viernes, 16 de octubre de 2015

Seguridad y Paz

   
        De camino a camino

Sigue haciendo el bien. Probablemente, no te faltarán espinas y piedras.

Piedras, no obstante, sirven en las construcciones y espinos nos recuerdan a las rosas. No pierdas la oportunidad de auxiliar. Si alguien te lanza obstáculos a la marcha, no te vincules a la idea del mal. Reflexiona en la Bondad de Dios y camina.

No acuses a nadie. Compadécete y actúa amparando. Quien te parezca en error, únicamente habrá dañado en sí mismo el sueño de amor y perfeccionamiento con que nació.

No gastes tiempo, midiendo obstáculos o lamentando ocurrencias infelices. Oye las frases del bien que te induce a seguir hacia adelante y olvida todo aquello que se te representa como ruego al desistimiento o al desánimo.

Algunos de los minutos de las horas de que dispongas, investidos en el consuelo a los hermanos atrapados en el sufrimiento, te serán contados como créditos de alegría y de paz.

Sé el coraje de los que esmorecen y el consuelo de los que pierden la esperanza. Donde encuentres la presencia de las sombras, enciende la luz de la renovación.

Cuando alguien te hable de las tribulaciones del presente, destaca las posibilidades del futuro. A los hermanos que te expongan perjuicios de ahora, indícales las ventajas que vendrán. Extiende tu propia alma en la dádiva que hagas.

De todo cuanto oigas y veas, hables o hagas, prevalece tan solamente el amor que pusieres en tus propias manifestaciones. Si percibes la cercanía de la tempestad, no te olvides de que por encima de las nubes reina el cielo azul. Y si te reconoces, dentro de la noche, conserva la seguridad de tu fe, recordando siempre que el mañana traerá un nuevo alborear.

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En las dificultades en que te reconozcas, sé la paciencia que actúa con caridad e inteligencia, para que el bien se haga en auxilio de todos los corazones que te comparten la vida.

Espíritu Meimei
Médium Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro “Palabras del corazón”


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                           ¿ EXISTE LA MÚSICA ESPÍRITA ?


     Cuando escribimos un artículo sobre música espírita, la primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿qué es, por fin, la música espírita? ¿Será la música hecha para cantar dentro de un Centro? ¿Aquella cuya letra contiene palabras como «reencarnación» , «mediumnidad» o «Evangelio»? ¿Solamente las músicas psicografiadas? ¿O cualquier música hecha por un compositor que se dice espírita?

Es claro que en este asunto, como en cualquier otro, prevalece el buen sentido. Kardec nos dio el mayor ejemplo de eso, a través de la manera como abordó los más diversos temas en sus libros y en la Revue Spirite. El caso aquí no es el de rotular o no, una determinada composición musical como siendo «espírita», pero sí la de saber identificar en ella elementos de utilidad para el engrandecimiento del alma, elementos que contribuyan para la evolución espiritual de los individuos y del orbe como un todo. Dentro de esa óptica, percibimos que hay varias «músicas espíritas», o, en otras palabras, hay varias clasificaciones posibles para una música compuesta con objetivos espíritas, de acuerdo con su función, su utilización, su forma. Aquí presentamos una clasificación simple, basada en la observación y en el análisis de lo que es practicado en el movimiento espírita brasileño actual. Como este país es muy vasto y no conocemos de cerca todas sus manifestaciones musicales, podemos haber incurrido en alguna incorrección, o la clasificación puede estar incompleta. Debemos tener en cuenta también que ninguna de esas clases es absoluta, muchas de ellas se interpenetran, y una misma composición puede pertenecer a dos o más clases. Veamos seguidamente.
Música para Evangelizació n – Es aquella música compuesta con el claro objetivo de enseñar el Evangelio, dar nociones de moral y cristianismo. Generalmente es dirigida a los pequeños. El mensaje contenido en la letra es explícito, sin figuras poéticas herméticas. Puede aún ser dividida en dos subclases:
a. Para Infancia - Por ser dirigida al niño, su estructura melódica es simple, de fácil aprendizaje. El lenguaje es adecuado al universo infantil. La armonía (acordes de acompañamiento) también acostumbra ser simple, para que los evangelizadores puedan ejecutarla en clase sin dificultad.

