jueves, 1 de octubre de 2015

DEMOCRACIA


¿ Somos espíritus pero, de dónde venimos?

Cada Espíritu humano somos Energía Divina que se ha ido forjando e individualizando tal vez durante millones de experiencias
en la materia por la que ha pasado a través de los los distintos reinos de la Naturaleza, estando sumidos en un largo proceso de desarrollo contínuo, evolucionando y aprendiendo desde tiempo inmemorial a través de las edades, pasando por tantas y tantas experiencias como ofrecen tantas  existencias en los diversos mundos, alternadas con otros tantos periodos de existencia y  en planos espirituales, en donde nuestro Espíritu con la ayuda de otros que le fueron superiores, nunca dejó de aprender y comprender lo que iba necesitando conquistar para perfeccionarse y aproximarse cada vez más, de grado en grado, a su Fuente de Origen o Meta Divina.
Por lo tanto todos somos espíritus , unos encarnados y otros desencarnados, que existimos por Voluntad del Ser Supremo que nos creó de Sí mismo, siendo desde nuestro comienzo Seres Espirituales . Podríamos ser comparados con una semilla : En nuestra Esencia está el germen que contiene todos Sus atributos, pero en estado latente, con la misión que tenemos de desarrollarlos mediante nuestro esfuerzo y voluntad, para perfeccionándonos gradualmente y así aproximarnos a nuestro Origen, a lo largo de cuantas vidas precisemos para ello.
Venimos a partir de la Esencia Divina que impregna la Creación de la materia. El desarrollo de nuestro Ser aun antes de que existiese como tal, comenzó a formarse gradualmente, a partir de las experiencias que fue acumulando durante su paso por los tres reinos de la Naturaleza por este orden: Reino Mineral, Reino Vegetal, Reino Animal ya como almas grupales en diferentes grados evolutivos, según especies, y por fin entramos en el Reino Hominal como Espíritus sencillos e ignorantes, pero con un potencial infinito de Perfección por desarrollar.
Cuando el alma animal que un día fuimos pasando por diversas especies del mundo animal ya estuvo lo suficientemente evolucionada en cuanto a instintos e inteligencia, esta fue sometida en el Plano Espiritual a un especial proceso de unión con la Energía
Pura de nuestra Fuente Creadora , y a continuación comenzó a desarrollar la conciencia de su Yo en una nueva etapa de su evolución en la experiencia humana.
Esa“Chispa Divina” o Espíritu creado de la Esencia misma de Dios, constituye un Ser individual a semejanza del mismo, con todos sus atributos en estado latente. Con esa unión adquirimos el rango de Alma humana y de Hijos de Dios , y a partir de ahí comenzó nuestro largo periplo evolutivo como Seres espirituales y humanos, atravesando tantas vidas como nos han sido y aún serán necesarias para alcanzar etapas superiores de nuestra evolución espiritual.
Por tanto, en cuanto nuestra parte humana física, ciertamente procedemos de una especie animal evolucionada , seleccionada y acondicionada para albergar el Espíritu humano desde su comienzo evolutivo, siendo este espíritu con su cuerpo espiritual el que en el transcurso de la evolución le ha ido configurando el aspecto humano actual que tenemos cada persona. Pero lo que de verdad y en realidad somos todos los Seres humanos, - Espíritus inmortales- , que como antes dije, nos creó el Padre Eterno que lo ha hecho mediante el mecanismo de la evolución a través de las edades en pos de un retorno a la Divina Perfección.
- Jose Luis Martín -

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Persevera pacientemente en tus estudios, no con el fin de que los hombres te consideren sabio, y ni aún por la felicidad de ser sabio, sino porque tan solo el hombre que sabe puede ayudar sabiamente”.
  • Krishnamurti-
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               LOS MÉDIUMS Y SU MISIÓN

