domingo, 24 de diciembre de 2017

El recurso de la oración



Para hoy tenemos aquí :

- Pensamientos y atracciones
-Ley de Causa y Efecto
-La fe
-El recurso de la oración



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        PENSAMIENTOS Y  ATRACCIONES

     El amor a la ciencia no basta, ha dicho el profesor Falcomer: se necesita también la ciencia del amor. En los fenómenos no se trata únicamente de elementos físicos, sino que intervienen también agentes espirituales, seres mortales que, como nosotros, piensan, aman y sufren. 


     En las profundidades invisibles se extienden la inmensa jerarquía de las almas, desde las más oscuras a las más radiantes; y depende de nosotros atraer las unas y alejar las otras. 


     El único medio consiste en crear en nosotros, con nuestro pensamiento y nuestros actos, un foco radiante de pureza y de luz. Toda comunión es obra del pensamiento, y el pensamiento es la esencia misma de la vida espiritual. Es una fuerza que vibra con una intensidad creciente, a medida que el alma sube desde el ser inferior al espíritu puro y desde el espíritu a Dios. 


     Las vibraciones del pensamiento se propagan a través del espacio y nos traen pensamientos y vibraciones similares. Si llegamos un día a comprender la naturaleza y la extensión de esta fuerza, no tendremos más que elevados y nobles pensamientos. Pero el hombre se desconoce a si mismo, como ignora los recursos inmensos de este pensamiento creador y fecundo que duerme en él y con ayuda del cual podría renovar el mundo.... 


     En nuestra inconsciencia y en nuestra debilidad, con frecuencia no atraemos hacia nosotros más que seres malos, cuyas sugestiones nos conturban. Así es como llega a alterarse la comunión espiritual y se oscurece por culpa de nuestra inferioridad...Fluidos envenenados se extienden por el haz de la Tierra, y la lucha tremenda entre el bien y el mal se desarrolla en el mundo invisible lo mismo que en el mundo material.... 


     La atracción entre los pensamientos y las almas es toda la ley de las manifestaciones psiquicas. 


     Todo es afinidad y analogía en el mundo de lo invisible. Los que buscáis el secreto de las tinieblas, elevad muy arriba vuestros pensamientos con el fin de atraeros a los genios inspiradores, a las fuerzas de lo bueno y de lo bello. y elevadlos no tan sólo en los momentos de estudio y de experiencia, sino siempre, a todas las horas del día, como ejercicio saludable y regenerador. No olvidéis que estos son los pensamientos que, lentamente, afinan y depuran nuestro ser, engrandecen nuestras facultades, nos hacen aptos para sentir las más delicadas sensaciones, fuente de nuestra felicidad en el porvenir. 

LEÓN DENIS. 


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            LEY DE CAUSA Y EFECTO
                ( Acción y reacción)



  Esta ley cósmica nos da las claves para poder comprender hasta donde alcanzan las consecuencias de nuestros actos, y nos enseñan, por tanto, a dirigir más consciente y convenientemente  nuestras vidas en coherencia con lo que esta ley nos enseña.

   Es también conocida popularmente como Ley del Karma.El karma es una Ley espiritual equivalente a la Ley de Consecuencias o Ley de Causa y Efecto. Es una Ley natural de justicia,  reequilibradora  y correctora del Ser espiritual, que actúa siempre retribuyendo y equilibrando el resultado de nuestros actos buenos o malos  cometidos en esta vida. Podemos afirmar que  esta ley acompaña  al espíritu  desde su primera encarnación  en  donde inició su camino evolutivo como ser humano..

   Esta Ley  está en la naturaleza misma del espíritu humano en donde  precisamente por eso, su acción reguladora  de las vidas humanas y de sus acontecimientos, es permanente.
La palabra  “Karma”,  tiene  origen oriental que procede del  Sánscrito “Karman”, y precisamente  significa  “Acción y Consecuencia”. Este nombre  oriental  es el más popularizado, pero en Occidente también se le conoce como  Ley de Causa y Efecto, Ley de Consecuencias, Ley de Retribución, Ley de siembra y cosecha,etc.        

   También esta ley  afecta a la materia,  y es conocida en Física donde fue promulgada por Isaac Newton   como   Ley de Acción y Reacción. Dicha ley física  fue promulgada así: “ A toda acción realizada en un determinado sentido, corresponde una reacción de la misma intensidad en dirección opuesta”, o sea, que es una ley equilibradora de los actos y sus consecuencias.

