viernes, 21 de marzo de 2014

LA CRUELDAD




"La crueldad, el sadismo, la perversidad y la poca humanidad son las características provenientes de la insensibilidad y rigidez de la psiquis humana, en proceso inicial de desenvolvimiento espiritual, la Espiritualidad, en la tercera parte, capítulo VI de El Libro de los Espíritus, expone : " (...) el sentido moral existe como principio en todos los hombres (...) los hombres crueles más tarde serán hombres buenos (...)".

.                              .LA CRUELDAD
Cada acto de agresividad que ocurre en este mundo tiene como origen básico una criatura que aun no aprendió a amar.
La crueldad, como la pena de muerte, ya se estaba establecida en casi todos los pueblos de la Antigüedad. En Atenas, de daba al sentenciado a muerte opciones de elección: el estrangulamiento, que era considerado por todos humillante; el corte de cabeza a través del cuchilla, lo que era muy doloroso; y el envenenamiento, el preferido por la mayoría de los condenados.
En la Roma Antigua, en la época anterior a Julio Cesar, el ahorcamiento y la decapitación eran las sentencias más generalizadas. Sin embargo, el homicida de padres y hermanos era aplicada una pena poco vulgar: ser cocido vivo y despues tirado al mar. La condenación de los incendiarios eran las llamas de la hoguera. Los hebreos preferían el apedreamiento, o la decpaitación, pues atribuían estar en la cabeza la localización de los delitos. En China, habia un proceso de dejar caer gotas de agua en la cabeza del condenado, siempre en el mismo lugar, hasta conducirlo a la completa locura. En Japon, los sentenciados a muerte tenían el permiso de los jueces para rasgar el propio vientre con el sable.
Es imposible describir aquí, en estas rápidas reflexiones, los actos terribles de personalidades de la historia de la humanidad, o analizar su naturaleza primitiva y rudimentaria, innata en las almas en sus primeros pasos de ascensión espiritual. Nombraremos apenas algunas criaturas que tuvieron comportamientos degenerados; como Nerón, Calígula, Gengis- Can, Iván el Terrible, Termerlao, y otros sin detenernos en las actitudes de esas figuras del pasado o del presente, ni en las incontables, crueles conductas de hombres que pasaron anónimamente por la Tierra. Todavía, no podemos dejar de registrar el fanatismo y el autoritarismo de la “Santa Inquisición” - tambien conocida como el “Santo Oficio”, creada en el 1233 por el papa Gregorio IX -, que entró para la Historia como una de las más brutales demostraciones de ferocidad y violencia contra los derechos humanos.
No sabemos valorar con precisión cuales son los actos más perversos y sanguinarios: los realizados por los ejecutores, o los practicados por los ejecutados. Además, muchas personas hasta hoy luchan y matan “en nombre de Dios”, para justificar y proteger sus creencias religiosas.
La atrocidad, el sadismo, la perversidad y la poca humanidad son las características provenientes de la insensibilidad y rigidez de la psiquis humana, en proceso inicial de desenvolvimiento espiritual. la Espiritualidad, en la tercera parte, capítulo VI, de El Libro de los Espíritus “ expone: “(…) el sentido moral existe, como principio, en todos los hombres (…) los hombres crueles más tarde serán hombres buenos (…)”
Las facultades del hombre están en estado latente, “como el principio del perfume en el germen de la flor; que aun no floreció”, así, tambien, en esencia somos todos uno con la Perfección Divina que habita en nosotros.
Todo el proceso de aprendizaje resulta en una expansión de la conciencia, lo que nos posibilita, gradualmente, abandonar los gestos barbaros. Cuando la criatura integra en su mentalidad el sentido moral, que en ella reside en estado embrionario, convertirá los actos agresivos en actitudes sensatas y humanas.
Un trazo común en toda la Naturaleza es la evolución. Evolucionar es el gran objetivo de la Vida, pues, cuanto más progresamos, mejor resolveremos nuestros problemas con harmonia y sensatez. La mayoría de los individuos se comporta como si los problemas existiesen por “si solos” y exige que el mundo exterior los resuelva. Más las dificultades no existen fuera, y si dentro de nosotros mismos. En ese caso, cuanto más percibimos esa realidad, más aprenderemos como solucionarlos sin brutalidad.
Cada acto de agresividad que ocurre en este mundo tiene como origen básico una criatura que aun no aprendió a amar. Naturalmente todos nos quedamos indignados con la rudeza o la maldad, más debemos entender que eso es un proceso natural de la humanidad en su madura miento y crecimiento espiritual.
Por tras de todo acto de crueldad, siempre existe un pedido de socorro. Precisamos escuchar ese apelo inarticulado y disolver la violencia con nuestros gestos de amor.
Los actos y la vida de Cristo, presentan, bajo muchos aspectos, siempre algo de nuevo para ser interpretado en su significado más profundo. La Historia de la Humanidad nunca registró ni registrará un hecho tan cruel y violento en la vida de un ser humano como aquel ocurrido hace casi dos mil años.
Los judíos tenían, en los alrededores de Jerusalén, una colina que se destinaba a la ejecución de los condenados de la época.
Era un terreno de acentuado declive, aspecto pesado y sombrío, donde crucificaban a los ladrones y asesinos. Los griegos le dieron el nombre del Gólgota. Ese sitio tenía una formación rocosa que se asemejaba a un cráneo, y por todos lados , habia cráneos en descomposición, expuestos al tiempo.
En ese tétrico lugar, un ser extraordinario, que quería simplemente despertar en los hombres su “dimensión olvidada”, o ligar ese “hilo perdido” al Poder de la Vida fue crucificado penosamente.
Allí lo crucificaron, juntamente con dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Aun mismo ante el sufrimiento, Jesús decía: Padre perdónales porque no saben lo que hacen.”
El gran número de personas allí presentes representaba la violencia humana; para ellas no había siquiera un tortazo de maldad en sus acciones, y se ofendieron, ciertamente, si fuesen acusados de perversos. Jesús, no en tanto, las atendía en su infancia espiritual.
Todos nosotros, en la actualidad, preocupados en saber cómo lidiar con la violencia que explota de tiempo en tiempo en el seno de la sociedad terrena, debemos siempre hacer una búsqueda interior para comprender integralmente el significado majestuoso de esa actitud de entendimiento, perdón y amor que Jesucristo legó para toda la humanidad.

