sábado, 23 de diciembre de 2017

El significado de los sueños




Hoy vemos :

- Mis mejores deseos de Navidad
- Nueva era de unificación
-Don de Curar
- La Oración
- El significado de los sueños



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      MIS MEJORES DESEOS DE NAVIDAD

         ¡ PAZ Y AMOR EN EL MUNDO PARA        
      TODOS LOS SERES DE LA TIERRA !


OS DESEO UN MUY FELIZ ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS CRISTO  
"Cuando la psicoesfera terrestre se modifica  ante la evocación del Nacimiento de Jesús, déjate arrastrar por las dulces vibraciones de amor que invaden la Tierra, e imprégnate de su pujante irradiación".
- Juana de Ángelis -

UNA MUY FELIZ NOCHE DE PAZ A TODOS VOSOTROS

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 Era Nueva de unificación y decisión . 
       

Son las palabras que vienen repercutiendo a través de los siglos en una invitación vigorosa para proseguir en la lucha redentora. Estos son días semejantes a aquellos cuando el Divino Pastor vino a reunir a las ovejas descarriadas de Israel con los gentiles, proclamando el momento de unificación de razas y de etnias, de creencias y de religiones, de situaciones socioeconómicas diferentes bajo su sublime cayado. También hoy, guardadas las proporciones que nos identifican en relación a las conquistas de la Sociología, de la Ciencia, en el aspecto de la investigación, de la Tecnología, de las doctrinas psicológicas, es necesario que permanezcamos fieles a la invitación del Maestro, sin estacionarnos ni nunca retroceder. 

Momento por el cual veníamos esperando, ahora surge como sol bendecido en la noche para calentar a los corazones congelados en el materialismo y conducir a los Espíritus debilitados a la lucha de alta significación, y de graves peligros para la divulgación de la Doctrina. Por eso, se nos impone a todos la fidelidad a los postulados que constituyen el edificio de la Doctrina Espirita, fuera de los cuales podremos tener una bella filosofía de comportamiento, una ética-moral saludable y un campo experimental preciso, pero sin la presencia de Jesús, que es el amor, que es la caridad y es la esperanza de liberación de todos nosotros. 

Insistid en la defensa de nuestros derechos de la siembra del Evangelio conforme la revelación de los inmortales. Trabajad al lado de los gestores terrestres, contribuyendo para su discernimiento de las verdades transcendentales, sin el miedo de la presunción que asalta algunos y del poder temerario de que se invisten otros de naturaleza fanática en su creencia religiosa, negando a los demás el mismo derecho de ciudadanía… 

En el mundo de convulsiones de la actualidad no hay lugar para la timidez, para el temor, para la ausencia de decisiones. Todo espacio que los buenos espiritas dejaran sin hacer será rellenado por los atrevidos que toman la espada de la lucha para denigrar, para segar vidas e ideas. Es necesario, por tanto, que la cruz del sacrificio sustituya la espada devastadora, y que, inmortalizándonos en las tinieblas de la dedicación, podamos dejar abiertas las claridades para las generaciones nuevas que instalaran en la Tierra el Reino de Dios. 

Acompañamos, hijos míos, los estudios y debates de estos días y nos congratulamos con vosotros por aprender el significado de la Unificación como un haz de varas, cuya fuerza es la unión y cuya grandeza es la abnegación. Perseguid, por tanto, vigilantes, prudentes si, generosos también, pero, sobre todo, valerosos, en la preservación del Mensaje que heredasteis del ínclito Codificador Allan Kardec y de los misionarios que lo asesoraron y prosiguen desenvolviendo los contenidos procedentes de los cielos. Es hora de combate, del buen combate de la luz clareando las tinieblas, del amor diluyendo las animosidades, del perdón poniéndose encima de los requerimientos perturbadores del resentimiento y del deseo de represalias… 
Manteneos fieles a Jesús, y El, como siempre, proporcionara el apoyo que no nos niega nunca y la compañía que tanto necesitamos para mantener el espíritu de fidelidad. Estad atentos al oleaje moral de las desuniones, de la maledicencia, de la injuria, que son calumnias contra vuestra conducta. ¡No os permitáis el desanimo! Cuando, en la búsqueda y propaganda de un ideal, se apela para el ultraje, la ofensa, significa esa conducta que la falta de nobleza idealista fue sustituida por el egoísmo devastador y por la presunción dominadora. Sed simples, pero no ingenuos, a punto de dejaros dominar, sucumbiendo bajo la astucia de los malos. 

