miércoles, 2 de noviembre de 2016

AGRADECEMOS

Mensajes: 

La fe y la caridad 

Os dije últimamente, mis queridos hijos, que la caridad sin la fe, no bastaría para mantener entre los hombres un orden social capaz de hacerles felices. Debería haber dicho que la caridad es imposible sin la fe. Podréis muy bien encontrar, en verdad, rasgos generosos aun en la persona que no tiene religión, pero esa caridad austera que sólo se ejerce por abnegación, por el sacrificio constante de todo interés egoísta, sólo la fe puede inspirarla, porque sólo ella puede hacernos llevar con ánimo y perseverancia la cruz de esta vida. 

Sí, hijos mios; en vano el hombre, ávido de goces, quisiera engañarse sobre su destino en la tierra, sosteniendo que le es permitido el ocuparse sólo de su felicidad. 

Ciertamente Dios nos creó para ser felices en la eternidad; sin embargo, la vida terrestre debe únicamente servir para nuestro perfeccionamiento moral, el cual se adquiere más fácilmente con la ayuda de los órganos y del mundo material. Sin contar las vicisitudes ordinarias de la vida, la diversidad de vuestros gustos, de vuestras inclinaciones y de vuestras necesidades, son también un medio de perfeccionaros, ejercitándose en la caridad. Porque sólo a costa de concesiones y de sacrificios mutuos podréis mantener la armonía entre elementos tan diversos. 

Sin embargo, tendríais razón afirmando que la felicidad está destinada al hombre en la tierra, si la buscáseis, no en goces materiales, sino en el bien. La historia de la cristiandad habla de los mártires que iban al suplicio con alegría; hoy, en vuestra sociedad, no hay necesidad, para ser cristiano, ni del holocausto, ni del martirio, ni del sacrificio de la vida, sino única y sencillamente del sacrificio de vuestro egoísmo, de vuestro orgullo y de vuestra vanidad. Triunfaréis si la caridad os inspira y si la fe os sostiene. (Espíritu protector, Cracovia, 1861). 

Extraído de: "El El Evangelio según el Espiritismo" - Allan Kardec

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Carta de Motivación 

Esta es una Carta de Motivación para quien este pasando por un momento difícil. Por favor lee y comparte con otros esta carta de motivación. 



Yo sé de esos días tristes donde la fuerza y la luz se extinguen. Esos días en los que las lágrimas llegan y la soledad persigue. En los que parece que todo está perdido, que no hay salidas, que no hay caminos. 
Sin embargo, al igual que yo, tú sabes que no hay días que duren para siempre, y que solo existen días tristes porque nosotros dejamos que existan. Maravillosamente el tiempo no se detiene, somos nosotros quienes por desesperación o necedad nos detenemos en él. 

Sigue caminando, sigue luchando, dale cuerda a tu reloj personal. No te detengas por sin-sabores y sin-remedios. Continúa, que tantas experiencias radiantes están esperando por ti. Cuando la angustia llegue, cuando la depresión acose, míralas pero no las abraces, contémplalas pero no las invites. Tu posees el poder para llorar y para reír. Elige reir. Elige los días alegres. 
Hay momentos de llanto y de soles negros y de lunas rotas, pero son solo eso: MOMENTOS, no los conviertas en días, en semanas, en meses. Si alguien te dio la espalda, si alguien lastimó tu corazón, si alguien te dejo para siempre, por supuesto que vas a estar triste y vas a sufrir, pero no hagas tu dolor eterno, ponle un final a la angustia y decide que hasta aquí llegó, porque de ahí en adelante vas a sonreír, vas a sacudirte las malas energías, vas a buscar la luz, la alegría, el entusiasmo y todas las posibles razones para ser feliz. 

Amigo, amiga, en la vida siempre vas a tener buenas y malas experiencias, buenas y malas compañías, buenos y malos consejos, pero depende de ti prestar atención y enfocarte en lo positivo, lo bello, lo útil. No permitas que una mala mirada, una mala palabra, una mala acción te quite EL GOZO DE EXISTIR. 

                                                   * * * * * 

Resignación y fortaleza que hay cosas en la vida que te ofrecerán alegría y otras que te ofrecerán tristezas, pero que depende de ti extender tus manos con buena actitud, con la seguridad que van a colaborar a tu bienestar espiritual y mental.

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CADA NUEVA REVELACIÓN

Cada nueva revelación es una continuación de la anterior. Este es el carácter del Espiritualismo Moderno, que aporta una enseñanza, un conocimiento más completo del papel del ser humano, una revelación de los poderes ocultos en él y también de sus relaciones íntimas con el pensamiento superior y divino. 
El hombre, Espíritu encarnado, había olvidado su verdadera visión. Sepultado en la materia, perdía de vista los grandes horizontes de su destino; desdeñaba los medios de desarrollar sus recursos latentes, de llegar a la felicidad volviéndose mejor. La Nueva Revelación viene a recordarle todas estas cosas, a sacudir a las almas adormecidas, estimular su marcha, provocar su elevación. Ella alumbra los repliegues más oscuros de nuestro Ser, nos aclara nuestros orígenes y fines, explicándonos el pasado por el presente y nos abre un porvenir que depende de nuestros actos el que sea grande o miserable. 
El alma sólo puede progresar realmente en la vida colectiva: trabajando por el provecho de todos. Una de las consecuencias de esta solidaridad que nos une, es que la vista de los sufrimientos de unos altera y perturba la serenidad de los otros. 
Esa es la causa de la preocupación constante de los Espíritus elevados: llevar a las regiones oscuras, a las almas retardadas en las vías de la pasión y del error, las radiaciones de sus pensamientos y los esfuerzos de su amor. Ninguna alma puede perderse; si todas han sufrido, todas serán salvadas. En medio de sus pruebas dolorosas, la piedad y la afección de sus hermanas las enlazan y conducen hacia Dios. 
¿Cómo comprender, en efecto, que los Espíritus radiantes puedan olvidar a aquellos a quienes han amado, a los que compartieron con ellos sus alegrías y sus tristezas y que aún penan en los senderos terrestres? La queja de los que sufren, de los que el destino aún encadena a los mundos atrasados, llega hasta ellos y suscita su compasión generosa. Cuando uno de esos llamamientos traspasa el Espacio, ellos abandonan sus moradas etéreas para vaciar los tesoros de su caridad en los surcos de los mundos materiales. Al igual que las vibraciones de la luz, los esfuerzos de su amor se propagan en la vasta extensión, aportando el consuelo a los corazones afligidos, derramando sobre las llagas de los humanos el bálsamo de la esperanza. 

