viernes, 19 de enero de 2018

Buenas semillas, buenos frutos



Hoy veremos :

-Espíritus  libres
-Organización de las sesiones espíritas
-Saludo matinal de vuestra amiga Merche
- Buenas semillas, buenos frutos
-


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                 ESPÍRITUS LIBRES 

Consideramos aquéllos ya más evolucionados que, no habiendo completado aún su ciclo de reencarnaciones en el planeta, no están sujetos a tiempo fijo para su vuelta al plano físico, siendo esta vuelta voluntaria, en cuanto a tiempo. 

    Podemos incluir en este grupo, esa legión de seres que ya vibrando en amor fraterno, continúan en el plano extrafísico cooperando en algunas de las múltiples tareas de socorro, estudio, ayuda y progreso que se realizan en los planos invisibles del espacio. 

    Porque, necesario es conocer qué, en el espacio hay una actividad realizadora y no ese paraíso de beatitud contemplativa y ociosa, que es, tal vez, la mayor ilusión de los principios teológicos, que oscurecen el sentido divino de la verdadera religión; ya que es contrario a la ley universal de progreso, que es acción. 

    Después de un tiempo, que varía mucho en cada caso y que puede ser entre unos cincuenta a quinientos años, estos seres sienten que una fuerza inexplicable presiona su mente hacia una nueva encarnación en el plano físico. Esta «fuerza», es una manifestación de la Ley de Evolución que presiona al Espíritu hacia su progreso, a ascender hacia la meta, creando una especie de inconformidad que le hace sentir, cada vez más intensamente, el deseo de volver a la Tierra, ya con una mayor capacitación, a continuar la obra dejada al morir o comenzar una obra nueva, o a redimir viejas deudas pendientes todavía por errores en el pasado remoto; dejando esos ambientes maravillosos, que por ley le corresponde disfrutar. 

    Entonces es, cuando planifica, en el espacio, su programa a realizar, y baja a la Tierra para escoger el lugar, ambiente, futuros padres, etc. A veces, estos últimos ya están esperándole, por compromisos hechos en el espacio, que como humanos no recuerdan. Pues, cuando ya se llega a cierto grado evolutivo, el ser encarnante puede hacer esta selección, y por ende es más responsable de los resultados. Y, para éstos, es indispensable una afinidad de sintonía psíquica de caracteres y tendencias, almas afines. De aquí las semejanzas, ya que los semejantes se atraen y generalmente siguen unidos a través de múltiples existencias en las edades. 

Sebastián de Arauco.

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         ORGANIZACIÓN DE LAS SESIONES 
                      ESPÍRITAS

Las ocupaciones de cada sesión pueden arreglarse del  modo que sigue: 

1º Lectura de las comunicaciones espiritistas obtenidas en la última sesión, puestas en limpio. 

2º Noticias diversas. – Correspondencia. – Lectura de las comunicaciones obtenidas fuera de las sesiones. – Relación de los hechos interesantes del Espiritismo. 

3º Trabajos de estudio – Dictados espontáneos. – Cuestiones diversas y problemas morales propuestos a los Espíritus. 

–Evocaciones. 

4º Conferencia – Examen crítico y analítico de las diversas comunicaciones. – Discusión sobre los diferentes puntos de la ciencia espiritista. 

347. Los grupos que empiezan tienen que pararse muchas veces por falta de médiums. Los médiums son seguramente uno de los elementos esenciales de las reuniones espiritistas, pero no son elementos indispensables, y no se tendría razón en creer que en defecto de ellos nada haya que hacer. Sin duda aquellos que no se reúnen, sino con el objeto de hacer experimentos, no pueden hacerlo sin médiums, como los músicos en un concierto, sin 
instrumentos; pero aquellos que llevan la mira de un estudio formal tienen mil motivos de ocupación tan útiles y provechosos, como si pudiesen obrar con los mismos. Además las reuniones que tienen médiums pueden accidentalmente encontrarse sin ellos y sería   enojoso que creyesen, en este caso, no tener que hacer otra cosa que retirarse. Los mismos Espíritus pueden, de tiempo en tiempo, dejarles en esta posición, con el fin de enseñarles a pasarse sin ellos. Diremos más; es necesario para aprovecharse de su 
enseñanza, consagrar algún tiempo en meditarla. Las sociedades científicas no siempre tienen los instrumentos de observación a la vista, y sin embargo encuentran objetos de discusión; en ausencia de poetas y oradores, las sociedades literarias, leen y comentan 
las obras de autores antiguos y modernos; las sociedades religiosas meditan sobre las Escrituras; las sociedades espiritistas deben hacer lo mismo, y sacarán un gran provecho para su adelantamiento, estableciendo conferencias en las cuales se lea y comente todo lo 
que pueda tener relación con el Espiritismo en pro o en contra. 