       Por esta ley se ajustan y equilibran los méritos y los deméritos de cada uno.  Conforme ahondamos en su comprensión, vemos más claramente como las casualidades  en realidad no existen. En general todos los actos y situaciones que nos sobrevienen en la vida, obedecen a una Causalidad que determina la relación de esa causa con el efecto correspondiente que produce:  Todo hecho pude ser  considerado como un efecto o como consecuencia de algo y no hay efecto sin causa  por lo que  no hay casualidades sino solamente “causalidades”, aunque no siempre lo comprendamos así o lo aceptemos.

       Es fácil  llegar a comprender la lógica de que si tenemos libre albedrío y voluntad propia para dirigir conscientemente nuestras vidas, también debemos tener la responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias. Es una cuestión de justicia cósmica. Por ella, Dios deja al tiempo el cuidado de hacer derivar sobre cada uno de nosotros los efectos de las causas que los originaron. Funciona haciendo que  cada uno  recibamos  obligadamente las consecuencias de nuestros actos de los que somos responsables, por cuanto hacemos voluntariamente a los demás o a nosotros mismos.  Supone una especie de compensación de los actos del pasado a la que estamos sometidos todos los seres humanos, en el presente o en el futuro, tanto a nivel individual como colectivo.

         Esta Ley de Consecuencias  que nos corrige y nos incentiva en nuestras vidas es ante todo perfecta, inmutable, automática, soberanamente justa y además al mismo tiempo está  relacionada estrechamente con la Ley del Amor, porque ofrece eternamente al  Espíritu  humano la posibilidad de evoluciónar aprendiendo a autogobernarse por la senda recta del Amor y librarse a su vez de las cosechas amargas del dolor.  Esta Ley  cósmica  puede actuar corrigiendo o sancionando acciones negativas, pero  también  lo hace premiando  y compensando  las buenas acciones  de  consecuencias  positivas en cada Ser humano, por tanto es una ley de Justicia. Su comprensión representa y  engrandece el concepto de la Justicia Divina  que siempre se cumple inexorablemente, pues  para nadie existen privilegios ni concesiones.

        Esta Ley cósmica de Causa y Efecto,  nos explica el gran interrogante de las desigualdades humanas, y nos aclara los mecanismos de actuación de la Justicia Divina de forma sencilla, pero categórica: De lo que sembramos en este mundo libre y voluntariamente, recogemos la cosecha obligatoria  buena o mala, antes o después. Hay quien equivocadamente cree que la muerte hace que muchos no recojan esas consecuencias buenas o malas de lo que en vida sembraron, pero esto es a causa de que olvidan que con la muerte no termina la vida del espíritu y que en la reencarnación de este en nuevas vidas es en donde recogerá el resultado de sus anteriores siembras, ya sea positivo o negativo, según se haya hecho.

    La Ley de Consecuencias nos puede dar una idea de la infinita Inteligencia Justicia y Previsión de Quien la puso en marcha como medio de  evolución del espíritu humano pues nos conduce en el proceso evolutivo al hacer  que  accedamos  a un equilibrio espiritual, porque ella hace que repetidamente nos  confrontemos  siempre con los mismos problemas, hasta que  finalmente  asimilamos las lecciones necesarias y somos  capaces de superarlos.

     Asimismo esta ley  administra los destinos de todos los Seres espirituales, proporcionándonos  las circunstancias y las pruebas de la vida  que necesitamos para progresar, aunque no siempre las aceptemos de buen grado ni comprendamos el por qué  nos sobrevienen, pero que  nos llevan a reflexionar sobre el tiempo pasado y el futuro. Simplemente nos plantea situaciones y circunstancias humanas, pero no actúa en contra de nuestra libertad, sino que la respeta totalmente, y es la respuesta obligada que obtenemos de aquello que hacemos voluntariamente  en uso nuestro libre albedrío. 
Por  esta ley siempre se nos devuelve el bien o el mal, en esta vida o en otras futuras.

