EL
VERDADERO ESPIRITA
“El
espirita es reconocido por el esfuerzo que hace para su
transformación moral y para vencer sus tendencias hacia el mal.” –
Allan Kardec
El
verdadero espirita, es aquél que acepta los principios básicos de
la Doctrina Espirita.
Cuando
se pregunta al practicante: ¿Usted es espirita? Comúnmente
responde: “Estoy intentando”. En verdad, la respuesta debería
ser sin vacilación: ¡Soy espirita!
En
cuanto al hecho de ser perfecto o no, al calificarnos moralmente, ese
es otro asunto, que no exime el que profesa la doctrina, de ser
incisivo en su respuesta.
En
este punto, el practicante no tiene que dudar su definición, visto
que Allan Kardec fue claro en su esclarecimiento, al afirmar que se
reconoce el espirita por su esfuerzo, por su transformación, y no
por sus virtudes o presuntas cualidades, difíciles de encontrar en
habitantes de este planeta.
Lo
que pasa con frecuencia, sea un principiante o uno de los más
antiguos, es que es más cómodo, no asumir una postura responsable y
permanecer con un pie en la canoa y otro el en tierra.
Se
admite en determinadas ocasiones, que se quiera dar una demostración
de modestia, pero que no se justifica, bajo el punto de vista de una
definición personal.
A
propósito, recuerdo haber oído en una emisora de radio en Sao
Paulo, Brasil, un pronunciamiento de un padre católico, al referirse
a los católicos, que frecuentan los Centros Espiritas para los
habituales Pases y la “agüita fluidificada” y pasan la vida sin
tener la mas mínima noción de que representa el Pase y el agua.
Para esos medio-aquí-medio-allá, el mencionado reverendo, los
denominó de “catóritas”. ¡Gracioso, no!?
Como
llamar entonces a los espiritas que se dedican a los trabajos en los
Centros Espiritas, pero que continúan bautizando los hijos, bajo el
pretexto de que cuando mayores elegirán su propia religión, casan
los hijos en la Iglesia con las pompas y las ceremonias habituales,
¿hacen la Primera Comunión con las tradiciones de la Iglesia
Católica, etc?
Cuando
los Centros Espiritas se organizaren verdaderamente, proporcionando a
los sus frecuentadores, además del Pase y de la Agua Fluidificada ,
la orientación doctrinaria, para mayor comprensión de los
principios básicos que deben tener el aprendiz y los trabajadores en
la Siembra Espirita , ciertamente, el verdadero espirita tendrá una
nueva postura en la sociedad, mas convincente, porque pasará a
distinguir lo que es ser espirita, según la analogía explicada por
Allan Kardec, en las obras básicas organizadas por el codificador,
bajo la orientación dos Bienhechores Espirituales.
Bezerra
de Menezes
(Publicado por Jamil Salomion en el Jornal “La Voz del Espírito”)
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PENSAMIENTO ESPÍRITA ACTUALIZADO
Después de 140 años de Codificación Espirita es importante que los espiritistas estén preparados para comprender y tomar posición frente a las modernas conquistas del mundo.
“Caminando a la par del progreso, el Espiritismo jamás será superado, porque si nuevos descubrimientos le demostrasen que está en un error acerca de un punto cualquiera, él se modificara en ese punto. Si una nueva verdad se revelara, él la aceptará.”
Génesis, cap., .1 ítems 55. Allan Kardec.
El Espiritismo es, el Puente que une la ciencia a la religión y recíprocamente, facilitando el interrumpido crecimiento del conocimiento lógico sin la perdida de los valores hético morales consecuentes de ello.
Fundamentado toda su moral en la enseñada y vivida por Jesús, el Espiritismo propicia el encuentro de la criatura humana con su Creador y elucida los enigmas del ser, de su evolución y progreso, de su pasado y de su futuro, señalando los rumbos superiores que serian alcanzados por la tenacidad de todos cuantos se empeñaren en la conquista del infinito.
Con la doctrina Espirita desaparecen los enigmas de la fe dogmática y surge aquella que tiene por fundamentos los hechos capaces de ser encontrados en todas las épocas y pueblos de la humanidad.