¡Jesús confía vosotros, en el esfuerzo de todos nosotros, conjugados a los dos planos de la vida, cantando hosannas a la Inmortalidad! Volved a vuestros hogares ricos de luz y dejad que la claridad luminosa del Evangelio, exteriorizándose de vuestros sentimientos, domine las casas que dirigís, tornándose estrellas en la gran noche del mundo en transformación. 

Eurasia, cansada de guerras y de poder, agoniza... 

Las profecías se tornan realidad, convidándonos a aprender con la historia de la Humanidad a no repetir los errores que caímos en el pasado… 

¡Era Nueva esta, hijos míos! ¡Alegraos y amad! 

Cantad el Evangelio de Jesús a los oídos, aunque sean sordos, pero que se impregnen de la sinfonía inolvidable de las bienaventuranzas, desde los que transitan en las clases más sufridas, que son considerados los excluidos de la sociedad, hasta aquellos que administran los destinos de los pueblos… 

En un solo abrazo, como hizo Jesús, que recibió la equivocada de Magdalena y el Príncipe del Sinedrio, concediendo a ambos la misma oportunidad, haced que todos los segmentos sociales reciban de vuestros sentimientos ennoblecidos el mismo cariño, sin distinción de poder o de miseria, porque el amor debe ser el mismo para todos los que tienen sed de paz y hambre de justicia. 

Recordemos a Jesús: “He aquí que os mando como ovejas mansas en medio de lobos rapaces…” (Mateo, 10:16) No para que seamos devorados, sino para que, a semejanza del Santo de Asis, dulcifiquemos a los lobos y que, en el arroyo del Evangelio sublime, ovejas y lobos beban de la misma linfa de paz… 

Que el Señor de bendiciones nos bendiga y los Espíritus-espiritas que aquí están con nosotros, pidiéndonos para que traduzcamos sus emociones, nos acompañen siempre y siempre en el rumbo de la inmortalidad. 

Muchas paz, hijos míos, son los votos del compañero paternal de siempre. 
Bezerra. 

Mensaje psicofónica recibido por el médium Divaldo Pereria Franco, en el cierre de la Reunión Ordinaria del Consejo Federativo Nacional, en Brasilia, DF, el 13 de noviembre del 2011) Revisión del Autor Espiritual. 

Revista "Reformador" Enero 2012 

Traducido por Jacob

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                       DON DE CURAR. 

Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios; 
"graciosamente recibísteis, dad graciosamente". (San Mateo, cap. X, v. 8). 

2. "Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente"; dijo Jesús a sus discípulos; por este precepto prescribe que no se haga pagar lo que uno mismo no ha pagado, y lo que ellos habían recibido gratuitamente era la facultad de curar a los enfermos y echar a los demonios, es decir, a los malos espíritus; este don se les dio gratuitamente por Dios para el alivio de los que sufren y para ayudar a la propagación de la fe, diciéndoles que no hicieran con él ningún negocio, ni un objeto de especulación, ni un medio de vivir. 

EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.


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                            La oración 

La oración – define Kardec – es una invocación, mediante la cual el hombre entra en comunicación con el ser a quien se dirige.” Debe ser hecha directamente a Dios, que es el Señor de la Vida, pero puede, también, serle dirigida por intermedio de los buenos Espíritus (Santos), que son Sus mensajeros y los ejecutores de Su voluntad. 