LEÓN DENIS

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                                LA ALEGRIA
Mercedes Cruz
En el mundo contemporáneo, lleno de conflictos y compromisos, a los adultos
nos parece difícil hallar el lado gracioso de las cosas. Por otra parte, no
podemos simular ante nuestros hijos una situación de alegría artificial que los aleje de la realidad. Lo que sí podemos hacer es crear una atmósfera de buen humor, donde se procure la satisfacción de cada integrante de la familia y los problemas puedan enfocarse de una manera menos dramática,pensando
siempre en un proyecto común de realización y felicidad.
La vida es un poema de belleza, cuyos versos están constituidos de propuestas
de luz, escritas en la partitura de la Naturaleza, que exalta su presencia en
todas partes. La existencia física es un cuadro aparte de conquistas y
encantamiento, mediante cuyo aprendizaje el espíritu se embellece y alcanza
los páramos de la realidad. En todas partes hay sol y armonía invitando a la
paz y a la participación en su conjunto feliz. Sin embargo, solamente la
criatura humana se presenta triste, marcada por las zarzas morales que carga de las actitudes pasadas, de los compromisos mal vividos, de las realizaciones desastrosas, transfiriendo de una etapa a otra lo que podría lograr de una vez,en el caso que resolviera por la solución de las dificultades de dentro para fuera, que es la contribución del esfuerzo bien dirigido.
Por algunos momentos la vida presenta problemas difíciles de resolver o
situaciones que nos preocupan. Los adultos se preguntan cómo arreglar un
problema en su trabajo u obtener el dinero necesario para la casa. Los niños
sufren por una tarea muy larga que les dejaron, porque tienen miedo del
examen de mañana o porque tal vez hicieron una travesura y no quieren que
los castiguen. Todo esto nos pone tristes y enojados y evita que hallemos una
solución a nuestras dificultades. A veces nos dan ganas de llorar, a veces
andamos de tan mal humor que damos de gritos a la primera persona que
encontramos. Pero ni los gritos ni las lágrimas nos ayudan a resolver nada.
¿Cómo podemos liberarnos?
La respuesta está en el sentido del humor, en una manera de pensar o ver la
realidad que destaca el lado cómico de las cosas. Y la mayor expresión del
sentido del humor es la risa, una reacción que no existe en el reino animal y es
exclusiva de nosotros, los seres humanos. Cuando nos reímos estamos dando,
aunque sea por un momento, muestras de felicidad, relajación y libertad,
estamos viviendo el valor de la alegría y mostrando que sabemos disfrutar la
vida. Aunque no hay límites de edad para reírse, la alegría es un privilegio de
los niños como tú, porque a tu edad todos somos más sinceros y espontáneos. El reto es conservar esas virtudes cuando seas adolescente, adulto y muy viejito.
Vivir con alegría, pues, debe ser parte activa del programa de construcción
personal de la criatura inteligente. Disfrutar de toda la magia existente en el
panel universal, sacando las maravillosas concepciones de plenitud que está al alcance de todo aquel que desea elevarse, libre de tormentos y de amarras
con el pasado.
El destino de la criatura es la libertad, hacia donde sigue con los ojos puestos
en el futuro. Ser libre significa no depender, optando por lo que constituye
estimulo para la victoria; no tener pasado ni inquietarse por el futuro, viviendo ampliamente el presente en transportes de paz y alegría.
A medida que se madura psicológicamente, la alegría de vivir constituye una
razón poderosa para la prosecución de la actividad de iluminación. Tal alegría,ciertamente, no impide episodios de reflexión por el dolor, de ansiedad, por amor, de espera por la salud, de presencia de la enfermedad, de angustias momentáneas, de inquietud delante de lo que esté ocurriendo. Esos fenómenos,que forman parte del curso existencial, no eliminaba la alegría, más bien le dan motivo de presencia, porque a cada desafió sigue una victoria; después de cada testimonio viene una conquista; a cada emprendimiento de dolor se presenta un nuevo peldaño de equilibrio, haciendo que la alegría sea constante y motivadora para la producción de nuevos valores.
La alegría proporciona al cerebro una mayor contribución de enzimas
especiales, encargadas de producir la salud, posibilitando la risa que es un
estimulante poderoso para la fabricación de inmunoglobulina salivar (sIgA),
portadora de factores inmunizantes, que propician el constante equilibrio
orgánico, evitando la invasión de varios virus y bacterias perniciosas.
Reír es una forma de expresar la alegría sin que la carcajada estridente,
nerviosa, descontrolada, tome parte en su exteriorización. Cuando reímos,
estimulamos preciosos músculos faciales y generales, eliminamos toxinas
perjudiciales acumuladas, que terminan por intoxicar al individuo.
La risoterapia significa un recurso valioso para evitar determinadas
contaminaciones, pero también para auxiliar en el restablecimiento de
patologías graves, principalmente infecciosas mutiladoras, las degenerativas
de la máquina orgánica y varios disturbios en las áreas emocional y psíquica.
Asevera el Evangelio que raramente Jesús sonreía. Normalmente era visto
llorar y casi nunca sonreír. El que se presentaba como el Ser más perfecto que
Dios ofreció al hombre para servir de modelo y Guía, como aclararon los
espíritus al eminente Codificador Allan Kardec… Que llorase, resulta
paradójico… se trata de una contradicción aparente. Sus lágrimas no eran de
sufrimiento, pero si de compasión, ese sentimiento superior y elevado de
coparticipación que dirigía a las criaturas, que preferían permanecer en la
ignorancia en vez de aprovechar Sus lecciones libertadoras. Era una forma de
expresar ternura por los enfermos voluntarios, que en El tendrían la
terapéutica eficaz para librarse de los males que los amargaban y no
obstante, relegaban a plano secundario, aturdidos por la búsqueda del casi
nada inmediato y fugaz.
Esto está demostrado cuando hablaba de Su Buena Nueva de Alegría y se
presenta como la Puerta de las ovejas, la Luz del mundo, el Camino, La Verdad,
y la Vida, el Pastor, el Mesías, informando que somos la Sal de la Tierra, las
ovejas, los necesitados de todo jaez, necesitados de si, de El, como conductor y
Psicoterapeuta para nuestra innumerables deficiencias y enfermedades del
alma.
El autoconocimiento revela al ser sus posibilidades y limitaciones, abriendo
espacios para la renovación y conquista de nuevos horizontes de salud y
plenitud, sin conciencia de culpa, sin estigmas.
Las psico neuroinmunología vienen a demostrar que el estado de salud puede
ser conseguido por el propio individuo que resuelve renovarse y creer en sí
mismo, en sus inmensas reservas de energías, en el valor de sus conquistas.
Perfectamente compatibles con la ley de Causa y Efecto, las realizaciones
positivas eliminan o disminuyen el peso de las negativas perjudiciales.
La alegría liberada, cuando es sincera y natural, resulta esplendorosa. Un
mecanismo para contactar la alegría natural, real, es el agradecimiento y
también, el amor propio; el permitirnos genuinamente sentir alegría, sin
reprimirla por el qué dirán los otros o por la culpa de sentirte afortunada y a
gusto con tu vida. A partir de lo anterior, podemos identificar múltiples
mecanismos para generar y sentir la alegría en las cosas más sencillas de la
vida: el calor del sol, n el roce en la piel de la brisa marina, la sonrisa de un
bebe, por la noche al contemplar las estrellas…
La criatura humana es lo que es su psiquismo, conforme el actúa, así se
presentan las manifestaciones del mundo de su yo y del Self.
Por tanto el pensamiento bien construido, actúa en el mecanismo del sistema
nerviosos, en el cerebro y estos conjugados, producen enzimas protectoras que tornan inmune el organismo a muchas invasiones de agentes destructivos, propiciando la salud.
La alegría de vivir es una invitación para una existencia rica en producciones
morales, espirituales, artísticas, culturales, estéticas, y nobles.
El destino existencial deja de ser vivir bien, que es una de las metas humanas,
para bien vivir, que es una conquista personal intransferible, especial, que
jamás se altera o se pierde, fomentando la felicidad y trabajando por la paz que todos aspiran.
Trabajo extraído del libro “Vida, desafío y soluciones” de Divaldo Pereira
Franco   
                                                                                                                                                                                                                                           +***********

AGRADECEMOS
¡Señor Jesús!
Nosotros te agradecemos:
por el coraje de enfrentar dificultades creadas por nosotros mismos;
por las pruebas que nos perfeccionan el raciocinio y nos ablandan el corazón;
por la fe en la inmortalidad;
por el privilegio de servir;
por el don de saber que somos responsables por las propias acciones;
por los recursos nutrientes y curativos que tenemos en nosotros;
por el reconfortamiento de reconocer que nuestra felicidad tiene el tamaño
de la felicidad que hagamos para los demás;
por el discernimiento que nos permite diferenciar aquello que nos es útil de
aquello que no nos sirve;
por el amparo del afecto en el cual nuestras vidas se alimentan en permuta
constante;
por la bendición de la oración que nos faculta apoyo interior para la solución
de nuestros problemas;
por la tranquilidad de conciencia que nadie nos puede sustraer...
Por todo eso, y por todos los demás tesoros de esperanza y amor, alegría y
paz con que nos enriqueces la existencia, sé bendito, Señor, al mismo
tiempo que te alabamos la Infinita Misericordia, hoy y para siempre.