        También  nos  hace comprender  la lógica de la Reencarnación, mostrándonos que la vida es eterna y comprende muchísmimas existencias del Espíritu en el plano material, como ser humano. Por ejemplo,cuando explica como  muchas de las fobias humanas en la vida presente,  suelen tener su origen en traumas padecidos en el pasado, y como a través de las nuevas y a veces múltiples experiencias en la materia, finalmente el espíritu evoluciona reequilibrándose y adquiriendo nuevos valores y experiencias..

        Finalmente comprendemos que  esta  ley  siempre ha existido y ha actuado  en la vida individual  y también en la colectiva de los pueblos, que se  han movilizado vida tras vida y generación tras generación mediante las consecuencias de sus propias actuaciones, comportamientos  y actos.

- Jose Luis Martín-


“ Si quieres conocer el pasado, mira el presente que es su resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa.”
                                           - Proverbio japonés -


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                                LA FE


“Os aseguro que si tenéis fe tan pequeña como un grano de mostaza, podréis decirle a esta montaña: “trasládate de aquí para allá”, y se trasladara. Para vosotros nada será imposible.”
- Mateo 17:20-


Las montañas son esos obstáculos que existen en cada uno de nosotros y que tenemos que ir librando en el día a día y, para ello, debemos de conquistar la fe, para que todo aquello que se nos presente en nuestro camino no se nos haga una gran montaña, sino todo lo contrario, un camino llano, y si hay obstáculos, poder sortearlos, sin que nos venzan. La fe tiene que ser, una fe razonada, no una fe impuesta por creencias, que tarde o temprano, llevan al olvido. La fe necesita de conocimientos acerca de la vida del espíritu y su implicación en la materia.
Porque es así, como se edifica dicha fe; es así como se comprenden muchos sucesos y pruebas que nos pasan. La fe tiene una cualidad que enseña al alma, de las capacidades de trascender “esas montañas”, esos obstáculos que la vida nos pone, la mayoría de veces como aprendizajes.
Tenemos que ser capaces y tener el coraje de abandonar los prejuicios que las religiones han creado en torno al problema de la fe en los hombres. Para así, desmenuzarla y comenzar a entenderla, bajo otro punto de vista.
Muchos días de nuestras vidas y, en los momentos difíciles o bien alzamos los ojos hacia arriba, pidiendo ayuda a Dios, o en un momento de recogimiento interior, pedimos nos ayuden en el problema o los problemas que se nos plantea en nuestras vidas o existencias a los planos espirituales.
Ello quiere decir, que nuestra conciencia sabe que existe un Ser Supremo, llámese Dios o Inteligencia Infinita, que es por naturaleza misericordioso, amoroso, al cual nuestras peticiones hechas desde el corazón, quiere esto decir, con verdadero sentimiento, son escuchadas en el espacio, porque todo esta creado, para que nada escape a la magnificencia del Divino.
La fe es necesaria para el tránsito de nuestras vidas, ya que de lo contrario, iremos abocados antes o después al sufrimiento. Ella está cargada de una gran fuerza, que mueve nuestra montaña interior, para que poco a poco, seamos capaces de progresar, de ser más fuertes interiormente, más firmes, más calmos y bondadosos y manifestarnos como humanos libres que persiguen una causa justa, divina, fraterna.
Los hombres tenemos una razón de ser, una responsabilidad para con nosotros y los demás, así como, para la sociedad. Y es la de progresar, la de mejorarnos cada día, un poco más si cabe y, no dejar lugar a la negatividad, la intolerancia, la agresividad, la envidia, el orgullo, el egoísmo, todas éstas manifestaciones que nos hacen todavía ser espíritus inferiores. Y que sólo en la fe, en las capacidades infinitas de los hombres, en la lucha por su progreso y evolución, reside esa fuerza motriz que es capaz de movilizarnos, de sensibilizarnos, para comenzar a caminar hacia un mundo nuevo, donde la igualdad, fraternidad, respeto, honradez, libertad y amor; cualidades todas del alma, puedan tomar asiento, y sustituir a aquellas que nos impiden el progreso.
La fe que es comprendida e interiorizada, y que sabemos de su capacidad y fuerza, es capaz de llevarnos a comprender el porqué de la misma vida, de nuestras existencias en este plano, en esta humanidad correctora, con todos sus matices y diversidad de acontecimientos, que nos ayudan a transformarnos sí o sí. Solo la incomprensión de los verdaderos valores humanos para los cuales fuimos creados, no toman toda la forma y se hacen patentes, robándonos la conquista del verdadero amor.
La fe, no es creer en teoría alguna, es la vivencia y comprensión de la misma vida, de la existencia que ahora nos ocupa. La fe está llena de conocimiento, de sentimientos que nos ayudan a transformarnos, a proporcionarnos la energía suficiente, para seguir
en la lucha, en la batalla más ardua y dolorosa que existe, la de uno mismo intentando ser mejor. Más honestos, más honrados, más fraternos y bondadosos, más delicados, más sociables, más justos y magnánimos.
La fe que nos abastece una y otra vez del equilibrio mental y sentimental, así como espiritual, para que nada nos tumbe ante las diferentes pruebas que cada uno de nosotros tiene por delante. La fe nos dota, de esa cualidad del alma que la ha interiorizado, y que a los ojos de los demás, resulta ser un hombre diferente en sus manifestaciones, en sus ejemplos siendo consecuente entre lo que hace y dice.
Ten fe, y tu vida cambiará. Ten fe y conquistarás el mundo; nos habla del mundo interior, de nuestros tormentos y sufrimientos. La fe es la verdadera conquista del alma, preparada para darse a los demás, porque es ella la que nos guía.
La fe es una fuerza creadora, todo lo puede, todo lo vence, porque lleva en sí misma ese potencial de energía, de poder interior, que hace que ante las dificultades nos crezcamos, en pos de ser ejemplos vivos de la postura y actitud que hay que tener, ante dichas dificultades. Es un amigo, es un apoyo necesario en el transcurso de nuestras vidas es imprescindible en los dos planos, el material y el espiritual. Vale en ambos, porque en ambos, se libran grandes batallas espirituales.
La fe en la familia, en la amistad verdadera, la fe en la realización de los proyectos de la vida en general, la fe en el más allá, porque en cualquier momento, podemos marcharnos. Y si la fe está arraigada en nosotros, el viaje de vuelta a nuestro verdadero hogar, será dichoso.
La fe verdadera, es la que nos hace libres; libres para elegir nuestro camino en la vida y, si hay libertad, la fe hace presencia en todos nosotros y nos ayuda en ese camino evolutivo.
J.F.D.V.
( AMOR, PAZ Y CARIDAD-Febrero 2014)
“No hay fe inquebrantable sino aquella que puede mirar cara a cara a la razón en todas las épocas de la humanidad”.
Allan Kardec
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           EL RECURSO DE LA ORACIÓN

