viernes, 15 de diciembre de 2017

El Autismo en una visión Espírita



Hoy os ofrezco los siguientes trabajos:

- Bautismo
- El Autismo en una visión Espírita
- La Educación como base para un mundo nuevo
- Cruzar la puerta




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BAUTISMO


"Y los que oyeron fueron bautizados en nombre del Señor Jesús." - (Hechos, 19:5.)

En los distintos departamentos de la actividad cristiana, en todos los tiempos, surgen controversias relativas a los problemas del bautismo en la fe.

El sacerdocio creó para eso, ceremonial y sacramentos. Hay bautismos de recién nacidos, en la Iglesia Romana; en otros centros evangélicos  hay bautismo de personas adultas. No obstante, el creyente podría analizar debidamente el asunto, extrayendo mejores  hilaciones con la ascendencia de la lógica. La renovación espiritual no se verificara tan solo con el hecho de aplicarse más agua o menos agua o con la circunstancia de procesarse la solemnidad exterior en esa o en aquella edad física del candidato.

Determinadas ceremonias materiales, en ese sentido, eran comprensibles en las épocas remotas en que fueron empleadas.

Sabemos que el curso primario, en la instrucción infantil, necesita de colaboración de figuras para que la memoria del niño atraviese los umbrales del conocimiento.

El Evangelio, entretanto, en sus luces ocultas, hace inmensa claridad sobre la cuestión del bautismo.

"Y los que oyeron fueron bautizados en hombre de Jesús. "

Ahí reside la sublime verdad. La bendita renovación del alma pertenece a aquellos que oyeron las enseñanzas del Maestro Divino, ejercitándoles la práctica. Muchos reciben noticias del Evangelio, todos los días, mas solamente los que oven estarán transformados.


    El bautismo  es un ceremonial que se inició en el seno de algunas religiones y viene a significar  simbólicamente un inicio, una renovación, un  peldaño más que se asciende en la infinita escalera evolutiva espiritual. En la actualidad la idea del bautismo como iniciación, se ha extendido a otros ámbitos sociales. Así se habla de bautismo en el deporte, en los acontecimientos de inauguración empresarial, en  las experiencias bélicas cuando se habla de “ bautismo  de fuego”, etc.

    Al mismo tiempo, la idea supone muchas veces  la significación de una entrada en algo más grande, mejor o más perfecto.  Significa también estreno, prueba de algo por primera vez. En definitiva, lo que se  supone  la palabra bautismo, referido en  su aspecto religioso,  es que es un cambio de etapa en la vida de una persona.

   El bautismo en si mismo, no está libre de fuertes connotaciones religiosas, pues las religiones lo  crearon y lo adoptaron como ceremonia de iniciación, aportando cada una sus particulares rituales diferenciadores, que indicaban que el neófito entraba  a formar parte de la iglesia  o comunidad en cuestión, o que sus pecados le eran perdonados por este ritual que ,como todos, tiene algo de mágico o de sobrenatural.

    Puesto que en el caso de las religiones el bautismo supone la admisión de un nuevo ser que aumenta el número de los fieles de tal religión, esta ceremonia que le acompaña supone una ceremonia  festiva  de bienvenida,  porque para todas las sociedades humanas y para todas las iglesias, el tener más miembros, les hace sentirse mas fuertes y mas seguros en medio de sus convicciones y de la sociedad en donde existen.

    Se dirá: “ Pero si el propio Jesús quiso ser bautizado, por qué no lo íbamos a ser nosotros también?”.
Las iglesias cristianas a esta ceremonia le han dado el significado de que no solo se pasa  formar parte de  ellas por  este modo, al que han dado el título de “Sacramento”,  sino de que  el  llamado pecado “original” que a todos se nos achaca por el hecho de existir, como herencia maldita del pecado de nuestros primeros padres,  desaparece con la ceremonia, o que es “lavado” en ella por el agua, y por lo  tanto perdonado.( Es de hacerse notar que este agua, normalmente no es un agua cualquiera, sino un agua “bendecida”, esto es, que contiene unas propiedades sobrenaturales o místicas especiales.