Emmanuel
Francisco Candido Xavier

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martes, 1 de noviembre de 2016

RETORNO AL MÁS ALLÁ



  LA PSIQUIS SEGÚN EL ESPIRITISMO

La Doctrina Espírita explica que el origen del espíritu se pierde en el tiempo. Es un producto surgido de la esencia espiritual creada por Dios en una época muy remo- destinado a un proceso de perfeccionamiento perpetuo.
   Este sustrato  principio espiritual adquirió en su génesis un impulso de las fuerzas divinas de la creación, y desde entonces se convirtió en un elemento participante en el proceso evolutivo. En esa larga trayectoria el espíritu recibe y produce influencias diversas, que van caracterizando una energía espiritual con creciente grado de depuración y con posibilidades de actuar en combinación con la materia densa.  Esos flujos energéticos aglutinan átomos, les confieren condiciones de responsabilidad compartida en la formación de moléculas y participan en sus transformaciones en los reinos de la naturaleza.
   De tal modo, mientras hace acopio de experiencias, el principio espiritual colabora en el desenvolvimiento de los reinos mineral, vegetal y animal, hasta que llega a individualizarse en el hombre. Cuando ha conquistado la madurez en una fase, pasa a la siguiente, en un permanente proceso de evolución. La esencia humana, a la que hemos arribado, absolutamente individualizada de esa energía espiritual, recibe el nombre de ESPÍRITU, cuyas características son el pensamiento contínuo y la conciencia que lo hace capaz de asumir la responsabilidad de sus actos. En el libro "Evolución en Dos Mundos" , André Luiz afirma que insumió quince millones de siglos el viaje realizado por el principio espiritual, que comenzó en los protozoarios y culminó en el momento en que el hombre primitivo emitió el primer vagido inteligente.
    Poco a poco comenzaron a desarrollarse en las fibras más íntimas de esa estructura espiritual ciertos centrs energéticos, resultado de los intercambios de experiencia, ls cuales a medida que adquieren una complejidad creciente dan forma a las denominadas funciones psíquicas del futuro. Todo queda archivado en ese repositorio sutil acondicionado para modelar una vida mental que al principio es embrionaria. El conjunto de elementos vibratorios de dicha estructura en proceso de desenvolvimiento, irá dando forma a lo que hoy recibe el nombre de PSIQUIS. En conclusión, desde el enfoque espírita, la psiquis, "es el resultado de una elaboración multimilenaria, condicionada por el tiempo, cuyas experiencias fueron amalgamadas en una multiplicidad de organizaciones, incluidos los conocidos reinos de la naturaleza.
    Ese concepto tan bien elaborado por el Dr. Jorge Andréa dos Santos, alude a la dilatada trayectoria del principio espiritual hasta llegar a nuestros días. Cada acto, cada experiencia, es registrada y se incorpora al patrimonio inalienable del espíritu.
    La psiquis del hombre es, por consiguiente, el producto elaborado de una savia espiritual que sufrió un considerable perfeccionamiento a lo largo de inmemoriables periodos de su historia, incluso a través de los reinos de la naturaleza. Es necesario destacar  que a partir de la fase humana, la complejidad de la psiquis ha acreditado condiciones de mayor nobleza con suficiente capacidad para establecer conexiones mentales entre las diferentes funciones psíquicas que se estructuraron en su interior. Identificamos de tal modo el proceso de la memoria , de los instintos en transformación, de la gestación de las emociones, de la inteligencia en niveles cada vez más elevados, así como también las restantes capacidades que se consolidan en el bagaje psíquico del ser humano.
    Las reencarnaciones sucesivas aglutinan una amplia gama de experiencias que harán posible el desenvolvimiento de las conexiones mentales. La voluntad, la razón, los sentimientos, conjuntamente con la inteligencia, las emociones y demás elementos, se asociarán para resolver ls desafíos que se le presenten al espíritu. Un resentimiento, por ejemplo, pondrá en acción pensamientos, emociones y sentimientos, en una actitud negativa de la mente humana.
    Las revelaciones de la Doctrina Espírita en relación con la psiquis, aportan elementos de análisis para el campo de la psicoterapia. El espíritu, tras un gran número de experiencias en el cuerpo de carne,en las sucesivas reencarnaciones, cuenta con un archivo de tales experiencias en su alma, que inexorablemente habrán de constituirse en un nuevo terreno para las investigaciones acerca de las causas de etiología vinculada a la conducta. Ya no nos restringiremos a la encarnación presente, sino a los acontecimientos de las reencarnaciones pretéritas, que pueden influir en nuestras actitudes de hoy. Sin duda estamos en presencia de un importante elemento para la profundización del conocimiento relativo a los intrincados problemas de la mente humana.
- Jasón de Camargo- (Educación de los Sentimientos)

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                         RETORNO AL MÁS ALLÁ

¿Cómo es recibida el alma a su retorno al Mundo de los Espíritus? 
- La del justo, como un hermano bien amado a quien se esperaba desde mucho tiempo atrás. La del ruin, como un Ser a quien se desprecia..

*. ¿Qué sentimiento experimentan los Espíritus impuros al ver llegar a otro Espíritu malvado? 
- Los malos se satisfacen de ver Seres semejantes y privados, como ellos, de la infinita felicidad, así como en la Tierra acontece a un bribón entre sus iguales. 

289. Cuando dejamos la Tierra ¿acuden a veces nuestros parientes y amigos a recibirnos? 
- Sí, se presentan ante el alma a la que profesan afecto, la felicitan como a la vuelta de un viaje, si ha escapado a los peligros del camino, y la ayudan a desprenderse de los lazos corporales. Es un favor que se otorga a los Espíritus buenos cuando aquellos que los han amado vienen a su encuentro, mientras que el que está mancillado permanece en el aislamiento, o sólo le rodean Espíritus semejantes a él; esto último constituye un castigo. 

290. Los parientes y amigos ¿se hallan siempre reunidos después de su muerte? 
- Ello depende de su elevación y del camino que sigan para su progreso. Si uno de ellos está más adelantado y marcha más rápido que otro, no podrán permanecer juntos. En ocasiones les será posible verse, pero sólo estarán reunidos en los casos en que puedan marchar a la par, o cuando hayan alcanzado igual grado de perfeccionamiento. Por otra parte, el no poder ver a sus parientes y amigos es a veces una punición. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 

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            * ORACIÓN  DEL CORAZÓN* 

* " Dios, guíame entre las pruebas. Ilumina mi camino "*

* " Dame fuerzas para caminar por el estrecho camino de la salvación".*

*" Orientame para no creerme ni peor ni mejor que nadie". *

*  "Que ninguna injusticia me haga injusto." *


*  " Que las ingratitudes no me vuelvan ingrato." *

* " Que ninguna maldad que yo venga a recibir me haga mal." *

* " Que yo pueda, Dios mío, preferir recibir todas las injusticias y maldades, a hacer una sola" *

* "Ayúdame a servir, hasta en los pequeños actos, y ayudame a vencer el egoísmo de querer ser servido". *

* " ¡ Oh Dios mío !, ¡ que yo sea feliz sirviendo con amor, sin olvidarme de hacer felices a los demás. Haz de mi vida un luminoso reflejo de su luz !

