Manifestaciones Parapsíquicas: Materializaciones

             CARTA DE TÍO NILSON

Corazones afectuosos y queridos:
¡Esté con nosotros la paz del Señor!
Retorno a la convivencia amistosa evocando los días del pasado, impregnados en lo profundo de mi modesto ser.
Hace 64 años que soñando iniciamos -¿o reiniciamos?- una trayectoria de amor que debería proyectarse hacia el lejano mañana. No teníamos experiencia pero, cautivados por la fe espírita, comprendimos que el sentido de nuestra existencia estaba contenido en la obra de educación de las nuevas generaciones, especialmente de aquellas que socialmente estaban abandonadas.
La luz de la caridad brillaba en nuestros sentimientos, mientras que las sombras del pasado trataban de impedir nuestro avance.
La Espiritualidad superior nos había convocado para que siguiéramos a Jesús, a fin de que nos recuperáramos de graves incumbencias que necesitaban regularización.
Sórdidos crímenes -que permanecían ignorados- hacían indispensable la felicidad de las víctimas y la reparación de los verdugos. No había otra alternativa, sino amar-sufriendo y sufrir-sirviendo.
Surgió la Mansión del Camino, evocando la Casa de Pedro, Tiago y Juan en la ruta que llevaba de Jerusalén a Jope.
Allí el dolor encontraba alivio, el abandono recibía amparo, el odio era remediado mediante la compasión.
Con esfuerzos increíbles, con Dios y con Mamón, con el mundo y con Jesús, nos descalzamos y extendimos las manos en dirección al servicio.
No más descanso ni ilusiones. Sol y lluvia, estío y tempestad, con un grupo de consoladores iniciamos la labor de la vivencia cristiana y comenzamos a sembrar esperanza. Vimos surgir las plántulas frágiles que crecieron y beneficiaron con fronda, flores y frutos, sonriendo también de incontenida alegría.
Casi todos aquellos que se dedicaron al amor han retornado al Gran Hogar y aquí están, con nosotros, cantando hosanas, con lágrimas que son como rocío en nuestros ojos, mientras agradecen al Señor.
Se sucedieron generaciones, nuevos luchadores llegaron y dieron continuidad a la tarea.
Los tiempos han cambiado, los hábitos se modificaron, la cultura se amplió; la ciencia y la tecnología han dilatado los horizontes de la humanidad, y nuestro bastión de amor permanece inexpugnable, al servicio del Amor no amado.
Pese a las glorias de estos días, nunca ha habido tanto dolor aguardando consuelo, tanta soledad como ahora.
Se han multiplicado los crímenes de toda especie, y el ser humano permanece extravagante, agitado o deprimido, necesitado de amor.
Sus voces y sus acciones alimentan la esperanza y se desenvuelven en nombre de Él.
Que nunca les afecte el cansancio de amar y de servir, ni se permitan el lujo de desertar ni interrumpir los compromisos liberadores.
Permanezcan unidos en la fe razonada, sin descansar con falsas justificaciones.
Continúen el trabajo sin enfado y ayudándose recíprocamente.
El Señor ha providenciado continuadores que ya se encuentran en acción, para que las características de nuestra Casa fiel a la doctrina espírita permanezca incorruptible y abierta al sufrimiento, cualquiera sea.
Que todos nos alegremos con la conciencia del deber cumplido y por ejecutar, convirtiéndonos en trabajadores de la última hora, pero devotos y felices.
Abrazándolos tiernamente, el viejo amigo y devoto servidor,

Tio Nilson

(Página psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco, en la sesión mediúmnica de la noche del 15 de agosto de 2016, en el Centro Espírita Camino de Redención, en la fecha del aniversario de la Mansión del Camino, en Salvador, Bahia, Brasil)

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DISTINCIÓN DE LOS BUENOS Y DE LOS MALOS ESPÍRITUS.

