miércoles, 30 de abril de 2014

La idea del suicidio


Richard Simoneti
 LA IDEA AVIVADA DEL SUICIDIO


         1.-Parece ser que el suicido es fruto de la desesperación pero además, puede serlo de una idea avivada.
Sin duda. Puede no haber ocurrido de forma bien definida, sino como algo sutil que va tomando cuerpo. Primero, la sensación de que la vida es muy complicada; los problemas parecen insolubles, las dificultades, insuperables; la dolencia, insoportable; la desilusión, tormentosa...

2.- Después, la idea de que seria mejor "partir"...
Es un curioso eufemismo, que exprime una convicción de inmortalidad, igual que la engañosa suposición de que es posible librarse de los sinsabores, como quien deja una casa, una ciudad o un país.
3.- ¿Pueden los familiares y amigos percibir que algo no va bien, con el candidato al suicidio?
Sí, porque él acaba hablando sobre su intención. — ¡Estoy atormentado, soy infeliz! ¡Son demasiado grandes mis problemas! ¡Me gustaría que el suelo se abriese debajo de mis pies! Su observación sirve también para los candidatos al suicidio.

4.- Si no acostumbra a decir que quien amenaza con matarse no lo hace.
Esta es una idea equivocada, desmentida por los hechos. Es bueno prestar atención. La experiencia demuestra que muchas veces, al hablar de su intención de fuga, la persona está, inconscientemente, pidiendo socorro, revelándose en el límite de sus fuerzas.

5.-¿Qué se puede hacer cuando un familiar o alguien de nuestras relaciones, se envuelve con la idea?
Conversar sobre el asunto, alertarlo de que la fuga no resolverá sus problemas, apenas los agravará, en forma superlativa. El esclarecimiento es el mejor recurso para que la persona se disponga a eliminar de su mente semejante ¡idea. Y, obviamente, ayudarlo en relación a sus problemas. Un gesto de solicitud, cariño o solidaridad puede tener un efecto más positivo que el simple enunciado de las consecuencias de ese desatino.

6.- ¿Y cuando, incluso ante nuestros esclarecimientos, el familiar amenaza con suicidarse, si no atendemos a sus peticiones?
Generalmente, actitud de esa naturaleza es chantaje emocional, al cual no podemos rendirnos, bajo pena de quedar en la dependencia de sus humores y caprichos.

7.- ¿Y si acaba por cometer el suicidio? ¿Ello no acarreará culpa para nosotros?
Si lo que la persona pretendía era algo irrazonable, mero capricho o explosión temperamental, no hay porque sentirnos culpables. Es importante, en ese caso, que tengamos la conciencia tranquila, habiendo hecho lo que es compatible con el buen sentido, siempre dispuestos a ayudar, sin expresiones del tipo "mátese de una vez y deje de fastidiar", que no son raras en los desentendimientos familiares. Eso es instigar al suicidio, actitud comprometedora.

8.- ¿Qué hacer para que la idea del suicidio no tome cuerpo en nosotros?
Confiar en Dios, con la conciencia de que todas las situaciones en la Tierra son transitorias y de que lo que consideramos un mal, en nuestra existencia, puede ser la oportunidad de renovación. Crisis, en ideograma chino, significa oportunidad. Oportunidad de testimoniar nuestras convicciones y de crecer, enfrentando desafíos.

Suicidio: Todo  lo que usted necesita saber
... para no cometer este terrible error
Richard Simoneti
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FUERA DE LA IGLESIA  NO HAY SALVACIÓN. SIN LA VERDAD NO HAY SALVACIÓN.