Del libro “Los dolores del alma, de Francisco del Espíritu Santo, por el espíritu, Hammet.
Traducido por: M. C. R
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                         Cree y sigue 

"Así como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo." —Jesús. (Juan, 17:18.)

Si abrazaste, mi amigo, la tarea espirita-cristiana, en nombre de la fe sublimada, sediento de vida superior, recuerda que el Maestro te envió el corazón renovado al vasto campo del mundo para servirlo. No sólo enseñarás el buen camino. Actuarás de acuerdo con los principios elevados que pregonas. Dictarás directrices nobles para los demás, con todo, marcharás dentro de ellas, a tu vez. Proclamarás la necesidad de buen ánimo, mas siguiendo, adelante por el camino, sembrando alegrías y bendiciones, aun cuando seas incomprendido de todos.
No te contentarás en distribuir monedas y beneficios inmediatos. Darás siempre algo de ti mismo al que necesita.
No solamente perdonarás. Comprenderás al ofensor, auxiliándolo a levantarse.
No criticarás. Encontrarás recursos inesperados de ser útil. No reclamarás.
Te valdrás del tiempo para materializar los buenos pensamientos que te dirigen.
No disputarás inútilmente. Encontrarás el camino del servicio a los semejantes en cualquier parte.
No vivirás simplemente en el combate de palabras contra el mal. Retendrás el bien, sembrándolo con todos.
No condenarás. Descubrirás la luz del amor para hacerla brillar en tu corazón, hasta el sacrificio.
Ora y vigila.
Ama y espera.
Sirve y renuncia.
Si no te dispones a aprovechar la lección del Maestro Divino, amoldando tu propia vida a sus enseñanzas, tu fe habrá sido vana.

Espíritu Emmanuel
Médium Francisco Cândido Xavier

Extraído de libro "Pan nuestro" (Aportado por Sabri Guzmán).

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 INGREDIENTES DEL ÉXITO

El éxito espera por usted, tanto como viene exaltando a cuantos le alcanzaran las directrices.
Deje cualquier sombra del pasado al suelo del tiempo, como el árbol que arroja de sí las hojas muertas.
No se detenga, frente a la oportunidad de servir.
Movilice el pensamiento para crear vida nueva.
Mejore los propios conocimientos, estudiando siempre.
Destaque cualidades y olvide defectos.
Desarrolle sus recursos de simpatía y evite cualquier impulso de agresión.
Si usted puede ayudar, en auxilio de alguien, hágalo ahora.
Enriquezca su vocabulario con buenas palabras.
Aprendiendo a escuchar, usted sabrá comprender.
La mejor manera de extinguir el mal será sustituirlo con el bien.
Destaque a los demás y los demás le destacarán a usted.
Viva el presente, actuando y sirviendo con fe y alegría, sin afligirse
por el futuro, porque, para vivir mañana, usted necesita vivir hoy.
Habitúese a sonreír.
Recuerde que el desaliento nunca ayudó a nadie.
No permita que la dificultad abra puerta al desánimo, porque la dificultad es el medio de que se vale la vida para mejorarnos en habilitación y resistencia.
Ampárese, amparando a los demás.
Censura es una fórmula de las más eficientes, para complicarse uno.
Bendiga la vida y a todos los recursos de la vida, donde usted estuviere.
Nunca desprecie el valor de su dosis de soledad, a fin de aprovecharla en meditación y en rehacimiento de sus propias fuerzas.
Observe: todo tiempo es tiempo de Dios para restaurar y corregir, comenzar y recomenzar.

ANDRÉ LUIZ
Marco Antonio Gonzalez Sanchez

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 Los apasionamientos
               
 ¿ Son negativos?



Lo son cuando nos llevan a caer en la ceguera mental del fanatismo, y sus efectos resultan nocivos para uno mismo o para los demás..
La pasión en sí misma es buena y necesaria como motor impulsor de nuestros actos, pero se puede transformar en factor negativo cuando se llega a convertir en fanatismo , que es la pasión irracional.
Cuando se abusa de este apasionamiento irracional y fanático, se llega a perder el control sobre si mismo, y esto nos puede llevar hasta una exaltación incontrolada de la razón, impidiéndonos el normal desarrollo y funcionamiento de la misma. Este apasionamiento se vuelve peor aún cuando nos lleva hasta extremismos tales como los resentimientos, rencores, etc.
El apasionamiento excesivo suele llevar a estados de fanatismo, pero a su vez la persona fanática es la que mas fácilmente llega hasta el apasionamiento extremo . Estos fanatismos suponen unos estados alterados e irracionales de la mente que llevan a adoptar posturas que la soberbia incita a defender ciegamente.

- José Luis Martín-









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