     En primer lugar he de decir que en los tiempos de Jesús esa ceremonia ya existía entre los judíos  junto a la de la circuncisión ( a la que Jesús también  ué fsometido, como todos los niños varones de su entorno), y con ella iniciaban  o admitían a los “conversos”. Jesús  siempre fue del criterio  diferenciador de dar a Cesar lo que es de él y a Dios lo que es de Dios, por tanto dando ejemplo de sumisión a las leyes y normas religiosas establecidas por la sociedad de su época,  se sometió de buen grado al bautismo en el río Jordán de manos de su primo Juan,  sin embargo   Jesús no tenía por si mismo necesidad alguna de someterse a esa ceremonia, porque El ya estaba desde el nacimiento   formando parte de  la comunidad y religión judaica,  en la que estaba censado, y  había sido sometido a la circuncisión . Por lo demás, si el bautismo lavaba el pecado original, Jesús estaba  libre de él por ser un Ser Superior en misión
entre los humanos.  Por otra parte ese pecado original que se pretende que borre el bautismo, o mejor dicho, su ceremonia, nunca ha existido, porque  si tal cosa pudiese ser admitida, ello  contradeciría la infinita perfección del Creador. El  auténtico pecado original que portamos al nacer, es el de nuestro propio pasado deudor como espíritus inmortales que somos,  con la ley de Causa y Efecto, y este pasado o karma, no se lava con agua ni con ceremonias religiosas, sino rectificando conductas y comportamientos y haciendo el bien en donde antes hicimos mal.

   El verdadero bautismo bien entendido, debe ser el de la persona que no solo conoce el Evangelio de Jesús, sino que responde a su  llamada,  haciendo y asumiendo siempre la Voluntad del Padre, lo que indefectiblemente conlleva un proceso de  cambio y perfeccionamiento del espíritu, pues esa es la meta de todos y el sentido final de esta vida.  Y siendo  este bautismo algo íntimo en el espíritu encarnado ,cada vez que se humilla ante Dios a quien pide perdón y ante el que desea rescatar su falta, cada vez que caemos en el camino de la evolución que suponen las pruebas en las  vidas terrenales, y nos queremos levantar de nuevo  poniendo los ojos y la fe en la misericordia del Padre, estamos renovando ese bautismo auténtico del espíritu que no necesita de ceremonias ni de rituales  para ser lo que en realidad es: Una nueva oportunidad  que el Creador nos otorga  para  rectificar los errores del alma con su  ayuda , que es la que nos brinda el mundo espiritual.

- José Luis Martín -.

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EL AUTISMO EN UNA VISIÓN ESPÍRITA

    No pudiendo los espíritus perfeccionarse a no ser por medio de las tribulaciones de la existencia corpórea, ¿se sigue que la vida material sea una especie de crisol o depurador por donde tienen que pasar todos los seres del mundo espiritual  para alcanzar la perfección ?.
    Si, es exactamente así. Ellos se mejoran por medio de esas pruebas, evitando el mal y practicando el bien; lo logran al cabo de más o menos largo tiempo, conforme a los esfuerzos que empeñan; solamente después de muchas encarnaciones o depuraciones sucesivas, alcanzan la finalidad que tienen."
- El Libro de los Espíritus- cuestión nº 196

    Según la Organización Mundial de la Salud,  el autismo es un trastorno invasivo del desarrollo,  definido por la presencia de un desarrollo anormal que se manifiesta antes de la edad de tres años y por el funcionamiento anormal en tres áreas: Interacción social, comunicación y comportamiento restringido o repetitivo.

(.....) Investigaciones, apuntan a que disfunciones neurológicas ( como disfunciones de las neuronas espejo), producen repercusiones de naturaleza autística, pero continuaremos con la pregunta mayor: ¿Qué causas producen las disfunciones neurológicas?. Si la responsabilidad fuese atribuida a los genes, la pregunta se descoloca y se reformula así:
 ¿ Qué causas producen averías en los complejos encajes genéticos?.
Comprendemos que a pesar de los avances científicos, el autismo permanece en un misterio, un desafío, un enigma que solo se revelará más claramente a nuestro entendimiento, a partir de la introducción de la realidad espiritual aclarada por la Doctrina Espírita.
    Según el escritor espírita Herminio C. Miranda,el autismo es un rechazo del Espíritu a la encarnación.  Él reencarna y no quiere participar  ni interactuar con nadie, aislándose del mundo.
    No es una persona perturbada ni un enfermo mental, solamente es una persona que tiene un gran conflicto. También el Dr. Alves de Souza, médico neurólogo, en el prefacio del libro de Herminio C. Miranda, afirma que fueren cuales fueren los mecanismos neurológicos envueltos en la génesis del autismo, indudablemente su causa inicial está en las experiencias progresivas y en las necesidades Kármicas del Espíritu reencarnante.

