CONTENIDO DE ESTE BLOG EN EL DIA DE HOY:
- Física Cuántica- Sincronicidad
- ¿ El desarrollo mediúmnico puede acompañar con síntomas físicos?
- Aspectos de las comunicaciones.
- El Psicoscopio
*********************************
Física Cuántica-Sincronicidad
La Sincronicidad según la Mecánica Cuántica: las Causalidades como producto de nuestra mente
Cuando ocurren coincidencias sorprendentes, parece que estuviéramos conectados al mundo de una forma misteriosa. Por ejemplo, estás pensando en una canción que no has escuchado durante años y tienes este pensamiento justo cuando la canción comienza a sonar en la radio. En este caso, parece que tu mente estuviera conectada al mundo a tu alrededor, la coincidencia ocurren entre un estado mental y un estado físico.
“Los fenómenos de sincronía están caracterizados por una coincidencia significativa que aparece entre un estado mental (subjetivo) y un evento que ocurre en el mundo externo (objetivo)”, así lo explican los físicos actuales que están llegando a las mismas conclusiones que el Budismo, la Psicología de Carl G Jung y El Cuarto Camino de G. I. Gurdjieff.
Incluso, hay científicos que afirman que la sincronía no puede ser explicada con la física clásica. Ellos ven al entrelazamiento cuántico como explicación para la conexión entre mente y materia y entre las mentes de varias personas.
“El entrelazamiento cuántico es un fenómeno en el cual pares o grupos de partículas que estuvieron en contacto parecen seguir conectadas sobre vastas distancias”
Ellos usan la mecánica cuántica para examinar la relación entre la mente consciente y la inconsciente y examinar el libre albedrío.
¿Cómo interactúa la mente consciente con el inconsciente?
En física cuántica, un electrón existe en una forma oscilante de onda, no está en un estado fijo hasta que se mide. La medición hace colapsar a la función de onda.
La mente inconsciente es similar a un electrón en ese sentido. Está en varios estados potenciales y la mente consciente actúa como instrumento de medición que lo fija (al menos temporalmente) en un estado particular. La mente consciente colapsa la función de onda de la mente inconsciente.
Entonces, según esta teoría, hay un proceso cuántico entre las diferentes partes de la mente. Pero el proceso se extiende más allá de la mente del individuo en eventos de sincronía. Entonces, ¿es posible que la mente de un individuo está conectada a un inconsciente colectivo a través del entrelazamiento?
El entrelazamiento de la mente consciente con el inconsciente colectivo (de la gente con la que tenemos lazos emocionales, etc.) explica las coincidencias en las cuales las psiquis de dos o más personas parecen estar conectadas.
Pero la mente consciente está también entrelazada con la materia, dicen, y explican que las coincidencias con el mundo físico a nuestro alrededor parecen esperar nuestros pensamientos.
Uno puede ver posiblemente eventos en sincronía entre los dominios materiales y mentales como consecuencia de un entrelazamiento cuántico entre mente y materia.
El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. Existen fenómenos que parecen extraños con el conocimiento del que disponemos y que estimulan la imaginación y abren posibilidades inimaginables. ¿Son verdad? Para poder responder este interrogante consideramos que es necesario investigar y llegar al fondo del conocimiento del Ser Humano, Del Universo y sus Leyes.
( Aportación de Viviana Clara Gianitelli)
*********************
¿El
desarrollo mediúmnico puede acompañar
con síntomas físicos ?
Son
muchos y variados los síntomas que presenta la mediumnidad en cada
caso. Hay quien es médium sin saberlo, pero sin embargo para muchas
personas este desarrollo supone toda una serie de trastornos físicos
y mentales, sufrimientos, desarmonías, cambios emocionales,
desequilibrios, escalofríos, malestares, taquicardias, síntomas de
resfriado, colapso, ansiedad y hasta enfermedades y dolores físicos
punzantes e intermitentes en muy diversas partes del cuerpo, y sin
tener una causa aparente.
Estos síntomas resultan
típicos ante la presencia cercana de espíritus que mediante la
aproximación al aura espiritual del médium en desarrollo, le
transmiten su desequilibrio o sus padecimientos por su deplorable
estado en el plano del más allá en donde se encuentran; sin embargo
otras veces estos síntomas no son causados propiamente por entidades
espirituales, sino por la propia expectativa mental y anímica del
médium.
