desfallecer ante los lances de la vida.

Orar es parte del devenir del hombre espiritual, es comprender cómo funciona la realidad y cómo podemos transformarla. Por cada plegaria desnuda proveniente de nuestro núcleo más profundo, el Padre misericordioso derrama  todo su amor sobre sus hijos a través de sus obreros más cualificados: los buenos espíritus. Pidamos, por encima de todo, su sublime asistencia.

(Procede del Blog Entre Espíritus- Publicado por Jose Manuel Fernandez)

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¿ Podría   haber algún día igualdad total en el reparto de riquezas?

Cada persona estamos en la posición  económica y social que nos corresponde estar, porque de habernos correspondido otra  diferente o mejor, habríamos nacido en  el seno de otra familia y otra sociedad,  e incluso me atrevería a afirmar que ya la tendríamos  en este mundo  mediante nuestro  mayor esfuerzo, y  si hubiésemos tenido  una mayor capacidad intelectual y volitiva, tal vez podríamos haber  superado  ya nuestro actual nivel social y económico.
Hay quien piensa que la riqueza está mal repartida, pero sin embargo, sabemos que nada sucede por casualidad, sino que en todos los aspectos de la vida, hay una causalidad  previa.
Creer que puede llegar un día en que pueda haber  una igualdad total en el reparto de riquezas, posiblemente sea una utopía y un sueño irrealizable del marxismo, porque siempre habrán pobres al lado de ricos, tal como lo anunció Jesús de Nazaret, y habrán dirigentes y dirigidos, según las diferentes capacidades de cada cual, lo que supone una lógica  diferencia en este reparto, pues es de justicia que el trabajo más complejo y responsable  sea remunerado a mas nivel que el trabajo de menor esfuerzo o responsabilidad, aunque todos los trabajos son  igualmente importantes, dignos  y necesarios en nuestras sociedades humanas .  Yo entiendo que una cosa es la igualdad en las riquezas, lo que además de imposible, sería injusto, y otra  cosa bien distinta es aspirar a que exista un reparto equitativo y proporcional, con arreglo a cualquier noción humana de justicia.
En nuestro conglomerado humano actual existe tal variedad de aptitudes que resulta inaplicable y sería injusta esta pretendida igualdad en el reparto de riquezas económicas, de modo que si este igualitario e injusto  reparto fuese posible, el acicate por hacer un  mayor esfuerzo y asumir mayores  responsabilidades  en el trabajo  se perdería.  La diferencia de las capacidades humanas y laborales supone una división y reparto de responsabilidades  como del  trabajo a realizar dentro de la sociedad, y supone por tanto una diferencia en la posición social y económica de cada uno.

Para que la absoluta igualdad en el reparto económico fuese algún día una realidad, sería necesario que todos tuviésemos exactamente igual las mismas capacidades, así como dedicar a su trabajo el mismo tiempo y esfuerzo, en cantidad y calidad, lo cual evidentemente no es posible; además todos tendríamos el mismo derecho y la misma capacidad  para  ejercer los cargos más complejos y responsables, lo que es imposible porque existe una amplia gama de capacidades y responsabilidades sociales, trabajos y oficios, y  todos son necesarios para el sostenimiento y el progreso de la Humanidad.
- Jose Luis Martín-
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 Los ángeles segun el espiritismo