    En ese estado psicológico conflicivo que lleva a la persona a quedarse en su propio mundo, aislándose en gran medida del mundo exterior, hay débitos pasados muy graves, acompañados normalmente ,por la consecuente obsesión espiritual.

    Según la literatura espírita, el autismo, resulta de graves  desvíos del comportamiento en el pasado, de tentativas de afrontar las leyes que rigen el universo. Entre el pasado de faltas y las posibles alteraciones genéticas, neurológicas y mentales del autismo, encontramos un enlace que liga esos dos momentos distintos. Este enlace es el propio proceso de la reencarnación. Aquí evidencia la formación del autismo, que se expresa en dos posibilidades. En la primera está el reencarnante con profundas lesiones periespirituales, produciendo alteraciones neurológicas y la correspondiente formación del autismo, conduciéndole a la expiación. En la segunda, el Espíritu reencarnante rechaza la reencarnación expiatoria encerrándose en rebeldía y desarrollando la auto-obsesión, llegando a la formación del autismo.

    En la primera posibilidad la conciencia del reencarnante, marcada por el comportamiento equivocado y por la culpa, acarreó severos daños en el periespíritu y las consiguientes lesiones en el sistema nervioso central, generando la incapacidad para gobernar un cuerpo sano en la actual encarnación. En este caso, la entidad espiritual queda aprisionada en un cuerpo deficiente, sin conseguir establecer comunicación con el mundo exterior. Esta línea de entendimiento de formación del autismo es defendida por algunos estudiosos que creen que algunos autistas hacen angustiosas tentativas de entenderse con el mundo exterior.

    Hay casos conocidos en la literatura de autistas que alcanzaron cierta mejora y relataron que muchas veces entendían lo que las personas les decían, pero no sabían como responder verbalmente. Por eso recurrían a los gritos y al agitar de manos, como único mecanismo de comunicación que disponían.

     En la segunda posibilidad de relación entre el pasado de faltas y el autismo, tenemos al indivíduo con la conciencia marcada por la culpa, temiendo coger las consecuencias de una nueva existencia, rechazando la reencarnación, provocando el desarrollo de las caracerísticas autísticas. En el libro "Locura y obsesión", de Manuel Philomeno de Miranda, encontramos la confirmación de la hipótesis del rechazo a la reencarnación. En los capítulos  7 al 18, el Doctor Bezerra de Menezes  explica que el indivíduo con la conciencia culpable es reconducido a la reencarnación, y acaba buscando el encarcelamiento orgánico para huír de sus víctimas y apagar los recuerdos que le atormentan.

    Ante lo expuesto, es importante que reflexionemos un poco sobre nuestra existencia y la de quien reencarna en el autismo, como propone el escritor espírita y director del Proyecto Espiritizar, Alirio Cerquería Filho, cuando infiere que el sentido mayor de la existencia del Espíritu inmortal, creado para  evolucionar, según la Voluntad de Dios, es el de someterse a Sus Leyes, transcendiendo el ego y desenvolviéndose esencialmente. El ha escrito que Dios creó las Leyes Morales y una ley biológica conectada intimanente a las leyes Morales, la  Ley de la Reencarnación. Es por medio de esa ley que el Espíritu se transforma en un ser conciencial, elevándose gradualmente, por medio de la voluntad, transformando pensamientos y sentimientos en las varias existencias sucesivas.

   De esta forma, si lo que causa la predisposición genética y las disfunciones neurológicas, son las faltas del pasado asociadas a la rebeldía y a la tentativa de burlar las Leyes Divinas, podemos entender que ese proceso del autismo, cuando Alirio Cerqueira escribe sobre la cuestión 115 del Libro de los Espíritus, explicando que el murmullo es el proceso circunstancial de revuelta insumisa al propósito existencial, que puede durar  mas o menos tiempo y tener diferentes grados de manifestación, desde el vacío existencial, pasando por el abandono existencial, pudiendo llegar al estado de aislamiento  existencial.