Fuera de la iglesia no hay salvación, está fundamentado  en dogmas particulares. Este dogma  es, pues,  esencialmente contrario a las enseñanzas de Cristo y a la ley Evangélica. Las religiones, inmovilizadas en sus dogmas  como las momias bajo sus fajas, cuando todo camina y evoluciona alrededor de ellas, se debilitan cada día más. Están destinadas a morir, pues la idea que los hombres se forman de la verdad se modifica y se amplía  con el tiempo. En la actualidad las religiones envejecidas se derrumban  sobre sus bases. El progreso  material e intelectual llama al progreso moral.  A medida que avanzamos necesitamos  nuevas concepciones,  ideales más elevados y lo encontramos en los descubrimientos de la ciencia y en las intuiciones  grandiosas del pensamiento.
 Y la verdadera religión no es una manifestación exterior; es un sentimiento y es en el corazón humano  donde está el verdadero templo de lo Eterno. La verdadera religión no puede ajustarse  a reglas ni ritos estrechos. No necesita formulas ni imágenes; se preocupa poco de los simulacros y de las formas de adoración, y no juzga a los dogmas  sino por influencia  en el perfeccionamiento de las sociedades. La verdadera religión abarca a todos los cultos, todos los sacerdocios, se eleva por encima de ellos y les dice: ¡La verdad está más alta!
La religión bien entendida, debería ser un vinculo  que uniese a los hombres entre si y los estrechase con un mismo  pensamiento al principio superior  de las cosas.
Existe en el alma del ser un sentimiento natural que la orienta  hacia  un ideal  de perfección en el cual identifica el Bien y la Justicia. Si estuviese  iluminado por la ciencia, fortificado por la razón, apoyado en la libertad de conciencia,  este sentimiento, el más noble que se puede experimentar , se convertiría en   el móvil de grandes  y generosas acciones; pero, empañado, falseado, materializado, se convierte con demasiada frecuencia , por obra de a teocracia, en un instrumento de dominación egoísta.
Kardec dijo que el Espiritismo es el mayor auxiliar de las religiones, el tiene consecuencias morales, en vez de referirse a consecuencias religiosas.
Uno de los principios fundamentales de la moral espirita, es la tolerancia, no es agresiva como lo son las religiones  dogmaticas y sacerdotales. Pues tiene muy presente las palabras de Jesús  que dijo que son muchos los caminos  que llevan al Padre. Las religiones son escuelas en donde los espíritus aprenden la verdad espiritual, y el espiritismo nos enseña que es la intención lo que vale, el espirita no tiene apenas libertad sino que además tiene responsabilidad.
El espirita debe respetar todas las creencias sinceras, y no debe  en nombre de la tolerancia, tornarse cómplice de prácticas religiosas o de enseñanzas teológicas que puedan  llevar a sus hermanos de vuelta al pasado. Le cabe comprenderlas pero siempre firme  en su posición de espirita.
Todas las religiones son buenas para aquellos que las aceptan y practican con sinceridad, pero si el espirita no es sincero consigo mismo, y con su propia religión ¿Quién puede acreditar en él?
El advenimiento de la religión natural, renacerá en un futuro de una forma sencilla y pura. La religión pasará a los actos, al deseo ardiente del bien; y el holocausto será el sacrificio por vencer las pasiones, en una palabra el perfeccionamiento del espíritu humano. Cuando este suceda, todas las religiones pasajeras, contradictorias, que causan  la división y el rompimiento a la humanidad desaparecerán.
 Trabajo realizado por Merchita
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                                       CUENTO CON MORALEJA : 
               ¿ CREES EN LA OTRA VIDA ?


En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:

-¿Tú crees en la vida después del parto?

- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.

- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?

- No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.

- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.

- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.

- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.



- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.

- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?

- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.

- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.

- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...
Autor desconocido.
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lunes, 28 de abril de 2014

Reuniones espíritas


                       
REUNIONES ESPIRITAS

"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( San Mateo, 18:20). Prefacio. Para estar reunidos en nombre de Jesús no basta hallarse juntos físicamente, sino que es preciso estarlo también en lo espiritual, por la comunión de intenciones y pensamientos dirigidos hacia el bien. Entonces sí se encuentra Jesús en medio de la reunión: Él, o los espíritus puros que lo representan. El Espiritismo nos permite comprender de qué manera pueden los espíritus hallarse entre nosotros. Están ahí con su cuerpo fluídico o espiritual, y con la apariencia que nos permitiría reconocerlos si se hicieran visibles.
Cuanto más elevados se hallan en la jerarquía espírita, tanto mayor es su poder de irradiación. Así poseen el don de ubicuidad y pueden encontrase en varios lugares simultáneamente. Basta, para ello, un rayo de su pensamiento.
Con las palabras citadas en el parágrafo anterior quiso Jesús mostrar el efecto de la unión y la fraternidad. No es la mayor o menor cantidad de personas la que le atrae, puesto que en lugar de dos o tres hubiera podido decir diez o veinte, sino el sentimiento de caridad mutua que a esas personas anima. Ahora bien, para esto es suficiente que haya dos. Pero si esas dos oran cada cual por su lado, aunque ambas se dirijan a Jesús, no habrá entre ellas comunión de pensamientos, sobre todo si no son movidas por un sentimiento de benevolencia recíproca. Y si se miran con malos ojos, con aborrecimiento, envidia o celos, entonces las corrientes fluídicas de sus pensamientos se rechazan en vez de unirse por un común impulso de simpatía, y en tal caso, no están reunidas en nombre de Jesús, el cual no es más que el pretexto de la reunión y no su verdadero motivo.
Esto no implica, en modo alguno, que Él permanezca sordo a la voz de una sola persona. Si no dice que acudirá a cualquiera que le llame, es porque ante todo exige amor al prójimo, del cual podemos dar mayores pruebas cuando estamos en compañía de otros, que encontrándonos solos, y también a causa de que todo sentimiento de tipo personal lo aleja. De ello se sigue que si, en medio de una nutrida asamblea, sólo dos o tres personas se unen de corazón mediante el sentimiento de una auténtica caridad, en tanto el resto de los asistentes se aíslan y se concentran en pensamientos  egoístas o de carácter mundano, Jesús estará con aquéllas y no con estos otros. Así pues, no es la simultaneidad de los presentes en las palabras, en los cánticos o en los actos litúrgicos lo que constituye una reunión en nombre de Jesús, sino la comunión de pensamientos acordes con el espíritu de caridad personificado en Él.
 