b. Para la Juventud - Puede no ser tan simple, pero generalmente lo es, para que pueda ser cantada y tocada por los jóvenes; frecuentemente, los propios jóvenes la componen. Es común que el estilo corresponda al estilo de la moda, las músicas sean animadas, alegres, etc.
Música para Ambientación - Puede ser instrumental o cantada, y sirve para preparar la vibración del ambiente. Antes de una oración, o de una reunión mediúmnica, se usan músicas suaves, para tranquilizar la mente, calmar el corazón, ayudar a la sintonía del sentimiento. Antes de un trabajo de pase, la música con letra es útil para dirigir el pensamiento de los hermanos que reciben la transfusión fluídica. En un encuentro de jóvenes, músicas que induzcan a la alegría sana son utilizadas para estimular al estudio, al trabajo cristiano, a la convivencia fraterna (aquí, ambientación significa animación).

Música para Divulgación - Tiene por objetivo principal divulgar la Doctrina Espírita fuera del ámbito del movimiento. Ya pensaste llegar en casa luego de un día exhaustivo, y, en vez de colocar en el equipo un disco de aquel artista famoso, ¿colocar uno de música espírita? o encender la radio y oír aquella música que se canta en el Centro, ¿lado a lado con los sucesos de la semana? Para eso, la música lleva el mensaje de forma no explícita, sin dejar de ser fiel a los postulados de Kardec. Es aquella que es trabajada con profesionalismo  y calidad técnica, lleva al oyente a meditar sobre asuntos más elevados, a modificar sus padrones de conducta y a sentirse mejor. Puede ser cantada en el Centro también, en momentos adecuados: para ambientación, si fuera suave, para evangelizació n, para abordar un tema cristiano en lenguaje juvenil.

En cuanto a la forma, músicas de cualquiera de estas clases pueden ser cantadas o instrumentales, para la voz a capela o con acompañamiento instrumental, para voz sola o para coro... En cuanto al estilo, pueden ser los más variados posibles… Y la buena música espírita puede ser utilizada en las más diversas situaciones: en visitas a hospitales, orfanatos, etc., donde encaja música de cualquier clase; en fiestas o reuniones de confraternizació n del grupo, donde todos participan del mismo ideal (divertirse no significa abandonar los principios abrazados, principalmente si la música es buena, suficiente para alegrar el momento, para distraer en el grupo de guitarra…); para ser regalada en forma de discos o casetes, aunque el que recibe no sea espírita (también para esos casos es hecha la música para divulgación)… Por fin, música espírita es aquella que, como dice Kardec, «complementará y transformará el arte cristiano». No solamente siendo creada y «consumida» por personas espíritas, sino también con el potencial de influenciar positivamente todo el arte musical del planeta, cambiando los rumbos de su evolución.

Flavio Fonseca
Revista Espirita Nº1

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    EL SEXO EN LA REENCARNACIÓN.

El espíritu en sí mismo, como ser espiritual, es asexual, carece de sexo; pero, sí lo contiene el cuerpo que le envuelve: alma o psicosoma.
Este es un cuerpo fluídico, de sustancia etérea, más o menos sutil, más o menos densa, según su condición moral; conservando el sexo de su última existencia terrena, ya que, en cuanto a la forma, es análogo al cuerpo físico.
Cada alma humana conserva su característica sexual intrínseca. Sigue sintiéndose como mujer o como hombre, según cual haya sido; con los mismos gustos y tendencias, ya que el alma no cambia (mentalmente) con el simple tránsito a la vida espiritual.
El sexo en la reencarnación, está supeditado a la necesidad de progreso espiritual del ser reencarnante, y generalmente se efectúa en el mismo sexo durante un número de veces NO prefijado, sino cuando ello es necesario para un mayor progreso del Espíritu y de acuerdo con el programa a realizar o destino en cada nueva vida.