* " ¡ Así sea !. *

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Comunicaciones groseras, frívolas, formales o instructivas.
133. Hemos dicho que todo efecto que revela en su causa un acto de libre voluntad, por insignificante que sea este acto, acusa por esto mismo una causa inteligente. De este modo, un simple movimiento de una mesa que responde a nuestro pensamiento, o presenta un carácter intencional, puede considerarse como una manifestación inteligente. Si el resultado se limitara a esto solo, tendría para nosotros un interés muy secundario; sin embargo, algo sería ya el habernos dado una prueba de que hay en estos fenómenos otra cosa más que una acción puramente material; pero la utilidad práctica que sacaríamos de eso sería para nosotros nula, o al menos muy restringida; otra cosa sucede cuando esta inteligencia adquiere un desarrollo que permite un cambio regular y seguido de pensamientos; entonces ya no son simples manifestaciones inteligentes, sino verdaderas comunicaciones. Los medios de que disponemos hoy día permiten el obtenerlas tan extensas, tan explícitas y tan rápidas como las que nos comunicamos con los hombres.
Si nos penetramos bien, según la Escala Espírita (El Libro de los Espíritus, núm. 100), de la variedad infinita que existe entre los Espíritus, bajo el doble aspecto de la inteligencia y de la moralidad, se concebirá fácilmente la diferencia que debe haber en sus comunicaciones; en las que debe reflejarse la elevación o la bajeza de sus ideas, su saber y su ignorancia, sus vicios y sus virtudes; en una palabra no deben parecerse las unas a las otras, ni más ni menos que las de los hombres, desde el salvaje al europeo más ilustrado. Todos los matices que presentan pueden agruparse en cuatro categorías principales; según sus caracteres más marcados, son, pues, groseras, frívolas, formales e instructivas.

134. Las comunicaciones groseras son aquellas que se traducen por expresiones que hieren la decencia. No pueden emanar sino de Espíritus de baja clase, manchados todavía con todas las impurezas de la materia, y no difieren en nada de las que podían dar los hombres viciosos y groseros. Repugnan a toda persona que tiene la menor delicadeza de sentimientos; porque son, según el carácter de los Espíritus: triviales, deshonestas, obscenas, insolentes, vanidosas, malévolas y aun impías.

135. Las comunicaciones frívolas emanan de los Espíritus ligeros, burlones y traviesos, más maliciosos que malvados, y no dan ninguna importancia a lo que dicen. Como no tienen nada de indecentes, gustan a ciertas personas que se divierten con ellas y encuentran placer en estos entretenimientos fútiles en que se habla mucho para no decir nada. Estos Espíritus dicen de vez en cuando agudezas espirituales y satíricas, y en medio de sus chistes vulgares dicen algunas veces duras verdades que tocan casi siempre en el blanco. Estos Espíritus ligeros pululan alrededor de nosotros y aprovechan todas las ocasiones para mezclarse en las comunicaciones; la verdad es el menor de sus cuidados; por eso tienen el pernicioso placer de mixtificar a aquellos que tienen la debilidad y algunas veces la presunción de creerlos bajo su palabra.
Las personas que se complacen con esta clase de comunicaciones dan, naturalmente, acceso a los Espíritus ligeros y mentirosos; los Espíritus formales se alejan de ellos como sucede entre nosotros, que los hombres formales se alejan de las reuniones de los atolondrados.

136. Las comunicaciones formales son graves en cuanto al objeto y a la manera como se hacen. Toda comunicación que excluye la frivolidad y la grosería, y que tiene un fin útil, aunque fuese de interés privado, es por lo mismo formal; pero no por esto está siempre exenta de errores. Los Espíritus formales no todos tienen igual ilustración. Hay muchas cosas que ellos ignoran y sobre las cuales pueden engañarse de buena fe; por eso los Espíritus verdaderamente superiores nos aconsejan sin cesar, que sometamos todas las comunicaciones al examen de la razón y de la más severa lógica.
El preciso, pues, distinguir las comunicaciones verdaderamente formales de las falsas formales, y esto no es siempre fácil, porque es a favor de la misma gravedad del lenguaje, ciertos Espíritus presuntuosos o falsos sabios procuran hacer prevalecer las ideas más falsas y los sistemas más absurdos; y para hacerse más verídicos y darse más importancia no tienen escrúpulo en adornarse con los nombres más respetables y más venerados. Ese es uno de los grandes escollos de la ciencia práctica; volveremos a tratar de ello más adelante, con toda la extensión que necesita un objeto tan importante, al mismo tiempo que daremos a conocer los medios de precaverse contra el peligro de las falsas comunicaciones.

137. Las comunicaciones instructivas son las comunicaciones formales que tienen por principal objeto alguna enseñanza dada por los Espíritus sobre las ciencias, la moral, la filosofía, etc. Son más o menos profundas, según el grado de elevación o de desmaterialización del Espíritu. Para sacar de estas comunicaciones un fruto real, es preciso que se regularicen y se continúen con perseverancia. Los Espíritus formales se interesan por aquellos que quieren instruirse y los secundan, mientras que dejan a los Espíritus ligeros el cuidado de divertir a los que sólo ven en estas manifestaciones una distracción pasajera. Por la regularidad y la frecuencia de estas comunicaciones es como se puede apreciar el valor moral e intelectual de los Espíritus con los cuales uno se comunica, y el grado de confianza que merecen. Si la experiencia es necesaria para juzgar a los hombres, mayor se necesita para juzgar a los Espíritus.
Dando a estas comunicaciones la calificación de instructivas, nosotros las suponemos verdaderas, porque lo que  no fuese verdadero no podría ser instructivo, aunque se dijera con el lenguaje más imponente. No podríamos, pues, colocar en esta categoría ciertas enseñanzas, que no tienen de formal sino la forma, a menudo pomposa y enfática, con ayuda de la cual los Espíritus más presuntuosos que sabios, que las dictan, pretenden hacer ilusión; pero estos Espíritus, no pudiendo suplir el fondo que no tienen, no podrían sostener mucho tiempo su papel; pronto descubren su flanco débil, por poco que continúen sus comunicaciones o se sepa acosarlos hasta sus últimos atrincheramientos.

138. Los medios de comunicación son muy variados. Los Espíritus obran sobre nuestros órganos y sobre todos nuestros sentidos; pueden manifestarse a la vista en las apariciones, al tacto por impresiones tangibles, ocultas o visibles, al oído por ruidos, al olfato por olores sin causa conocida. Este último modo de manifestarse, aunque muy real, es sin contradicción el más incierto por las numerosas causas que pueden inducir en error, por lo que no nos ocuparemos de ello. Lo que debemos examinar con cuidado son los diversos medios de obtener comunicaciones, es decir, un cambio regular y continuado de pensamientos. Estos medios son: los golpes, la palabra y la escritura. Los desarrollaremos en capítulos especiales.

***LIBRO DE LOS MEDIUMS. - Allan Kardec

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 RECTIFICANDO EL CAMINO
               

"Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente TÚ has hecho lo que querías en tu vida.                                                                                                                                                                                           - Páblo Neruda-
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. 
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. 
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. 
De una manera u otra eres el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar. 
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. 
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. 
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente. 
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo. 
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo; tus problemas, sin alimentarlos, morirán. 
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos. 
Mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino. 
Levántate y mira el Sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. 
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados..." 
- Pablo Neruda

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lunes, 31 de octubre de 2016

LA DEPRESIÓN


                                                 REENCARNACIÓN Y KARMA



Edgar Cayce

¿Qué dicen las lecturas de Edgar Cayce sobre la reencarnación y el karma?