La doctrina espirita no permanece estancada, en razón del, proceso reencarnatorio, que trae de vuelta a los misioneros de la verdad, a fin de que el progreso que no se estanca prosiga favoreciendo a la humanidad con los preciosos recursos para el auto _ encuentro y la posibilidad de disfrutar de los anhelos de la paz y del jubilo que le están destinados.
La doctrina espirita, no pertenece a nadie, porque es una luz que vierte de lo Alto en dirección a la tierra, cortando las cadenas de aquellos que se encontraban encarcelados en los instintos primitivos y contemplaban las estrellas con profunda melancolía e interrogantes dolorosos.
Siempre actual, el Espiritismo avanza con las admirables conquistas del pensamiento, que posibilita entender mejor sus leyes y aplicarlas, tornando la existencia terrena más agradable, propiciatoria de armonía y de objetivos siempre más nobles, a medida que son conquistados, generando estímulos para más avanzados esfuerzos. Jamás superado, estará siempre al frente del progreso, aunque de manera sutil, que será mejor identificar cuanto mayor fuere su labor de penetración en el complejo mecanismo del ser y de la vida.
Una de las metas importantes del Espiritismo es la construcción de una sociedad justa, sin desigualdades. Hay un gran desafió y que aun perdurará, que es la desigualdad moral de los individuos, en razón de su estado de evolución espiritual, que porque es primario, generará, así, las injusticias que aun perduran en la Tierra.
El proceso de desarrollo se hace por la transformació n moral del hombre, gracias al cual él contribuye a favor de la organización social. En cuanto no haya una real modificación interior, permanecerán los focos de conflictos, los bolsones de preconceptos y persecución, de miseria y de abandono. Mientras tanto, marchamos hacia la construcción de una sociedad noble, en la cual, todos disfrutan de los mismos derechos y deberes, desapareciendo las perturbadoras opresiones que promueven las desigualdades entre los seres humanos.
De ese modo, se hace necesario que la obra de la Educación tenga prioridad, trabajando al individuo de adentro hacia fuera, a fin de que encuentre su lugar al Sol, y pueda cooperar a favor de la sociedad mejor, que la reencarnación irá propiciando, pero que puede ser anticipada, si los gobiernos y los ciudadanos se unieran para realizarlo desde ya.
El individuo es factor preponderante para la organización de la sociedad que, irremediablemente, pasa a ser agente formador de otros individuos y de otros grupos. Él es el elemento base de la sociedad, dependiendo de ella en el carácter grupal y de las relaciones al mismo tiempo sufre las consecuencias de la agrupación.
En el individuo, pues, están las piedras básicas del cimiento social, que deben ser trabajadas de forma de poder construir grupos felices.
La técnica que puede modificar los factores degradantes y perturbadores del organismo social, es la que surge del amor. Amor en el sentido más profundo, aquel que establece paradigmas de deberes y de respeto a los derechos propios así como a los ajenos.
El mayor fenómeno ideológico transformador de que se tiene noticias es el amor, que aun no tuvo oportunidad de expresarse profundamente. Solamente la gradual transformació n moral del individuo modificará el torpe paisaje terreno, construyendo una Humanidad más soluble, de la cual desaparecerán los monstruos del hambre, de la guerra, de las persecuciones, de las enfermedades degenerativas. ..
Al hombre le competen los deberes propios de su carácter masculino, de su vigor y tipo de trabajo, en cuanto a la mujer, son propuestas labores domesticas compatibles con su estructura femenina, dócil, maternal, sin ninguna sobrecarga para su economía emocional, sin negarle el derecho a la participación en el mercado de trabajo.
El hogar en el instituto del amor, en el cual los adultos caminan en la búsqueda de soluciones, avanzando hacia el entendimiento sin predominio de uno al otro, para tener siempre en vista la felicidad de la prole y de los padres, en igualdad de condiciones.
La tierra dejará de ser un mundo de sufrimiento, de exilio espiritual, de recuperaciones dolorosas, para tornarse en un plano de regeneración, cuando el dolor más cruel se batirá en retirada y el crimen sea abandonado, en beneficio del cultivo y de los deberes y virtudes. Esto se ara lentamente, sin choques ni violencias, sin imposiciones arbitrarias ni calamidades destructoras, sino dentro de una programática dignificante como tod0o lo que es realizado por la Divinidad.