El Evangelio según el Espiritismo.
                                    
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Imperativo de la Paciencia

Es probable que pocos amigos piensen en esto: paciencia como inmunización contra el suicidio.

En las tareas de la actividad humana, a veces, surgen para la criatura determinados escenarios de prueba para cuya travesía, no siempre bastará el conocimiento superior. Es necesario que el alma se apoye en el bastón invisible de la paciencia, a fin de no resbalarse en sufrimientos mayores. Y por eso es que nos permitimos expresar reiterados consejos a los hermanos, domiciliados en el Plano Físico, a fin de que se dediquen al cultivo de la comprensión.

Si te encuentras bajo el impacto de conflictos domésticos, usa la tolerancia, tanto como te sea posible, ante aquellos que generen el campo de las vibraciones negativas, prestando auxilio de este modo, a la seguridad del equipo familiar , al que estás vinculado.

En la decepciones, sean cuales fueran , reflexiona en el valor de la ponderación respecto a tu propio beneficio.

Delante de los golpes que recibas, olvida injurias y agravios, y piensa en las oportunidades del trabajo que se te encargó como apoyo defensivo contra la desesperación.

Bajo acusaciones que reconozcas inmerecidas, olvida el mal y no alimentes el fuego de la discordia.

Cuando te falte actividad profesional, continua actuando, tanto como pudieras, en las tareas de auxilio espontáneo a los otros, aprendiendo que la actividad noble atrae actividades nobles y, con eso, en breve, te reconocerán en nuevas posiciones de servicio, según tus necesidades.

Si el desánimo te amenaza por ese o aquel motivo, recuerda la importancia de tu concurso fraterno, en apoyo de alguien, y no te des el lujo de estancamientos improductivos.

Ante cualquier obstáculo a transponer en el camino, conserva la paciencia como compañera y guía y, mantén el pensamiento confiado en la Divina Providencia, siguiendo siempre adelante, apartando lejos de tí la tentación de fuga , y reconociendo en el efímero tiempo, que hay siempre un futuro mejor para cada uno de nosotros y que, en todas las tribulaciones de la existencia, vale la pena esperar por el socorro de Dios.

Espíritu Emmanuel
Médium 
Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro “Atención” por Claribel Díaz

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Desaparición del cuerpo de Jesús 