También,
como síntoma del desarrollo mediúmnico que supone una especial
sensibilidad, pueden notar las sensaciones y dolores que sienten o
padecen otras personas cercanas. El médium que desconoce esto cree
estar enfermo, deprimido, etc, cuando en realidad solo está
reflejando el estado físico o anímico de alguna persona o espíritu
cercano.
En
muchos casos estos mediums incipientes, cuando se concentran no
saben diferenciar entre sus propias emociones y sensaciones, y las
que experimentan ajenas a ellos, debido a no tener sus centros
psíquicos lo suficientemente entrenados y disciplinados.
Todos
estos síntomas, como se ha señalado, pueden significar que se están
llevando a cabo aproximaciones de Seres espirituales que con su
presencia afectan y estimulan la mediumnidad en desarrollo.
Esto
se explica porque todas las personas tenemos alrededor el aura o
campo de energía
psíquica y física que se mezcla aun sin notarlo, con el de otras
personas o Espíritus. En el caso del médium, este expande
involuntariamente su campo de energías, facilitando así también
el contacto psíquico con Seres espirituales, generalmente
desencarnados, que sintonizan la vibración de sus auras con la de
él. Cuando existe la suficiente afinidad vibratoria, esta relación
y comunicación se establece a través del campo energético de los
Periespíritus de ambos Seres: el del médium y el del Ser
espiritual que se manifiesta. Por eso si un Espíritu en desarmonía
se comunica con el médium, lo primero que le transmite es su
vibración negativa, causándole sensaciones desagradables por este
motivo.
Esto
se puede evitar cuando el médium mantiene una tónica moral
vibratoria elevada, y pidiendo auxilio, al menor síntoma, a su
Ayuda Espiritual o espíritu guía que le protege durante toda su
vida, porque si no se puede dejar vía libre para que cualquier
Espíritu indeseado cree lazos con él.
Hay
también otros síntomas de este despertar mediúmnico, como por
ejemplo sentir presencias más o menos desagradables, o percibir
interferencias en los pensamientos como si conversase alguien, e
incluso oír voces en el interior, o sentir inclinaciones y deseos
extraños, o ver fugazmente algo que desaparece al momento.
A
veces se siente sobre el rostro o las manos, la expresión o los
gestos de otra persona, hasta el punto de llegar a notar que sus
pensamientos son de otro Ser. La persona que esto siente debe de
intentar controlar su mente, pedir ayuda y no dejarse dominar por lo
que siente, consciente de que eso no es de él.
El
médium en desarrollo si no consigue saber dominar en cualquier
momento las influencias negativas que le lleguen, no podrá ser un
buen médium y los comunicados de los espíritus que a través de él
se manifiesten serán poco fiables.
Existen
casos en que el desarrollo de la facultad es bastante más rápido
después de la liberación de un Espíritu obsesor que durante un
tiempo haya estado ligado a la persona, perturbándola y haciéndola
sufrir. Cuando hablemos de la Obsesión entraremos en más detalle;
ahora basta añadir que estos casos de interferencias espirituales
de una vibración inferior, suelen suceder con el propósito
acelerar el desarrollo mediúmnico.
Al
médium en formación se le puede ayudar también en su desarrollo,
con la aplicación de “pases magnéticos” que reciba,
recibiendo con ellos la necesaria energía vital y psíquica que
facilita su desarrollo y activa los chacras, elevando su tónica
vibratoria. Esto es especialmente útil en niños, que así se
sienten más reforzados.
La mayor parte de las
veces, la mediumnidad suele ser una prueba para el Espíritu del
médium, lo cual le resulta también una expiación que al mismo
tiempo le sirve para impulsar enormemente su propia evolución,
porque con este valioso instrumento que es la mediumnidad, se puede
ayudar a Entes desencarnados sufridores o ignorantes, lo que
facilita el ejercicio de la caridad por parte del médium.
Por último, no envidiar a
ningún médium en su facultad, pues casi siempre es señal de que
con ella están saldando una deuda de su pasado como espíritu, y un
pasado de errores y deudas no es precisamente envidiable, porque si
se envidia su facultad, se envidia la causa que la motivó.
Jose Luis Martín
“Muchos
sufrimientos derivan a veces del esfuerzo por forzar su
prematuro
desarrollo; quien así los posee es a menudo alucinado
por engañosos
espíritus, o llega a envanecerse y piensa que no
puede equivocarse;
y en cualquier caso, el tiempo y la energía
que su adquisición
requiere, podrían haberse empleado en
trabajar por los demás”.