Tres pueden ser el objetivo de la oración: alabar, pedir y dar gracias. La alabanza consiste en exaltar los tributos de la Divinidad, evidentemente, no con el propósito de serle agradable, ya que Dios es inaccesible a la lisonja. Ha de traducirse por un sentimiento espontáneo y puro de admiración por Aquél que, en todas Sus manifestaciones, se revela detentor de la perfección absoluta. Las peticiones miran a algo que se desee obtener, en beneficio propio o de otro. 

¿Qué es lo que se puede pedir? Todo, siempre que no contraríe la Ley de Amor que rige y sustenta la Armonía Universal. Ejemplos: perdón por las faltas cometidas, fuerza para resistir a las tentaciones y a las malas inclinaciones, protección contra los enemigos, salud para los enfermos, iluminación para los Espíritus perturbados y paz para los sufrientes (encarnados o desencarnados), amparo ante un peligro eminente, valor para vencer las desgracias terrenas, paciencia y resignación en los trances aflictivos y dolorosos, inspiración de cómo resolver una situación difícil, sea del orden material o moral, etc. 

Las gracias, obviamente, por todas las bendiciones con las que Dios nos alegra la existencia, por los favores recibidos, por las gracias alcanzadas, por las victorias conseguidas y otras cosas semejantes. El vehículo que conduce la oración hasta su destinatario es el pensamiento, el cual se irradia por el Infinito, a través de ondas mentales, como las transmisiones radiofónicas o de televisión, que, por medio de las ondas electromagnéticas surcan el espacio a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo. 

La eficacia de la oración no depende de la postura que se adopte, de las palabras más o menos bonitas con que sea formulada, del lugar donde se esté, ni de las horas convencionales. Transcurre, eso sí, por la humildad y la fe de aquél que la emite, al lado de la sinceridad y la energía que le imprima. No creamos, entretanto, que basta orar, incluso bien, para que los efectos deseados se hagan sentir de inmediato y en cualquier circunstancia. Tal creencia sería engañosa. La oración no puede, por ejemplo, anular la Ley de Causa y Efecto, según la cual cada uno debe recibir los resultados de lo que hace o deja de hacer. Tampoco exime a quien quiera que sea del uso de las facultades que posee, ni del trabajo que le compete, en la búsqueda o en la realización del objetivo pretendido. Por otro lado, no siempre aquello que el hombre pide corresponde a lo que realmente le conviene, con vistas a su felicidad futura. Dios, entonces, en Su omnisciencia y suprema bondad, dejaría de atender lo que le fuese perjudicial, “como hace un padre con criterio que no le da al hijo aquello que es contrario a sus intereses”. 

A pesar de esas restricciones, lejos de ser inútil, la oración es un recurso de gran valía, siempre que sea hecha con discernimiento, se revista de las cualidades a las que nos referimos más arriba y sea complementada por nosotros con los movimientos de alma o con los esfuerzos exigidos por la vicisitud que nos la haya inspirado. De ese modo, cuando oramos a Dios, Le rogamos que nos perdone una mala acción, es necesario que estemos efectivamente arrepentidos de haberla practicado y alimentemos el firme propósito de no repetirla; cuando le solicitamos que nos libre del rencor de nuestros adversarios, es indispensable que tomemos la iniciativa de una reconciliación con ellos, o que, por lo menos, la facilitemos; cuando Le suplicamos ayuda para salir de una dificultad, es necesario que, recibiendo de lo Alto una idea de salvación, nos empeñemos en su ejecución de la mejor forma posible; cuando Le pedimos ánimo para vencer determinada debilidad, es urgente que hagamos nuestra parte, alejando de nuestro pensamiento las reflexiones y los recuerdos que con ellas se relacionen, dando, también, los debidos pasos en el sentido de desarrollar las virtudes que les sean opuestas, y así sucesivamente. 

