jueves, 9 de enero de 2014

ANTE QUIENES PROFESAN OTRAS RELIGIONES

ANTE LOS QUE PROFESAN OTRAS RELIGIONES Estimar y reverenciar a los hermanos de otros credos religiosos. El sarcasmo no edifica. No exasperarse en oportunidad alguna, aun mismo bajo pretexto en defender los postulados religiosos que alimentan tu corazón, a fin de evitar el virus de la cólera y las incursiones de las fuerzas inferiores en el propio intimo. La exasperación lleva al desequilibrio y a la caída. Aprovechar el tiempo y las energías, huyendo a las discusiones estériles en torno de los orígenes de la Vida y del Universo o sobre tópicos fundamentales del Espiritismo. Existen espíritus que se esfuerzan para no creer en su propia existencia. En ninguna circunstancia, pretender conducir a alguien o a alguna institución, de esa o aquella práctica religiosa, a la humillación y al ridículo. El Sol, en nombre de Dios, ilumina el paso de todas las criaturas. Soportar constructivamente las manifestaciones constantes de cultos exóticos y extraños a la simplicidad y pureza del Espiritismo, ofreciendo, tanto como sea posible, auxilio y cooperación, sin pretensiosas exigencias a los compañeros que a tales cultos se prenden. Muchos hermanos distantes serán, en un futuro próximo, excelentes cultores de la Doctrina Espirita. A titulo de preservar el cuerpo doctrinario del Espiritismo, o de defender la Verdad, no faltar con la comprensión espirita cristiana ni agarrarse a constituciones radicales e inamovibles. Cuando somos apasionados y desmedidos, el celo oscurece la razón. Sistemáticamente, no imponer o forzar la transformación religiosa de los hermanos ajenos a la fe que le consuela el corazón. Toda imposición, en materia religiosa, revela fanatismo. Silenciar todo impulso a polémicas con hermanos aprisionados a caprichos de naturaleza religiosa. Discusión, en bases de ironía y amargura, es pelea mental. “Hermanos, no os quejéis unos contra los otros, para que no seáis condenados.” (TIAGO, 5:9.) Por el Espíritu André Luiz – Del Libro: Conducta Espirita, Médium: Waldo Vieira *****************************
ORACIÓN : EL PENSAMIENTO LO ES TODO La forma no es nada; el pensamiento lo es todo Los espíritus han dicho siempre: "La forma no es nada; el pensamiento lo es todo". Rogad cada uno según vuestras convicciones y del modo que más os conmueva, pues un buen pensamiento vale más que numerosas palabras; sin ellas ninguna parte toma el corazón. Los espíritus no prescriben ninguna fórmula absoluta de oraciones; cuando las dan es con el fin de fijar las ideas, y, sobre todo, para llamar la atención sobre ciertos principios de la doctrina espiritista. También lo han hecho para ayudar a las personas que se ven con dificultad para transmitir las ideas, porque las hay que no creerían haber rezado en realidad si sus pensamientos no hubiesen sido formulados. El objeto de la oración es elevar nuestra alma a Dios; la diversidad de las fórmulas no debe establecer ninguna diferencia entre los que creen en El, y aun menos entre los adeptos del Espiritismo, porque Dios las acepta todas cuando son sinceras. El Espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos, cuando se dicen con el corazón y no con la boca; no impone ni vitupera ninguna; Dios es demasiado grande, según el, para rechazar la voz que le implora o que canta sus alabanzas, porque lo hace de un modo antes que de otro. "El que anatematizase las oraciones que no están en este formulario, probaría que desconoce la grandeza de Dios". Creer que Dios escucha sólo una fórmula, es atribuirle la pequeñez y las pasiones de la humanidad. La condición esencial de la oración, según San Pablo (cap. XXVII, número 16), es que sea inteligible, a fin de que pueda hablar a nuestro espíritu; para conseguirlo no basta que se diga en un lenguaje que lo comprenda el que ruega, pues. hay oraciones en lenguaje vulgar que no dicen mucho más al pensamiento que si estuviesen en lengua extraña, y por lo mismo no se dirigen al corazón; las raras ideas que encierran son, con frecuencia, sofocadas por la superabundancia de palabras y por el misticismo del lenguaje. La principal cualidad de la oración es el ser clara, sencilla y concisa, sin frases inútiles, ni lujo de epítetos pomposos; cada palabra debe tener su objeto, despertar una idea, conmover una fibra, en una palabra, "debe hacer reflexionar"; con esta sola condición la oración puede alcanzar su objeto; no siendo así, "sólo es un murmullo". Ved con qué aire de distracción y con qué volubilidad se dicen la mayor parte de las veces; se ven mover los labios, pero en la expresión de la fisonomía y aun en el metal de la voz, se reconoce un acto maquinal, puramente exterior, indiferente para el alma. Extraído del libro: "El Evangelio según el Espiritismo" - Allan Kardec ***************
Conversando Aprendamos a soportar las dificultades con paciencia. Sepamos oír sin discutir. Comprendamos para ser comprendidos. Sigamos el camino del bien, abriendo el corazón a través de una sonrisa. La felicidad no entra en puertas cerradas. Libro de Respuestas, Emmanuel, psicografia de Francisco Candido Xavier, CEU)

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