viernes, 2 de octubre de 2015

Archivo mental


         
 INAPRECIABLE TESORO


Joanna de Angelis

Tomás  de  Kempis  fue un  suave mensajero de  Jesús  que se ocultó en el ropaje carnal revestido por la condición de modesto monje, para copiar libros y mensajes que iluminaron al mundo…

En pleno siglo XV, en una Alemania destrozada, donde el poder político ultrajado se perdía en intrigas interminables e incesantes luchas, el permanecía en su menester al tiempo en que tambien anotaba las propias reflexiones.

Fue en el silencio de la abnegación que escribió el Imitación a Cristo, que se transformó en un vademécum semejante a la Biblia, siendo traducido para innumerables idiomas, consolando a decenas de millones debidas a través de los tiempos.

El, sin embargo, elogió el anonimato, porque lo importante era el mensaje y no el mensajero.

El rey Luis IX, de Francia, se hizo célebre por el amor y por la sabiduría cristiana, siendo considerado uno de las grandes figuras de la Edad Media, dedicándose a la fe religiosa y a su vivencia.

Organizó y dirigió la octava cruzada, desencarnando en Tunis, en África del Norte, el día 25 de agosto de 1270, victimado por la peste, sin haber alcanzado el objetivo del emprendimiento para el cual fue creado.

Su certeza a respecto de la divina ayuda lo tornó ejemplo de fe invencible

Se cuenta que, cuando viajaba en el barco en dirección a Oriente, una tempestad amenazó la embarcación en la que se encontraba, provocando pánico en la tripulación y en todos los presentes. El se alejó y oró largamente, después  afirmó jovialmente a todos:

-¡Coraje! Ningún mal nos acontecerá. Sigamos en paz. Interrogado al respecto de la certeza que lo dominaba, respondió, sereno:

-Las oraciones de nuestros hermanos del monasterio de Claraval, nos acompañan…

Y realmente nada aconteció a la embarcación y a los viajantes.

Israel esperaba, en el esplendor del imperio romano, que viniese el mesías.

Cuando Juan, el bautista, comenzó a proclamar que era llegada la hora y que todos se penitenciasen, arrepintiéndose y cambiando de vida, muchos de aquellos que lo oían creyeron que por fin, estaba llegando el gran guerrero que libertaría al pueblo oprimido, que se contorsionaba bajo el dominio imperialista, transfiriéndole la prepotencia, el orgullo de raza, la gloria de mentira en torno de la dominación del mundo…

Y vino Jesús, simple y noble como el lirio del campo, puro y vigoroso como una espada desnuda, predicando el reino de los cielos, aquel que es  adimensional, que dispensa todos los aparatos y exterioridades.

En razón de eso, no fue aceptado, porque el orgullo ciego despreciaba la pureza, tenía la simplicidad como la miseria moral y la pobreza como condenación divina.

-Hasta hoy, infelizmente, aunque los ejemplos de exaltación de los valores espirituales, el culto al becerro de oro predomina terrible, eludiéndolos fantasiosos que suponen no tener como enfrentar a la conciencia que un día despertará.

Acreditan en el poder político, se agarran a las viejas formulas de corrupción y del vandalismo moral, pretendiéndose una existencia física sin término, como si la enfermedad, la vejez y la muerte no los derrumbase de los pedestales de la ilusión donde viven fascinados.

Sucede que el orgullo, ese hijo ilegitimo del egoísmo, no acepta contradicción, no admite posición secundaria, y la postura de bondad que asume es, normalmente, un disfraz para esconder la agresividad y los sentimientos enfermos que predominan en lo íntimo de sus víctimas.

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Ten cautela con ese morbo infeliz que destruye las bellas floraciones del bien, del humanitarismo, de la caridad…

No le des tregua donde quiera que se esconda y lo percibas.

Aprende a cultivar el tesoro inapreciable del amor sin mácula, que se dona sin exigencia, que se sacrifica en júbilo, que construye en silencio.

