JESÚS Y LA REENCARNACIÓN

 

  Jesús de Nazaret, el Maestro de la Luz y del Amor, es uno de los “Hijos de Dios”, que hace un tiempo incalculable, alcanzó la perfección. Y consecuentemente, el hermano superior del hombre, según él mismo declaró formalmente, conforme el Evangelio. Él es el Guía Supremo, el Maestro de la Humanidad terrestre, a quien cupo presidir la formación y orientación del curso de la evolución material y espiritual de la Tierra.
    En este tópico se puede afirmar que el principio de la Reencarnación o de las vidas sucesivas o múltiples, explica y justifica la evolución, en que se puede entender mejor el mecanismo de la vida. La Reencarnación está contenida, en la interpretación espírita del Viejo y del Nuevo Testamento, en varios pasajes, como por ejemplo: El ciego de nacimiento (Juan 9. 1-41); Juan Bautista y Elías (Mateo 11. 7-15); (Lucas 7. 24-30; 16, 16): La piedra de tropiezo (Marcos 9. 42-48); (Mateo 18.11) (Lucas 17. 1-2) Y el episodio de Nicodemo (Juan 3. 1-2).Los discípulos de Jesús tuvieron conocimiento de la enseñanza de la Reencarnación.

- Joao Cabral-
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REMINISCENCIA DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

La Reencarnación surge como una revelación de los Espíritus en concordancia con la Teoría de la Evolución de las Especies investigada por el científico Inglés Charles Darwin. El hombre evolucionó desde las formas animales primitivas hasta la forma actual.

   Con todo, lo que se divulgó entre la civilización griega, gracias a Pitágoras, Sócrates y Platón, fue la que se llamaría la “metempsicosis”. La Reencarnación inicialmente también atribuida al “nacer de nuevo” entre hombres y animales.

La teoría de la evolución de Charles Darwin enseña que el hombre actual, llamado género homo y la especie sapiens fueron clasificados por la zoología, por el científico Lineo (siglo XVIII) entre primates (macacos, en general) Ambos evolucionaron durante numerosos milenios a partir de un grupo de simios que vivió en el periodo geológico llamado Mioceno, tercer periodo de la era Terciaria (Cenozoica), de unos 25 a 13 millones de años atrás.

Enseguida, en la evolución humana, surgiría el primer hombre próximo del lenguaje actual, el llamadohomo erectus, que vivió en África entre 1.500.000 y 500.000 años atrás y se admite que haya permanecido hasta 300.000 años atrás, cuando surgió el homo sapiens. Siguiendo en este orden: 1. Primate (simio)- 2. Hominidos-3. Homo habilis -4. Homo Erectus – 5. Homo Sapiens – 6. Homo de Neandertal/Cromagnom. - 7. Homo actual (Tecnológico).

Conviene registrar que en el mundo espiritual fue hecha la transformación cerebral del primate (simio), para la especie homo hasta el homo Tecnológico de hoy. Delicados cambios en las estructuras del periespíritu fueron realizadas con la configuración cerebral para el hombre del futuro, que es hoy, poseedor de valiosos recursos… Son en torno a16 billones de neuronas que posee el cerebro humano actual y 300 trillones  de células en el cuerpo humano.

Según el Dr. MacLean, neurocientífico de Boston-USA, sugirió recientemente la existencia de tres escalones en el encéfalo. En el primer escalón, se sitúa el cerebro reptilinio, representado por el tronco cerebral, el tálamo y los núcleos de base. Después, en el segundo cerebro  se sobrepone el sistema límbico, con el cerebro emocional que se expresa en los mamíferos y, finalmente, en el tercer cerebro o escalón las áreas más recientes del manto cerebral representando el neocortex de los primates. A la proporción que el Espíritu va evolucionando va ampliando el área del neocortex con las informaciones más sagradas de su evolución. Se da, por consiguiente, la Evolución Biológica de Darwin y el Espiritual de Kardec, conjuntamente.
- Joao Cabral-
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Señor, enseñanos:

A orar sin olvidar el trabajo;

A dar sin mirar a quien;

A servir sin preguntar hasta cuando;

A sufrir sin amargura sea a quien fuera;

A progresar sin perder la simplicidad;

A sembrar el bien sin pensar en los resultados;

A disculpar sin condiciones;

A marchar para el frente sin contar los obstáculos;

A ver sin malicia;

A escuchar sin corromper los asuntos;

A hablar sin herir;

A comprender al prójimo sin exigir entendimiento;

A respetar a los semejantes, sin reclamar consideración;.

A dar lo mejor de nosotros, más allá de la ejecución del propio deber, sin cobrar ninguna tasa de reconocimiento.

Señor, fortalece en nosotros la paciencia para con las dificultades de los otros, así como necesitamos de la paciencia de los otros para con nuestras dificultades.

Ayúdanos, sobre todo, a reconocer que nuestra felicidad más alta será invariablemente, aquella de cumplirte los designios dónde y cómo quieras, hoy, ahora y siempre.

Mensaje recibido por el Médium Francisco Cândido Xavier - del Espiritu – Emmanuel.