domingo, 4 de octubre de 2015

Un sencillo decálogo


Vida y valores (La construcción del hogar)


Es muy común hacer  distinción entre casa y hogar. Acostumbramos a llamar  casa a  la construcción de material, de madera, de albañilería, de piedra, sea lo que sea, en cuanto el hogar es lo que pasa dentro de esa construcción. Muchas veces, conseguimos construir la casa, pero no llegamos a formar el hogar. Vivimos dentro de esa casa de formas tan extrañas, que no configuran el hogar. El hogar es lo emocional, es lo sentimental, es lo racional, es lo vivencial. Es la interacción de las personas. La casa es el edifico. Muchas veces las personas dicen: Estoy yendo para casa, pero, cansados, porque están yendo para casa y, posiblemente, al llegar a casa, no encontrarán el respaldo del hogar.
Es muy importante saber por que el hogar nos es tan importante. Exactamente porque allí se reúnen Espíritus, criaturas, individuos procedentes de las más variadas esquinas de la naturaleza. Venidas, esas criaturas, de  experiencias de las más variadas y, al encontrarnos dentro de casa, para formar el hogar, tendremos obligatoriamente que intercambiar esas experiencias. La esposa tuvo una educación, una formación, una instrucción o dejó de tenerla. El marido otra y, ahora, son dos personas que se van a reunir, en la tentativa de forjar otras personas y educarlas, los hijos.
El hogar representa ese crisol, ese campo de pruebas, donde las diferencias se friccionan, donde intercambiamos aquello que sabemos con lo que el otro sabe. De ese modo, es muy importante que construyamos nuestro hogar sobre bases de equilibrio, de entendimiento, lo que no siempre es fácil. Todas las veces que nos reunimos, personas diferentes, sea en lo que sea, eso nos da una cierta inestabilidad. Hay siempre una diferencia entre el esposo y la esposa, entre los padres y los hijos, entre los hermanos. ¿Por qué? Porque  que si la esposa tiene un poco mas de cultura, que si el marido tiene un poco menos y eso deja un grado de frustración. Ella va a hacer de todo para mostrar que también sabe, cuando sería tan fácil admitir que no lo sabe. Podrá aprender. Y si la esposa se torna sumisa porque su marido es doctor, su marido sabe más, ya se desequilibra el hogar. Sería tan normal si ella admitiese que, de hecho, el preparó lo que sabe, el sabe más y ella no está impedida  de aprender y de saber también. Pero, cada cual respetando al otro, sin sentirse lesionado, sin sentirse frustrado, sin sentirse disminuido.
En el hogar, tenemos la ocasión de cambiar todo esto. Sabemos que aquel hombre  notable, medico en la sociedad, llega a casa. El carece de lo que la cocinera hace, de los cariños de la esposa, de los hijos. Aquel es un grandioso ingeniero respetado en su empresa, en la sociedad, pero cuando llega a casa, es aquel gatito carente de cariño, de atención de su esposa, de sus hijos. Somos movidos a la emoción, al sentimiento. El ser humano no es meramente racional, somos sentimentales. Entonces, aquel hombre que hace presión en la sociedad, el gran político, el gran administrador, cuando llega a casa quien manda en todo es su mujer : No, nosotros no vamos. No, yo no quiero. No, no lo vas hacer. No, no lo aceptarás. Y para que el amor pueda fortalecerse es necesario que aprendamos a escucharnos uno al otro. El hogar es así. Es esa gran olla, es ese gran crisol, dentro de cuya estructura todos vamos aprendiendo, unos con los otros, ofreciendo lo mejor que tengamos y aprendiendo lo que los otros tienen para ofrecernos. Es muy importante la estructura del hogar. Nada tiene que ver con la casa. El hogar de dentro.
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Una vez que esa estructura del hogar es de dentro de la criatura humana, es muy importante que cada elemento del hogar se preocupe con el otro y se ocupe también con él. Cada vez que pensamos en la familia que vive en ese hogar que estamos abordando, ciertamente que cabe a los esposos determinados compromisos entre sí, para la manutención del hogar. Si ellos no hicieran esos cuidados, el hogar no se sustenta. Para la estructura del hogar es importantísima la fidelidad, el respeto, la pareja, el acompañamiento, el compañerismo. Si hubiera hijos en la relación, los cuidados con la dirección de los hijos en este mundo atormentado de la actualidad. ¿Dónde están nuestros hijos? ¿Con quién están nuestros hijos? ¿Qué estarán haciendo nuestros hijos? Esos cuidados que, hay muchos, pasaran a ser cosas fuera de moda, necesitan volver a las preocupaciones nuestras, necesitan retornar a los cuidados domésticos.
Cuando oímos las noticias de que tal niño fue maltratado, fue llevado, fue conducido, eso nos lleva reflexionar sobre las desatenciones, muchas veces, de los padres. ¿Con quién está mi hijo? ¿Dónde está en este momento? Vivimos días en que nuestros hijos son mandados para dormir en la casa de los amigos, de los colegas. Pero no sabemos quiénes son los padres de esos amigos, de esos colegas. No sabemos cuál es la formación moral de esa familia para donde estamos mandando a nuestros hijos. Muchas veces, despertamos demasiado tarde. La estructura del hogar exige buen sentido, exige cuidado, exige raciocinio. No es una prisión. Todos disfrutan libertad. Pero, en la estructura del hogar, la libertad jamás estará alejada, distanciada de las nociones de responsabilidad.
Todos los que tienen libertad en el hogar, también han de tener responsabilidad. ¿Y si fueran niños? Vamos enseñando a los niños a tener responsabilidad con las cosas de ellos. Guardar los juguetes, colocar la ropa que saco del cesto, en la medida en que ellos van pudiendo. ¿Cómo los niños aprenden a ayudar en casa? Trae para mama, coge la escoba. Coge aquello. Trae aquello. Lleva aquello para la mama. Ayuda a mama. Sin ninguna imposición, para que el niño aprenda a gustarle colaborar. Ven aquí con papa, ponte aquí para que para pueda estirarse. Creando vínculos. Cuando nuestros hijos comienzan a ir para la escuela, temprano, será nuestro deber, de papa o de mama, llevar el asunto con ellos.
¿Cómo te fue hoy el día? ¿Con quién jugaste? ¿Qué te enseño la profesora? ¿O la tía? ¿Y tu merienda, la comiste? ¿Compartiste con alguien? Para qué enseñemos a nuestros niños, desde temprano, a conversar con nosotros sobre lo que paso con él. Después que el aprenda a conversar con nosotros, no necesitamos preguntar nada. Cuando agarramos la puerta de la escuela, el ya nos viene contando. Cuando lo ponemos en el coche, el ya comenzó a hablar. Y es de esa manera que vamos creando una compañía domestica. Los hijos no necesitan esconder a sus padres las cosas que viven. Los padres no deben negar orientación a los hijos, para que ellos sepan guiarse. Estar siempre acompañando. Cuando nuestro hijos comienzan a crecer y no hacen aquellas intrigantes preguntas, sobre sexo, sobre eso o sobre aquello, que los padres no imaginen que ellos no saben, que ellos son inocentes. Admitan que ya aprenderán, de forma equivocada y, porque aprenderán de forma equivocada, tengan vergüenza de hablar con nosotros.
Cabe, entonces, para que el hogar se levante, todos nosotros envolvernos con todos. Con cariño, con atención, con sonrisa, con seriedad, cada cosa en su lugar. Pero, que no falte entre nosotros jamás la ternura, el respeto reciproco, en la certeza de que somos hermanos en Dios, momentáneamente situados como marido, mujer, padres, hijos, hermanos. Para que nuestro hogar sea feliz, para que utilicemos ese crisol, como la gran oficina de las almas, no podrá faltar el amor. El amor que genera respeto, el amor que imprime responsabilidad.
Raúl Teixera
Transcripción del Programa Vida y Valores, bajo coordinación de la Federación Espírita de Paraná.