Existen unos seres dotados de ciertas facultades, las cuales
dependen más bien de su constitución física que de la intelectual y
moral, que con el auxilio de ellas se ponen en relación con los seres de ultratumba; los cuales se manifiestan de este modo con sus
hermanos de la Tierra, que todavía no han dejado su vida material,
dándoles así una prueba de su existencia real y positiva.
Estos seres a los cuales se le da el nombre de médiums, es porque
sirven de intermediarios, o más bien de intérpretes entre los
espíritus y los hombres terrestres; desempeñan un gran papel
dentro del mundo moral: por medio de ellos sabemos nuestra
pasada historia puesto que son en cierto modo, los ecos de nuestro
ayer cuando nos refieren, del modo que la humanidad ha ido poco a poco progresando y saliendo de la oscuridad en que se hallaba envuelta en su infancia; todo lo cual es muy hermoso y muy grande; además por ellos ha sido desenvuelto el gran problema de la inmortalidad del alma y goces futuros, por medio de la práctica y del estudio; y hoy lo sabemos positivamente no porque nos lo haya dicho un hombre sabio y eminente, que tan sólo podía decirlo como hipótesis, sino porque nos lo a demostrado el mismo Espíritu
inmortal, con el auxilio de un médium que nos ha dado pruebas;
pero pruebas palpables de su mediumnidad; y el hombre que antes
dudaba se ha convencido de la verdad y ha experimentado ese
placer del conocimiento de los grandes ideales: pero todo eso no es
nada comparado con la misión que viene a cumplir en este mundo
el médium.
Los médiums no tan sólo sirven para mostrarnos la verdad que
existe en el mundo espiritual, que es la inmortalidad de las almas,
sino que sirve para algo más; abraza muchos más conceptos de lo
que generalmente se cree; y, aparte de la grata impresión que nos
causa el podernos comunicar por medio de ellos con los seres que
nos son queridos, debemos considerarlos como instrumentos del
progreso moral, puesto que por su intervención hemos conocido las sanas doctrinas que están llamadas a inundar el mundo con su luz.
Jamás Allan Kardec hubiera escrito el libro de los espíritus, si los
médiums no hubiesen existido, jamás nosotros hubiéramos
alcanzado la dicha y el placer que experimentamos sin su poderoso
auxilio, ni los espíritus jamás se hubieran manifestado a los
hombres terrenales, en todas las épocas y en todos los países, desde la más remota antigüedad sin la existencia de estos seres llamados a esparcir la luz por todas partes.
¡Cuán bella es su misión!. Ellos son los sacerdotes de la religión del porvenir; por medio de ellos se resolverán grandes problemas que hoy la humanidad todavía no comprende; y ganarán mucho las
ciencias que se dediquen al estudio de la verdad por medio de los
poderosos auxiliares que la divina providencia ponga en su camino; porque aparecerán mediumnidades tales que serán el asombro de la humana inteligencia. ¡Ah!, ¡Si todos los médiums comprendiesen la grandeza de su misión! No caerían como caen muchos de ellos en los más graves errores, ni serían el ridículo y la burla de los enemigos de la verdad y del progreso; porque los médiums son instrumentos pasivos, por medio de los cuales los espíritus se comunican según las simpatías que por ellos tienen; así es que tan pronto se elevan en el ideal siendo la admiración de los que tienen el placer de escucharlos, como descienden en los más intrincados laberintos de la confusión y del error.
¿Y cuál es la causa de semejante contraste? ¿Por qué vemos a un
médium dar una conferencia hermosa, que al escucharla parece
que nos sentimos transportados a otras esferas mucho más felices,
que las que por nuestro atraso, mal vivimos; y después este mismo
médium de cuya boca salieron tan dulces verdades, nos aburre con
cosas pueriles y ridículas que son la causa de vacilaciones y de
dudas?. Sin duda alguna la falta de instrucción contribuye mucho
que el médium no tenga todas las protecciones como deberían ser,
dedicadas a desarrollar grandes problemas y poner siempre de
manifiesto la más sana moral, y parte de eso, el convencimiento de
la grandeza de la misión que Dios le ha confiado, la pureza de sus
acciones y la práctica de la caridad.
El médium puesto que conoce prácticamente la verdad debe ser el
que más empeño tenga en practicarla para que no se diga de él lo
que de aquellos que dicen y no hacen; y es mucho más responsable
de sus acciones y de sus palabras, que los que ignoran las sabias
leyes de Dios.
El orgullo y la vanidad son dos cosas gravísimas que debe
desterrar de su corazón todo buen médium, si no quiere caer bajo
dominio de espíritus imperfectos que le arrastrarían a su perdición
obsesándolo: y una vez bajo su dominio, harían de él un juguete de
sus caprichos; por esto los médiums deben ser humildes y si sus
disertaciones son censuradas por hombres de más inteligencia que
ellos, no deben enojarse ni resentirse por ello, pues han de pensar
siempre que pueden muy bien tener una venda en los ojos que les
impida ver sus propios errores; o lo que es igual, que pueden estar fascinados por algún Espíritu que les haga creer lo contrario de
todo lo que dicen o escriben, y hacerles ver con sus halagos que son grandes médiums, y en realidad lo que expresan no son más que grandes disparates. Instrucción, he aquí la gran palabra; caridad y humildad ésta es la práctica y junto con una conducta intachable,los médiums atraerán hacia ellos espíritus superiores y de mucha luz; los cuales formarán a su alrededor una verdadera muralla que les hará inaccesibles a los malos espíritus; puesto que cada obra buena que hagan atraerán hacia ellos espíritus más puros, a la par que se irán separando los del mal, ya que estos se unen a los hombres por afinidad y simpatía. Procurar pues seguir y practicar los consejos del sabio maestro si es que queréis ser los fieles intérpretes del Espíritu de la verdad; y nada tendréis que temer,porque sólo se os comunicarán Espíritus buenos que con sus sabios consejos harán marchar a la humanidad por la senda que conduce a la felicidad eterna; y vosotros después de cumplida vuestra misión seréis elevados a las esferas de la Luz. Sois de los llamados más si no merecéis ser de los elegidos porque os dieron la oportunidad y preferisteis las tinieblas; en ellas andaréis envueltos largos siglos, si no procuráis imitar en cuanto os sea posible, al gran Médium de Dios que descendió a la Tierra para enseñarnos a amar y sufrir; haciéndonos marchar por la senda de la verdad, que es el único camino que conduce a la mansión de los grandes elegidos.