La oración es el recurso admirable más accesible para permitir a la criatura la comunicación con el Creador. Puente invisible de energías sutiles, hace posible la unión del alma con el Progenitor Divino, por cuyo intermedio ésta absorbe las fuerzas y la inspiración para los cometidos difíciles de la existencia. No altera el campo de lucha ni aparta los testimonios que favorecen la evolución. Sin embargo, brinda resistencia para los embates, infunde coraje y vitaliza siempre. Amplía la visión de la realidad, al tiempo que robustece el entusiasmo de quien se entrega a ella. 

Modifica la comprensión y el modo de encarar los acontecimientos, y produce sintonía con el Divino Pensamiento que todo lo gobierna. Quien ora, supera tensiones y se llena de paz. La oración crea las condiciones y las circunstancias para la meditación, que proyecta la psiquis hacia las esferas elevadas, equilibrando así la salud y las aspiraciones, puesto que orienta mejor el sentido de la existencia y el programa de la reencarnación. 

Predispone al santo, sustenta al héroe, inspira al investigador, mantiene la vida y proyecta su luz en los paisajes sombríos o neblinosos que se presentan amenazadores. Por más que te sientas pleno, no pierdas el hábito de la oración, a fin de mantenerte equilibrado. Cuando atravieses dificultades o enfrentes rudas pruebas y severas expiaciones, recurre a su auxilio, y constatarás los beneficios que obtendrás. 

Para mantener el ritmo de trabajo y conservar el ideal, es el medio más eficaz, de acción duradera, del que puedes disponer con facilidad. No sólo preservará tus fuerzas morales y espirituales, también atraerá la presencia de los Buenos Espíritus que se tornan instrumentos de Dios para la solución de muchos problemas humanos. Da continuidad a la oración valiéndote de la acción digna, que te mantendrá psíquicamente en el mismo elevado clima. 

