viernes, 7 de marzo de 2014

Existe una ley Natural de igualdad para los seres humanos

                           
               ¿ Cómo es la ley de Igualdad ?

Por esta ley todos aspiramos a sentirnos en una igualdad social que aspire a dar sentido a la Ley de Justicia.
A simple vista no parece que exista esta ley en nuestro mundo, tan lleno de desigualdades humanas y de injusticias.
Sin embargo la ley de Igualdad existe, y se manifiesta en cada persona como un sentimiento de unidad en lo común, del mismo modo que son iguales o semejantes todas las hojas de un mismo árbol al que pertenecen las mismas, aunque nuestras imperfecciones humanas muchas veces llegan a eclipsar esos sentimientos de igualdad y de unidad.

Dios nos creó a todos iguales y nuestro comienzo en el caminar evolutivo fue igual y semejante para todos, aunque la andadura evolutiva de cada uno comenzó en diferente momento o época y el libre albedrío que Dios nos otorgó nos permitió seguir muy diversas sendas los unos con respecto a los otros. Esto explica las diferencias espirituales y morales humanas , teniendo en cuenta además el hecho de que no todos hemos sido creados al mismo tiempo, unos han vivido mas que otros, del mismo modo en que el anciano sabe de la vida mas que el niño por la experiencia de los años vividos.
Vemos desigualdades en las condiciones humanas, intelectuales , morales, así como de aptitudes entre las personas,; sin embargo la mezcolanza de todas las aptitudes, condiciones y desigualdades, en su diversidad es necesaria para el progreso social.
Otra cosa es el caso de las desigualdades sociales, que son producto y resultado global del orgullo ,del egoísmo y de la falta de caridad de los humanos, así como también lo son muchas veces por el diferente mérito y el diferente nivel de esfuerzo y de trabajo de unos con respecto a otros.
Por ella, todos aspiramos a ver algún día superados en nuestro mundo las injusticias y las discriminaciones tanto individuales como colectivas o sociales, que permanecen aún como un viejo atavismo cada vez con menos sentido.
El conocimiento y aceptación de la Reencarnación, nos ayudará a respetar y amar a nuestros semejantes, reconociéndolos como iguales a nosotros, pues en realidad, lo único que nos diferencia a unos de otros, es el diferente escalón que ocupamos en la larga escalera de la evolución espiritual.

- Jose Luis Martín-
                                      *******************

Las ideas morales están en nuestro espíritu; en la voluntad que las ama, en el corazón que las siente”
-Jaime Balmes -
                                                  *********************