Se torna indispensable que tengas abnegación y renuncia, y todo el bien que hagas no aguardes retribución de ninguna forma.

Preserva el placer de servir por la alegría inmensa de ser útil.

Recibes el aire, el Sol, la naturaleza en fiesta que se renuevan incesantemente, ayudándote en los crecimientos para Dios. Nada te exige y casi no les percibes la grandeza, la utilidad, el valor indispensable.

Acompaña el lecho del humilde riachuelo y lo verás crecer suavemente, recibiendo afluentes que lo transforman en rio caudaloso, donde mezcla sus aguas con las voluminosas que el absorbe.

Trabaja, de ese modo, confiando en Dios, y auto iluminándote, considerándote solamente como servidor.

Eres importante en el grupo social, porque puedes erguirlo a los ápices del progreso, así como dispones de mecanismos para desarreglarlo por impertinencia, presunción o primitivismo emocional.

Nunca, sin embargo, serás insustituible.

Reconoce tus fragilidades, la dimensión de tu real valor y haz lo mejor que esté a tu alcance, sin jactancia, sin presunción.

No te permitas amargarte cuando los hechos no sucedan, conforme te gustaría y jamás te decepciones con tu prójimo.  Ten en mente tus propias dificultades y comprenderás los desafíos que enfrentas.

Jamás colectes en la mente y en el sentimiento la basura toxica del resentimiento, del odio, de la amargura, que te causará imprevisto mal,

Es lo que de ti mismo haces.

Aprende a ser feliz, amando y ayudando, de modo que ese tesoro nunca te sea retirado, antes si te sea multiplicado.

Grandioso e insuperable, el amor es el poder que no toma espacio, que no sobre carga, que no se desgasta.

Procediendo así, te tornarás simple y bueno, creciendo en silencio y enpaz rumbo a Dios.

No te facultes atender por las sectas de la inferioridad que aun te hieren los sentimientos.

Ese amor sin dimensión diluye los miasmas densos del orgullo y de la locura del ego.

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Renaciste para conquistar la verdad adormecida en tu interior.

Porfía y ama.

Jesús te invitó por amor y prosigue amándote, proporcionando el campo de acción para el entrenamiento de tu evolución.

Fija en la mente que los peores enemigos del ser humano se encuentran en lo íntimo de él mismo, que sintoniza con las equivalente ondas de la inferioridad moral y espiritual.

Amando y renunciando, sintonizarás con la vida gloriosa, que es tu guía.

FIJA EN LA MENTE QUE LOS PEORES ENEMIGOS DEL SER HUMANO SE ENCUENTRAN EN EL INTERIOR DE EL MISMO. QUE SINTONIZA CON LAS EQUIVALENTE ONDAS DE INFERIORIDAD MORALY ESPIRITUAL… AMANDO Y RENUNCIANDO, SINTONIZARÁS CON LA VIDA GLORIOSA. QUE ES TU FAROL.