No Solo en los pueblos de la antigüedad sino-también en los Días de hoy observo la del que Creencia en ángeles o Seres Especiales Existe.¿Quien no ha Deseado Tener Poderes sobrenaturales o par un de "alas"? -yo SI- ¿Quién de niño (y ningún niño moreno ...) NO ECHO su capa al viento Intentando alzar El vuelo párr Poder Solucionar los Problemas del Mundo? ¿O querer Creer en la reencarnación por si acaso pudieramos Elegir Ser Una majestuosa águila real? INCLUIDO el argumento de la Mayoría de las Películas Que ACTUALMENTE ESTAN en cartelera y Gozan de Éxito Tiene Como base de un Estós personajes: Ángeles buenos, malos Ángeles, hadas, superhéroes ... Todos suspendidos en el aire y con Poderes Fuera de lo normal. Y Ahí ESTAMOS los Grandes Padres argumentando Que vamos al cine por Llevar un Nuestros Hijos una cola las ¡Vean ¡Pero yo creo Que en el fondo ... !! Ya Más De Una Vez me entraron ganas de meter los dedos en El enchufe a ver si Así se modificaran mis Células y ... voilà! "Vuelo" (no hagais lo, sin FUNCIONA).
Y si lo analizamos bajo el punto de vista de las Religiones, encontramos, en la Mayoría, Más de lo mismo, la Creencia en: Ángeles, Arcángeles, Serafines ... Seres De Una Creación aparte al hombre, CREADOS Y Por Un Dios paternal, infinitamente bueno y justo.
¿Un Dios justo? ¿Seres privilegiados CREADOS Destinados a la ONU goce perpetuo sin haberlo merecido y Otros Destinados a todos los Sufrimientos de la Tierra y Que párr poseer v Un poco de felicidad Tienen Que conquistarla un Través de las Luchas y Dificultades de la Vida? Y alguien Se Puede Preguntar: ¿Dónde está ahi la justicia de Dios si todos somos Creación Suya y, del tanto por, Todos hermanos ...?
"ÁNGELES" Es Como una idea innata, latente Dentro De Nosotros queriendo Tomar forma lógica, Y Que Dębe Tener su Motivo de ser ... ¿Y Que dados la Ciencia Espírita Referente al particular? ¿Existe ESE estado en la Creación? Si. Dios no ha CREADO ni la desigualdad de esencia, ni la desigualdad de destino Entre SUS Criaturas. Todos HEMOS Sido CREADOS Como Espíritus simples e ignorantes, Dotados de Iguales facultades párrafo Pensar, Sentir y querer. Nuestro destino es El Universo es desarrollar Indefinidamente AEE facultades en SENTIDO progresivo.Dios no nos da la Experiencia, Pero nos conceden los Medios para adquirirla ¿Como? A Través de la Ley de la Reencarnación.
El Trabajo es el medio párr lograrlo y El Objetivo, Que es la Perfección, es Común a todos. Todas SUS Leyes estan Orientadas Hacia busque el;somos Nosotros Quienes Creamos el mal trasgrediendo AEE Leyes Divinas. TENEMOS plena libertad párrafo observarlas o infringirlas Recogiendo Cada uno Nuestra Propia cosecha, Siendo Así los artífices de nuestro de destino. Es Una conquista de una costa del propio Esfuerzo, el pecado Distinción ni privilegio Alguno. Es Así Que poco a poco nos vamos Desarrollando, perfeccionándonos y Avanzando en la jerarquía espiritual Hasta Que Llegamos al Estado de Espíritu Puro o Angélico, digámoslo ASI. Esos Que Ahora llamamos Ángeles, hijo las almas de los hombres Que Han Pasado, Como Nosotros, las Dolorosas Peregrinaciones de las encarnaciones terrestres, Que alcanzaron el Máximo grado de perfección Que admite la criatura Y Que en su plenitud Gozan de la felicidad prometida.
Dios crea contínuamente y Nunca deja de Crear. El universo this Lleno de moradas Donde Todos vamos Experimentando y Creciendo. Mucho Antes De que la Tierra existiese, ya habia otros mundos en Los Que los Espíritus encarnados recorrían las Mismas Etapas Que Nosotros Ahora Y Que ya alcanzaron la meta. Así pues los Ángeles, o puros Espíritus, EXISTEN from Toda la eternidad. Dios Nunca Estuvo inactivo y siempre ha contado con puros Espíritus, Experimentados Y Esclarecidos, Para Que trasmitan SUS Órdenes y dirijan TODOS LOS Sectores del universo, desde el Gobierno de los mundos Hasta los mas ínfimos Detalles. No Tuvo, pues, Necesidad de crear de Seres privilegiados y exentos de obligaciones. Todos, antiguos y Nuevos, de han Conquistado SUS Posiciones Mediante la lucha y por su propio mérito. Para el Espírita Que Sabe de ESTO, Dios es el padre amoroso y justo Que Trata con La Misma ternura a todos SUS hijos. Igual punto de partida Para Todos, identico destino. Un Mismo porvenir e Iguales Medios para conquistarlos.Nada es por capricho, Como TAMPOCO lo es en el Universo. Todo es regido por Leyes Justas Y sabias. Creo Que Me Voy A Dedicar Más al estudio y voy a Dejar mi laboratorio cerrado personales Tiempo ONU por.Será mejor para mi salud y mi bolsillo (lo digo por la factura de la luz ...)
Olga Ortiz
Revista Espírita de la FEE

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