Edgar Cayce realizó su primera lectura en 1901, acerca de un problema de salud, que le concernía personalmente. Luego dictó muchas más, pero el concepto de la reencarnación no apareció hasta 1923, en una sesión ejecutada para Arthur Lammers, impresor en Dayton, Ohio. Conviene mencionar que una lectura había abordado la cuestión doce años antes; no obstante, la alusión se ignoró durante mucho tiempo, pues nadie en el entorno de Cayce conocía el concepto en aquel entonces. A fin de cuentas, la reencarnación fue el objeto de casi dos mil lecturas psíquicas, denominadas "lecturas de vida". Constituye el segundo gran tema evocado por Cayce en trance.

    En esencia, ¿qué es la reencarnación? Es la creencia de que cada uno de nosotros pasa por vidas sucesivas, con el propósito de crecer en espíritu y de recobrar la plena conciencia de su naturaleza divina. El punto de vista de Cayce excluye la metempsicosis o transmigración de las almas, según la cual los humanos pueden reencarnarse en forma animal. A la vez, provee un marco filosófico para el pasado, poniendo especial énfasis en la manera de asumir nuestra existencia actual: debemos vivir el momento presente, procurando desarrollarnos espiritualmente y ayudarnos los unos a los otros. Las lecturas enseñan que el recorrido que hemos efectuado nos ha traído al punto en que nos encontramos. Sin embargo, lo esencial no es quiénes hemos sido o qué hemos hecho antes, sino cómo reaccionamos frente a las oportunidades y a las pruebas que surgen ahora mismo, dondequiera que nos hallemos. En efecto, nuestras elecciones y conducta del momento, provenientes de nuestro libre albedrío, son las que realmente importan. La perspectiva de Cayce, para nada fatalista, abre horizontes casi ilimitados.

    En las lecturas, Cayce señaló también el peligro de comprender incorrectamente la reencarnación. Indicó que ciertas teorías alteraban su verdadero significado. En particular, todas las que no reconocían la libre voluntad creaban lo que llamó "un monstruo kármico", es decir una idea errónea que no tomaba en cuenta los hechos auténticos, ni la estrecha conexión existente entre el karma, el libre albedrío, el destino y la gracia.

 Aún hoy en día, mucha gente interpreta, de manera equivocada, la reencarnación como un eslabonamiento o una concatenación ineluctable de experiencias y de relaciones que nos impone nuestro karma. Si así fuera, nuestras decisiones anteriores nos obligarían a seguir una trayectoria marcada con acontecimientos específicos, y nuestro porvenir ya estaría fijado. Esta visión difiere totalmente de la de Cayce, pues las lecturas destacan que el pasado no proporciona sino una coyuntura posible o probable. Muestran que, lejos de ser meros espectadores, a veces reticentes, desempeñamos un papel dinámico en el desenvolvimiento de nuestra propia existencia.

    La palabra "karma" es un término sánscrito que significa "obra, hecho o acto". A menudo se le da el sentido de "causa y efecto". Las lecturas concuerdan con esta acepción, pero añaden la noción filosófica inédita y exclusiva de que el karma puede definirse como una memoria. Por ende, no se trata de una "deuda" que tenemos que pagar conforme a algún criterio universal, ni de una serie de experiencias determinadas por nuestras previas acciones, buenas o malas. El karma es sólo una memoria, una fuente de información que incluye elementos 'positivos' y otros aparentemente 'negativos', en la cual el subconsciente busca los datos que utiliza en el presente.

Esto explica, por ejemplo, las afinidades o las animosidades espontáneas que sentimos por ciertas personas. Aunque esa memoria subconsciente se refleja en nuestra fisonomía e influye en nuestros pensamientos, reacciones y decisiones, siempre podemos recurrir al libre albedrío para orientar nuestra vida.

    Las lecturas de Cayce mencionan que cuando fallecemos, no nos reencarnamos de inmediato. Puesto que lo que llamamos subconsciente en el plano físico viene a ser nuestro consciente en el más allá, el alma recapitula todo lo que ha atravesado y escoge, entre las lecciones que debe aprender, las que se siente capaz de asumir ahora a fin de seguir su evolución. Entonces aguarda el momento propicio para renacer en la tierra. Ordinariamente, elige un entorno que ha conocido antes. En cada nueva vida, opta por un cuerpo masculino o femenino, según el objetivo de su encarnación. Además, selecciona el ámbito y las condiciones (padres, familia, lugar, época, etc.) que le permitirán perfeccionarse y cumplir con lo que espera realizar. Sin embargo, sus experiencias dependerán de la forma en que emplee su libre albedrío dentro de ese contexto. En efecto, podemos considerar nuestras tribulaciones como obstáculos e impedimentos o, por el contrario, transformarlas en situaciones beneficiosas, en oportunidades de elevar nuestro nivel de conciencia. El proceso de reencarnación continúa hasta que logremos personificar el amor universal en el mundo y expresar nuestra esencia divina en todos los aspectos de la vida terrenal.

    Conviene notar que talentos y cualidades nunca se pierden, de modo que las facultades cultivadas en cada encarnación se suman al capital del futuro. Por ejemplo, el don de los niños prodigios es el resurgimiento de un talento ejercitado en una o varias existencias previas. Asimismo, un excelente profesor de literatura podría haber sido escritor, historiador y copista en vidas anteriores. De hecho, nuestras aptitudes se manifiestan en función del motivo de nuestra encarnación actual.

    Las lecturas revelan que el karma no se instaura entre los individuos, sino únicamente con uno mismo. En otras palabras, "uno siempre se enfrenta a sí mismo" [1]. En consecuencia, el curso de nuestra existencia se basa en las decisiones que tomamos a fin de responder a la coyuntura que nosotros mismos hemos suscitado. No obstante, la noción más difícil de entender es que, en general, se nos brinda la posibilidad de resolver nuestros propios problemas kármicos a través de nuestras interacciones con los demás. Por esta razón, en lugar de aceptar la plena responsabilidad de nuestros fracasos y decepciones, tendemos a imputárselos a otros.

    Así nuestro karma nos es personal, pero nos sentimos constantemente atraídos, por la gente o los grupos que nos ofrecen ocasiones favorables de asumirlo. De manera similar, ellos se acercan a nosotros en su recorrido individual para satisfacer su memoria kármica. Por lo tanto, nuestras relaciones con los demás nos permiten enfrentarnos a nosotros mismos y vivir sucesos que nos enseñan y nos ayudan a avanzar en el sendero espiritual. Con frecuencia, los episodios vividos en grupo reaparecen, en encarnaciones posteriores, como vínculos familiares, profesionales, culturales o étnicos. Las lecturas subrayan que nunca nos encontramos con alguien accidentalmente, porque las coincidencias no existen. Del mismo modo, no experimentamos de entrada una profunda simpatía o antipatía sino hacia personas que hemos conocido antes.

    Debemos atenernos a las consecuencias de nuestras decisiones y actitudes previas, ya que cosechamos inevitablemente lo que hemos sembrado. La Biblia dice: "Todo lo que sembrare un hombre, eso mismo cosechará". [2] Los adeptos de la reencarnación suelen afirmar: "Atraemos lo que es semejante a nosotros". Esto implica que, algún día, tendremos experiencias análogas a las que nuestras elecciones han producido en la vida de otros.