-Krishnamurti-
*****************
Aspectos de las Comunicaciones
Nuestros pensamientos no tienen necesidad de la palabra para que sean comprendidos por los Espíritus, y todos perciben el pensamiento que deseamos comunicarles con sólo dirigirlo
hacia ellos, y esto es en razón de sus facultades intelectuales, es decir, que tal pensamiento puede ser comprendido por algunos, según su adelantamiento, mientras que para otros, no
despertándoles este pensamiento ningún recuerdo, ningún conocimiento en el fondo de su corazón o de su cerebro, no es perceptible para ellos. En este caso es Espíritu encarnado que nos sirve de médium es más propio para manifestar nuestro pensamiento a los otros encarnados, aun cuando él no lo comprenda, que un Espíritu desencarnado y poco avanzado no podría hacerlo sin estar obligado a recurrir a su intermediario; porque el ser terrestre pone su cuerpo como instrumento a nuestra disposición, lo que no puede hacer el Espíritu errante.
De este modo, cuando encontramos un médium con el cerebro bien provisto de conocimientos adquiridos en la vida actual y su Espíritu rico de conocimientos anteriores latentes propios para facilitar nuestras comunicaciones, nos servimos de él con preferencia, porque con él, el fenómeno de la comunicación no es mucho más fácil que con un médium cuya inteligencia fuese limitada y cuyos conocimientos anteriores hubiesen quedado
insuficientes. Vamos a ver si podemos hacernos comprender por algunas explicaciones limpias y precisas.
Con un médium cuya inteligencia actual o anterior se encuentra desarrollada, nuestro pensamiento se comunica instantáneamente de Espíritu a Espíritu, por una facultad propia
a la esencia del mismo Espíritu. En este caso encontramos en el cerebro del médium los elementos propios para dar a nuestro pensamiento la forma de la palabra correspondiendo a este pensamiento, y esto que el médium sea intuitivo, semimecánico o mecánico puro. Por esto cualquiera que sea la diversidad de los Espíritus que comunican con el médium, los dictados que se obtienen por él, aunque procedan de Espíritus diversos, llevan el sello de la forma y el calor personal de este médium. Sí; bien que el pensamiento sea del todo extraño a él, bien que el asunto salga del círculo en el cual se mueve habitualmente, o bien que lo que nosotros queremos decir no provenga de ningún modo de él, no por esto deja de influir menos la forma, por las cualidades y las propiedades que son adecuadas a su individuo. Es
absolutamente como cuando vosotros miráis deferentes puntos de vista con anteojos de diferentes matices, verdes, blancos o azules: aun cuando los puntos de vista u objetos mirados estén enteramente opuestos y enteramente independientes los unos de los otros, no por esto afectan menos siempre un tinte que proviene del color de los anteojos. Mejor aún, compararemos los médiums a estas vasijas llenas de líquidos de colores y transparentes que se ven en el mostrador de los farmacéuticos; pues bien: nosotros somos como las luces que iluminamos ciertos puntos de vista morales, filosóficos e internos a través de los médiums, azules, verdes o encarnados, de tal modo que nuestros rayos luminosos, precisados a pasar a través de los cristales, más o menos bien tallados, más o menos transparentes, es decir, por médiums más o menos inteligentes, no llegan sobre los
objetos que queremos iluminar sino tomando el tinte, o mejor, la forma propia y particular de estos médiums. En fin, para terminar por la última comparación, nosotros, los Espíritus, somos como los compositores de música, que hemos compuesto o queremos improvisar un aire y no tenemos a la mano sino un piano, un violín, una flauta, un bajo o un silbato de dos cuartos.
Es incontestable que con el piano, la flauta o el violín, ejecutaremos nuestro fragmento de una manera muy comprensible para los oyentes; y aun cuando los sonidos proviniendo del piano, del bajo o del clarinete, sean esencialmente diferentes los uno de los otros, nuestra
composición será idénticamente la misma, salvo los cambios del sonido. Pero si sólo tenemos a nuestra disposición un silbato o un embudo, esta es nuestra dificultad.
En efecto, cuando nos vemos precisados a servirnos de médiums poco avanzados, nuestro trabajo es más largo y mucho más penoso, porque nos vemos obligados por recurso a tomar formas incompletas, lo que para nosotros es una complicación; porque entonces nos vemos forzados a descomponer nuestros pensamientos y proceder, palabra por palabra, letra por letra, lo que es enojoso y fatigante para nosotros, y una traba real para la prontitud y el desarrollo de nuestras manifestaciones.