. La desaparición del cuerpo de Jesús después de su muerte ha sido objeto de numerosos comentarios; los cuatro evangelistas dan testimonio del hecho, y hablan de las mujeres que se presentaron en el sepulcro al tercer día y ya no encontraron el cadáver. Algunos consideraron a esta desaparición un hecho milagroso, otros supusieron un rapto clandestino. 
De acuerdo con otra opinión, Jesús nunca habría poseído un cuerpo carnal, sino un cuerpo 
fluídico: durante toda su vida habría sido una aparición tangible, una especie de agénere. Su nacimiento, su muerte y todos los actos materiales de su vida habrían sido aparentes. Su cuerpo, de regreso al estado fluídico, pudo desaparecer del sepulcro y, con ese mismo cuerpo, apareció después de su muerte. 
Un hecho similar no es totalmente imposible, de acuerdo con lo que hoy sabe sobre las 
propiedades de los fluidos. Pero sería un hecho excepcional y opuesto al carácter de los agéneres 
El problema es saber si tal hipótesis es admisible y si es confirmada o negada por los 
hechos. 
. La permanencia de Jesús en la Tierra comprende dos períodos: el que precedió y el que 
siguió a su muerte. En el primer período, desde el momento de la concepción hasta el instante del nacimiento, todo es absolutamente normal. Desde su nacimiento hasta su muerte, todo, en sus actos, en su lenguaje y en las diversas circunstancias de su vida presenta los caracteres inequívocos de la corporeidad. Los fenómenos de orden psíquico que se producen en Jesús son naturales y no presentan características anormales, ya que se explican por las propiedades del periespíritu y se encuentran en diferentes grados en otros individuos. Después de su muerte, por el contrario, todo en él revela la naturaleza de un ser fluídico. La diferencia entre ambos estados es tan marcada, que no es posible confundirlos. 
El cuerpo carnal presenta las propiedades inherentes a la materia propiamente dicha y éstas, difieren esencialmente de las de los fluidos etéreos. La desorganización del cuerpo carnal se opera por la ruptura de la cohesión molecular. Un instrumento cortante que penetre en el cuerpo material, separa los tejidos. Si son alcanzados los órganos esenciales a la vida, su funcionamiento se detiene y sobreviene la muerte, esto es, la muerte del cuerpo. Esta cohesión no existe en los cuerpos fluídicos, la vida no reposa sobre el funcionamiento de órganos especiales y no pueden producirse desórdenes análogos. Un instrumento punzante penetra en el cuerpo fluídico como a través del vapor y no ocasiona ninguna lesión. Por ese motivo esas clases de cuerpos no pueden morir, como tampoco a los seres fluídicos llamados agéneres les podrá afectar la muerte. 
Después del suplicio de Jesús, su cuerpo permaneció allí, inerte y sin vida, fue enterrado 
como era costumbre y todos pudieren verlo y tocarlo. Después de su resurrección, cuando quiere dejar la Tierra, no muere. Su cuerpo se eleva, se desvanece y desaparece sin dejar dejar huellas, prueba evidente de que ese cuerpo era de naturaleza distinta del que expiró en la cruz, de lo que se deduce que si Jesús murió, debió poseer un cuerpo carnal. 
Debido a sus propiedades materiales, el cuerpo carnal es el asiento de las sensaciones y los 
dolores físicos que repercuten en el centro sensitivo o espíritu. El cuerpo no sufre, sino el espíritu, que es el que recibe la repercusión de las lesiones o alteraciones de los tejidos orgánicos. En un cuerpo privado de espíritu, no existen sensaciones. Por la misma razón, el espíritu, al no poseer un cuerpo material, no puede sentir los sufrimientos que son el resultado de la alteración de la materia. 
De donde es preciso concluir que si Jesús sufrió materialmente -de lo cual no hay duda-, es porque poseía un cuerpo material de naturaleza análoga a la del hombre común. 
. A los hechos materiales se agregan las consideraciones de orden moral de la mayor 
importancia. 
Si Jesús hubiese sido durante toda su vida un ser fluídico, no habría conocido ningún dolor 
ni ninguna de las necesidades del cuerpo. Imaginar que ha sido así, es quitarle todo el mérito a la vida de privaciones y sufrimientos que él eligió como ejemplo de resignación. Si todo en él hubiera sido aparente, todos los actos de su vida: el anuncio reiterado de su muerte, la escena dolorosa en el monte de los Olivos, su pedido a Dios para que apartara el cáliz de sus labios, su pasión, su agonía, todo, hasta sus últimas palabras en el momento de ofrendar el espíritu, hubiesen sido vanos simulacros para confundir sobre su verdadera naturaleza y hacer creer en el sacrificio ilusorio de su vida, es decir, sería una farsa indigna de un hombre honesto y simple, y, ¡cuánto más de un ser tan superior! En una palabra, hubiera abusado de la buena fe de sus contemporáneos y de la posteridad. 
Estas son las deducciones que surgen de tal doctrina y no son admisibles porque lo disminuyen moralmente en lugar de elevarlo. 
Jesús tuvo, como todos, un cuerpo carnal y un cuerpo fluídico. Los fenómenos materiales y 
los fenómenos psíquicos que marcaron su vida así lo prueban. 

Marco Antuan

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domingo, 27 de abril de 2014

Centros espíritas; Mediumnidad y Médiums


Centros Espíritas, mediúmnidad y médiums.