Procediendo de conformidad con la máxima: “Ayúdate, que el cielo te ayudará”, estemos seguros de contar, siempre, con la asistencia y el socorro de lo propuesto por Dios, de modo que, incluso sin derogar Sus leyes, ni frustrar Sus designios, seamos provistos de aquello de lo que más carecemos, aunque se trate de remover obstáculos, superar necesidades o disminuir amarguras. (Cap. II, Libro de los Espíritus. preg. 658 y siguientes) 

Rodolfo Calligaris 
Extraído del libro “Las leyes morales”


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EL SIGNIFICADO DE LOS SUEÑOS
Miramez


¿Qué se debe pensar sobre los sueños? Muchas cosas tienen relación con los sueños, y no es otra cosa  que el Espíritu se libera un poco de la prisión corpórea para ver, oír, y sentir la vida espiritual.

Las interpretaciones, exageradas de los sueños y visiones deben quedar en el olvido porque solamente la verdad quedará en pie.


Los sueños nada más son, ya lo dijimos, que la vivencia del Espíritu en parcial libertad, en el descanso del fardo físico. El pasea y aprende en  la gran escuela espiritual; recoge aquí y allí valiosas lecciones,  de modo que su vida va cambiando  y su concepto en relación al bien y al mal pasa a modificarse. Siendo que nadie retrocede, avanzamos, pues en cada periodo que dormimos,  tanto en el plano espiritual  como en el plano físico.

Interpretar los sueños tal como ellos se presentan, es incurrir en el error, pues sus variaciones son diversas en el cómputo  de las ocurrencias. Está llegando la hora de los sueños perfeccionarse y pasar a ser realidad  sin interpretaciones, porque la luz ya se hará en su propio marcha.

Mientras, la Doctrina de los Espíritus tiene mayor capacidad de revelar lo desconocido para la humanidad, porque no se basa en el interés individual y material. Vemos la vida de verdaderos santos y profetas, en su lucidez cristiana: que sus primeros pasos fueron en el desprendimiento, renunciando a los bienes terrenos.  Así el resto queda más fácil para ser dominado.

Se comprende que la vida feliz es aquella donde el corazón  no queda preso a las cosas pasajeras, limitándose su uso a lo necesario en los caminos de la vida.
Incluso el espíritu libre por el sueño, en el mundo espiritual, no siempre se encuentra frente a frente  con lo acontecido; el alma  puede estar viendo  y oyendo cosas,  teniendo una visión   a distancia. Aun mismo teniendo  una imaginación fértil,  ella puede ser intuición de la realidad, recuerdos en el silencio de la conciencia  de sueños que tuviera… la nada no existe en parte alguna; existen siempre señales de la verdad en todo  lo que pasa con nosotros. Se comprende que la vida  se expande dentro y fuera de nosotros, más nunca fuera de Dios.

Pensemos en los sueños y busquemos su perfección; hay varias modalidades de elevación de los sueños,  que con el tiempo se podrá descubrir.  Sueños y visiones, en la urdidura de los hombres que desconocen la verdad, sirven para el comercio ilícito, y pueden desorientar a muchas criaturas, que extorsionan  el salario del pobre para iludirlo, plantan vientos y recogen tempestades que los hacen sufrir, más tarde, las mismas carencias de lo que hacen carecer.

Existe tambien la mediúmnidad en función de los sueños; esa capacidad mediúmnica puede hacer mucho bien, a la humanidad: visitar y curar enfermos, consolar y amparar a los tristes, levantar caídos, y aun mismo trabajar para retirar de las tinieblas a hermanos prontos para entender  y comenzar a aprender las primeras lecciones de servir.

Que Jesús nos bendiga a todos nosotros, en todos los sentidos de los sueños y visiones, para que la luz se encienda en nuestros corazones, fuente de amor, para que la caridad  sea un todo en nuestros corazones.

 Libro. Filosofía Espirita – Volumen VIII
Miramez / João Nunes Maia.
Traducido por: M.C.R

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