Por esto somos felices cuando encontramos médiums bien apropiados, bien útiles, dotados de materiales prontos a funcionar, buenos instrumentos, en una palabra, porque entonces, nuestro periespíritu, obrando sobre el periespíritu que nosotros mediumnizamos, no hay más que dar impulsión a la mano que nos sirve de porta plumas o de lapicero; mientras que, con los médiums insuficientes, estamos obligados a hacer un trabajo análogo al que hacemos cuando nos comunicamos por golpes, es decir, designando letra por letra, palabra por palabra, cada una de las frases que forman la traducción de los pensamientos que queremos comunicar.
Por estas razones nos dirigimos con preferencia a las clases ilustradas e instruidas, para la divulgación del Espiritismo y el desarrollo de las facultades mediúmnicas escritoras, aun
cuando entre estas clases se encuentran los individuos más incrédulos, los más rebeldes y los más inmorales. De la misma manera que dejamos hoy a los Espíritus burlones y poco
avanzados el ejercicio de las comunicaciones tangibles de golpes y aportes, de la misma manera los hombres poco formales entre vosotros prefieren la vista de los fenómenos que hieren sus ojos y sus oídos, a los fenómenos puramente espirituales, puramente psicológicos.
El Libro de los Médiums-
*************************************
( Publicado por Mercedes Cruz )
Aspectos de las Comunicaciones
Nuestros pensamientos no tienen necesidad de la palabra para que sean comprendidos por los Espíritus, y todos perciben el pensamiento que deseamos comunicarles con sólo dirigirlo
hacia ellos, y esto es en razón de sus facultades intelectuales, es decir, que tal pensamiento puede ser comprendido por algunos, según su adelantamiento, mientras que para otros, no
despertándoles este pensamiento ningún recuerdo, ningún conocimiento en el fondo de su corazón o de su cerebro, no es perceptible para ellos. En este caso es Espíritu encarnado que nos sirve de médium es más propio para manifestar nuestro pensamiento a los otros encarnados, aun cuando él no lo comprenda, que un Espíritu desencarnado y poco avanzado no podría hacerlo sin estar obligado a recurrir a su intermediario; porque el ser terrestre pone su cuerpo como instrumento a nuestra disposición, lo que no puede hacer el Espíritu errante.
De este modo, cuando encontramos un médium con el cerebro bien provisto de conocimientos adquiridos en la vida actual y su Espíritu rico de conocimientos anteriores latentes propios para facilitar nuestras comunicaciones, nos servimos de él con preferencia, porque con él, el fenómeno de la comunicación no es mucho más fácil que con un médium cuya inteligencia fuese limitada y cuyos conocimientos anteriores hubiesen quedado
insuficientes. Vamos a ver si podemos hacernos comprender por algunas explicaciones limpias y precisas.
Con un médium cuya inteligencia actual o anterior se encuentra desarrollada, nuestro pensamiento se comunica instantáneamente de Espíritu a Espíritu, por una facultad propia
a la esencia del mismo Espíritu. En este caso encontramos en el cerebro del médium los elementos propios para dar a nuestro pensamiento la forma de la palabra correspondiendo a este pensamiento, y esto que el médium sea intuitivo, semimecánico o mecánico puro. Por esto cualquiera que sea la diversidad de los Espíritus que comunican con el médium, los dictados que se obtienen por él, aunque procedan de Espíritus diversos, llevan el sello de la forma y el calor personal de este médium. Sí; bien que el pensamiento sea del todo extraño a él, bien que el asunto salga del círculo en el cual se mueve habitualmente, o bien que lo que nosotros queremos decir no provenga de ningún modo de él, no por esto deja de influir menos la forma, por las cualidades y las propiedades que son adecuadas a su individuo. Es
absolutamente como cuando vosotros miráis deferentes puntos de vista con anteojos de diferentes matices, verdes, blancos o azules: aun cuando los puntos de vista u objetos mirados estén enteramente opuestos y enteramente independientes los unos de los otros, no por esto afectan menos siempre un tinte que proviene del color de los anteojos. Mejor aún, compararemos los médiums a estas vasijas llenas de líquidos de colores y transparentes que se ven en el mostrador de los farmacéuticos; pues bien: nosotros somos como las luces que iluminamos ciertos puntos de vista morales, filosóficos e internos a través de los médiums, azules, verdes o encarnados, de tal modo que nuestros rayos luminosos, precisados a pasar a través de los cristales, más o menos bien tallados, más o menos transparentes, es decir, por médiums más o menos inteligentes, no llegan sobre los
objetos que queremos iluminar sino tomando el tinte, o mejor, la forma propia y particular de estos médiums. En fin, para terminar por la última comparación, nosotros, los Espíritus, somos como los compositores de música, que hemos compuesto o queremos improvisar un aire y no tenemos a la mano sino un piano, un violín, una flauta, un bajo o un silbato de dos cuartos.