Hasta que el hombre no se armonice, vivirá en guerra intima, en el desequilibrio que lo aturde y que responde por las guerras externas. Cuando este pacificado, ganara la armonía en todas partes.
De este modo, el mayor poder, que se debe tener como objetivo a alcanzar es sobre sí mismo.
El espiritismo tiene como meta prioritaria la transformació n moral del ser humano para mejor, en consecuencia, de la sociedad como un todo.
Cuando sus postulados sean conocidos y vividos, habrá un radical cambio de comportamiento y el amor perdurará en los corazones, barriendo de la Tierra los monstruos del egoísmo, de la guerra, de la desolación, de la infelicidad. ..
EXTRAIDO DEL LIBRO ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO ESPÍRITA DE DIVALDO. (Merchita)
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MEDIUMNIDAD
Sus
Problemas Actuales
Desde
Kardec la teoría de los fluidos ha provocado divergencias entre los
científicos y los espíritus. Se llegó a crear una prevención
contra la palabra fluido y algunos espíritas ligados a actividades
científicas, consideraron la teoría espirita al respecto,
proponiendo modificaciones en la terminología doctrinaria.
El
avance rápido de las ciencias en este siglo, mostró que la razón
estaba con Kardec. El propio fluido magnético, que el descubrimiento
de la sugestión hipnótica, parecía haber anulado por completo,
retornó al campo de las hipótesis.
En
la revolución conceptual provocada por Einstein, entretanto, la
teoría del fluido universal no fue apartada del campo científico,
más apenas colocada por él entre paréntesis, como problema
pendiente para soluciones posteriores.
Hoy
la situación es enteramente favorable al Espiritismo. La Física
Nuclear nos presenta una imagen fluídica del Universo, verdadero
dominio de los fluidos. Ellos se presentan como forma de energía en
los campos de fuerza que estructuran el aparente vacío de los
espacios siderales, como elementos mantenedores de la vida en los
procesos fisiológicos, como flujos de partículas infinitesimales,
dotadas de asombroso poder y hasta mismo como elementos constitutivos
del tiempo y del pensamiento
La
fase reciente de la Efluviografía, con el descubrimiento de las
cámaras Kirlian de fotografías sobre campos imantados con energía
eléctrica de alta frecuencia, y las recientes experiencias
soviéticas con esas cámaras adaptadas a microscopios electrónicos
de alta potencia, liquidaron esa vieja pendencia. Se abrió
nuevamente en el campo científico el área de la fluídica.
Ya
podemos pensar en términos de fluidos sin cometer ninguna herejía
científica. Más sería temerario que quisiéramos definir la
Mediumnidad como una especie de energía fluídica, pues su
naturaleza se evidenció, desde el tempo de Kardec, como simples
procesos de intermediación, o sea de relación.
La
mediumnidad en sí, no es un tipo específico de energía, más se
procesa, como todo cuanto existe, a través de energías espirituales
y materiales en conjunción. El acto mediúmnico tiene hoy su
dinámica operatoria bien conocida, que fue explicada por los
espíritus a Kardec, a la rebeldía de las hipótesis por este
formuladas.
El
espíritu tiene en si mismo una forma de energía pura y sutil que no
podemos captar y analizar a través de aparatos materiales. En la
teoría espírita es el principio
inteligente,
dotado de potencialidades insospechables.
En
nuestro estadio evolutivo sólo conocemos al espíritu por sus
manifestaciones a través de energías por él usadas, más esas
energías no son el espíritu y si las fuerzas de que él se sirve.
La
esencia del ser es una realidad que escapa a todas las posibilidades
cognitivas de la ciencia.
Sólo
la Filosofía consigue abordarla a través de los métodos del
pensamiento, más así mismo sin poder definirla como desea. En el
Espiritismo nos socorremos con la expresión principio
inteligente
para definir esa esencia y su naturaleza, porque la inteligencia,
como poder capaz de penetrar en la esencia de las cosas y darnos el
conocimiento, es su aspecto más evidente para nosotros. En
verdad, sólo nos conocemos por los efectos de lo que somos, no por
lo que somos.