    De esta discusión en la que cada uno lleva el tributo de sus reflexiones, brotan rayos de la luz que pasan desapercibidos en la lectura individual. Al lado de estas obras especiales, los periódicos abundan de hechos, relaciones, acontecimientos, rasgos de virtudes o vicios que suscitan grandes problemas morales, que sólo el Espiritismo puede resolver, y éste es también un medio de probar que tiene relación con todos los ramos del orden social. 

    Aseguramos que una sociedad espiritista que organizase sus trabajos en este sentido, procurándose los materiales necesarios, no tendría bastante tiempo para las comunicaciones directas de los Espíritus; por lo que llamamos la atención sobre este punto de las reuniones verdaderamente formales, de aquellas que toman más empeño en instruirse que en buscar un pasatiempo. 

El libro de los médiums. Allan Kardec.

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“(Espiritismo el consolador prometido por Jesús)”

                                                   

                   Saludo matinal de vuestra amiga Merche
Viernes, 20 de enero de 2018

Queridos amigos, hola buenos días, son muchos los que aun dudan de que  Jesús, es, el Camino, la Verdad y la Vida. Sin embargo observamos que  El, en los tiempos actuales,  ocupa un lugar muy importante en nuestros pensamientos, hay mucho sufrimiento y dolor por todas partes, y los hombres en su desesperación, no les queda más remedio que volver sus ojos para Dios y para Él, su representante en la Tierra.
Jesús no nos dijo todo lo que tenía que decir, porque no habría sido comprendido ni aun por sus apóstoles.
Las religiones fundadas en el Evangelio, no pueden, por tanto, decirse en posesión de la verdad, puesto que se ha  reservado completar ulteriormente sus instrucciones. Su principio de inmutabilidad es una protesta contra las palabras de Jesucristo.

Todas las nuevas verdades descubiertas, los grandes hombres que han venido a la Tierra como Jesús y otros, no han conseguido ejercer su misión en nuestro planeta sino con grandes sacrificios y después de una lucha terrible con el espíritu de ignorancia, que adolecen los hombres.
Jesús mantuvo una lucha incesante con el sistema que componía el espíritu de los hombres de aquella época, sus discípulos sufrieron grandes persecuciones, y los sabios de aquella época también mantuvieron grandes contrariedades.
Cada gesto de luz que vibra en las tinieblas agita a los ignorantes sistemáticos, así  como los rayos del sol alborotan a los murciélagos y las orugas que solo se complacen con la noche.
El progreso no se hace de una sola vez, viene gradualmente, presentándonos con sus generosas dadivas, nuevas perspectivas en la lucha, para que lejos de maldecir el dolor, busquemos la manera de a través de Él sepamos resarcir a la luz y conquistar la belleza del espíritu.
El Evangelio, código de moral de valor incomparable, en toda su pureza, como aseveran los Espíritus del Señor, en el pórtico de la Era Nueva, penetrará por fin, las almas, convirtiéndose en el Estatuto seguro e indiscutible para las Naciones y los hombres.
Allan Kardec al publicar el Evangelio Según el Espiritismo puso de manifiesto ante la religión oficial, las diversas corrientes espiritualistas y  reveló que el Saber Espirita es el fruto de la revelación más positiva de la Historia y que el Evangelio y Espiritismo se consustancian en una sola y esencial verdad.
El Espiritismos, el consolador ofrecido por Jesús, cuyas fuentes de sabiduría son inagotables, se afirmará paulatinamente con el mejor conocimiento que de él tengan los hombres y con la confirmación de sus principios por parte de la ciencia, la cual marcha sin pausa con ese rumbo. La Tercera Revelación, sistematizada por Kardec, es necesario que llegue al seno de la sociedad para que esta se oriente  sobre nuevas bases espirituales, filosóficas y religiosas. El hombre necesita del Amor y de la Justicia. Para ellos nada mejor  que la doctrina espiritual del Evangelio, vista a través del espiritismo.