La tierra es una Gran Escuela.
Cada planeta evoluciona en la órbita que le es marcada por las leyes del equilibrio, sin ultrapasar los limites de gravitación que tiene asignados”
La Doctrina Espirita, exaltando el esfuerzo propio, dignifica a la persona humana. La convierte en un ser responsable que, esclareciéndose, desea y procura poner en movimiento, bajo la egida santa y bendita del Señor de la Vida, las propias energías, los propios recursos evolutivos latentes en lo intimo del ser humano.
Pero los perezosos que van quedándose atrás, como los alumnos de una escuela poco aplicados, pierden de vista a los más adelantados.
Cuando hay mucho amor en los que van por delante, “los que progresan” aunque reciban las mismas clases y estén sometidos a la misma disciplina, su espíritu de abnegación y renuncia los hace retroceder en tareas de sacrificio a fin de extender las manos, plenas de luz, a las almas invigilantes, que se pierden en los oscuros laberintos de la indolencia.
Esperar, cómodamente, el amparo al precio de tremendos sacrificios de los mensajeros del bien, es una reprobable conducta, es como el perezoso que deja a otros hacer su tarea, sin esforzarse.
Muchos instructores espirituales se ven obligados a abandonar m temporal o definitivamente, a sus tutelados, especialmente, a aquellos que imprimen a su vida, el sellos de la irresponsabilidad y de la mala voluntad, en el desprecio a los talentos que Jesús le entrego.
Los médiums , que desean sinceramente enriquecer el corazón con los tesoros de la fe, con el fin de ampliar los recursos de servir al Maestro en la Siembra del Bien, no pueden , ni deben perder de vista el factor “Auto perfeccionamiento”.
No deben perder de vista los estudios doctrinarios, que es la base de su esclarecimiento.
El médium por excelente que sea su asistencia espiritual, no debe olvidar su propia vigilancia, recordando siempre su condición de criatura humana, sujeta por eso a oscilaciones vibratorias, a pensamientos y a deseos inadecuados. Debiendo tener siempre presente la palabra de Emmanuel:
"Los médiums, en general, no son misioneros en la acepción común del término; son almas que fracasan desastrosamente, que contrarían, sobremanera, el curso de las leyes divinas y que rescatan bajo el peso de severos compromisos e ilimitadas responsabilidades el pasado oscuro y delictuoso. Su pasado, en muchas ocasiones, se encuentra manchado de graves deslices y errores clamorosos. "
Cuando el médium guarda la noción de fragilidad y pequeñez por la convicción de que es un alma en proceso de redención y perfeccionamiento, por el trabajo y por el estudio, se está preparando, con seguridad, para el triunfo en las lides del Espíritu Eterno.
Entre tanto, cuando comienza a pensar que es un misionero, un privilegiado de los Cielos y que los propios Espíritus Superiores se sienten honrados y distinguidos por asistirlo, es sin duda un compañero en peligro.
Es un gran candidato a la obsesión y al fracaso.
La vanidad es el primer paso que el médium da en el camino de la desventura.
La senda del desequilibrio se abre, larga y seductora, al intermediario encarnado que entroniza en el altar del corazón no vigilante la importante figura de Su Majestad -El Egoísmo.
Esforcémonos, por lo tanto, en el sentido de desenvolver la humildad y el espíritu de servicio en beneficio de nuestra paz, porque, en verdad, ninguno de nosotros se venció, todavía, a sí mismo.
No pueden dejar de nutrirse con el alimento Evangélico, tornándose humildes y buenos, dedicados y convencidos, con el fin de que los modestos encargos mediúmnicos de hoy sean, mañana, transformados en sublimes y redentoras tareas bajo el augusto amparo del Divino Maestro, que nos afirmo ser “El Pan de la Vida” y la “Luz del Mundo”
Abnegación y perseverancia, en el trabajo mediúmnico, mantienen al servidor en condiciones de sintonizar, de forma permanente, con los Espíritus Superiores, intercambiando así, con las fuerzas del Bien, las divinas vibraciones de amor y sabiduría.
La Doctrina Espirita es eterna pues su carácter progresivo asegura la continuidad de las noticias del Espacio dando expansividad a la Codificación, desdoblándola en matices cada vez más bellos y apasionantes, enriqueciéndola con nuevos y magníficos conocimientos de la vida más allá de la Tumba.
El Espiritismo por su contenido evolutivo y universal es un movimiento en marcha, hacia adelante y para lo alto.
Es un Sol que busca el cenit de sus gloriosos objetivos de Consolador, anunciado y prometido por el Divino Amigo.
De Él fue dicha la primera parábola y jamás se dirá la última, afirmo incisivamente Allan Kardec.
Kardec, dio bases inamovibles, dejándose todavía, las más positivas, ricas y sublimes perspectivas de engrandecimiento, de desenvolvimiento y de expansividad ilimitadas, en el Tiempo y en el Espacio.
Por ejemplo, en el Espacio el Psicoscopio tiene la propiedad de definir las vibraciones de encarnados y desencarnados; es un aparato espiritual que caracteriza los más íntimos sentimientos de los presentes en una reunión mediúmnica, tal como:
  1. La moralidad
  2. La Bondad
  3. La perversidad
  4. La falta de confianza
  5. La curiosidad