Las
energías de la mediumnidad y su modo de actuar fueron definidas por
Kardec, a través de sus pesquisas y con el auxilio de entidades
espirituales superiores.
Esa
definición atrevida, largamente combatida, criticada y ridiculizada
por instruidos y no instruidos, esta hoy plenamente confirmada en su
acierto por las pesquisas científicas de la Parasicología, de la
Física Nuclear, de la Metapsíquica en el plano Fisiológico y así
por delante.
El
espiritismo se asienta, hoy, como ciencia avanzada que abalizó el
avance de las ciencias, a partir de mediados del siglo pasado y aún
tiene mucho que ofrecer en el futuro.
Las
leyes que rigen los fenómenos mediúmnicos fueron esclarecidas por
las pesquisas de Kardec, a pesar de las dudas y críticas irónicas
de más de un siglo sobre esa innegable conquista científica, están
actualmente confirmadas. Eso nos muestra la solidez de la obra
kardeciana.
La
acción del espíritu sobre la materia, que sufrió polémicas
sofisticadas durante un siglo, a pesar de su evidencia en nuestra
propia estructura orgánica, fue también ahora confirmada por las
pesquisas de los científicos soviéticos en la Universidad de Kirov,
en la URSS, materialistas y desconocedores de la Doctrina Espírita.
El
impacto de ese descubrimiento provocó reacciones violentas del poder
soviético, que sintió amenazada por ella la estructura ideológica
del Estado. Cesaron las noticias sobre la gran hazaña científica,
como una especie de excomunión de los responsables, más la
divulgación hecha por los investigadores de la Universidad de
Prentice Halla (EUA) que estuvieron en la URSS y entrevistaron a los
científicos soviéticos, son suficientes para mostrarnos la grandeza
del hecho
El
mayor y más constante rechazo de los científicos a las conclusiones
de las pesquisas espiritas sobre los fenómenos mediúmnicos se
verificó en el área de los efectos físicos. Aún hoy, en el
panorama parasicológico, la propia existencia de esos fenómenos es
puesta en duda por científicos sistemáticos, que se apegan a las
concepciones materialistas o a posiciones religiosas sectarias.
Para
tener una idea de ese tipo de oposición, basta recordar la opinión
expresa de un conocido físico paulista, profesor universitario,
sobre el fenómeno de la materialización.
Dice
él que el fenómeno es teóricamente posible, ante los conocimientos
actuales de la Física, más que, para realizarlos sería necesaria
una cantidad de energía sólo posible de obtenerse en un período de
doscientos años.
Entretanto,
como quedó demostrado en las experiencias científicas del
Espiritismo, y puede ser comprobado en cualquier momento, el fenómeno
de materialización es producido en pocos minutos. El engaño del
físico fue esclarecido por un investigador espírita que demostró
su error de clasificación científica.
La
materialización no es un fenómeno físico, exigiendo doscientos
años de funcionamiento de la Usina de Urubupunga, más un fenómeno
fisiológico.
La
acción del espíritu sobre el médium provoca la emanación del
ectoplasma de su organismo. El ectoplasma, descubierto y denominado
por Richet, Premio Nobel de Fisiología, no acumula materia en gran
cantidad para
formar un cuerpo físico real, más apenas reviste al periespíritu o
cuerpo espiritual del espíritu, dándole la apariencia de un cuerpo
real.
El
físico opinó, por engaño, aunque de buena fe, sobre un fenómeno
que no pertenece al campo de su especialidad y que ya fuera
confirmado por un gran especialista. Toda la producción de fenómenos
físicos en el campo de la mediumnidad son hechos por elaboración y
aplicación de energías vitales y orgánicas del médium, con la
colaboración involuntaria de los propios participantes de la
reunión, en que se verifica la experiencia.
Los
científicos soviéticos, fascinados por el éxito de sus pesquisas y
ajenos a los problemas ideológicos, constataron oficialmente, en la
famosa Universidad de Kirov, que el hombre posee un cuerpo energético
que responde por la vitalidad y las funciones del cuerpo carnal.