Como el Espíritu tiene que pasar por todas las experiencias a fin de adquirir la sabiduría que el mundo pueda ofrecerle, llega un momento de su vida inmortal, que necesita ensayar, que necesita vivir la vida del sexo opuesto.
Entonces se efectúa el cambio, en el plano astral, mediante la ayuda de guías espirituales superiores, colaboradores en la obra divina de progreso de la humanidad (1). Para ello, necesita condicionar, con los fluidos del alma reencarnante, el molde fluídico o periespiritual que da forma a los elementos celulares, fijando el sexo, según fue explicado al tratar del
proceso reencarnatorio, y situándolo en el vaso uterino de la que va a ser la madre (ésta en estado de sueño), a cuyo molde o modelo dínamo-espiritual van uniéndose, por atracción, las moléculas orgánicas en el proceso de gestación, hasta completar la formación del feto (2).
Aun cuando esta tesis no está admitida por la ciencia oficial todavía, ya que el sexo del feto es atribuido a la influencia de los cromosomas sexuales (X-Y); otras fuentes del conocimiento sostienen que el sexo es fijado ya en el molde fluídico del reencarnante.
Naturalmente que, el psiquismo de la nueva personalidad sufre, en grado mayor o menor, el cambio de sexo cuando éste se efectúa; según sea también su grado de evolución.
De aquí que, presenciemos con alguna frecuencia, ciertos casos de mujeres con ademanes varoniles y hombres con ademanes femeniles, a más de otras anomalías, tales como aversión al sexo opuesto, afición al propio sexo y otras más, que son consideradas como psicopatías congénitas por los psicólogos y psiquiatras. Y esta aversión al sexo opuesto, es la que produce el mayor número de célibes voluntarios.
Cuando el Espíritu ha vivido muchas vidas humanas en un mismo sexo, resulta peligroso para él, salirse ya del estado que ha formado en él una segunda naturaleza.
La energía del sexo es de origen psíquico. Y esa energía psicogenética, genera cargas magnéticas de atracción hacia el sexo opuesto, en relación al grado de energía propia; la cual es necesario controlar.
Otro aspecto que, aun cuando ajeno a la reencarnación, consideramos de suma importancia dar a conocer, relacionado con el sexo del alma o psicosoma. Es el caso de aquellos individuos que, falleciendo impregnados de fluidos concupiscentes, continúan con los mismos deseos que tenían antes de desencarnar. Y a estos seres, les es difícil adaptarse a la nueva vida, ya que, careciendo de cuerpo físico para satisfacer el deseo, sufren fuertes angustias y son causa de múltiples perturbaciones a los humanos.
Y éste es el origen de los llamados íncubos (masculino) y súcubos (femenino) que acuden a las personas con deseos sexuales no satisfechos o caídos en la lujuria, atraídos por las vibraciones —ondas pensamiento— de estas personas, uniéndose algunas veces a su aura magnética, por afinidad; y pueden ser causa de grandes trastornos y hasta aberraciones sexuales. Son los demonios a que aluden las diversas iglesias del cristianismo.

Sebastián de Arauco.

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SEGURIDAD Y PAZ

Francisco Cándido Xavier

El comentario dominante en nuestras conversaciones, horas antes de la reunión pública, se refería a la necesidad de preservarla seguridad como factor de paz en nuestras organizaciones de servicio, sea en casa o en el grupo  social, en las instituciones o en los lugares de orden general.
Tantas situaciones difíciles encontramos  y tantas luchas espirituales sorprendemos en las actividades de lo cotidiano, que indagábamos  cual era la mejor manera de acertar con el camino natural para las actitudes de equilibrio que nos competen. Conducidos a la reunión, con sorpresa notamos  que el Evangelio  Según el espiritismo nos ofrecía el ítem 7 del capítulo IX para estudio e interpretación.
Varios amigos expresaron conclusiones valiosas en cuanto a los textos. Y, al termino de los trabajos, nuestro querido Emmanuel escribió la página  que aquí se expone, con el deseo de que la tenga  con sus anotaciones doctrinarias, con las cuales vamos estudiando la doctrina en el Diario de San Paulo.