  6. La Irresponsabilidad
  7. Los intereses inferiores.
El Psicoscopio tiene en el plano espiritual, por analogía la misma función que tiene en la tierra el Magnetómetro, aparato inventado por el Abad Fortín para medir la intensidad del fluido magnético, el Estetoscopio, los Rayos X, el electrocardiógrafo, ,etc., en la medicina terrestre.
Estos aparatos dicen el estado del enfermo, en síntesis, son reveladores de los secretos íntimos del cuerpo humano.
En el caso del Psicoscopio desempeña en sentido espiritual esta misma función, descubre y revela a los benefactores espirituales lo que los médiums ocultan al dirigente de los trabajos y lo que el dirigente oculta a los médiums.
Gracias al Psicoscopio pueden clasificar las perspectivas de los servicios psíquicos que aparecen en el mundo. Analizando la psicoscopia de una personalidad o de un equipo de trabajadores es posible tomar nota de sus posibilidades y categorizar su situación. Según las realizaciones que proyectan planean la obra que pueden desempeñar en el Tiempo.
Es muy sabido que muchos grupos espiritas funcionan sin un programa edificante. Realizan funciones simplemente por hacerlas.
Y un grupo mediúmnico que funciona sin orientación cristiano evangélico, sin reflexionar en el problema fundamental de la elevación moral de todos, mejor es que cierre sus puertas porque, si no es así, será presa de las sombras.
El Espiritismo es una cosa y la Mediúmnidad otra.
El Espiritismo es un cuerpo de Doctrina de elevado tenor espiritual, consustanciando normas y directrices superiores que buscan primordialmente, la elevación del ser humano.
La Mediúmnidad es un don que permite a la criatura humana, de cualquier religión, recoger el pensamiento y las ideas de los Espíritus.
Espirita es, aquel que estudia, acepta y practica con fidelidad los saludables principios doctrinarios, erigidos por edificante monumento tendente a operar, con el tiempo, la renovación del espíritu humano.
Médium puede ser tanto el Espirita como el católico, el protestante e incluso, el ateo o materialista.
La conexión entre Espiritismo y Mediúmnidad y que lleva a la mayoría de la gente a considerarlos la misma cosa, confundiéndolos erróneamente, resulta de la circunstancia de tener, el Espiritismo, en sus admirables líneas doctrinarias, establecidas normas seguras para el ejercicio de la Mediúmnidad, clasificándola convenientemente.
La Doctrina Espírita encara la mediúmnidad como un medio del que se sirve Dios para auxiliar a la humanidad en su esfuerzo evolutivo.
Los Centros Espíritus, en general, hacen suya la tarea de orientar, en bases cristianas, el desarrollo mediúmnico. No invitan a nadie, pero abren sus puertas a todos aquellos que buscan el amparo de la hora precisa.
Tales hechos llevan, por tanto, a los menos advertidos, a considerar el Espiritismo como responsable de toda expresión fenoménica, lo que escapa, sustancialmente, a la realidad de los hechos.
Hay Espíritus y médiums en todas partes: en los centros, en las iglesias y en los templos protestantes.
Así como existen espíritus que no cultivan la Mediúmnidad, hay médiums que hasta odian el Espiritismo.
Espiritismo, por tanto, no es Mediúmnidad, ni Mediúmnidad quiere decir Espiritismo.
La Mediúmnidad, ejercida en nombre y bajo la responsabilidad del Espiritismo Cristiano, será siempre un instrumento de edificación para su poseedor, ya que por ella, los afligidos serán consolados, los enfermos curados y los ignorantes esclarecidos.
Podemos y debemos distinguir la Mediúmnidad de la siguiente forma:
a) - Aquella que se ejerce en función de objetivos superiores (Mediúmnidad con Jesús).
b) - Aquella que se ejerce en función de intereses inferiores (Mediúmnidad sin Jesús).
Donde la mediúmnidad se ejecuta en función de objetivos inferiores, como arreglos de bodas, solución de negocios materiales, obtención de empleos etc., sólo la mala fe o la liviandad podrían identificar la presencia y la responsabilidad del Espiritismo.
Grupos que exploren a los espíritus, tratando de estos asuntos, no son "grupos espíritus".
La reunión de personas con el objetivo de influir malvadamente, en la salud y en la vida del prójimo, no es "reunión espíritu".
El Espiritismo como Doctrina Codificada, estableció normas para el ejercicio de la Mediúmnidad.
Toda práctica mediúmnica que escapa a tales normas, no puede ni debe recibir la denominación "práctica espíritu".
La Mediúmnidad que se orienta por el Espiritismo es sencilla, sin rituales de ninguna clase; su finalidad es, exclusivamente, el bien y la elevación espiritual de los hombres.
Consultar y explorar a los Espíritus sobre asuntos materiales, es una práctica que la Doctrina Espíritu no acepta.
Que se den a estas prácticas la denominación que más agrade a sus seguidores, menos la de "prácticas espíritus".
La exploración de los espíritus no suficientemente esclarecidos, además de constituir una degradante y anti fraterna actividad, representa un lastimoso abuso por el cual los responsables responderán oportunamente, sean en la presente encarnación, como víctimas de terribles obsesiones, sea en el Espacio o en el porvenir, en futuras reencarnaciones.