    A diferencia de las doctrinas fatalistas que nos reservan una suerte inmutable, la teoría de Cayce asevera que somos dueños de nuestro destino. En efecto, podemos controlar nuestros pensamientos, palabras y acciones, y escoger nuestro comportamiento ante las circunstancias que nosotros mismos hemos engendrado. Comprendamos que todo lo que acontece en nuestra existencia es el fruto de nuestra propia creación, y que nuestras tribulaciones siempre contribuyen a nuestro desarrollo cuando las consideramos como oportunidades de corregir los errores del pasado o de adquirir sabiduría y entendimiento.

    Descubrir por qué nos hallamos en una u otra situación no es necesariamente fundamental: lo primordial es cómo nos disponemos a hacerle frente, pues de nuestras reacciones nacen nuestras experiencias futuras. Así, dos personas podrán adoptar una actitud muy distinta en casos comparables, por ejemplo con respecto a la pérdida de un empleo. Mientras que una se angustiará y amargará, la otra verá una ocasión inesperada de reconstruir su vida y de dedicarse a alguna actividad que le apasiona desde hace mucho tiempo.

    La reencarnación es un concepto que figura en las grandes religiones del mundo y no se limita a las filosofías orientales. Profesa la tolerancia y la compasión, contesta numerosos interrogantes y da sentido hasta a los más mínimos aspectos de la existencia. Algunos la encuentran provechosa, otros controversial. De cualquier forma, lo que los demás opinan no es pertinente. Los adeptos serios saben que todos hemos experimentado varios ámbitos, condiciones y circunstancias en el transcurso de nuestras vidas sucesivas. Ellos se sirven de la reencarnación, no para detenerse en el pasado o enorgullecerse de quizás haber gozado de notoriedad anteriormente, sino para crecer en espíritu y contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos. Cayce ilustra esta idea en la siguiente lectura:

"Determine por qué razón está buscando esa información. Si es a fin de oír que ha vivido, fallecido y ha sido enterrado, al pie del cerezo al fondo del jardín de su abuela, ¡esto no le hará un mejor vecino, ciudadano o padre! En cambio, si es para saber que ha pronunciado palabras hirientes, de lo cual se ha sentido culpable, y que ahora puede redimirse actuando de manera justa, ¡entonces sí, vale la pena!" [Lectura 5753-2]
Libros recomendados:
·        "Múltiples moradas" ("Many Mansions" ) - Gina Cerminara
"Reencarnación: Conociendo su pasado, Creando su futuro" ("Reincarnation: Claiming Your Past, Creating Your Future" ) - Lynn Elwell Sparrow
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta



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      SOÑAR POSITIVAMENTE

  Si pudiera tener la  capacidad de llevar a los que sufren,   una palabra adecuada que actúe siempre en el punto exacto de cada problemática.           
        Tantos dolores, tantas dudas, tantas incomprensiones..
       Si  pudiera yo tener luz para todos los problemas tantas tristezas, tantas angustias
       ¡ Oh Dios mío !. Las dificultades y los sufrimientos son tantos !
 Si pudiera visualizar un mundo sin guerras, sin odios, un mundo en que todos se  amasen, se respetasen y dignificasen al Creador con acciones dentro del mas puro sentimiento de alegría, felicidad y amor.
Ya que yo no tengo capacidad, creo que existe un camino: Amarse sin distinción de razas, creencias y sin todo aquello que el hombre inventó para vivir en conflictos y desunión.
Hagan siempre el bien sin mirar a quien.
¿Se imaginan si todos procurasen ser buenos?.
Tengo la certeza de que seríamaravilloso y no tendríamos tanta tristeza que asola este mundo.
Creo que vale la pena soñar con el lado positivo de los echos, ¿no creen ustedes?.

(Un espíritu de luz). ( Adaptación del site RUNARE

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    ¿Existen los fantasmas?


Existen Seres invisibles, sin una realidad física, que un día fueron seres humanos y tras el fenómeno de la muerte, pueden acreditar  de alguna forma su existencia aunque aparezcan solamente como energía sin soporte físico.
    Un fantasma  en todo caso siempre se presenta como una aparición  “vaporosa” e impalpable del cuerpo fluidico del Ser, que se puede encontrar encarnado o desencarnado. Popularmente también se les ha designado como “Espectros”.  
        Algunos diccionarios  los definen  como “la figura de una persona muerta que aparece a los vivos”.  Esta explicación es incompleta, pues  también  es posible  la aparición fantasmal de personas que están vivas  y  en ese momento  duermen, y aparecen, tal vez, en otro lugar bastante alejado del lugar de la aparición.
     La palabra “fantasma” deriva de un verbo griego que significa “aparecer” o “mostrarse”.   Este fenómeno es básicamente sensorial, y suele causar una impresión acompañada de reacciones y emociones traumáticas a quienes se muestra.
Hay visiones fantasmales  que pueden aparecer solamente en el plano mental del que lo    percibe, siendo en  este  caso un  fenómeno de  carácter   absolutamente  subjetivo, aunque no por ello es menos real para el que lo experimenta..      
 La   presencia   visible  y   hasta   “tangible”  del   Ser   espiritual ,  con   las mismas   formas   y  apariencias  de   cuando   era   una    persona viva,   con    el propósito   de  poder  ser   reconocido  por  personas de este mundo ,  es    no  solamente  posible,    sino     evidente, tal   como se acredita en  cientos de casos habidos por   todo el mundo,   de  la  realidad  de su  existencia   y  de  su presencia  ante muchos  y   muy     diversos  testigos,   y  que  han  sido   fotografiados y vistos  totalmente o en   parte,  o que incluso después de su desaparición súbita tras haberse materializado,  han dejado huellas físicas de    su presencia real en moldes de escayola o parafina.
    Los fantasmas se pueden dejar ver  y  a veces incluso  hasta tocar,  porque hasta cierto grado, pueden condensar por un acto de su voluntad, la energía de que está formada su envoltura espiritual, y la materializan hasta hacerla  no solamente visible, sino hasta palpable.  Sin embargo también  suelen proporcionar pruebas claras de su naturaleza no física, pues por ejemplo pueden dejarse ver atravesando paredes u otras materias sin la menor dificultad.En este caso no es un cuerpo sólido atravesando otro cuerpo sólido,no; es un cuerpo semimaterial (cuerpo espiritual o periespíritu), cuya densidad es tan sutil que la materia bruta de nuestro plano la atraviesa como la luz atraviesa un vidrio.
A veces  en la aparición, también pueden llegar a verse animales u otros objetos espectrales, aunque en este caso, bien puede ser debido a mostrarse el  “escenario” normal que tenía en vida el presunto fantasma,  que de este modo se hace reconocer, o también se puede deber , según la Parapsicología,  a   estar plasmadas estas imágenes  en  los llamados “Archivos Akásicos”,  de los que más adelante hablaremos, y  que por un mecanismo todavía desconocido, se dejan ver en un  momento determinado para luego volver a desvanecerse.
      El investigador G.N.M. Tyrell, en su libro “Apparitions”, publicado en 1.943, identifica varios grupos de fantasmas en base a las conductas mostradas por los mismos:
      El primero está formado por las apariciones que frecuentan sistemáticamente un lugar determinado; se caracterizan por que no provocan miedo, son inofensivos y a veces incluso llegan a ser tratados por los humanos con los que conviven habitualmente, como un miembro más de la familia. De esta clase de Entidades existen numerosas pruebas fotográficas de su existencia.

       La segunda categoría, es la de las apariciones “post mortem” que tienen lugar casi  siempre inmediatamente después de la muerte de la persona, y  no  suelen estar relacionadas con algún lugar o acontecimiento concreto.


     En tercer lugar están los casos “críticos”, como es el de la aparición de alguien que está viviendo una situación  crítica, como lo es  un accidente grave, una enfermedad, o la misma muerte.