Quien ora se renueva e ilumina, pues enciende las claridades íntimas que se exteriorizan mediante vibraciones especiales. Cuando consigas experimentar el bienestar y la alegría que derivan de la oración, la buscarás con frecuencia y se convertirá en tu lenguaje poderoso de comunicación con la Vida Pulsante. Envuelto en sus irradiaciones, diluirás el mal que se te acerque, en beneficio de los malos que se aproximen a ti. Te sentirás de modo tal que orarás constantemente, haciendo de tu existencia un estado de plegaria. 

Recurre a la oración en todos los momentos de tu vida. En la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, en la riqueza o sin recursos, en el éxito y en el fracaso, ora confiado en la respuesta divina. Al orar te elevarás, y en la energía de la plegaria recibirás todo cuanto te sea necesario para proseguir en la lucha y lograr la victoria. 

La criatura busca a Dios mediante la oración y El le responde a través de la intuición de lo que debe hacer y de cómo hacerlo, a fin de que, haciéndolo, sea feliz. 
La fuente Divina de energía se alcanza a través de la oración. Penetro en su seno mientras oro, y me renuevo con las fuerzas que me invaden. La energía superior me devuelve el equilibrio, y el campo vital se recompone, sustentando mi ser. Oro y me elevo a Dios, para instalarme, aunque sea por unos momentos, por encima de las miserias humanas. 

Espíritu :Joanna de Ángelis 
Médium: Divaldo Pereira Franco 
Extraído del libro "Momentos de salud"






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sábado, 23 de diciembre de 2017

El significado de los sueños




Hoy vemos :

- Mis mejores deseos de Navidad
- Nueva era de unificación
-Don de Curar
- La Oración
- El significado de los sueños



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      MIS MEJORES DESEOS DE NAVIDAD

         ¡ PAZ Y AMOR EN EL MUNDO PARA        
      TODOS LOS SERES DE LA TIERRA !


OS DESEO UN MUY FELIZ ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS CRISTO  
"Cuando la psicoesfera terrestre se modifica  ante la evocación del Nacimiento de Jesús, déjate arrastrar por las dulces vibraciones de amor que invaden la Tierra, e imprégnate de su pujante irradiación".
- Juana de Ángelis -

UNA MUY FELIZ NOCHE DE PAZ A TODOS VOSOTROS

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 Era Nueva de unificación y decisión . 
       

Son las palabras que vienen repercutiendo a través de los siglos en una invitación vigorosa para proseguir en la lucha redentora. Estos son días semejantes a aquellos cuando el Divino Pastor vino a reunir a las ovejas descarriadas de Israel con los gentiles, proclamando el momento de unificación de razas y de etnias, de creencias y de religiones, de situaciones socioeconómicas diferentes bajo su sublime cayado. También hoy, guardadas las proporciones que nos identifican en relación a las conquistas de la Sociología, de la Ciencia, en el aspecto de la investigación, de la Tecnología, de las doctrinas psicológicas, es necesario que permanezcamos fieles a la invitación del Maestro, sin estacionarnos ni nunca retroceder. 

Momento por el cual veníamos esperando, ahora surge como sol bendecido en la noche para calentar a los corazones congelados en el materialismo y conducir a los Espíritus debilitados a la lucha de alta significación, y de graves peligros para la divulgación de la Doctrina. Por eso, se nos impone a todos la fidelidad a los postulados que constituyen el edificio de la Doctrina Espirita, fuera de los cuales podremos tener una bella filosofía de comportamiento, una ética-moral saludable y un campo experimental preciso, pero sin la presencia de Jesús, que es el amor, que es la caridad y es la esperanza de liberación de todos nosotros. 

Insistid en la defensa de nuestros derechos de la siembra del Evangelio conforme la revelación de los inmortales. Trabajad al lado de los gestores terrestres, contribuyendo para su discernimiento de las verdades transcendentales, sin el miedo de la presunción que asalta algunos y del poder temerario de que se invisten otros de naturaleza fanática en su creencia religiosa, negando a los demás el mismo derecho de ciudadanía… 

En el mundo de convulsiones de la actualidad no hay lugar para la timidez, para el temor, para la ausencia de decisiones. Todo espacio que los buenos espiritas dejaran sin hacer será rellenado por los atrevidos que toman la espada de la lucha para denigrar, para segar vidas e ideas. Es necesario, por tanto, que la cruz del sacrificio sustituya la espada devastadora, y que, inmortalizándonos en las tinieblas de la dedicación, podamos dejar abiertas las claridades para las generaciones nuevas que instalaran en la Tierra el Reino de Dios. 