De forma general, los que actúan lívidamente con los Espíritus, esclavizándolos a sus caprichos, sufrirán su asedio, transformándose en criaturas obsesados.

O, entonces, serán obligadas a enfrentarse con estos Espíritus, después de la desencarnación, o a recibirlos en futuras reencarnaciones como hijos, para que les den en el porvenir, aquello que ahora les niega: orientación, amor y respeto.

La Mediúmnidad es una actividad sagrada. Gracias a ella es que viene la Renovación, que es la palabra de Dios para los hombres.
Por los conductos mediúmnicos, a través de la inspiración o de la escritura es que el Cielo ha enviado a la Tierra, en todos los tiempos y lugares, abundantes chorros de luz y constelación.
Los Centros Espíritas no deben escatimar armas en el esfuerzo de recomendar sesiones reservadas, de amparo a los sufrientes, con el fin de que las tareas mediúmnicas cumplan su legítima finalidad.
Allan Kardec lo recomendó y León Denis advirtió sobre ello.
Los Espíritus menos esclarecidos acostumbran a destruir los centros espiritas y grupos mediúmnicos, provocando confusiones, desanimando a unos y sembrando la cizaña en otros.
Nadie puede alegar que esto no es cierto. Los Espíritus han deshecho, muchos Centros e indudablemente continuaran haciéndolo, hasta que sus actividades en su plenitud, se dé, el sentido y la forma superior por los que lucha el Espiritismo Cristiano a través de las instituciones bien orientadas.
La practica mediúmnica sin Evangelio, sentido y vivido y sin Doctrina estudiada y comprendida, constituye una puerta abierta a la infiltración de los desencarnados que todavía no fueron congratulados con la luz del esclarecimiento.
Otro peligro son los dirigentes intratables y groseros, destituidos completamente de ese sentido psicológico indispensable de quien dirige y por encima de todo, sin poseer la abnegación por el trabajo y la bondad sincera, para con los compañeros que en la posición de médiums comparten sus tareas.
Hay muchos dirigentes de Centros o simplemente cooperadores que ayudan a los Espíritus inferiores a acabar con las actividades, o sino a estacionarlas en el tiempo en una improductividad lastimosa.
Son aquellos que nunca tienen una palabra amiga, de consuelo y estimulo para los médiums. No teniendo los más elementales recursos de paciencia para con los sufrientes o endurecidos, traídos, gracias a la dedicación de los guías, al servicio de consolación o esclarecimiento, según el caso.
Aquellos exagerados e insufribles en su entusiasmo, que no saben dosificar la palabra estimulante al médium que comienza, debilitado por el elogio indiscriminado e inconsecuente, preguntando, como los funcionarios del catastro, el nombre del comunicante , donde nació y en que archivo será encontrado su registro de nacimiento. Y todos los datos, colaborando, por falta de comprensión de los deberes de fraternidad preceptuados por el Evangelio, que poderosamente organizados en el Espacio asedian a núcleos espiritas de esclarecimiento.
Olvidando que, devoción a la fraternidad, corrección en el cumplimiento de los deberes, puntualidad, fe ardiente, comprensión, buena voluntad, equilibrio, prudencia y mucho amor en el corazón son las apreciables cualidades que adornan la personalidad.
Simbolizando al trabajador sincero y bien intencionado.
Representa el tipo ideal de dirigente de las reuniones mediúmnicas o de presidentes de instituciones espiritas.
Aficionémonos, paulatinamente, a la conducta evangélica y veremos, innegablemente, el progreso cada vez mayor de los núcleos que el Señor Jesús confió a los corazones necesitados de Luz y elevación.
Recordando aquí al Sublime Maestro cuando le pregunto a Pedro:
¿Pedro tú me amas? Y ante la respuesta afirmativa del venerable pescador le recomienda, lleno de júbilo, con el alma inundad de esperanza:
Si me amas, Pedro, apacigua mis ovejas”.
Un grupo mediúmnico es, en miniatura, un rebaño de ovejas.
Si el dirigente no ama lo suficiente, con el fin de “equilibrar al grupo en la onda de la comprensión y buena voluntad”, nunca podrá apaciguarlas ni conducirlas al redil de paz y de trabajo, dejándolas desamparadas a merced de los temporales y de las sorpresas del mundo de las sombras.