Es incontestable que con el piano, la flauta o el violín, ejecutaremos nuestro fragmento de una manera muy comprensible para los oyentes; y aun cuando los sonidos proviniendo del piano, del bajo o del clarinete, sean esencialmente diferentes los uno de los otros, nuestra
composición será idénticamente la misma, salvo los cambios del sonido. Pero si sólo tenemos a nuestra disposición un silbato o un embudo, esta es nuestra dificultad.
En efecto, cuando nos vemos precisados a servirnos de médiums poco avanzados, nuestro trabajo es más largo y mucho más penoso, porque nos vemos obligados por recurso a tomar formas incompletas, lo que para nosotros es una complicación; porque entonces nos vemos forzados a descomponer nuestros pensamientos y proceder, palabra por palabra, letra por letra, lo que es enojoso y fatigante para nosotros, y una traba real para la prontitud y el desarrollo de nuestras manifestaciones.
Por esto somos felices cuando encontramos médiums bien apropiados, bien útiles, dotados de materiales prontos a funcionar, buenos instrumentos, en una palabra, porque entonces, nuestro periespíritu, obrando sobre el periespíritu que nosotros mediumnizamos, no hay más que dar impulsión a la mano que nos sirve de porta plumas o de lapicero; mientras que, con los médiums insuficientes, estamos obligados a hacer un trabajo análogo al que hacemos cuando nos comunicamos por golpes, es decir, designando letra por letra, palabra por palabra, cada una de las frases que forman la traducción de los pensamientos que queremos comunicar.
Por estas razones nos dirigimos con preferencia a las clases ilustradas e instruidas, para la divulgación del Espiritismo y el desarrollo de las facultades mediúmnicas escritoras, aun
cuando entre estas clases se encuentran los individuos más incrédulos, los más rebeldes y los más inmorales. De la misma manera que dejamos hoy a los Espíritus burlones y poco
avanzados el ejercicio de las comunicaciones tangibles de golpes y aportes, de la misma manera los hombres poco formales entre vosotros prefieren la vista de los fenómenos que hieren sus ojos y sus oídos, a los fenómenos puramente espirituales, puramente psicológicos.
El Libro de los Médiums-
*************************************
EL PSICOSCOPIO
“El futuro pertenece al espíritu (…) Cada criatura con los sentimientos que la caracterizan en su vida intima emite rayos específicos y vive en la onda espiritual con la que se identifica.”
EMMANUEL
(Prefacio de En los Dominios de la mediúmnidad, RJ: FEB, 1979.)39
En el libro encima citado , André Luiz informa acerca de un delicado y minúsculo aparato, el psicoscopio, pesando apenas algunas gramas, cuya utilidad es relatada con minucias en el capítulo 2. Veamos como el autor espiritual expone la cuestión.
El psicoscopio se destina a la auscultación del alma, con capaci-dad de definir sus vibraciones y también para efectuar diversas observaciones en torno a la materia. Al efectuarse la psicoscopia de una persona o de un equipo de trabajadores es posible registrar sus posibilidades y categorizar la situación y según las radiaciones que proyectan es que los mentores, verificando esas actitudes, planean la obra que pueden realizar, delegándoles responsabilidades compatibles. “Funciona a base de electricidad y magnetismo, sirviéndose de elementos radiantes, análogos en esencia a los rayos gama. Está constituido por anteojos de estudio, con recursos disponibles para la microfotografía.”
A través del psicoscopio es posible evaluar la moralidad, el sen-timiento, la educación y el carácter de los que están siendo analiza-dos.
André Luiz y su compañero Hilario tuvieron la oportunidad, conforme relata el citado libro, de acompañar a las actividades de un grupo mediúmnico, integrado en determinada casa espirita, constituido este grupo por diez componentes, siendo cuatro médiums los que presentaban facultades bien desarrolladas y de lastre moral respetable.