    Según Alirio Cerqueira,  todo conflicto existencial es resultante del movimiento del indivíduo al intentar enfrentar las Leyes Divinas, sin estar dispuesto a desarollar en diversas circunstancias las diversas virtudes a que la vida  invita. Al hacerlo así , el indivíduo genera para si mismo un estado  de inquietud ansiosa , procedente del distanciamiento de la Voluntad Divina, pues no se dispone a conectar su voluntad con la Voluntad de Dios, direccionando adecuadamente nuestros pensamientos y sentimientos.

     En este sentido entendemos que el autismo no es un castigo, porque no existe una ley de punición, sino un instrumento que dará el aprendizaje a través de la Ley de Causa y Efecto, que convida al Espíritu al ajuste de la conciencia ética  fustigada por el arrepentimiento o el remordimiento y deseosa de pacificarse. De este modo, los conflictos existenciales son invitaciones para que el Espíritu pueda desarrollar el propósito existencial, trabajando en función de la superación de los mismos por la conexión con las Leyes Divinas y la disposición para desarrollar las virtudes esenciales, elevando su estado de conciencia en la vertical de la Vida, resultando en una comunión consigo mismo en esencia y con Dios.

La importancia de los padres en la vida del Autista

   Es de gran importancia la contribución  que  los padres o responsables, en la tarea de co-creadores con Dios, pueden realizar a través de la educación para auxiliar  al Autista  en el proceso de autoliberarse de la situación en que se encuentra.

     Chico Xavier dice que el Autismo es un caso muy serio, pues la persona no se apega para nada a la Tierra, nada de aquí le interesa y con eso va perdiendo la voluntad de permanecer en el cuerpo, vive en un mundo solamente de él, ajeno a todo a su rededor. Chico afirma que cabe a los padres , principalmente a la madre, la tarea de conversar mucho con la criatura, buscando hacer que el espíritu se interese por alguna cosa, convenciéndolo de que la Tierra no es tan cruel así, para que él se quede aquí. Es una tarea de mucha paciencia y amor, pues el espíritu inmortal  está en su plena consciencia y percibe lo que ocurre a su rededor, aunque "encapsulado" en sí mismo.

     En este sentido Divaldo Franco nos orienta una actitud que los padres pueden utilizar, y es la de esperar a que el niño se duerma para conversar con él, pues la conversación es captada por el inconsciente(Espíritu). Hable despacio y pausadamente: "Estamos contentos de que estés entre nosotros", "tienes muchas cosas por hacer en la Tierra"; "vas a ser feliz en esta vida "; "te  amamos mucho"; "todo va a salir bien", etc

     Por fin, recurrimos al Espíritu Honorio, a través de la mediumnidad del escritor y médium  Afro Stfanini, orientando que hay un medio que nuestra querida hermana Emiliana Ducena , nos está llamando al entendimiento: el punto central es el Amor de Dios por nosotros. En este sentido, para la reflexión del pensamiento infantil sobre la práctica de las virtudes, es necesario situar el cuanto Dios nos ama, independientemente de las situaciones. "Cuando el niño siente en sí un sentimiento que no le hace bien, debe ser llevado a reflexionar por medio de historias sobre la presencia amorosa de Dios, que es independiente de la actitud equivocada, Dios nos ama y lo que quiere es que estemos bien, o sea, que la criatura se sienta amparada , segura, acogida".

    Jose Romildo Magalhaes, coordinador de "Soporte de las FEMT Regionales" y facilitador del Proyecto "Espiritizar", de la Federación espírita del Estado de Mato Grosso

- Jorge Hessen- Periodista, Profesor,Historiador, articulista y orador.