Si la identidad absoluta de los Espíritus es, en muchos casos, una cuestión accesoria y sin importancia, no sucede lo mismo con la distinción de los buenos o malos Espíritus; su
individualidad puede sernos indiferente, su cualidad no lo es jamás. En todas las comunicaciones instructivas es en donde debe concentrarse más la atención, porque esta sola es la que puede darnos la medida de la confianza que debemos tener con el Espíritu que se manifiesta, cualquiera que sea el nombre que tome. ¿El Espíritu que se manifiesta, es bueno o malo? ¿A qué grado de la escala espírita pertenece? Aquí está la cuestión
principal.
Debe considerárseles como corresponsales que jamás han visto,y preguntarse qué es lo que se pensaría del saber y del carácter de un hombre que dijera o escribiera semejantes cosas. Se puede poner como regla invariable y sin excepción, que el lenguaje de los Espíritus está siempre en razón de su grado de elevación.
Los Espíritus realmente superiores no sólo dicen grandes cosas, sino que las dicen en término que excluyen, de la manera más absoluta, toda trivialidad; por buenas que sean estas cosas, si están empañadas con una sola expresión que resienta la bajeza,es un señal indudable de su inferioridad y con mucha más razón si el conjunto de las comunicaciones hiere la decencia por su grosería. El lenguaje descubre siempre su origen, sea por el
pensamiento que manifiesta, sea por su forma, y aun cuando un Espíritu quisiera engañarnos sobre su pretendida superioridad, basta conversar algún tiempo con él para conocerle.
264. La bondad y benevolencia son también atributos esenciales de Espíritus depurados; no odian ni a los hombres ni a los Espíritus; compadecen las debilidades, critican los errores,
pero siempre con moderación, sin aversión ni animosidad. Si se admite que los Espíritus verdaderamente buenos sólo pueden querer el bien y decir cosas buenas, se deducirá en consecuencia que el lenguaje de los Espíritus que manifieste falta de bondad y benevolencia, no dimana de un Espíritu bueno.
265. La inteligencia está lejos de ser un señal cierta de superioridad, porque la inteligencia y la moral no siempre marchan juntas. Un Espíritu puede ser bueno, benévolo y tener
conocimientos limitados, mientras que un Espíritu inteligente e instruido puede ser muy inferior en moralidad.
Se cree con bastante generalidad que, preguntado al Espíritu de un nombre que ha sido sabio en una especialidad sobre la Tierra, se obtendrá con más facilidad la verdad; esto es lógico y, sin embargo, no es siempre verdadero. La experiencia demuestra que los sabios, lo mismo que los otros hombres, sobre todo aquellos que han dejado la Tierra hace poco, están aún bajo el imperio de las preocupaciones de la vida corporal; no se desprenden
inmediatamente del Espíritu de sistema. Puede, pues, suceder, que bajo las influencias de las ideas que tuvieron cuando vivían y con las cuales se hicieron un título de gloria, vean menos claro de lo que nosotros los pensamos. No damos este principio como una regla, mucho le falta; decimos únicamente que esto se ve, y que por consiguiente su ciencia humana no siempre es una prueba de infabilidad como Espíritu.

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.