Del libro: “Ilumínate” de Divaldo Pereira Franco

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         TRABAJO ESPIRITUAL

     Jesús es nuestro guía, y tanto en su Evangelio de  amor, como en la Buena Nueva, nos ofrece lecciones muy profundas que nos ayudan a seguir caminando, a  no perder la esperanza  de que un día encontraremos la paz y la tranquilidad para nuestros atribulados espíritu.
    En  el camino de la divulgación, yo siento muchas veces,  el dejar de seguir trabajando, ya que  he realizado muchas traducciones, muchos mensajes, y no me gustaría cansar a ningún hermano. Cuando por cualquier circunstancia no puedo cumplir la tarea que me he impuesto, de mandar mensajes, para otros compañeros, no siento el pesar de que ellos carecerán del alimento espiritual, porque hay muchas fuentes esparcidas por el mundo, - hoy en día el Espiritismo está al alcance de todos,- siento que ese día, yo no me alimenté,  no hice nada para Dios, y eso me perjudica;  no quiero, a estas alturas de mi vida, pararme, necesito de Dios como  del pan de cada día.
     Nunca las cosas de Dios nos han de parecer monótonas, cansinas, porque eso dice muy poco a nuestro favor, siempre al despertar hemos de fijarnos, que como principio de todas  nuestras obligaciones está la comunión con Dios, ella no debe faltar en  el  transcurso de nuestra vida. Esa comunión nos alerta siempre que  hemos de estar orando y vigilando, porque aunque nos sintamos muy sabios, en cualquier momento puede surgir la tempestad, y  naufragar.
     Una de las primeras enseñanzas de los Espíritus y que los espiritistas  debemos tener claro es el concepto humano de Jesús, que se nos muestra  tanto más inmenso cuanto más humano es, cuanto más real, más verdadero,   menos envuelto en los dogmas de religiones que hablan en su nombre. Jesús  hombre, no Jesús Dios. Jesús histórico, no Jesús mitológico. Jesús real, de  carne y hueso, no fluídico. Ese es el Jesús del Espiritismo.
      El reino de Dios está en el interior del hombre, le pertenece, es particular, y al igual que tenemos una casa en la tierra para cobijarnos según  nuestras posibilidades económicas, tenemos un edificio en nuestro corazón, en donde existe Dios en nosotros según las posibilidades espirituales;  lo que no hemos de dejar nunca es morir a Dios en nuestro interior, porque el viento sopla  y trae la tempestad y sin timón que nos guíe ni Señor que nos sustente, somos barcos a la deriva,  expuestos a las calamidades del que no tiene donde guarecerse en la terrible tempestad.
      Con Dios en  nuestro corazón, tenemos el salvavidas,   porque gracias a las religiones, conocemos más o menos lo que El espera de sus hijos, la ciencia terrena promueve nuestro progreso  material e intelectual, y la religión promueve nuestro progreso moral; los bienes que Dios nos ha dado son para nuestra felicidad, no debemos ser esclavos de las pasiones, modificándonos moralmente y mejorando las cualidades de nuestra vida   espiritual, pues ellas son  muy necesarias, para desarrollarnos en la vida terrenal .
      Bien es verdad que la  inspiración no es siempre la misma, pero sí debe ser  nuestra fe cada día más firme, pues  no solo nos   podemos  apartar  del camino, por culpa  de los  grandes desastres, que aminoran nuestras fuerzas,  sino que sutilmente también a veces los  hermanos ignorantes   influencian nuestro espíritu para que desista, para deteriorar  la  relación de la criatura con su Creador.
     No  dudemos que nuestra dedicación al estudio, nuestro énfasis en  limar nuestras  imperfecciones, el hábito de la oración, la asistencia al centro espirita, el tratar aprender a convivir con los hermanos, que aunque no haya afinidad, no deja por eso de   seguir siendo un deber nuestro el tolerarlos  y respetarlos,   hacen que nos sintamos  contentos, inmersos en la obra divina, y no podemos  a mitad del camino perder esa colaboración en la dedicación desinteresada en la divulgación porque los  primeros en beneficiarnos somos nosotros.
      El patrimonio espiritual cuando traducimos, cuando desarrollamos un tema y buscamos fuentes  para investigar y sacar lo que creemos más interesante el primer beneficiado es uno mismo, porque aumentamos los conocimientos, vemos si estamos errados en algunos cosas,  si actuamos como es debido, la luz poco a poco se va haciendo en nuestras almas y respiramos en otras sintonías, beneficiando al mismo tiempo por nuestro dedicación al bien, y por nuestros conocimientos a la orden del día a todos los que conviven a nuestro alrededor. Por eso hermanos, no convirtamos en una rutina nuestra dedicación al bien, no pensemos como aquellos que dicen que hay que actualizar el espiritismo,  el espiritismo está siempre actualizado, porque  no habrá nuevos conocimientos, hasta que no hayamos asimilado y aplicado los que hasta ahora podemos aprender de aquellos que vinieron en nombre de Dios  para que evolucionásemos, por eso amigo, no te canses   como el niño en  releer la lección hasta que la aprendas al dedillo, porque el ochenta por ciento de lo que visita  nuestro cerebro,  se pierde   si no es más; hay que ser constantes y persistentes en el bien hasta que el bien penetre en nosotros y llegue a ser nuestro por simple inercia.