Acompañamos, hijos míos, los estudios y debates de estos días y nos congratulamos con vosotros por aprender el significado de la Unificación como un haz de varas, cuya fuerza es la unión y cuya grandeza es la abnegación. Perseguid, por tanto, vigilantes, prudentes si, generosos también, pero, sobre todo, valerosos, en la preservación del Mensaje que heredasteis del ínclito Codificador Allan Kardec y de los misionarios que lo asesoraron y prosiguen desenvolviendo los contenidos procedentes de los cielos. Es hora de combate, del buen combate de la luz clareando las tinieblas, del amor diluyendo las animosidades, del perdón poniéndose encima de los requerimientos perturbadores del resentimiento y del deseo de represalias… 
Manteneos fieles a Jesús, y El, como siempre, proporcionara el apoyo que no nos niega nunca y la compañía que tanto necesitamos para mantener el espíritu de fidelidad. Estad atentos al oleaje moral de las desuniones, de la maledicencia, de la injuria, que son calumnias contra vuestra conducta. ¡No os permitáis el desanimo! Cuando, en la búsqueda y propaganda de un ideal, se apela para el ultraje, la ofensa, significa esa conducta que la falta de nobleza idealista fue sustituida por el egoísmo devastador y por la presunción dominadora. Sed simples, pero no ingenuos, a punto de dejaros dominar, sucumbiendo bajo la astucia de los malos. 

¡Jesús confía vosotros, en el esfuerzo de todos nosotros, conjugados a los dos planos de la vida, cantando hosannas a la Inmortalidad! Volved a vuestros hogares ricos de luz y dejad que la claridad luminosa del Evangelio, exteriorizándose de vuestros sentimientos, domine las casas que dirigís, tornándose estrellas en la gran noche del mundo en transformación. 

Eurasia, cansada de guerras y de poder, agoniza... 

Las profecías se tornan realidad, convidándonos a aprender con la historia de la Humanidad a no repetir los errores que caímos en el pasado… 

¡Era Nueva esta, hijos míos! ¡Alegraos y amad! 

Cantad el Evangelio de Jesús a los oídos, aunque sean sordos, pero que se impregnen de la sinfonía inolvidable de las bienaventuranzas, desde los que transitan en las clases más sufridas, que son considerados los excluidos de la sociedad, hasta aquellos que administran los destinos de los pueblos… 

En un solo abrazo, como hizo Jesús, que recibió la equivocada de Magdalena y el Príncipe del Sinedrio, concediendo a ambos la misma oportunidad, haced que todos los segmentos sociales reciban de vuestros sentimientos ennoblecidos el mismo cariño, sin distinción de poder o de miseria, porque el amor debe ser el mismo para todos los que tienen sed de paz y hambre de justicia. 

Recordemos a Jesús: “He aquí que os mando como ovejas mansas en medio de lobos rapaces…” (Mateo, 10:16) No para que seamos devorados, sino para que, a semejanza del Santo de Asis, dulcifiquemos a los lobos y que, en el arroyo del Evangelio sublime, ovejas y lobos beban de la misma linfa de paz… 

Que el Señor de bendiciones nos bendiga y los Espíritus-espiritas que aquí están con nosotros, pidiéndonos para que traduzcamos sus emociones, nos acompañen siempre y siempre en el rumbo de la inmortalidad. 

Muchas paz, hijos míos, son los votos del compañero paternal de siempre. 
Bezerra. 

Mensaje psicofónica recibido por el médium Divaldo Pereria Franco, en el cierre de la Reunión Ordinaria del Consejo Federativo Nacional, en Brasilia, DF, el 13 de noviembre del 2011) Revisión del Autor Espiritual. 

Revista "Reformador" Enero 2012 

Traducido por Jacob

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                       DON DE CURAR. 

Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios; 
"graciosamente recibísteis, dad graciosamente". (San Mateo, cap. X, v. 8). 