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          El punto de vista

La idea clara y precisa que nos formamos de la vida futura, da una fe indestructible para el porvenir; y esta fe tiene inmensas consecuencias sobre la moralización de los hombres, porque cambia completamente "el punto de vista desde el cual se contempla la vida terrestre". Para el que se coloca, con el pensamiento, en la vida espiritual, que es indefinida, la vida corporal sólo es un pasaje, una estancia corta en un país ingrato. Las vicisitudes y las tribulaciones de la vida sólo son incidentes que sufre con paciencia, porque sabe que son de poca duración y deben ser seguidas de un estado más feliz; la muerte nada tiene de horrible; ya no es la puerta de la nada, sino la de la libertad que abre al desterrado la entrada de una morada de felicidad y de paz. Sabiendo que mora en un paraje temporal y no definitivo, toma los pesares de la vida con más indiferencia, y de esto le resulta una calma de espíritu que dulcifica su amargura.
Con la simple duda sobre la vida futura, el hombre dirige todos sus pensamientos a la vida terrestre; incierto del porvenir, todo lo dedica al presente; no entreviendo otros bienes más preciosos que los de la tierra, es como el niño que nada ve más allá de sus juguetes, y para procurárselos, lo hace todo; la pérdida del menor de sus bienes es una tristeza penetrante; un desengaño, una esperanza perdida, una ambición no satisfecha, una injusticia, cuya víctima es el orgullo o la vanidad herida, son otros tantos tormentos que hacen de su vida una agonía perpetua "dándose de este modo voluntariamente un verdadero y continuado tormento". Tomando su punto de vista de la vida terrestre, en cuyo centro está colocado, todo a su alrededor toma vastas proporciones; el mal que le alcanza, así como el bien que incumbe a los otros, todo adquiere a sus ojos una grande importancia.
Por esto la importancia que se da a los bienes terrestres está siempre en razón inversa de la fe en la vida futura.
6. Se dirá que si todo el mundo pensase del mismo modo, nadie se ocuparía de las cosas de la tierra y todo se paralizaría. No; el hombre busca instintivamente su bienestar, y aun con la certeza de permanecer poco tiempo en el puesto, quiere estar lo mejor posible; no hay nadie que encontrando una zarza a su paso no la quite para no pincharse. Así, pues, los deseos de buscar el bienestar, fuerzan al hombre a mejorar todas las cosas, impulsado por el instinto del progreso y de conservación que está en las leyes de la naturaleza. Trabaja, pues, por necesidad, por gusto y por deber, y en esto cumple las miras de la Providencia, que con este fin le ha colocado en la tierra. El que considere sólo el porvenir, no da al presente sino una importancia relativa, y se consuela con gusto de las contrariedades del presente pensando en el destino que le espera. Dios no condena los goces terrestres, sino el abuso de estos goces en perjuicio de las cosas del alma; contra este abuso se precaven los que se aplican estas palabras de Jesús: "Mi reino no es de este mundo".
El que se identifica con la vida futura, se parece a un hombre rico que pierde una pequeña cantidad sin ninguna emoción; el que concentre sus pensamientos en la vida terrestre, es como un hombre pobre que pierde todo lo que posee y se desespera.
7. El Espiritismo ensancha el pensamiento y abre nuevos horizontes; en vez de esa vista estrecha y mezquina que le concentra en la vida presente, que hace del instante que se pasa en la tierra el único y frágil eje del porvenir eterno, enseña que esta vida sólo es un anillo en el conjunto armonioso y grandioso de la obra del Creador; enseña la solidaridad que reune todas las existencias de un mismo ser, todos los seres de un mismo mundo y los seres de todos los mundos; da también una base y una razón de ser a la fraternidad universal, mientras que la doctrina de la creación del alma en el momento del nacimiento de cada cuerpo, hace que todos los seres sean extraños unos a otros. Esta solidaridad de las partes de un mismo todo, explica lo que es inexplicable, si se considera un solo punto. Este es el conjunto que en tiempo de Cristo no hubieran podido comprender los hombres, y por esto reservó su conocimiento para otros tiempos.

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

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La Caridad

Ah!! Caridad,dulce  compañera!
Que nos lleva a los más bellos parajes del amor al projimo…
que enjuaga lágrimas, que extiende las manos,
que tiene siempre una sonrisa en los labios y en el  corazón,
que en las manos lleva el pan y en el  corazón la oración!
Árbol frondoso que a todos ha de cubrir,
con paz y amor!

CARIDAD

– por Richard Simonetti

¿ Cual es el sentido verdadero de la palabra caridad, tal como la entendía Jesús?.

   Benevolencia para con todos, indulgencia ante las imperfecciones de los demás, perdón de las ofensas.

Cuestión 886 ( Leyes morales, en el Libro de los Espíritus)

Muchos centros espíritas llevan el nombre Amor y Caridad.

Evidentemente no imaginaban sus fundadores que tuviesen el mismo significado, algo como Luz y Claridad,  Paz y Tranquilidad.

Caridad sería, en la óptica de El Libro de los Espíritus :

   Benevolencia, que se refleja en la buena voluntad y en la disposición para practicar el bien;

 Indulgencia, que es clemencia y misericordia para con las imperfecciones ajenas;

Perdón, que es el acto de disculpar las ofensas.

Ejercicio de benevolencia: Trabajo en favor del semejante.

Ejercicio de indulgencia: Solidaridad para con las limitaciones y flaquezas del prójimo, evitando discriminarlo.

Ejercicio del perdón: Olvido del mal se se haya sufrido, de alguien, en un acto de tolerancia esclarecida que se manifiesta en la comprensión.