En el libro “En los Dominios de la Mediúmnidad” nos esclarece sobre la mediúmnidad en él se marcan directrices a seguir para el buen funcionamiento de la mediúmnidad, los hombres y mujeres con su lectura y análisis pueden dar amparo a los sufrientes del otro lado de la vida.
No es demasiado tarde para aplicarnos y procurar hacerlo mejor en nuestras actividades en el sector mediúmnico.
Y logrando con ello, que la Espiritualidad, examinándonos y observando nuestros sentimientos e intenciones en los trabajos, nos dispense amparo y orientación; trazándonos programas que atiendan sobre todo al elevado espíritu de fraternidad que presidió a todos los actos y palabras, pensamientos y actitudes de Nuestro Señor Jesucristo – El Médium de Dios.
Creemos que una intensificación del estudio de las obras básicas o clásicas, de la llamada "literatura de Pedro Leopoldo" y de tantos libros publicados por esclarecidos compañeros, contribuiría, sencillamente, para que los grupos mediúmnicos desorganizados se ajustasen al servicio superior, a la luz de los postulados doctrinarios.
Época vendrá, estamos seguros, en que los responsables de esos grupos sentirán la necesidad de convertirlos en legítimos "grupos mediúmnicos espíritas", y funcionando con segura orientación dentro de las normas cristianas de la Codificación, cuyo sentido de plena actualidad se consolida más y más en la conciencia de los espíritas de buena voluntad.
Leopoldo Cirne, luchador espíritu de los primeros tiempos, en mensajes transmitidos en Pedro Leopoldo, advierte en cuanto a la necesidad de remontarnos a las fuentes de la Codificación, para que se perseveren la pureza, la cristiandad y el sentido superior de la práctica mediúmnica.
Estimulemos, pues, el trabajo y el estudio.
Hablemos fraternalmente, de la simplicidad de que se debe revestir los trabajos mediúmnicos.
Resaltemos el elevado sentido espiritual que debe nortear el intercambio con los desencarnados.
Evidenciemos el imperativo de renovación moral subsiguiente de nuestra convivencia con las "sombras amigas".
Destaquemos el respeto que debemos a los emisarios del plano espiritual que nos compartieran, fuera del vehículo físico, las experiencias evolutivas.
Acentuemos el imperativo de ayudar, con nuestra amistas y nuestro desinterés, a los que nos precedieron en el "gran viaje".
Dejemos claro, finalmente, que los Espíritus menos esclarecidos no son esclavos nuestros, y sí, hermanos empeñados en la misma lucha redentora, con vistas a la redención de ellos y nosotros.
Colaboremos, en conclusión, para que los que se aficionan a la "Mediúmnidad extraviada" sean, mañana, bajo las bendiciones del Espiritismo, vanguardistas de la "Mediúmnidad con Jesús"...

Trabajo realizado por Merchita

Extraído del libro “Estudiando la Mediúmnidad” de Martins Peralva  



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Instintos Protectores

Charles Richet


Existes, y no es preciso emplear esfuerzos para enérgicamente defender tu existencia, o sea, obedecer a la fuerza que te ha sacado de la nada; esa fuerza se ha asegurado de tu obediencia, por procedimientos bien sencillos: los instintos protectores.
Irresistibles, instintos comunes a todos los seres vivos.
Esos instintos protectores, de modalidades tan diversas, son de tal forma universales, están de tal forma adaptados a una protección eficaz, que sería locura atribuirlos al azar.
¡Cómo! ¡Para asegurar la vida en la superficie terrestre, habría un azar, azar maravillosamente dispuesto, prolongado durante miles de siglos, propagándose sin excepción a todas las especies animales!
 ¡No! No fue el azar lo que ha creado esos instintos casi divinos, sobrehumanos en todos los casos, el miedo, la repulsa, el dolor, el hambre, el horror a la muerte.

Tomado del libro “LA GRAN ESPERANZA”

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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