Jesús anuncio bajo el nombre del Consolador y de Espíritu de Verdad al que debía enseñar todas las cosas y hacer recordar todo lo que Él había dicho. En el concepto de Jesús, el consolador es una doctrina soberanamente consoladora, cuyo inspirador debía ser el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio, lo completa y lo esclarece por medio de las nuevas leyes que revela, unidas a las de la ciencia; hace comprender lo que era ininteligible y admitir  la posibilidad de lo que el escepticismo considera como inadmisible. He tenido sus precursores y sus profetas que han hecho presentir su advenimiento, y por su potencia moralizadora, prepara el reino del bien en la Tierra.
El Espiritismo, que no recuerda ninguna personalidad, tiene raíces por todas partes y en todas las creencias, el convertirá a la humanidad.
Con la reencarnación se ven comprendidas las palabras de Jesús cuando dijo “otro vendrá que os enseñará lo que yo no puedo deciros ahora,  ¿cómo se aprovecharían ellos de esa enseñanza más completa que se habría de dar ulteriormente?
Se comprende que los apóstales y los hombres de su tiempo, vivieron entonces, y vivieron después y que vuelven a vivir ahora, y la promesa de Jesucristo aparece justificada, la inteligencia de aquellos  se habrá desarrollado al contacto del progreso social, y hoy pueden comprender lo que en aquel tiempo no les era posible por su estado.
El Espiritismo en el tiempo señalado ha venido a cumplir lo que Cristo prometió, el abre  los ojos y los oídos y levanta el velo que dejo ex profeso  sobre ciertos misterios, el viene a traer un consuelo supremos a los desheredados de la tierra y a los que sufren, dando una causa justa y un objeto útil a todos los dolores.  El hace que el hombre sepa de donde viene y hacia dónde va y para que está en la tierra.
Agradezcamos al Señor el estar dentro del conocimiento de la Doctrina de los Espíritus, porque ella ha ofrecido mucho consuelo y esperanzas a nuestras vidas, no nos quedemos con este tesoro solo para nosotros, hemos de compartirlo, y así nuestra alegría y gozo será mucho mayor, extendiendo la verdad, podremos juntos hacer un mundo mejor.
Amigos os deseo un feliz  fin de semana y que Dios os bendiga. Merchita 

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         BUENAS SEMILLAS, BUENOS FRUTOS

«El niño es la semilla que espera, el joven es el campo fecundo, el adulto es la cosecha en producción. Según sea la calidad de la semilla, así será la cosecha.» 

(Mensaje del Espíritu Amelia Rodrigues, en la obra Terapéutica de Urgencia, psicografiado por Divaldo Franco) 

Con esta frase dimos comienzo a nuestra conferencia en el XX Congreso Espírita Nacional que se celebró en Calpe, Alicante, en diciembre pasado. Dicha frase resume todo el contenido desarrollado con posterioridad y nos invita a la reflexión con respecto a la Educación de las nuevas generaciones y lo que la Doctrina Espírita puede aportarnos.

Siendo conscientes de estar viviendo el momento de la Gran Transición de nuestro hermoso planeta hacia un mundo de Regeneración, más justo, más bello, más amable, estamos siendo invitados en cada momento para colaborar en que ese proceso transformador se haga de la manera más dulce, más natural posible. Y ese cambio solamente es posible a través de la Educación, de manera que el progreso tecnológico e intelectual, innegable, sea acompañado también de un verdadero cambio moral de sus habitantes, de todos nosotros y de todos aquellos que volverán a habitar nuestra hermosa morada.

   Los niños y jóvenes representan un fecundo campo de cultivo al tratarse de Espíritus que regresan para una nueva experiencia en el plano físico. Ellos ya existían antes en algún lugar, tienen una biografía personal, traen vivencias y experiencias, y aquí vuelven para revivir, no para vivir. ¡Están, por lo tanto, renaciendo y no apenas naciendo! Como ser espiritual, el niño trae todo un bagaje acumulado a lo largo de su trayectoria evolutiva. Su destino es toda la perfección de la que es susceptible y, para ello, cuenta con el tiempo necesario, pues su esfuerzo de perfeccionamiento no se limita, tan sólo, a una existencia terrenal. En el cuerpo y fuera de él, da continuidad a su perfeccionamiento y a su andadura en la conquista de la felicidad. La reencarnación es, por lo tanto, un proceso de reeducación del ser, pues retornamos niños a un hogar, a una familia, para ser reeducados; pues, como niño, el Espíritu está más accesible a recibir la orientación de los padres y educadores. Y, puesto que la principal finalidad de que el Espíritu tenga que nacer otra vez, es para volver a ser educado, las impresiones positivas que recibe durante la infancia pueden ser determinantes en su existencia actual e incluso en próximas vidas. De ahí la importancia de la Educación, pues educar es preparar al ser humano para enfrentar todos los momentos y adversidades de la vida. Es el único medio de cultivar en el Espíritu del niño, desde su nacimiento, el entendimiento de la práctica de las buenas obras, la adquisición de la moral y del saber, para que alcance el crepúsculo físico consciente de sus conquistas espirituales, conociéndose a sí mismo y situándose en el Universo como colaborador de la Divinidad Suprema.