Tal vez tengamos ahí el origen de la máxima de Kardec, trabajo, solidaridad y tolerancia, para orientar la acción espírita. Sin tales principios no hay posibilidad de un entendimiento perfecto entre los hombres en la construcción de un mundo mejor.

¿Y el Amor ?

Amor es la afectación más profunda. En su acepción más noble, es querer el bien de alguien con la donación de sí mismo.

Cantado por los poetas y exaltado por los soñadores, el Amor es bendito sol que ilumina y da calidez a los escabrosos caminos humanos.

Solo hay un problema: es imposible mantenerlo, hacerlo operativo y productivo sin el combustible de la caridad.

Encontramos en la vía pública a una mujer en penuria, rodeada de hijos harapientos y hambrientos. Nos sensibilizamos:

 - ¡Qué cuadro tan triste, Dios mío !; ¡ Cuanto sufrimiento ! 

 Le extendemos algunas monedas y seguimos adelante, recordando, llenos de compasión :

- ¡ Jesús la ampare, mi hermana ! 

En aquel exacto momento, brilló en nosotros un rayo de amor, infiltrándose en el impasible egocentrismo humano. 

 ¡ Pero un amor vacío, efímero!. Un amor casi inútil, que se limitó a dar limosna para aliviar la conciencia, transfiriendo para el Cristo providencia mejor, sin considerar que Él esperaba por nosotros para atenderla con la iniciativa de parar, conversar, conocer mejor la extensión de sus problemas, ayudándola. Sin caridad el amor pude ser muy displicente.... 

Tenemos un gran amigo que nos gusta mucho su compañía. Un día él hace algo que nos desagrada. Nos enfadamos profundamente. Suspendemos nuestra relación. Nos distanciamos quedando fuera de una gratificante amistad. Sin caridad, el compañero más querido puede convertirse en un extraño....

  El matrimonio vive muy bien. Marido y mujer se aman profundamente. Un día él comete un desliz: Se envuelve en una aventura extraconyugal. La esposa se entera y lo abandona inmediatamente, a pesar de que él le implora perdón y que  se quede, herido de remordimientos. Y maduran ambos en una crónica infelicidad, marcada de una insuperable nostalgia. Sin caridad, el afecto más ardiente puede ser ahogado en un océano de angustias y resentimientos. 

 En el pasado, muchos religiosos se instalaban en lugares estériles, imponiéndose privaciones y flagelos como sacrificio en favor de la Humanidad. En su mayoría apenas se  comprometían en excentricidades y desequilibrios. Sin caridad el amor por el semejante puede convertirse en una perturbadora pasión por nosotros mismos...

 El apóstol Páblo va más lejos en el asunto ( I Corintios 13:1-3), cuando destaca que aunque tengamos la palabra más sublime, la mediumnidad más depurada, el conocimiento más profundo, la convicción más poderosa, el desapego más amplio  y carezca de temor a la muerte, todo eso poco valdrá si faltase a la caridad, esto es, si n estuviésemos imbuidos de desinterés personal, con el deseo sincero de servir al semejante. 

  Y Kardec nos ofrece la misma visión de inutilidad de todas las inciativas en favor de la redención humana, si faltase el componente básico, al proclamar, que 

                                                   Fuera de la Caridad no hay Salvación

Richard Simonetti

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No hay fe inquebrantable sino aquella que puede encarar, frente a frente, a la razón, en todas las épocas de la Humanidad. 
ALLAN KARDEC

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     MANIFESTACIONES PARAPSÍQUICAS

 Materializaciones.- Así como en las apariciones suele verse, con mayor o menor nitidez los trazos fisionómicos de la figura aparecida y poder reconocerla, aun cuando su presentación tenga el aspecto de una imagen vaporosa; en las materializaciones es diferente, ya que puede ser visible a todos los presentes y también tangibles. Para ello, necesario es la asistencia de un sensitivo que tenga desarrollada la facultad de materialización, que es una de las mediumnidades poco comunes; por medio de la cual, el médium desprende de su cuerpo físico una sustancia ectoplásmica, fluido etéreo semimaterial que, por unos instantes, asume la caracteristica de materia sólida visible a todos. La materialización de formas humanas que produjo sensación entre los científicos de Europa en el siglo pasado, fue producida por el investigador Sir William Crookes, (eminente físico y químico inglés descubridor del talio y de los rayos catódicos) cuando demostró la supervivencia del alma, mediante la materialización del alma de una joven inglesa fallecida en años anteriores. Además de las materializaciones de entidades humanas, pueden ser también de otros objetos, plantas y flores dotadas de vida visible momentánea y con el mismo perfume, lo cual se efectúa por la atracción magnética de los elementos químicos esparcidos en la atmósfera, cuya duración es de pocos minutos, al cabo de los cuales comienza a desintegrarse. Múltiples demostraciones públicas de materializaciones se han venido efectuando en diversos países, especialmente en Inglaterra, Norteamérica y Brasil