                                                       





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LA EDUCACIÓN COMO BASE PARA UN 
                           MUNDO NUEVO


Como se observa, desde el punto de vista doctrinario, existen esos aspectos determinantes de la patología, el autista es un ser que por algún motivo no  "encajó" en el mundo material. Permanece escondido tras el aterrizaje en la experiencia carnal y espiritual. Muchas veces, incluso se observa en algunos casos, que no hay propiamente autismo, sino espectros autísticos, grados y niveles de disturbios mentales y emocionales.  Así, lo máximo que se podría afirmar,en términos de consenso, sería decir que entre los síntomas básicos atribuidos al síndrome, cada autista representa diferentes énfasis  sobre esta o aquella característica intrínseca. Porque amurallado dentro de sí mismo, el autista vive en un mundo de aislamiento. Los científicos que buscan implosionar esa barrera, trabajan basados en hipótesis diversas y conflictivas, utilizando una gama inmensa de enfoques y terapias.  Podemos reafirmar entonces que el autismo es una corrección natural de la vida , impuesta al Espíritu, objetivando la restricción de su relacionamiento con los que le rodean. No obstante, eso no impide que el Espíritu reciba las manifestaciones de afecto y cariño que se le dedican, y ciertamente, gracias a esas impresiones vigorosas de amor, contribuirán a minimizar la alienación temporal en que vive, y quien sabe, acelerar su cura.

«Es por la Educación, más que por la Instrucción, que se transformará la Humanidad.» Allan Kardec 

Basta echar una mirada a nuestro alrededor para ver que nuestro mundo avanza inexorablemente. A lo largo del siglo XX los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos consiguieron cambiar y mejorar nuestras vidas, nuestras sociedades. Tal es así, que hoy ya nadie duda de que en la última centuria la humanidad ha avanzado más, y más rápidamente, que en todos los siglos anteriores. Hemos conseguido modificar nuestro entorno, el clima, prevenir y curar enfermedades, mejorar la calidad de nuestros alimentos, prolongar la esperanza de vida, etc.

   En el aspecto intelectual hemos hecho grandes logros, eso es indiscutible. Sin embargo, no hemos conseguido acompañar este progreso intelectual y tecnológico con el progreso moral que ha de acompañar nuestra evolución. Así, aún observamos con dolor la máquina de la guerra arrasar pueblos, al hambre y la pobreza campar a lo largo y ancho de este mundo, como fruto del egoísmo y el orgullo, que son las grandes lacras de la humanidad. Este progreso material, si no va unido a la comprensión de las leyes morales que rigen la Vida y el Universo entero, es estéril.

    Vivimos momentos decisivos en los que los sistemas antiguos se van desmoronando uno a uno, quizá porque sus bases, sus pilares, no estaban edificados sobre la dura roca de los valores imperecederos. Sin duda, estamos ante los tiempos de cambio tantas veces anunciados por la Espiritualidad Mayor a través de los diferentes mensajeros que nos han visitado. El tránsito entre este Mundo de expiación y el Mundo de regeneración sólo puede procesarse con la mejoría gradual de quienes lo habitamos.

   Este cambio no habrá de operarse bruscamente, pues la evolución se procesa muy lentamente, como ya sabemos. Sin embargo, el progreso es imparable y está en nuestras manos cooperar para que se procese de manera adecuada.

     La Tierra, en las palabras de los espíritus, no tendrá que transformarse a través de un cataclismo físico que, de repente, vaya a aniquilar a toda una generación. La actual desaparece gradualmente y la nueva seguirá de la misma manera, sin ningún cambio en el orden natural de las cosas... Para ello, la educación se erige como la herramienta fundamental que habrá de favorecerlo. Y no hablamos aquí de la educación que va dirigida a instruir las mentes, sino a aquella otra que tiene como objetivo despertar al hombre para sus responsabilidades presentes y futuras. Aquella que habla al hombre de su inmortalidad, de su origen y destino, de su filiación espiritual y de su contribución como parte fundamental que es de la creación.

     La Doctrina Espírita tiene como objetivo la reforma integral de ser ofreciéndole las respuestas adecuadas a cuantas preguntas pueda hacerse, preparándolo para enfrentar todos los acontecimientos de la vida, todas las adversidades según la propuesta que nos trae el Evangelio.

    Precisamos saber que el niño es un espíritu, creado por Dios, ora viviendo en el plano espiritual, ora respirando en un cuerpo material. El niño es, antes que nada, un Espíritu reencarnado, un alma que recomienza una nueva existencia en la carne.

    Como ser espiritual que es, trae todo un bagaje acumulado a lo largo de su trayectoria evolutiva, y su destino es toda la perfección de la que sea susceptible. Y, para eso, cuenta con todo el tiempo necesario, pues su esfuerzo de perfeccionamiento no se circunscribe a una sola existencia terrena. En el cuerpo o fuera de él, continúa su tarea evolutiva y su caminata con destino a la conquista de la felicidad a la que todos estamos destinados.