Amalia Domingo Soler
Libro: La Luz del Porvenir




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La muerte de Jesús en la cruz fue una consecuencia del cumplimiento de su misión de traernos su evangelio, lo cual no agradó a los sacerdotes judíos que entonces, tramaron su muerte en la cruz.

Con la práctica real del evangelio, conseguiremos también una sintonía con Dios Padre igual a aquella que Jesús tenía con Él, y hasta le permitió decir que Él y el Padre son uno, pero con cada uno conservando su propia identidad. Y Jesús nos pidió que nosotros nos volviésemos también uno con Él y con Dios Padre: "A fin de que todos sean uno; y como eres tú, ¡Oh Padre!, en mi y yo en tí, también sean ellos en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste". (Juan 17:21)

 Para nuestra salvación, debemos vivenciar realmente el evangelio. Jesús nos lo enseñço con una claridad meridiana: "Todo aquel, pues, que oye mis palabras y las practica, será comparado a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca; y cayó lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa, que no cayó, porque fué edificada sobre roca. Y todo aquel que oyó estas, mis palabras, y no las practica, será comparado a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; cayó la lluvia, desbordaron los ríos, soplaron los vientos y diern con ímpetu sobre aquella casa, y ella se desmoronó, siendo grande su ruina"(Mateo 7:24 a 27). Y "No todo aquel que dice ¡ Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos,sino aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21).