PREPARACIÓN GRADUAL 

·Emmanuel
    
Melancolía, pesar, carencia afectiva, soledad, angustia: palabras  clave que designan el dolor de aquellos que perdieron la compañía de seres queridos, arrebatados por la des encarnación.
Si esa prueba te inunda el espíritu en la Tierra, no configures  a los seres amados, transferidos para otras dimensiones de la vida, como si fuese la vestimenta inútil confiada al cofre de las cenizas.
Aquellos que se deshicieron del envoltorio físico no murieron. Siguieron al frente, rumbo a la estación que  te destinas.
Y, en la mayoría de los casos, sorprenderán tantas exigencias de renovación, a la par de tantas maravillas que, habitualmente, todo hace para  que se te dilate la demora en el plano de materia más densa, con el fin  de que no sigas sus pasos, en base a la inexperiencia.
Comprendemos el pesar de tantas criaturas sensibles y afectuosas que alientan la idea de  deserción, cuando se sienten lesionados por la falta de aquellos  que les precedieron  en la muerte. Entretanto, de otro  margen, de  vuelven los que partieron, con la decisión de sustentarles el ansia indebida, auxiliándolas con la preparación necesaria ante el futuro.
Si te despediste  de corazones queridos, ahora domiciliados en el más allá, no te creas víctima del olvido por parte  de cuantos te fueron en el mundo ancora y bendición.
Prosigue ofreciéndoles paz y amor, atendiendo cuanto te sea posible, a la extensión del bien que estimarían continuar edificando en tu campo de acción. Y conserva la certeza de que, mientras les honorificaras la memoria, junto a los hombres, ellos, igualmente, continúan realizando lo máximo, en tu favor, no solamente sustentándote las fuerzas, a tu favor en el deber a cumplir, como también organizando, poco a poco, en ti y fuera de ti, el clima adecuado para la nueva vida, que te  aguarda en el más allá, a fin de que te ajustes  con seguridad a las bendiciones del porvenir. 
(Página recibida en la reunión pública del Grupo Espirita de Oración, la noche del 20/0271976, en Uberaba, MG)

LAS VÍAS DEL PROGRESO ·

J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

Estamos en la era de la velocidad y  las vías del progreso exigen de nosotros algunos aumentos de virtudes. Al lado del viejo ideal de paciencia de la que nos habla  Emmanuel, hemos de mejorar la capacidad visual, de raciocinio rápido  y de la acción inmediata. La calma interior precisa conjugarse con el coraje de tomar decisiones sin pérdida de tiempo para que superemos perturbaciones y obstáculos.
Para evitar choques destructivos, hemos de ver si las maniobras de dilatorias no favorecerán a la devastación de los destructores. Nuestro entendimiento exige bases seguras de conocimiento y lealtad, para no caer en la traición de nuestros propios ideales. Si no midiéramos los límites de la tolerancia  con el gobernante del deber podemos complicarnos en el crimen. 
Lamentar la crisis no resuelve nada, más si conviene analizarla con espíritu crítico, sin el miedo  teológico de las puniciones. Para vencer en la causa del bien no podemos cerrar los ojos al mal o intentar negarlo.
Cuando Emmanuel nos aconseja paciencia y amor, se refiere a una de esas conjugaciones necesarias en nuestros días. Más el amor tiene sus grados  sus formas de aplicación. En el ítem 7 del cap., IX de El Evangelio Según el espiritismo, el ejemplo de Cristo  es nuestro modelo. Vemos  en los Evangelios que Jesús, amando a  todas las criaturas, impidió la lapidación  de la mujer adúltera y perdonó a Zaqueo sus robos, más nunca dejo de corregir con vehemencia los errores conscientes de los fariseos y doctores de la ley.
Varias veces desencadenó conflictos en el templo para despertar la conciencia de los que la ahogaban en las redes de las conveniencias, poniendo en peligro el esclarecimiento y la orientación espiritual del pueblo.
Kardec explico, en el Evangelio, las diferencias existentes entre el amor que tenemos por un amigo y lo que podemos hacer por un enemigo. El Espiritismo es realista  y no nos aconseja olvidar que el mal predomina en la Tierra.
El deber de vigilar y orar debe recordarnos que no vivimos en el cielo, más si en un mundo de pruebas y expiaciones. Si queremos realmente seguir  las vías del progreso no podemos olvidar las virtudes viriles de la vigilancia. 

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del jornal Diario de S. paulo, en la década de 1970

Traducido por M.C. R

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