    La función de la reencarnación es fundamentalmente educativa. Es la nueva oportunidad para rehacer los caminos, aprender a través de las distintas experiencias y rescatar aquellos errores que cometimos en nuestra andadura. Todo ello perdería su sentido si el Espíritu no fuese internado en un cuerpo infantil. A través de ese proceso de renovación de la vida y del olvido necesario con respecto al pasado, él puede construir una nueva personalidad, mejor y más íntegra, puede rescatar sus débitos sin verse continuamente oprimido por el sentimiento de culpa y vergüenza por su pasado, puede convivir con antiguos enemigos transformados en parientes; modificando sentimientos y rehaciendo relaciones, puede absorber nuevos conocimientos aumentando su bagaje universal. Es así que la familia, principalmente los padres y el entorno, son responsables de procurarles cuantas herramientas sean precisas para que el proceso educativo se lleve adelante con éxito.

    La Educación Espírita es el único medio de sembrar en el espíritu del niño, desde el amanecer de la vida, la comprensión de la importancia de la práctica en el bien, la adquisición de la moral y del saber, para que alcance el crepúsculo físico consciente de sus conquistas espirituales, conociéndose a sí mismo e integrándose en el Universo como colaborador de la Divinidad Suprema. El Espíritu infantil permanece maleable a las impresiones que recibe, más receptivo y permeable. Esas impresiones serán determinantes en su existencia actual y hasta en próximas vidas. De ahí nuestra responsabilidad con la Educación.

    Educar, pues, dentro de la concepción Espírita es no sólo ofrecer los conocimientos del Espiritismo sino también envolver al niño, al joven, en una atmósfera de responsabilidad, de respeto a la vida, de fe en Dios, de consideración y amor a los semejantes, de valorización de las oportunidades recibidas, de trabajo constructivo y de integración consigo mismo, con el prójimo y con Dios.

    Si queremos mejorar nuestra sociedad, nuestro mundo, tendremos que empezar por mejorar los miembros que la componen, procurándoles amparo, orientación, para que puedan cumplir con el luminoso futuro que les espera. El hombre será lo que de su infancia se haga.

    Los tiempos son llegados, nos dicen los Espíritus, y en Jesús y Kardec encontramos los máximos ejemplos en cuanto a lo que a la Educación se refiere. La construcción moral del Mundo Nuevo depende de que seamos capaces de llevar a cabo la transformación de los hombres en hombres de bien, y la piedra angular, tal y como nos dice el venerable espíritu Bezerra de Menezes, es el Amor.

    Es imperioso que estemos atentos a este proceso de transformación, contribuyendo de esta forma, con nuestra parte, en la regeneración de la Humanidad, pues ésta será más rápida o más larga en función del esfuerzo que cada uno, individualmente, haga en beneficio de la colectividad.

   Hay un gran progreso aún a ser implementado: Hacer que el amor, la fraternidad, la solidaridad sean una realidad, para asegurar el bienestar moral. Ya no es sólo desarrollar la inteligencia lo que los hombres necesitan, sino elevar el sentimiento…

    Sepamos pues cuidar de nuestros niños, de nuestros jóvenes, moldeándoles el carácter y la personalidad sobre las enseñanzas de Jesús a la Luz de la Doctrina Espírita y estaremos contribuyendo a la formación de adultos más equilibrados y conscientes de sus responsabilidades en la construcción del Mundo del tercer milenio.

    El tiempo es ahora. No eludamos nuestra responsabilidad en la construcción del Nuevo Mundo que nos espera.

     «Unámonos, que la tarea es de todos nosotros. Solamente la unión nos proporciona fuerzas para el cumplimiento de nuestros servicios, trayendo la fraternidad por lema y la humildad por garantía de éxito» (Bezerra de Menezes)

- Comisión de Educación de la FEE-
Revista nº 7 de la FEE


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             CRUZAR LA PUERTA 





    Existen dos mundos. Uno, el cotidiano, el que tocamos, sentimos y percibimos, por el que nos movemos. Otro, el que está más allá de nuestros sentidos despiertos, donde se originan las causas que provocan los efectos en el primero, el que se sueña, el que se imagina. 

