lunes, 26 de mayo de 2014

El Consolador Prometido- Espíritu de la Verdad





Con el nombre de Consolador y de Espíritu de Verdad, Jesús anunció la venida de aquel que habría de enseñar todas las cosas y de recordar lo que Él había dicho. Por consiguiente, su enseñanza no estaba completa. Además prevé que su mensaje sería olvidado,y que sus palabras serían desvirtuadas, ya que el Espíritu de Verdad vendría a recordar todo lo que Él dijo y, de común acuerdo con Elías, a restablecer todas las cosas, es decir, a ponerlas de acuerdo con el verdadero pensamiento de Jesús. ¿Cuándo vendrá ese nuevo revelador?
Es evidente que,si en la época en que Jesús hablaba, los hombres no se encontrabanen estado de comprender las cosas que a Él le quedaban por decir, no sería en unos pocos años que podrían adquirir los
conocimientos necesarios para ello. A fin de que se comprendieran ciertas partes del Evangelio, con excepción de los preceptos de moral,se necesitaban conocimientos que sólo el progreso de las ciencias podía otorgar, y que debían ser obra del tiempo y de muchas generaciones.
Por consiguiente, si el nuevo Mesías hubiese venido poco tiempo después de Cristo, habría encontrado el terreno en las mismas condiciones, es decir, poco propicio, y no hubiera podido hacer más de lo que hizo Jesús. Ahora bien, desde aquella época hasta nuestros días, no se ha producido ninguna revelación importante que haya completado el Evangelio y elucidado sus partes ininteligibles,indicio seguro de que el Enviado aún no ha aparecido.


. ¿Quién habrá de ser ese enviado? Al decir: “Rogaré a mi Padre y Él os enviará otro Consolador”, Jesús indicó claramente que ese Consolador no sería Él mismo, pues de lo contrario hubiese dicho: “Volveré para completar lo que les he enseñado”.
Sólo agrega: A fin de que permanezca eternamente con vosotros, y él estará en vosotros. Sería imposible que esta expresión se refiriera a una individualidad encarnada, puesto que no podría permanecer eternamente con nosotros, ni menos aún estar en nosotros; pero se comprende a la perfección si se refiere a una doctrina que, en efecto, cuando la hayamos asimilado podrá estar eternamente en nosotros. El Consolador es, pues, según el pensamiento de Jesús, la personificación de una doctrina soberanamente consoladora, inspirada por el Espíritu de Verdad.
. El espiritismo reúne, como ha quedado demostrado todas las características del Consolador que Jesús prometió. No es una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede considerarse su creador. Es el fruto de la enseñanza colectiva de los Espíritus, enseñanza que conduce el Espíritu de Verdad. No suprime nada del
Evangelio,sino que lo completa y lo explica. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, conjugadas con las que la ciencia ya ha descubierto,conduce a la comprensión de lo que era ininteligible y hace que se admita la posibilidad de aquello que la incredulidad consideraba inadmisible. Tuvo sus precursores y profetas que presagiaron su llegada. Por su poder moralizador, el espiritismo prepara el reinado del bien sobre la Tierra.

EL GENESIS 
                                                                  
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REENCARNACIÓN  Y EVOLUCIÓN DEL PLANETA

"Vivimos en la Tierra y en las esferas espiritales que la circundan, el momento histórico aguardado por todos aquellos que estamos vinculados al Consolador prometido por Jesús. Obreros parten diariamente de la Espiritualidad, comprometidos con la renovación de la humanidad y con la tarea libertadora de las vidas. Bien equipados, reencarnan bajo la vigilante y amorosa custodia de sus Guías espirituales. Son misioneros de la Ciencia y de la Tecnología, del Pensamiento y de las Artes, de la fe religiosa y de la caridad, a fin de modificar la sociedad, instaurando, aun en este siglo, el periodo de belleza, religiosidad y cultra plenificadora. Mientras tanto, a fin de que logren el éxito en la misión audaz, aquellos que permanecemos en nuestros Núcleos de actividades espirituales, deberemos formar grupos de asistencia y de apoyo, auxiliándonos en los combates que trabarán con enemigos del progreso, reencarnados o despedidos de la organización fisiológica".

Autor: Manoel Philomeno de Miranda (Espíritu)
Psicografia de Divaldo Franco. Libro: Entre dos  Mundos

                                                                      
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 CAMINAR DESCALZO SOBRE LAS BRASAS