EL PAPEL DE LOS PADRES

  La educación es una tarea esencialmente paternomaternal, de carácter intransferible e inalienable. Y si bien, los lazos de familia no se verifican por casualidad, el hogar debe ser el escenario donde el individuo pueda sentirse plenamente confiado, aceptado y amado, donde pueda exponer sus conflictos más íntimos con sinceridad, sin miedo de perder la comprensión de los familiares, donde pueda desahogar sus problemas y dialogar con profundidad con los que le son afines.

  La familia tiene que ser el amparo de su auto-educación. El ejemplo edificante, el ambiente moral, las vibraciones amorosas del hogar serán determinantes en la existencia presente y en la vida inmortal.

 ESPIRITISMO Y EDUCACIÓN

  Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo abre a la Humanidad una nueva vía y le descubre los horizontes del infinito. El Espiritismo dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que transpone todos los inmediatismos, que transciende todos los límites, que descubre los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses, y que posee un ideal capaz de impulsar el verdadero progreso. Y dilatando las fronteras de la educación, al informar que ella ejerce función en los dos planos de la vida, le apunta objetivos de gran alcance y valor moral.

   Desde el punto de vista espírita, la educación no empieza en la cuna ni termina en el túmulo, sino que antecede al nacimiento y sucede a la muerte del cuerpo físico. Es la acción constante, ininterrumpida, la que ayuda a modificar a los seres, auxiliándolos en la escalada evolutiva, rumbo a la perfección, en la estera infinita del tiempo. En la Propuesta Espírita de la Educación, el desarrollo del Espíritu a través de las vidas sucesivas está visto como un curso escolar, con sus años de estudio.

... Y la Tierra es tratada como una escuela, donde las almas se matriculan para su perfeccionamiento, siendo El Libro de los Espíritus un manual de Educación Integral ofrecido para su formación moral y espiritual. Es preciso que cuidemos del niño y del joven, plantas en proceso de crecimiento, aún moldeables y dirigibles hacia el bien mayor. Precisamos entender la Educación Espírita como la mejor contribución que puede ser ofrecida al espíritu encarnado en su proceso evolutivo.

 CONTRIBUCIÓN DEL CENTRO ESPÍRITA A LA EDUCACIÓN

La educación del niño y del joven es la mejor forma de que el Centro Espírita realice la mayor de las finalidades del Espiritismo: transformar a todos los hombres en hombres de bien, visto que la Educación Infanto-Juvenil es una de las primeras actividades como base para la construcción moral del Mundo Nuevo.

  El Centro Espírita es una escuela de almas y es imperativo que se reconozca en la educación de las almas la tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. «Alma», en la definición encontrada en El Libro de los Espíritus, es el «Espíritu encarnado». No existen referencias sobre la edad física. De la cuna al túmulo, todos somos espíritus reencarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo físico, desde la infancia hasta la madurez. Hay, entretanto, aún en El Libro de los Espíritus, una evidente preocupación de Allan Kardec y de los Espíritus Superiores en resaltar la importancia del periodo infantil en el estado reencarnatorio, y la función de la educación para la renovación moral de la Humanidad, que alcanza a encarnados y desencarnados.

    En el capítulo VII, Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando trata del retorno del Espíritu a la vida corporal, son tratadas diversas cuestiones acerca de la infancia, de las tendencias innatas, de la influencia del organismo físico, del origen de las facultades morales e intelectuales, de la ley de afinidad y otros temas tocantes al periodo infantil, mostrando suficientemente cuán importante es el trabajo educacional junto al niño.

    El Centro Espírita, consciente de su misión, debe emplear todos los esfuerzos no sólo para la creación de la Educación Espírita Infanto-Juvenil, sino también para su pleno funcionamiento, considerando su importancia en términos de formación moral de las nuevas generaciones y de preparación de los futuros obreros de la Casa y del Movimiento Espírita. La misión del Centro Espírita no es formar adeptos, sino hombres y mujeres de bien, conscientes de sus derechos y de sus deberes como seres inmortales, co-creadores del Universo, que, posteriormente, cuando sean adultos, decidirán sus destinos y colaborarán para que nuestro planeta, Divina Escuela, sea un lugar mejor. ¡¡Tenemos una gran responsabilidad!!

- Valle García Bermejo-

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