Verificaron que, en los casos de movimiento y levitación de objetos
sin contacto, ese cuerpo energético expande corrientes de energía
que impregnan los objetos a ser movidos a distancia del médium.
Son
esas energías, cargadas de materia orgánica, que Richet llamó
ectoplasma y que el Prof. Crawford, ce la Universidad de Belfast,
catedrático de mecánica, consiguió observar en toda su compleja
mecánica de expansión y acción, descubriendo objetivamente el
funcionamiento de palancas
de ectoplasma
en la producción de los fenómenos.
Como
se ve, la mediumnidad es un proceso de relación-inductiva, en que
entran en juego energías psicofísicas y energías espirituales. En
la Parasicología eso quedó probado a través de numerosas
investigaciones.
El
Prof. Rhine diferenció los dos tipos de energía al clasificar el
pensamiento como extrafísico.
Las
energías mentales son de naturaleza espiritual y provocan reacciones
materiales en el cerebro. Las energías espirituales, que Rhine llamó
erxtafísicas, no están sujetas a las leyes físicas. No sufren la
acción de la gravedad, no se desgastan en su proyección a cualquier
distancia y no son interceptadas por ninguna especie de barreras
físicas.
Experiencias
en contrario, realizadas en la URSS por Vassilev, con el fin de
demostrar que no pasaban de un nuevo tipo de energías físicas,
fracasaron por completo. De esa manera, la tesis espirita de la
existencia de energías espirituales típicas quedó también
comprobada científicamente.
Continúan,
y es natural, los debates teóricos al respecto, más lo que importa
en la Ciencia no son las opiniones y si los hechos. Y los hechos,
como siempre, continúan fieles a la Doctrina Espirita.
La
mediumnidad dispone de esos dos tipos de energía, más no es, en si
misma, ninguna de ellas.
No
hay una energía mediúmnica específica, más apenas la acción
controladora de la mente sobre la materia. Esta acción es la misma
que dio origen al mundo y a toda la realidad, cuando el espíritu (en
el caso el principio inteligente) aglutinó las partículas de
materia y les dio estructuras múltiples.
La
relación espíritu-materia es una constante universal que se
evidencia particularmente en los fenómenos vitales: en el vegetal,
en el animal y en el hombre. Más el acto mediúmnico es el punto de
concentración en que sus leyes se revelan con la debida claridad a
los pesquisadores.
Es
natural que los científicos ajenos a los problemas espiritas
encuentren dificultades en aceptar esa tesis. Además de eso, como
observó el Prof. Remy Chauvin, del Instituto de Altos Estudios de
París, existe en el medio científico un caso alarmante de alergia
al futuro.
Recientemente
se proclamó en Río de Janeiro un nuevo tipo de fenómeno espírita,
basado en el principio de la inducción. Se trataba de la inducción
de los estados patológicos de espíritus inferiores a criaturas
humanas. Ese fenómeno, tantas veces tratado por Kardec, nada tiene
de nuevo y se encuadra naturalmente en el capítulo de las
obsesiones.
Todo
el proceso mediúmnico es de naturaleza inductiva. El espíritu y el
médium funcionan como vasos comunicantes, en un sistema de relación
inductiva de la mediumnidad. A propia hipnosis es también un proceso
inductivo, lo que llevó a Kardec a acentuar la íntima relación
entre hipnosis y mediumnidad. El obsesor consciente actúa
hipnóticamente sobre el obsesado.
Estos
problemas precisan ser estudiados con la debida atención por todos
los que se entregan a trabajos mediúmnicos, mayormente cuando asumen
responsabilidades de dirección.
Muchos
engaños y muchas desilusiones en la práctica mediúmnica provienen
exclusivamente de la falta de conocimiento de la naturaleza y
dinámica de la mediumnidad.
Autor: J. Herculano Pires
Traducido
de la Obra “MEDIUMNIDAD (Vida y Comunicación)
Adaptación:
Oswaldo E. Porras Dorta
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Adaptación:
Oswaldo E. Porras Dorta
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