Invitado por el Instructor espiritual Áulus para observar el equipo mediúmnico usando el psicoscopio, André se mostró sorprendido con sus propiedades. Notó, entonces, que el techo, paredes y todos los objetos eran formados de corrientes de fuerza y emitían una débil claridad. Los integrantes encarnados, por su vez, estaban ligados entre si por vastos círculos radiantes alrededor de sus cabezas, como si fuese una corona de luz solar, formada por los diez participantes. Observemos las anotaciones del autor:
De ese collar de focos dorados se estiraba extensa faja de luz violeta, que parecía contenida en otra faja de luz anaranjada, para explayarse en diversas tonalidades que, de momento, no pude identificar, una vez que mi atención estaba presa al círculo de los rostros fulgurantes, visiblemente unidos entre si, a la manera de diez pequeños soles, imanados unos a los otros. Reparé que sobre cada uno de ellos se ostentaba una aureola de rayos casi verticales, fulgentes y movibles, como si fuesen diminutas antenas de oro humeante. Sobre esas coronas que se particularizaban, de compañero a compañero, caían de lo Alto abundantes rayos de luminosidad estelar que, tocando las cabezas allí hermanadas, parecían suaves corrientes de fuerza y se transformaron en pétalos microscópicos, que se encendían y apagaban, en miríadas de formas delicadas y caprichosas, gravitando, por momentos, alrededor de los cerebros en que se producían, cuales satélites de vida breve, en torno de las fuentes vitales que les daban origen.
Admirado ante lo que veía, André pregunto al Instructor si aquel era un grupo de iniciados, conocedores de las revelaciones divinas, siendo esclarecido de ser un grupo de personas comunes, con un diferencial, o sea,
Traen la mente volcada para las ideas superiores de la fe activa, expresada en el amor por los semejantes. Procuran disciplinarse, ejercitan la renuncia, cultivan la bondad constante y, por intermedio del esfuerzo propio en el bien y en el estudio noblemente conducido, adquirieron elevado tenor de radiación mental.
También Hilario se sorprendió ante lo que consideró un “espectáculo magnifico”, al que Áulus esclareció, preguntando:
… ¿no sabe usted que un hombre encarnado es un generador de fuerzas electromagnéticas, con una oscilación por segundo, registrada por el corazón? ¿Ignora, por ventura, que todas las sustancias vivas de la Tierra emiten energías encuadradas en los dominios de las radiaciones ultravioletas? Reportándonos a nuestros compañeros, poseemos en ellos almas regularmente evolucionadas, en apreciables condiciones vibratorias por la sincera devoción al bien, con olvido de sus propios deseos. Pueden, de ese modo, proyectar corrientes superiores y enriqueciendo los rayos vitales de los que son dinamos comunes.
Las propiedades del psicoscopio son sorprendentes, sin embargo, la mayor sorpresa es lo que el revela y que André Luiz describe, dándonos la idea de que realmente las diez personas que integran ese equipo mediúmnico alcanzaron un estado evolutivo mejor. Todavía, luego quedamos sabiendo, a través de las explicaciones de Áulus, que son personas comunes, aunque con el diferencial de cultivar ciertas cualidades que las identifican como trabajadores del Bien, que procuran servir en la siembra del Maestro y para eso traen la mente sintonizada con los ideales superiores, lo que les lleva a una conducta disciplinada en la cual están presentes el amor al prójimo, la bondad y hasta la renuncia.
Cuando se trata de renunciar, se comprende toda una forma de procedimiento, del espirita sincero, que prioriza la búsqueda de la espiritualización, sabiendo que tendrá que abrir la mano, en muchos momentos, de ciertas situaciones mundanas, lo que hace con alegría para ya estar vivenciando su transformación moral. Los beneficios de ahí provenientes se hacen sentir en su mundo intimo y en todo lo demás a su alrededor. Esto nos hace recordar el capitulo XVII de El Evangelio Según el Espiritismo, ítem “El hombre de bien”.40
Entretanto, la capacidad de irradiación, de emitir energía, no es privilegio de algunos individuos bien dotados de magnetismo y diferente de los demás.
Por ser oportuno, mencionamos seguir algunas consideraciones a respecto del aura humana, conforme la siempre autorizada y esclarecedora palabra de André Luiz, en dos obras de su autoría.