 Hay otros casos de materializaciones y apariciones que de vez en cuando acontecen en diversos lugares, por motivos familiares u otros y son noticia en diarios y revistas. En esos casos en los cuales una entidad desencarnada se presenta y se hace visible a alguien con algún propósito, y que, identificada, resulta ser una persona fallecida con anterioridad. Fantasmas.- Denominación dada, generalmente, a las apariciones de seres en cuerpo astral, generalmente almas de personas fallecidas, y visiones de otras formas suprafísicas. Son aspectos frecuentes en sensitivos videntes y aún no videntes, que describen como imágenes vaporosas, más o menos nítidas, según el desarrollo del chakra frontal del vidente. Personas desconocedoras de las leyes que rigen estos fenómenos paranormales, suelen considerar como alucinaciones. Los fantasmas, conocidos también como espectros, no son entidades espirituales propiamente; son más bien proyecciones mentales intensas (que pueden ser traumáticas o voluntarias) que se plasman en el éter; como en el caso de algunas formas etéreas que suelen ver algunos sensitivos, como los casos de decapitados con la cabeza separada u otra parte del cuerpo. Alucinaciones.- Estos aspectos son diferentes, ya que suelen ser producto de la propia mente del afectado, en momentos de perturbación. Pero, también por proyecciones de otras mentes, en especial por entidades desencarnadas obsesoras. Aportes. – Los aportes y transporte de objetos, conocido también como telekinesia, son fenómenos suprafísicos, que consisten en la transferencia o transporte de objetos de un sitio a otro, sin contacto, sin ser tocados; producidos ante la presencia de un sensitivo de efectos psíquicos. Y no tan sólo objetos pequeños pueden ser vistos desde el aire, sino también objetos pesados, tales como sillas, mesas, etc. Acontece con bastante frecuencia en casas o viviendas pertenecientes a personas ya fallecidas, y cuyas almas quedan imantadas a esos ambientes y que, en su egoísmo, se oponen a que otras personas utilicen esa vivienda, produciendo ruidos en las paredes, muebles, lanzamiento Amor paz y caridad 10 de objetos, abrir y cerrar de puertas y ventanas, pasos, etc. Práctica ésta que también la usan las entidades obsesoras. Algunas personas denominan a estas viviendas casas encantadas. Levitación.- Fenómeno psíquico que consiste en el levantamiento de un cuerpo en el espacio, sin que intervenga ningún agente físico visible. Personas hay que tienen esa condición, y en ciertos momentos pueden verse suspendidos en el aire, lo mismo que objetos pesados. En el Tibet, existen unos lamas que, con la fuerza de su mente levitan a voluntad. Múltiples manifestaciones públicas de este aspecto, así como materializaciones, transfiguraciones, etc., se han venido efectuando en diversos países, especialmente en los ya citados: Inglaterra, Norteamérica y Brasil; para demostrar la existencia de una vida más allá de la muerte física. Música transcendente.- Múltiples son los relatos de casos presenciados por personas que asisten a enfermos moribundos, de quienes oyen exclamar: ¡Qué hermosa música estoy oyendo! Y otros: ¿De dónde viene esa música maravillosa que estoy escuchando? Otros moribundos, especialmente niños y adolescentes, manifiestan gran alegría en los últimos momentos de su vida física, y dicen oír coros de ángeles cantando. Y casos de narraciones hay, en los cuales algunas de las personas presentes en los últimos momentos de un enfermo, escuchan también melodías musicales sin intervención humana. 

Sebastián de Arauco

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