Y el excelso Maestro nos da más ejemplos de que nosotros, para adquirir nuestra salvación, tenemos que irnos muy atrás de sus enseñanzas y ponerlas en práctica. En cuanto, pues, hagamos eso, por más alto que alguien grite que es cristiano, él jamás se salvará. ¿ O será que Jesús nos mintió, enseñándonos cosas equivocadas?. No, está claro que su enseñanza para nuestra redención es verdadera, pues el Espíritu humano de Jesús no es un demonio (daimon) malo o angel  malo, sino un Espíritiu angélico buenísimo, de los de la más alta jerarquía de los ángeles.  "En toda la angustia de ellos, fue él angustiado, y el Angel de su presencia los salvó; por su amor y por su compasión él los redimió, los tomó y los condujo todos los días de la antiguedad" (Isaias 63:9)

Jesús es, realmente, el Salvador del mundo, pero no con su sangre derramada, sino con la enseñanza de su evangelio y nuestra vivencia de él. Y su muerte fue realmente una consecuencia de esa, su enseñanza, y no la causa. Una mini-parabola para que endentamos eso. Un niño es llevado por la inundación. Un hombre entra en el agua para salvarlo y lo consigue, entregándose a otra persona. Pero ese hombre heróico, cae, y llevado por la corriente muere ahogado. Su muerte es una consecuencia de su heroísmo de salvar al niño y no a causa de la salvación del niño.

Así también  la muerte de Jesús,  es igualmente, como ya dijimos, una consecuencia del cumplimiento de su misión. Si no aceptamos esa verdad incuestionable, rompamos entonces el evangelio, pues para nada nos serviría, y quedémonos con la falsa salvación de picardía, de ociosidad, de gracia y de pereza, cuando es tan diicil pasar por la puerta estrecha !


José Reis Chaves (Belo Horizonte/SP)

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                                       DEMOCRACIA


  

   Democracia es palabra de origen griego que significa del pueblo. En esencia, es el régimen de gobierno que se caracteriza por la libertad  del acto  electoral, por la división de los poderes  y por el control de autoridad.
Cuando se habla de democracia, de un modo general, se dice que el vocablo está desgastado, que verdaderamente no existe democracia.

     Tal vez todo dependa de cómo entendemos la cuestión.

     Nos acordamos de que, cuando estalló la Guerra de Corea,  la negra americana Mary Jane Mac Leod Bethune era una figura reverenciada en el mundo. Consejero de la UNESCO y las Naciones Unidas para las cuestiones raciales.

     Cierta vez, ella estaba atravesando el corredor, exclusivo para negros, en el aeropuerto de una ciudad  del Sur de los Estados Unidos.

     Un muchacho blanco saltó alrededor, la abrazó con fuerza y ella llamó a su madre entre lágrimas.

     El colega que con él estaba lo reprendió, diciendo: ¿Usted está loco? ¿No percibe  que actuó de forma ridícula?  

¡Saltar la valla e ir abrazar a una mujer negra!

     El joven, aún emocionado por el propio gesto, explicó: es a causa de esta negra  que yo voy a dar mi vida en Corea.

     Cuando fui convocado para la guerra, en un país que  jamás yo había oído mencionar el nombre,  fui hasta mi profesor de geografía y pregunté: ¿Dónde queda esa Corea?

Él me mostró en el mapa una región miserable, perdida, que yo no sé  quien está allá.

     Y yo voy para allá, porque me dijeron que voy a salvar a la democracia, que aprendí de esta negra, que ama  a todos los hombres sin preguntar el nombre , el color, la raza o la  creencia.

     Como se  percibe, hay muchas formas de entender la democracia. Para el joven americano, el camino de la guerra, significaba amor, igualdad, defensa de los derechos.

El partía para luchar por lo que creía ser lo mejor.

     La democracia, por tanto,  es construida   por todos y cada uno. Cuando respetemos el derecho ajeno, cuando  actuemos con honestidad y nobleza, estamos ejerciendo el derecho democrático.

     Estamos afirmando, a través de gestos y actos, que creemos en el régimen del pueblo por el pueblo, para el pueblo.

     Y los pueblos somos todos nosotros. Pobres, ricos, intelectuales, iletrados negros, blancos, amarillos.

     Cuando comencemos a mirar para  el que sigue a nuestro lado en el autobús, en la calle, en el trabajo, en la escuela como nuestro hermano,  espíritu en lucha como  nosotros mismos, estaremos comenzando a aplicar la cartilla de la verdadera democracia.

  Entonces,  el fuerte será escudo del más débil, el poderoso amparará  al frágil y todos, hermanados, seguiremos  por las vías del progreso,  con las manos dadas,  con paso cierto y seguro.

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