En Evolución en dos mundos, después de elucidar que todas las células emiten radiaciones registra:
Todos los seres vivos, por eso, de los más rudimentarios a los más complejos se revisten de un “halo energético” que corresponde a su naturaleza.
En el hombre, con todo, semejante proyección surge profundamente enriquecida y modificada por los factores del pensamiento continuo que, ajustándose a las emanaciones del campo celular, le modelan, alrededor de la personalidad, el conocido cuerpo vital o doble eterico de algunas escuelas espiritualistas, du-plicado más o menos radiante de la criatura.
En los huecos y ligaciones sutiles de esa túnica electromagnética de que el hombre se entraja, circula el pensamiento, coloreándolo con las vibraciones e imágenes de que se constituye, exhibiendo ahí, en primera mano, las solicita-ciones y los cuadros que improvisa, antes de irradiarlo rumbo a los objetos y las metas que demanda.
Ahí tenemos, en esa conjugación de fuerzas fisicoquímicas y mentales, aura humana, peculiar a cada individuo (…)”41
El mismo autor espiritual, en el libro Mecanismos de la Mediúmni-dad, explicando acerca del campo del aura, avanza un tanto más en sus explicaciones:
Articulando, alrededor de sí misma, las radiaciones de las sinergias funcionales de las agregaciones celulares del campo físico o del psicosomático, el alma encarnada o desencarnada está envuelta en la propia aura o túnica de fuerzas electromagnética, en cuya tesitura circulan las irradiaciones que le son peculiares.
Se evidencia esas irradiaciones, de manera condensada, hasta un punto de-terminado de saturación, conteniendo las esencias e imágenes que le confi-guran los deseos en el mundo intimo, en proceso espontaneo de auto- exterio-rización, punto ese del cual su onda mental se prolonga adelante, actuando sobre todos los que con ella se afinen y recogiendo naturalmente la actuación de todos los que se revelen simpáticos.
Y, de ese modo, extiende la propia influencia que, caracteriza el campo propuesto por Einstein, que disminuye con la distancia del fulcro conciencial emisor, tornándose cada vez menor, más se explaya en el Universo Infinito. 42
El aura, vista a través de la fotografía Kirlian
Como vimos, ya hace mucho los espiritas tienen conocimientos acerca del periespiritu, del aura, del doble eterico etc.… más no siempre son citados las experiencias científicas realizadas en otros países, que no son nada más que diversos caminos para llegar a los mismos resultados, denotando así que los Espíritus Superiores que dirigen nuestro planeta diseminan, por todas partes, las simientes luminosas del conocimiento, fuente de inspiración e insight para los que están en las fajas de esas revelaciones. Así, ocurren notables descubrimientos, como si fuesen “obras del acaso”. Esto aconteció, por ejemplo, con la fotografía Kirlian.
Creemos, pues, ser de buen arbitrio mencionemos algunos puntos relativos al aura humana y la capacidad de los seres vivos de emitir energía, en la visión de otros autores. Valgámonos para tal cosa de textos de las escrituras Sheila Ostrander y Lynn Schroeder, en la obra Experiencias Psíquicas más allá de la Cortina de Hierro, cap. 16. 43
El concepto del aura humana nube radiante y luminosa que envuelve el cuerpo, remonta a siglos. Grabados del primitivo Egipto, de la India, de Grecia, de Roma, mostraban las figuras sagradas circundadas de una orla luminosa mucho antes que los artistas de la era cristiana principiasen a pintar a los santos rodeados de halos. Esa convención, en realidad, puede haberse basado en las observaciones de clarividentes que veían, según ellos mismos aseveraban, un resplandor envolviendo a los santos.
La famosa médium Sra. Eileen Garrett, afirma en su libro Awareness (Berkeley Publishing Corp., Nova Iorque, 1968): “Siempre vi todas las plantas, animales y personas coronadas por una orla distinta”. De acuerdo con el estado del espíritu de las personas, dice ella, esa, corona cambia de color y de consistencia. (…)
La pareja de científicos rusos Semyon Kirlian, conceptuado técnico electricista, y su esposa Valentina, profesora y periodista, en experiencias científicas, en la ciudad de Krasnodar, en el Sur de Rusia, crearon, en 1939, una máquina capaz de fotografiar el cuerpo energético (o aura) de las plantas, animales y seres humanos, hoy conocida como fotografía Kirlian.