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CONFIA  EN  DIOS
Emmanuel 
Nunca pierdas la esperanza, por mala que sea la situación en que te veas. Y jamás condenes a nadie que se haya encayado en el laberinto de las pruebas.
El momento más áspero de un problema puede ser aquel en que se descubre la solución. Y, en numerosos casos, la persona que te parece más censurable, en el más grave delito, será tal vez aquella que menos culpa cargue en la trama del mal que las sombras entretegerán.
Ciertamente habrá corrección para el error en las pruebas, por los mecanismos del orden, tanto cuanto srgirá el remedio para los enfermos por los recursos de la medicina.
 Observa, sin embargo, el poder misericordioso de Dios, en los menores detalles de la Naturaleza.
La  simiente sofocada es la que te sustentará el granero.
La piedra colocada en orden es el agente que te asegura firmeza en la construcción.
Aflicciones y lágrimas son procesos de la vida, en lls que se acrecientan las energías, a fin de que sigas al frente, en la confrontación de los compromisos adquiridos, para que se te iluminen los ojos, en el preciso discernimiento.
En los días difíciles de atravesas, levántate a la vida, ergue la frente, abraza el deber que las circunstancias te dieron y bendice la existencia en que la Providencia dçivina te situó.
Por mayores que fuesen los dolores que te visiten, el golpe que te hiera, la tribulación que te busque o el sufrimiento que te asalte, no olvides la fe que continúa fiel a las propias obligaciones, porque si todo el bien te parece perdido, de cara a la tarea en que te encuentras, guarda la certeza de que Dios está contigo, trabajando en otro lado.
Del libro "Alma y Corazón". Psicografía de Francisco Cándido Xavier.
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                UN SENCILLO DECÁLOGO

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 Un sencillo decálogo más, que los espiritas no deberíamos olvidar:

1.- Honestidad
2.- Humildad
3.- Sinceridad
4.- Amar y Amor, dos palabras de profundo contenido que no deberíamos usar en vano.
5.- La implicación en los asuntos sociales y políticos en defensa de los afligidos.
6.- Defender la pureza de "El Libro de los Espíritus" y valorar el resto de la producción kardecina teniendo en cuenta el contexto histórico en que fueron escritos, y dando paso a una reflexión actualizada. Estudiar y difundir los nuevos libros de autores espiritas de contenido científico-filosófico, que siguen postergados en beneficio de los tradicionales de auto-ayuda.
7.- De la misma manera que los astrólogos suelen decir "que los astros se inclinan pero no obligan", tener en cuenta que, "los buenos espíritus orientan, pero no obligan". Sin olvidar que, espiritismo y esoterismo, no son compatibles; son concepciones distintas.
8.- Que ningún grupo pretenda estar en posesión de la Total Verdad, pues la Verdad Absoluta es un enorme puzzle realizado por el Creador, del que cada uno sólo dispone de un pidacito.
9.- No rechazar de "ipso facto" cualquier opinión que venga de otro espirita  que difiera de nuestro esquema mental preconcebido, sin antes analizarlo.
10.- Ante la duda, seguir siempre las palabras y el ejemplo que legó  Jesús como hombre y gran Espíritu reencarnado que fue, pues son de orden Moral Universal, patrimonio de ninguna religión, doctrina o filosofía espirtualista, pero que tienen cabida en todas ellas.

Judith Levi.  Lista Luz_Espiritual-España
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                   Advertencias

Lauro Vargas
Muchas personas, de aquellas que deslumbradas por los fenómenos y que ingresan en la doctrina, aun no comprendieron el verdadero sentido del Espiritismo como movimiento reformador.
¡No viene a destruir la Ley – afirma Jesús – sino a cumplirla!
No muestra el espiritismo, en su seno, la aceptación de dogmas, rituales, milagros o absurdos inexplicables; como ciencia ha merecido la profunda observación de sabios como Aksakoff, León Denis, Charles Richet, Camile Flammation y César Lombroso; como religión han recordado al hombre la existencia de ellos prendiéndolos al Creador.
A propósito de la gran misión del Espiritismo en la Tierra, el espíritu Emmanuel advierte:
Urge, sobre todo, la creación de núcleos verdaderamente evangélicos, de donde pueda nacer la orientación cristiana al ser mantenida”. Informa aun, el Orientador, que son necesarias escuelas para la formación del espíritu que atravesará la noche de luchas de que la Tierra vivirá, en demanda de la gloriosa luz del porvenir.
Exactamente, nunca hubo en el mundo tantas tinieblas como las que señalaron la degeneración de las costumbres. Palabras antes sagradas y por las cuales los hombres no dudaban en sacrificar la propia vida, no pasan hoy de sonidos oídos con desconfianza y que, en los momentos críticos, sólo la fuerza y el miedo del castigo, nos obligan a obedecer, a defender o a fingir que en ellas creemos.
La experiencia viene demostrando, día a día, que la onda de problemas, de dramas y perturbaciones de toda clase, crecen de forma asustadora. La familia se aparta de sus hábitos morales adquiridos hace siglos en la observación de la honra, del nombre o cuando no, del respeto a la sociedad.
Un descalabro social al que se envuelve la humanidad, tiene origen en el relajamiento de la vida moral de la familia. Recuerda, pues Emmanuel: “Urge entonces la creación de escuelas evangélicas en los hogares”. Es el buen ejemplo doméstico, sin duda alguna, la base donde se asienta la forma moral debida de los hombres entre los hombres.
Entre las advertencias Emmanuel recomienda la reforma de las costumbres empezando por los hogares espíritas.
Fácil es a la criatura aceptar el Espiritismo, sin embargo es difícil que el Espiritismo acepte al hombre; hombre común, vicioso e interesado, que procura a los Espíritus con el pensamiento volcado para la solución de sus preguntas, sus problemas materiales, para la solución única de sus dudas.*En este párrafo cuestiones son preguntas.
Preguntas, problemas y dudas relacionadas con la absoluta falta de conocimiento de la Doctrina Espírita y de la orientación cristiana; la ausencia de los principios evangélicos, en el hogar, en la vida, en el seno de la propia familia.
¿Por qué hemos sido tan descuidados, abandonando importantes recomendaciones de utilidad permanente para nuestras almas?
¿ Será la pereza, en vista del esfuerzo que deba ser empleado?
Sea cual fuera el caso, es indispensable el cuidado con la mente y el corazón a fin de sintonizarnos con el Divino Maestro y realizar la renovación íntima.
Basta eso para ayudarnos en la edificación de un mundo mejor.
Rev. Internacional de Espiritismo – diciembre de 1994
( Traducción de Isabel Porras)
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