Os saluda  vuestra amiga Merchita    
                                                                    
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                                ARCHIVO MENTAL

                                         Lahyz Souza

¿ Con qué tipo de informaciones alimenta usted su archivo mental?
Si aún no había pensado en eso, vale la pena meditar sobre el asunto, pues es de su bagaje mental que depende su paz íntima.
Cuando usted abre el periódico, ¿qué acostumbra a buscar primero?. ¿Las buenas noticias?, ¿la página policial?,¿los deportes?.
Si llega a una sala de espera y encuentra sobre la mesa varios tipos de revistas,¿Cual de ellas escoge?.
Al llegar a la Televisión, ¿Qué tipo de programación elige?
Al navegar por internet,¿Cuales son los asuntos de su preferencia?
De los acontecimientos diarios, de las escenas que presencia, de los paisajes que ve, ¿Qué acostumbra a ver con más atención y guardar en su archivo mental?
Tal vez eso le parezca sin importancia, pero, verdaderamente, de todo eso dependen sus actitudes y sus emociones en su vida.
Como usted es lo que piensa y siente, todas sus reacciones dependen de las informaciones que acumula en el día a día.
Si acostumbra a guardar siempre la parte buena, positiva, noble, cuando alguna situación le llegue de improviso, reaccionará con lucidez, con tranquilidad y nobleza.
Pero, si por el contrario, procura alimentar su mente con las desgracias, los hechos negativos, los desequilibrios y las desarmonías humanas, tendrá una reacción correspondiente a su ambiente mental.
Así, si desea mantener, en cualquier situación, la armonía íntima, es saludable buscar alimentación conveniente con sus propósitos.
Cuando abra el periódico, busque alguna cosa que le ofrezca una lectura agradable, sana.
Si usted puede elegir entre varias revistas, opte por aquella que le posibilite reflexiones nobles, que le enriquezca los conocimientos acerca de la vida.
Si tiene tiempo para navegar por internet, no se detenga en las páginas de tenor deprimente o contenido dudoso. no haga de sus archivos mentales una basura.
Busque detenerse en las mejores imágenes que componen el paisaje por donde pasa.
Piense que los problemas existen, que las miserias humanas son una realidad, que los hechos deprimentes pueblan la Tierra.
Pero considere también que, si usted no puede cambiar una situación, no hay motivo para cargarla en su archivo mental.
Por esa razón, busque siempre la mejor parte.  
Al levantarse por la mañana, mire a su alrededor lo que tiene de mejor.
Observe el amanecer, los colores que la naturaleza trae, los paisajes que el día le ofrece.
Contemple la luna, incluso sabiendo que bajo la luna existe la violencia, la injusticia, el dolor... 
Admire el amanecer, aunque tema los peligros que surgen con la oscuridad.
Observe con atención el invierno, incluso que el paisaje no le parezca agradable, pues es la vida que duerme para surgir, aun más exuberante, con la primavera.
Deténgase un poco para observar la sonrisa de un niño, aun cuando no tenga ya relación  con la infancia.
Obrando así, al final de cada día usted tendrá una buena razón para agradecer las oportunidades vividas.
Su vida íntima es alimentada, básicamente, por todo aquello que usted más valora.
Así, si desea nutrir la esperanza, alimente su intimidad con los valores nobles.
Y, si usted quiere construir la paz, enaltézcala con un alimento correspondiente, escogiendo siempre la parte buena de todo lo que le rodea.

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