2. "Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente"; dijo Jesús a sus discípulos; por este precepto prescribe que no se haga pagar lo que uno mismo no ha pagado, y lo que ellos habían recibido gratuitamente era la facultad de curar a los enfermos y echar a los demonios, es decir, a los malos espíritus; este don se les dio gratuitamente por Dios para el alivio de los que sufren y para ayudar a la propagación de la fe, diciéndoles que no hicieran con él ningún negocio, ni un objeto de especulación, ni un medio de vivir. 

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.


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                            La oración 

La oración – define Kardec – es una invocación, mediante la cual el hombre entra en comunicación con el ser a quien se dirige.” Debe ser hecha directamente a Dios, que es el Señor de la Vida, pero puede, también, serle dirigida por intermedio de los buenos Espíritus (Santos), que son Sus mensajeros y los ejecutores de Su voluntad. 

Tres pueden ser el objetivo de la oración: alabar, pedir y dar gracias. La alabanza consiste en exaltar los tributos de la Divinidad, evidentemente, no con el propósito de serle agradable, ya que Dios es inaccesible a la lisonja. Ha de traducirse por un sentimiento espontáneo y puro de admiración por Aquél que, en todas Sus manifestaciones, se revela detentor de la perfección absoluta. Las peticiones miran a algo que se desee obtener, en beneficio propio o de otro. 

¿Qué es lo que se puede pedir? Todo, siempre que no contraríe la Ley de Amor que rige y sustenta la Armonía Universal. Ejemplos: perdón por las faltas cometidas, fuerza para resistir a las tentaciones y a las malas inclinaciones, protección contra los enemigos, salud para los enfermos, iluminación para los Espíritus perturbados y paz para los sufrientes (encarnados o desencarnados), amparo ante un peligro eminente, valor para vencer las desgracias terrenas, paciencia y resignación en los trances aflictivos y dolorosos, inspiración de cómo resolver una situación difícil, sea del orden material o moral, etc. 

Las gracias, obviamente, por todas las bendiciones con las que Dios nos alegra la existencia, por los favores recibidos, por las gracias alcanzadas, por las victorias conseguidas y otras cosas semejantes. El vehículo que conduce la oración hasta su destinatario es el pensamiento, el cual se irradia por el Infinito, a través de ondas mentales, como las transmisiones radiofónicas o de televisión, que, por medio de las ondas electromagnéticas surcan el espacio a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo. 

La eficacia de la oración no depende de la postura que se adopte, de las palabras más o menos bonitas con que sea formulada, del lugar donde se esté, ni de las horas convencionales. Transcurre, eso sí, por la humildad y la fe de aquél que la emite, al lado de la sinceridad y la energía que le imprima. No creamos, entretanto, que basta orar, incluso bien, para que los efectos deseados se hagan sentir de inmediato y en cualquier circunstancia. Tal creencia sería engañosa. La oración no puede, por ejemplo, anular la Ley de Causa y Efecto, según la cual cada uno debe recibir los resultados de lo que hace o deja de hacer. Tampoco exime a quien quiera que sea del uso de las facultades que posee, ni del trabajo que le compete, en la búsqueda o en la realización del objetivo pretendido. Por otro lado, no siempre aquello que el hombre pide corresponde a lo que realmente le conviene, con vistas a su felicidad futura. Dios, entonces, en Su omnisciencia y suprema bondad, dejaría de atender lo que le fuese perjudicial, “como hace un padre con criterio que no le da al hijo aquello que es contrario a sus intereses”. 

A pesar de esas restricciones, lejos de ser inútil, la oración es un recurso de gran valía, siempre que sea hecha con discernimiento, se revista de las cualidades a las que nos referimos más arriba y sea complementada por nosotros con los movimientos de alma o con los esfuerzos exigidos por la vicisitud que nos la haya inspirado. De ese modo, cuando oramos a Dios, Le rogamos que nos perdone una mala acción, es necesario que estemos efectivamente arrepentidos de haberla practicado y alimentemos el firme propósito de no repetirla; cuando le solicitamos que nos libre del rencor de nuestros adversarios, es indispensable que tomemos la iniciativa de una reconciliación con ellos, o que, por lo menos, la facilitemos; cuando Le suplicamos ayuda para salir de una dificultad, es necesario que, recibiendo de lo Alto una idea de salvación, nos empeñemos en su ejecución de la mejor forma posible; cuando Le pedimos ánimo para vencer determinada debilidad, es urgente que hagamos nuestra parte, alejando de nuestro pensamiento las reflexiones y los recuerdos que con ellas se relacionen, dando, también, los debidos pasos en el sentido de desarrollar las virtudes que les sean opuestas, y así sucesivamente. 