     
        La abnegación
La evolución espiritual es un fenómeno muy complejo que ocurre en fases sucesivas.
Al inicio predomina la naturaleza corpórea.
La persona dominada por los instintos dedica su tiempo y su interés a las actividades más sencillas.
Comer, vestirse, abrigarse, procrear y cuidar la prole, he ahí el resumen de sus preocupaciones.
En ese período el egoísmo es muy evidente.
Los instintos de conservación de la vida y de preservación de la especie tienen preponderancia absoluta.
En el transcurso del tiempo el ser empieza a desvincularse de su origen.
La inteligencia se desarrolla, el raciocinio se perfecciona y el juicio moral florece.
Las invenciones hacen posible dedicar tiempo a las cuestiones no directamente relacionadas a la supervivencia.
Vivir ya no es tan difícil desde el punto de vista material.
Es ahí que empiezan los dilemas morales.
Con la razón desarrollada la responsabilidad se presenta fuertemente en los caminos espirituales.
Lo que antes era admisible pasa a ser un escándalo.
La sensibilidad se afina y la persona aspira a realizaciones intelectuales y afectivas.
Esa sensibilidad nueva también evidencia que el prójimo es su semejante con derechos iguales para ser feliz y realizarse.
Paulatinamente se evidencia la igualdad básica entre los hombres.
No obstante poseedores de talentos y valores diversos no se destacan en lo esencial.
Una llama divina los anima y os conduce a las cumbres de la evolución.
Sin embargo, el abandono de las costumbres toscas de las primeras vivencias no es fácil.
Siglos son gastados en la ardua tarea de domar vicios y pasiones.
Las encarnaciones se suceden mientras el Espíritu lucha para ascender.
El impedimento más grande para la liberación de las experiencias dolorosas es el egoísmo, que posee un vínculo muy fuerte con el apego a las cosas corporales.
Cuanto más se aferra a los bienes materiales, más el hombre demuestra cuán poco comprende su naturaleza espiritual.
El Espíritu necesita liberarse del apego a las cosas transitorias.
Solo así adquiere condiciones de vivir las experiencias sublimes a que está destinado.
Quien desee salir del primitivismo debe combatir la propensión excesiva a los placeres de la materia.
La mejor manera para eso es practicar la abnegación.
Es una virtud que se caracteriza por el desprendimiento y por el desinterés.
De la acción abnegada resulta la superación de las tendencias egoístas del agente.
Se actúa en beneficio de una causa, persona o principio sin mirar cualquier ventaja o interés personal.
Con certeza, no es una virtud que se adquiere jugando.
Solamente con disciplina y determinación ella se incorpora al carácter.
Pero, como nadie hará nuestra tarea es necesario comenzar en algún momento.
Empieza, pues, a practicar la abnegación.
Esfuérzate en realizar una serie de actitudes dirigidas al prójimo.
Sal de ti mismo y piensa con interés en el bien ajeno.
Ese esfuerzo inicial no tardará a fructificar.
El gusto por las cosas transitorias lentamente se alejará de ti.
Y será sustituido por los goces espirituales.
Descubrirás la ventura de ser bondadoso, de asistir a los caídos y de enseñar a los ignorantes.
Eses gustos suaves y trascendentes te conducirán a las esferas de sublimes realizaciones.
Piensa en eso.
Redacción del Momento Espírita.
******************
EN LA ARENA DE LA EVOLUCIÓN

Bajo la infección mental del pesimismo, te dices, algunas veces, irremediablemente, cansado, frente a la lucha y proclamas, tantas veces, desanimado y desesperado, que la Tierra se convirtió en un charco de putrefacción; que la sociedad es un juego de mascaras; que la honestidad fue desterrada del mundo; que los malos tripudian, impunes, sobre el amor de los buenos; que la crueldad es norma de vida; que diversos cataclismos cayeron en el horizonte, incendiando la atmosfera de la que los hombres se nutren y dices desalentado que te apartaste de la confianza, que perdiste la fe; que no tornarás al placer de servir; que no te inclinarás ti corazón al culto del amor y que te retirarás de la arena como el soldado rebelde, huyendo de la propia lucha.
Entretanto, al contrario de tu asertiva, la Eterna providencia no duda de nuestra alma y nos renueva, cada día, la oportunidad de crecimiento y sublimación.
Cada mañana, vuelves al cuerpo que soporta tu intemperancia y recibes la bendición del sol que te invita al trabajo, la palabra del amigo que te induce a la esperanza, el apoyo constante de la Naturaleza, el reencuentro con los desafectos para que aprendas a convertirlos en lazos de belleza y harmonía, sobretodo, la gracia de luchar, por tu propio mejoramiento, a fin de que el tiempo te yerga a la victoria del Bien.
No te rindas, por tanto, al derrotismo y a la duda que te lanzan en la sombras, porque, más allá del tormento al que el hombre se lanza, temeroso e imprevisor, Dios permanece en paz, encendiendo las estrellas y uniendo las gotas de agua para que todos podamos elevarnos de los abismos de las tinieblas para las Cimas de la Luz.

Po el espíritu Emmanuel – Del Libro: Alma y Luz , médium Francisco Cándido Xavier.

No hay comentarios:

Publicar un comentario