  La  aparición y materialización directa del Espíritu también es posible y se da más frecuentemente que la anterior,  recibiendo  el nombre de  Fantasmogénesis . En estos casos   la energía de un  médium  no interviene en su formación.  

       Estas materializaciones espirituales, cuando se producen lo hacen  con solidez, siendo capaces de reflejarse en espejos y de producir ruidos de pisadas etc, dando la impresión de ser tan reales y tangibles  como en las  personas vivas, aunque solo durante un periodo de tiempo bastante limitado.
 No se sabe muy bien el por qué,  las apariciones o presencias fantasmales, suelen provocar en las personas presentes en el lugar de la aparición, una súbita sensación de frío, como si  se notara una corriente de aire helado que hiciese estremecer a estos testigos. Parece probable que su manifestación en nuestro plano absorbe energía calorífica y de ahí la sensación de frío que queda tras su presencia en un lugar .  
  No siempre los fantasmas son espíritus de personas fallecidas, porque a veces  también pueden proceder del alma de una persona viva que así se manifiesta durante el sueño o  durante  estados de trance, o bien porque tiene la capacidad de “desdoblarse” y de producir fenómenos de bilocación llegando a materializar su periespíritu.  Allan Kardec  en  “El Libro de los Médiums”, dedica todo un capítulo al estudio de las apariciones de los vivos.
  En definitiva, los fantasmas, tanto si son humanos como si no lo son, tanto si son animados como inanimados, demuestran que existe otra esfera de la realidad  diferente a la nuestra.
  Las materializaciones  de Seres incorpóreos se denominan Ideoplastias cuando son provocadas por la energía psíquica del médium, que la exterioriza  plasmándola en una forma física.  Esta consiste en la formación de cuerpos materializados formados por el Ectoplasma o Energía Biótica  que es  una materialización  o condensación  de energía vital y orgánica, expelida por  un médium(principalmente por boca, nariz y oídos), a través del cual se manifiestan Seres desencarnados que aprovechaban esta especie de materia sutil y moldeable puede tomar formas físicas. Estas formas ectoplásmicas se dieron con frecuencia en los comienzos del Espiritismo, y dieron pie a muchos fraudes; sin embargo la realidad de su existencia quedó patente tras haber sido analizado y observar en su composición, abundancia de glóbulos rojos procedentes del médium ,teniendo esta  extraordinaria clase de materia de un carácter transitorio y breve, porque al cabo de pocos minutos tras ser expelida  desde el cuerpo del médium, se “volatilizaba” y desaparecía sin más  ante la vista de los observadores.   Las materializaciones ectoplásmicas  fueron abundantes en una época concreta y posteriormente, creo que por razones evolutivas de la propia mediumnidad, ya no se hace necesaria esta forma de manifestación, aunque no ha dejado de producirse  raramente . Actualmente son muy raras estas formas de materialización espiritual y en algún raro caso , que se ha dado en el seno de algún “Centro Espírita”, se ha mantenido en secreto y no ha transcendido a la opinión pública por expreso deseo del Ser espiritual manifestante.

  En tercer lugar están los casos “críticos”, como es el de la aparición de alguien que está viviendo una situación  crítica, como lo es  un accidente grave, una enfermedad, o la misma muerte.

   Como ya hemos apuntado anteriormente, a veces los fantasmas también pueden proceder del alma de una persona viva que así se manifiesta durante el sueño o  durante  estados de trance, o bien porque tiene la capacidad de “desdoblarse” y de producir fenómenos de bilocación llegando a materializar su periespíritu.  Allan Kardec  en  “El Libro de los Médiums”, dedica todo un capítulo al estudio de las apariciones de los vivos.
           En definitiva, los fantasmas, tanto si son humanos como si no lo son; tanto si son animados como inanimados, con su sola presencia, demuestran que existe otra esfera de la realidad  diferente a la nuestra.
- Jose Luis Martín-
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“Si  pudiéramos  vernos  como  realmente  somos,  nos  encontraríamos    inmersos  en  un  mundo de naturalezas espirituales;  con  la certeza de que no   empieza  cuando nacemos, ni   termina con la muerte del cuerpo”