¿Cómo pueden mujeres, hombres y niños, caminar sobre alfombras de brasas, con los pies desnudos, sin quemarse? La marcha sobre fuego o pirobasia tiene un origen muy antiguo. En la Biblia, está escrito: “Si marchas sobre el fuego, no te quemarás y la llama no te abrasará”.
La resistencia al fuego es conocida desde la más remota antigüedad, en todas las civilizaciones. Esta práctica sería originaria de Asia central. Nacido en Mongolia, el fenómeno se habría transmitido por China hasta Tíbet y la India para alcanzar luego la Europa oriental, Indonesia y Nueva Zelanda.
En Antígona, de Sófocles, se encuentra que el éxtasis religioso protege de los efectos del fuego y en un texto de Plinio el Viejo, se lee esto: “No lejos de Roma, en territorio Falisco, viven algunas familias que se llaman los Hirpi (los lobos). Durante el sacrifico anual a Apolo, sobre el Monte Soratte, marchan sin quemarse sobre leños reducidos al estado de brasas”.
Se dice también que Catalina de Siena, un día mientras se encontraba en estado de éxtasis, perdió el equilibrio y cayó en la chimenea de su padre que era tintorero. Las religiosas presentes la sacaron del brasero y no tenía ningún rastro de quemadura.
Sir William Crookes, en sus textos sobre el célebre médium Daniel Dunglas Home, relata: “Un día, lo vi acercarse a un fuego de leña muy inflamado y tomar una gran brasa ardiente, ponerla en el hueco de una de sus manos, cubrirla con la otra y soplar en este pequeño horno improvisado hasta que la brasa se volvió incandescente y las llamas lamían sus dedos. Nunca se pudieron ver marcas de quemaduras en sus manos”.
De la India a Bulgaria, desde Polinesia hasta Grecia, desde la antigüedad hasta nuestros días, se encuentra este rito asociado a diversos cultos y creencias.
Cada año en San Pedro Manrique, en España, se puede asistir a una pública “marcha sobre fuego”. El brasero tiene tres metros de largo por uno de ancho, con un espesor de quince a veinte cm. Hacia la medianoche, hombres jóvenes, entre dieciséis y dieciocho años, atraviesan descalzos las brasas. Uno de ellos lleva al alcalde de la aldea sobre sus hombros. Si bien durante la travesía, la muchedumbre guarda silencio, a la llegada, aclama ruidosamente a los piróbatas. Cada hombre apoya sus pies sobre las brasas de cuatro a seis veces, con aplicación y firmeza y reteniendo la respiración. Los observadores han relatado que el calor del brasero era tan intenso que no podían acercarse más que a cinco metros de él. Los científicos, intrigados, han estudiado de cerca esta práctica. Han podido comprobar que no aparecía ninguna quemadura o enrojecimiento bajo los pies de los jóvenes piróbatas.
No han encontrado ninguna sustancia protectora bajo sus pies. Es importante subrayar que en San Pedro, la manifestación está desprovista de toda preparación religiosa o mística.
En la India, el místico Kuda Bux marchó sobre una capa de brasas ardientes. Siete toneladas de madera fueron necesarias para preparar el brasero cuya temperatura alcanzaba 800°. Inmediatamente después de su paso sobre las brasas, fue medida la temperatura de sus pies y era normal.
Piróbatas musulmanes caminaron sobre brasas bajo control de los investigadores del Comité de Investigaciones Psíquicas de la Universidad de Londres. Las conclusiones de esta experiencia fueron que ningún trance mágico o espiritual intervenía en los piróbatas. Por otra parte, varios sujetos ingleses pudieron adquirir en poco tiempo la técnica y sin ningún condicionamiento.
Aún hoy en día, en la isla de Reunión, y desde la abolición de la esclavitud en 1848, la marcha sobre fuego es una ceremonia hindú que tiene lugar a principios de enero, en homenaje a la princesa Draupadi, llamada también Pandalié, que habría atravesado un brasero para probar su fidelidad. Antes de esta travesía sobre el lecho de brasas, los caminantes, que esperan diversos beneficios materiales y espirituales, se purifican durante dieciocho días por medio del ayuno y la abstinencia.
Al final de este período preparatorio, reforzado con oraciones y ceremonias religiosas, los caminantes, los “penitentes” participan en el cortejo de carrozas floridas que llevan a las divinidades. Cuando regresan hacia el brasero, éste se extiende en una capa de brasas de nueve centímetros de espesor. Al extremo de la alfombra ardiente, un foso lleno de agua y leche de coco espera a los caminantes a cada salida del brasero. El primero en marchar sobre el fuego será el sacerdote, acompañado por ritmo de tambores. Ciertos caminantes estarán en estado de trance, como poseídos y no sentirán ninguna quemadura. Después de este rito purificador, los penitentes tienen la impresión de haber crecido, llegado al conocimiento, desterrado el orgullo y la envidia y adquirido humildad.
En 1968, el Dr. Glaive de la Facultad de Medicina y Farmacia de Marsella defendió una tesis sobre la pirobasia. Durante un año estudió a la comunidad Tamil en la isla de Reunión. El Doctor Blaise suministró las siguientes medidas de temperatura: - A un metro sobre el brasero, está a 50° al cabo de un minuto - En la superficie, alcanza 50° al cabo de 5 a 6 segundos - En profundidad, es de 250° en 30 segundos - La temperatura de equilibrio es de 700°.Sólo un estado hipnótico explica el fenómeno, concluyó.
En 1973, Anette Beaumanoir, profesora de la Universidad de Ginebra registró por medio de un electroencefalograma las ondas cerebrales de un piróbatas. Su descubrimiento es inquietante: en el momento en que los caminantes se internan sobre las brasas, el cerebro se caracteriza por la aparición de ondas alfa. En cuanto cesa el ritmo alfa, los caminantes recuperan su sensibilidad al fuego.
La ciencia sabe que el cerebro humano genera ondas eléctricas rápidas llamadas beta (estado de vigilia, despierto, actividad mental normal). Un estado alterado de conciencia, EMC, corresponde a una disminución de estas ondas: se baja a alfa (estado de conciencia interna, se está un poco en la luna), luego a theta que corresponde al adormecimiento, y finalmente a delta que corresponde al sueño profundo.
Pero, ¿sabe la ciencia que un cerebro humano sin espíritu no es nada, y que la fuerza del espíritu puede mucho? Mientras ella rechace su presencia, no podrán aclararse muchos misterios. La fuerza del pensamiento no es un don mágico sino una fuerza vibratoria natural que trasciende a la materia.
Patricia Saliba

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