     Este segundo mundo compenetra al primero como el agua compenetra a la esponja, pero no se ve, sólo se percibe a través de sentidos desarrollados de una mente sin limitaciones, de una mente libre y serena. 

    Existen dos mundos y entre ellos existe una puerta, una vía de entrada del primero al segundo. Pero dicha puerta sólo puede ser localizada por el buscador que haya superado las pruebas pertinentes y sólo puede ser cruzada por quien sea digno de conocer los misterios sagrados de la vida, de la creación, del Creador y de su Idea o Proyecto. 

    Al hombre se le enseñó a creer y a confiar sólo en la existencia del primer mundo; también se le enseñó a temer y a desconfiar de la posible existencia del segundo. Eso fue así para que limitase su existencia a la simplicidad de la vida en el primer mundo, al sinsentido de los conceptos, a la búsqueda de valores tan efímeros como riqueza, bienestar, felicidad, valores que, además, siempre estarían bajo la tutela de unos pocos, quienes como si de "dioses" se tratara, los administraran como si dependieran de su generosidad, no de derechos naturales de la criatura humana. 

    Al hombre se le educó para que confiara su libertad a otros, para que otros administraran su existencia. Por eso, el primer mundo es el sinsentido de la eterna repetición, de la eterna búsqueda de lo absurdo, del eterno movimiento en círculo, sin salida, sin esperanza. 
  
    Para situarse ante la Puerta que da acceso al segundo mundo, hay que negar todo lo que el primero ofrece, hay que atreverse a romper con los lazos de la materia, con la necesidad de poseer, con el egoísmo, con la dependencia de otros que luego te esclavizan para su provecho personal. 

   Para situarse ante la Puerta hay que aceptar la más absoluta soledad, la soledad que te muestra que el sendero sólo lo puedas recorrer con tu propia fuerza, con tu propia decisión, con tu propio valor. 

   Y cuando llegues y llames a la Puerta, el Guardián de la Puerta revisará tu desnudez, porque sólo puedes pasar con lo que eres, no con lo que tienes. Sólo tu Luz te abrirá la Puerta, porque tu Luz es la expresión de tu Esencia, de tu Verdad, tu propia y personal clave secreta, única e irrepetible, lo único que es reconocido más allá de la Puerta, en el segundo mundo. 

   Y si consigues entrar en el segundo mundo, verás que allí es donde los sueños se convierten en realidad, donde las energías son vidas y las vidas son criaturas poderosas que están a tu servicio. Descubrirás que todo lo del primer mundo pierde interés, porque todo es una desviación de lo que en un Origen fue auténtico y que sigue conservándose auténtico en ese lugar donde estás. 

     Los valores, los conceptos, las ideas, todo son energías vivas y en movimiento, susceptibles de ser mejoradas, pero nunca manipuladas. 

     Verás que el tiempo deja de existir y que todo es espacio, un infinito y cambiante espacio donde puedes dibujar, crear, experimentar, aprender, participar. Un espacio vivo, que late con el ritmo de una poderosa Mente que lo hizo posible, así como todo lo que en él vive. 

     Te sentirás niño, infinitamente pequeño, pero a la vez infinitamente libre para moverte y aprender de todo. 

    Tendrás que aprender rápidamente a controlar tu mente, porque tus pensamientos serán instantáneamente recogidos y plasmados por criaturas, ángeles, que les darán vida. 

    Te sentirás como un Dios y a la vez como un principiante, y comprenderás entonces las palabras del Maestro Jesús cuando hablaba del Reino de su Padre y de que para entrar en él había que volverse como niños. 

    Pero eso será para quien venza la ilusión del primer mundo, la mentira creada, la limitación admitida. 

   Existen dos mundos y entre ellos una Puerta que permanece abierta para quien esté dispuesto a volverse niño. 

    No se puede pasar con nada, sólo con lo que tú eres. 

    Ese es el verdadero Nacimiento, el verdadero sentido de la Navidad. 

    Por eso Jesús nació, para decir a la humanidad que existía el segundo mundo y para mostrar el camino hacia él. Inténtalo, merece la pena. 

¡FELIZ NAVIDAD...!

             ( de Autor desconocido)         


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