                                                                   - Kant -

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       SOCIOLOGÍA ESPIRITA

El 28 de junio de 1872, durante una sesión mediúmnica que se celebró en la Sociedad Espiritista Española de Madrid, se solicitó a los espíritus una fórmula que permitiera resolver lo que entonces se denominaba la “cuestión social“, eso que hoy denominamos “la crisis”. Tal como recoge el secretario de la Sociedad, Diodoro de Tejada, los espíritus respondieron lo siguiente:
“¿Una fórmula pedís? ¿Una fórmula que establezca para el porvenir la felicidad humana? Sólo puede plantearse el resultado, la solución del problema. La fórmula sólo es dada encontrarla a la humanidad, porque en ella misma está la fórmula la busca, puesto que harto presienten vuestros espíritus cuál será su glorioso porvenir, porque lo sienten. Todos producir con arreglo a la aptitud de cada cual y todos participar del producto de los demás. He aquí la aspiración que una vez alcanzada, el cielo bajará a la Tierra, o mejor dicho, la Tierra se elevará hasta el cielo”.(“Sociedad Espiritista Española, Sesión Inaugural del año 1873-1874. Memoria y Discurso”, Folleto editado por la misma Sociedad. Imp. de D. J. M. Alcántara, C/ Fuencarral, nº 81. 16 páginas.)
He aquí, en tan breve texto, la clave de todo lo que venimos exponiendo, el hilo conductor que nos lleva tanto al corazón del problema como a las puertas de su resolución. Tengan bien presentes estas palabras y su significado, en relación con lo que pasaremos a exponer en adelante.
Manuel S. PorteiroUno de los autores espíritas que más avanzó en la clarificación y síntesis de los nuevos conceptos sociológicos derivados de la doctrina de los espíritus, fue el argentino Manuel S. Porteiro (1881-1936). Según podemos extraer de manera muy resumida de su trabajo, los principios fundamentales de esa nueva Sociología, que servirían de base a la sociedad del porvenir, formada por seres humanos de sanos ideales, son:
  • El reconocimiento del derecho natural.
  • El reconocimiento de la igualdad social.
  • El reconocimiento de la igualdad económica, proporcional a las necesidades y aptitudes de cada uno.
  • El reconocimiento de la igualdad de deberes en la producción útil, o sea en el trabajo material o intelectual.
  • La distribución del trabajo social en concordancia con las aptitudes y gustos de cada uno, con libertad en la elección del trabajo y asimismo en su duración.
  • La supresión de todo castigo legal e implantación de nuevos métodos correctivos en concordancia con el concepto espiritual de la vida.
  • La educación moral fundada en la justicia y en el derecho natural igual para todos.
  • El respeto mutuo, sin distinción ni categoría. Libertad, Igualdad y Fraternidad, no solo como meras proclamas constitucionales, sino como hechos sociales, derivados de la justicia económica y social de la nueva moral espírita. (De: “Concepto Espírita de la Sociología”, por Manuel S. Porteiro).
Todo esto incluye, evidentemente, la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre; la libertad de conciencia y de ideas, y, por encima de todo, la certeza de nuestra inmortalidad y del progreso indefinido del Ser. La conjugación de todo ello da forma a la más revolucionaria,  humana y espiritual concepción  que jamás pudiera plantearse.
- Jacobo Grinberg-
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            LA RUEDA DE LA VIDA
                  LA DEPRESIÓN 
La depresión es en esencia un problema psicológico-espiritual de los más importantes de nuestra época. Psiquiatras y psicólogos de todo el mundo se encuentran con este problema-desafío cuyos márgenes para definirlo y tratarlo a veces resulta complicado. Desde el punto de vista biológico se presenta como un disturbio que afecta a las neuronas cerebrales ante la falta de dopamina, serotonina y la noradrenalina, entre otras substancias, que son los que afectan directamente al bienestar psicológico como son la alegría, el equilibrio, el bienestar, etc. Se le atribuyen factores hereditarios, genéticos, etc. No obstante, afrontar el problema, como ocurre en otros casos, desde un punto de vista exclusivamente material, no ayuda a resolver definitivamente un problema que además de muy numeroso puede llegar a ser grave. Partimos de dos premisas fundamentales. Desde el punto de vista de la reencarnación, sabemos que tenemos un pasado, un bagaje de vivencias y experiencias en contacto con nuestros semejantes. Del mismo modo, actualmente somos el fruto de una personalidad forjada a lo largo de los siglos. No somos algo espontáneo que dependa exclusivamente de una organización celular, hereditaria que nos marca un destino. Esto sería como elevar como causa fundamental lo que es en realidad, la consecuencia de una manifestación espiritual que es quien da la verdadera vida al ser. Al mismo tiempo y como consecuencia de ese 13 Amor paz y caridad trabajo pretérito, con sus aciertos y errores; traemos un compromiso, una tarea a desarrollar, una serie de desafíos que van a ir marcando el devenir de nuestra vida, en base al desempeño y uso del libre albedrío del que Dios nos dota. A mayor evolución, mayor nivel de conciencia para identificar los compromisos y el desenvolvimiento feliz de las tareas encomendadas. Sin embargo, el atraso evolutivo que caracteriza a la mayoría de seres que poblamos la Tierra, nos condiciona ante las imperfecciones que todavía arrastramos. Las mismas que nos endeudaron en el pasado y que nos indujeron a cometer errores, afectando nuestra condición humana actual. La segunda es el poder de la mente. Somos lo que pensamos. Actuamos según el nivel de conciencia adquirido y condicionado por las circunstancias que nos envuelven en la actual existencia. El hombre, como ser integral, influye con sus pensamientos continuos en el organismo vivo que lo sustenta. “Mens sana in corpore sano” (Mente sana en cuerpo sano) como reza el viejo axioma. De tal forma que cada pensamiento, sentimiento y emoción impregna positivamente o negativamente todas las células del cuerpo humano. Por tanto, el pensamiento, la mente, es un poderoso generador que no actúa sólo. Vive en constante contacto con otros “generadores” encarnados o desencarnados, que interactúan mutuamente. La llave que permite cambiar la naturaleza de dichos pensamientos se llama “voluntad”. Somos los responsables directos de aquello que pensamos, somos los forjadores de nuestro destino. Las decisiones que tomamos en cada momento, marcan el rumbo y el devenir de nuestra vida, sea para bien o para mal. Formamos parte de una gran escuela de aprendizaje preparada concienzudamente, para que crezcamos y evolucionemos sin fin, adquiriendo nuevas conquistas, superando retos, reparando errores del pasado, desarrollando cualidades innatas, que todos poseemos en estado latente en el camino de la perfección. Efectivamente, con la voluntad orientamos el barco de nuestros pensamientos, de aquello que interpretamos respecto a las situaciones que nos asaltan, nos envuelven. Debido a nuestra niñez espiritual, todavía no hemos sido capaces de salir del “hombre fisiológico” hacia el “hombre integral”, consciente, lúcido, asumiendo las riendas de su progreso, aceptando y esforzándose por comprender el sentido superior de aquello que le acontece, como elemento educador y ascensional. Amor paz y caridad 14 Joanna de Ângelis reflexiona al respecto: “Una importante mayoría de individuos solo abrigan ideas negativas, elucubran pesimismo, sustentan malestar. Como resultado, se debilitan sus resistencias morales, debilitándose también los valores espirituales y se alimentan de la propia insania.” Como nos comenta la Mentora Joanna de Ângelis, la mente mal orientada actúa como un poderoso factor de perturbación; el pesimismo, la retroalimentación de experiencias desagradables, la visión negativa de aquello que nos rodea, bombardea la mente, muchas veces descontroladamente, en caída libre, generando perturbación psíquica de consecuencias anímicas y orgánicas. La falta de un ideal superior, ciñéndose exclusivamente a ciertas aspiraciones materiales genera frustración cuando no se consiguen los objetivos inmediatistas, y un vacío interior cuando se pasa de “poseedor de riqueza ha poseído por la misma”, dejándose dominar por la ambición y las ansias de notoriedad. Por lo tanto, el materialismo, el pesimismo, los pensamientos negativos consecuencia de nuestras imperfecciones morales, pueden desembocar fá- cilmente en rebeldía interior, insatisfacción o frustración por no conseguir los objetivos inmediatistas anhelados. Además el odio, rencor, etc. hacia nuestros semejantes, encuentran rápidamente sus análogos que los refuerzan, de mentes tanto encarnadas como desencarnadas que sintonizan rápidamente, potenciando los estados depresivos y autodestructivos. No obstante, dentro de las causas de la depresión existen otros factores más o menos sutiles que también pueden degenerar en esta problemática. Por ejemplo, la pérdida de seres queridos, pasando de una tristeza natural por la “ausencia” convirtiéndola en un “apego” injustificable que puede durar muchos años. La falta de fe, la autocompasión, la falta de autoestima, también son elementos que arrastran, cuando no se dispone de recursos o de voluntad firme, hacia estados de desequilibrio, alimentados por ley de afinidad y como hemos comentado, por espíritus obsesores que potencian dicho estado. Otro factor muy importante como posible causa del problema es la “obsesión”. Es decir, enemigos del pasado que vuelven para cobrarse los agravios de situaciones vividas generalmente en otras vidas. Espíritus inferiores que vie- 15 Amor paz y caridad nen con la intención de desestabilizar lo máximo posible a su víctima de hoy, tomándose la justicia por su mano. Estos son los casos más difíciles y delicados pues requieren de un tratamiento espiritual adecuado. Tratando a dos bandas tanto al intruso como al afectado. Sin duda, la mejor terapia, además de las ya conocidas llevadas a cabo por especialistas y por personas con un amplio conocimiento espiritual para que nos puedan orientar, es la oración, ya que nos sintoniza con la Fuente Suprema, de donde parten todas las esencias de amor y sabiduría, regenerando, reorientando, fortaleciendo en una palabra, aquellas defensas que quedaron disminuidas, erosionadas por las luchas diarias. No existe mejor terapia, más poderosa. Del mismo modo, cuando esa oración es colectiva, con otras personas que buscan unos mismos objetivos superiores, las fuerzas no se suman sino que se multiplican. Esa es la gran tarea, buscar el verdadero sentido de la vida, un significado profundo, superior. Cuando nos apartamos del camino, y sobre todo cuando persistimos en el error, en la percepción equivocada de la realidad, se encienden las alarmas, las luces rojas que nos empujan a comprender que no vamos en la dirección adecuada. Una de esas luces rojas es la depresión; estado interior, que más pronto o más tarde nos impulsa a buscar soluciones para modificar la situación incómoda, lamentable, reorientándonos hacia la comprensión del problema, al cambio de actitud ante la vida, de la percepción de los problemas saturados de viejos clichés caducos y nocivos. En la mayoría de los casos, la ciencia moderna ha comprendido el sentido del problema, explorando y potenciando el valor del pensamiento positivo, incluso el valor de la oración, como comentábamos anteriormente, como práctica demostrada de regeneración interior, del ser, con sus innumerables beneficios terapéuticos. Convergiendo inevitablemente en el cruce de caminos que ya está uniendo a la ciencia con la visión espiritual de la vida.
 José M. Meseguer ©2016, Amor, Paz y Caridad
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