Procediendo de conformidad con la máxima: “Ayúdate, que el cielo te ayudará”, estemos seguros de contar, siempre, con la asistencia y el socorro de lo propuesto por Dios, de modo que, incluso sin derogar Sus leyes, ni frustrar Sus designios, seamos provistos de aquello de lo que más carecemos, aunque se trate de remover obstáculos, superar necesidades o disminuir amarguras. (Cap. II, Libro de los Espíritus. preg. 658 y siguientes) 

Rodolfo Calligaris 
Extraído del libro “Las leyes morales”


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EL SIGNIFICADO DE LOS SUEÑOS
Miramez


¿Qué se debe pensar sobre los sueños? Muchas cosas tienen relación con los sueños, y no es otra cosa  que el Espíritu se libera un poco de la prisión corpórea para ver, oír, y sentir la vida espiritual.

Las interpretaciones, exageradas de los sueños y visiones deben quedar en el olvido porque solamente la verdad quedará en pie.


Los sueños nada más son, ya lo dijimos, que la vivencia del Espíritu en parcial libertad, en el descanso del fardo físico. El pasea y aprende en  la gran escuela espiritual; recoge aquí y allí valiosas lecciones,  de modo que su vida va cambiando  y su concepto en relación al bien y al mal pasa a modificarse. Siendo que nadie retrocede, avanzamos, pues en cada periodo que dormimos,  tanto en el plano espiritual  como en el plano físico.

Interpretar los sueños tal como ellos se presentan, es incurrir en el error, pues sus variaciones son diversas en el cómputo  de las ocurrencias. Está llegando la hora de los sueños perfeccionarse y pasar a ser realidad  sin interpretaciones, porque la luz ya se hará en su propio marcha.

Mientras, la Doctrina de los Espíritus tiene mayor capacidad de revelar lo desconocido para la humanidad, porque no se basa en el interés individual y material. Vemos la vida de verdaderos santos y profetas, en su lucidez cristiana: que sus primeros pasos fueron en el desprendimiento, renunciando a los bienes terrenos.  Así el resto queda más fácil para ser dominado.

Se comprende que la vida feliz es aquella donde el corazón  no queda preso a las cosas pasajeras, limitándose su uso a lo necesario en los caminos de la vida.
Incluso el espíritu libre por el sueño, en el mundo espiritual, no siempre se encuentra frente a frente  con lo acontecido; el alma  puede estar viendo  y oyendo cosas,  teniendo una visión   a distancia. Aun mismo teniendo  una imaginación fértil,  ella puede ser intuición de la realidad, recuerdos en el silencio de la conciencia  de sueños que tuviera… la nada no existe en parte alguna; existen siempre señales de la verdad en todo  lo que pasa con nosotros. Se comprende que la vida  se expande dentro y fuera de nosotros, más nunca fuera de Dios.

Pensemos en los sueños y busquemos su perfección; hay varias modalidades de elevación de los sueños,  que con el tiempo se podrá descubrir.  Sueños y visiones, en la urdidura de los hombres que desconocen la verdad, sirven para el comercio ilícito, y pueden desorientar a muchas criaturas, que extorsionan  el salario del pobre para iludirlo, plantan vientos y recogen tempestades que los hacen sufrir, más tarde, las mismas carencias de lo que hacen carecer.

Existe tambien la mediúmnidad en función de los sueños; esa capacidad mediúmnica puede hacer mucho bien, a la humanidad: visitar y curar enfermos, consolar y amparar a los tristes, levantar caídos, y aun mismo trabajar para retirar de las tinieblas a hermanos prontos para entender  y comenzar a aprender las primeras lecciones de servir.

Que Jesús nos bendiga a todos nosotros, en todos los sentidos de los sueños y visiones, para que la luz se encienda en nuestros corazones, fuente de amor, para que la caridad  sea un todo en nuestros corazones.

 Libro. Filosofía Espirita – Volumen VIII
Miramez / João Nunes Maia.
Traducido por: M.C.R

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