Semyon Kirlian tuvo su atención despierta cuando fue llamado para concertar un equipamiento que pertenecía a un científico y allí, en el laboratorio de pesquisa, vio, por acaso, la demostración de un instrumento de alta frecuencia de electroterapia. En cuanto el paciente recibía tratamiento a través de los electrodos de la maquina Kirlian notó, de repente, un minúsculo flash de luz entre los electrodos y la piel. Pensó entonces en la posibilidad de fotografiar el fenómeno, insertando una chapa fotográfica entre la piel y el electrodo. Kirlian hizo la experiencia, más tuvo que sustituir los electrodos de vidrio, que eran los usuales, por el de metal, aun mismo sabiendo el riesgo de quemarse lo ligo a la propia mano y enseguida ligo la maquina, habiendo sufrido realmente seria quemadura, en una exposición de tres segundos. Al revelar la fotografía, constato que en ella surgió una especie de luminiscencia en torno de los dedos. Nacía la fotografía Kirlian, más solo después de diez años la maquina estaría suficientemente perfeccionada.
Es interesante resaltar, según el libro de Sheila y Lynn, que la pa-reja perfeccionó de tal forma la maquina que las fotografías pasaron a tener movimiento. Veamos cómo es narrado ese momento:
(…) Kirlian coloco la mano debajo de la lente y ligo a la corriente. Y un mundo fantástico, nunca visto, se desvelo ante el marido y la mujer.
La propia mano parecía la Vía Láctea en un cielo estrellado. Sobre un fondo azul y oro, lo que estaba aconteciendo en la mano recordaba a un espectáculo de fuegos artificiales. Bengalas multicolores se encendían, seguidas de chispas, centelleos, resplandores y relámpagos. Algunas luces brillaban como petardos, otras fulguraban y después se apagaban. Otras aun lucían a intervalos. En ciertas partes de la mano había nubecillas oscuras. Resplandores serpenteaban a lo largo de laberintos que brillaban como astronaves a camino de otras galaxias. ¿Qué significaban aquellas bengalas? ¿Qué estaban iluminando? Las centellas que pulsaban no se movían al acaso. Su juego parecía obedecer a leyes. ¿Más que leyes eran esas
Otro punto importante de la obra de la cual estamos transcribiendo algunos trechos, dice respecto al cuerpo energético (cap.17). Conforme las autoras elucidan,
(…) durante siglos, videntes, escritores, clarividentes, así como antiguas filosof-ías y religiones se referían a un cuerpo invisible que todos poseemos. El ha sido llamado, a través de los siglos, “cuerpo sutil”, “cuerpo astral”, “cuerpo eterico”, “cuerpo fluídico”, “cuerpo Beta”, “cuerpo equivalente”, “cuerpo pre-físico” , para citar algunos de sus nombres.
Las autoras se refieren, nuevamente, a la médium Eileen Garrett, “una de las médiums más notables y merecedoras de confianza de nuestro tiempo”, el presidente de la Fundación de Parapsicología de Nueva York que en su libro Awareness, escribe:
Durante toda mi vida yo supe que todos poseemos un segundo cuerpo - un doble. El doble es un hecho distinto en las enseñanzas orientales y teosóficas y, como tal, considerado un cuerpo energético, un área magnética asociada al cuerpo físico, en el que las fuerzas inmateriales del cosmos, el sistema solar, el planeta y nuestro medio más inmediato son normalmente transformadas en la vida y creencias del individuo.
Otra médium, esta inglesa y muy conceptuada, Geraldine Cum-mins, en la década de 1930, dijo algo sorprendente, que sería con-firmado en las experiencias hechas en Rusia.
La mente no opera directamente sobre el cerebro. Existe un cuerpo eterico que es el hilo entre la mente y las células del cerebro. (…) Partículas corpusculares mucho menores que las que los científicos ya conocen viajan a lo largo de las fibras del cuerpo eterico, o doble, para ciertas regiones del cuerpo y para el cerebro. (…) Cada animal tiene un cuerpo unificador invisible hecho de éter modificado. Deberá ser posible inventar, con el tiempo, un instrumento que nos permita percibir ese cuerpo.
La maquina Kirlian vino para atender esa necesidad. Y más que esto, vino para comprobar de forma cabal las avanzadas elucidaciones espiritas, desde la Codificación de Allan Kardec.
No hay comentarios:
Publicar un comentario